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Algodón de Azúcar (YoonSeok) por Futuristic lover

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El segundo día de sesión comenzó al tiempo que el sol brillaba sobre el cielo azulado y completamente despejado. El invierno ya estaba a la vuelta de la esquina y faltaba muy poco para que llegara Navidad y con ella el Año Nuevo esperado por muchos.

Los rayos de luz cálidos de ese día se agradecían intensamente pues la pasada madrugada había dejado un ambiente tan gélido en la isla que Hoseok, quien se encontraba trabajando con su equipo, tiritaba sin control. Se había puesto unos guantes más grandes que sus propias manos, una bufanda demasiado ajustada a su cuello que sentía asfixiarse y los pantalones más gordos que pudo encontrar en su maleta.

Hoy no sabía con quienes iba a trabajar, tampoco le importaba. Desde ayer no veía a Yoongi y dudó de si hoy también trabajaría con él. Algo tranquilo estuvo por su ausencia, él solía desaparecer constantemente tras terminar su trabajo.

Depositó algunos dispositivos de cámara en una mesa para ordenarlos de acuerdo a ciertas características que requerían. El frío calaba sus huesos, sus manos incluso sintió haber perdido parte de sensibilidad en su rostro. Pero aun así continuó con sus labores.

La sesión de hoy se realizaría en la orilla de la playa, aprovecharon que el sol era tan fuerte aquella mañana para tener buenas tomas de los modelos.

Hoseok terminó de arreglar la mesa para dirigirse a su mochila y preparar la cámara. En ese momento el fotógrafo apareció con su equipo preparado y listo para comenzar. Dictó unas cuantas pautas a los técnicos y a algunas personas de otros equipos y esperó a que los modelos y Yannick llegasen al lugar. Estos no tardaron en aparecer ni pasados cinco minutos.

Yannick tenía un cubrebocas ocultando algunos moratones y heridas que le había provocado Hoseok el día anterior. No aguantó su fuerza, ni la rabia de haberse sentido engañado y humillado por lo que utilizó toda su energía en propinarle algunos puñetazos y patadas. Recordaba la sensación de adrenalina al optar por la violencia en vez de las palabras como había hecho en toda su vida.

 

"No a la violencia. Siempre se puede llegar a una solución con las palabras."

 

Uno de sus principios había sido pisoteado por el propio Hoseok, sí. Y sorprendentemente ni se arrepentía de ello.

Podía apreciar el cambio de su personalidad en algunas facetas y en vez de sentir miedo de él mismo, sentía la fabulosa curiosidad y misterio de cómo iba a actuar en un futuro con ciertos temas.

Así que sin dejar de mirar a Yannick, que continuaba hablando con un maquillador, Hoseok no evitó sonreír al ver que el estilista explicaba dramáticamente sus hematomas, excusándose de haber sido víctima de un robo armado y que no pudo hacer otra cosa. Dicha revelación sorprendió a Hoseok pues creyó que lo primero que haría Yannick era gritar a los cuatro vientos de que el menor fue el único responsable de los golpes, o algún pretexto tonto sin sentido. Tampoco mentía si dijera que fue él, pero intuyó que el decir la verdad tampoco le convenía.

Hubo testigos de gran importancia, sin ir más lejos, Suga, el actor más querido del mundillo y que gracias a su declaración, si la daba, podía dejar a Yannick en el mismo infierno. Así que prefirió inventarse lo del robo. Era lo mejor.

Yannick cruzó la mirada con la de Hoseok y cierto escalofrío recorrió todo su cuerpo al notar la mirada indiferente por parte de este y la media sonrisa que se había formado en los labios del moreno. ¿Qué había pasado con el Hoseok que conoció ayer, el amable, el respetuoso y tímido Jung Hoseok?

 

Cohibido y atemorizado se dio la vuelta.

 

Parecía que llegaba el fin de su pequeña y corta amistad.

 

 

 

 

 

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El staff comenzó a recoger los materiales que habían montado en la playa. Ante la mirada superficial de sus compañeros, aquellos que lo criticaron a sus espaldas duramente el día anterior, Hoseok prestó su ayuda para recoger todo el desastre. Con la actitud brillante y desbordante que solía tener, consiguió que el trabajo se redujera desmesuradamente.

