parte 1
—Hola, ¿qué tal te sientes?
Habían pasado unas semanas desde que todo sucedió y poco a poco iban reconstruyendo sus vidas.
—Bien, solamente me siento muy cansado Tsuna —dijo adormilado el Omega.
—No es para menos Naru —comentó la Alfa—, acabas de pasar por tu celo.
—¿Crees que Sasuke se haya enojado?
—No, no lo hizo. Él entiende —la Alfa acarició suavemente su mejilla.
Tsunade dejó los platos de comida que llevaba para que su rubio comiera un poco, no mentía, hace una semana Naruto había pasado por su periodo de celo y con ayuda de Dan pudieron controlarlo. Naruto no estaba emocionalmente preparado para compartir el celo con algún Alfa y él mismo había pedido espacio.
Si bien, al principio Sasuke no había estado de acuerdo, entendió, su Omega no estaba preparado, Dan había comentado que el estrés al cual Naruto había sido sometido había causado un celo repentino.
—Pero…
—Naruto —llamó—, come, después hablarás con Sasuke al respecto.
—Se lo debo… —murmuró bajito provocando que Tsunade se enojara.
—¿Se lo debes? ¿Por qué? —alzó los hombros a punto de rugir.
—Nuestras crías murieron y él… él…
—Sasuke no es así —bramó—, puede ser muy estúpido y todo eso, pero es mi compañero y lo conozco, él no te está exigiendo nada y tú, señorito —le levantó la barbilla para que la viera directo a los ojos—, no necesitas bajar la cabeza ante ningún Alfa y mucho menos se te ocurra pensar que solo existes para servirle a algún Alfa. No te rebajes a eso, ¿entendido?
Naruto quiso llorar, aun cuando Tsunade estaba siendo dura, podía sentir que las palabras iban cargadas de un poder protector, y el amor en sus ojos al verlo le dejó claro que la rubia solo quería lo mejor para él.
—Sí…
—Lo siento, pero eres mi cachorro mayor, es inevitable ponerme así.
Tsunade lo abrazó fuertemente y Naruto se restregó un poco contra ella.
Ella y Dan eran lo más cercano que había estado de tener a su familia real, si bien, no quiso acercarse a su “abuelo” creía que ya era tiempo de arreglar las cosas y conocer sus orígenes.
Se había querido negar a saber sobre su pasado y quienes habían sido sus padres, después de esa noche había soñado muchas veces con la muerte de Orochimaru, y ahora definitivamente tenía miedo de abrir una caja de pandora al escarbar en su pasado.
¿Y si no le gustaba?
Jiraiya lo había buscado muchos días atrás, pero Naruto se rehusó a verlo, no quería estar cerca de él, tampoco había aceptado ver a Gaara, se había ocultado en su habitación simulando haber regresado al zoológico, volviendo a esas cuatro paredes que le daban seguridad.
Sasuke había estado a su lado a cada momento que podía, su trabajo lo mantenía ocupado, pero cuando podía zafarse estaba con él y le ayudaba mucho a superar los malos tragos.
Hasta que de un día para otro su celo había llegado y el terror lo había invadido, no estaba preparado para eso y sin querer lastimó los sentimientos de Sasuke al haberle pedido irse de esa manera.
Ahora que por fin había salido de esa horrible bruma del celo, tenía que enfrentar muchas cosas.
En ese mismo instante sus necesidades básicas tenían diferente importancia, realmente no tenía mucha hambre, solo quería bañarse para quitar lo pegajoso del sudor y de los otros fluidos que no quería ni recordar…
Fue tan doloroso y horrible.
—Jiraiya volvió…
—¿En serio? —preguntó Naruto un poco asombrado.
—Sí, y esta vez nos dejó unos papeles…
—¿A qué te refieres?
—Quiere ponerte el apellido que te corresponde.
—¿Pasaré a estar bajo su tutela? —se alarmó Naruto—. ¡No puede!
—Es tu único familiar con vida.
—Ustedes son mi familia —hizo un puchero.
Tsunade sonrió, pero todo se quedó en silencio al escuchar un sollozo, ambos rubios voltearon a ver hacia la puerta, encontrándose a Dan intentando limpiar sus lágrimas.
—¿Qué? —se defendió—. Las hormonas me tienen así.
Tsunade sonrió más y se levantó yendo hacia su Omega para besarle suavemente. Naruto los veía fijamente, queriendo descubrir el secreto que esos dos guardaban.
—No nos mires así que nos harás un hoyo en la cabeza — se burló Tsunade.
—Es que ustedes están raros —dijo Naruto haciendo otro puchero y Dan sonrió, escondiendo la cara de su Alfa cuando esta tocó su vientre. Naruto pegó un chillido y salió de la cama rápidamente para saltar.
