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Un ángel de paso por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holis~

Disfruten XD

 

 

 

 

—Me iré con mi familia ahora — la mirada de Ely hacia Viktor era de leve agradecimiento — Esto es un adiós temporal, Viktor — se había separado de su papi para cruzar palabras con su otro progenitor, pues por alguna razón sentía la necesidad de hacerlo

—Al menos has venido a despedirte — el ruso miraba a su pequeña hija más resplandeciente de lo que imaginó — has logrado cumplir con todos tus planes… te pareces un poco a mí en ese aspecto

—Viktor, estás equivocado — lo miró con seriedad a la vez que se fijaba en que Irina se acercaba a ellos — yo sólo me esforcé en devolver la estabilidad a mi vida. Me esforcé por reparar el error que tú cometiste

—Yo sólo cometí un error en mi vida, Ely — sus ojos cristalinos retenían las lágrimas aperladas que reflejaban su tristeza — y ese fue el no haberte descubierto pronto. Si te hubiese tenido conmigo desde que eras una bebé, lo que ahora está sucediendo jamás se hubiese dado

—Suenas incoherente como siempre — sonrió con sutileza — pero no te culpo, por el contrario, te compadezco

—Mandaré por ti en las vacaciones de primavera — limpió aquella gotita que se le escapó y trató de mantener su voz serena — volverás conmigo a Rusia

—No confío en ti, Viktor — forzó una sonrisa ladeada al ver a Irina pararse junto a Viktor — mucho menos en tu madre, por eso… en estas vacaciones no iré a Rusia

—Las fechas de visitas están previstas, no puedes negarte

—Puedo… si la escuela y la adaptación en Japón es muy exigente — elevó una de sus manos para despedirse y retrocedió dos pasos — Nos veremos en alguna oportunidad Viktor… pero por ahora, recuperaré el tiempo que me quitaste con mi familia

 

 

Mari, Toshiya y Hiroko sonreían con amplitud porque estaban emocionados al saber que su pequeño tesoro les fue devuelto, nadie les quitaría la dicha, y en ese día todavía les quedaba triunfar una vez más. Tenían la seguridad de que al fin la vida de Yuuri sería tranquila, él se lo merecía. Y después de todos los abrazos, besos, sonrisas, terminaron cansados, tal vez la tensión que mantenían se les robó las energías con las que despertaron en esa mañana un poco fría y en donde vieron una leve caída de nieve que se detuvo después de unos minutos. De todos modos, se miraron entre sí en un aviso mudo para salir de aquellas instalaciones

Decidieron que se darían el lujo de comer algo por allí pues tenían suficiente tiempo hasta que la otra audiencia se diera, además necesitaban recuperar el vigor para que el segundo festejo se realizara con tanta intensidad como el primero. Reían, charlaban, no tenían miedo de nada porque todos allí sabían que Hiro pertenecía a los Katsuki. La única ausente en ese grupo era Naya quien había hablado de algo con rapidez –que en realidad fueron frases incompletas y amenazas que solamente ella entendía–, y salió corriendo a buscar una laptop. Yuuri entendió que la inspiración le llegó a la reportera y seguramente quería mandar la noticia a sus jefes actuales. No sólo ella quería redactar la primicia, dos periodistas más estaban ya preguntando por el resultado del juicio y fue un milagro que la familia entera pudiese escabullirse fuera de las instalaciones sin ser detectados.

 

 

—Al fin una comida familiar — comentaba Ely, feliz, casi saltando de la emoción mientras sostenía la mano de Hiro mientras tomaban asiento en el pequeño restaurante — no saben cuánto esperé por este momento

—Volverás a tener el apellido Katsuki — sonreía Mari mientras abrazaba a su sobrina antes de dirigirse a su asiento — es un sueño hecho realidad

—Creo que no por mucho… papi y daddy deberán casarse pronto — Elizabeth reía mientras los mencionados se sonrojaban levemente — ¿O no?

—¡Cierto! Ahora ya no hay motivo para que esperen — Yuko hablaba embelesada por la idea y Hiroko también parecía iluminarse al escucharla

—Ustedes dos han esperado hasta tener a Ely con nosotros, pero ahora ya está aquí… todo está solucionado. Se hizo justicia… — Toshiya miraba a su hijo con dulzura y orgullo — ahora sólo les queda casarse

—Lo haremos — era Yuuri quien hablaba, dando la afirmativa que todos estaban esperando. Su sonrisa sincera era acompañada por el leve rubor en sus mejillas y un movimiento ligero al acomodar sus lentes — ya es hora — él y Tadashi habían sido pareja desde hace años, por eso no dudaban y entrelazaban sus dedos debajo de la mesa

