-¡Con esto aprenderás a no subestimarme, estúpida...! –Lanzó uno de sus ataques contra la chica.
-¡Señorita!
............................
Se escuchó como el pesado metal se impactó contra algo... No golpeó a la sacerdotisa... No, ella no lo esquivó... El resto de los presentes vieron con gran asombro y sin creerlo; una gran y extraña barrera estaba protegiendo a la bruja y fue tal el impacto del puño de Pearl contra aquella barrera psíquica que lo único que provocó fue la ruptura de la armadura que cubría la mano de este.
-¿Cómo es...? –Decía Krieg incrédulo ante la situación.
-¿Será usuaria de alguna fruta...? –Pregunto sobresaltado Carne.
-No lo creo... –Dijo atónito Patty.
-“Esa mujer no es cualquier persona... Es como si no fuera de este mundo...” –Pensó con gran admiración Zeff mientras veía a la chica.
-Tú sólo puedes mostrar esa patética fuerza contra quienes no lo merecen... –Dijo mientras observaba a su adversario con aquella fuerte y penetrante mirada y continuó –Lo único que todos ustedes han logrado es abusar y matar a inocentes... Y el único pago que hay para eso es su propia ruina... ¿Por qué prestarte atención...?
-... –Estaba completamente petrificado –Yo...
-Lo sabía... – A su alrededor salió aquel enigmático humo de la nada y los pliegues de su atuendo al igual que su largo peinado comenzaron a flotar. Lentamente se levantó de su silla y cada paso que daba Pearl retrocedía –No importa que tan fuerte seas o tu capitán... Todos caerán en el mismo abismo tarde o temprano...
-Maldita mujer insolente... –Respondió Krieg -¡Pearl!
-Señor... –Pearl volteo a ver asustado a Krieg
-Déjate de niñerías y destrózala... Nadie osa retarme nunca... Ni mucho menos insultarme... –Dijo con gran resentimiento.
-Tú te crees el mejor sólo por tener a un gran número de hombres que te siguen ciegamente... Ni siquiera los valoras... –Respondió la sacerdotisa
-ACABA CON ELLA –Gritó con gran odio.
Pearl dudó, pero no podía ignorar las órdenes de Krieg. Era mayor su temor por la ira de su capitán que por el desconocido poder de su adversaria; sin más que decir atacó. Yuko esquivó sin problema el golpe de su enemigo y de inmediato salió del restaurante esperando con calma a los invasores. Estos salieron de inmediato del lugar, Pearl salió de la multitud y fue directo con un ataque usando una de sus técnicas con el fuego contra Yuko. Ella sin inmutarse esquivó al pirata y usando un poco de su magia lo arrojó al agua. Los cocineros salieron para ver como acabaría el conflicto, entre ellos Zeff estaba perplejo no por lo que ocurría, si no por la presencia de la chica.
La chica estaba distraída, y Krieg aprovechó para atacarla por la espalda usando una de sus armas, pero antes de efectuar algún ataque fue interrumpido por Zeff recibiendo una de sus famosas patadas –Atacar a una mujer por la espalda... Es lo más bajo que eh visto... –Dijo volviendo a prepararse para atacar a Krieg.
-Maldito... Esta no es tu pelea...
-No dejaré que lastimes a esa mujer... Y tampoco permitiré que te lleves el barco... Ya una vez te derrotó Mil Usos... Ya no eres nada contra nosotros... –Dijo esto último con la intención de provocar a Don Krieg.
-No te desharás de mí así de fácil... Ese maldito mocoso me las pagará algún día... El y ese larguirucho... – Zeff se crispó por un momento ya que Krieg se refería a Sanji.
-Sé que esa Berenjena se sabe cuidar por sí mismo, pero te juro que si llegas a hacerle daño yo te...
-Claro... Eso ya lo veremos... Quiero ver su cara cuando vea que tomamos este restaurante... –Dijo con malicia el capitán y viendo con gran burla al chef.
-Me gustaría que no volvieras a molestarnos jamás...
-¿Ese es tu deseo...? –Interrumpió Yuko acercándose sin prestar atención la mirada amenazadora de Krieg contra ella –¿Y bien...? –Preguntó con una sonrisa.
-... –No comprendía lo que le había dicho -¿Deseo...?
-Mi trabajo es conceder los deseos de la gente... A cambio de algo del mismo valor... –Quedó frente a frente con Zeff.