—¡¡¡Están esperando otro cachorro!!!
Tsunade asintió y Dan se sonrojó fuertemente, Naruto en cambio, se sintió muy feliz, Daichi tendría con quien jugar, a pesar de que no se llevarían tanto tiempo, Daichi no tenía ni un año, pero estaba feliz por ellos.
—Ahora ve a bañarte y come por favor —demandó Tsunade—. Estaremos abajo cuando estés listo.
Naruto asintió y como un buen Omega hizo lo que se le pidió.
¡Su familia se estaba creciendo! Estaba tan emocionado… cosas buenas vienen después de la tormenta.
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Acaba de terminar su último bocado cuando escuchó el sonido característico del carro de Sasuke y brincó en su asiento, casi se cae de la cama, sacudió su cabello lleno de agua y salió corriendo, bajó a tropezones las escaleras y se agarró del barandal para no caerse como la última vez, cuando por fin tocó el último escalón Sasuke entraba con unas hermosas rosas solo para él, Naruto se sonrojó y con el corazón a 100 corrió en su dirección.
Sasuke miró a Naruto venir hacia él y como pudo le entregó las rosas a Tsunade para rápidamente agarrar al rubio quien se había abalanzado contra él.
No pudo evitar sonreír, Naruto se veía hermoso y radiante, hace días que no lo veía así, y sus problemas se fueron con tan solo verlo. Naruto le plantó un fuerte beso provocando que Sasuke sonriera durante ese momento, sus manos que estaban en los muslos de Naruto pasaron a su trasero para poder levantarlo mejor y Naruto jadeó aún con sus labios unidos.
—Quita las manos de ahí, Uchiha.
Sasuke se carcajeó soltando lentamente el pequeño cuerpo de su rubio y levantando las manos al aire en son de paz.
—Eres un desvergonzado —dijo Tsunade mientras Dan atrás de ellos hacía café, dándole la razón a su Alfa.
—Paso mucho tiempo —se defendió.
—Sasuke —llamó Naruto, cuando Tsunade vio lo que el pequeño rubio quería hacer trato de detenerlo—, Tsuna y Dan tendrán otro cachorro.
Tsunade se golpeó la frente y la vio venir…
La sonrisa burlona de Sasuke no se hizo esperar y la miró con diversión.
—Así que… no pierdes el tiempo ¿eh? Daichi aún no cumple el año. Y luego dices que yo siempre estoy caliente.
—¡Diablos! —bramó la Alfa mientras Dan en la cocina estaba completamente rojo.
—¿Q-quieren c-café…?
—Está bien —comentó Sasuke con una sonrisa pícara y todos se movilizaron hacia la cocina.
Sasuke abrazó a Naruto y respiró su aroma, el aroma de su celo ahora era tenue, pero seguía presente, Sasuke besó su delicado cuello haciendo estremecer a Naruto.
—Hueles delicioso.
—G-gracias Alfa —tartamudeó—. Lo siento mucho…
—Shhh —calmó—, no tienes porqué disculparte, lo entiendo.
—Pero….
—Bebé —besó suavemente sus labios—, no te voy a presionar, no quiero que las cosas se vuelvan a descontrolar entre nosotros, quiero hacerlo bien. No hay problema de verdad.
—Gracias por ser tan bueno conmigo.
Sasuke volvió a abrazarlo y se sentaron bastante juntos con sus manos rozándose suavemente bajo la mesa. El rubio se recostó contra su hombro mientras Dan servía el café para luego sentarse. Tsunade entró segundos después con unos papeles.
—Bien, bien, aquí están los papeles de adopción.
—Espera que… —se crispó Sasuke.
—Jiraiya los trajo hace dos días, quiere tomar acciones legales con Naruto.
—No me quiero ir de aquí —dijo Naruto aferrado a lo que quería.
—Jiraiya quiere ponerle el apellido que le corresponde. Namikaze será tu apellido.
—Espera —detuvo Sasuke—, es el apellido del papá Omega, ¿verdad?
—Sí, lo es —dijo Tsunade—. ¿Por qué? No se conoce el nombre del padre Alfa…
Sasuke se tensó, con tantas cosas en la cabeza se había olvidado de un hecho tan simple como que debía hacerle las pruebas de ADN al rubio, Naruto merecía tener su nombre completo y ser parte de la sociedad.
Agarró la mano del Omega fuertemente y lo vio directo a los ojos.
—Tenemos que hacerte las pruebas de ADN para identificar a tu padre.
—Está bien —dijo Naruto—. Estoy listo.