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Locked away por Yeta

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—Janet...— suspiro resignado, no me hará caso. Ayer logré librarme de ella al contarle los detalles de lo que pasó cuando las chicas iban a tomarme las medidas.

Pero hoy al parecer no tengo suerte. Me convenció de volver al taller de costura a pesar de que la última vez las chicas escondieron mi ropa cuando estaba probando mi nuevo uniforme. Hasta sacaron fotos cuando abrieron las cortinas, no divisaba mi ropa y ellas solo reían. No eran mal intencionadas, pero fue realmente un mal momento el que pasé buscando mi ropa mientras ellas seguían divirtiéndose.

Hill las reprendió por lo sucedido y Janet me juró que borró cualquier foto, además de prometer que no volvería a pasar.

Y ahora estoy frente a las puertas del taller de costura arrepentido de regresar. Fue cierto que los estudiantes dejaron de mirarme como si fuera el director y podía acercarme a ellos para hablar un poco desde que estoy con ellas. Pero las chicas del taller fueron demasiado efusivas conmigo o más bien con lograr sacar fotos mías y tocarme. Era incómodo.

—Stevie, créeme, hablé con todas y se comportarán desde ahora. Debiste decirme que te manoseaban, eso está mal. Nos quejamos antes de los chicos que hacen eso con nosotras y ahora van y hacen exactamente lo mismo con un chico porque les pareció divertido. Fue tonto, debí darme cuenta. Lo siento.

La miré y me sentí mal por ella, siempre estaba alegre y ahora estaba preocupada por algo tan simple.

—No, Jan, no te disculpes. No fue nada y no tendrías que haberle dicho a María. Todo está bien. Yo lo lamento, no debí exagerar.

Ella me miró como si hubiera dicho alguna locura. Por un momento me preocupe cuando cerró los ojos e infló los cachetes mientras apretaba los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos. Estaba por preguntar si estaba bien pero ella... Desinfló los cachetes y se relajó antes de sonreir.

—Piénsalo de este modo: si en vez de ti hubiera sido yo a quien acorralaron para sacarle fotos en ropa interior y pellizcaron el cu...

—¡Jan!

—¿No fue así?— ella sonreía pero había molestia en su mirada. Como si quisiera golpear algo o a alguien, espero no ser ese alguien porque le dolería más a ella que a mi. —Esa bien, olvidaremos esto y empezaremos desde cero. Igual ya les advertí que pasaría si se meten contigo de nuevo.

—¿Qué? ¿De qué hablas?— frunci el ceño pero ella solo se rió haciendo un gesto con su mano quitando importancia a lo que dijo. —Janet.

Ella rodó los ojos ante mi tono.

—Soy tu guardián, tu protectora... Tu matona personal.

Abrí la boca para preguntar si hablaba en serio. Ésto es vergonzoso, no necesito que otros pelen por mi y me defiendan. ¡Por Dios, estuve en la guerra!

>—Tu y Tony son mis protegidos, Stevie. No te preocupes, nadie se meterá contigo de nuevo si sabe lo que le conviene.

Jan me guiñó el ojo antes de abrir las puertas de par en par e ingresar al taller. Suspiré perdiendo la cuenta de cuántas veces lo hice hoy antes de seguirla dentro.

—Buen día— saludé a las chicas y todas contestaron a coro con sonrisas nerviosas. Jan asintió satisfecha y me arrastró hacia su mesa de trabajo.

Aunque la situación y el que ella seguramente amenazó de alguna forma a sus compañeras... No puedo evitar sonreír un poco. Se siente bien tener a alguien cuidado tu espalda.

—Mira estos diseños y dime cuál crees que le quedará mejor a Natasha. Elige con cuidado— miré los diseños recordando a la única chica que me presentaron llamada Natasha. Según Jan ella es rusa y tiene entrenamiento militar y de espionaje. Almorzamos juntos una sola vez y fue una presencia imponente, peligrosa de alguna manera —Y luego ayúdame con algunos bocetos, hay algo que les falta y no qué es... Tal vez cambiar el color y hay que ir por un nuevo lote de tela. El proveedor ya tiene el estampado que diseñe, ¡te van a encantar! Planeo hacer unos vestidos preciosos pero casuales... Chaquetas...

Asentí volviendo la vista a los dibujos. En las hojas habían retazos de la tela que se utilizaría para cada prenda. Todos eran vestidos de gala.

