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Locked away por Yeta

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Recuerdo que mis estudios no iban nada mal, pero tuve que interrumpirlos para ayudar a mi madre cuando ella enfermó y viviendo en plena época de la depresión no había otra opción que buscar desesperadamente de dónde sacar dinero para comer y, para mayor desesperación, medicamentos. Estudiar no era una prioridad.

Me gustaba la escuela, leer y educarme… el arte. Pero actualmente al parecer mi cerebro no está registrando la misma información a como recordaba que lo hacía antes porque definitivamente mis estudios están yendo de mal en peor.

Me siento tan perdido, ¿siempre hubo tantas asignaturas? Son una tras otra, tras otra y así sucesivamente hasta que siento a mi cerebro hacer cortocircuito. Juraría que hasta me sale humo por las orejas. Y mis compañeros de clase son otra historia, son tan distintos a mí. No logro acercarme a ellos, muchos me miran de lejos o hablan sobre mí a mis espaldas sin disimulo alguno, cosa que no me molesta ya que después de todo soy un chico que estuvo congelado por años y eso seguro da curiosidad. Cada vez que salgo de mi cuarto me siento aquel chico enfermizo y flacucho que era antes del suero, aun luego de convertirme en el que soy ahora no soy muy bueno en hacer sociales, en los únicos momentos en los cuales mis inhibiciones se esfumaban son durante las misiones.

Y al parecer no habrá misiones para mi si fracaso en esta Academia.

Aceptar el pedido de Fury ahora me parece una muy mala idea. No pertenezco a este lugar, tendría que estar instruyéndome en la situación de Hydra en la actualidad y ocupándome de ellos. Solo llevo un mes en Avengers Academy y Fury quiere que termine mi escolaridad antes de aceptar que vuelva a ser el Capitán América como lo era antes. Aunque por suerte al menos convencí al director de no enviarme más con la psicóloga que S.H.I.E.L.D. me había asignado cuando desperté.

─Muy bien chicos─ como siempre el doctor Pym hablaba sin despegar la vista de sus hologramas, no percatándose que la clase lo ignoraba olímpicamente ─En la pizarra dejé la lista de los alumnos que no están cumpliendo con el programa, a los que estén en la lista deberán ir a la biblioteca al finalizar las clases de hoy porque se les asignaran tutores.

No me sorprendió el encontrar mi nombre en esa lista. Lo que sí me tomó por sorpresa fue el que nos dividieran por grupos para conocer a los tutores. Clint Barton era mi compañero de estudios, jamás lo vi en ninguna de las clases que me asignaron.

En las demás asignaturas no me iba mejor, la verdad esperaba que eso del tutor ayudara. No quería fracasar en la escuela, tal vez no deseaba estar entre todos estos jóvenes o aprender algebra, pero tampoco fracasar. No me convertiré en un desertor solo porque no me va bien.

La biblioteca era demasiado enorme y realmente pensé que los libros debían de estar repetidos muchísimas veces como para llenar todas las estanterías. Me distraje un poco mirando algunos títulos, tenía ganas de tomar algunos libros para leer luego, de repente mi ánimo subió un poco, había olvidado que estaba un tanto desanimado y hasta presentí que este lugar sería uno de mis preferidos.

─¿Rogers?

─¡Sí!─ respondí con voz alta al gírame, ganándome de paso una mirada reprobatoria de una mujer que pasaba con un carrito lleno de libros. Me disculpé sonriendo un poco apenado y observé al chico que acababa de citarme.

─Hola, soy Banner. Tu tutor─ me dijo acomodándose los anteojos y mirando a nuestro alrededor. Su estatura es más baja que la mía y trae puesta una especie de bata como la que usa el profesor Pym ─¿Tu compañero Barton dónde está?

─Ehh… no tengo idea─ contesté un poco confundido por su mirada, parecía que debía de saber dónde se encontraba ese chico pero eso no era posible porque ni siquiera conocía su rostro.

─Bueno, no hay que desaprovechar el tiempo─ suspiró encaminándose a unas de las mesas para comenzar a estudiar ─. Revisé tus notas y los informes de desempeño que los profesores hicieron sobre tí, eres un desastre en casi todas tus asignaturas. ¿Con qué quieres comenzar?

