Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nadie te encontrará por Tris

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lamento la demora, pero el capítulo no me terminaba de convencer, ya me dirán ustedes que piensan. 

 

Presente

Puedo hacerlo. Estoy seguro ahora, no hay ningún peligro. Todo estará bien. Puedes hacerlo, Kibum, necesitas detener esta batalla diaria con la puerta, es ridículo. Bien. Aquí vamos, sólo tienes que girar el pomo, salir y dejar de ser un marginado.

Uno. ..Dos... Tres… ¡Ahora!

 

—¡Kibum! ¡Qué alegría verte fuera! ¿Cómo va todo?

La señora Park, quien se ha autonombrado guardia de seguridad de los pasillos, me regala una sonrisa encantadora y curiosa que busca obtener más que un buenos días.

Intento sonreírle y responder de manera cortés, no es su culpa que yo sea un loco amargado.

—Bien, va todo bien, señora Park—le digo sin detener mi camino hacia el ascensor—.Debo irme ya, hasta luego.

—¡Hasta luego, Kibum, sal más seguido!

Y usted entre a su casa más seguido, abuela entrometida.

Taemin está esperando abajo en su coche, con el mismo entusiasmo envidiable de siempre. Esbozo mi mejor sonrisa al subir, porque realmente quiero que funcione, al menos por hoy quiero hacer las cosas bien, quiero hacer las cosas fáciles para los demás. Nuestra relación ha mejorado muchísimo, pero sigo teniendo días terribles en que temo estropearlo todo y tener que iniciar de cero. 

Hoy desperté con miles de pensamientos negativos encadenándome a la cama, convirtiendo mi cuerpo en un peso enorme imposible de levantarse. Tuve que respirar profundo durante diez minutos y recordar todas las cosas por las que la vida seguía valiendo la pena, tal y como lo recomendó la doctora.

Es como logré estar aquí con mi mejor amigo sin tener que cancelar planes de nuevo.

—Y bien, ¿a dónde quieres ir? —pregunta sonriendo.

—Había pensado que podríamos ir a tomar un café, hace tiempo que quiero comer un postre y sabes cómo me encantan esos lugares.

—Me parece genial, entonces ¿al mismo lugar de siempre?

—Sí, est- !No! —Taemin me mira confundido, pero se abstiene de hacer un comentario así que yo invento algo— Es que, creo que deberíamos ir a un lugar nuevo, no sé, para conocer un poco.

Asiente sonriendo, quizá para hacerme creer que se ha tragado mi escusa. Es por eso que es mi mejor amigo, porque sabe mantenerme bajo control. Sabe cuándo hablar, sabe cuándo debe bromear, sabe cuándo estoy lo suficientemente insoportable para dejarme solo, pero sobretodo, sabe cuándo necesito a alguien para que se siente a mi lado en silencio a compartir mi tristeza.

Pero aunque es mi mejor amigo, no puedo decirle que regresar a esa cafetería conllevaría recordar mis días en la cabaña. No puedo decirle que fue justo ahí donde un sádico animal decidió que arruinarme la vida era lo mejor.

Pero eso no estropeará mi día.

—Ya sé dónde podemos ir—comenta alegre—Hay una cafetería en la avenida Yongsan y  tienen el mejor pay de queso del mundo. Mmmm casi puedo saborearlo

—Creí que estabas a dieta—digo para molestarlo.

—Kibum, eso nunca se le dice a un amigo, está escrito en…en…Bueno, en algún lugar estará escrito, es una ley universal.

—Pero si tú me pediste ayuda para no romperla esta vez.

—¿Sabes qué? Esta conversación no me gusta nada, nada, nada. Además, hoy he decidido ser un nuevo Taemin, y como el nuevo yo no está a dieta, puedo comer ese delicioso pay.

—De acuerdo—río—, vamos por ese pay.