—Yo estaba pensando en que desearía usar su apellido — Tadashi mantenía una sonrisa sutil mientras miraba a Hiroko y Toshiya — me parece que sería lo correcto

—Pero hijo — Hiroko miró a Tadashi con asombro, no fue la única, todos parecían interesados en las palabras del castaño — eso no es necesario… — movía su mano de derecha a izquierda, negando ante esa posibilidad

—Así que quieres dejar el apellido de la familia — Ryu suspiraba con pesar, pero sin asombro. Su hermano era así generalmente — creo que las dos familias están en el mismo estatus y alegar el poderío de la una por sobre la otra no sería conveniente

—Yo abandoné mi familia hace años — sonrió Tadashi ignorando el incómodo momento que sufría Ryu — me despojaron de privilegios, incluso ahora estoy fuera de la herencia dejada por mamá y sinceramente no voy a regresar a casa por cosas como esa… —Tadashi elevó su mirada percibiendo la sorpresa incluso de Ely, tal vez no mencionó que tenía una herencia que recuperar cediendo al chantaje de su madre. Lo había olvidado, pero para él no era relevante — No estoy reclamando nada si eso es lo que piensas, Ryu — reía divertido — lo que digo es que no estoy al nivel de los Katsuki… además me gusta ese apellido y que me otorgaran el permiso de portarlo, sería un honor

—¿Estás cediéndonos el apellido dominante? ¿O algo así? — Ely miraba a los mayores mientras ladeaba la cabeza e intentaba entender las palabras de su daddy — no entiendo muy bien… pero bueno, entonces así yo sería una Katsuki a pesar de que ustedes dos se casaran

—Yo soy Katsuki — mencionaba Hiro con orgullo elevando su mano e interfiriendo en la plática de adultos — ¡Me gusta!

—Lo ves, ellos están de acuerdo — Tadashi jugaba con los cabellos de Hiro y sonreía en correspondencia a Ely — Ryu lleva el apellido de papá, pero yo no tengo por qué seguir la tradición

—Siempre yendo en contra de las reglas — suspiró Ryu, pero aceptó con un movimiento de su cabeza — haz lo que quieras

—Me asombra lo fácil que te despojas de tu identidad — Yuuri miraba a Tadashi con seriedad antes de que su dedo índice chocara con la frente del mencionado — ¿estás seguro?

—Lo estoy — se apartaba con rapidez y tomaba esa mano para besarle en el dorso y luego la mejilla — ¿me cederías tu apellido, Yuuri?

—Ugh… llegué en su momento cursi — un rubio hacía su acto de presencia junto con una muchachita castaña que tomaba fotografías a la familia — volveré luego para festejar su triunfo — pero fue detenido antes de que siquiera se diera la vuelta

—No te quejes, Yurio — Loop se reía mientras jalaba al rubio para sentarse cerca de su madre — sólo disfrútalo

—Iagh… no soporto su dulzura — su mueca de desagrado y asco era divertida para la mayoría, por eso se escuchaban risitas disimuladas

—¿Y si comemos? — Isamu reía divertido por lo que veía

—A eso sí me apunto — sin perder tiempo, Yurio llamó a la primera camarera que vio, sólo de esa forma detendría al par de novios melosos

 

 

Reírse de las expresiones que hacía el ruso era un placer un poco culposo, pero Yuuri disfrutaba de hacerlo porque de esa forma tenía la seguridad que el dolor del rechazo ya no formaba parte de los pesares de Yurio. Hace tiempo que dejó en claro que no iba a elegir a nadie más que a Tadashi, de todas formas, siempre se preocupó por el bienestar de Yurio quien supo ayudarlo cuando más lo necesitaba. Lo quería mucho, como a un pequeño hermano y le costó un poco el que Yurio viera su relación de la misma forma, pero valió la pena porque terminaron siendo amigos. Aunque, tampoco podía dejar de lado otro tipo de dolor que se estaba provocando a su alrededor.

Las miradas furtivas de Ely hacia Yurio se daban ocasionalmente, pero cuando fue descubierta por su papi, ella sonrió para transmitir un “No te preocupes, estoy bien”. A Yuuri le pesaba el creer en que le heredó su “mal del primer amor” a su hija, aunque eso sólo fuese una suposición suya. Debía sonar incoherente, después de todo, su mala suerte con sus primeros amores no podía ser heredada… ¿o sí? Quiso creer que no, de esa forma estaría más tranquilo, al menos un poquito. Quiso dejar de pensar en eso, obviamente no podía, pero se vio más aliviado cuando su querida hija participaba en los jueguitos de las trillizas para molestar al rubio del grupo. La convivencia de esos cinco no era extraña, por el contrario, era natural y eso a Yuuri le daba tranquilidad

 

 