Mi cara debió decirle que no tenía idea de con qué empezar ya que rápidamente se volvió a acomodar sus anteojos y esparció sus libros en la mesa para luego tomar una libreta en la que anotó algo. Ya podía sentir mis manos sudar. Seguramente comenzaría a bombardearme con información, cálculos y números, pero no fue así.

Banner resultó ser un chico tranquilo que, luego de decir que necesitábamos comenzar con lo básico, me explicó de forma mucho más sencilla cada duda que tenía.

─Muy bien, no eres duro para aprender solo necesitabas comenzar con lo básico─ asintió con la cabeza revisando los cálculos que me había dado para resolver. Es un alivio que piense así de mí ─Te daré unos ejercicios para que hagas después de clases mañana y una lista de los libros que quiero que leas en la semana.

─Ah… claro, entonces, ¿nos veremos…?

─Día por medio─ contestó agrandando el alivio que sentía porque por un momento pensé que estaría por mi cuenta nuevamente en esto del estudio y al parecer él lo notó porque escondió una sonrisa antes de agachar su cabeza para mirar dentro de su mochila ─. Pero si tienes alguna duda para los ejercicios puedes buscarme en el laboratorio del sector C.

─¡Gracias!─ maldición… levanté la voz otra vez y esa mujer que me mira de nuevo reprobatoriamente, creo que nos vigila de más ─Lo siento.

─Está bien, es bueno ver que estas tomándote esto en serio─ esta vez sí sonrió abiertamente antes de levantarse y tenderme la mano ─Nos vemos, Rogers.

─Steve, por favor dime Steve─ sonreí apretando su mano. Bien, él era el primer chico con el que hablo desde que ingresé a la Academia, excluyendo a la señorita Hill que resultó ser algo así como la asistente de Fury en este lugar.

─Claro, tu puedes llamarme por mi nombre también. Hasta luego, Steve.

Me quedé un momento más en la biblioteca, Banner es un chico agradable a pesar de que no hablamos realmente. Su forma de explicar fue relajada y no se mostró molesto en ningún momento cuando me equivoqué o pregunté lo mismo más de dos veces. Ni siquiera me miraba como si fuera algo raro por ser quien soy. Sonreí pensando en que tal vez Bruce podría convertirse en mi amigo, estoy a gusto con su presencia.

Realmente me siento muy animado ahora, miré la hora dándome cuenta que ya era de noche y que a mi alrededor no había nadie en las mesas. Hasta la señora que antes me observaba ya se había retirado.

─Hora de irme─ hablé para mi mismo guardando mis cosas, había adelantado algunos ejercicios que Bruce me dio para hacer mañana y leí la lista de libros que dijo que tenía que leer. Miré las estanterías y pensé que lo mejor sería esperar hasta mañana para buscar esos libros, la bibliotecaria no estaba y tardaría toda la noche buscándolos.

Estaba por irme, constaté que no me olvidaba de nada en la mesa y me dirigí a la salida, cuando iba a abrir una de las puertas se abrió de golpe y casi terminé con la cara estampada con ésta si no fuera porque me aparté rápidamente.

Parpadeé sin moverme de mi sitio cuando me percaté que el chico que abrió tan brutamente era el mismo que vi aquel día que ingresé a la Academia, la copia de Howard. Seguramente se trataba de su hijo pero no podía evitar sorprenderme con el parecido, era como volver al pasado. Solo que este chico parecía usar las veinticuatro horas esos antejos oscuros porque cada vez que lo divisaba a lo lejos en la cafetería o por el campus los traía puestos, además que era más corpulento que su padre de joven.

─¡Brucie poo, ¿estás aquí?!─ gritó a todo pulmón haciendo que su voz hiciera eco en el lugar, se cruzó de brazos como esperando que la persona que buscaba apareciera pero frunció el ceño suspirando pesadamente ─¡Con un demonio, ¿dónde mierdas se metió?!

─¡Lenguaje!─ lo reprendí antes de poder contenerme llamando su atención. Él levantó una ceja mirándome de arriba abajo incomodándome un poco.