 

—De verdad, Kibum—Taemin hablaba con la boca repleta de pay— si tengo que darle clases una vez más a ese chico, sólo te pido que me visites de vez en cuando en la prisión porque voy a lanzarle mi grabadora en la cabeza y no pararé hasta matarlo.

Ambos reímos con fuerza, hasta que Taemin se atraganta con su comida y comienza a toser, llamando la atención de los clientes. Con los ojos llorosos y la cara roja bebe de su café para calmar su garganta, y reímos de nuevo por su bochornoso espectáculo.

—Incluso hablar de él me hace daño, ¿te das cuenta? —dice en modo dramático— Tengo que inventarme algo, necesito deshacerme de ese par de pies izquierdos. ¿Crees que fingir mi muerte sea demasiado?

—Taemin, sólo díselo.

—Ay, sí, claro: oye, Sung-Jong, quiero pedirte que te largues de mi clase porque eres un asco bailando. ¿Y hacer que se suicide? No, gracias.

—Entonces ten paciencia ¿Qué tan malo puede ser?

—Le rompió la nariz a una de mis alumnas.

—De acuerdo, eso es malo—reímos.

—Tendré que pensar en algo antes de- ¡Mira, allí está Jonghyun! —grita alzando su brazo para que el mayor se acerque como si no estuviéramos a cinco pasos de distancia—Hey, ¿Qué haces aquí?

Giro mi cabeza hacia la puerta y deseo no haberlo hecho dos segundos después. Ahí estaba Jonghyun, efectivamente, pero el problema era su acompañante, nada más y nada menos que Shin Se Kyung, su admiradora incansable.

La cara de Jonghyun pasó a incomodidad absoluta, y se acercaron a nuestra mesa sin más alternativa. No habíamos hablado en dos semanas,

—Hola, Taemin—saludó— Kibum, me alegro mucho de verte, ¿cómo has estado?

—Bien

Tomaron asiento a nuestro lado, Jonghyun a mi derecha, y Se kyung frente a él. Nos regaló una sonrisa a ambos y saludó con un incómodo “hola”.

Después de un rato de silencio, Taemin decidió romper la tensión del momento:

—Y, ¿qué hacen por acá?

—No había mucho que hacer en el trabajo hoy—contestó Jonghyun—, así que decidimos venir a comer algo después de salir, no siempre salimos temprano. ¿Y ustedes? Creí que eran fieles a esa otra cafetería, ¿cómo es que se llama, la que está cerca de la escuela?

—Sí, sí—dije rápido—, sabemos cuál. Pues hoy quisimos cambiar un poco, además Taemin adora el pay que venden aquí, ¿no es así, Tae?

—Sí, soy un gran fan.

—Creí que estabas a dieta—dijo Jonghyun burlesco.

—Pues ustedes dos tienen que dejar de creerlo—nos señaló fingiendo enojo.

Se kyung, quien estuvo callada después de saludar, parecía desear que se la tragase la tierra en ese instante, se mantenía mirándose las uñas y jugueteando con las servilletas del lugar. Como sabía que ninguno de nosotros estaba gozando del momento, creí que la mejor idea sería ser los primeros en irse.

Recogí mis cosas de la mesa, y antes de que alguno pudiera preguntar algo, me dirigí a nuestros acompañantes:

—Bueno, en realidad Taemin y yo ya nos íbamos, tenemos que pasar a hacer unas compras—mentí—, así que los dejaremos disfrutar su comida. Fue un gusto verlos, hasta luego.

Me encaminé a la puerta y esperé a que Taemin terminara de despedirse, se apresuró a salir y quitó los seguros del coche.

Me veía de reojo cada cierto tiempo, pero no parecía encontrar las palabras correctas para hablar.

—Taeminnie, no tienes que decir nada—lo tranquilicé.

—Fue mi idea ir a ese lugar, quería que hoy fuera perfecto y lo arruiné. Además hice que se sentaran en nuestra mesa. ¡Agh! soy un idiota.

