Las clases terminaron, ya no hablé con Taemin en todo lo que restaba, me sentía triste, solo (a pesar de que Key y Jonghyun si me hablaban) Y aburrido, pero tuve que afrontar las consecuencias de lo que había hecho
-Nos vemos mañana—me despedí de Jonghyun y Key
-Adióos—respondieron al unísono
Tomé mi camino hacia el estacionamiento donde había aparcado el auto de mi papá, llegué y me subí al auto, en total silencio. La mayoría de las veces estaba tarareando una melodía incierta.
Todo el camino hacia mi casa fue aburrido, no puse música y no venía pensando nada, solo venía serio, con una mano en el volante.
-No está—me percaté que Taemin no estaba esperándome en mi puerta. No es que tuviera demasiadas esperanzas, pero aún así mantuve la vela prendida.
Entré a la casa aún serio, pero ya estaba pensando cosas de nuevo.
Tal vez Taemin ya me odiaba al 100% y ya ni la cara me quería ver, ya no la voz me quería escuchar. Fueron todos pensamientos malos, negativos. Dieron las 6 y Taemin no llegaba, estaba muy impaciente. Estaba pensando en ir a buscarlo a su casa, pero no me acordaba bien de su dirección, solo me acordé que era por la Universidad de Ciencias y ya. Era la escasa información con la que contaba.
De repente, el timbre sonó. Paré las orejas al hacerlo y literalmente corrí de la cocina hacia la puerta.
Me paré derecho, respiré varias veces tratando de calmarme, con la mano en el corazón, que latía muy rápido. Sentía el corazón en los oídos.
Abrí la puerta asomando primero la cabeza antes que todo, y como esperaba, deseaba y soñaba, estaba ahí. Taemin parado en la puerta de mi casa, con el uniforme puesto, igual que yo.
-Hola—dije firme, pareciendo no estar emocionado
-Ey—Taemin tenía la mirada baja, parecía estar nervioso
-¿Quieres pasar?—me puse a su altura y le hablé directamente a los ojos
-N-No… Si quieres hablamos aquí sentados—señaló una banca que tenía fuera de mi casa, pero obvio no me iba a poner a hablar ahí con Taemin
-No seas tonto—lo jalé de la mano, metiéndolo a mi casa.
POR FIN ESTABA DENTRO DE MI CASA.
-Perdón por la intromisión—dijo apenado, con las manos juntas y sudorosas
-Yo te invité, así que no es ninguna intromisión—le sonreí, señalando el sillón color café—sentémonos
-B-Bien—Taemin parecía más nervioso de lo normal, no sé si era porque estaba molesto conmigo o de verdad estaba nervioso por estar a solas a mi casa… ¡Ahh, ya entendí!
-Ok, hablemos sobre lo que pasó hoy—dije sentándome alado de él, pero con distancia considerable para que no se sintiera aún más nevioso
-Sigo molesto contigo—seguía jugando con sus manos, pero ya estaba más tranquilo
-Taemin, lo siento muchísimo—me acerqué un poco más—No era mi intención ponerte en “ridículo” como tú lo llamas
-No fue en ridículo, solo que me dio pena que lo que dijiste—hizo una pausa—solo que fue muy lindo, fue como que… Te fijaste en demasiadas cosas de mí, y me dio mucha pena. No supe que hacer y me dieron ganas de llorar, porque Sooyoung estaba riéndose—bajó la mirada
-Bueno, está bien—me quedé callado—No quiero que quedemos mal, te juro que no vuelve a pasar, si tu quieres…
-Te perdono Minho—sonrió—solo porque me…--se quedó callado un poco—gustas—lo dijo casi como un susurro
-¡AHHHH!—grité como loco—muchas gracias Taemin, gracias, gracias—sin darme cuenta, besé a Taemin, un beso pequeño y rápido—Lo siento Taemin—me tapé la boca con los dedos, apenado
-No importa—sonrió, acortando la distancia—No importa
Se acercó a mí, a centímetros de mi cara. No pude evitar el ponerme nervioso, a pesar de que ya había tenido a Taemin tan cerca de mí, ahora era diferente. Taemin se sentía diferente, más aventado, más adorable.