—Romanoff tiene una fiesta.

Eran vestidos indudablemente para una fiesta de gala.

—Sí, algo así— ella se rió —. Si no puedes elegir uno aparta los tres que te parezcan más impactantes. Sexi.

Suspiré por el tono de la última palabra, Janet sabe que es todavía me incomoda toda esta forma de hablar tan abiertamente sobre sexo, relaciones... Y ni hablar de las muestras físicas de afecto, todavía me siento un idiota por como me congelé el otro día cuando me encontré con dos chicos besándose detrás de las gradas y salí corriendo con la cara en llamas cuando ellos se dieron cuenta que me había quedado mirando. Quería preguntar a Janet o Bruce sobre el tema de la homosexualidad en la actualidad pero no sabía cuál sería la reacción de ellos ante mi pregunta. Y buscar en Internet era un no rotundo, vi como Stark pirateaba la seguridad y cámaras de la academia cuando se lo dije a Janet ella se rió diciendo que era algo normal y que Tony no era el único que lo hacía, así que tampoco debía sorprenderme por si revisaban mi historia de navegación.

Adiós privacidad.

No es que haya intentado buscar más información de la que recibí en Internet, pero aún así...

—No puede ser...— levanté la vista para encontrar la cara desanimada de Jan —¡No te gusta ninguno!

Antes de poder negarlo ella arrebato las hojas de mis manos frunciendo el ceño.

—No, Jan, disculpa. No estaba mirándolos...— sonreí apenado y ella me miró exagerado una expresión ofendida llevando una mano a su pecho. Después de entrecerrar los ojos me entrego los dibujos de nuevo, está vez si voy a mirarlos.

—¿Es por Tony?— la miré pero ella miraba unas carpetas intentado parecer casual.

—No, no lo vi después de que lo dejé durmiendo para ir a clases.

Era verdad. Esta mañana desperté y él seguía durmiendo en mi cama. Acomodé las mantas y me vestí para salir a correr como todas las mañanas, al volver él seguía durmiendo. Fui a desayunar, le conté a Janet y a Bruce lo que pasó y luego volví con un par de tostadas, jugo de naranja y un pequeño pote de membrillo. Tony siguió durmiendo cuando me fui a clases y todavía no volví porque Jan me arrastró hasta el taller.

—No te enojes con él, Stevie. Es agradable una vez que lo conoces bien.

Lo dudo.

No estoy enojado y de todos modos no es necesario que nos llevemos bien— me encogí de hombros apartando unos dibujos —¿Qué tipo de fiesta es?

Eso ayudaría a elegir un vestido. Es increíble cómo puede uno aprender de moda y confección con Janet Van Dyne como instructora.

—Si es necesario. Bruce, Nat y yo somos sus amigos así que inevitablemente vas a tener que tratar con Tony— ella tomó los dibujos que aparté con el ceño fruncido —Es una fiesta de caridad de la fundación María Stark. Va a acompañar a Tony, bueno, mejor dicho a vigilarlo a pedido de Pepper. Que por cierto compró su vestido en otro lugar, es lindo pero yo podría haber hecho algo mejor...

Asentí ignorando la puntada en mi pecho. María debe ser la esposa de Howard, me alegro por él pero aún así no puedo dejar de lado este sentimiento de haberme quedado atrás... No eh visto a nadie de mi pasado aun.

No sé si quiero verlos.

—¿Entonces algo menos... revelador pero que a la vez sí lo sea? Negro o rojo... Encaje... Corte sirena tal vez...— muchas imágenes de Romanoff con distintos tipos de vestidos vinieron a mi mente, los corte sirena ganaron. Busqué papel y lápiz de carbón para hacer un boceto rápido. Aunque también hay uno en mi mente pero es de dos piezas, no creo que sirva para una gala. De todos modos puedo hacer un boceto de ese también. ¿Sería muy raro que le pidiera permiso para dibujarla? —Que sea amigo de sus amigos no nos hará amigos. Es más él fue muy específico para que me alejara de ustedes. ¿Escote corazón?

Levanté la vista para ver a Jan haciendo un boceto al igual que yo.

—Tony es complicado, pero definitivamente ustedes serán amigos. Sin tirantes, espalda medio descubierta... Recuerda el toque sexi sexi.

—Creo que corte A sería mejor... una apertura— sonreí recordando la explicación de "sexi-sexi" de Jan —Me conformo con solo convivir sin insultos o peleas. En vez de encaje puede ser bordado.

