Se sentó y a segundos de soltar en llanto... -¿Vas a llorar...? - Sanji levantó un poco la vista aun dándole la espalda a Zoro -Anda, ve a acusarme... Sólo eres un niñito llorón... -Dijo esto último con burla.
El cocinero se levantó y sin voltear a ver a su nakama se secó las lágrimas. Una vez que se tranquilizó un poco, se volteó para enfrentar a Zoro y dijo -No... ¡No me dolió! Y... No te tengo miedo -Dijo esto tratando de no perder la postura.
-¿Ah, sí? -Se acercó con malicia y casi chocando con la nariz del rubio lo observó por un largo momento -... -Sanji hizo lo posible por no doblegarse ante la mirada del marimo -Ja... Como me lo imaginé, aun te doy miedo, zorro... -En eso, jaló una de las orejas del cocinero con la intención de molestarlo, al sentir aquella acción, Sanji sintió un poco de dolor y como respuesta gimió -¿Acaso no piensas decir nada, cejas de Diana? -Volvió a jalar con mas brusquedad la oreja del cocinero y este ya harto, agarró la mano del espadachín y lo mordió con un poco de fuerza -¡Ah! -Se alejó a dos pasos de Sanji y observó la marca que le había dejado -Eres un... - Esta vez el rubio ya no pudo ocultar su miedo y así comenzó otra persecución. Bajaron al jardín y corrieron en círculos; Sanji quedó a unos centímetros de la borda, estaba acorralado y al ver que Zoro se acercaba a gran velocidad, en un acto de reflejo lo esquivó. Zoro intentó atraparlo, pero Sanji fue más rápido y cerrando los ojos lo empujó con gran fuerza. Escuchó algo cayendo al agua y abrió los ojos con las orejas caídas; intentando recobrar la calma miró abajo y vio a Zoro amenazándolo con una mirada de pocos amigos así que fue a buscar a Nami.
En la habitación estaba Robin leyendo un libro y Nami estaba durmiendo. Se escucharon unos suaves golpes a la puerta, la peli negra se levantó sin prisa alguna y abrió la puerta quedando sorprendida por ver a Sanji con una cara de susto.
-Ro-Robin... Zoro se cayó al agua...
-... - Al ver como el muchacho estaba preocupado dijo -Iré a despertar a Nami, tu ve a despertar a alguno de los chicos... - Y dicho y hecho. Una vez que sacaron a Zoro del agua este recuperó fuerzas y fue tras Sanji para golpearlo, pero antes de que se pudiera dar cuenta fue tacleado por Luffy y Usopp.
-¡Suéltenme! ¡Voy a hacerte papilla, zorro!
-¡Zoro, cálmate! -Replicó el capitán haciendo más fuerza al agarre contra el espadachín.
-... -Sanji miraba con temor la escena -Lo-lo siento mucho... -Dijo apenado y aun con las orejas caidas.
-Claro... Una disculpa lo resolverá todo... Eres hombre muerto...
-¡Ya tranquilízate, Zoro...!
- No hasta que me dejen acabar con el... ¡Achú...! -Había pescado un pequeño resfriado.
-¿Cómo estaba el agua? -Dijo la navegante a lo lejos mientras observaba la isla con un telescopio.
-Que pregunta... Mas idiota... –Dijo esto forcejeando contra el agarre de los chicos.
-Estoy hablando en serio, tarado.
-Fría... ¡Ya suéltenme! ¡Achú...!
-¿Qué tan fría...?
-Muy fría...
-Entonces iremos a una isla de invierno... No ha comenzado a caer la nieve, pero abríguense bien.
-Te dejaremos en paz si prometes no hacerle daño a Sanji... -Dijo Franky intentando controlar su cólera.
-Si mientes, despídete de tu cuarta espada... - Dijo la arqueóloga con una aura amenazadora que hizo hacer temblar a los demás hombres a excepción de Sanji ya que no había entendido el juego de palabras, solo inclinó un poco la cabeza aun mirando a Zoro -Así que no hagas esto mas difícil...
-¡Ngh...! De-de acuerdo... -Luffy y Usopp dudaron por un instante dejar libre al espadachín, pero sin más que decir lo soltaron. Zoro se levantó y miró con coraje al cocinero quien estaba arrepentido por lo que hizo mostrando las orejas abajo y la cola entre sus piernas. -Tú... ¡Achú!
-Será mejor que te vayas a cambiar de ropa y te tapes -Dijo Chopper rompiendo la atmosfera -Ven conmigo para darte un jarabe...