Las horas siguientes tras terminar fueron a comer, tuvieron algo de tiempo libre para descansar o hacer turismo. Hoseok se animó ir a pasear con un grupo de compañeros que no deseaban perder el tiempo en dormir o estar en la habitación del hotel.

Yoongi seguía sin aparecer. Después de hablar con Taehyung, no lo había vuelto a ver. La actitud extraña que había optado el actor le pareció un tanto sospechosa. Nunca había visto ese rostro tan apagado como el de ayer mismo. Pensó que el que le pidiera que se quedara con él en vez de contestar a Taehyung era un simple capricho egoísta, sin embargo, se arrepentía por no haberle dado la esperanza necesaria. ¿Por qué su semblante resultó ser más frío que antes? ¿Estaba pasando por un mal momento que sólo quería hablar? Le hubiera buscado después de terminar de platicar con Taehyung.

 

¿Debería ir a buscarlo? ¿O ya se habría ido tras terminar la sesión?

 

Volvió con sus compañeros al hotel después de recibir un mensaje del jefe de equipo avisándoles de la preparación del siguiente set en una cabaña cerca de la playa. Cuando todos estuvieran juntos en el punto de encuentro, aprovecharía a preguntar a una persona del grupo de moda sobre el paradero de Yoongi, no obstante, intuía que el único que podía saber al respecto era Yannick y estaba seguro que él no estaría dispuesto a dirigirle la palabra.

Por tanto, decidió llamarle por teléfono, saber cómo estaba y pedirle perdón. Probablemente quería tener un compañero para desahogarse.

Buscó en su agenda el número del chico, encontrándose con un "el actor de paja” y llamó.

Un tono, dos tonos, tres tonos, y no contestaba. Se quedó un rato más con el móvil en la mano. Nada.

Preocupado fue al set que su jefe les había indicado. Durante el camino estuvo pensando en los pequeños detalles de lo que pasó en la playa.

 

 

Cuidado con las apariencias. Eres demasiado tonto para confiar en alguien al que acabas de conocer pero que en realidad escupe a tus espaldas.

 

Eres mejor que esos hipócritas. Tú.

 

 

¿A qué se refería exactamente? ¿Qué había detrás de lo que había dicho?

Creía volverse loco. Completamente loco por esas palabras. Debía hablar con él.

 

Parecía un imbécil, pero se lo merecía.

 

Al volver con sus compañeros, comenzó la cruda parte de su profesión: montar el equipo. La sesión comenzó con nuevos modelos, Hoseok ejecutó de una manera excepcional su trabajo, estuvo dos horas y media grabando con algún descanso entre medias. Aunque su cabeza estuviera en otro lado, sus actos fueron rápidos, capturando de manera correcta el encuadre y planos, Inesperadamente, algunos recuerdos volvieron a su mente formando cierta incertidumbre en cómo se encontraría Yoongi. Puede que haya vuelto a Seúl pues su trabajo terminó ayer. Era lo más probable.

Cuando el fotógrafo dio por finalizada la sesión, todos los equipos comenzaron a recoger. De repente, su móvil empezó a vibrar, avisando de una nueva llamada que había entrado. Hoseok se puso demasiado nervioso ya que tenía las manos ocupadas con un par de trípodes y una ventana octogonal. Poseía la débil esperanza que el protagonista de sus pensamientos le estuviera devolviendo la llamada de antes. Rápidamente dejó como pudo lo que tenía en sus manos y nervioso buscó en los bolsillos de los pantalones el ansiado aparato.

El largo tono de una canción de un grupo femenino, su tono de llamada, le estaba angustiando hasta tal punto de querer eliminar para siempre dicha canción de su reproductor.

Finalmente, y entre sus manos que se convirtieron por arte de magia en mantequilla, descolgó lo más rápido que pudo.

 

—¿D-diga? —balbuceó.

 

Nadie respondía al otro lado cosa que le hizo ponerse aún más alterado.

 

Silencio. ¿Era él? ¿Era...?

 

—¿Yoon...

 

HEY, TÚ. —dijo por fin la persona del otro lado. Desgraciadamente esa voz la reconocía a la perfección y cierto sentimiento de decepción apareció en su corazón. —ERES TONTO, ¿POR QUÉ NO ME HAS LLAMADO, HOSEOK?

