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Lazos por Tina Black

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Notas del capitulo:

Este es un pequeño regalo para mis lectores y lectoras, por haber sido pacientes y darme ánimos para continuar con esta historia. Sé que no es muy buena, pero haré lo posible por mejorarla. Sean pocos o muchos los que siguen este fic, aun si es uno, lo apreció en verdad, continuaré con lo que comencé y le daré un final. Después de una lectura motivacional y cursi y sin mas bla, bla, bla, bla... Pueden leer el capítulo.

Sanji se encontraba limpiando un poco la bodega. Estaba terminando por quitarle el polvo a los estantes de los licores -Listo. Ahora a preparar la cena...

-¿Ya terminaste...? -En esos momentos entró Zoro a la bodega  -¿Necesitas ayuda...? -Dijo esto dirigiéndose al joven zorro.

-No. Todo está bien... Ya terminé de limpiar. Iré a preparar la cena ¿Gustas ayudarme?

-Todo sea por el licor... No harás gran cosa, los demás no han vuelto de la casa de reposo.

-¿Qué te gustaría comer...? -Comenzaron a caminar a la salida de la bodega.

-Sería bueno un poco de arroz y tal vez algo de pescado... Ah... -Se detuvo de golpe -Que tal si... -Pero justo en esos momentos Sanji chocó con él y se lastimó en su entre pierna, haciendo que se jorobara, fue a apoyarse en la pared.

-¡Ah...!

-Cocinero... -Se acercó algo preocupado a su nkama -Lo siento mucho...

-Me duele... -Lo mucho que hizo fue cubrirse y esperar a que desapareciera el pequeño dolor.

-Ah... Yo...  No fue mi intención, déjame... –Al ver como se encontraba tan vulnerable,  se le ocurrió una idea. Se acercó al indefenso rubio y con total calma posó su mano sobre aquel dormido bulto -...

-Zo-Zoro... ¿Qué estás...? -Estaba sorprendido por la acción de su compañero. Dicha acción hizo que se atemorizara -No... ¿Qué estás haciendo...?

-Tranquilo... -Estaba dándole un suave masaje -Todo estará bien... ¿Te duele mucho...? -Dijo esto susurrándole en esa suave y peluda oreja.

-No... Basta... Detente, por favor... -Hizo un vago intento por quitar la mano de Zoro, pero fue inútil -No sigas... –Se estremecía al sentir las caricias.

-¿De verdad quieres que me detenga...? -Dijo con lujuria y posando su cabeza en el hombro de su presa sin dejar de masajear aquella zona.

-Ya... –El miedo cada vez lo invadía más –No... –Por fin se deshizo del agarre y se alejó tres pasos del espadachín.

-¿No te gustó...?

-...

-No va a pasar nada... –Lo abrazó –No tengas miedo...

-Espera... Es que yo...

-Si no quieres está bien... –Dijo resignado.

-¿Podrías hacerlo de nuevo...? –Estaba muy avergonzado, pero una parte de él pedía ser acariciado –Lo siento, no quise... –Intentó apartarse de Zoro, pero este fue rápido y lo aprisionó aun mas con ese abrazo –“Es tan cálido...”

-¿Seguro...?

-Yo...

-Cocinero... –Volvió a abrazarlo –No voy a obligarte a algo que no quieres...

-Pero... ¿Qué vamos a hacer...?

-En verdad eres un inocente niño... –Acarició su espalda provocando que Sanji sacara un pequeño y tierno gemido.

-¡Ngh...! –Se aferró al abrazo -¿Por qué...? –Preguntó agachando la cabeza y con las orejas caídas.

-Porque eres muy lindo... –Besó el cuello de su compañero con ternura.

-¡Zoro...! –Se sonrojó aun más.

-¿Aun te duele...? –Deslizó con lentitud su mano pasando por el pecho hasta el miembro del cocinero y volvió a acariciarlo.

-¡Aah...! –Abrazó con más fuerza al espadachín.

-¿Quieres que continúe...?

