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Lazos por Tina Black

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Notas del capitulo:

( v5;° v0;b2; v5;°) Disfrutenlo.

Contemplaba con gran admiración las hojas del árbol de cerezo cayendo a mitad de la noche un joven de cabellos negros con lentes, llevaba un kimono de color azul oscuro puesto. Sin darse cuenta alguien más lo estaba acompañando a apreciar tan maravillosa vista –Aun no ha llegado la temporada y sin embargo se ven increíbles... –El chico volteó a ver de quien era el dueño de aquella grave voz.

-Haruka-san... ¡Buenas noches! –Dijo mostrando una sonrisa.

-Buenas noches, Kimihiro-san... –Respondió Haruka con el mismo semblante –Veo que ya te sientes mejor, ha pasado un mes desde ese infortunio... ¿Cómo sigues...?

-Ya me siento mejor, todo se lo debo a usted...

-Jajaja... Puedes hablarme de tu, la verdad no hice gran cosa. El que ayudó fue mi nieto...

-... –Bajó la cabeza pensando en todo lo que Doumeki había hecho por el ese día –Fui un mal agradecido con el... Claro que le mostré mi gratitud por lo que hizo por mí, pero... Siento que no es suficiente...

-Eh notado que en estos últimos días has visto de una forma diferente a Shizuka... ¿Pasó algo entre ustedes...?

-Bueno... Sigue siendo el mismo impertinente y pedante de siempre... La verdad no ha pasado nada...

-Parece que no te has dado cuenta...

-¿Eh...?

-Lo vas a saber pronto... Jajajaja... Tienes mi bendición...

-Haruka-san... –Despertó de aquel sueño, levantándose de golpe del futón. –¿De que me habrá hablado exactamente...? –Se levantó de su cama y preparó sus cosas para tomar un baño. Estaba a vísperas de terminar el año escolar, así que decidió hospedarse durante esos días y la época de vacaciones en la tienda. Por supuesto fue una propuesta hecha por Yuko; salió de la habitación y mientras caminaba por el pasillo, se encontró con su jefa –Buenos días, Yuko-san. –Dijo alegre.

-Buenos días, Watanuki. ¿Cómo amaneciste...?

-Bien gracias, ¿qué vas a desear para desayunar hoy...?

-No me vendría mal unos biscochos... –Dijo esto sacando la lengua en señal de antojo.

-Es muy temprano para comer pastelillos ¿No crees...?

-Bueno, tú preguntaste que quería para desayunar... Pero si quieres puedes hacerlos más tarde. Sería bueno que hicieras arroz y pescado ahumado... Sobró un poco ayer...

-¿Un recalentado...? De acuerdo, no hay problema. Iré a arreglarme y en un momento haré la comida.

-Tómate tu tiempo. Yo iré a buscar el sake para acompañarlo. –Dijo divertida.

-¿Mas sake...? Ya bebiste demasiado ayer...

-Nada es demasiado cuando hablamos de alcohol... Por cierto...

-¿Si...?

-¿Verás hoy a Doumeki...?

-No me lo recuerdes... Ya pronto terminaremos el semestre, por lo menos déjame disfrutar algunos días sin ese engreído...

-¿En verdad es lo que piensas de Doumeki-kun...?

-... –Recordó el sueño que tuvo, sobre la pequeña charla con Haruka –Lo siento... Iré a bañarme. Permiso... –Dijo esto marchándose al baño; Yuko lo observó por un pequeño rato, tenía un presentimiento con respecto a los sentimientos de su ayudante.

-En verdad... No se ha dado cuenta... Espero y no tarde en descubrirlo... –Se fue a la bodega a buscar el sake. Una vez que llegó, encontró la botella, mientras la veía dijo –No sería mala idea invitar a Doumeki-kun. Me pregunto si...