-¡MALDITA! –Pearl salió del agua y preparó uno de sus ataques para impactar contra Yuko y Zeff -¡No te lo perdonaré...!
-¡Jefe...! ¡Huyan d ahí rápido...! –Gritó con desesperación Carne.
-No sólo los lastimará... También hundirá el barco... –Agregó Patty con impotencia.
-... –Miró de reojo a Pearl quien estaba arriba de ellos –Ya fue suficiente... Acabaré contigo... –Debajo de ella y de Zeff salió una barrera dejando ver en ella los símbolos de la luna y el sol. El chef estaba completamente impresionado por lo que estaba pasando, mientras que la bruja dimensional alzó sus brazos para efectuar su técnica –¡Kekkai...! –Al igual que la barrera que hizo anteriormente, logró quebrar el resto de la armadura del molesto subordinado –Odio a los hombres arrogantes... –Hizo otro movimiento con sus manos logrando efectuar un ataque contra Pearl, esta vez una gran ráfaga de viento lo arrojó contra el barco de la tripulación provocando un gran daño en el.
-¡EEEEHHHH...! –Todos a excepción de Krieg y Zeff se quedaron con la famosa expresión de los ojos salidos y la quijada abierta –¡Esto es increíble...! –Exclamó uno de los cocineros -¡Ella seria perfecta en nuestro equipo...!
-¿Sera acaso alguna usuaria de una Akuma no Mi...? –Preguntó con gran temor uno de los piratas. -¡El barco...! –Efectivamente, el barco de Don Krieg se estaba hundiendo poco a poco.
-¡Comete esto, maldita bruja...! –Krieg sacó una de sus armas, se trataba de una escopeta especial; Zeff intervino y logró detener las balas con un gran movimiento de pierna.
-Esto es entre tú y yo Krieg... –Dijo con gran heroísmo el ex pirata –Será mejor que la dejes en paz...
-¡Tu...! –Dijo con rabia el pirata.
-Ya sé lo que voy a pedir... –Dijo sin voltear ver a la sacerdotisa.
-¿Mmm...?
-Si es cierto que puedes conceder cualquier deseo... Quiero que esos idiotas dejen de molestarnos...
-¿Estás seguro...?
-Completamente... No te conozco, pero si pudiste calmar a ese monstruo, confío en ti... –Volteó a verla.
-De acuerdo... –Dijo segura de sí misma –Si no quieren que esto empeore más para ustedes, les aconsejo que vayan al barco... Además sus camaradas están ahí... –Dijo mirando de reojo a los subordinados de Krieg
-¡SI, SEÑORITA...! –Los piratas de Don Krieg no dudaron en las palabras de Yuko. Sin importar las condiciones en las que se encontraba el barco entraron.
-¡Oigan...! ¡Les ordeno que regresen aquí...! ¡No ha terminado...! –Estaba completamente ofendido el capitán. Sin pensarlo volvió a atacar contra Yuko y Zeff. Corrió tras ellos y sacó una de sus armas para intentar ganarles
-... –Esperaron a que se acercará un poco más a ellos –¡YA BASTA! –Gritaron al unísono y con una patada más otro ataque mágico hicieron volar al molesto pirata logrando hacer un aterrizaje en el dañado barco –Listo... Es hora de trabajar... –Yuko se volvió a preparar para cumplir el deseo de Zeff; el portal apareció debajo del barco, por la luz del sol y el reflejo del agua el portal resplandecía más de lo normal –Ahora lleva a estos intrusos lejos de aquí... Por los poderes que se me han otorgado yo ordeno que no vuelvan nunca a molestar este lugar... –El poder de la bruja dimensional hizo levantar con gran fuerza el agua, mientras el resto contemplaba la escena; apareció un gran torbellino de agua que rodeó al barco enemigo.
-¿Ese remolino no afectará en nada al restaurante...? –Preguntó Patty con algo de preocupación.
-No... Deben confiar en ella... –Respondió con firmeza el jefe.
-¡Ahora...! –El torbellino poco a poco fue perdiendo fuerza hasta que finalmente el agua volvió a la normalidad, pero esta vez ya no había rastro alguno del barco. -... –Bajó los brazos con un poco de cansancio y mirando al horizonte dijo –Ya todo acabó... ¡Esto amerita un buen trago de vino! –Gritó con gran emoción alzando el puño en señal de victoria.