─¿Enserio?─ se rió sacándose los anteojos dejando ver sus ojos marrones y unas ojeras, tal vez por eso siempre los lleva puestos ─El Capitán Perfecto estudiando hasta tarde, ¿por qué no me sorprende?

─¿Disculpa?─ fruncí el ceño por la forma en la que me habló, su tono de voz no me gusto nada. Parecía como si le molestara y eso no era posible porque hasta ahora no habíamos hablado ni una vez.

─Tranquilo Capi-paleta─ me palmeó el hombro tan confianzudamente sonriendo, pero pude ver a través de esa sonrisa y noté que me veía como si de verdad le cayera mal ─Ejercitar la mente al igual que los musculitos que te traes es importante, lo entiendo. Aunque pensé que a Fury le convenía tenerte como su soldadito, hacer que tu cerebro acepte algo más que patriotismo barato y formas en la cual patearles el trasero a los enemigos debe ser algo arriesgado. ¡¿Qué tal si el Capitán América se revela ante el sistema ahora que sus neuronas se están activando?! Eso sí sería algo divertido de ver, Fury enloquecería…

─¿Tienes algún problema conmigo?─ lo interrumpí ya molestándome por ese tono sarcástico y lo que estaba insinuando sobre mi. Me trataba como si fuera un idiota, como si haber peleado por mis ideales en mi época haya sido algo malo o manipulado.

─No, claro que no. ¿Por qué tendría problemas con alguien tan perfecto?─ levantó ambas cejas sonriendo antes de alcanzar mi rostro con una de sus manos para darme unos golpecitos en la cara y así sin decir nada más se fue dejándome confundido por su actitud.

¿Qué le pasa a este chico?

***

Como supuse esta semana la pasé en la biblioteca (cuando no estaba en una de mis clases) y espero que cuando las actividades en la que se tengan que usar las habilidades físicas mi tiempo aquí sea más interesante. Todo se está volviendo monótono, se adaptarme a este nuevo ambiente en el que estoy viviendo y estoy intentando acercarme a los que son mis compañeros en repetidas clases. Bruce siendo mi tutor me ayuda a alcanzar el nivel que se supone que tengo que tener y por su casi imperceptible buen ánimo cuando mira los ejercicios que me da o le explico que fue lo que entendí de los libros que me pidió que leyera puedo relajarme un poco, al parecer no lo estoy haciendo tan mal.

Las clases no son difíciles como me parecían antes.

Intenté acercarme a algunos compañeros pero estos me ven como si les hablara el director, dan escusas raras para alejarse o cuando ven que me acerco se alejan antes de que pueda abrir la boca. Y hasta hay una chica que desde hace días noto que me mira desde lejos y cuando la miro ella me mira a los ojos, sonríe y se encoge de hombros siguiendo con su camino o con lo que sea que estuviera haciendo. Nunca llego a alcanzarla, no sé cómo lo hace pero desaparece y extrañamente sigo sintiendo que me mira aunque no logro divisar desde dónde.

Los jóvenes de esta época son muy raros. No solo por la forma en la que hablan usando términos raros para referirse a alguien o algo, reuniéndose en grupos escuchando música estridente desde esos aparatos o se comportándose libertinamente. Justamente ayer luego se salir de la biblioteca, siendo de noche, me encontré con una pareja besándose en uno de los pasillos cerca del área de los dormitorios masculinos. No tengo nada en contra de las muestras de afecto carnales entre dos personas que se aman, es normal, ¿pero enserio tienen que hacerlo donde cualquiera puede verlos? ¿No tendría que ser algo íntimo, privado? No distinguí quién era la dama que estaba prácticamente devorando la boca del chico y dejándolo calvo por cómo le sujetaba el pelo, fijé mi vista al suelo y seguí mi camino a mi dormitorio, que por cierto no comparto con nadie como lo hacen los demás.

Antes de dormir hago algunos ejercicios para poder gastar un poco de energía y lograr dormir sin problemas, igualmente nunca logro dormir más de las seis e inevitablemente tengo que hacer ejercicios matutinos en mi cuarto y salir al campo de deportes para trotar hasta que noto que los estudiantes están comenzando su día y me voy a las duchas para comenzar también mi día en la Academia.

