Después de mucho rato, Sanji y Robin por fin terminaron con su entrenamiento y fueron a la cocina a tomar algo. Una vez que llegaron, Sanji se dispuso a preparar un poco de jugo –No te molestes, si quieres yo hago el jugo... –Dijo la arqueóloga quien fue a sacar los vasos y la jarra.
-Muchas gracias, Robin. Pero no hay problema, quiero agradecerte por enseñarme...
-No te preocupes por eso, fufufu... Mejor te ayudo a prepararlo, ¿qué te parece?
-¡Claro!
Mientras tanto, Franky y Zoro recibieron a Luffy –Aaaahh... Recuerden que hay que regresar a la casa de reposo con los demás... –Comentó el capitán estirando un poco sus brazos -¿Zoro, como se encuentran tu y Sanji?
-Ah, bien. No fue nada...
-Chopper y Usopp nos dijeron que estaban heridos... –Comenzó a examinar de pies a cabeza al espadachín para encontrar la dichosa herida –Pero parece que están bien... –Torció el brazo del marimo.
-¡No soy tu maldito juguete! –Golpeó al pobre capitán en la cabeza.
-Perdón... –Se sobó y se recuperó al instante –¿Puedo hablar contigo un segundo...? –Dijo con un tono serio.
-Bien... Vamos.
-Franky, no nos tardamos...
-Descuida, yo iré a buscar a los muchachos. –Dijo el carpintero quien agarró camino para ir al gimnasio.
-Sí. –Luffy y Zoro fueron de camino a la habitación y una vez ahí se produjo un pequeño silencio hasta que Luffy por fin dio inicio a la charla -¿Podrías decirme que pasó exactamente?
-¿Acaso tratas de decir que fue mi culpa?
-No...
-No le hice nada...
-Yo no pregunté por eso...
-... –Zoro miró con descontento a Luffy.
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-A ese muchacho no se le escapa nada...
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-Dime qué fue lo que pasó exactamente ese día...
-Ya te dije que fuimos atacados por caza recompensas...
-¿Entonces por qué Sanji está en ese estado?
-Eso es lo mismo que yo quisiera saber...
-Antes de ese incidente, Sanji se estuvo comportando de una manera muy extraña...
-Yo no soy el culpable de sus problemas. ¿Yam e puedo ir?
-También tú has cambiado mucho... ¿Estás bien?
-Sí, estoy bien... No me interesa lo que haya pedido ese cocinero, no es mi problema...
-Zoro, sabes que puedes contar conmigo... Pero también no toleraré que le hagas daño a nuestro nakama. –Dijo con decisión.
-¿Qué te hace creer que soy el responsable de sus estupideces? Si el quizo olvidar quien es en realidad, no es mi asunto... Allá el... –Dijo fulminando a Luffy con la mirada -¿Recuerdas lo que dije cuando fue lo de Usopp?
-Si...
-Tú mejor que nadie sabe que ese cocinero nos ha estado fallando...
-¡Eso no es verdad!
-...
-Eso solo es tu versión de las cosas, pero Sanji ha sido un gran nakama... No me interesa por ahora que fue lo que pidió como deseo o quien sea aquella mujer... Pero algo si te diré, no voy a tolerar que mi tripulación se desintegre y mucho menos que unos quieran herir a otros... El no te ha hecho nada malo y tu muy bien lo sabes... –Se retiró de la habitación dejando a un mal humorado espadachín.
-Idiota...
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-No creí que ese niño fuera tan listo, no debí subestimarlo... Pronto sabrás la verdad, hasta entonces... –Se levantó de su silla y cerró el portal para descansar un momento –Iré a tomar un baño y después organizaré las cosas que necesitaré... –Dijo esto estirándose y yendo a su habitación –Espero y mi predicción sea acertada, no falta poco para ese día... Sólo me queda esperar y confiar.
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-¿Cómo te la has pasado con nosotros, Cocinero-san?
-Muy bien, ha sido increíble el viaje... –Sanji y Robin seguían descansando en la cocina comiendo unos bocadillos.
-Cocinero-san...
-¿Pasa algo Robin?
-Cuando estás a lado de Espadachín-san ¿Sientes algo?
-... –El cocinero se quedó callado por unos instantes al recordar esa sensación en su pecho –Bueno yo... –Miró su vaso y posó su mano en el pecho –Yo...
-¿Estás feliz a su lado?
-... –Mostró un serena sonrisa junto con un rubor en su cara –Si, la verdad cuando estoy con él, siento algo muy agradable aquí... –Dijo aun tocando su pecho –Pero...
-...
-Al mismo tiempo me duele y más aun cuando está muy enojado –Mostró esta vez una tristeza en sus ojos.
-Ya veo... –Posó su brazo en la mesa seguido de su mentón sobre su mano.
Franky estaba a punto de entrar a la cocina, pero comenzó a escuchar la plática de los muchachos y mejor dejó continuar con la charla. Se arrodilló y pegó su oreja en la madera de la puerta -... –Robin sintió la presencia del carpintero. Cerró sus ojos para efectuar su habilidad haciendo aparecer sus ojos sobre el pasa manos para verlo –Y dime... Cuando estás con Franky...