-T-Taemin, ¿Qué haces?—tartamudeé al notar que Taemin quería medio acostarme en el sillón
-Nada—se separó de mi sonrojado
-Ey Taem—tomé su barbilla—no te sonrojes—le di un beso casto, casi ni siquiera tocando nuestros labios, para después tomar su lindo cabello, enredarlo en mis dedos y acercarlo a mi
Comencé a besarlo despacio, buscando algún tipo de aprobación a mis acciones, y así fue. Taemin enredó ambos brazos a mi cuello, correspondiendo mi beso. Pero conforme avanzábamos el beso, noté que Taemin me estaba correspondiendo de más. Metió sus manos debajo de mi camisa del uniforme, acariciando mi espalda.
Se me hizo un gesto demasiado lindo e inocente. Nos separamos un poco para tomar el aire que nos comenzaba a faltar. Sinceramente yo era algo inexperto en ese tema, solo sabía cómo besar gracias a Taemin, pero no sabía qué hacer después de eso.
Tomé la cadera de Taemin para subirlo a la mía, cargándolo, y viéndonos directamente a los ojos con una sonrisa, lo besé mientras Taemin volvía a posar sus brazos en mi cuello. Taemin se bajó de mi agarre dejándome confundido, después de eso, Taemin me vio de una manera tan, pero tan erótica que no pude resistir acostarme arriba de él, devolviéndole la mirada.
Me sorprendió que Taemin me viera de esa forma, ya que Taemin es tímido y se sonroja por todo, pero dicen que la gente cambia al estar en… este tipo de condiciones
Comencé a besar el cuello de Taemin, acariciando su torso lentamente con mi mano derecha, mientras con la izquierda tomaba su cabello, rodeándolo con mi brazo
-Min…ho—Taemin gimió bajito ante mis besos húmedos en su cuello. Seguí con eso, después metí una mano por debajo de su camisa, acariciando sus pezones, haciendo que se estremeciera, provocando que enredara sus piernas en mi cadera. Mientras seguía, me quedé pensando en cómo nos veíamos desde otro punto de vista que no era el mío ni el de Taemin.
Imagínenme acostado encima de Taemin en un sillón, con sus piernas enredadas en mis caderas, mientras yo lo besuqueaba en su lindo cuello y mis manos dentro de su camisa jugando con sus hermosos pezones. Dios, se escucha tan sensual.
Taemin gimió en mi oído, haciéndome prender de un golpe. Sentí dolor por la presión del pantalón, pero no quise quitármelo, así que solo aguanté el dolor cerrando los ojos, además de doloroso era placentero. Se sentía genial
-Taemin—gemí su nombre al sentir su mano en mi pierna, de verdad que ya no soportaba el dolor.
-Minho—Taemin me llamó casi en un gemido--¿no te duele?—tocó mi erección por encima de mi pantalón
-¡Ah, Taemin!—gemí fuerte, casi como un grito con voz ronca y gruesa, pero no pude evitarlo. Tener a Taemin debajo de mí tocando mi erección dolorosa era algo realmente excitante
-Minho, tienes que hacer algo respecto a esto—me miró preocupado. Yo solo planté un beso en sus labios, pidiendo que me comprendiera—Ve—Taemin quitó sus piernas de mis caderas y se separó, acomodándose en el sillón
-De verdad lo siento—me puse demasiado rojo, corriendo hacia el baño
Entre al baño viendo mi erección, era inmensa. Mi pantalón parecía que iba a reventar, así que me lo quité junto con el bóxer y me quede pensando en que eso ya me había pasado antes, cuando fui a ver a Taemin bailar. Pero esta vez sí tenía que hacer algo al respecto. Siguiendo estando rojo, me comencé a tocar.
Cerré los ojos, concentrándome en lo que estaba haciendo. Primero me toqué la punta, dando un respingo. Nunca me había excitando tanto, cuando me masturbaba, era muy distinto a como lo estaba haciendo ahora. Me puse un ritmo para acabar rápido y salir con Taemin, era demasiado incómodo que Taemin supiera que me estaba masturbando para calmar mi erección, me estaba muriendo de la pena.
Mi mano se movía rápido de arriba hacia abajo, ya empezaba a dolerme el antebrazo, estuve callando mis gemidos de placer ya que estaba sintiendo que me venía. Por fin llegué al clímax, gimiendo, manchando mi mano y, el piso. Rápidamente me lavé las manos y con una toalla sequé el piso.
Me lavé la cara con agua fría y salí avergonzado del baño.