 

No, definitivamente no era la persona que buscaba.

 

—¿Jiwoo?

 

Era su querida hermana mayor.

 

—¿Sabes cuándo fue la última vez que hemos hablado, Hoseok?

—Jiwoo, lo siento, estuv…

—¿Tanto tiempo te quitan las clases?

—Claro que son las clases, Jiwoo. ¿Qué puede ser sino? —observó los materiales que había dejado en el suelo. Nadie de su familia sabía que estaba trabajando y para ellos solo estaba ocupado con los exámenes y trabajos que le mandaban en la universidad. Se sentía mal por ocultar información sustancial, pero así se ahorraba muchas decepciones y disgustos, muchos malos sentimientos que no deseaba vivir en estos momentos de su vida.

 

No sé, puede que tengas una novia por ahí y no nos lo quieres contar. Hobi. ¿Por qué ya no me cuentas las cosas? Antes incluso me decías de las veces que ibas al bañ…

—¡Jiwoo! —saltó avergonzado por lo que iba a decir.

—Lo que digo es que presiento que algo escondes. Has cambiado. —se quedó un momento en silencio antes de continuar. —En fin, de eso hablaremos más tarde, ahora mismo te llam

—Jiwoo, perdona, pero estoy algo ocupado. —dijo mientras le hacía señales a su jefe de que no tardaría mucho pues este ya comenzaba a impacientarse. —¿Podemos hablar en otro momento?

—Mama te está buscando novia. Ha encontrado a alguien y quiere saber mi opinión.

—¿QUÉ? —abrió los ojos sorprendido por la noticia. —¿Otra vez lo está haciendo? ¿No le ha quedado claro que yo no quiero un compromiso?

Hoseok, sabes cómo es mamá. No quiere morir sin antes verte casado. Llamaba para comentártelo y que te prepares.

 

No puede ser, otra vez no. Hace unos años, le preparó un par de citas a ciegas con chicas en su propia ciudad, independientemente de donde vivía su madre. Todo estaba planeado meticulosamente para que el propio Hoseok no se diera cuenta de sus intenciones, excusándose de que había llegado a la ciudad de visita y necesitaba hablar con él programándole un encuentro pero que finalmente se trataba de una cita a ciegas con una de sus candidatas al noviazgo. Estaba harto de los juegos de su madre, sus engaños y de su egoísmo por no pensar en lo que realmente desea. La amaba, pero cuando se comportaba de esa manera no podía quedarse quieto por lo que, sin razón, confesó algo que nunca había pensado hacer.

 

—Creo que no hace falta que lo busque, porque… —tragó saliva mientras cerraba los ojos y puños con fuerza. —…soy gay.

 

Su hermana se quedó callada por unos largos segundos hasta que escuchó su tierna risa.

 

—Hoseok eso ya nos lo dijiste la última vez. ¿Acaso no recuerdas lo que paso después?

 

Claro que lo recordaba. Ese día fue a visitar a su familia, su madre sacó el tema de un compromiso en plena cena y Hoseok sin pensarlo soltó que era homosexual. Su padre aprovechó a coger de algún lado un zapato con tacón y se lo lanzó con una puntería excelente. A su madre se le bajó la tensión y Jiwoo se quedó en shock, pero no tardó ni un minuto en aplaudir orgullosa a su hermano pequeño, sin embargo, ese momento de tensión fue interrumpido por el sonido de su teléfono, y en vez de descolgar y colocárselo en la oreja, presionó el botón del altavoz por accidente y su excusa fue rápidamente rechazada al tiempo que su amigo Jungkook gritó un:

“¡Hoseoooookkkkk, ¿adivina con quién estoy en estos momentos? ¡Con la chica que estuviste la otra noche! ¡TU CHICA! ¿¡Has practicado las nuevas posturas que te dije!? ¿Para cuándo un tri..”

 

Y colgó sin dejar que terminara.

 

A partir de ahí todo fue un apocalipsis.

 

Sí, lo recordaba y dudaba de que esta vez le creyeran.

 

—Pero esta vez es en serio, Jiwoo.

Jajajaja, Hobi, puedes engañar a nuestros padres, amigos o a ti mismo, pero a mí no. ¡Quedas avisado! —terminó la llamada.

