- Y bien ¿como es tu hermano? - le pregunté a Jungkook una vez SeokJin se despidió de mi alegando que tenia clases, no sin antes acordar volvernos a ver a la hora del almuerzo de mañana para seguir hablando del tema.
- No sé, no me acuerdo de él - Kook suspiro desganado, dejándose caer sobre la silla de castigo al lado de mi. Si, me castigaron y dieron un reporte por no prestar atención a clases, cosa que no fue culpa mía pero no me puedo enojar con Jungkook, aun es un niño después de todo.
-Que?!? - elevé mi voz 3 octavas por la sorpresa, ganándome una mirada extrañada de mis compañeros de castigo. Susurré un "lo siento" a los demás alumnos y me volteé hacia Jungkook, el cual me sonreía apenado y se rascaba la parte trasera de la nuca - ¿Como es posible que sepas que tienes un hermano si ni siquiera lo recuerdas? - dije con la voz mas baja que podía, si el maestro me atrapaba de nuevo, suspensión segura.
- Es solo un sentimiento, como cuando algo te falta, tienes la palabra pero no la imagen, se que tengo un hermano y que murió conmigo en aquel accidente pero por mas que pienso no logro divisar su apariencia en mi cabeza - se agarro de los cabellos y empezó a tirar de ellos - es tan frustrante - dejó caer la cabeza sobre la mesa, provocando un ruido seco el cual, claro esta, solo yo pude escuchar.
Bien, ahora estaba en un conflicto. Por un lado tenia que ayudar a Jeon Jungkook a encontrara su hermano perdido, del cual no se acurda ni del rostro, y por otro lado, Kim SeokJin, un chico al cual los rumores persiguen, me ha pedido ayuda para contactar con un conocido suyo fallecido.
-Pero... ese SeokJin... - Jungkook se apoyo en sus brazos y miró a la nada - cuando lo vi, tuve una extraña sensacional familiar con él, como si lo conociera de algún lado - suspiró
El castigo tremió y pude retirarme a mi casa, donde seguro me esperaba otro regaño, pero ahora, por parte de la Sra. Park.
Suspiré al momento de entrar a mi casa, ahí estaba la Sra. Park, esperándome sentada en el sillón, con los brazos y piernas cruzadas.
- Jimin... - ahí vamos regaño, ven a mi.
Después de la reprenda que la Sra. Park me dio, y los tres días de castigo sin celular, ni laptop, me deje caer en mi cama, exhausto del día tan pesado y extraño que había tenido hoy. Cerré los ojos, pensando un poco en lo que haría a continuación, repentinamente la imagen de SeokJin apareció y una sonrisa se dibujo en mi rosto. Kim SeokJin, demasiado misterio lo rodeaba.
- Intento de suicidio - suspiré recordando uno de los rumores. Fruncí un poco el ceño, tratando de figurar cada facción de su rostro, uno que por cierto era hermoso. Grandes ojos castaños, una pequeña y respingada nariz, labios rosados y abultados - y ahora un intento de suicidio - repetí. Claro, no sabia si este rumor era cierto, al rededor de SeokJin había tantos rumores, unos locos y otros incluso mas alocados; pero no era como si pudiera preguntarle directamente si este era verdadero.
Sacudí la cabeza tratando de borrar cualquier pensamiento sobre ese tema, no era algo que me concerniera.
-Hyung - una voz me sacó de mi ensoñación. Abrí lentamente los ojos para divisar a Jungkook inclinado sobre mi, demasiado cerca. Con un gruñido lo aparte, empujando mi mano sobre su cara.
- Espacio personal Kook, espacio personal - me senté en la cama, tallando levemente mis ojos
- Lo lamento - dijo para luego dibujar una mueca en su rostro - Es que solo te la pasabas suspirando una y otra vez "intento de suicidio" "intento de suicidio" - hizo la voz mas chillona que pudo, tratando de imitar mi tono de voz.
- Hey! Yo no hablo así - le lance una almohada, claro, olvidando que esta traspasaría por su cuerpo, cayendo del otro lado de la habitación, llevándose consigo un lampara de vidrio, la cual se rompió en mil pedazos al caer. Genial, otro regaño.
- Hyung, últimamente he pensado que tienes muy mala suerte - se carcajeó, agarrándose el estomago por tanta risa. Me golpee una y otra vez mentalmente por haber decidido ayudar a este chiquillo de Satán.
Las risas duraron un poco mas hasta que de pronto todo se volvió silencio, levanté la vista para mirar directo a Jungkook, el cual me regresaba la mirada, su expresión había cambiado y su sonrisa se había desvanecido. Justo como cuando me encontré con SeokJin.
- Hyung, ese tal SeokJin, necesito estar cerca de el - eleve levemente mi ceja ¿a que venia todo eso tan repentinamente?
- Jungkook, a cazo reconoces a SeokJin? - el negó con la cabeza, bajando la mirada y suspirando.
- No, es solo que... cuando lo vimos, sentí una sensación placentera al estar cerca de él, una calidez inexplicable - sonreí levemente, aun sin comprender el por qué, pero entendiendo la emoción.
-Haré lo que pueda, al fin y al cavo, prometí ayudarle con su favor. - la sonrisa de conejo regresó al rostro de Jungkook. Corriendo en mi dirección, lanzándose sobre mi cuerpo en un gran abrazo de koala. Dios, se sentía tan raro abrazar a un fantasma.
- Hyung, eres demasiado bajito - se quejó Jungkook.
¿Ba.. bajo? ¿Acaba ese niño de decirme bajito?
Bien, ya que Jungkook esta muerto, ahora me toca a mi mandarlo directamente al infierno.