-¿Qué fue lo que pasó? –Dijo el carpintero.
-Tenemos compañía... –Dijo con gran seriedad el capitán.
-... –Sanji estaba un poco asustado y mas al ver el barco que los acababa de atacar –Debemos...
-¿Irnos...?
-... –Miró con sorpresa al espadachín –Zoro... No...
-Eres un debilucho...
-¿Qué te ocurre...? –Miró los pies de Zoro y se percató de que el extraño humo estaba saliendo
-Mejor déjanos esto a nosotros, no querrás lastimarte... –Dijo digno cruzando los brazos.
-¡Claro que no!
-¿Eeeh...?
-Iba a decir que ideáramos un plan contra ellos... –Dijo firme a su respuesta –No tengo miedo.
-Haz lo que quieras, cocinero...
-No es momento para pelear... –Interrumpió Robin –Además... Cocinero-san tiene razón. Debemos idear un plan.
-¡¡¡MUGIWARA!!! –En esos momentos salió el líder del barco enemigo, se trataba nada más y nada menos que de...
-¡Tu...! –Dijo Luffy -¡Tú...! Tú... ¿Cómo se llamaba...? –Todos los presentes a excepción de Robin y Sanji cayeron al suelo al escuchar semejante tontería.
-¡¡¡Esto es serio, mocoso idiota!!!
-Lo siento, pero no me memorizo los nombres de gente poco importante... –Dijo divertido.
-Ese es el sujeto que nos había emboscado con su habilidad de la ilusión... –Agregó molesto Franky.
-¿Ah...? ¡Ah, es cierto! ¡Ya me acordé...!
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-Pero que seriedad la suya... –Dijo un poco escéptica la bruja –Si que son muy despistados...
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-Franky... –Lo llamó el cocinero.
-¿Si?
-Debemos alejarnos de la isla, no podemos dejar que destruyan el lugar...
-Es cierto... “De seguro ya se le ocurrió algo bueno... Ese es el cocinero que yo conozco” –Pensó con orgullo el peli azul. Se fue corriendo al timón para poner en marcha al barco.
-¿Qué están haciendo? –Preguntó con fastidio el enemigo.
-¡Si quieren pelear...! ... Ah... Ah... ¿Disculpa, me podrías decir tu nombre, por favor...? –Dijo el cocinero algo apenado.
-¡Oye...! Ah, si... Mi nombre es Morgan, un gusto...
-Sanji, un placer... Jejejeje...
-¡¡No es momento de hacer tonterías, zorro!! –Zoro aprisionó al inocente cocinero con su brazo rodeando su cuello -¡Ya déjate de tonterías es el enemigo, recuerda...! –Le jaló la oreja.
-¡Disculpa! –Dijo ya regañado.
-¡¡¡UN MOMENTO!!! –Interrumpió Morgan -¡¡¡TÚ ERES EL MALDITO MOCOSO QUE ESTROPEO MI PLAN!!! ¡A ti es a quien quiero!
-¿Lo quieres...? –Dijo Zoro tomándolo del cuello del suéter ofreciéndolo como una cachorrito –Todo... Tuy... –Pero antes de decir más, fue callado por una fuerte bofetada por una de las manos de Robin -¡Agh...! ¡Óyeme no puedes aguantar una...! –Pero al ver el aura amenazante de la peli negra mejor calló.
-Te lo advierto... La próxima vez partiré en dos esa espada... –Dijo con una tenebrosa sombra en su rostro.
-¡Ya dime cuál es tu cuarta espada! –Dijo con berrinche el cocinero.
-¡Ya te dije que no, zorro! –Respondió el espadachín con una cara graciosa y sonrojada.
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-¿Cómo se les ocurre discutir en una situación así...? –Dijo esto con un pequeño tic en su ojo la pobre sacerdotisa –Comienzo a dudar que ese muchacho está en buenas manos... De acuerdo... Ya lo decidí... –Dijo levantándose con la frente en alto y con la bata puesta, poniendo un pie sobre la mesita –¡Si no recupera su memoria, yo me haré responsable de él...! ¡Tal vez este sea nuestro verdadero destino! Jujujuju... –Se mostraba en su rostro perversión –Debo ser positiva, seria la envidia de todos al tener a un chico tan lindo como el... No estaría mal, además, el y Watanuki me harían un gran festín de comida sin problema...
