Había pasado un poco más de la media noche. Franky y Sanji estaban sentados en el suelo y recargados en los pasamanos. Cubiertos por dos cobertores que les prestó Robin y contemplando el brillo de la luna mientras tomaban el té que preparó Sanji.
-Es un buen té... Es canela, ¿verdad?
-¡Sí! Me alegra mucho que te guste. No es una soda, pero es muy bueno... –Dijo el cocinero con un pequeño rubor en las mejillas
-Está SSSUPPERRR...
-Jajajajajaja... –Recargó su cabeza en el brazo de su nakama.
-Me alegra ver que te sientas mejor... –Rodeó a Sanji con su brazo. Como respuesta, Sanji se recargó de nuevo, pero esta vez en el pecho de Franky.
-Franky...
-¿Sí...?
-Te agradezco mucho por defenderme... Lamento haberte molestado ¿Cómo podría agradecértelo...? –Dijo con pena.
-Tranquilo... Con darme las gracias es más que suficiente...
-Pero... –Levantó la cabeza para mirar a su nakama
-Descuida... –Respondió con una sonrisa –Entiendo que ahora no recuerdes nada y sé que tampoco deseas pelear, pero es cómo dijo Luffy. Debes ser fuerte...
-Tienes razón... –Dijo con un poco de desanimo.
-¡Vamos no te pongas así...! –En eso deshizo e abrazo para darle una brusca palmada en la espalda a Sanji
-¡Agh! –Se encogió un poco con las orejas y la cola erizadas
-Pero...
-¿Ah...?
-Si hay un día en el que no puedas enfrentar la situación o te sientas muy triste... No dudes en hablarnos, ¿de acuerdo...? –Dijo esto con gran orgullo y confianza
-Mu-Muchas gracias, Franky. –Respondió con una cálida sonrisa.
-¿Tienes sueño...?
-No... Estoy bien...
-Cuando lo tengas dime...
-Si...
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-Ellos podrían ayudar a Sanji-san con esto... –Decía Yuko observando el pequeño portal mientras bebía una taza de té –Parece que tenemos los mismos gustos mi querido Sanji-san... Nunca había conocido a alguien como el... –No paraba de quitarle la vista de encima a su cliente.
-¿Te gusta? –Dijo divertido Mokona
-Claro que no... Sólo se me hace alguien interesante eso es todo... –Dijo con seguridad –Además... Son muy raras las ocasiones que encuentro a un humano con gran poder para poder ver lo que otros no...
-Claro... –No se creyó nada de lo que le dijo su ama.
-Mokona, ve a la bodega y trae más sake, por favor...
-¿Dónde está Watanuki...?
-Fue a descansar ya... Ya terminó sus horas de jornada, ahora es tu turno...
-Hmmm... Está bien... –Salió de la habitación de Yuko para ir por la bebida.
-Vinsmoke Sanji... En verdad es un hombre muy interesante... Presiento que tiene muchas cualidades con respecto a sus habilidades... Tiene mejor percepción que ningún otro, alguien que siempre verá primero por los demás sin importar el que... Al notar que comparte la misma esencia del alma de Watanuki no pude pensar en que tal vez lleve la sangre de ese molesto cuatro ojos de Clow, pero sus poderes y su sangre son diferentes... Ya veremos qué pasará después...
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En algún pequeño rincón del castillo, se encontraba un niño junto con un trozo de pastel. Su única distracción y gusto era preparar pequeños platillos para compartirlos con sus únicas amigas, unas ratas. -Espero que les guste... -Decía aquel niño de ceja rizada quien estaba rodeado de sus pequeñas amigas -No es mucho, pero sé que les va a encantar... -Dijo con una linda sonrisa.
-Vaya, vaya, vaya... -Su paz fue arruinada por la presencia de tres mocosos quienes tenía un gran parecido con el pequeño, con el detalle de que estos tenía un singular corte y color de cabello. Tanto Sanji como ellos, portaban el mismo conjunto de atuendo, unos botines y pantalón negros, salvo que las playeras llevaban un color diferente haciendo juego con el color de sus cabellos y llevaban en el estampado un número -Así que de nuevo estás alimentando a esas plagas... -Dijo el pelirrojo quién al parecer era el mayor de los cuatro.
-¿Qué vamos a hacer con él, Ichiji...? -Dijo acercándose a su hermano un niño de cabello azul.
-Parece que por más que le demos una buena lección a este idiota nunca va a entender... -Dijo un chico de cabello verde uniéndose a la conversación.
-Ah... -Asustado, se fue a refugiar en una esquina del lugar. Su rostro denotaba un gran terror y angustia, sabía lo que le iban a hacer en esos momentos; sin tener la suficiente fuerza como sus hermanos sin motivo alguno. Ya que esto y por otras razones mas era tratado como un fenómeno y en vez de llamarlo por su nombre, siempre se dirigían a él como...