Nada era diferente esta noche, cuando fui a las duchas para poder darme una buena ducha y poder acostarme y finalizar mi día me relajé completamente perdiéndome en los recuerdos de cómo era mi vida antes, de cómo extrañaba a mi madre y que aun no era capaz de hacer la pregunta a Fury de si sabían si ella seguía en el mismo lugar de sepultura o no. Tengo que ir a verla, pero aun no me siento totalmente estable como para hacerlo.

Tan concentrado estaba que no escuché que otra persona había ingresado al sector de la duchas hasta que cerré el grifo del agua y me dispuse a obtener mi toalla, la cual estaba siendo sujetada por unas manos pequeñas y femeninas que me la estaba alcanzando.

─¡¿Q         ué…?!

Me tensé al instante al ver a la chica que siempre me mira y que nunca logro alcanzar, estaba vestida con un pantalón corto negro y una remera amarilla con una cara sonriente de estampado. Ella es menuda, bajita y miraba hacia otro lado sonriendo con un leve rubor en las mejillas.

─Por favor tapate ahí abajo, es difícil no dirigir mi mirada hacía ahí─ se rió agitando la toalla que todavía estaban en sus manos, de inmediato la tomé para taparme avergonzado por la situación. Cuando fui reclutado en el ejercito me bañe junto a barios jóvenes y hombres de mayor edad, ser pudoroso era algo que se me quitó a la fuerza, pero aquí la situación es totalmente diferente.

¿Qué está haciendo aquí señorita?

─¿Señorita?─ ahora me miró el rostro ladeando un poco la cabeza. Su expresión no era burlona, pero si divertida por cómo me referí hacia ella ─Bueno, necesitaba hablar contigo sin miradas curiosas y oídos molestos. Mi amigo me dijo que siempre te escucha haciendo ejercicio hasta tarde y que luego te vas a las duchas, a esta hora nadie está por aquí, ¡así que es el momento perfecto! Quiero proponerte algo, te veo todos los días intentando acercarte a los demás sin mucho éxito y sé que no haces nada más que pasártela estudiando en la biblioteca cuando las clases terminan así que no tienes escusas para negarte.

─No sé quién eres─ omití el “señorita” ahora porque al parecer eso está pasado de moda o algo así. Ella levantó las cejas dándose cuenta que nunca me dijo quién era y extendió su mano dándome a entender que quería estrecharla con la mía y así lo hice.

─Janet, pero todos me conocen más como “wasp”─ me sonrió agitando mi mano enérgicamente.

─Steve Rogers─ Obviamente me conocía pero igualmente me presenté.

─Sí, lo sé. Todos lo saben, ¡el mismísimo Capitán América! Es increíble tenerte aquí y no digo de aquí en la Academia sino que aquí frente a mi desnudo─ se rió cuando seguramente mi cara comenzó a sonrojarse, sentí mi rostro caliente al escucharla recordando mi desnudez. Solté su mano suspirando incomodo ─Está bien, te doy una tregua. Vístete fortachón.

Casi como si fuera dada una orden dada por un superior fui a los vestidores y me vestí rápidamente, cuando estaba atando los cordones de mis zapatillas Janet apareció nuevamente.

─¿Más cómodo para hablar?─ asentí y de inmediato se acercó más sonriendo como si fuera su cumpleaños y recibiera un gran regalo ─Soy la presidenta del club de diseño y costura, sí, no miento así que no me mires así. Hay de estos clubes en la Academia porque no solo nos enseñan a ser buenos ciudadanos que usemos nuestros poderes, habilidades o lo que tengamos de especial para favorecer al bando de los buenos. También tenemos que aprender o guiarnos hacia algún oficio o pasatiempo porque no vamos a pasar las veinticuatro horas del día durante el resto de nuestras vidas pensando en combatir el mal, muchos saldrán de aquí reformados y elegirán seguir con S.H.I.E.L.D. o no, otros pensaran en formar una familia y actuar solo si se los necesita y algunos piensan mantener una… digamos que doble vida, ser un héroe por un lado y formar una familia por el otro. Por eso es necesario que aprendamos y busquemos algo que nos sirva para estar entre la gente normal, en mi caso es el diseño de modas…

Janet siguió hablando sobre lo que hace en aquel club y recordé que mucho antes de unirme al ejército había renunciado al arte, de vez en cuando si tenía un momento para descansar hacía algunos dibujos con lo que tenía a mano.