—De qué hablas, no podías saberlo, y era imposible que no nos vieran. No ha sido tan malo, nosotros ya habíamos terminado de comer. Y tenías razón, ese pay estuvo delicioso.

—Lo sé, pero debí elegir un lugar más lejos de su trabajo, sé que no te agrada la chica, a mí tampoco, aunque he tenido que soportarla durante estos últimos meses.

—¿Qué? ¿Jonghyun y ella ahora son amigos, o es que son algo más? —El recuerdo de Minho mencionando que Jonghyun lucía feliz cenando con una chica me llena la mente de ira y toda la tranquilidad que hasta ahora reinaba desaparece. No quise creerle, me negué a creer que estuviera viendo a su patética asistente y ahora…

—Kibum, no es lo que estás pensando, Jonghyun no tuvo ojos para nadie más durante tu sec-

—Sí, claro—le interrumpí—, ¿crees que soy idiota? Qué hombre pasaría sus días solo cuando piensa que su novio está muerto. 

—Nosotros no-

—¿Ustedes no qué? ¿No creían que había muerto? Ay, por favor, estuve desaparecido un año y medio, Tae, es lógico. Tenían que seguir con su vida y esa mujer no perdió el tiempo…Minho me lo advirtió, Minho me dijo que-

—¿Minho? ¿El hombre que te secuestró? —me interrumpió enojado— ¿De verdad estás pensando en algo que te dijo ese…ese monstruo? ¡Dios, escúchate, Kibum! Estás hablando del animal que te mantuvo lejos por todo este tiempo.

—¡Pero al parecer tenía razón! ¡Ese estúpido animal tenía razón, porque todos estaban bien sin mí!

Escucho el rechinar de las llantas contra el asfalto, Taemin se ha detenido en la orilla de la carretera y ahora me mira como si estuviera conteniendo los gritos y poniendo a prueba toda su paciencia. Sé que me he pasado y me arrepiento al segundo que veo las lágrimas invadir sus ojos.

—Eso—dice reprimiendo su enojo—, eso es muy injusto. Tal vez nunca podamos entender lo que pasaste en ese lugar, ¡pero no vengas a decir que todo fue fácil para nosotros porque no lo fue! ¡Vi a mi primo destrozado, hundiéndose en tu departamento, mientras luchaba contra mi propia tristeza por haber perdido a mi mejor amigo! ¡Contraté a los mejores investigadores, llamé a diario a la policía para asegurarme de que siguieran con la búsqueda, hice lo mejor que pude! ¡Y no estaba bien sin ti!

Ahora me sentía peor de verlo llorar por mi culpa, había desquitado mi coraje con él, y no se lo merecía.

—¡No estaba bien sin ti, carajo! —volvió a sollozar

—Taeminnie, lo siento, no debí decir eso, no…no es cierto, es sólo que ver a Jonghyun con esa mujer me…—me acerqué a limpiar sus lágrimas con mis pulgares—, es duro verlo con ella. Sé que no fue fácil para nadie, siento haber dicho eso, últimamente el dolor y el coraje logran hablar mucho antes de que el sentido llegue a mi cabeza y, para entonces, ya he dicho cosas terribles. Odio hacerte sentir mal, ¿me perdonas?

—Sí—dijo sorbiéndose la nariz—, pero tendrás que comprarme un helado.

—De acuerdo

—Y una bolsa de chocolates.

—Bien.

—Y me dejarás usar tu almohada gigante de Stitch.

—¿Te quedarás a dormir? —pregunté sonriendo.

—Ah, sí, también eso.

Ambos nos echamos a reír y siguió conduciendo a casa, esta vez sin el incómodo silencio de hace un rato.