 

Bajó la cabeza, agobiado, cansado de las decisiones de su madre y por sus excusas tontas. ¿Por qué había sacado el tema de la homosexualidad otra vez? ¿Sentía que realmente tenía una buena justificación esta vez con una prueba esencial?

Recogió los trípodes y ventana del suelo, las llevó ligeramente junto al resto de materiales guardados, de repente, visualizó a Jimin hablando por teléfono a lo lejos. Se quedó petrificado en ese instante ya que pensó que los actores del día anterior, inclusive Yoongi, ya habrían vuelto a Seúl por no tener más trabajo en la isla, no obstante, Jimin se encontraba ahí, parecía que mantenía una conversación seria con una persona importante y, a continuación, se fue perdiéndole de vista.

Sintió la necesidad de seguirle por si encontraría a Yoongi a su lado, si Jimin no se había ido, el otro aún estaba en la isla, ¿no?

Desvió sus pasos de su objetivo principal, colocar algunos materiales más y guio sus piernas por donde había desaparecido el chico.

¿Qué estaba haciendo?

Movido por la esperanza de encontrarle siguió al castaño. Un punto bueno para Hoseok, que disimuladamente se mantenía cerca de él, era que el chico estaba más pendiente de lo que decía la persona del teléfono de lo que pasaba a su alrededor.

 

—Vale, él ya está en Seúl. Tenía mucho trabajo que hacer. Sí, seguro. Esta madrugada le acompañé al aeropuerto.

 

¿Exactamente de que estaban hablando? Se preguntó Hoseok, por lo que se acercó un poco más, disminuyendo la distancia básica de no ser escuchado y atentamente prestó atención a la conversación de Jimin intentando entender algo.

 

—Le dije al señor Lee que él le estaría esperando en el local. El de Violeta de Prada, sí. Yoongi no tar…

 

Inmediatamente, dejó de hablar al escuchar un ruido sospechoso procedente de Hoseok que no tardó en esconderse. Sin avisar, Jimin colgó y en silencio se marchó.

El moreno no se movió ni un centímetro, permaneció mirando el horizonte mientras pensaba en las palabras que había dicho Jimin. Este mencionó a Yoongi, un aeropuerto, el local, a un tal señor lee. ¿Eso quería decir que el moreno ya había vuelto a Seúl e iba a volver al local? Maldita sea.

¿Por qué tanto misterio en la vida de ese chico? ¿Jimin pertenecía a ese misterio que tanto le daba dolores de cabeza? ¿Sabía de la realidad que Yoongi trataba de ocultar? ¿De las fichas con los números?

Y a su mente vino el día que espió al novio de Samantha. Justo esa noche vio a alguien entrar por la puerta de atrás, por donde el mismo Woonyeok había desaparecido. Le confundió con Yoongi, pero después de andar perdido y acabar en el apartamento del dichoso, este mismo le confirmó que no había salido de casa.

 

Atando cabos…

 

¿Jimin era el chico de la capucha?

 

Intentó recordar cada detalle de esa noche que había pasado por alto. El chico que se encontró con Woonyeok tenía las mismas características que Yoongi, pero también de Jimin. Sus sospechas fueron inmediatamente confirmadas y se quedó realmente sorprendido por su descubrimiento.

 

 

 

 

 

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Una vez acabado todo el duro trabajo, como recompensa para todos los equipos se realizó una cena de despedida al pie de la playa. La luna llena, brillante y espléndida les acompañaba en la velada. Hoseok era bueno socializando por lo que no le supuso ningún problema compartir algunos gustos, experiencias o simples y amenas risas con sus compañeros. Se enteró que Yannick había faltado para recuperarse en el hotel y después dijeron que algunos modelos y actores viajaron esta madrugada de vuelta a Seúl confirmando lo que había escuchado por parte de Jimin. Tuvo cierta molestia sin explicación.

Algunos compañeros con los que se llevaba bien le sirvieron más soju a Hoseok, que este encantado aceptó, pero esta vez y con mucha fuerza de voluntad marcó su límite con la bebida. Cuando todos estuvieron bailando entre ellos, hablando a voces y tomando más botellas de alcohol junto a la ternera deliciosa sin dejar de reír y hablar, Hoseok decidió abandonar el restaurante para volver a su habitación. En el camino se encontró a Yannick que yacía sentado cerca del bulevar, siguió caminando incluso pasando cerca de él. La mente fría, la mirada hacia el frente sin prestarle atención. No iba a pedir perdón por sus actos, ni siquiera preguntar sobre su estado. Continuó su camino cuando había absorbido la atención de este.

