Dos de la madrugada y mi trabajo es interrumpido por el quejido de Rogers. Me molestaría si no fuera porque me estanque y no estaba avanzando desde hace horas. La luz de los hologramas iluminan la habitación lo suficiente para que note que Capipaleta está sudando y hace una mueca.
Una pesadilla.
Y parece ser una de las malas por cómo tensa sus músculos y suelta quejidos. No voy a despertarlo, no me cae bien y, por experiencia, si es una pesadilla muy mala despertará pronto. Además que despertar a un soldado cuando tiene un mal sueño es una terrible idea. Al menos eso es lo que me dijo Rhodey.
Pero principalmente porque no me cae bien.
Suspiro viendo al anciano retorcerse y busco mi celular bajo la almohada. Necesito salir. Darcy es mi mejor opción, pude verla en el campus con esa mirada en sus ojos, ella también necesita salir de éste lugar por unas horas. Preferiblemente de noche y con alcohol al alcance.
"Salida urgente, mi cerebro se funde"
Lo envié y volví mi vista al idiota Rogers. No es que me importe si está realmente pasándola mal, pero me pregunto cuánto suele durar sus pesadillas antes de despertar. Se ve cada vez peor, el pelo se pega a su frente por la transpiración.
No quiero acercarme o tocarlo, lo último que necesito es un ojo morado o terminar en la enfermería porque un supersoldado tuvo un mal sueño.
—Capipaleta— Darcy dame el Ok pronto o me iré solo —¡Hey, Rogers, despierta ya!
Lancé la almohada logrando golpear su pecho. Mierda... No despertó, giró y hizo un sonido de estrangulación. Salió de su cama de mantas y está literalmente contra el piso. Se ve miserable. Por favor que el anciano no muera conmigo aquí, con mi suerte me culparian de alguna forma.
—Rogers vamos... Despierta— no voy a acercarme y lanzarle objetos parece empeorarlo. Debería irme. Pero la botella que Capipaleta me dio antes todavía tiene algo de líquido y si ésto no funciona no planeo quedarme. —Ultima oportunidad, despierta ahora o tendrás un sueño mojado y no será de los sexis. ¡Despierta fósil!
Se quejó una vez más como si lo estuvieran matando. Tal vez así era en el sueño. Quité la tapa de la botella y me salí de la cama para quedar de pie cerca. Estiré el brazo con la botella abierta quedando sobre su cabeza. No voy a mentir, si no termino noqueado, voy a disfrutar ésto.
El jadeo sorprendido cuando giré mi muñeca y el jugo cayó sobre la cabeza rubia en el suelo fue suficiente para hacer que retrocediera y saltara sobre la cama sabiendo que pasaría luego.
Rogers se levantó parpadeando y chocó contra el armario haciendolo desestabilizar y casi caer de nuevo al suelo, pero logró quedar de pie. Jadeando y temblando, más que temblando, el fósil parece estar a punto de tener convulsiones. La luz azulada de los hologramas hacen que su piel blanca se vea casi fantasmal...
—Te vez fatal— bufé negando con la cabeza, la cúspide de la perfección humana parece un chico como cualquier otro.
Rogers se giró con la mirada asustada, se ve como Bambie asustado. Solo que un Bambie mucho más musculoso. Se abraza a sí mismo y falla magistralmente al intentar detener sus temblores. Pero su mirada está menos asustada y más alerta, me mira por un momento más y luego al revoltijo de mantas en el suelo.
Después de lo que parece una eternidad abre la boca pero las palabras no salen o habla muy bajito. Y por fin deja de abrazarse para tocar su cara y cabello, se ve confundido.
—Ahora solo te vez miserable.— parece que no va a perder el control y atacarme así que me siento en el borde de la cama. Busco mi celular y sonrío cuando noto que hay un mensaje de Darcy. Con suerte podré beber algo y divertirme lejos de aquí.
Darcy:
"Sí!!!🏃En 15, dónde siempre!’ "
Busco mis pantalones, están doblados perfectamente. ¿Cómo diablos hizo para que las arrugas se fueran sin plancharlo? Me visto en silencio, no trato con mis traumas y mucho menos los ajenos, más si son de Rogers.