 

Jonghyun apareció a la mañana siguiente. Sus incesantes toques me obligaron a levantarme de la cama, donde Taemin seguía babeando mi almohada. Nos habíamos desvelado comiendo chucherías, jugando Jenga y caras y gestos, igual a como lo hacíamos antes. Había sido una noche genial; sin pesadillas, sin pensar en dormir en el armario, sin revisar las cerraduras por la madrugada o luchar contra el horrible insomnio que se roba mi sueño.

Hice un ademán para indicarle que entrara y se quedó de pie en la sala de estar, mirando hacia todas partes, exceptuándome.

—No esperaba tu visita, tienes semanas sin venir.

—Lo sé, yo…yo he tenido algunos problemas en el trabajo y eh…pues hoy tengo el día libre, así que pensé en venir a saludar.

—Pues hola—dije sarcástico, lo que tornó su rostro más nervioso.

—¿Estás molesto conmigo? —preguntó.

—No, ¿o es que acaso tengo razones para estarlo?

—Kibum, es obvio que estás molesto por algo, ayer te fuiste apenas llegamos Se Kyung y yo.

—No me recuerdes a esa…—estaba poniendo todo mi esfuerzo en controlarme—, esa mujer.

—¿Es eso? ¿Es Se Kyung lo que te molesta? —dijo confundido.

—¡Sí, Jonghyun, es Se Kyung lo que me molesta—adiós paciencia—¡Y me jode que seas tan ciego para no darte cuenta que babea por ti!

—Kibummie, no tienes que estar celoso de ella, tú sabes que-

—¡No estoy celoso!—dije irritándome más.

—De acuerdo—suspiró—, no estás celoso. Entonces dime qué es lo que te molesta.

Yo había cruzado los brazos y miraba hacia la pared mientras golpeaba el piso con un pie. Me enfurecía que pensara que estaba celoso de esa mujer, sobretodo porque tenía razón, pero él no tenía que saberlo. No sabía qué hacer para recuperar lo nuestro y, aunque no lo dijera, el miedo a perderlo estaba haciendo un agujero en mi pecho.

—Simplemente no me agrada, y creí que tampoco te agradaba—lo acusé—¿Ahora te gusta?

—¿Qué? Por supuesto que no, somos amigos, es todo.

—¿Desde cuándo son tan cercanos? Tú ni siquiera le hablabas, sabes muy bien que está detrás de ti y…y teníamos un trato, tú contratabas a esa chica despampanante siempre y cuando no dejaran de ser jefe y empleado.

—Ella fue un gran apoyo para mí todo el tiempo que estuviste lejos. Sí, tal vez ahora somos amigos, pero no hay más.

—¡Ah, claro, pero si resultó toda una magnánima! ¡Traigan el premio nobel de la paz! ¡Pues yo no tuve un jodido apoyo en esa cabaña además del animal que me secuestró! Me alegra saber que uno de nosotros sí tuvo diversión.

—¡No fue culpa mía! Y jamás tuve nada con Se Kyung ¿Por qué quieres ver a todos miserables? Dime, ¿eso te ayudará a mejorar? ¿Tengo que llorar para que seas feliz?

Ambos habíamos perdido el control de la situación, y nada bueno podía salir de esto.

—Yo no he dicho eso.

—Pero es lo que piensas. No quieres que estemos a tu lado porque no sufrimos lo mismo que tú. No nos dejas ayudarte y te enfurece si alguno de nosotros intenta seguir con su vida. Te amo, Kibum. Te lo he dicho un millón de veces pero tú ni siquiera quieres hablar conmigo, así que pensé que sería bueno para ti alejarme un poco. Estuve resistiendo estas dos semanas el impulso por venir a verte, porque creí que era lo que querías.

—¿Y tú qué sabes lo que quiero y no quiero?