-Muchas gracias... –Sintió una pesada pero cálida mano encima de su hombro, se trataba de Zeff –Hmm... Hmm.. –Carraspeó un poco la garganta –En verdad nos ayudaste mucho... –Ocultó un poco su rostro –Dime cual será el pago...
-Bueno... ¿Qué te parece si lo hablamos en la mesa...? –Entraron al restaurante junto con el resto de los trabajadores. Zeff y Yuko se sentaron en la mesa. En eso, Yuko tomó la botella de vino que le habían dado y bebió la botella como si se tratase de una simple botella de agua.
-¡OOOOHH...!
-... –Dejó de beber el licor y lo volvió a poner en la mesa –Es el mejor vino que eh probado en mi vida... –Dijo contenta.
-Ja... No durará ni un segundo... –Sentención Patty con gran seguridad. Los segundos pasaron y nada... –Bueno, le doy tres minutos... –Tres minutos pasaron... –Bue-Bueno... Yo...
-Patty... Ella nos derrotó... Déjalo así... –Dijo Carne resignado.
-Ustedes son muy graciosos... –Dijo la peli negra.
-Bien... ¿Cuánto quieres...? –Dijo Zeff.
-Yo no acepto dinero...
-¿Eh...?
-¿Qué me ofreces...?
-Mmm... ¿Qué te parece si te devuelvo el anillo y te pago con mas comida...? –Tendió su mano.
-Esto es esto y aquello es aquello... –Le dio una pequeña palmada.
-Bueno, entonces...
-Tampoco hay devolución... –Posó su mano en señal de negación.
-¡Déjame terminar! –Dijo ya desesperado el chef.
-Jefe, podemos arreglar esto por usted... –Interrumpió Patty.
-No... Es mejor que yo lo arregle... Yo fui el que pidió el deseo... Entonces en que otra forma nos podríamos arreglar... ¿Eeehh...?
-Yuko... Ichihara Yuko...
-Mi nombre es Zeff –Dijo esto haciendo una pequeña reverencia.
-No es tu verdadero nombre...
-¿Cómo lo...?
-Hmm... También mi nombre es falso... ¿Y bien...?
-¿Puedo ofrecerte lo que sea, cierto...?
-Así es.
-¡Jefe...! –Volvió a interrumpir Patty –Yo me ofrezco como tributo... –Se arrodilló con gran valentía aceptando su futuro destino –Estoy dispuesto a ser el pago y servirle a esta mujer en lo que quiera...
-Oye, maldito zángano... Tu no vales ni siquiera para una sopa fria... –Dijo con recelo Carne –Yo aceptaré ser el pago...
-No, yo...
-¿Tú...? Tienes muy mala suerte con las chicas... –Y así comenzó una gran discusión entre los cocineros hasta que...
-Bien... Ahora que todo está más tranquilo... ¿En que estábamos...? –Dijo Zeff volviéndose a sentar enfrente de Yuko –Ustedes no se preocupen, yo me encargaré del pago...
-Si jefe... –Respondieron todos los cocineros con unos chichones en la cabeza y grandes moretones en la cara y en el cuerpo. –Prometemos no volver a molestarlo... –Dijeron todos juntos.
-Así me gusta... Bien... Creo que tengo algo en mi habitación que puede servir como pago... Sígueme... –Se levantó de la silla seguido de la sacerdotisa.
-Bien... –Se dirigieron a las escaleras y subieron dejando solos al resto de los trabajadores.
-“................................................”
-¡MALDITO VIEJO ZORRO!
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Entraron a la habitación –Pasa... Siéntete cómoda... –Dijo Zeff cediéndole la entrada a su invitada.
-Gracias... –Dijo despreocupada y se sentó en la cama. El chef cerró la puerta para no volvieran a ser molestados y fue hacia la esquina a abrir un gran baúl.
-Perdónalos... Es mejor platicar un momento a solas... –Comenzó a buscar en su baúl algo que pudiera saldar la deuda –Aun no entiendo el trabajo que tienes... Si por mi fuera te ofrecería ser tu cocinero personal... –Dijo aun buscando en el baúl.
-Descuida, entiendo que tu lugar es aquí... Tengo a mi ayudante. Así que no hay problema...
-Si tú quieres podemos arreglarlo de algún otro modo... –Respondió con coquetería.