-Déjate de tonterías... Falla... -Dijo el pelirrojo mostrando una sonrisa burlona mientras se acercaba poco a poco a Sanji -¿Qué tienes ahí...? ¿Acaso es otra de las porquerías que has estado haciendo...? -Cuando llegó con el rubio, Ichiji le arrebató el plato que tenía en sus manos. Sin bacilo, tiró el pastel al piso y lo aplastó con sus botines -Esto es lo que pienso de tu estúpido hábito de hacer comida... -Dijo mientras remarcaba con el tacón de su botín contra el pastel.
-¡Ese pastel lo hice con gran esfuerzo...! -Gritó furioso el pequeño cocinero y se fue contra su hermano en un vago intento de darle una insignificante paliza.
-¡Eres un miserable...! -Con gran furia, Ichiji respondió propinándole un gran puñetazo en la cara a Sanji -¡¿Quién te dijo que podías tocarme, imbécil...?! -Fue tal el golpe que logro que el rubio cayera al suelo con un terrible moretón en su mejilla derecha.
-Es hora de poner en práctica nuestras habilidades de combate... -Dijo el peli azul yendo a la diversión.
-Jajaja... Haz lo que sabes hacer Niji... -Respondió el pelirrojo.
-Por supuesto, hermano... -Atacó a Sanji con una gran patada en el estómago, el ataque hizo que Sanji se derrapara en el suelo llegando casi a chocar contra la pared.
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-No falta mucho para llegar a la isla... -Se decía a si mismo Franky mientras conducía el barco para su próximo destino -Hizo lo que pudo... Jejeje... -Volteó a ver a Sanji quien se había quedado dormido de repente. No pasó mucho tiempo al ser recibido por los brazos de Morfeo. Estaba recargado en el pasamanos tapado con los dos cobertores ya que poco a poco estaba comenzando a sentirse el frio. Al observar mejor a su nakama, notó que estaba teniendo un sueño -Es cierto, ese chico es sonámbulo...
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-Por favor... Ya basta... Ichiji... –El mencionado estaba agarrando del cuello de la playera de Sanji mientras este imploraba piedad -Por-Por favor...
-Déjamelo a mi... -Dijo Yonji tronándose sus nudillos.
-Jajajaja... Todo tuyo hermanito -Estampó a Sanji contra el suelo, mientras que este como respuesta gritó del gran dolor una vez que el peli verde le dio una patada en el estomago y estrellándolo contra la pared.
-Buen golpe, Yonji... -Comentó con burla el peli azul -Me sorprende que ese inútil pueda resistir nuestros golpes... Jajajajaja...
-Debo reconocer que eres un excelente juguete... -Agregó Ichiji.
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-Agh... -Hizo un pequeño sonido el cocinero aun sin despertar
-¿Ah...? ¿Sanji...? -Franky observó el extraño comportamiento de su nakama.
-... -Mientras tanto, Sanji se empezó a mover un poco por la pesadilla ó mejor dicho el recuerdo que estaba viendo en sus sueños.
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-... - Con trabajos se levantó del suelo, apenas podía soportar el dolor que fue provocado por la agresión de sus propios hermanos -Nnn... -Estaba haciendo el mayor esfuerzo por no llorar en frente de ellos. En especial mas porque escuchó las horrendas risas de los monstruos que tenia por hermanos. -"Tengo que irme..." -Comenzó a caminar con trabajos para huir de ellos, pero antes de poder dar el siguiente paso una pequeña pero fuerte mano tiró con rudeza de su cabello -¡Aahh...! ¡Ya no, por favor! -Imploró con unas lágrimas amenazando con salir.
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-...- Hizo un pequeño gesto de dolor.
-Sanji... -Zarandeó con suavidad el hombro de su nakama, pero este aun no despertaba.
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-Oye, idiota... ¿Ya viste lo que hiciste? -Dijo Ichiji quien estaba tirando del cabello de su víctima.
-¡Suéltame! -Forcejeó para soltarse de Ichiji, pero sin darse cuenta recibió nuevamente una patada en el estomago esta vez por parte de Niji -¡¡Agh...!! -Salió saliva de su boca y cayó de rodillas al suelo.
-Ya, por favor... -Dijo como respuesta entre susurros.
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-Por favor... No sigan... -Dijo con trabajos con un tono de voz bajo y denotando miedo.
-Sanji... Sanji, despierta... –Zarandeó con un poco mas de fuerza para poder despertarlo, pero no lo hizo.
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Los hermanos de Sanji comenzaron por patearlo sin piedad alguna. En esos momentos, un hombre de una gran estatura, quien al parecer era el rey del castillo estaba caminando por el pasillo y se dio cuenta de lo que estaba pasando -¿Están volviendo a molestar a Sanji...? -Dijo interrumpiendo a sus hijos.
-¡Padre...! ¡Por favor, diles que se detengan...! -Se levantó con trabajos y fue hacia el -¡Por favor, ayúdame...! -Dijo abrazando la pierna de su padre.
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-Padre... -Comenzaron a brotar las lágrimas, pero seguía sin despertar.
-¡Sanji! ¡Despierta ahora por favor...! -El peli azul se asustó al ver la inconsciente reacción del cocinero -¡Sanji!