—Yuuri, ¿me permites un momento? — Cuando la mayoría terminaba con lo que en sus platos había, Ryu se animó a apartarse de la familia en compañía de Yuuri

—Dígame, Ryu-san — dijo con una sutil sonrisa al llegar a una esquina del restaurante, un pasillo que los llevaría a los servicios — ha estado muy callado en este tiempo —Argumentó cuando lo escuchó suspirar

—¿Estás seguro de que no quieres saber el resultado de los exámenes? — Ryu señaló su maletín con su dedo índice, el mismo que reposaba en la silla que ocupó en la mesa — así no se sorprenderán después

—No es necesario — Yuuri sonrió mientras miraba a su familia todavía platicando y riendo en la mesa — confío en que usted usará esa información a nuestro favor

—Creo que la cabezonería de mi hermano se te contagió

—No es eso — rió divertido — es sólo que… respeto el hecho de que Tadashi no quiera saber el resultado de esos exámenes de paternidad y aunque suena raro… si él, quien es el más afectado con la respuesta, no quiere saberlo, yo tampoco me creo en derecho de abrir el sobre

—No logro entenderlos

—Usted ya los abrió, ¿verdad? — Ryu asintió y Yuuri suspiró — entonces dejo todo en sus manos a partir de ahora

 

 

Memorias…

 

 

Cuando se inició la pelea por la custodia de Hiro, algo ocurrió en Yuutopia. Algo de la que sólo tres personas sabían.

En una de las habitaciones de descanso se encontraban Ryu, Mari y Yuuri, quienes se miraban seriamente antes de empezar con la plática que necesitaba darse sin retrasos, sin embargo, ninguno decía la primera frase. Posicionados frente a frente, en un triángulo perfecto que les daba la oportunidad de captar el más mínimo movimiento de un ajeno. Se analizaban entre sí como si esperaran que alguno se armase de valor y así fue

 

 

—Tome — rompió el silencio y mordiéndose levemente el interior de su mejilla, Yuuri colocó un sobre amarillento justo en el medio de los tres

—¿Qué es? — Ryu miró el sobre con interés, levantó una ceja cuando posó su mirada en ambos Katsuki

—Algo que le ayudará con el caso — Mari respondió antes que Yuuri — pero también es el secreto que mi hermano y yo hemos estado guardando desde hace algunos años

—Debería ser más específica

—En ese sobre puede haber un arma definitiva para que los Nikiforov se vayan a la mierda o para que nosotros quedemos destrozados una vez más — Mari frunció el ceño y apretó los labios

—Supongo que debo verlo yo mismo — Ryu a veces se sentía incómodo al escuchar la rabia de los Katsuki dirigida a los Nikiforov, aunque entendía que ellos tenían los motivos suficientes para eso — más sobres — le pareció divertido pues apreciaba tres sobres dentro del sobre amarillo

—Son pruebas de paternidad — Yuuri miró con seriedad al hermano de su novio — tres para ser exactos, todas hechas en diferentes fechas

—No las han abierto — Ryu arqueó su ceja derecha y luego se relajó — ¿Podrían explicarme mejor esta situación?

—Tadashi jamás quiso saber si Hiro era o no su hijo, por eso yo decidí hacer estas pruebas a escondidas y obviamente mi hermana me ayudó en esto — Yuuri soltó un suspiro y cruzó sus brazos — pero siempre me arrepentía al final y jamás fui capaz de abrir los sobres con los resultados

—Tienes mucha fuerza de voluntad por lo que veo — Ryu inspeccionó todo con rapidez y los miró — tu curiosidad no te ha vencido

—Respeto la decisión de Tadashi — Yuuri miró a Ryu con leve duda — pero ahora me temo que no estamos en condiciones de ser leales o algo por el estilo, por eso se las estoy dando

—Así que no sabes qué dice aquí, pero me confías tu secreto y esperas que… ¿lo use? Eso es extraño — mas, sin esperar rasgó el papel

—Ey, no los abra aquí — Mari detuvo las manos de Ryu con una de las suyas — respete la decisión de mi hermano menor por no saber lo que dicen los papelitos

—Yo confío en que esas pruebas nos ayuden de alguna forma — Yuuri juntó sus manos y entrelazó los dedos — pero no quiero que me diga nada de eso — apuntó a los sobres — hasta el día del juicio o hasta que Tadashi quiera saber el resultado

—Sabes que necesariamente tendremos que hacer una prueba nueva, ordenada por el juez para el caso de Hiro — Ryu tomó todos los sobres y los guardó en su chaqueta — Tadashi terminará por enterarse de todas formas ya que es uno de los posibles padres

—Estoy seguro que Tadashi pedirá lo mismo que yo en este momento — sonrió — no saber nada hasta el día del juicio cuando sea netamente necesario

—Sinceramente no lo entiendo Katsuki-san, mucho menos a mi pequeño hermano, pero está bien

—Por esos simples detalles, yo concluyo que hacen buena pareja — Mari sonrió divertida matando la tensión — están igual de… románticos

 

 

Yuuri tuvo razón, pues, incluso en el mismísimo día del juicio, ni él ni Tadashi sabían los resultados de las pruebas.