-Ya veo... –Respondió siguiendo el juego –Si es así como quieres pagarme, eso dependerá de que tan bueno seas... Yo no me conformo con cualquier cosa –Cruzó las piernas y las descubrió un poco.
-Te aseguro que no te decepcionaré... Si es así, te aseguro que no te querrás ir... –Dijo divertido y desafiando a la chica. –Sacó lo que había buscado en el baúl y se sentó en la cama muy cerca de la sacerdotisa. –Pero es si tu quieres... –Se miraron a los ojos –No voy a obligarte... No quiero lastimar a una hermosa mujer como tu... Aun después de lo que hiciste por mí...
-Eres un gran caballero... De eso no hay duda... Me gustaría ver primero lo que tienes en esa caja. –Dijo señalando el objeto. Era una caja de color negro mediana, era larga y estaba un poco gastada. –Puedo presentir el poder que tiene... No es mucho, pero equivale...
-Bien... –Abrió la caja y en ella se encontraba un cuchillo –Sólo lo usé como dos ocasiones... Después lo usó por un tiempo mi hijo... Aun no sé porque no lo seguimos utilizando, supongo que ahora tiene un propósito.
-¿Por cuánto tiempo lo usó tu hijo...? –Puso su mano a unos centímetros arriba del cuchillo para poder presenciar mejor su poder.
-Lo usó por un año...
-... –No quitó su vista del artefacto –Parece de muy buena calidad...
-Aun corta muy bien... Supongo que su destino es que tú lo tengas...
-Hmm... –Sonrió por un momento –Tal vez... –Vio su reflejo en el cuchillo –Para ser un viejo artefacto, aun resiste... Tiene un gran valor sentimental... ¿Seguro que quieres dármelo...? –Miró al chef.
-Si...
-En este cuchillo se conserva parte de tu energía y la de ese muchacho... –Sin querer miró una pequeña foto que estaba sobre el buró de la cama –Supongo que él es tu hijo...
-No compartimos la misma sangre, pero es como si lo fuera... El ahora está viajando para cumplir un sueño que compartimos... Estoy seguro de que él lo logrará...
-¿Quisieras platicarme un poco de ese sueño...?
-El All Blue... Es mar legendario de este mundo... Nadie cree que existe, pero él y yo creemos que si está...
-All Blue... Vaya... Se está haciendo un poco tarde... Bien, este cuchillo lo tomaré como pago... –Se levantó de la cama
-¿Estás segura...?
-Por supuesto... a menos que quieras que retomemos ese asunto... –Dijo bromeando.
-Jajajajaja... En verdad eres una mujer única... Espero que te sirva mas a ti que a mi... –Se levantó y fue a la puerta, pero antes de abrirla vio como la chica vio con mayor detenimiento la foto –Si lo conocieras créeme, es un completo mujeriego... No se despegaría de ti...
-Pero al parecer es un buen muchacho...
-Hmm... –Abrió la puerta y en seguida se vino una avalancha de los cocineros -¡Malditos chismosos...!
-¡Perdónenos jefe...! –Gritaron suplicando piedad.
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Después de un pequeño rato de convivencia, ya era la hora de la despedida, como un pequeño gesto de humildad y agradecimiento, le regalaron a Yuko un bote; ya que estaba arriba de este junto con sus cosas comenzó a zarpar despidiéndose con la mano en alto de todos. -“Tal vez nunca la vuelva a ver... Me alegra haber conocido a alguien tan sorprendente” –Pensó el chef.
-¡Zeff-san...! –Gritó la chica ya que estaba a unos metros lejos del restaurante.
-¿Ah...?
-¡El All Blue existe!
-... –Abrió por completo los ojos –Gracias... –Sonrió –“Buena suerte con tu viaje de regreso”
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Estaba sentada en el bote y abrió la caja para poder ver con mayor detalle el cuchillo –Aun no puedo irme... Ese chico necesitará de mi... –Dijo mientras veía de nuevo su reflejo.
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-Este cuchillo me llevó hasta donde se encontraban... Así fue como di con Sanji-san... –Dijo sacando el cuchillo de la caja –Y este cuchillo puedo usarlo como un portal para poder ver lo que están haciendo...
-Ya veo... –Dijo Watanuki mientras terminaba de preparar la mesa para crear el portal –No tenía idea de que las cosas podían tener la esencia de uno.
-Mientras mayor sea el valor sentimental de las cosas, más grande es su poder... Bien, ahora veamos que están haciendo.