─…¿Qué te parece? ¿Puedes hacer eso?

─¿Qué?─ parpadeé y abrí la boca para disculparme por no prestarle tanta atención pero ella rodó los ojos y me golpeó con el puño en el pecho, casi ni lo sentí y por la forma en la que lo hizo el golpe no era dirigido hacia mí para golpearme realmente.

─¡Bendita sea América!─ Se rió viendo el lugar donde su puño chocó y no entendí por qué dijo eso ahora, pero no pregunté ─Antes de comenzar a hacer un vestido o cualquier prenda hay que hacer un modelo en papel, no muchos son buenos dibujando y a mí me da pereza hacer los dibujos antes de comenzar a crear la ropa. ¡También hacemos los trajes de algunos! Por lo que sé eres bueno dibujando y te vez solitario así que ayudémonos mutuamente, yo te describo lo que quiero que dibujes, ayudas de paso a los demás con sus obras, y comienzas a socializar con los miembros de mi club para que los chicos comiencen a perderte el miedo. Además que si todos se enteran que el Capitán América está en mi Club tal vez haga que algunos chicos se animen a unirse, malditos machistas.

Estar en un grupo, Club, de costura o algo así se me hacía que era algo a lo que solo asistían mujeres. Pero por lo que pude observar desde que estoy aquí es que las mujeres y hombres se mezclan en los campos del otro, así que no creo que sea buena idea que diga que me parece que no debería estar en un grupo que hace ropa. Después de todo durante mi adolescencia por mi poca disponibilidad física no podía hacer trabajos de fuerza como los demás jóvenes que se las rebuscaban para traer dinero a su hogar, gracias a mi madre conseguí trabajos que eran considerados solo para mujeres como el de cuidar niños. Me gané muchas burlas y palizas por aquello, pero no me arrepentí nunca porque en sí no creía hacer nada indebido.

─También, cuando rompas el hielo… olvida eso ultimo, cuando entres en más confianza podemos usarte como modelo para algunas prendas. No tenemos muchos modelos hombres porque ellos mayormente van a ligar cuando se los pedimos, pero tú eres demasiado chapado a la antigua como para pasarte de listo y tu cuerpo es perfecto. Te estuve mirando un poquito mientras te duchabas y tengo que decir que tu retaguardia es mortal y…

─Oh Dios…─ me llevé ambas manos al rostro esta vez mi cara definitivamente ardía. Janet se rió con fuerza por mi reacción.

─Que tierno eres, ¿lo ves? Otros chicos estarían intentando sacar ventaja de esta situación. ¡Eres perfecto! Entonces, ¿Qué dices? ¿Aceptas?

Sinceramente no se si es buena idea o no, Janet se ve como si no aceptara un no como respuesta y no estoy seguro de si quiero estar en un Club de ese tipo.

─Janet, yo…

─¡Bien! ¡Sabía que aceptarías!─ aplaudió triunfante aunque no acepté ─Mañana no te toca ver a Bruce así que iré por ti cuando tus clases terminen para llevarte al Club y que conozcas a las demás. No pensaba decírtelo para no espantarte, pero que importa, estas dentro y sin retorno. Desde hace días estoy pensando en modificar tu traje, modernizarlo más que nada. ¡El Capitán América necesita nuevo vestuario!

Janet toda sonrisas me palmeó el hombro y me guiñó el ojo antes de salir de los vestuarios. ¿Acababa de coquetearme?

Me quedé solo en los vestuarios pensando en si debía rechazar o no la propuesta mañana cuando ella fuera a buscarme. Al final decidí pensarlo detenidamente luego de dormir como es debido. Caminé llevando mi bolso con mis cosas sobre mi hombro sin esperar cruzarme con nadie por los pasillos de los dormitorios, preguntándome si Janet no tendría problemas si alguien la ve saliendo de este lugar. Después de todo sigue siendo una chica que sale a altas horas de la noche de los dormitorios masculinos, cualquiera podría pensar cosas equivocadas.