 

 

Día actual…

 

 

Seguros de triunfar, calmados y felices, así se mostraron los Katsuki al momento de tomar sus lugares en la sala donde se llevaría a cabo el juicio. Mari, Yuko, Taro, Lutz y Hiro fueron los únicos que no ingresaron puesto que no querían que el pequeño azabache se estresara esperando, lo entretendrían hasta que las cosas terminaran. Ely ya estaba sentada junto a sus abuelos, ignorando las miradas de Viktor e Irina y levantando el pulgar en apoyo a sus únicos y verdaderos padres, quienes estaban preparados para la siguiente batalla.

Tenían las energías renovadas y una sonrisa mientras las cosas trascurrían con rara similitud a los otros juicios a los que se enfrentaron. Yuuri ignoró las miradas sobre sí y se concentraba solamente en el juez, uno diferente al que dirigió el caso de su amada hija, tal vez por seguridad, pero las sonrisas de Irina le daban mala espina. Tadashi también sentía algo raro en el ambiente, la despreocupación de los Nikiforov era la prueba irrefutable que de nuevo pasarían por un momento desagradable, pero estaba seguro en que su hermano mayor podría solucionar todo lo que se vendría encima

Las cosas se ponían tensas mientras los minutos pasaban, mucho más cuando las pruebas de ADN eran cedidas al juez quien procedía a leerlas con rapidez. Una sonrisa en Irina, una ligera curva en los labios de Viktor y una respuesta que golpeó a todos con tal fuerza que no sólo ocasionó un punzar en sus corazones, sino que las náuseas fueron síntoma de la mayoría

 

 

“POSITIVO”

 

 

La paternidad de Viktor se confirmó con una simple palabra que fue dicha después de que alguien leyera en voz alta el resultado descrito en el informe del laboratorio autorizado.

Pena, desolación, tristeza… ¡Furia!

¡Eso era imposible! Ryu se alteró al escuchar ese dictamen porque ese resultado era la evidencia absoluta de un mar tan negro como el petróleo extraído de suelos privilegiados. Corrupción, sobornos, favores, Ryu no podía comprobar aquello solamente con los hechos dados en ese juicio, pero algo más sí podía hacer

 

 

—El examen que el juez ha mandado hacer, que se hizo y del que se reveló los resultados… ¡está errado! — las miradas se posaron en el abogado que se había levantado y golpeado ligeramente la mesa — errado — repitió cuando se le iba a exigir silencio

—¿Está insinuando algo, Osuma-san?

—Estoy diciendo que esto puede ser un error — Ryu miró al juez con tanta convicción que el de mayor poder se sintió intimidado, pero no lo demostró — tenemos un solo examen con un noventa y nueve por ciento de acierto — Ryu abrió su maletín, tomó algo con mucha calma antes de mostrarlo… eran cuatro sobres blancos, abiertos con sumo cuidado y levemente arrugados debido a que pasaron por sus manos en varias ocasiones mientras meditaba su defensa — y pongo a consideración de todos, tres exámenes extra realizados en diferente laboratorios y diferentes fechas, los mismos que comprueban la paternidad de Tadashi Osuma sobre el pequeño Hiro Katsuki

—¡Cómo podemos verificar su veracidad! — exigió Irina, demostrando que podía explotar sin previo aviso  

—Añado esto — Ryu la ignoró y prosiguió — un examen más, realizado hace cuatro días. Todos proclaman positivos. El infante es hijo de esta pareja — el abogado hablaba con seguridad mientras seguía — Y pongo a consideración de cada uno de ustedes que: hace cuatro años, fecha del primer examen, ¿qué razón tendría mi cliente para falsificar una prueba de ADN? —silencio leve, porque Viktor detuvo la rabieta de su madre antes de que fuera sacada a la fuerza de la sala — Las pruebas son claras, podemos repetirlas, pero en esta ocasión exijo seguridad para evitar fraudes o equivocaciones

 

 

¿Cómo se puede demostrar felicidad? ¿Risas? ¿Gritos? ¿Lágrimas?