—También estoy en duda con el encaje, pero definitivamente sin tirantes y espalda descubierta... Stevie atrevido— se rió y odié sentir mi cara calentarse —Tony no es malo, es un poco idiota socialmente. Defecto de ser un genio supongo... Gasa, negro o bordó...

Frunci el ceño y tomé otro papel. Espero no encontrarme con Tony cuando vuelva a mi cuarto. No importa que diga Jan, obviamente no le caigo bien y no tengo interés de ser su amigo.

—Gasa, espalda descubierta, sin mangas, escote corazón...— esto ya está tomando más forma —Si te preocupa que terminemos peleando no lo hagas, se contenerme cuando me provocan. Y no pienso buscarlo. Plisado, largo, corte A, drapeado lateral...

—Si, me gusta...pero mejor que el escote sea asimétrico— hice el escote de nuevo, también me gusta más de ese modo. Pero le falta algo —De verdad te cae muy mal Tony, entiendo que las primeras impresiones son importantes pero puedes darle una segunda oportunidad. Sería incómodo para todos estar juntos con ustedes molestos. Cola barriba, ¿Recuerdas cuál es?

—Sí, me acuerdo— seguí dibujando recordando las toneladas de revistas y libros que me hizo leer —¿El bordado entonces? El color todavía no es...

—Lo sé, hay que ver la plaqueta de colores. Negro o bordó oscuro. Seda y gasa.

Miré el dibujo frunciendo el ceño, de alguna forma puedo imaginar a Romanoff con vestidos mayormente negros.

—Veamos éstos— Jan dejó una carpeta con retazos de telas junto a mi boceto.

—El color vino tinto parece funcionar, ¿no deberíamos preguntarle a ella qué color prefiere?

—Créeme, si Nat quería un color en específico me lo hubiera dicho.

—Oh... supongo que está bien entonces— algo me dice que no hay que decepcionar a Romanoff. Suspiré y miré a Janet mientras inspeccionaba mi boceto.

—Tenemos pocos días para terminar, usualmente un vestido así tardaría diez días... Pero podemos hacerlo.

—¿Podemos?— negué con la cabeza viendo la sonrisa de Janet. Una cosa es ayudar con los bocetos y otra llevarlo fuera del papel. Se cocer gracias a mi mamá pero nada comparado con la costura profesional de Janet y sinceramente no estoy interesado en esa parte.

—¡Es tu diseño! Con un toque mío, ¡pero es tuyo!— ella miró el boceto con una gran sonrisa —No suelo trabajas en conjunto con nadie, pero contigo estoy cómoda. ¡Eres mi Pinky!

No sé quién o qué es un Pinky.

—Jan...

—No, no puedes negarte. No espero que cosas, bueno un poco sí. Solo ayúdame y hagamos ésto juntos. ¡Será divertido!

Bufé mirando el boceto, no me convence aún la parte de cocer. Aunque no puedo dejar a Jan haciendo ésto sola, noté que no le gusta que nadie la ayude con su trabajo. Asentí haciendo que soltara un chillido contenta.

—Dijiste algo de ir por un lote de telas...

Algunos estudiantes tenían permiso para salir del campus. Hill me dijo que yo podía ir a donde quisiera mientras no faltará a mis actividades escolares. Pero aún no salí a ningún sitio. Me acostumbré a la academia, no creí estar preparados para ver la ciudad y la sociedad fuera de éste lugar. Tal vez ya es hora de salir al mundo.

—Sí, en realidad el proveedor puede traer todo el mismo. Pero me gusta ir en persona y revisar todo en el lugar— ella sonrió mirándome con una mirada divertida —Tenemos un toque de queda, pero estoy segura que podemos ir por las cosas y tener tiempo suficiente para dar una vuelta. ¿Todavía no hiciste nada fuera de la academia, verdad?

—No, todavía no salí de aquí y estaba pensando en pedirte que me acompañaras.

No voy a mencionar que temo sentirme demasiado abrumado y hacer algo tonto como perderme.

—¡Estupendo Pinky!¡Dominaremos el mundo de la moda y comeremos un helado hoy!

Me reí aunque todavía no sé quién es Pinky. Debo decir a Bruce qué tal vez no pueda ir a la biblioteca, algo me dice que usaremos todo el tiempo fuera de clases en el taller.