-Estoy bien, ¡dame eso!... –Le arrebató con gran tosquedad la manta a Sanji dejando a este último con enojo por el acto de altanería que le hizo; Zoro se sentó en la banca del jardín. Sanji se retiró del lugar. -"Logré asustarlo..." -Pensó con una sonrisa de victoria.
-Bien... Parece que no tomará mucho tiempo llegar al lugar. Esperemos que haya gente habitando. No vendría mal hospedarse en alguna cabaña. -Dijo Nami anotando algunos datos en una libreta.
-Debemos buscar un sitio para ocultar el barco... -Dijo Brook
-Si no encontramos un buen escondite alguien tendrá que quedarse... -Añadió Usopp
-Eso lo veremos luego, ahora lo importante es llegar a la isla... ¡Quiero vivir una aventura! -Dijo con gran ánimo Luffy.
En esos momentos apareció Sanji con una taza de té en la mano y a paso acelerado se acercó a Zoro y le entregó la taza dejando un poco sorprendido al espadachín -Yo... En verdad lo siento mucho... No quise aventarte al agua... -Dijo con el rostro sonrojado por la pena viendo a Zoro -No quiero que te enfermes... Te calenté té... Hay más en la cocina... En verdad lo siento mucho. -Dijo con las orejas abajo.
-... -Zoro no sabía que decir al respecto, mientras que el resto de la tripulación miraba con gran asombro el gesto de humildad de Sanji hacia el espadachín, era de esperarse que Sanji estimaba al cabeza de alga, pero era increíble ver como mostraba esos sentimientos con él y al mismo tiempo aun cuando tuvieron una pelea quería acabar con ello-... -Y al igual que sus camaradas, Zoro estaba atónito por el comportamiento del cocinero. -... -En esos momentos sostuvo la taza y Sanji al ver esa acción sonrió -No creas que esto se quedará así... -Dijo dando un sorbo al té.
-Zoro... -Su sonrisa desapareció.
-... –Volvió a sorber la taza con un gesto de desdén –Gracias... Eso creo...
-... -Se sorprendió al escuchar la respuesta del espadachín, supo que fue un intento fallido por querer hacer las paces con el-¿Qué fue lo que te hice...? -Dijo en un susurro agachando de nuevo la cabeza y con las orejas abajo.
Franky intervino para no hacer más pesado el ambiente acercándose a Sanji -Hey, será mejor detener esto... Sanji, tu no deberías pedir disculpas... Quién lo debería hacer es alguien mas... -Dijo mirando con desafió al espadachín.
-Yo no tengo nada de que disculparme... Iré a descansar... - Dejó la taza de té arriba de la mitad entregándosela con un poco de brusquedad al carpintero y se retiró al dormitorio. A Sanji le dolió al ver que su nakama no valoró lo que le había preparado, miró como este se marchaba, en ese instante vio como un poco de humo rodeaba a Zoro. Aquel humo era muy tenue que apenas lo podía distinguir. No pudo creer lo que vio y cuando quería decir algo al respecto...
-Olvídalo... Es un tonto... -Franky lo agarró del hombro -De verdad no hiciste nada malo...
-Últimamente Zoro se ha comportado de una manera muy extraña... -Dijo Usopp pensativo.
-Empezó a comportarse muy raro desde el incidente con ese extraño sujeto... Aunque no como ahora... -Agregó Nami.
-Es cómo si algo lo estuviera consumiendo... -Fijaron su atención a Robin -... "¿Pero por qué se desquitaría con Cocinero-san...? Si tan sólo Cocinero-san recordara algo... Desearía saber que fue lo que pasó para que lo trate de esa forma..."
-¿A qué te refieres Robin...? -Preguntó Chopper con preocupación.
-Es algo que lo controla...
-Es algo que ni siquiera él se ha dado cuenta... -Intervino el capitán.
-Luffy... -Dijo atónita Nami.
-Debemos averiguarlo... ¡Sanji...! -Dijo con autoridad
-Si...
-No tiene nada de malo lo que hiciste... Debes defenderte ante cualquier situación en la que te sientas amenazado. Si hay algo que no puedas enfrentar, corre... Cualquier cosa dinos... No lo ocultes. Es curioso, pero parece que no has cambiado en algunas cosas... No me importa cual haya sido ese deseo que le pediste a esa mujer, pero ten en cuenta que puedes confiar en nosotros y decirnos lo que te pasa... Ahora más que nunca nos necesitas al igual que Zoro... ¿De acuerdo? -Mostró una sonrisa –Debes ser fuerte.