Habían pasado algunos minutos desde que Watanuki regresó a la habitación para vestirse –Veamos... –Estaba poniéndose su camisa de la escuela y sostuvo un cuadernillo donde tenía su lista de pendientes –Parece que me tocará el aseo del aula... Estaré con Himawari-chan... Y... –Al recordar la existencia de su compañero se quedó callado, al recordar algo que tratase de Doumeki, ya sea algo pequeño o grande, su corazón no dejaba de latir. Era un sentimiento que no lograba comprender aun, no era como lo que sentía por Himawari, era más fuerte y sólo se hacía presente tanto al recordarlo como verlo; en un suspiro dijo –Doumeki... –Reaccionó y sacudió su cabeza para olvidar en lo que estaba pensando. Terminó de alistarse y fue a la cocina a preparar el recalentado para él y Yuko; una vez que ya terminó de hacer todo, llamó a su patrona y comenzaron por iniciado el desayuno –Llegaré tarde hoy... Me toca hacer el aseo en el aula... Disculpa...

-Está bien, yo entiendo... Si ves a Doumeki, y claro si puede hoy, llévalo a la tienda a pasar la noche con nosotros...

-¿Hay algo de lo que quieras hablar con él...?

-Bueno...  Hace tiempo que no lo veo.

-Sólo han pasado 3 semanas, no es mucho.

-Pensaba salir por unos días, tengo un encargo por parte de un cliente, es de otra dimensión... Y claro, no puedo dejarte solo con las niñas. Necesitaras ayuda extra para cuidar la tienda. Si viene, consideraré descontarlo de tu deuda... No pierdes nada...

-... –Dejó de comer para digerir las palabras de su patrona, le estaba ofreciendo una oferta que no podía dejar pasar, válgame la redundancia; tenía que pagar un precio del precio que tenia adeudado con el deseo que le pidió –Mmm... Mejor no te vayas.

-Debo hacerlo, no puedo ignorar la petición de un cliente... Sólo será este fin de semana. Anda, se te pasaran como agua... –Se miraron fijamente a los ojos –Sólo es el fin de semana... –Dijo esto último con su característica sonrisa.

-De acuerdo... Que mas da... –Dijo con gran pesadez.

-Es un buen chico... –Se levantó de la mesa con su plato en la mano.

-Espera, yo los...

-Está bien... Los dejaré en el lavabo, puedes lavarlos cuando regreses de clases... Yo me iré en la tarde con Mokona. Siéntanse libres de estar mi tienda. –Se fue a su recamara para alistarse dejando a Watanuki en la sala –No quiero que se quede solo

Watanuki se alistó para irse al fin al colegio. Fue a la habitación de Yuko para avisarle que ya se iba y después fue a la entrada de la tienda para ponerse sus zapatos y se marchó; estaba caminando entre las calles, estaba perdido en sus pensamientos, no sabía qué hacer una vez que Yuko se fuera dejándolo solo con... el... –Oye, es un poco temprano para ir a la escuela... –Al escuchar aquella fuerte voz regresó a su realidad y sin querer había parado a la calle d la casa de Doumeki –Ya que estas aquí, ayúdame con unas cosas y de ahí nos iremos...

-¡¡¡Doumeki!!! ¡Qué forma de saludar...!

-No tiene caso... Siempre estás en la luna... Acompáñame...

-¡Eres un mandón! ¡Por qué rayos te haría caso! –Doumeki agarró la mano de su compañero logrando que se callara; al ver la acción del peli castaño, Watanuki sintió una fuerte descarga en su corazón por la cálida mano de Doumeki –Es-espera... Alto... Doumeki... Yo... ¡Doumeki...!

-No vamos a tardar...

-¡No...!

-Otras veces me has ayudado... ¿Ahora qué te pasa...? –Por parte Doumeki tenía razón y pudo captar el cambio de humor de Watanuki, éste se soltó del agarre saliendo del patio de su compañero –¡Oye...! ¿Estás bien...? –Antes de decir más, Watanuki salió disparado del lugar para ir a la escuela –Ese idiota...

-¡¡¡Corre, corre, corre, corre, corre...!!! –Llegó en un tiempo record al colegio, se recargó en la barda del lugar y recapituló lo que acababa de hacer -¿Qué...? ¿Me está...? ¿Pasando...? Nunca me había paso esto con ese tarado... Debo tranquilizarme... A lo mejor y es... ¿Qué me está pasando...? –Hizo lo posible por dejar a un lado el tema y se dirigió a su salón de clase. Comenzó la rutina del día a día, el resto de los alumnos llegó, entre ellos Doumeki y Himawari.