Jan guardó los bocetos en una carpeta que siempre lleva consigo para guardarla en su cuarto. Me dijo que nos encontraríamos en la entrada del campus en media hora y que ella le pediría a Hill el permiso para que nos dejarán salir sin problema.

Suspiré caminando hacia los dormitorios, por unos momentos olvidé que había un visitante no deseado ahí. Cerré los ojos antes de abrir, inalando y exhalando aire para prepararme para otro encuentro con Tony Stark. Todavía no entiendo por qué no le caigo bien, ni siquiera nos conocemos y él fue el que dió la "primera mala impresión" si mal no recuerdo. Negando con la cabeza abrí la puerta y no pude evitar sonreír al ver mi cuarto sin ninguna persona en el interior. Cerré la puerta y fui directamente hacia mi ropa. Me cambié la camiseta azul que llevaba por una camisa blanca, luego un suéter celeste con el logo de mi escudo (estoy seguro que era un regalo-broma de Jan pero se volvió mi favorito) y una chaqueta de cuero negra fue lo único que cambié. Los pantalones y zapatillas Converse negras estaban bien.

Tomé un poco del dinero que Fury me dió junto con mis documentos. Miré una vez más mi cuarto y pienso que debería decorar un poco el lugar, ya que voy a estar un tiempo aquí debo hacerlo más acogedor.

***

—No— negué con la cabeza para enfatizar que cuando comenté que quería hacer más acogedor mi cuarto no me refería a ir de compras de inmediato.

—¡Oh vamos, Stevie! Hay que mejorar el fiasco de las telas. Comer helado y ir de comprar es la perfecta solución más sana para los problemas.

No creo que comer por comer y comprar compulsivamente sea una solución sana ni de forma remota, pero Jan ya está corriendo entre la gente en el centro comercial y no quiero perderla.

Aunque no me negué a una hamburguesa con papas... Solo somos nosotros comiendo éste tipo de comida ya que todos a nuestro alrededor están tomando café, helado o comiendo muffins y medialunas.

—¿Quieres probar del mío?

Miré la hamburguesa de Jan y asentí antes de pensar. Pero ella ya me acercó su hamburguesa y por inercia le di la mía como para negarme ahora. Yo pedí una de carne, lechuga, cebolla crujiente, queso cheddar y bacon mientras que Jan quiso una de pollo, lechuga, tomates y cebolla con ketchup. Además de una porción de papas, otra de nuggets y ensalada para compartir.

—Creo que ordenamos demasiado— dije antes de dar otro mordisco. La hamburguesa de pollo no está mal.

—Se que comes mucho por tu metabolismo y aunque no lo creas en un mal día puedo terminar todo ésto yo solita— de alguna forma lo dudo —¿Intercambio?

Asentí haciendo el cambio de hamburguesa.

La salida no fue nada mal. En realidad me gustó tomar el metro, a pesar de ser él único en disfrutarlo. Y caminar por las calles atestadas de gente no fue abrumador. Estoy seguro que de haberlo hecho solo la experiencia hubiera sido todo lo contrario, es bueno contar con alguien nuevamente.

—Lo estás haciendo de nuevo— miré a Jan confundido y ella rodó los ojos antes de pinchar lechuga con su tenedor de la ensalada. —¿Qué te molesta? Si hay un momento para hablar de tus problemas es éste, durante un atracón de comida.

Hizo un gesto con su tenedor para que hablara. Podría cambiar de tema. Jan puede ser directa y efusiva, pero no se impone más de lo necesario y tampoco es entrometida por curiosidad. Ella solo fue simpática conmigo, intentando incluirme a ésta época a su manera.

—Todavía no vi a nadie de mi pasado— tomé un poco de mi gaseosa y miré la porción de papas como si fue lo más importante —. No sé si quiera verlos, que esté listo para ver lo que me perdí. Y hoy cuando hablamos de la fiesta de la fundación de María Stark no pude evitar sentir nostalgia y... envidia. Howard siguió después de la guerra, se casó y formó una familia... Cosas de las que él renegaba y se burlaba de mi cuando hablamos del futuro.

—No está mal que te sientas desanimado, Stevie. En realidad me preocuparía si fueras todo alegre y sin pensar en lo que hubiera sido si...— levanté la vista y ella me sonrió con gentileza —Pero es bueno que te estés dando una oportunidad de vivir en ésta época y no solo actuando por instinto. Me alegra ser parte de tu vida ahora y si no estás preparando para enfrentar a quienes dejaste atrás está bien, nadie puede culparte.