Esa vez fue la última vez que lo vio. Nunca más supo de él. Ni le importaba.

 

 

 

 

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A la mañana siguiente, volvió a llamar a Yoongi, no obstante, obtuvo el mismo resultado. ¿Había perdido el móvil o simplemente no deseaba contestar? No tuvo más remedio que respetar ese silencio desgarrador de él.

Cogió su maleta pequeña, se colocó sus gafas de sol y con un barrido de su mano en su cabello, marchó a casa para prepararse e ir a la universidad.

Era lunes, una nueva semana comenzaba y recién llegaba a Seúl. Cogió un taxi que lo desplazó a la puerta de su edificio, agradeció mientras le daba unos cuantos billetes y cansado se dirigió a su portal. Debía prepararse para volver a clase, pero cuando subió a su piso, se encontró con una persona sentada en las escaleras, con los brazos apoyados en las rodillas y la cabeza siendo cubierta por su capucha. Le ignoró e introdujo la llave en la cerradura empujando la puerta posteriormente.

 

—Por fin llegas. —soltó una voz detrás de él.

 

Se dio la vuelta al escuchar esas palabras y al descubrir de quien se trataba recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó en el suelo e inmediatamente inconsciente.

 

 

 

 

 

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El sonido de la televisión le despertó lentamente. Abrió los ojos sintiéndolos pesados y reconoció su propio salón en una imagen borrosa. Su cabeza dolía, su cuerpo se encontraba dormido, sin fuerzas e intentó musitar una simple palabra, pero se dio cuenta que su boca permanecía sellada por una cinta adhesiva. Sus muñecas escocían del dolor que ejercía unas esposas atadas a estas.

 

—Lo siento, en un momento te desato.

 

 

Esa voz...

 

 

—He sacado algunas fotografías y grabado algunos vídeos.

 

 

Hoseok al reconocer esa voz, comenzó a buscarle desesperado, encontrándolo, finalmente, sentado en su sofá con una cámara en la mano. Conmovido y sorprendido balbuceó algo que no pudo ni escuchar él mismo pues su boca estaba cubierta.

 

—Ten cuidado con lo que haces, Hoseok. Esta vez he sido yo el encargado de darte una paliza, mañana puede ser otro.

 

No dejó de mirarle con el ceño fruncido mientras seguía moviéndose, confundido con sus palabras.

¿Cómo sabía que estuve esa noche ahí cuando él mismo le dijo que no había salido de casa?

Yoongi soltó la cámara y al instante la guardó en un bolsillo de su mochila negra. Se quitó el cubrebocas y la capucha revelando del todo su identidad. Hoseok notó rápidamente algunos hematomas que maquillaba el rostro de este. Aterrado por lo que le había pasado empezó a moverse con más fuerza.

 

—¿Pensabas que no sabía que le estabas siguiendo aquella noche? ¿Creías que no se había dado cuenta que tú estabas como un imbécil detrás de él? Quiere darte su merecido y por eso me contactó. ¿Por qué le seguiste, Hoseok? —seguidamente se acercó al aludido y con fuerza le quitó la cinta adhesiva de la boca. —¿¡Qué mierda sabes!?

 

Hoseok tomó aire mientras tosía sin pudor. Sin saber qué responder y qué hacer le lanzó una mirada asesina.

 

—¡Intentaba protegerte, pedazo de imbécil! Conozco a ese tipo y es muy peligroso. —bramó.

—¿Protegerme? ¿En eso gastas tu vida?  —Yoongi le cogió del cuello de la camiseta y lo levantó lentamente. —¡Por qué estabas ahí!

—¿Acaso importa? Quería protegerte.

—¡Importa! ¿Cómo sabias que me iba a encontrar con él?  —preguntó con el ceño fruncido.

—No lo hiciste, al fin y al cabo.

—¡Hoseok! —le zarandeó un par de veces. —Te dije que no te metieras en mi maldita vida.