-¡Watanuki-kun! –Watanuki volteó a verla y la recibió con mucho cariño.

-¡Himawari-chan! ¡Me alegra verte...! ¡Tanpopo, hola! –El pequeño canario apareció de repente aterrizando en el hombro de Himawari y respondió el saludo de Watanuki con un lindo canto, cuando se acercó Doumeki, la pequeña ave voló y cayó a su cabeza para acomodarse. Watanuki miró a Doumeki y nuevamente aquella descarga invadió su corazón, lo único que pudo hacer fue girar a otro lado, era una sensación muy extraña, no sabía si era desagradable, pero le dolía el pecho; pensó por un momento lo que temía que fuera ya que había experimentado eso la primera vez que conoció a Himwari, sólo que no fue tan grande aquella descarga, regresó a su asiento ignorando por completo a los muchachos. Clase por clase, hora en hora, minuto tras minuto, fue un dia eterno para nuestro joven de lentes quien intentaba hacer lo posible por evadir a su compañero de clase. Y por supuesto, Doumeki quería saber por qué demonios actuaba de esa forma con él, era nuevo en Watanuki, dicho asunto se arreglaría una vez que pudieran estar solos para poder discutirlo. Cuando por fin acabaron las clases, Watanuki fue a la bodega y sacó las cosas para limpiar el salón, llegó y vio a Doumeki sentado en una de las bancas.

-¿Y...? ¿Himawari-chan dónde está...?

-Kunogi salió antes, tenía un asunto pendiente en su casa, así que limpiará la próxima semana con el otro equipo...

-Eso significa qué... –Sintió como el mundo se le iba encima, no tenia escapatoria –Estaré contigo...

-Andando, mientras más rápido mejor –Iniciaron su tarea, por supuesto no fue mucho trabajo ya que no estaba tan desordenado el salón. Doumeki se puso a hacer a un lado las bancas para poder barrer, mientras que Watanuki acomodó una silla para subirse en ella y empezar a limpiar las ventanas; estaba tan distraído en sus pensamientos y se sentía tan incomodo sabiendo que estaba en compañía de su rival, fue tanta su desorientación que pisó mal la base del asiento y estuvo a un pelo de caerse, pero su compañero logró atraparlo justo a tiempo –Ten más cuidado... –Dijo Doumeki sosteniendo  Watanuki del hombro.

-Do-Doumeki... –Estaba completamente hipnotizado con la mirada de su compañero –Yo... –Por fin reaccionó y se dio cuenta de la situación y como acto seguido se posicionó y apartó a Doumeki de su lado –No tenias que hacerlo... –Dijo fingiendo molestia.

-Te ibas a caer...

-Bueno yo... Yo...

-Sólo ten mas cuidado, ¿quieres...?

-Gracias...

Terminaron tan pronto como pudieron con su deber y salieron de la escuela, ya era un poco tarde, iban caminado por las calles –Ah, cierto... Doumeki...

-¿Si?

-Yuko-san salió a hacer un encargo y no regresará hasta el lunes... Me pidió de favor que cuidara la tienda y también me dijo que si podrías ayudarme también...

-Más bien me pidió que te cuidara mientras ella no esté...

-¡No lo digas así, torpe...!

-Te quejas al igual que Nobita...

-¡Ya cállate!

-En ese caso, acompáñame a mi casa para empacar lo que necesitaré...

-De acuerdo...

-Sabes...

-Eh...

-Mientras esté empacando puedes agarrar lo que necesites de la cocina para la cena...

-¡No te haré comida...!

-Me gustaría un poco de curry...

-¡Eres un testarudo, no haré la cena...! –Fueron de camino a la casa de Doumeki, una vez que entraron, Doumeki llevó a Watanuki a su habitación para empezar a guardar lo que se pondría para el fin de semana.

-Siéntete cómodo...

-Está bien... –Watanuki se sentó en una silla que estaba junto a la ventana –No es necesario, tenemos batas y habitación de huéspedes...

-No quiero molestar...  –Decia mientras acomodaba sus playeras en la mochila.

-En verdad no es molestia... ¿Qué te gustaría para cenar...?