Lo miro de reojo y él está mirando hacia mi en silencio, me pregunto cuándo dejará de temblar. Estoy atando los cordones de mis zapatillas cuando no aguanto más sentirme observado y lo miro directamente, eso parece ser suficiente para hacer que se diera cuenta que sigue parado como estatua. Me reí bajito por lo raro que es verlo tan normal. Howard siempre lo describió como nada menos que perfecto.
Sacude su cabeza y su pelo mojado complementa la imagen de un golden retriever bajo la lluvia en mi cabeza. Ésta vez si me río alto y ahí está su ceño fruncido, aunque su mirada es más vacilante.
—¿Por qué...?— carraspea, su voz había sonado demasiado baja —¿Por qué estoy tan mojado?
—Transpiración y...— sonrió de lado conectando mi mirada con la suya —Te hiciste encima.
—¡¿Qué?!
Solté una carcajada por cómo llevó sus manos a sus pantalones alterado. Levanté las manos aún riendo cuando me miró molesto.
—Te tiré jugo para que despertaras.
Me estiré caminando hacia la puerta, Darcy va a irse sin mí si no me apuro. La molestia se esfuma de Rogers y me mira otra vez como Bambi, pero parece que se da cuenta porque mira hacia otro lado.
—Gracias por despertarme, Tony.
—Si... Claro, cuando quieras— me encogí de hombros, lanzarle agua a la cara de vez en cuando no suena mal. Apunté hacia su cama y el siguió mi dedo hacia donde señalaba. Mi celular y demás cosas están ahí —No toques mis cosas.
Asintió y seguí mi camino, cuando llegué a la puerta lo escuché suspirar y la curiosidad pudo más. Miré de reojo y está juntando las mantas del suelo, sigue temblando, su cabello mojado aún dejando caer gotas... Se ve patético.
—Rogers— lo llamo antes de darme cuenta de lo que hago. Él me mira de inmediato, atento como un perro llamado por su dueño... Interesante —Voy a salir, puedes venir conmigo si te comportas como una persona normal.
Levanto una ceja esperando. Él parece contrariado de si debía enojarse o no.
—¿Salir de las instalaciones a ésta ahora no está prohibido?
—Exactamente, ese tipo de cosas debes guardartelas para ti— rodó los ojos, bien, parece que alguien está volviendo a la normalidad —Mira, si quieres venir solo cámbiate rápido sino...
—¡Sí!
Sinceramente no esperaba que se quitara toda la ropa frente a mí como si nada. Solo me dio la espalda para lanzar el montón de mantas al suelo. Está bien construido el maldito bastardo. Cada músculo de sus brazos y espalda se flexionaron cuando comenzó a quitarse la remera, la curvatura hacia su culo me hizo bajar la mirada cuando se agachó para quitar sus pantalones. Tiene buen culo, infeliz, dan ganas de chocar la palma de mi mano ahí.
Sacó ropa de su armario sin elegir realmente.
Ok, hora de mirar hacia otro lado.
—Solo mantén la boca cerrada...
Volví hacia la cama para tomar mi celular y enviar un mensaje rápido a Darcy.
"Hubo un problema, estoy saliendo ahora. No te vayas."
Volví a girar y bien, más que bien en realidad. El fósil no se viste como un anciano. El pantalón negro es ceñido y la remera blanca tiene un logo juvenil.
—Voy a limpiar mi cara y pelo— me dijo y asentí. Salió seguramente hacia los baños y caminé detrás de él cerca, esa ropa. Por un momento olvidé que se trataba de Capitán amo-mi-país América.
Aproveché para lavarme la cara también. No pude evitar mirar de nuevo hacia él.
—Jan eligió ésta ropa, si está mal puedo cambiar por otra— lo miré y levanté las cejas, ¿está bromeando? No, se ve nervioso. Negué con la cabeza y me giré para por fin salir de ésta cárcel disfrazada de escuela.
***
—...¿Puedo tocar?— Darcy se mueve inquieta en su asiento, me mira como una niña pidiendo un dulce. Una comparación errada en realidad porque es todo menos una niña y su pedido no es inocente en absoluto.
—¿Por qué me preguntas a mí?