-S-Si... Por favor... Ah, Zoro...

-¿Quieres ver algo...?

-...

-Pero primero... –Deshizo el abrazo y se hincó frente a Sanji.

-¿Qué...?

-Veamos... –Le bajó poco a poco el short junto con su ropa interior.

-ZORO... –Estaba muy apenado –No... ¿Qué vas a hacer...?

-... –Besó el miembro de Sanji con lentitud y lujuria, cada rincón, desde la punta, pasando por el tronco hasta llegar los testículos.

-Aagh... –Se recargó de golpe en la pared de la bodega, no podía controlar esa extraña sensación –Zoro... Aguarda... Yo...

-... –Lamió con lascivia el miembro de Sanji, mientras que el por más que luchaba, no lograba controlar sus gemidos. Sin titubeos lo metió en su boca y con ello hizo movimientos lentos de vaivén logrando así despertarlo.

-Aah... –Puso su mano en su boca para acallar su voz y con la otra tocaba con timidez la cabeza del Marimo –Mmm...

-... –Sacó el miembro de su boca –No te quedes callado... –Le besó su intima parte pareciendo que en cualquier momento se lo comería –Tienes una linda voz... –Y volvió a meterlo en su boca.

-¿De verdad...? –Dijo apenado.

-Mmm... –Le dio un pequeño mordisco logrando que Sanji se deslizara sobre la pared cayendo al suelo.

-No fue mi intención... –Dijo avergonzado el espadachín.

-... –Sanji se frotó mientras se cubría con su cola –Es-Está bien... Zoro...

-¿Si?

-¿Me dejas intentar...?

-...

-Ah, yo... No quise ser... Yo... –Se cubrió la cara con sus manos.

-Claro...

-... –Bajó las manos y miró a Zoro con asombro.

-Dijiste que querías conocer mi otra espada...

-¿La tienes...? –Dijo con inocencia -¿Dónde está...?

-Esta espada la uso para jugar... –Se bajó la cremallera de su pantalón junto con el resto de su ropa interior dejando asomar su ya erecto miembro –Es esta...

-...

-¿Sorprendido...? –Tomó la mano de Sanji y la colocó sobre su entre pierna –no tengas miedo...

-... –Se puso más rojo como tomate en su rostro -...

-Inténtalo... No pasa nada...

-... –Con un poco de miedo comenzó a acariciarlo –Creo que no lo estoy haciendo bien...

-Descuida... Pronto podrás dominar esta técnica... Sigue... Sigue tocando –Esas manos lo volvían loco.

-... –Se agachó aun con miedo y con lentitud se metió el miembro de Zoro a la boca.

-Si... Sigue...

-... –Sacó el miembro de su boca para lamerlo -...

-Eres... Muy bueno... –Dijo jadeando.

-¿Te gusta...?

-Si... No te detengas... –Tomó con delicadeza la mejilla del cocinero haciendo que este se sonrojara aun mas –Te ves tan adorable con esa carita...

-... –Agachó un poco la cabeza –Yo...

-Anda... No te detengas... –Acarició las orejas del rubio y después tomó su “espada” haciendo con ello un ademan de que continuara lo que había dejado. Sanji sin rechistar volvió a lamerlo con suavidad y después se lo metió nuevamente a la boca y comenzó a succionarlo –Eso... Sigue... Aah...

-Sanji sacó el miembro de su boca y se sentó muy cerca de su compañero  -¿Te lastimé...? Discúlpame, no quise...-Pero antes de decir más, Zoro colocó su mano sobre la nuca del cocinero y lo acercó a él para darle un corto, pero tierno beso. Esto hizo que Sanji se apartara un poco sintiendo un gran calor en su pecho -... –Se limitó a mirar a su nakama con las orejas abajo y con un gran rubor en sus mejillas -¿Qué fue eso...?

-Un beso... ¿Te gustó...? –Volvió a plantarle otro en la boca -¿Y bien...?

-Siento algo muy extraño... Ah... –Zoro se acercó de nuevo a Sanji.