Yuuri se mantuvo callado durante todo el tiempo en que su abogado defendía su caso, apretando los labios porque aún no podía creer lo que Ryu había dicho. Giró levemente para observar a Tadashi quien sonreía mientras esperaba que las cosas continuaran con su curso. Yuuri quiso preguntar el porqué de tanta calma, pero recordó las veces en que Tadashi afirmó ser el padre de Hiro y de Ely sin duda alguna… sintió envidia de esa seguridad ciega, pero su voz pareció haber desaparecido y lo único que existió en ese momento fueron sus lágrimas. Dos brillosas esferas se deslizaron por sus mejillas dejando un sendero húmedo, no sabía qué hacer o sentir… lo único que tenía en claro era que: Tadashi era el padre de Hiro. La mayor duda en su vida, ya no existía.

Cuando Tadashi se dio cuenta del primer sollozo sonoro que Yuuri soltó, de inmediato lo abrazó con fuerza y besó los cabellos negros que se removían con sutileza debido a los hipidos imparables. Dejó que su hermano siguiese alegando cosas en su defensa y él se concentró en brindar seguridad al amor de su vida. Entendía que su querido Yuuri estaba en una especie de shock por la noticia dada, también sabía que él debería estar de igual forma, pero por alguna extraña razón… no era así

 

 

—Tranquilo, Yuuri — susurró en el oído ajeno — todo está bien

—Hiro es — susurró entrecortadamente mientras intentaba no ahogarse con sus propios sollozos — es…

—Es nuestro hijo — besó la mejilla sonrosada debido a que era limpiada con algo de fuerza para que las lágrimas no siguieran brotando — nuestro

—Yo dudé — se aferró al pecho del castaño y suplicó por un abrazo más fuerte, el mismo que no se tardó en darse — lo… siento

—No has hecho nada malo — susurró acunando a Yuuri entre sus brazos mientras escuchaba la voz de Viktor a lo lejos, pues seguramente estaba indignado y con el orgullo herido — así que no te disculpes

 

 

Las teorías para explicar el milagro ocurrido eran muchas, Ryu las había analizado todas en conjunto con un amigo médico y su propia esposa desde el mismo momento en que abrió todos los sobres y los leyó. En ese momento las estaba dando a conocer a toda persona presente en esa sala, puesto que, en un ataque de rabia, Viktor argumentó que un alfa tenía un cien por ciento de posibilidad de embarazar a un omega y que un beta era despreciable en ese aspecto. Ryu tomó eso como una afrenta, un insulto a su capacidad como abogado y decidió demostrarles a todos que su preparación previa para el día del juicio fue exhaustiva. Iba a dejar a los Nikiforov sin argumentos 

Ryu tenía sólo dos opciones que tomó como las más acertadas y las expresó. La primera explicación fue que tal vez la fecundación alfa-omega fue dada, pero el cuerpo de Yuuri rechazó al embrión debido al repudio al alfa y dejó vía libre para que una nueva vida se diera. La segunda fue la posibilidad de un aborto ocasionado por el “accidente” que Yuuri sufrió en las fechas previas a los primeros juicios en donde se enfrentó a los Nikiforov y que conllevó también a un vientre libre. Ryu recalcó siempre en que Viktor Nikiforov fue el causante de todos los males de su cliente, se dio el lujo de acusarlo por violación e intento de asesinato y al final también ofreció un análisis de fechas alegando que, según los informes médicos dados en el nacimiento de Hiro, se presumía un nacimiento prematuro y con eso se certificaba una fecundación posterior al “incidente” entre Yuuri Katsuki y Viktor Nikiforov en el celo del primero. Nada quedó suelto. Se recalcó que en esa ocasión un beta pudo vencer a un alfa, aunque esa frase sonara grosera y repudiable, pero entre el calor de las discusiones esa fue la conclusión del propio juez para acallar a todos en la sala. Ryu sonrió satisfecho porque ni el propio juez corrupto, comprado, vendido, era capaz de negarle la realidad mostrada

 

 

—Se requiere de una nueva prueba de ADN para seguir con este caso

 

 

La mayor desgracia en la vida de Yuuri Katsuki no dejó secuelas. La bendición en su vida era el fruto de un amor inquebrantable. Todo estaba bien desde ese punto y lo estaría por siempre.

Problemas, pruebas, todo un caos desde que la nueva evidencia estuvo en manos de las autoridades. Se diferenciaba a un Viktor indignado que intentaba por todos los medios desacreditar al abogado en contra, pero la desesperación le ganaba y terminó por enredarse con sus propias palabras. Bastó una frase para que la duda se sembrara en los presentes y que el acto de corrupción en las sombras fuera una posibilidad altamente fiable. Las miradas acusadoras posadas en los Nikiforov fue el premio del día, y finalmente las cosas estaban dichas

Naya estuvo presente en el lugar, fue la primera en imponer su acusación sobre el soborno dado al juez correspondiente y nadie podría detenerla porque la evidencia era palpable. Los líos legales empezaron ese día y la precursora fue la persona que salió del juzgado con prisa para ir directamente a redactar un reportaje, escribir un libro, hacer llamadas y mandar la mierda la imagen del exrepresentante de Rusia en el patinaje artístico sobre hielo. Y aun así comenzaría de a poco, porque quería disfrutarlo con paciencia

