Capítulo 26: El Tesoro de Akashi.
Tai permanecía semiconsciente en la parte trasera de la camioneta, el pequeño niño sentía que le era imposible hablar, levantarse o hacer cualquier movimiento. El solo tener los ojos abiertos ya representaba un gran esfuerzo, afortunadamente para el con eso pudo comprobar que su hermano estaba a su lado el cual si estaba inconsciente, aparte de eso noto que estaban en un lugar completamente desconocido, todo el fondo era negro de forma que no había nada que pudiera identificar realmente, no había ventanas por lo tanto no forma de escapar y aun si las hubiera no podría levantarse ni sacar a su hermano, aun así con las pocas fuerzas que tenía trato de llamar a su hermano.
-Dai…hermano…Dai…despierta…Dai… ah…
El pequeño no consiguió despertar a su hermano y solo se dejó llevar por el sueño de nuevo, retomando la conciencia en algunas ocasiones de forma intermitente. Pese a todo, su mente era un caos, pues no lograba comprender lo ocurrido hacia poco.
El y su hermano estaban en la habitación de su tío cuando una repentina agitación en la parte de afuera llamo su atención, vieron a su tío ser dominado por un desconocido que fácilmente lo dejo en el suelo y procedió a amarrarlo, luego de eso puso sus ojos sobre ellos dos, los pequeños asustados volvieron al cuarto apenas consiguiendo cerrar la puerta. Aunque hicieron lo imposible para evitar que el sujeto lograra abrirla no estaban logrando nada, solo esperaban que esos dos grandes llegaran pronto para ayudarlos, pero en poco tiempo y como ellos temían el sujeto logro forzar la puerta y entrar a la habitación. Ambos comenzaron a lanzarle todo lo que tenían cerca mientras el sujeto se acercaba a ellos, al verse acorralados en una esquina ya no hubo más que pudieran hacer, el sujeto pronto los tomo y coloco un trapo con una sustancia extraña que puso en el rostro del moreno y dejo a Dai rápidamente en la inconsciencia. Tai por su parte observaba con temor todo lo ocurrido y trato de escapar una vez más siendo detenido por uno de sus brazos, sin embargo el pequeño era muy revoltoso consiguiendo evitar que le colocara el trapo en muchas ocasiones, finalmente cuando noto que no podía evitarlo más lanzo un fuerte grito esperando que llegara la ayuda, para su desgracia solo sintió como sus parpados se volvían pesados y empezaba a dormirse.
Aun así el niño había logrado retrasar al hombre quien no perdió tiempo y los llevo hasta su vehículo, lo que este no sabía era que por el mismo tiempo que tardo en controlar al pequeño pelirrojo la sustancia que coloco en la prenda ya no era suficiente, por eso este no estaba del todo dormido como el otro hermano. Tai sintió cuando el transporte avanzaba y escucho los gritos de aquellos dos sujetos a los que tanto odiaban. Por primera vez en su vida, en verdad deseo que ellos les salvaran, pero conforme sentía el vehículo avanzar, las voces de los gritos se acallaban.
El resto del camino transcurrió con tranquilidad, solo escuchando el sonido de otros automóviles, cuando finalmente sintió que se detenían también estaba recuperándose de los efectos del líquido, al punto que logro incorporarse un poco. Escucho al sujeto bajar del auto y se hizo el dormido para evitar que le pusiera más de esa sustancia. Las puertas traseras se abrieron mostrando ahí a un joven que observaba a los pequeños.
-Vaya que me dieron problemas enanos. Pero no importa, bien será mejor que me dé prisa, quiero acabar con esto pronto.
Tomo a ambos niños sin imaginar que el pelirrojo estaba despierto, entro en su residencia más no a la casa principal, sino a un pequeño cobertizo al lado. Abrió la puerta mostrando una escalera que iba hacia abajo a la oscuridad, descendió con rapidez, sabía que nadie podría verle gracias al muro que rodeaba la casa, más igual quería evitar las vistas de curiosos, ya abajo abrió una puerta que daba a un pequeño cuarto de concreto, coloco en el suelo a los niños y procedió a salir, solo dando un último vistazo antes de cerrar la puerta con llave. Tai se aseguró de esperar que el sujeto saliera por completo antes de levantarse, en cuanto escucho la puerta principal cerrarse, se levantó aun con dificultad por los efectos del líquido y fue directo a con su hermano.
-Hermano, hermano, hermano despierta.
-Mmmm…
-Dai, por favor, despierta.
-Ah… ¿Tai?...
-Qué bueno estas bien.
-Tai… ¿Dónde… estamos?...
-No sé, ese tipo nos atrapo y nos encerró aquí.
-¿Y tío?
-No lo sé.
-¿Papi?
-Tampoco lo sé.
-…mmm…ag…extraño a papi…
-Yo también hermano, yo también.