-¿Cómo qué...? –Mostraba una mirada serena.

-Yo... –Se tocó el pecho –Siento algo muy fuerte en mi pecho, algo muy caliente... Y no sólo es en mi pecho...

-¿También en todo tu cuerpo...?

-... –Asintió con la cabeza.

-Descuida... No pasa nada malo... ¿Te gusta lo que estamos haciendo...?

-Si...

-Cocinero... –Levantó la cara de su amado –Dime la verdad... No quiero hacerte daño...

-Yo... –Abrazó a su nakama, pero al mismo tiempo sus partes chocaron provocándoles un poco mas de excitación –Ah...

-Descuida, no hay de qué preocuparse... –Zoro juntó mas la cadera de Sanji a el y comenzó a hacer movimientos lentos y suaves -¿Te gusta...?

-... –Se aferró mas al abrazo, mientras que el espadachín besó su cuello y en seguida agarró su afelpada cola -¡Aah...! –Se sobresaltó al sentir la mano del espadachín.

-Parece que también eres sensible aquí... –Comentó con lascivia y comenzó a hacer movimientos de arriba y abajo con su mano sobre la cola y al mismo tiempo seguía moviendo su cadera para juguetear con sus partes.

-Ah... Zoro... –Poco a poco, Sanji fue tomando el ritmo y comenzó a moverse disfrutando de ese placentero contacto –Ah... Ah...

-... –Besó su cuello nuevamente y lo apartó un poco para quitarle el camisón que llevaba puesto para después recorrer esos besos en su pecho y comenzó a lamer las tetillas del zorro.

-Agh... –Sintió un pequeño mordisco -¡Zoro! –Le dio un zape.

-Te ves muy lindo enojado... –Dijo con una sonrisa de lado y continuó lamiendo las tetillas del cocinero sin perder el ritmo mientras se frotaba con él. Se recostaron de lado a lado sin separarse, Zoro aprovechó para acariciar la entrada de su pareja. Sanji por otra parte, se estremeció y lo mucho que pudo hacer fue abrazar más a su amado.

-¡Agh...! –Sintió algo entrar -¡Me...!

-Descuida, pronto pasará el dolor... –Zoro había metido un dedo en la entrada de Sanji y comenzó dándole un masaje.

-Nnn... Zoro... –Su cola y orejas se erizaron –Ya... Detente...

-Tranquilo... Pronto se irá el dolor... –En eso, metió el segundo dedo, antes de que Sanji pudiera decir algo, fue callado nuevamente con un apasionado beso. Zoro aceleró un poco más tanto el masaje de la pequeña entrada de su nakama como el frotamiento de ambos.

-Zo-Zoro... –Zoro se levantó dejando a Sanji en suelo y lo acomodó de lado -¿Qué sucede...?

-Voy a hacerlo... –Tomó la mano de Sanji y la colocó sobre su miembro –Esto, entrará... –Su mano la llevó a la entrada del cocinero –Justo aquí... Tendré mucho cuidado...

-No entiendo... –Dijo confundido y con miedo -¡Agh...! –Zoro comenzó a entrar lenta y cuidadosamente -¡Zoro...! ¡Zoro...! ¡Me duele...!

-Aun no he entrado por completo... –Dijo con un poco de enojo mientras sostenia la afelpada cola.

-Se siente muy... Muy grande... –Por este comentario Zoro se excito mas, pero como pudo se controló para no lastimar a Sanji –Aah...

-Ya entró... –Hizo unas lentas envestidas a manera de que el cocinero se fuera acostumbrando y pudiera disfrutarlo.

-Ah... Se siente muy caliente... Aah...

-¿Aun te duele...?

-No... Ah... –Se cubrió la cara al sentir una pequeña descarga en su cuerpo –M-Mas... –Dijo entre un susurro.

-¿Mas...? –Se agachó para poder darle una pequeña y tierna mordida en su oreja. Obtuvo como respuesta un gemido.

