*Minho narra*
Me desperté antes de que mi alarma del teléfono sonara, así que me quedé viendo hacia el techo blanco de mi habitación, pensando y pensando.
“¿Será que Taemin si me quiere?”
Estuve pensando unos momentos más, miles de posibilidades para besar a Taemin, miles de posibilidades de declararme oficialmente, y también miles de maneras de ser rechazado.
Sonó la alarma unos minutos después y me levanté de golpe, me duché rápido, después me vestí a prisa, el uniforme me quedaba muy bien, no era por narcisista, pero, me veía en el espejo y hasta yo mismo me gustaba. Solo que a Taemin le sentaba muchísimo mejor. A pesar de que tenía menos músculos que yo, le sentaba increíblemente bien, de verdad. La playera blanca de manga larga hacía notar sus pequeños brazos, el chaleco crema resaltaba su piel blanca, y la corbata café lo hacía ver muy sexy.
Por fin terminé de contemplarme en el espejo, tomé mi mochila, bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, donde estaba mi papá comiendo una tostada con mermelada de fresa, con un café a su lado derecho.
Me alegré de verlo por las mañanas, casi siempre cuando me despierto, ya no está. Pero hoy, estaba sentado ahí comiendo, no pude evitar sonreír
-Buenos días Papá—lo vi a los ojos y sonreí
-Buenos días Minho—sonrió de vuelta--¿no vas a desayunar?
-Voy a desayunar en la escuela, no te preocupes—tomé un yogurt de mango y salí de la cocina—Adiós papá, te quiero—me despedí con la mano. Cuando mi papá estaba en mi casa siempre me portaba como un niño de 5 años, quería estar y jugar con el todo el tiempo.
Empecé a caminar hacia el garaje de la casa, ya que mi papá me prestaba su auto, porque un auto de su empresa estaba pasando por él desde los últimos días.
Tomé las llaves del cajón del garaje y me metí al auto, salí del garaje conduciendo, tarareando una melodía.
Pasé por la parada del autobús para ver si estaba Taemin, pero no. Supuse que ya había pasado el autobús escolar, así que seguí, hasta llegar a la escuela.
Me bajé del auto, dejándolo aparcado en un estacionamiento cercano. Comencé a caminar hacia la escuela, encontrándome con Kibum, el enamorado de Jonghyun
-Buenos días Key—lo saludé
-Hola Minho—no sonrió, pero no fue grosero
-¿No ha llegado…--
-¿Taemin?—rió—Sí, está en su salón
-Gracias Key—le volví a sonreír, queriendo bajar la sonrisa, pero no pude. Al saber que Taemin estaba en el salón me hacía muy feliz.
Llegué casi corriendo al salón, y me encontré con Taemin sentado en su lugar, leyendo un libro. Dios, se veía tan hermoso, ese ceño fruncido indicando que estaba concentrado en su lectura, los labios entreabiertos, y el cómo estaba recargado en su propia mano lo hacía ver demasiado besable.
Pasé de largo sin saludarlo para no desconcentrarlo, dejé mi mochila en el piso y me senté sin decir nada
-Hola—Taemin me saludó
-Hola—me apené por no haberlo saludado antes—no quería sacarte de tu lectura, por eso no te había saludado
-De hecho estaba esperándote—se paró de su lugar, dirigiéndose al mío
-Ya veo—sonreí
-¿No viste a Jonghyun de pasada?
-No, solo a Key—saqué mis cosas para la primera clase de mi mochila
-Ya veo, es que no me respondió los mensajes ayer—se sentó en la banca delante de mí—me preocupa un poco
-Ahora llega, tu tranquilo—lo volteé a ver y le calmé con una sonrisa, notando su pequeño sonrojo
-¡Taemin!—era Jonghyun—perdón por no responderte los mensajes, estuve todo el fin de semana con Kibum y ni siquiera tomé mi celular
-Ya veo—Taemin le sonrió—no pasa nada
Dieron la campana para anunciar el inicio de la primera clase, así que todos nos acomodamos para cuando el profesor entrara no nos viera con nuestro desorden.
-Buen día jóvenes, abran su libro en la página 227 porfavor—el profesor nos ordenó
Taemin estaba concentrado en la clase de matemática, así que me tomé la libertad de observar sus facciones detenidamente.