Ella rodó los ojos y volvió su vista hacia los pectorales de Rogers. Tengo la sensación de que entre más uno mira más pequeña de hace esa prenda.
Cuando aparecí con Rogers ella Solo había abierto sus ojos grandemente, y el globo que estaba haciendo con un chicle se infló demasiado y explotó ensuciando su rostro. Luego de casi treinta minutos de correr por la oscuridad, evadiendo cámaras, burlando la seguridad y subirnos a un taxi que nos esperaba a un par de calles ella parece que por fin está volviendo a conectar las neuronas.
—¿Quién es su nuevo amigo, chicos?
Volví la vista hacia el frente, viendo la nuca de Dopinder mientras conduce. El hombre es raro, alegre y amable, pero raro. Aunque pregunta mucho, nunca juzga y seas de dónde llames él va y espera.
—Capitan América— dije haciendo que el hombre levantará las cejas y girara de inmediato con una exclamación de asombro. El auto se salió del camino y nos hizo saltar del asiento a todos por una loma que tomó demasiado rápido. Dopinder volvió a tomar el control del vehículo y regresó al camino, riendo y disculpándose a la vez, nos miró por el espejo retrovisor.
—¡Mi amigo, el señor Pool, ¿Recuerdan que les hable de él? Me contó que ingresó a SHIELD y se sacó fotos con el Capitán dormido! Aunque se desanimo mucho cuando perdió su teléfono antes de guardarlas en un mejor lugar... Fue una tragedia.
—Yo lloraría— Darcy se llevó una mano al pecho y luego se rió codeándo a Rogers que se veía perdido. Si ya se ve así aquí voy a divertirme demasiado con cómo estará cuando lleguemos. —¿Puedo llamarte Steve? O solo...
Ella hizo un gesto militar y rodé los ojos.
—Claro, solo Steve está bien— sonrisa encantadora, por supuesto que su sonrisa es así.
—Yo también te llamaré Steve— nuestro taxista favorito estiró un brazo hacia atrás con su tarjeta, Rogers la tomó y le sonrió cortésmente asintiendo. Sin ninguna advertencia frenó de golpe el auto haciendo que los tres golpear con los asientos de adelante y el vidrio separador. —¡Llegamos!
—Por fin... Nos vemos en un rato— le lancé el dinero antes de salir. Este tipo un día nos matará, pero es el único que parece no importarle que seamos menores de edad en medio de la noche pidiendo un taxi y además tampoco le importa que lo llamemos borrachos de un lugar de mala muerte para que nos busque.
—¿Tienen amigos aquí?— Rogers mira el edificio destartalado al que llegamos y Darcy se le cuelga del brazo emocionada por por fin alejarnos completamente de la Academia.
Miró hacia arriba, hay luces de colores saliendo por varias ventanas de un piso, hasta aquí abajo se escuchan los gritos y música.
—Algo así...— camino hacia dentro, el ascensor sigue inservible. Entre más escalones subimos más fuerte son los ruidos y nos encontramos con parejas besuqueandose, manoseándose y uno que otro que no aguantó vomitando o dormitando.
Me siento como en casa.
Miré hacia atrás, Darcy sigue colgada del brazo de Capipaleta y se ve igual de emocionada que yo. Rogers parece que está entrando a la dimensión desconocida. Pero cuando ve que lo miró cuadra los hombros, mirando hacia el frente como un soldado preparado para la batalla.
Ruedo los ajos antes de abandonar las escaleras y seguir por el pasillo hasta la puerta que está abierta, mostrando que en su interior las luces de colores en movimiento son lo único que iluminan el tumulto de gente reunida ahí.
Cuando llego a la puerta le doy dinero a un chico que está ahí recolectando para ir por más alcohol y otras cosas.
Hay fuentes y tápers por doquier con bebidas y hielo. Camino entre la gente y miro cada tanto hacia atrás para ver que sigo con esos dos. Darcy ya tiene una botella de cerveza en mano, mi objetivo son los vasos rojos, pero ella no porque está a punto de comenzar a tomar. Intenta convidar a Rogers pero el niega con la cabeza, ésta será una noche larga para él. Tal vez debería haber aclarado a qué tipo de lugar íbamos a ir.