-Lo siento Taemin, no…-- me tapé la cara con una mano—soy un idiota
-No te preocupes—el bajó la mirada—emm…--noté como sus orejas se ponían rojas—yo… ocupé tu baño de arriba
-¿Eh?—lo miré ladeando el cabeza, aún apenado, pero ya no rojo
- Yo…fui a tu baño también—jugó con sus manos, nervioso
-No comprendo—de verdad que no lo hacía, no era para molestar o algo así
-¡Me masturbé en tu baño de arriba!—gritó, poniéndose aún más rojo
-Ah…--me rasqué la nuca—perdón, no te entendía—sonreí para calmarlo
-Agh Minho, eres tan idiota—me dijo riendo
-Algo—yo no me refería a lo mismo que Taemin, yo era un idiota por no terminar mi erección CON TAEMIN, y al parecer terminar TAMBIÉN LA SUYA
El teléfono de Taemin sonó, le estaban llamando.
-¿Puedo?—me hizo un ademán con el celular en la mano
-Claro—le indiqué que podía salir al patio trasero para que yo no escuchara su conversación telefónica
-¿Hola?—alcancé a escuchar antes de que cerrara la puerta
Fui hacia donde estábamos Taemin y yo hace unos segundos, el sillón era un desastre. Las almohadas estaban tiradas en el piso y la funda estaba toda desordenada. Me acerqué a arreglar, levanté dichas almohadas y acomodé un poco la funda. Suspiré. Menos mal que Taemin y yo no habíamos hecho nada más, por que si no, esa llamada nos hubiera interrumpido.
Escuché golpecitos en la puerta del patio trasero. Taemin no podía abrir la puerta. Me carcajeé, Taemin tenía cara de desesperación y risa por no poder abrir.
Le abrí y pasó disculpándose por no saber abrir una simple puerta de vidrio
-No te preocupes—sonreí
-O-Oye—me dio la espalda, haciéndome pensar que estaba o tímido o nervioso.
-¿Qué pasa?—pregunté con tono dulce
-¿Crees que habría problema si me quedo esta noche?—volteó a verme, no tan rojo. Pero si algo apenado
-No, claro que no hay problema—le sonreí, acercándome hacia él. Tocando su cabeza
-¿Estás seguro? No quiero causar problemas—negó con las manos--¿Y tu padre que dirá?
-Nada, siempre llega tarde y se va temprano, o ni siquiera se va dar cuenta o no le importará—hice una pausa, poniendo una mano en mi barbilla—tal vez se impresione porque nunca jamás en la vida traigo amigos, pero no creo que me diga nada. Es más, no me va a decir nada
-Si tu lo dices—sonrió—solo que no tengo nada que ponerme de pijama ¿te molestaría si pasáramos a mi casa?
-No, pero si quieres puedo prestarte algo mío—lo miré de arriba hacia abajo, sin faltar el respeto, claro—parece que somos de talla similar
-Jaja—rió—no creo que seamos de la misma talla, tu estas fuerte, fornido y alto. Yo no—rió de nuevo
-No Taemin—le di un golpe en el hombro—yo te presto algo—sonreí
-Bueno—sonrió—gracias
-No hay de qué, al cabo eres mi invitado VIP—le sonreí y revolví su cabello—vamos a mi cuarto.
*Taemin narra*
No podía sacarme de la cabeza lo que había hecho hace minutos con Minho, todo fue tan sensual y excitante, de verdad. Pero tenía que disimular que yo estaba normal, sin pensar en eso.
Después deque Minho salió del baño, mi tío me llamó diciendo que iba a llegar hasta mañana a casa, que había tenido un caso en quiensabedonde y no iba a llegar. Yo le dije que estaba bien, pero recordé que no tenía llaves de mi casa, después de la escuela llegué a casa y estaba cerrada, quería cambiarme para cuando viera a Minho en su casa no me viera con el uniforme de la escuela, pero como no tenía llaves, tuve que ir a pasearme, porque siempre que llegaba mi tío estaba esperándome a cenar. Así que jamás traía llaves.
Tuve que pedirle a Minho que me dejara quedarme en su casa, a lo que el accedió de inmediato. Dios, es tan lindo.
Me dirigía a su cuarto, subiendo las escaleras las cuales se me hicieron eternas, porque verle el trasero a Minho mientras subía era algo vergonzoso… Y hermoso.