—Pensé que vería a Howard, después de todo el dinero que gastó en mi búsqueda.

Stark no era mi amigo más cercano, formamos una buena amistad pero él no era un soldado realmente y solo lo veía cuando volvía de las misiones y salíamos a festejar que con mi equipo seguíamos vivos.

—También me sorprende que no haya aparecido para verte— ella bufó negando con la cabeza —. Prácticamente las únicas buenas conversaciones que tuvo con Tony fueron solo cuando hablaba sobre ti. Empeoró cuando María falleció, se emborrachó más seguido, olvidó a Tony por completo, hasta casi llevó la  empresa a la quiebra y cuando sacó la cabeza de su culo solo lo hizo para nombrar a su socio como CEO y concentrarse en beber y buscar al Capitán América...

Miré fijamente a Jan sin pestañear. De repente siento como si alguien hubiera golpeado mi estómago. Dejé de comer y no pude evitar recordar a ese libertino y sinvergüenza que era Howard, ¿qué tanto cambió? ¿Cuánto cambiaron todos? No sabía que su esposa había muerto o que descuidó de su hijo luego de esa perdida. Y además ocupó no solo su dinero sino que también su tiempo para encontrar mi cuerpo. Porque dudo que cualquier persona haya pensado que seguiría con vida.

Entonces Tony me odia por eso.

¿Qué se supone que tengo que hacer con ésta información?

No conozco a Tony, no puedo ir con él y disculparme en nombre de su padre por haberlo descuidado por mí. Pero Howard si es mi amigo, tal vez no el más cercano, pero lo fue y si él no vino aún a verme talvez es porque espera a que yo lo haga en su lugar... Aunque me cuesta imaginar al Howard que conocí siendo considerado.

—¿Steve?— Jan chasqueó los dedos frente a mis ojos haciendo que casi saltara a una posición de combate. Ella me miró sorprendida y no pude evitar disculparme de inmediato —Lo siento, a veces olvidó que eres un soldado. ¡El Capitán América...! ¡Oh, lo siento mucho!

—¿Por qué?

No entiendo porqué se disculpa.

—No debí decir esas cosas de Howard. Él nunca supo cómo ser un padre, desde antes de dedicarse totalmente a tí él ya la cagaba a diario así que no te preocupes por eso.

—Está bien, Jan— me encogí de hombros volviendo a comer a pesar que ya no tengo hambre. No hay que desperdiciar la comida después de todo.

—Podríamos ir a ver una película, hay algunas muy buenas en cartelera.

—Creo que debería preguntar a Fury cómo puedo contactarme con Howard.

—¿Qué? Stevie... No creo que sea buena idea, se que dije que lo que quisieras estaría bien. Pero no esperaba que quisieras ver a nadie de tu pasado. Tal vez sea demasiado, son personas totalmente diferentes... adultos, algunos hasta ancianos...

Eso me hizo fruncir el ceño, no podía imaginar realmente a Peggy como una anciana de ochenta y tres años o a Howard con setenta y ocho años.

—Fue padre a los sesenta años— dije sorprendido, ¿cuántos años tenía su esposa entonces? Realmente no sé hasta qué edad una mujer puede tener hijos pero se me hace muy raro imaginar a una mayor de sesenta embarazada o una en sus veinte saliendo con un hombre tan mayor...

—Maria de tenía treinta, treinta y uno cuando tuvo a Tony. Por las fotos que vi, Howard no aparentaba su edad en ese entonces así que no es de sorprender que tuviera conquistas. Aún ahora se mantiene bien para ser un alcohólico...

—¡¿Es alcohólico?!

—Sabes...creo que es buen momento para cambiar de tema— Jan se mordió el labio antes de suspirar —Si descartamos la película, ¿Volvemos al plan inicial de ir por un helado?

***

Ya estaba oscureciendo cuando regresamos a la Academia. No pude dejar en todo lo que dijo Jan. Me despedí de ella cuando llegamos al ala de los dormitorios de las chicas. Sentí mi cara calentarse cuando llamé la atención de todo el mundo cuando gritó que nos veríamos en la cena.

Tan absorto en mis pensamientos y en intentar no llamar más la atención estaba que casi choqué contra la señorita Potts.

—Capitan, justo a quien buscaba.