Ups!
Cuando por fin encuentro el lugar donde están los vasos rojos paso entre una mujer que "perdió" la parte de arriba de su ropa porque baila con otras tres chicas y unos chicos que se ven más jóvenes que ellas, sus tetas rebotando.
—¡Dame uno!— gritó Darcy cerca de mí pero apenas la escuché por la música. Agarré uno y me lo bebí de una sola vez, ésta mierda está fuerte. Necesitaba ésto, con solo uno siento que un peso de ni espalda se fue. —¡Tony!
Sin mirar alcance uno a Darcy y agarré otros dos vasos, me giré mirando que nadie me choque.
—¡Bebe uno!— grité a Rogers y el negó, negué con la cabeza. La poca lástima que le tuve ésta noche se esfumó. Ya siento que puedo enojarme con normalidad con él. Llevé el vaso hacia su cara, casi chocando con su rostro —¡Bébelo!
Evité sonreír cuando agarró el vaso con una de sus manos. Darcy daba pequeños saltitos junto a él, botella en una mano y vaso en otra. Rogers se veía dudoso pero suspiró y llevó el vaso a sus labios al mismo tiempo que Darcy.
Rogers hizo una mueca de asco dejando de beber al primer trago, su cara enrojeció y sus ojos lagrimearon. Solté una carcajada alejando apenas a tiempo mi propio vaso. Darcy levantó la botella hacia arriba y no bajó el vaso para respirar, terminando el contenido de un sopetón. Su cara también estaba enrojecida cuando terminó. Pero al contrario de Rogers ella sonreía y comenzó a escanear el lugar.
Me sentí observado y miré hacia la izquierda, efectivamente hay dos chicas mirándome y sonriendo. Creo que las conozco... Tengo un vago recuerdo de la morena. Darcy está con un chico rubio, es una de las caras conocidas que vemos siempre que venimos aquí. Alcanzo a agarrar otro vaso más antes de acercarme a Rogers.
—Diviértete— le digo, bien, grité para que escuchará y me alejé. No pienso ser niñero de nadie.
***
Estoy besando a Kevin, no, Lewis... ¿Terry? Como sea, estoy besando a un chico solo un poco más bajo que yo, lindo. Totalmente mi tipo, más corto de altura y castaño. Pero cierta cabellera rubia se cruza por mi campo de visión cuando me alejé para tomar un poco de la botella de vino blanco barato en mi mano.
Sinceramente me olvidé de Capipaleta.
Está cruzando de brazos, viendo fijamente algo como un halcón. Su ceño está fruncido. Me recuerda a los gorilas de los bares y boliches que mas de una vez me lanzaron hacia la calle junto con Darcy. Y al parecer no soy el único que le da esa imagen porque muchos pasan de él mirándolo con curiosidad pero repeliendo el acercarse. Estoy seguir su mirada para ver que tanto mira, pero la mano del chico con el que estoy me gira para que me concentre en él. Sonríe perezosamente, no se si le devuelvo la sonrisa o qué e igual no importa porque volvemos a besarnos. Lo aprisiono contra la columna detrás de él y cuando estoy por comenzar a bajar mi mano para intentar tantear su cuerpo una mano apretó mi hombro haciendo que me alejara. Es una mujer, con una gran sonrisa y pecas por todo su rostro. Ella invade nuestro espacio personal y su sonrisa se expande mas, mas falsa. Se que quiere antes de que hable.
—¡¿Se están divirtiendo?!— Sí, demonios, ya sé que quiere. Alejo su mano de mi hombro y suspiro, tengo un imán para estas cosas. Cuando ella agita una bolsa con pastillas frente a nuestros ojos me alejo —¡¿No quieren pasarla mejor?!
—No— respondo automáticamente, no importa que tan borracho esté mi respuesta sale de mi sin pensarlo dos veces. Puedo beber en exceso pero a contrario de la creencia popular aprendo de mis errores, o al menos de mis mayores errores y este es uno que no voy a repetir. Pero el chico que estaba conmigo está bastante entusiasmado, mira la bolsa con conocimiento, no hay duda o curiosidad en su mirada. Sabe perfectamente que son y lo lindo en él se esfumo haciendo que perdiera el interés.