—¿Acaso no piensas en el peligro que corres por estar ahí? ¿Que hay en ese condenado local, Yoongi? ¿Porque tu vida es un puto misterio? ¿Realmente qué pasó el día que apareciste con la cintura jodida? ¿O cuando te derrumbaste en tu propia casa que incluso el portero tenía la puta llave? ¿¡Por qué apareces y desapareces de la nada!? ¿POR QUÉ NO SALES DE MI MALDITA CABEZA, YOONGI? —le empujó tan fuerte con su propia cabeza que cayó de espaldas y Hoseok con él. —¡Encontré unas fichas en tu casa, había varios nombres y fotos en ella! Reconocí a Woonyeok porque una vez tuve una pelea con él. ¡Es peligroso!

 

Yoongi cubrió su rostro con el brazo mientras tragaba saliva.

 

—No puedo decirte nada. Es...

—¿Por mi bien? —cortó el menor.

—Fue un error haberte conocido ese día. Un error haber acabado aquí, en tu cama la primera noche —Desvió la mirada.

—¿Quieres que desaparezca de tu vida?

 

Ambos se quedaron en silencio cuando el moreno soltó esa pregunta en un desgarrador hilo de voz.

 

—Quiero que no te metas en donde no te llaman.

—¿Y qué hago aquí entonces? —se levantó quedando de rodillas y segundos después ladeó la cabeza. —¿Ese hijo de puta te ha contratado para matarme?  —dijo enfadado mientras miraba al contrario con el ceño fruncido. —¿Y por qué no lo haces Yoongi?

—No debo darte detalles.

—¿Y? ¿Tienes miedo a que vuelva a meter mi jeta en tus problemas?

 

Yoongi se levantó y le metió una patada al sofá de la rabia que contenía en su interior, provocando que el moreno pegara un brinco del susto.

 

—¿Puedes soltarme? —inquirió este refiriéndose a las esposas.

—No. Debes permanecer más tiempo aquí, te vigilan.

—¿¡Pero qué!?

—¡La próxima vez te quedas en tu puta casa lejos de ese maldito bar! —le gritó Yoongi nervioso.

 

Hoseok le pegó un cabezazo en la frente nuevamente.

 

—¿¡Qué mierdas haces!?

—¿Qué crees? Si no tienes alguna marca de defensa o golpe sospecharan. Has venido a darme una paliza, ¿no? Pues intento "defenderme". Ven.

—No, aléjate.

—¡Ven, Yoongi!

 

Yoongi retrocedió unos cuantos pasos mientras sentía como la sangre de su frente se escurría por su piel. Levantó un brazo hacia el chico que se acercaba decidido a propinarle otro cabezazo, al dar un paso atrás y bajar su cuerpo ante el golpe, terminó empujándole perdiendo el equilibrio y cayendo finalmente hacia delante con él.

 

 

 

 

—¡YA ESTOY AQUI, HOBIIIIII!

 

 

Y todo se detuvo.

 

 

 

La voz femenina que apareció interrumpiendo el momento, pertenecía a la hermana de Hoseok. Jung Jiwoo.

Esta se hallaba sujetando una maleta con una mano y con la otra, la puerta. No esperaba una bienvenida tan acalorada al ver la escena que tenía delante de sus ojos: un desconocido sobre el cuerpo de Hoseok. Su hermano pequeño yacía con los brazos sobre su cabeza, cuyas muñecas fueron unidas por unas ¿esposas? Tenía los ojos como platos y comenzó a tartamudear nervioso.

 

¿Había interrumpido un momento sexual?

 

Jiwoo se llevó la mano a la boca sorprendida del hallazgo.

 

¿Su hermano era gay? ¿Ese era su novio?

 

 

 

 

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            Continuará…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¡BUENAS! Vale, me vais a matar por haber tardado tanto pero cuando la imaginación se va de vacaciones y empiezas con los trabajos de la uni, puesss... ¡VALE LO SIENTO! -Se arrodilla-

Espero que me perdoneis por la tardanza, sé que jode mucho ;;;; Aun así, espero que os haya gustado el capítulo, de verdad que me costó mucho escribirlo. ;___;

¡Nos vemos en el siguiente! Intentaré no tardar mucho :(


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