Ella sonrió ignorando mi desconcierto, no se qué razón tendría la Potts para hablar conmigo. Observé cómo revisaba en su cartera hasta sacar dos cartas. Me las entrego y frunci el ceño cuando noté que su sonrisa por un momento flaqueó.

—El señor Stark me pidió que te entregara esa carta y una invitación para la fiesta que hará en nombre de la fundación María Stark.— miré las cartas sin decir nada. ¿Quería verme? —No es necesario que confirmes tu asistencia, así que no te sientas obligado a asistir si no quieres.

—¿Él dijo eso?— guardé las cartas en mi bolsillo sin esperar una respuesta —Gracias, señorita Potts. Que tenga buena noche.

Seguí mi camino sintiéndome cada vez más mal. Mi pecho dolía, como cuando todavía sufría de asma. Mis músculos se tensaron y mis ojos ardían... No puedo hacer esto, desmoronarse por algo así.

"—Tal vez sea demasiado, son personas totalmente diferentes... adultos, algunos hasta ancianos..."

¿Y si Janet tiene razón?

Necesito llegar a mi cuarto, no mostrar a nadie que ésto me debilita. Que quiero llorar como un niño por la realidad en la que desperté. No debí despertar después de estrellar ese avión...

Llegué a mi cuarto y abrí la puerta de prepo cerrándola luego sin importar el ruido que hizo por no haber manejado bien mi fuerza. Iba a lanzarme de cabeza a mi cama, a esa que me resulta tan incómoda e irreal para dormir. Demasiado mullida comparada con los colchones y lugares donde dormí durante toda mi vida...

—¿Qué haces aquí?— miré a mi alrededor y sí, éste es mi cuarto. Pero mi cama está ocupada por Tony Stark.

Volví a mirar a mi alrededor, pero sigue siendo mi cuarto.

Stark está sentado con las piernas cruzadas usando sólo una camiseta y boxers mientras unas pantallas holográficas lo rodean.

—Stark— dije firme haciendo que el me mirara como si recién se diera cuenta que estoy aquí. Sus ojos están un poco irritados y tiene la mirada cansada.

—¿Qué? ¿Qué quieres Rogers? Estoy trabajando— realmente sonó ofendido.

—¿Por qué estás en mi cuarto?— levanté una ceja esperando su respuesta, él volvió a lo que sea que está haciendo.

—Vetado del laboratorio y taller hasta nuevo aviso y Pepper me persigue para regañarme. Necesito terminar y que no me molesten. Tu cuarto es el último lugar al que todos pensarían que iría.— habló rápido y sin pausa antes de maldecir. Estaba por decir que no lo quería en mi cuarto pero él volvió a hablar sin mirarme —No molestes, genio trabajando.

¿Qué está mal con éste chico? Definitivamente algo está mal con él.

Miré al suelo y encontré sus pantalones, zapatillas y medias. Sobre mi escritorio hay un...¿Eso es un brazo robótico? Es hueco, tal vez esté sin terminar. En silencio recogo la ropa que está en el suelo para doblar y colocar sobre la silla, no puedo evitar mantener todo ordenado. Tony sigue en lo suyo.

Cuando estoy quitándome la chaqueta recuerdo la carta e invitación de Howard y no puedo evitar mirar fijamente a Tony. ¿Sabe que fui invitado? ¿Va a odiarme aún más si asisto a la fiesta?

—Una foto te durará mas— habló/gruñó sin despegar la vista de su trabajo.

Negué con la cabeza caminando a mi armario para guardar la chaqueta y cambiar la camisa y suéter por lo que traía puesto antes de salir hoy.

No sé qué hacer ahora, es tarde para ir por Bruce a la biblioteca y temprano para encontrarme con Jan para ir por la cena como acordamos. Planeaba revolcarme en mi miseria, pero con Tony invadiendo mi cuarto porque al parecer no tiene respecto por el espacio personal de otras personas no puedo hacerlo.

—¿En qué trabajas?

No contestó, por supuesto que soy ignorado en mi propio cuarto. Caminé hasta mi escritorio y miré el brazo robótico, es de un color rojo con acabados dorados. Se ve estéticamente bien.

—No toques— escuché cuando extendí la mano sin darme cuenta para tocar aquella cosa.

—¿En qué trabajas?— repetí retrocediendo mi mano para mirarlo.

—En algo.

Rodé los ojos y volví a mirar el brazo de metal. Sin importar que me pidió/ordenó que no lo tocara hice exactamente eso y descubrí que en la palma de la mano había un círculo...