-Dijiste que no harías nada...

-¿Quieres cenar o no?

-... –Observó por un momento a Watanuki logrando que este se crispara un poco -...

-Ah, yo...

-Quiero takoyaki...

-¡Ah, maldito...! ¿Dónde conseguiré los ingredientes a esta hora?

-Puedes ver en mi cocina, mi madre no se molestará...

-Bien, si tu lo dices...

-Listo... Vamos a la cocina... –Fueron a la cocina y por suerte consiguieron algunos ingredientes para hacer la cena de esta noche. Salieron de la casa y se dirigieron a la tienda. Llegaron a su destino y al entrar fueron recibidos por Maru y Moro, quienes se acercaron para recibirlos con un abrazo.

-Supongo que ya se fue Yuko-san... –Dijo Watanuki quitándose los zapatos.

-¡Sí! Nos pidió que te dijéramos que durante su ausencia podrías tomarte el fin de semana libre. –Dijeron con perfecta sincronía las gemelas.

-Muchas gracias por avisarme, bueno, cuando regrese le haré un delicioso platillo...

-¡También dijo que fueras a comprar más sake para la semana!

-¡¿Qué?! ¿Y el resto de la bodega...?

-Jajajajajaja... –Se fueron a la sala corriendo sin decir mas.

-Aaaahhh... Maldición... Será cuando vuelva...

-Quiero comer...

-¡Silencio...! –Se levantó y fue a la cocina a preparar la comida, Doumeki lo acompañó –Si quieres puedes ir preparando la mesa... Tenemos un poco de pescado y arroz, ¿o vas a esperar a que prepare el takoyaki...?

-No me vendría mal algo de pescado...

-Bueno, en ese caso el takoyaki lo prepararé mañana...

-Oye...

-Mi nombre no es oye...

-¿Te pasa algo...?

-¿Por qué lo dices...?

-Actuaste muy raro esta mañana y en clases, estás ocultando algo...

-Si tuviera algo no te lo diría... –En esos momentos Doumeki estampó su mano en la pared de la cocina logrando aprisionar a Watanuki -¿Qué te sucede...? –Estaba un poco temeroso.

-Dime que es lo que te pasa... –Dijo con autoridad.

-... –Se miraron fijamente a los ojos.

-Te recuerdo que tú y yo compartimos el mismo ojo...

-... –Abrió los ojos al escuchar aquella oración.

-No sé que es, pero si es algo...

-Corta con eso... Eres un exagerado...

-Dime...

-... –Volteó a ver a otro lado, estaban tan cerca del uno del otro que hizo que esa fuerte descarga regresara a Watanuki –Sólo olvídalo, disculpa por lo de la mañana...

-No me moveré de aquí hasta que me digas que sucede...

-¿Por qué quieres saberlo...?

-Mírame... –Dijo con gran firmeza –Si hay algo que te moleste dímelo a la cara... –Watanuki no tuvo más remedio que volver a mirar a su compañero; pudo notar esos ojos caídos de color café oscuro que lo estaban observando, esa mirada, esos rasgos, lo hacían perderse, sabía muy bien lo que estaba pasando. Sabía perfectamente lo que sentía, pero su más grande temor lo hacía callar.

-Doumeki... –Unas lagrimas amenazaban con salir de sus ojos –Yo...

-... –Doumeki no sabía que decir, había acabado de hacer llorar a Watanuki –No era mi intención... Yo...

-Está bien... Tienes razón...

-...

-Verás... Hace poco... Me di cuenta de algo... Ese algo comenzó con hacer que me doliera mucho mi corazón, es una sensación tan bella, pero al mismo tiempo tan horrible... Y ese dolor aparece cuando te veo... Eh sido un completo cretino contigo y es algo que no me perdonaré nunca ya que tu has hecho bastante por mi... Te debo más que mi vida. Cuando pienso en ti, mi corazón está alegre, pero igualmente me duele... Es una enorme felicidad estar contigo, pero igualmente sufro... Es algo que había sentido ya antes; pero esto... Esto es muy diferente... Y por eso...

-...