“JAJA”—reí mentalmente
-Aquí es—Minho abrió una puerta café, larga—Pasa—en cuanto pasamos mis ojos se iluminaron, el cuarto de Minho era algo hermoso, estaba lleno de posters de fotografías de paisajes, de futbol y de algunas series que yo no conocía—Tu cuarto es muy lindo—dije sin pensar
-Gracias—rió, esa hermosa sonrisa—toma—me tendió una pijama de rayas azules con un pantalón blanco—es la más chiquita que tengo
-Muchas gracias—me dirigí al baño que efectivamente ya conocía—me cambiaré
-Sí, yo me cambio aquí—Minho había dejado una pijama igual a la mía pero color verde oscuro
Entré al baño y me quité el uniforme, pero recordé que no me había duchado, me percaté de que había toallas en el baño, así que con pena me asomé a la puerta—Minho
-¿Qué pasa?—Minho seguía con el uniforme
-¿Puedo bañarme?—pregunté apenado
-Sí, ahí hay toallas—abrió un poco los ojos y corrió a su cuarto
-¿Eh?—estaba a punto de cerrar la puerta cuando Minho gritó
-¡Taemin!—Minho traía unos bóxers color negro con resorte rojo en la mano—no puedes ponerte la misma ropa interior, te presto unos míos
-¿Presto?—los tomé—mejor me los quedo ¿no? O si quieres me los llevo y los lavo en mi casa
-No, te los presto—me vio algo ¿pervertido?, No supe interpretar su mirada—ya. Báñate
-Muchas gracias—cerré la puerta, dejé los bóxers de Minho en la taza, comenzando a ducharme.
Salí después de unos cuantos minutos, ya cambiado. Me sentía un poco raro, tenía ropa interior de Minho y aparte su pijama. Me sentía muy fresco, tal pijama olía riquísimo y era ligera.
-Hola—Minho me saludó también ya bañado, con el pijama de rayas verde que ya había visto.
-Hola—no sabía ni qué hora era desde que pasó lo que pasó con Minho--¿sabes qué hora es?
-Son 8:30—Santo Dios, llevaba 2 horas y media en esa casa
-Oh, bueno—me senté a su lado en el sillón que ya habíamos usado ante, no podía sacar de mi casa lo sucedido DIOS MÍO
-¿Quieres ver una película?—se paró y sacó un álbum con puras películas
-Estaría bien—me acomodé un poco en el sillón, con un poco de pena por ser casa ajena, obvio.
-¿Te apetece ver Godzilla?—sonrió
-Sí, me gusta esa película
-De acuerdo—Minho se sentó a mi lado, hombro con hombro. Ósea muy cerca.
Me acomodé todavía más cerca de él, casi ya abrazándolo “calmado Taemin” pensé.
La película comenzó, estábamos tranquilos viéndola. Yo odiaba ver películas, no porque no me gustaran, sino porque cuando pasaba algo de acción, me emocionaba como un niño de 5 años, y como Godzilla es de acción, así hice, inconscientemente
-¡Woah, woah!—grité cuando Godzilla se transformaba a uno más grande y rojo
-Jajaja, Taemin—Minho me miraba fijamente, pero no me percaté demasiado
-Lo siento—me sonrojé—parezco niño
-Un niño demasiado adorable—me tomó de la barbilla y me besó lentamente, estaba a punto de tomarme de las caderas cuando escuchamos el sonido de unas llaves en la puerta. Minho se separó rápido, acomodándose como antes. Igual de cerca
-Es mi padre—susurró
-Minho, ya llegué—informó
-Hola papá—volteé a ver a Minho, quien sonreía ampliamente al ver a su padre
-¿Qué haces?—su padre dejó su saco en el respaldo del sillón, sacándose la corbata
-Veo una película con mi amigo—su padre me volteó a ver—Se llama Taemin
-Buenas noches señor Choi—me disponía a levantarme, pero Minho puso una mano en mi pierna
-Hola Taemin—su padre sonrió y se sentó en el sillón mediano—un gusto—me sonrió
-Igualmente—sonreí de la misma manera
-Se quedará a dormir, ¿está bien?—Minho intervino
-Sí, no hay problema—su padre se levantó, dirigiéndose al baño--¿en tu cuarto?
-Sí—respondió sin dejar de ver la película
-Ok, solo eviten no dormirse tan tarde, mañana tienen escuela igual—su padre se metió al baño. Escuché el agua de la regadera, informándonos que estaba duchándose.
