“Continúa la búsqueda desesperada del profesor Kim Kibum, un joven de 23 años quien fue visto por última vez en su salón de clase en la escuela Seongji el pasado 30 de septiembre.
Kim Jonghyun, pareja del desaparecido, explicó que el último contacto que tuvieron con él fue en la mañana, antes de salir de su departamento.
Los testimonios de varios padres de familia ante la Policía Judicial de la Guardia Civil, quienes indican haber estado presentes en una reunión con el profesor Kim, son, por el momento, las únicas pistas que se conocen sobre su desaparición.
A pesar de que ya se cumplen dos meses sin Kibum, no se ha solicitado la colaboración del equipo de rastreo con perros experto en encontrar señales de violencia, ratros de sángre o cadáveres.
Si alguien tiene información, les pedimos que se comuniquen con nosotros al teléfono 021 3934397".
—¿Jonghyun?
Taemin se acercó hasta el sillón donde el castaño permanecía inmóvil, viendo la fotografía de un Kibum sonriente que pasaban por las noticias. Podía ver las lágrimas que se esforzaba por retener, y el movimiento irregular que los sollozos causaban en su pecho. La sala de estar se encontraba en penumbras, apenas iluminada por la luz del televisor.
Tomó asiento en el reposabrazos y observó el suéter que Jonghyun mantenía sobre su regazo. Era el favorito de Kibum.
No sabía qué decir, pues temía terminar llorando y empeorar la situación. Se dedicó a observar el departamento: estaba hecho un asco. Había envolturas de comida por todas partes, latas de cerveza y refresco y los platos sucios.
—Jjong, ¿qué te parece si vas a tu departamento y mientras yo arreglo aquí un poco? Creo…creo que te haría bien salir y…despejarte un rato.
No parecía dispuesto a quitar sus ojos de la televisión, a pesar de que habían comenzado a hablar de deportes y él los detestara.
Decidió dejarlo solo, entretanto el abría las ventanas. Cuando entró a la habitación de Kibum pudo notar que era el único sitio que permanecía intacto. La cama estaba hecha, sus zapatos en orden y el tocador con cada una de sus cremas en su lugar. Incluso percibía el aroma a manzana que Kibum siempre dejaba por su champú.
Entonces recordó algo y volvió a donde Jonghyun, quien continuaba en su estado de letargo.
—Jonghyun, ¿Dónde está Comme Des? –Su pregunta logró captar la atención del castaño. Se encontró con su mirada vacía y esperó unos segundos antes de contestar.
—Está durmiendo—su voz era apenas un susurro—.Está bien. Lo he cuidado bien, lo juro. No te lo lleves. Es… es todo lo que me queda.
Taemin desvió la mirada, luchando contra las lágrimas mientras Jonghyun seguía hablando.
—No creo que yo…No sé si…si pueda soportar esto—sollozó—. N-necesito saber d-donde está, Taeminnie. Dime donde está.
—No lo sé,Jjong—lo acercó a su pecho para hacerle sentir su apoyo, y para ocultar las lágrimas que habían vencido de nuevo.
La desaparición de su mejor amigo y ver a su primo derrumbarse estaba terminando con él. Se le agotaron las palabras de aliento, porque ya no podía convencerse que Kibum estaba a salvo. Intentó animar a todos, asegurando que pronto alguien llamaría y que después de recibir dinero su amigo estaría de vuelta y que con su apoyo le ayudarían a superar esa horrible experiencia; pero no pasó. Nadie llamó. Y con el transcurso de los días se hizo más difícil pensar que era un secuestro como cualquier otro. Podía notar como la resignación crecía en el rostro de todos, aunque no lo dijeran. Y poco a poco iba creciendo en él.
La policía no buscaba a su mejor amigo.
Buscaba un cadáver.