-Doumeki... Tu... Tú me gustas mucho... –Las lágrimas salieron al fin. Trató de secárselas con la manga de su uniforme y miró de nuevo a Doumeki –Perdóname... Perdóname por no haberte agradecido por todo lo que has hecho por mí... Perdóname por molestarte con mis sentimientos... Sé que no corresponderán nunca porque... –Fue callado por un dulce y acogedor abrazo, sintió su cálido cuerpo invadiéndolo. –Lo siento...

-No... No tienes nada de que disculparte... ¿Sabías que el primero en enamorarse pierde...?

-...

-Y en esta ocasión es un empate... –Watanuki deshizo un poco el abrazo para poder ver a Doumeki.

-Doumeki... –Dijo en un susurro –Tu...

-... –Miró a Watanuki con una ligera, pero dulce sonrisa y contestó con un casto beso en sus labios, Watanuki respondió al beso, pasaron algunos minutos y se separaron para tomar un poco de aire; no podía creer lo que estaba pasando parecía como si se tratase de un sueño, era real, cada segundo que corría era real –Doumeki...

-También me gustas mucho... Watanuki.

-... –Abrazó a su compañero, éste respondió y se quedaron así por otro buen rato hasta que decidieron ir a la habitación en donde se quedaba Watanuki a dormir. Llegaron y se recostaron en el futón; estaban posicionados de lado a lado y mirándose el uno al otro. Como acto, Watanuki se acurrucó en el pecho de Doumeki y se abrazaron de nuevo -¿Cómo te gustaría que lleváramos esto...?

-A mi no me molesta si se enteran... Pero tú dime.

-Me agrada como nos llevamos, por ahora m gustaría comentárselo a Yuko-san... ¿Está bien...?

-Sí, no hay problema... Así que te gusta que te moleste. Por mi mejor...

-La verdad no sé cómo llevar una relación...

-Yo tampoco... Supongo que está bien como nos hemos llevado siempre, claro que con mas sentimiento...

-Sí, tienes razón... ¿Aun quieres cenar...?

-Prefiero disfrutar esto... –Se separó de Watanuki y lo acomodó boca arriba y Doumeki se levantó un poco para mirarlo mejor, colocó su mano en la cabeza de su compañero y Watanuki posó su mano en la mejilla de Doumeki –Eres importante para mi...

-También tu... Haré lo que pueda por ser el mejor y no cometer los mismos errores...

-Tú has hecho mucho por mi también... –Se inclinó para darle otro beso, Watanuki respondió a ese cálido beso y colocó su otra mano en el pecho de su amado, Doumeki hizo lo mismo y sin deshacer su beso, deslizó su mano lentamente al pecho y después al estomago de su pareja hasta que rozó con su entre pierna; al sentir esto, Watanuki se asustó un poco y desvaneció aquel beso para mirar lo que estaba haciendo Doumeki.

-Es-espera... Es muy pronto...

-Disculpa... Es cierto, me dejé llevar...

-Bueno, debo reconocer que se sintió bien, pero aun no me siento preparado para eso...

-Está bien, no hay problema... No voy a presionarte, lo haremos cuando te sientas  preparado...

-Gracias... Vamos a cambiarnos

-Bien... –Se levantaron y fueron al armario a sacar unas batas para dormir, Se recostaron nuevamente en el tufón de lado a lado y con esto se abrazaron de nuevo con tanta ternura esperando que por fin el sueño los invadiera.

-Ese dia... Nunca pensé que se hiciera realidad... -Watanuki se encontraba mirando desde la ventana de su apartamento –En este mundo no existe la casualidad...

-¿Sólo lo inevitable...? –Fue aprisionado por los brazos de su amante desde la espalda -¿Qué haces despierto a esta hora?

-Fui por un vaso de agua y me quedé un rato viendo la luna... Es muy hermosa, ¿no lo crees...?

-Cierto... Al verla me recuerda ese dia...

-A mi también... Estoy feliz de estar contigo... –En esos momentos Doumeki besó con mucha delicadeza el cuello de Watanuki y este sólo se dejó llevar para disfrutar de aquella muestra de cariño –Se siente bien... ¿Podríamos...?

-¿De nuevo...? –Dijo el peli castaño y continuo besando su cuello.