Pruebas de ADN se dieron en los siguientes días, bajo una severa protección para que no se volviera a repetir un error, después de todo, el poder judicial no quería tener un escándalo de proporciones monumentales y trataba de que todo quedara en las sombras de sus influencias. El juez a cargo del nuevo juicio parecía decente y la ansiedad de Irina demostraba que no pudo comprar más justicia. Se comprobó que Hiro era hijo de Tadashi Osuma y Yuuri Katsuki. Se denotó que Viktor no tenía nada que ver la vida de los Katsuki desde su última visita a Japón y que sólo su orgullo como alfa lo empujaba a hacer todo eso. Al final sólo se evidenciaba la derrota total de parte de los Nikiforov y con ello su humillación pública en el país del sol naciente.

Alivio.

Yuuri estaba satisfecho con eso, no quería más, porque ya tenía a sus dos hijos consigo y era feliz. Se alejó del caos que se iba a formar después. Ya no tenía nada que ver con eso. Lo que significaba que dio paso libre a que los que deseasen venganza, la tomaran

 

 

—Vine a visitar a los Katsuki — sonreía la muchacha de cabellos rizados quien traía dos bolsas tachadas como regalos

—Bienvenida, Naya — era el saludo cordial de Yuuri mientras la dejaba pasar para que buscara a Ely y Hiro — te veo más radiante de lo normal

—Es porque ahora empieza mi apogeo

—No deberías sentirte tan feliz por ocasionar la futura desgracia ajena

—No me quites esta dicha, Yuuri… Yo no soy tan pacífica como tú… Yo los pisotearé como cucarachas

—¿Es normal que me dé escalofríos con eso?

—Sí — reía divertida — así que mejor no preguntes

 

 

Naya sacó sus garras como si se tratara de una hiena que caza su presa después de una larga y extensa sequía. Su primera presa fue Irina, la serpiente venenosa que causó su caída en el mundo periodista. La odiaba, nunca lo ocultó. Los días siguientes fueron la primera luz de las investigaciones que Naya hizo por cuenta propia, a ella se unieron dos colegas que también habían estado indagando alguna cosa, empujados por los artículos de la propia Naya. Se mostraron decenas de evidencias a la prensa, a los jueces, a medio mundo. Las pruebas de que Irina había sobornado a los empleados de cierto laboratorio salieron solas y con prisa. Se mostró la corrupción del juez y allegados, todo originado simplemente por un pedido de comprobación de una prueba de paternidad.

La primera arpía había caído y con ello el pichón también lo hizo poco a poco.

La reputación de Viktor Nikiforov descendió en picada a partir de ese punto, las miradas se posaron en él y a pesar de que luchó para desmentir toda la mancha de la que se le acusaba, no pudo, porque simplemente la suciedad estaba ahí, formaba parte de él. Previendo que esos rusos iban a tratar de vengarse por lo que les estaba ocurriendo, las órdenes de restricción en contra de Viktor e Irina fueron solicitadas por Tadashi, basado en la recomendación de Ryu y Naya. Eso fue la noticia del día por semanas enteras, acrecentadas por estúpidas excusas que Irina trataba de dar… y otras cosas que no valía la pena recalcar.

Yuuri quiso pactar un acuerdo de paz, pero el orgullo les ganó a los Nikiforov.

El karma actuaba. Viktor e Irina cavaron su propia tumba con las acciones que llevaron a cabo y las cosas se les salieron de las manos hasta el punto en que abandonaron de Japón para refugiarse en el país natal de ambos. Muchos lo consideraron como una huida y era cierto, porque en Rusia esos dos tenían una fuente de apoyo ilimitada para enfrentar las acusaciones desde Japón. Sin embargo, Naya no se iba a detener con eso porque ella sufrió la censura de Irina y eso no se lo iba a perdonar jamás. El odio a veces era el empuje perfecto para luchar, la periodista lo demostró al sacar a flote todas sus demandas anteriores debido a los daños hacia su persona que en esa época fueron dejadas de lado. Tuvo apoyo, se volvió famosa y con ella los Katsuki fueron mencionados también.

Lucha, poder, verdades, triunfo, ¡FUERZA! … fue perfecto

Y al final de todo… ese proceso… quedó… en… nada.

Frustración, desdicha, ira… injusticia.

La fama de los Nikiforov se derrumbó, era verdad, pero la corrupción que fue usada por los mismos no tuvo castigo.