-Lu-Luffy... -Se sintió un poco mal por causarle molestias a sus nakamas, pero a la vez estaba muy agradecido y debía demostrar esa gratitud en ayudarlos -Lo haré... Se los prometo. -Dijo con decisión.
-Bien... Shishishishi...
-Bueno es hora de descansar... –Dijo Nami estirando un poco los brazos –Debemos estar listos...
-Yo me quedaré manejando el barco... –Comentó el carpintero.
-De acuerdo... Avísanos cuando lleguemos, por favor... –Dicho esto la tripulación se fue a sus habitaciones dejando atrás a Sanji y a Franky.
-Bien... Tu también debes ir a descansar... -Sorprendió al cocinero llevándolo a su espalda -Andando...
-Jajajajajaja... ¡Qué divertido...! -Estaba feliz como cual niño en un parque.
-Veo que te agrada mucho este juego...
-Jajajajaja...
-En verdad serias un excelente padre... -Escucharon una voz a lo lejos de ellos. Buscaron con la mirada a la dueña de aquella voz.
-¡¡Nico Robin!! -Exclamó con gran pena el carpintero al ver a su nakama que estaba en la parte en donde se situaba el timón.
-¡Robin! -Gritó con gran ánimo al ver a la peli negra
-Fufufufu... Es hora de que vayan a descansar... -Dijo bajando las escaleras y se dirigió a los muchachos -Se ven muy tiernos... Fufufufu...
-Y-Yo... Voy a quedarme a dirigir el barco para no desviarnos... -Respondió Franky haciendo un intento por cambiar el tema y desviando la mirada -Ustedes vayan a descansar, cualquier cosa yo les aviso...
-Yo te acompaño... -Dijo Sanji.
-No... No es necesario...
-Me gustaría ayudarte en verdad... Además, hoy me toca la guardia... -Franky bajó a Sanji de su espalda -Anda... Prometo que no te molestaré... -Abrazó el brazo de su nakama.
-La verdad no me molesta que me acompañes pero...
-Deja que se quede contigo... -Agregó la arqueóloga.
-De acuerdo... Pero te lo advierto, será aburrido... –Dijo esto para el cocinero.
-No importa, iré a calentar más té y traeré otra cobija... -Dijo con una sonrisa el cocinero.
-Si quieres ve a preparar el té, Cocinero-san. Yo iré a traerles unas cobijas... - Dijo esto colocando su mano sobre el hombro de Sanji.
-Está bien... -Se retiró rápido a la cocina a calentar el resto del té.
-Ahora con ese estado... Es como si de verdad fuera un pequeño. Sigue siendo el mismo sólo que lo único que quedó de él fue su lado inocente y puro... ¿Pero por qué...?
-... –Tanto Robin como Franky miraban a su nakama quien estaba entrando a la cocina. -Es un buen muchacho... -comentó Franky -Debemos ayudarlo lo antes posible para que vuelva a la normalidad...
-¿Crees qué haya un límite de tiempo...?
-No lo sé, pero es mejor ser precavidos...
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-Vaya...
-¿Qué sucede Yuko-san...? -Watanuki y Yuko fueron testigos de lo que sucedió. Estaban sentados bajo la luz de la luna en el balcón observando con un espejo mágico gracias a la ayuda del cuchillo que Zeff le dio como pago.
-Con la ayuda de ellos, tal vez haya una oportunidad para esos dos... Sanji-san hizo ese trato para poder tener un cambio en él y para ayudar a ese espadachín... Está arriesgando su vida por un tonto que ni siquiera se ha dado cuenta no sólo de ese terrible hábito...
-¿Y qué es lo otro...? –Estaba intrigado su ayudante.
-Watanuki...
-¿S-Si...?
-¿Te diste cuenta...?
-¿Eh...?
-Quiero que la siguiente ocasión que veas que Roronoa se porte de esa forma tómale mucha atención...
-Yuko-san... Es algo muy malo, ¿verdad...?
-Es peor que la mentira hacia uno mismo... De hecho ese hábito lo está haciendo creer cosas que no son lo que parecen... Tal vez por una parte lo ayude a ser fuerte, pero... Si sigue así, será demasiado tarde...
-...
-Por ahora la piedra ha alentado su camino... Pero no durará por mucho tiempo hasta que vuelva a girar de nuevo más rápido...