—Porque te conozco… o al menos solía conocerte—dijo abatido—. Creo…creo que deberíamos hablar cuando estés más tranquilo, volveré otro día y así podemos-

—Ese es el problema, Jonghyun: ya estoy tranquilo, este es el nuevo yo, sólo que no quieres aceptarlo. Ahora soy así. Ahora soy un hijo de puta, así que será mejor que te rindas en tu búsqueda del Kibum encantador que te arrebataron aquel día. Murió en esa cabaña: No volverá.

—De acuerdo. Entonces dime… ¿qué siente el nuevo Kibum? ¿Quieres…o no quieres estar conmigo? Porque no te entiendo en lo absoluto. No quieres ser tratado como una víctima, pero si alguien minimiza tu desgracia o intenta hacerte sentir mejor lo atacas sin razón. Sé que sufriste en ese lugar. Sé que ese… ese animal te hizo cosas inimaginables e imposibles de borrar, pero ahora estás aquí, y yo sé que luchaste por volver así que por qué no darte una oportunidad de ser feliz.

—No puedo —sollocé. Después de un arrebato de ira, siempre terminaba en llanto—. Tú no lo entiendes, no merezco ser feliz…no si…si no pude salvar…no pude salvar a mi hijo, Jonghyun. Fui un maldito cobarde. Ni si quiera pude despedirme de él y nunca sabré donde está. Cada vez que algo va bien en mi vida hay una estúpida voz en mi cabeza diciendo que no merezco ser feliz.

—Claro que mereces ser feliz—dijo acariciando mi mejilla—.Kibummie, tú no tienes la culpa de lo que ese desgraciado te hizo. Lo único que hiciste fue luchar por tu vida, y lo conseguiste, ahora estás aquí, a salvo, conmigo. Y si tú me pides que te espere, ten por seguro que lo haré.

—No soy el mismo, Jjong, no sé si pueda hacerte feliz. Quiero estar contigo, pero lo único que hago es lastimarte, no es justo. No puedo ser como antes y tú…tú tienes que entender eso, hay partes de mí que no volverán

—Lo sé—susurró acercando sus labios a los míos—. Lo entiendo. Vas a superar esto. Juntos lo superaremos, bebé, te lo prometo.

—Siento haberme dejado llevar por los celos.

—No importa.

—Y lamento juzgar así a Se Kyung, no es su culpa ser tan sexy.

—Lo sé

—¡¿Qué?! —dije separándome un poco.

—Dije que ya sé que lo sientes—se burló.

—Eso creí.

—Te he extrañado, Kibummie—murmuró y dejó un pequeño beso en mi cuello.

—No me dejes—susurré.

—Nunca—dijo rodeándome con sus brazos. Cruzamos miradas por lo que pareció minutos enteros, entonces se acercó hasta rozar sus labios con los míos, aumentando el deseo que parecía palpable en el aire, delineó mi boca con su lengua  y mordisqueó mi labio inferior. Comenzamos un beso hambriento que se tornó delicado y cariñoso después de un rato, seguía sosteniendo mi cintura mientras depositaba pequeños besos en un recorrido desde mis hombros hasta mi mandíbula.  Estuvimos así unos minutos, hasta que una voz proveniente del pasillo nos sobresaltó a ambos y nos obligó a separarnos.

—Lamento interrumpirlos—Taemin nos observaba rascándose los ojos y bostezando—,    pero me muero de hambre y ese abrazo parecía que iba para largo. ¿Bummie, me preparas pancakes?

—Maldito mocoso consentido—escuché a Jonghyun refunfuñar.

—Claro, Taeminnie, ahora lo haré.

 

Mi rompecabezas parecía armarse de nuevo, quizá con unas cuentas piezas más podría llegar a estar completo. Quizá sólo hacía falta buscar. Quizá no todo estaba perdido.

Se puede llegar a vivir sin una pieza o dos.

Notas finales:

Y, ¿qué les pareció? 

Considero este capítulo un respiro para lo que viene. Falta una de las partes más tristes y ustedes saben de qué hablo. 

Dejenme un lindo comentario si les gustó.

Hasta luego...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).