No cabía duda de que, de alguna forma, el prestigio anterior de esas dos personas los ayudó a quedar impunes. El dinero seguramente también les sirvió para liberarse de algunas acusaciones. No tenían límites y nadie pudo colocarlos obligatoriamente. Los juicios que se dieron después del problema con los Katsuki quedaron sin sentencia ni pruebas, pero la mancha en el expediente de los rusos ya estaba hecha y para los japoneses era suficiente.

Ellos no querían nada más que estar en paz… ellos no querían venganza… ellos no tenían su alma manchada.

 

 

Pero…

 

 

Los colores y las luces lograban que la nieve se volviese “cálida”. Las risas dentro de casa eran reconfortantes. La fiesta navideña era motivo de reunión familiar. Sin embargo, ajena a eso se encontraba una jovencita que miraba la pantalla de su computador recién llegado desde Rusia junto a sus otras pertenencias. Tenía colocado los audífonos, estaba sentada en su cama con cobertor adornado por flores y el seguro estaba puesto para que la privacidad de su habitación se mantuviera intacta hasta que terminase su conversación

 

 

—No lo entiendes, Viktor — Ely suspiraba por quinta vez mientras sobaba su sien — no iré a Rusia este año, no quiero

—Hoy es navidad y ni siquiera así te compadeces de tu padre — el rostro que mostraba la pantalla era penoso. Viktor parecía haber envejecido más, ese cabello platinado había perdido brillo, la tristeza resaltaba en esa mirada, y el rojizo tono de mejillas y nariz daba muestras de que ese hombre había llorado hace poco

—Hoy es navidad y ni así te disculpas con mi papi — refutó enseguida, con el rostro serio. Conocía a Viktor y sabía que la estaba manipulando — ¿algo que decir?

—No me disculparé

—Y yo no iré a Rusia hasta estar segura de que tú no me raptarás

—Soy tu padre, Elizabeth, y tengo derecho a verte

—Eres mi progenitor y por haber sobornado a algunas personas en este país para lograr huir de la justicia — suspiró, Naya le dio toda esa información en secreto — tu situación es mala y por eso te verás en la necesidad de seguir sobornando a personas en tu país y sinceramente con gente de TU calaña, no me juntaré — Ely no sonrió, porque la situación no le daba gracia — Tengo una imagen que cuidar — usó las palabras que Irina decía continuamente y al fin sentía tanta satisfacción como para mostrar una sonrisa sutil

—Estás hiriéndome cada vez más, hija mía

—Déjame recordarte que por tu maldito orgullo y caprichos estúpidos — se mordió el labio levemente antes de mirar al hombre de su pantalla — yo me separé de mi papi por años y tú te atreviste a falsificar tu paternidad sobre Hiro… eres una basura, Viktor

—No tienes idea de cuánto me duelen tus palabras — lloró, aquella persona derramó sus más amargas lágrimas, pero no recibió algún tipo de compasión

—Yo te diré la verdad a la cara cuantas veces sean necesarias para que provoquen tu arrepentimiento, y no me detendré hasta verte de rodillas frente a papi, daddy y toda mi familia

—Eso jamás pasará — Viktor pareció arrojar algo porque un ruido raro se escuchó por los audífonos

—Entonces nunca pretendas que yo me compadezca de ti

—Volverás a mi lado, aunque sea de visita — Viktor se mordía en labio cuando sollozaba, para no verse más patético de lo que era — Ely… por favor

—Yo sé que pronto terminarás con tu supuesta fortuna, pues ya no tienes los ingresos que ganabas a mis costillas… pronto no tendrás las condiciones para siquiera pagarme un pasaje de avión y créeme Viktor que no me dolerá presenciar eso — apretaba los cobertores de su cama para soportar esa plática

—Basta, Ely… por dios no hagas de mi vida un martirio constante. Yo te amo, realmente lo hago, tanto como para estar rogándote… sólo a ti, mi pequeña

—Caíste en tu propia desgracia… pero tranquilo… heredé el corazón bondadoso de mi papi

—Y sus bonitos ojos… los mismos de los que me enamoré — contestó secándose las lágrimas — tan bonitos y brillantes… los que desearía volver a ver mientras muestran un amor infinito por mí

—Patético — Ely enfureció porque Viktor era la personificación del egoísmo — pero… seguiré en contacto contigo en alguna otra oportunidad… agradece ese gesto

—Elizabeth…

—Es navidad… felicidades por tu cumpleaños, pero debo irme a festejar con mi familia

—No te vayas aún — Elizabeth lo vio casi caer de su asiento para agarrar la portátil — por favor

—Húndete en tu miseria, porque has cavado tu propia tumba — acusó con lágrimas derramándose de sus ojos. Le dolió el odio en su corazón, pero no podía evitar sentir esa cosa fea en su pecho — yo quise darte una oportunidad, pero tú la desperdiciaste… ahora déjame en paz y no me busques… cuando yo haya por lo menos tragado un poco del resentimiento que te tengo, te hablaré