Camino hacia una de las mesas con bebida terminando rápidamente el contenido de mi botella. Escucho gritos pero los ignoro porque estoy mirando una botella de vodka cerrada que me llama, me seduce con locura...
Sé que me estoy riendo de la nada pero no me importa, me gusta esto, el sentir que mi mente sigue activa pero no procesa ningún problema o calculo. Me tambaleo mientras camino lentamente, intentando no tropezar con mis propios pies como idiota. Estoy por agarrar la botella que me conquistó cuando un tipo cae sobre la mesa como un saco de papas. Destruyendo mis sueños, ilusiones y corazón en el proceso.
—¡¿Qué mierda?! ¡Imbécil, ¿no podías caer en otro lado?!
Mi voz resonó en mis oídos fuertemente haciendo que me dé cuenta que la música se apagó y solo se escuchan los gritos, silbidos. Huelo el fuerte olor del alcohol que se derramó por todo el piso hasta mis pies y giro para ver a los insensibles que atacaron a estas pobres víctimas...
Mierda.
Darcy está colgada de la espalda de un tipo asfixiándolo mientras Rogers pelea con un grupo de tipos que lo rodean pero aun así están siendo vencidos penosamente. Cuando el tipo que Darcy tiene cae ella lo suelta y se lanza hacia uno que está intentando hacer lo mismo que ella con Capipaleta. Por muy borracha que esté ella puede dar pelea. Otro tipo voló por los aires, cortesía de Rogers.
Estaba por reírme del pobre infeliz cuando vi a uno sacar un arma, está muy lejos para quitársela así que le lazo la botella vacía golpeando su cabeza y logrando que cayera al suelo conmocionado. ¡Viva, eh! el campo de tiro da sus frutos hoy.
—¡Rogers, Darcy, hay que irnos!
Rogers me mira y asiente notando que son demasiados, levanta a uno de los tipos que se le abalanzó y lo lanzo hacia los que planeaban hacer lo mismo dando lugar para pasar. Darcy logró derribar al tipo que tenia y corrió hacia mí. Casi rodamos por las escaleras como cinco veces antes de lograr a la planta baja, los gritos de los tipos que aun querían sacarle la mierda a Rogers se escuchaban cerca. Salimos corriendo del edificio y casi choque con un poste por el dolor que me daba la luz del sol contra mis ojos, dificultándome la vista.
¿Cómo demonios se nos hizo tan tarde... o temprano?
Seguimos corriendo hasta que Rogers nos metió, literalmente nos jaló del brazo, a un callejón. Mi respiración estaba agitada y el estomago se me revolvió una vez que pare de correr dándome ganas de vomitar. Apoyé mis manos en mis rodillas cerrando los ojos, con la cabeza gacha. Estaba controlando el mareo y las nauseas cuando escuché el sonido inconfundible de alguien vomitando la vida. Cuando levanté la vista Darcy estaba con las manos apoyadas en la pared de ladrillos anaranjados y vomitando sus zapatos negros, Rogers junto a ella levantándole el cabello y masajeándole la espalda.
Antes de de darme cuenta y evitarlo comienzo a vomitar. Mierda... tengo frío y fuego en el estomago, en mi maldita garganta. Las arcadas de Darcy solo empeoran mi auto control dejando que lance todo al suelo.
Camino lentamente hacia atrás hasta chocar con la pared dejándome caer cuando mi estomago parece dejar de intentar salir por mi boca. Darcy esta pálida y empapada en sudor, creo que no me veo mejor que ella. Rogers está marcando el numero de la tarjeta de Dopinder en el celular de Darcy, pero cierro los ojos un momento para descansar.
Pepper va a matarme es el ultimo pensamiento que tengo cuando dejo de escuchar sonido alguno y no logro abrir los ojos de nuevo. Una siesta mañanera no suena nada mal...
***
Hay un quejido miserable que tardo en reconocer como mio cuando abro mis ojos nuevamente, pero no puedo ver y siento algo húmedo contra mi frente y ojos tapándome la vista. Perezosamente lo aparto y veo que es un trapo mojado. Frunci el ceño y parpadeo.
—¿Qué carajos?