El pelirrojo consoló a su hermano menor acariciándolo mientras observan el cuarto, no había ventanas, ni ductos de ventilación grandes por donde escapar, solo algunos tubos pegados a la pared, estaban totalmente atrapados. Tai solo esperaba que fuera lo que fuera a pasar, esos sujetos consiguieran llegar antes, pues aunque era muy pequeño y joven, entendía que ese tipo que les tenía encerrados, algo malo planeaba hacerles. Los dos pequeños querían empezar a llorar mas no había nadie que consolara sus lágrimas, estaban solos en un lugar desconocido y la persona que más amaban en el mundo, su padre, no podía venir a ayudarles.
-Tranquilo hermano, voy a cuidarte hasta que la ayuda llegue.
-¿Quién va a venir?... Papi no está… tío Ogiwara fue lastimado… estamos solos.
-Tal vez…ellos nos ayuden.
Fue lo que dijo el pelirrojo mirando al techo, lo que el pequeño no se daba cuenta era que había una pequeña cámara oculta en la pared por la cual estaban siendo observados.
-Parece que esos dos niños ya están de pie. Bien no importa, de cualquier forma nadie podrá escucharlos mientras estén haya abajo. Me pregunto si ya será buen momento para hablarle a ese tipo, dijo que esperara hasta cierta hora, pero ya los tengo aquí. Bah, esperare mejor a que me contacte el, iré por algo de comer antes.
Hanamiya dejo la computadora esperando que la llamada por parte de Akashi no tardara demasiado. Entre tanto en el edificio, el pelirrojo estaba admirando su paquete recién llegado.
-Tetsuya…
-(¿Akashi?).
-Ha sido un largo tiempo desde la última vez que nos vimos.
-…
-Tranquilo, pronto entenderás todo, pronto todo será como siempre debió haber sido, solo mantén la calma.
-…
-No te angusties, no te hare daño, nada de eso, yo te…
Rápidamente la tapa de la maleta se cerró ante su cara y vio los cierres cerrarse rápidamente frente a sus ojos. Tardo un segundo en entender lo que pasaba para después voltear a ver muy molesto a Kise.
-¿Qué crees que estás haciendo?
-Lamento la brusquedad señor Akashi, pero me temo que se estaba quedando absorto viéndolo, era como si estuviese en otro mundo y para mi desgracia sucede que yo no tengo todo el tiempo del mundo para quedarme a ver su ansiado reencuentro.
-Ah comprendo, se a lo que vas con todo esto. El dinero.
-Sí, el dinero, aquello que mueve mi mundo. Así que si pudiéramos empezar con mi transacción por favor.
-Bien supongo que no hay problema, es justo, después de todo me has obtenido lo que deseaba.
Akashi fue hasta su escritorio siendo seguido por Kise quien se quedó del lado opuesto, el pelirrojo saco un buen fajo de billetes y lo coloco en el escritorio frente al otro.
-Aquí tienes, es justo lo que acordamos, 150,000 dólares. Más de lo que se paga por un doncel promedio.
Kise tomo el dinero, observándolo con cierta intriga, rápidamente movió sus ojos de una dirección a otra pensando en algunos asuntos, su comportamiento no pasó desapercibido para el otro que noto la actitud extraña del rubio.
-¿Qué?
-Sabes, ciertamente me has pagado mucho más que otros clientes pero…
-¿Pero?
-He tenido que pasar por muchas dificultades para obtener a este chico y siendo franco, siento que no me estas pagando lo suficiente.
-No seas avaro, te estoy pagando más que nadie.
-Si pero, tú tienes dinero y yo quiero más dinero.
-Déjate de juegos y lárgate.
-Mmm no yo creo que no, mira en este momento me sería muy fácil soltar a Kuroko, abrir esa puerta y gritar a los cuatro vientos frente a todas esas personas que tenías a este chico aquí.
-¿Sabes quién soy? Nadie te creerá nada.
-No estaría tan seguro, pues tengo grabados en el teléfono y la computadora todas las conversaciones y mensajes, con oprimir publicar, saltara a la vista toda la información, demostrando que tú fuiste quien planeo todo esto.
-Te delatarías a ti mismo con eso.
-Para nada, ¿Sabes cómo he logrado hacer esto por tanto tiempo? Se cubrir muy bien mi rastro, si publico esto mi información se cambiara automáticamente y todo lo que me implique será eliminado o modificado, en cambio tú serás más que evidenciado y podrías terminar perdiendo todo lo que posees, todo lo que te ha tomado mucho tiempo conseguir, o… podrías pagarme más, evitando problemas, investigaciones y una segura sentencia en prisión.
-Ryota…
-Si lo sé, soy despreciable, pero no más que tú. Entonces… ¿Tenemos un trato?
-… ¿Cuánto deseas?...
-Ya hablamos el mismo idioma, bueno creo que por todo lo que he tenido que pasar lo justo sería recibir, otros 150,000 dólares.
-Debes estar bromeando.
-Quizá, ¿Crees que las personas en recepción piensen lo mismo?
-…Te daré el dinero.
-Es una cantidad grande, deposítalo en mi cuenta ahora o si no, Tetsuya será libre, lo cual no deseas.
Akashi había subestimado a Kise, desde que lo contrato le pareció solo un rubio idiota con excelente suerte en su trabajo, pero estaba equivocado, ese chico era todo un genio, no por nada siempre ocultaba a la perfección su rastro. tras unos minutos, mostro en su computadora la transacción completada, hecha ante la más absoluta discreción, evitando que el dinero utilizado se notara ausente en sus cuentas.