Cuando llegue a la puerta de mi dormitorio escuché unos pasos cerca y me giré para ver al hijo de Howard acercándose mientras bostezaba y estiraba los brazos hacia arriba perezosamente. Su ropa estaba desarreglada, el pantalón estaba desabrochado y por sabrá Dios qué no se le caía y su cabello estaba desprolijo, como estaba estirando sus músculos mientras caminaba pude divisar unas marcas en su cuello haciendo que me diera cuenta del porqué de su aspecto. Él se detuvo frente a la puerta del cuarto vecino al mío y me miró dándose cuenta de que alguien lo observaba. Esta vez no llevaba aquellas gafas y podía ver su mirada cansada, como si no durmiera demasiado.

─Hey mirón─ levante una ceja por el término “mirón” pero no llegué a preguntarle por qué me decía así. Stark abrió la puerta de aquel cuarto y sin importarle la hora que era la cerró de un portazo que habrá despertado a más de uno.

Desde nuestro encuentro en la biblioteca presentí que no me caería bien, su forma de hablarme antes y ahora creo que me hace olvidar aquellas ganas que sentí cuando Fury me propuso lo de ingresar a Avengers Academy diciéndome que el hijo de Howard asistía aquí, una conexión con mi pasado. No voy a pensar más en Stark, al menos no en este Stark. Seguiré mi camino sin buscar a nadie que me recuerde lo que antes tenía, a la gente que me acompañaba en el pasado.

Tal vez acepte la propuesta de Janet.

Notas finales:

Holis… primer capítulo narrado por un muy perdido Steve, el próximo es de Tony.

Por cierto, Janet es la mejor amiga de Tony y Bruce también es su amigo así que Steve tiene más conexión con Stark de la que pensaba XD

¿Les gusta o molesta los adelantos?

***Adelanto***

Janet es una perra malvada cuando se lo propone. Se supone que es mi amiga, pero solo porque tal vez ligué con algunas chicas de su Club causando alguna que otra pelea entre ellas por unos malentendidos se enfadó conmigo y buscó a otro “ayudante”. No que me molestara librarme de ayudarla a incluir las armas y demás artefactos que nada tienen que ver con la moda a los trajes que se diseñan en su Club para los agentes y chicos que van con ellas para que los ayuden con sus trajes. Lo que me molesta es que específicamente haya ido en busca de él para remplazarme.

Tuve que enterarme al verla arrastrando con mucho animo a un incomodo Capitán América por los pasillos llamando la atención de todos. Tengo que soportar que Bruce se la pase con esa rata de laboratorio y que al parecer (aunque no me dice nada) disfrute verdaderamente siendo el tutor del cabeza hueca y ahora también mi jodida mejor amiga está interesada en él.

Rhodey puede ver hacia donde van mis pensamientos y frunce el ceño apretando mi hombro con su mano. Había olvidado que me sacó a rastras del taller para que asista a alguna de las clases que me aburren hasta la medula.

Déjalo en paz Tones.

Sí, claro. Lo que tu digas amigo.

***         

…Sus cosas son tan anticuadas que hace que mi momento stalker pierda fuerza. Su ropa, muebles, decoración, ¡todo grita anciano! Empiezo a pensar que es una pérdida de tiempo cuando diviso el borde de un cuaderno bajo su almohada.

¿Qué haces? Mierda… no lo escuché entrar. Sus ojos van directamente al cuaderno que tengo en mis manos. Se ve tenso pero aun así se acerca a mí y me quita el cuaderno frunciendo el ceño No vuelvas a tocar mis cosas, Stark. Lárgate de mi cuarto ahora.

Si fuera una persona normal haría caso a mi instinto de conservación y me alejaría de alguien que de un solo golpe puede matarme, pero no lo soy.

***Fin de adelanto***

Esto recién empieza y sí, es un Stony, pero no esperen que se enamoren a primera vista o por discutir las primeras veces jaja

Gracias por leer!!! Besos!


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