—No te apuntes en la cara, es parte del nuevo prototipo. Tiene más potencia.

Asentí sin saber a qué nuevo prototipo se refería.

—¿Vas a dormir de nuevo aquí?

No es que me moleste ceder mi cama, duermo mejor en el suelo después de todo. Pero ese no es el punto.

—No duermo cuando tengo trabajo que hacer, ya deja de hablar.

Entrecerre los ojos viéndolo de costado, ¿quién de cree que es?
Evité suspirar molesto y decidí leer un poco antes que fuera la hora de la cena. Me da pena pero a pesar de todo lo que comí esta tarde sé que en cuanto huela comida en un par de horas volveré a querer comer.

Intenté no mirar a Stark mientras leía pero no pude evitar hacerlo unas cuantas veces. No puedo creer que esté invadiendo mi cuarto, otra vez.

Lo dejé cuando fui por mi cena y no le mencioné a Jan ni a Bruce a quién tenía de visita nuevamente. Natasha se nos unió y fue la única que me miró cuando decidí pedir un sándwich de más para no comerlo y llevar a mi cuarto. A nadie más pareció importante que llevara comida y una lata de gaseosa conmigo cuando me despedí.

En el camino a los dormitorios pude ver a Thor discutiendo con su hermano Loki. Nunca hablé realmente con ellos, solo me los presentaron. Y otra vez, en el mismo lugar que la anterior vez, me encontré con la parejita de chicos besándose muy apasionados. E igual que antes me quedé mirando indiscreto, pero ésta vez pude seguir mi camino antes de que me vieran de nuevo. No pude evitar recordar a Arnie...

Al regresar a mi cuarto Tony seguía en lo suyo, solo que moviendo las manos y murmurando para si mismo como un maníaco. Lo ignore y saqué la computadora portátil que estaba guardada en el cajón de mi escritorio. Sin pensarlo mucho busque a Arnie Roth y de inmediato aparecieron varias fotos y enlaces de distintas personas con ese nombre, pero uno era conocido. Al parecer por ser mi amigo de la infancia fue convocado para dar algunas charlas sobre mi en los museos. Los videos y fotografías eran de algunos años atrás, no había casi información de su vida luego de la guerra. ¿Seguirá vivo? Si lo está, puede ser que siga en Brooklyn.

Estaba por escribir el nombre de Howard cuando me golpeó una almohada en la cara.

—Ya enserio, ¿tus orejas no se descongelaron o qué?

—¿Qué quieres?— mi tono sonó cortante, molesto. Pero Tony parece inmune a soldados mejorados enojados porque ni se inmutó.

—Te pregunté si vas a comer eso— señaló el sándwich y negué con la cabeza antes de alcanzarle también la lata.

—De nada— dije y el dijo lo que creo y quiero creer fue un gracias mientras masticaba.

Decidí abandonar mi búsqueda para cuando esté a solas y comencé a hacer mi rutina de ejercicios ignorando al Salir Stark en mi cuarto. Cómo siempre me pasé de la cuenta que planeaba hacer y tomé ropa limpia para dormir antes de ir a las duchas. El agua caliente es una de las cosas que más me agrada de ésta época. Al volver a mí cuarto no me sorprende ver a Tony aún haciendo lo suyo, preparo mi cama en el suelo como ayer y no me quejo por la cama porque en realidad no me molesta cederla. Cuando terminó vuelvo a mirar a Stark.

—Voy a apagar la luz.

Sin recibir ninguna negativa y aunque lo hubiera hecho no me importaría, pagué la luz y me acosté. La luz de las pantallas iluminó tenuemente la habitación y me concentré en los murmullos de Tony para no pensar en nada ni nadie más para lograr dormir.

***

Notas finales: Hola! Aquí otro capítulo, ya en el siguiente comenzarán a incorporarse los demás personajes. Solo para aclarar, no habrá ningún romance entre Howard y Steve, tal vez una que otra insinuación pero definitivamente Stark mayor no se estará comiendo al caramelito de Steve jajaja XD
 
Resulta que se aprende algo viendo Proyec Runway... Jeje
 
***Creo que voy a abandonar ésta plataforma (Amor Yaoi) para seguir publicando en Wattpad... 
 
Gracias por leer y comentar! Espero que sigan leyendo éste finc a pesar de la tardanza. Besos!!!
 

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