-Si... –Dijo en un suspiro.

-De acuerdo... Pero te lo advierto, no tendré piedad de ti esta vez...

-Haz conmigo lo que quieras... –Watanuki se dio la vuelta y se colocó de rodillas frente a su pareja y le bajó con lentitud su bóxer, y sin titubear comenzó besando el miembro de Doumeki, recorriendo cada parte hasta que por fin decidió lamerlo sin perder el ritmo.

-¿Cuando me darás la oportunidad de iniciarlo...?

-Un día de estos... –Dijo el peli negro y continuó con lo que estaba haciendo. Una vez que Doumeki se puso duro, Watanuki se lo metió a la boca e hizo movimientos suaves y lentos de vaivén. Doumeki estaba disfrutando lo que su querido amante le estaba haciendo, pero no hacia gran escándalo.

-Ven... –Dijo esto colocando su mano sobre la cabeza de Watanuki –... –Watanuki se detuvo y Doumeki aprovecho para sorprenderlo y llevarlo cargando hacia la cama. Lo recostó con sumo cuidado y se colocó encima de él y contestó con otro cálido beso, Watanuki respondió; Doumeki se acomodó para que sus hombrías chocaran entre sí frotándose, esto hizo que Watanuki sacara un gemido.

-Doumeki... Sigue... –Continuaron así y ya que Watanuki estaba preparado, Doumeki bajó hasta la entrepierna de Watanuki y se lo metió a la boca logrando que su amado se arqueara por el placer –Dou... Doumeki... Si... Ah...

-Te gusta...

-Si... Más... Por favor... Ah... –Lo levantó un poco y siguió con lo que estaba haciendo pero esta vez en la entrada de Watanuki –Ah... ¡Ah...! –Con sumo cuidado metió uno de sus dedos a la estrecha cavidad del peli negro -¡Dou...! Doumeki...

-¿Cuántos dedos crees que quepan...?

-No... Seas tan sucio... –Dijo con la cara sonrojada –Sólo... ¡Ay...! –Doumeki ya había metido el segundo dedo y en seguida el tercero –Sigue...

-¿Estás listo...?

-... –Asintió con la cabeza. Doumeki se posicionó para entrar; lo metió poco a poco consiguiendo así que su amado gimiera al sentirlo –¡Ah...! ¡Hazlo...!

-Nhg... –Hizo movimientos lentos.

-¡Aaah...!

-Parece que lo encontré... Ah... Ah... –Aceleró mas el ritmo haciendo las envestidas un poco más fuertes.

-¡Sí...! ¡Ahí...! ¡Más...! ¡Más...!

-¡Ah...! ¡Ah...!

-¡Doumeki...! ¡Sigue...!

-Wa... Watanuki... Te amo...

-También te amo... ¡Doumeki...! –Rodeo el cuello de Doumeki con sus delgados brazos y éste acomodó a su amado quedando sentados y continuando con sus envestidas –¡Dou... Meki...! ¡Creo...! ¡Ya no aguanto...!

-¡Resiste un poco más...! ¡Ah...! –Aceleró más y más las estocadas, logrando que Watanuki llorara por el dolor y el placer mezclados -¿Ahí...?

-¡Sí...! ¡Más rápido...! ¡Más...! –Continuaron así hasta que los dos llegaron al límite al mismo tiempo, logrando manchar el pecho de Doumeki. Con trabajos se recostaron en el tufón –Ah... Ah... –Al sentir que Doumeki iba a salir... –No, déjalo ahí...

-En... Ese caso... –Hizo unas ultimas envestidas en el interior de su amante hasta que finalmente salió por su cuenta; entre profundas respiraciones, Doumeki se levantó con un poco de trabajo para ver el rostro de Watanuki –Te amo...

-Doumeki... –Diciendo esto le dio un gran y profundo beso, un bello beso que duró más de cinco minutos, se separaron por falta de aire y se volvieron a ver  –Te amo... Doumeki... –Con esto se dieron un abrazo y se quedaron dormidos dando por terminada su gran noche.

Notas finales:

Por ahora es todo, no habia podido actualizar por falta de imaginación. Pero ahora que regresó a mi seguiré con el fic.


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