-Ya está, tienes el dinero.
-Muchas gracias señor Akashi, ha sido un placer hacer negocios con usted. ¿Desea que esconda su paquete en algún lado de la habitación antes de retirarme?
-Déjalo ahí, yo mismo me encargare de él.
-Bien, como usted desee y ya sabe, si alguna vez requiere mis servicios de nuevo o tiene algún conocido rico que este tras un inocente chico, puede llamarme.
Kise se dio vuelta deteniéndose un momento junto a la maleta donde seguía encerrado el chico.
-Adiós Kurokocchi, te deseo lo mejor y para serte sincero no mentía cuando dije que me agrado conocerte, en verdad eres una buena persona. Sé que tu nuevo dueño, sabrá cuidarte.
Kise continúo su camino mostrando una sonrisa, saliendo de la habitación dejando a esos dos en el lugar. Akashi no perdió el tiempo y fue hasta donde la maleta, acaricio un poco el equipaje sabiendo la preciada carga que llevaba dentro, un tesoro más valioso que cualquier otro, un tesoro que por fin seria solo suyo como siempre debió haber sido.
-En aquella ocasión te dije que te escondería en mi maleta, pero no esperaba que fuera de este modo. De cualquier forma, finalmente estaremos juntos Tetsuya, pero ahora debo asegurarme de que no habrá más inconvenientes.
Akashi saco un control de su bolsillo con un único botón azul, al oprimirlo abrió una puerta oculta en la pared tras es el escritorio, llevo la maleta consigo para luego cerrarla nuevamente evitando ser descubierto, lo que el empresario no sabía es que la puerta principal no había cerrado por completo tras la salida de Kise y un par de ojos alcanzo a observar ese último acto. El pelirrojo llevo su preciado tesoro hasta la habitación oculta y después abrió nuevamente el maletero deleitándose ante la vista de su chico atrapado. Ayudo a Kuroko a salir del pequeño espacio y lo condujo con cuidado hasta un asiento, el joven padre aún estaba bajo los efectos de la droga que Kise le puso, por lo que no podía liberarse aun. Akashi lo coloco en el asiento, le desamarro las manos y pies, pero antes de que el otro pudiese alegrarse noto que ahora le estaba colocando grilletes para evitar su huida. Solo al cerciorarse de tenerlo bajo control, el de ojos bicolor quito con sumo cuidado la cinta de la boca de Kuroko.
-Shhh tranquilo mi amor, no pasa nada.
-… ¿Akashi?...
-Qué alegría que me recuerdes precioso, eso prueba que nunca podrías alejarte de mí, estamos destinados a estar juntos.
-… ¿Por…que?...
-¿Por qué? Pero si eso es bastante sencillo, porque te amo, así como sé que tu también me amas.
-Yo…yo…
-No tienes que decirlo, sé que me amas con la misma intensidad que tengo yo hacia ti.
-Yo…yo no…
-Shhh, tranquilo, no pasa nada mi dulce Tetsuya. Solo guarda la calma, pronto te explicare todo en calma, veras que harás lo correcto al quedarte conmigo, pues voy a cuidarte de toda la maldad de este mundo, maldad como la de esos despreciables que te hicieron tanto daño hace varios años atrás.
-Aomine-kun, Kagami-kun…
-Ni los menciones, ¡Nunca los menciones de nuevo! Ellos no importan, solo importamos nosotros dos.
-Yo…
-Deberás disculparme un momento, debo preparar todo para una video llamada, en breve estaré contigo de vuelta. Solo aguarda aquí, aunque… no es como que tengas otra opción.
-Ag…
-Mi Tetsuya… finalmente estamos juntos y nunca te dejare volver a irte.
Akashi levanto el rostro de Kuroko con una de sus manos y comenzó a acercarse lentamente al contrario, tras unos segundos aterradores que parecieron eternos para el menor, el pelirrojo le planto un suave beso que hizo abrir por completo los ojos al contrario. No podía hacer nada para evitarlo, así como la intromisión de la lengua del contrario en su cavidad jugueteando con la lengua propia, tras unos momentos más el mayor término el beso y al separase mostro una sonrisa maliciosa, sonrisa que asusto aún más al menor. Tras muchos años, Akashi Seijuro había triunfado, pues Kuroko Tetsuya por fin era suyo, tal como siempre debió haber sido y ahora se aseguraría de que por ninguna razón se alejara de el nuevamente. Se retiró un poco, tomando su celular para realizar la llamada mientras iba por unas cosas.
-Hola Hanamiya, espero que tengas todo listo, pues ya tengo mi preciado tesoro conmigo, hay que comenzar a dar pie a la fase final del proyecto. Debo asegurarme de que Tetsuya no piense en alejarse de mí jamás, ahí es donde entras tú.
-Felicitaciones por usted, ¿Cuándo quiere que empiece con la otra parte de mi trabajo?
-De inmediato. No pierdas más tiempo y prepara todo, en unos instantes Tetsuya entenderá porque no debe alejarse de mí jamás.
Continuara…