Siento un dolor punzante en mi estomago que reconozco por el esfuerzo de vomitar, recordando que se supone que estaba en un callejón. Pero miro a mi alrededor y estoy en el suelo, sobre un colchón, en el cuarto de Rogers. Hay un balde cerca de mi, una tableta de pastillas, agua embotellada y una fuente con agua y hielo. Capipaleta no esta a la vista. Su cama está con mis cosas tal cual las dejé.
Me pregunto donde está Darcy. Pero también si Fury esta esperando para entrar y gritarme un poco.
Miro hacia la puerta con el ceño fruncido, aun un poco perdido, para ver a Rogers entrar con una bolsa de papel. El me mira y suspira...¿aliviado?
—Que bueno que despertaste, estaba dudando de no haberte llevado a la enfermería antes— lo miro con una ceja alzada, confundió, ¿nadie nos vio cuando volvimos? El entra y camina hacia su escritorio buscando algo entre sus libros, se ve relajado —Tuve que pedir ayuda a Jan para Darcy, no creí que fuera buena idea traerla a los dormitorios masculinos. Ella está bien. Y Bruce dijo que tomaras esas pastillas, por la resaca. Tengo que ir a la clase del profesor Strange, me la asignaron esta semana y tal vez ya me dejen unirme a las actividades físicas lo que es muy bueno... así que te dejo esto aquí por si tienes hambre, es algo ligero, volveré cuando las clases terminen.
—¿No nos vieron entrar?— no entiendo como puede estar feliz porque le asignaran mas clases pero así de raro es este fósil. —¿Pepper no va a matarme?
—La señorita Potts preguntó por ti, Jan le dijo que estabas descompuesto y vino a verte mientras dormías. Natasha le dijo que no habías estado comiendo bien y que cuando comiste de golpe te cayó mal. Fue convincente— se encogió de hombros asintiendo para si mismo cuando encontró una carpeta con papeles y volvió a mirarme —Traje el colchón de tu cama, espero que no te importe.
Miró los libros sobre su escritorio y cuadernillos que sacó, aparentemente debatiendo si debía volver a guardar todo. Pero suspiró y se encaminó hacia la puerta.
—Nos vemos luego, Tony. Toma las pastillas.
Estoy demasiado incomodo para contestar, mi cabeza está queriendo doler y alcanzo las pastillas para tomarlas. Me desplomo sin ninguna gracia nuevamente y es cuando me doy cuenta de un pequeño detalle. Rogers me llamó "Tony". ¿Desde cuándo me llama así? No quiero que se confunda, que lo invitara fue por pura lastima porque no soy tan desgraciado de ignorar a alguien que se ve tan patéticamente miserable. No seremos amigos. Tal vez llegue a tolerar su presencia, pero nada más.
Tengo hambre.
Otro de los misterios de la vida. Cómo puede tener uno hambre luego de estar descompuesto, vomitando como si fuera el fin del mundo. Miro hacia atrás, sobre el escritorio está aquella bolsa de papel. Me levanto esperando que "algo ligero" no sea algo asqueroso.
Jugo de limón con un pequeño recipiente con sopa de verduras y arroz. Huele bien una vez que lo abro. Apartó las cosas de Rogers y abro sus cajones uno por uno para meter sus cuadernillos con apuntes, libretas y libros. No estoy ordenando por el, solo hago espacio. Observo que tiene linda letra.
Abro el tercer cajón para meter la última libreta que no encajó en los otros cuando veo su computadora. Vejestorio... Recuerdo que antes de acostarse el la estaba usando, parecía medio perdido, ¿todavía no aprendió a usar estas cosas? Tal necesite una pequeña actualización, puedo hacer eso, no por él. Sino porque no puedo estar en un lugar con algo así sabiendo que está presente aunque no sea mío. Y tampoco porque quiero revisar su historial de navegación para ver si míster perfección ve porno raro.
Abro la Notebook y levanto las cejas cuando veo una carta familiar escondida ahí. Es una de las invitaciones de la fiesta de mi padre, ¿Rogers piensa ir? La agarro y me doy cuenta que debajo de ésta hay otra carta, una con la inconfundible letra de Howard en ella.
¿Qué mierda?
***