-Siento que no te haya dejado parar—me miró algo serio—es que mi papá no acostumbra saludar tan formal, a menos que sea de trabajo—sonrió
-Ah, no tepreocupes—le sonreí ampliamente
-Bueno—juntó sus cejas—me aburrió un poco la película y ya son las 9 ¿no quieres merendar?
-Sí, tengo hambre—me rasqué la nuca
-Perfecto—se levantó, llevándome consigo, me sentó en el comedor, tendiéndome leche de chocolate y un sándwich de nutella--¿Si quieres esto?—preguntó
-Sí, está bien—me reí—solo que—reí de nuevo--¿Cómo lo hiciste todo tan rápido?
-Ah, ya lo tenía todo hecho—se sentó en el comedor con la misma comida que yo—ahora, a comer
-Gracias Minho—lo vi, y después di un mordisco al sándwich.
Merendar con Minho era muy lindo, verlo comer, llenando sus cachetes de comida era algo adorable. Muy adorable. Terminé mi comida, y mi leche estaba a la mitad. Minho ya había terminado, tanto su sándwich como su leche, ahora solo se dedicaba a bostezar y a verme mientras comía
-¡Tu mirada me lastima Minho!—reí
-Lo siento—me siguió con la mirada, viendo como terminaba mi leche.
Miré el reloj de la cocina de Minho, eran ya las 9:30 de la noche, y no tenía ni una llamada de mi tío, minimo para preguntar cómo estaba
-¿Ya comieron?—el padre de Minho salió del baño
-Sí, ya—Minho respondió—te dejé un sándwich y leche en la cocina, por si la quieres—Minho se levantaba de la silla, dirigiéndose a mi—vamos a mi cuarto Taemin
-De acuerdo—me despedí con una reverencia del papá de Minho y lo seguí de nuevo a las escaleras para llegar a su cuarto, entramos y se acostó en la cama con las piernas separadas
-Estoy cansado—Minho me dijo suspirando
-Duermete entonces—me senté a su lado
-Duermete conmigo—Minho me jaló hacia él, acostándome a su lado, dejando un beso en mi mejilla
-Minho, está tu papá—le dije en un susurro
-¿Y?—me miró fuertemente—nunca viene a mi cuarto--entonces, Minho se encimó en mi, besándome en los labios con una desesperación algo intensa, se separó y se me quedó viendo—nunca—me dejó en claro, así que me dejé llevar. Puse mis manos en su cara, juntando nuestras bocas de nuevo, pero ahora lentamente. Sentí la respiración de Minho en mi labio superior, notando su falta de aire.
-Taemin, te quiero—me dijo al oído, provocando que me impresionara como nunca, abrí los ojos como platos. Nunca nadie me había dicho eso, fuera de Jjong y mi tío, pero yo sabía que el querer de Minho era totalmente diferente
-Y-Yo también te quiero—me aferré a sus labios, mordiéndolo por accidente
-Ouch—rió, separándose un poco—Lo siento, estoy algo cansado
-Vamos a dormir entonces—me levanté de la cama dispuesto a quedarme en el suelo a dormir, pero Minho me detuvo con el brazo
-No, nos vamos a quedar los dos en mi cama, es matrimonial—sonrió, algo sonrojado
-No Minho, eso no está bien—me sonrojé-Q-Que tal que tu padre viene y nos ve así
-No lo malpensará, además—me besó—ya te dije que nunca viene. Anda, acuéstate.
Me acosté con pena, despacio. Minho me dio el lado izquierdo, de lado de la ventana. Y el del lado derecho de lado de la puerta.
-Buenas noches—dije
-Buenas noches—Minho estaba de espaldas, pero al decir tales palabras se volteó y me abrazó por la cintura, no pude hacer nada más que seguirlo y tomarle las manos posadas en mis caderas. Era una posición hermosa, demasiado.
Volteé a ver a Minho y estaba noqueado, totalmente dormido, así que no me quedó más opción que hacer lo mismo, solo que me volteé, sin soltarme del agarre de Minho, quedando frente a frente. Le besé en los labios, notando una pequeña sonrisa de su parte. Fue entonces que me di cuenta de que estaba mitad despierto mitad dormido, me escondí en su pecho, acurrucándome, quedándome totalmente dormido.
Me sentía maravillosamente.