-... –El mencionado se crispó y tragó saliva, pegó mas la oreja a la puerta.
-¿Qué sientes?
-Franky...
-“Vamos, quiero saberlo...”
-Bueno, cuando estoy con el, pues... Sonará un poco extraño pero... Siento algo muy cálido en mi corazón, algo que ya había sentido antes... Me siento protegido...
-Lo ves como a un padre ¿Cierto?
-¿Cómo a mi papá?
-Fufufu... Sí... Verás... Yo nunca conocí al mío, pero si tuve la oportunidad de tener a alguien a quien pude ver como si lo fuera... Aunque sólo haya sido por poco tiempo y también tuve la suerte de conocer a mi primer amigo...
-... –Franky estaba poniendo más atención a la charla.
-Ese amigo me dijo alguna vez que nadie nace sólo en este mundo.
-Me gustaría saber por qué pedí esto... –Agachó un poco la cabeza con las orejas abajo.
-Tal vez haya algo que quieras olvidar... Algo que te hizo bastante daño... Sanji... –Tomó las manos de su nakama –Todos hemos pasado por muchas situaciones, alguien como tu no merece ser tratado con odio ni desprecio... A veces esos horribles altibajos ayudan a que seas mucho más fuerte, sé que son heridas que nunca desaparecerán, pero si podrán sanar al paso del tiempo y sobre todo con la fuerza y convicción de uno mismo... Eres un gran muchacho...
-A veces creo que lo hice porque tal vez me odie... –Unas lágrimas amenzaban con salir.
-No digas eso...
-¿Entonces por qué soy esto? ¿Por qué no recuerdo nada? Ni siquiera puedo recordar lo que soñé...
-...
-... –Franky se estaba aguantando las ganas de llorar.
-Te prometo que te ayudaré a ser el mismo de antes...
-Y yo haré mi mayor esfuerzo... No quiero ser una molestia y mucho menos una gran carga para ustedes...
-¡¡¡TU O ERES UNA CARGA!!! –El carpintero entró azotando la puerta dejando a los presentes atónitos ante su acción, haciendo que el cocinero se le erizara la cola como si se tratase de unas púas -¡No es justo que tu tengas que cargar toda la culpa...!
-Franky... –Dijo sorprendida la arqueóloga.
-¡Escúchame! –Fue hasta Sanji y lo tomó de los hombros y lo miró directamente a los ojos -¡Y quiero que me escuches con atención mocoso! ¡Eres un gran sujeto, no tienes por qué lamentarte! ¡Por nada! ¡Ni siquiera por haber nacido!
-Franky... –Sanji estaba sorprendido por las palabras de su nakama -...
-¡Tu lucharás por regresar a ser como eras antes! ¡Y lo harás por ti!
-...
-Y nosotros estaremos ahí para apoyarte, sin importar que... –Abrazó a su compañero y este respondió al abrazo.
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-... –Yuko ahora se encontraba en la sala mirando la escena mientras se secaba su largo cabello -... –Dejó a un lado la toalla y sacudió un poco su largo y bello cabello –Tienes a unos grandes camaradas... Creo que dentro de poco llegará el veredicto final... Confío en ti, Sanji-san.
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-Gracias... –Dijo el cocinero aferrándose más al abrazo –Seré el más fuerte por mi y poder proteger a los que quiero.
-... –Franky ocultó su rostro en el cuello de su camarada –La próxima vez que te escuche decir que eres débil o que eres una carga... O alguna otra tontería de esas... Te golpearé aun si es necesario matarte...
-Franky... –Interrumpió la peli negra -¿Estás llorando?
-¡Nooo...!
-¡Ah, Franky! ¡Lo siento mucho! –El cocinero se separó un poco para ver a su compañero -¡En verdad perdóname! No quería hacerte llorar... Yo...
-¡Lo siento! Es que... Se me metió algo en el ojo... ¡Buaaa!
-¡Franky lo siento mucho! ¡No quise lastimarte!
-Fufufufufu... No te preocupes, no pasó nada... El está bien.
-Buuuaaa... ¡En verdad ustedes son geniales, chicos!
-Franky... –Acarició con ternura la cabellera del peli azul para poder calmarlo –Te prepararé algo muy delicioso. Anda.
-Gr-Gracias... Eres tan bueno... –Sacó una pañoleta de su camisa y se limpió la nariz.
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-En verdad son muy buenos chicos... ¡Ah! ¡No...!
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Se escuchó un gran estruendo, se trataba de una gran bala que impactó contra el Sunny. Esto provocó que moviera de una manera muy brusca el barco. Franky protegió a Robin y a Sanji -¿Qué diablos está pasando?
-Parece que tendremos algo de compañía... –Agregó la peli negra. Salieron de la cocina y vieron que en el jardín se encontraban Luffy y Zoro mirando el horizonte.