Me di cuenta de que su piel era demasiado blanca, lechosa, con unas manchitas adorables regadas por su linda cara y ya podía decir que era demasiado suave y cálida, sus pestañas gruesas y muy negras, ojos grandes y negros, con pequeñas bolsas, su nariz es amplia de los lados, muy fina de la punta, como de bolita pero no tanto como para verse mal, labios algo grandes, rosados y suaves, estaban rotos ese día, pero aún así eran preciosos, mandíbula grande y firme, con la punta fina, demasiado para ser sincero. Y ese cuello que aún no había acariciado, pero que tenía algunos lunares.
Estaba tan centrado en Taemin que no me di cuenta que el profesor me estaba llamando, hasta que el chico de atrás de mí me dio un golpe en la espalda
-Choi Minho, ¿podría dejar de ver a Taemin?—el profesor me veía irónico
Sentí como mi cara se comenzaba a poner roja, MUY ROJA, y mis manos comenzaban a temblar, ya que todos, incluido Taemin me estaban viendo
-Perdone—fue lo único que pude pronunciar en ese momento de presión intenso--¿Para qué me necesita?
-Necesito que me pongas atención y—hizo una pausa—que me digas que tanto le veías a Taemin
-Pues le veía que su piel es demasiado blanca con manchas regadas por su cara, que sus pestañas son muy gruesas y muy negras, sus ojos grandes y negros, con unas pequeñas bolsas, que su nariz es amplia de los lados, y muy fina de la punta, como de bolita pero no tanto como para verse mal, labios algo grandes, también rosados y suaves, que están rotos hoy, pero aún así son preciosos, que tiene mandíbula grande y firme, con la punta fina, demasiado para ser sincero. Y que su cuello tiene muchos lunares.—respondí sincero sin culpa alguna
-Fuera de aquí Choi—el maestro me respondió firme y enojado
Me quedé todo lo que quedaba de clase fuera del salón, después dieron el timbre, yo solo estaba esperando el regaño del profesor cuando saliera, pero cuando salió del salón de clases, solo pasó de largo
-¿Eh?—yo estaba muy confundido
Entré a mi salón avergonzado, ya que me había dado cuenta de lo que había hecho. Había declarado mi atracción hacia Taemin inconscientemente frente a todo el salón, además de que… No me había dado cuenta de que Taemin estaba llorando con Jonghyun cuando entré al salón…
-¡Taemin!—fui hacia él, preocupado
-Minho… ¿por qué hiciste eso?—me respondió con los ojos llorosos
-Lo siento, lo hice sin querer—bajé la mirada—perdoname Taemin, de verdad lo siento
-Minho…--Taemin no dijo nada más y salió del salón llorando silenciosamente.
No, no, no, no, no, no.
Hice llorar a Taemin, lo hice llorar declarando todo lo que me gustaba de él, eso me lastimaba muchísimo, pero supuse que le dolía más a Taemin, porque si de por sí, la maldita de Sooyoung y sus amigas ya lo tenían tachado de gay, y ahora lo iban a molestar de nuevo, por mi maldita culpa.
-Minho, no pasa nada—Jonghyun me dijo, calmándome—deja que se calme y hablas con él.
-Muchas gracias por el consejo, pero no puedo aguantar otro minuto más con la culpa de que hice llorar a Taemin, iré a buscarlo—ni siquiera esperé la respuesta de Jonghyun, solo salí corriendo del salón, buscando a Taemin en casa rincón de la escuela. Hasta que lo encontré sentado en una banca, solo.
-Taemin—me acerqué lenta y cuidadosamente
-No Minho—Taemin ni siquiera me volteaba a ver
-Lo siento mucho, no lo hice apropósito, de verdad—me senté a su lado
-Yo sé que no, pero ahora tendré problemas—dijo
-No, claro que no, yo voy a protegerte. No dejaré que te molesten, y mucho menos por mi culpa—respondí con el tono más serio que conseguí
-No Minho, lo siento—Taemin estaba dispuesto a irse, pero yo no iba a dejar las cosas así, tenía que arreglarlo, así que lo tomé de los hombros, evitando que se fuera—ve a mi casa hoy, y hablamos de esto más seriamente, porque sé que no quieres que nos vean juntos ahora. Aún así, perdóname
-No hablaré nada contigo Minho, no quiero—respondió con la mirada baja
-Es 308 -1 Soshin-dong, Wansan-Ku
Chonju-Shi - CHONBUK, 560-820. Te espero
-Minho…
-Te espero en esa dirección hoy después de clases, a menos que quieras irte conmigo
-No, tengo clases de baile—respondió triste
-Hoy no—lo dije aún más serio—hoy vas a mi casa, sí o sí—sin decir nada más, caminé de regreso al salón, con Taemin pisándome los talones detrás de mí.