—Elizabeth, por dios, no cortes. Quiero verte un poco más… quiero… quiero pedirte al menos una cosa

—¿Qué? — hipó y dio un largo suspiro para calmarse

—Una sonrisa

—Tú no te la mereces… adiós, Viktor

—No me dejes solo — parecía un niño asustado

—Ese es tu mayor miedo, ¿no? Y por eso fuiste capaz de hacer tantas cosas estúpidas — ahogó un hipido y limpió sus lágrimas — pues estás condenado a morir solo… ahora solamente tienes a tu madre a tu lado… disfrútala mientras viva

—Por favor

—Adiós, Viktor

 

 

Elizabeth cerró su laptop con prisa. Se quedó mirando el aparato durante un rato y sintió sus lágrimas descender sin control. Se quitó los audífonos con lentitud y tembló debido a la rabia que sentía. Esa charla no le trajo nada bueno a su alma lastimada, pero de todas formas quiso hacerla porque se sentía responsable de, al menos, felicitar a esa persona que le dio todo lo que necesitó en Rusia, en cuanto a bienes materiales se refería. Estaba consciente de que su papi también envió un mail para Viktor en ese cumpleaños, tal vez por obligación… tal vez porque su corazón era de oro… y ella se sentía dichosa de haber heredado aquello, pero no significaba que el dolor menguase, aunque sea un poco. Era horrible sentir punzadas en el pecho y hasta tuvo que apretarse esa zona para soportarlo

El mayor miedo de Viktor era quedarse solo, por eso intentó atarla a su lado, por eso buscó miles de relaciones que no funcionaban por muchos motivos. Pero eso fue absurdo también. Viktor lastimó a su destinado simplemente por no considerarlo digno, aunque la manipulación de su madre también cumplió papel fundamental en ese lío, hirió a mucha gente y al final no ganó nada. La ambición, el egoísmo, el orgullo, Ely no sabía qué cosa tenía Viktor en la cabeza, tal vez el ruso simplemente pensó que sus planes siempre saldrían como él quería y por eso el miedo de estar solo nunca le molestó demasiado… sin embargo en ese momento Viktor estaba desesperado, llegando al borde de la ansiedad debido a que se vio recluido en un pueblito desconocido de Rusia, con una madre anciana y líos legales… y sólo ahí se vio arrinconado e infeliz. Todo eso debió haber abierto los ojos de Viktor, pero no pasó... y a Ely le dolía saber que, a quien quiso, aunque sea un poquito, no le quedaba más que la desgracia en su vida

Dolía demasiado, pero no podía salvarlo, porque él no quería ser ayudado

Dolía mucho porque en su corazón había odio hacia aquel hombre, pero también había compasión y no sabía a qué darle prioridad, por eso pedía tiempo… un tiempo largo de sanación espiritual.

Alguien tocó a la puerta de su habitación y Ely intentó recomponerse tan rápido como le fuese posible antes de abrir, pero obviamente fue en vano. Quien estaba en la puerta era Tadashi, Ely lo miró un momento antes de sentir un abrazo tan cálido que destruyó toda su forzada muralla y se dejó llevar. Lloró en brazos de su daddy hasta que logró al menos liberar esa frustración que su corazón albergaba, se desahogó con la persona indicada y sintió besos llenos de ternura en su frente. Escuchó el latir calmado que parecía un arrullo y se dio cuenta que estar con su familia era lo mejor del mundo

 

 

—Mi pequeña Ely ha sido forzada a crecer demasiado pronto — susurró Tadashi mientras seguía acariciando la espalda de su niña eterna — ahora puede volver a sentirse una niña, puede dejar de preocuparse por los problemas y debe volver a refugiarse en la protección de su papi

—No quiero que vean mis lágrimas — susurró escondiéndose en el pecho de su papá — ¿nos podemos quedar así un ratito más?

—El tiempo que creas necesario — sonrió mientras le peinaba el cabello con sus dedos — aquí me tienes para reconfortarte

—Te amo, papá — sonrió mientras se aferraba al castaño con fuerza

—Y yo te amo a ti también, hija mía

 

 

 

Continuará…

 

 

 

 

Notas finales:

 

Holis~

Primero y, antes que nada. Dice “continuará” porque el final me salió demasiado extenso y bueno, lo dividí en dos

¿Cómo va hasta ahora?

Yo lo veo bien, decente y bastante XD

Las cursilerías para el siguiente capi, el mismo que ya está corregido, así que si me animo lo subiré en un par de días a lo mucho.

Sean felices~

Besos y abrazos~

Las ama: Krat~

 

PD: ¿Me falta aclarar algo?


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