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-¡Padre! -su voz comenzaba a quebrarse y una pequeña lágrima salió de su ojo visible -Yo...
-¿Quién quebró la pared...? -Habló el gran hombre quien se llamaba Judge con esa imponente voz y sin prestarle atención a su pequeño hijo.
-¡Yonji me arrojo contra ella...! -Descubrió su carita mirando a su padre.
-¿Así que técnicamente tu dañaste la pared, no?
-¿Qué...? -Estaba completamente devastado por la contestación de su padre. -Pero... Pero... ¡Ngh...! -Soltó un pequeño gemido de dolor -¡Ellos me están golpeando...!
-Aleja tu sucio cuerpo de mi.... -Dijo Judge con una temible y sombría mirada, aquella mirada que mostraba terror y en especial con ese misterioso antifaz de metal que cubría la mitad de su cabeza y rostro. Con miedo, deshizo el abrazo y se alejó lentamente el pequeño.
-Ya ensuciaste el traje de padre, tonto... -Ichiji se acerco y golpeó de nuevo a su hermano.
-Ya es suficiente... -Dijo el rey -No deben gastar sus energía con el... Sólo es....///////////////
-¡SANJI...! -Logró despertar por fin al cocinero. El cocinero se sobresaltó una vez que logró salir de ese terrible recuerdo, pero aun podía ver la silueta de aquel hombre. De un parpadeo desapareció la figura y como acto seguido desconoció por un momento a Franky; al recobrar mejor la consciencia se recargó en el pasamanos -¿Qué fue lo que soñaste...? Te vi muy agitado...
-Yo... –Hizo memoria de lo que vio en sus sueños... –No... Lo recuerdo... –Respondió con pena y miedo.
-Sanji... –Miró con preocupación al cocinero –¿Estás seguro que no recuerdas nada...?
-Yo... –Volvió a hacer memoria de lo que soñó, pero no hubo resultado alguno –Dis-Discúlpame... –Estaba confundido, no podía recordar nada, pero si estaba seguro que logró ver algo entre sus sueños, tenía ese terrible sentimiento de dolor y miedo –En... En verdad lo siento mucho... –Dijo con pena y con las orejas abajo.
-Mmmm... Ven aquí... –Sin dudarlo, Franky abrazó con gran cariño a Sanji para así lograr que se calmara –Lo que sea que haya sido no volverá a pasar...
-... –Se sonrojó un poco por la dulce acción de su nakama –“Este abrazo... Ese calor... Es como si hubiera pasado antes... Pero con alguien mas... Se siente tan cálido...” –Pensó. Poco a poco respondió al abrazo –Pa... Papá... –Dijo con un inocente susurro.
-¿Qué...? –Deshizo un poco del abrazo para ver a su nakama.
-Ah, yo... Gracias por el abrazo... Me siento mejor... –Sonrió con gran sinceridad –En verdad te lo agradezco mucho, Franky.
-Mmm... Ya pronto va a amanecer...
-¡Es cierto...! ¡Debo ir a bañarme y a hacer el desayuno! ¡Discúlpame...! –Dijo apenado y salió encarrerado para ir a la habitación a preparar su ropa, pero después a gran velocidad regresó con Franky –Ah... Ah... Lo siento... Mucho... ¿Qué te gustaría desayunar...?
-No... No te preocupes, cualquier cosa está bien. Anda... –Dijo con una sonrisa el peli azul.
-No, de verdad... Quiero agradecerte lo que has hecho por mi... –Abrazó su cola para tapar su rostro para ocultar su tenue sonrojo.
-Jajajajaja... Está bien, no te preocupes... Cualquier cosa que hagas está bien. Ya que todo lo que cocinas es SSUUPEERR delicioso...
-Franky...
-Anda... Ve a apurarte... –Dijo poniéndose a la altura del cocinero y posando sus manos sobre los hombros de este.
-Está bien. –Fue corriendo con los ánimos que regresaron gracias al cyborg.
En el asta más cercano a ellos se podían ver unos ojos de color celeste y unos oídos. La única que podía hacer ese curioso truco gracias al poder de la fruta del diablo que portaba –Fufufu... Creo que me estoy dando una idea con esto... –Dijo para sí misma Robin quien estaba bajo las escaleras –Aun así... Necesito saber cuál fue el motivo por el cual Cocinero-san tiene esa personalidad.
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Robin no fue la única que pasó en vela durante toda la noche. Yuko se encontraba en su habitación observando cada detalle de lo ocurrido –Mientras yo no intervenga con esto y ellos puedan ayudar en algo para salvar a esos dos, el trato seguirá en juego... Pero sabía que esto iba a pasar... Cada vez que Roronoa le haga algo malo a Sanji-san, sus recuerdos se harán presentes... No podrá recordar nada, pro si quedará la desagradable sensación de lo vivido... Por eso se lo remarqué... Al menos Sanji-san está en buenas manos... –Dijo esto refiriéndose al resto de los mugiwara.