-Zo-Zoro... Más... Por favor... Más... –Zoro fue acelerando un poco las envestidas y Sanji se fue acoplando a los movimientos de cadera, con esto por fin pudo sentir el placer –Zoro...

-Ah... Ah... –Fue acelerando el ritmo y más aun al escuchar los gemidos y súplicas del cocinero –Mmm... –Dio una brusca envestida.

-¡Aaahh...! ¡Ah...! –Sin resistir mas, unas lágrimas salieron de sus ojos, al notar esto, Zoro se detuvo.

-¿Te encuentras bien...? No quise...

-Me dolió un poco, pero... Me agradó... Sentí algo muy raro cuando hiciste eso...

-Creo que ya se a que te refieres... –Con mucho cuidado, levantó al rubio y Zoro se recostó ahora en el suelo con Sanji encima suyo sin separarse –Bien... Inténtalo...

-Si... –Comenzó haciendo lentos movimientos con la cadera. Se notaba una expresión tan exquisita en su rostro, una expresión que el marimo pudo contemplar y con ello empezó a moverse también dando ligeras estocadas –Ah... Ah... –El placer lo invadía cada vez más, comenzó haciendo más movimiento logrando hacer perder el control de Zoro -¡Ah, sí...! ¡Zoro...! ¡Mas, por favor...! –Fue acelerando mas el movimiento de caderas y Zoro no se quedó atrás -¡¡Aaah...!! ¡Mas...! ¡Ahí...!

-¿Ahí...?

-¡Si...! –Se inclinó para poder darle un seductor beso seguido de una lamida en la mejilla. Esto obviamente provocó más al espadachín y como pudo l recostó en el suelo. Ahora Zoro era quien tenía el control de la situación -¡¡Aaahhh...!!

-... –Dio fuertes envestidas haciendo gritar mas del placer al zorro -¿Esto te gusta...? –Le dio un gran y lujurioso beso, hizo una lucha para meter su lengua en la boca del cocinero. Este en un principio se resistió pero cedió finalmente.

-Fue aquella flama que los hizo perderse en su pasión y lujuria que por fin sus... Sus semillas salieron dando por terminado su encuentro... ¿...? ¿Qué acabo de...?

-Ah, ya vine... ¿Y bien? ¿Qué te pareció, Wtanuki...? –Yuko acababa de llegar de la bodega dejándole una última tarea a Watanuki antes de irse a ver a Doumeki. Esta pequeña tarea era:

-¡¡¡Eres una maniaca...!!!

-¿Pero qué tal...? Veo que te sonrojaste un poco... –Dijo con picardía.

-Eres una de ellas... –Dijo aun desconcertado por lo que acababa de leer.

-Jejejeje... –Rió con triunfo –Espero y algún dia se haga realidad...

-YA ME VOY... TE DEJÉ LA CENA LISTA... –Salió corriendo con la cara enrojecida dejando sola a su patrona.

-Qué sería de nosotras sin este bello arte... –Dijo orgullosa de su trabajo mostrando una pequeña lágrima de alegría.

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Watanuki llegó como rayo a la casa de Doumeki y tocó con un poco de desesperación a la puerta. Hasta que por fin el peli castaño abrió se sorprendió un poco al ver esa carita de su pareja –Pareces un tomate... –Dijo con indiferencia.

-¡Cállate...!

-Y eso... –Lo jaló adentrándolo a la casa y lo llevó corriendo a su habitación. Lo estampó a su cama y le comenzó a quitar poco a poco la ropa.

-¡Do-Do-Doumeki...! ¡Basta...!

-Te ves muy lindo... –Le dio un gran y apasionado beso. Watanuki estaba excitado gracias a la pequeña novela que había escrito su patrona y gracias a ello cedió por fin.

Notas finales:

Un fanfic dentro de otro fanfic... Esa Yuko es una loquilla y una fujoshi de respeto XD Sé que muchos esperaban acción, pero en esta historia no amig@s mi@s. Espero pronto sus reviews y que les parece hasta ahora la historia. Nos leemos pronto.


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