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-¡Nnnhh...!
-¿Qué te pasa, cocinero...? –Se alejó un poco el espadachín al ver la extraña reacción de su nakama.
-Sentí un fuerte escalofrío en mi espalda...
-¿Eh...? ¡Cuidado...! –Abrazó a su compañero y se apartaron de donde estaban ya que iban a ser derribados por una lluvia de balas. Cayeron al suelo quedando encima del cocinero –Estuvo cerca... ¿Ah...?
-Zoro... –Estaba sonrojado –Gracias...
-... –Se apartó rápidamente de el y se levantó ocultando su rostro ya ruborizado –No me lo agradezcas aun... –Carraspeó –Mas te vale hacer un buen trabajo, zorro... Si no, lo lamentaras, eso si ellos no te matan primero... –Dijo burlón.
-¡Ya basta! –Se levantó –¡Haré mi mayor esfuerzo!
-Ja, lo dudo mucho...
-¡Eres un altanero!
-¡Y tu un pulgoso!
-¡Eres un niño mal criado!
-¡Y tu un zorro roñoso!
-¡Eres un infantil!
-¡Mira quien lo dice, llorón! -Y así dio por comienzo otra de sus peleas, pero esta vez con un lindo cocinero con orejas y cola de zorro.
-¿Oye les decimos qué...? –Franky señaló a los muchachos.
-No, no, no... Ya déjalo así... –Respondió Luffy –Podrán con esto...
-¡Eres un brócoli parlante!
-¡Y tu un ridículo zorro!
-¡Cabeza de alga!
-¡Cejas de sushi!
-¡Desorientado!
-¡Saco de pulgas! –Los piratas habían llegado al barco y a uno se le ocurrió la fantástica idea de molestarlos.
-¡Ustedes morirán primero...! –Gritó el pirata saltando sobre de ellos.
-¡¡TU NO TE METAS!! –Gritaron los dos al mismo tiempo. Zoro con un gran golpe con la funda de su sable y Sanji con una patada. Mandando al pobre pirata al agua.
-... –Sanji al recuperar su cordura, recapituló lo sucedido y miró a su nakama -¡Zoro!
-¿QUÉ? –El zorro puso su mano sobre la cabeza del marimo para agacharlo ya que atrás suyo había otro pirata intentando atacarlo por la espalada. Sanji agarró impulso sobre el espadachín y dio una gran patada al aire contra el intruso dejándolo noqueado.
-¿Yo pude hacerlo? –Estaba impresionado por lo que había hecho.
-¡Eres un...! ¡Cuidado! –Apartó al cocinero y golpeó a otro invasor.
-¡Acabemos con ellos! –Dijo con decisión el cocinero dándole la mano a su nakama.
-Déjate de estupideces y andando... –Apartó la mano del cocinero con una pequeña bofetada –Mas te vale idear un buen plan para deshacernos de estos zánganos.
-... –Miró con enfado a su nakama –Bien... –Observó con detenimiento a los piratas que ya habían llegado al barco –Tal vez si... –Pero con mayor atención la situación –¡Se multiplicaron! ¿Cómo es qué...?
-No hay tiempo para explicar, sólo te diré que los usuarios de la akuma no mi son débiles ante el agua de mar... –Respondió el espadachín mientras acababa con unos sujetos a su alrededor.
-... –El cocinero salió corriendo de donde estaban.
-¡Oye, saco de pulgas, regresa! Cobarde...
-¡Cien flour! –Robin se encontraba aprisionando a unos cuantos con su habilidad -¡Romper! Lo que suponía, mas ilusiones...
-¡Beans Left! –Franky hizo desaparecer a mas de las ilusiones, pero aparecían mas y mas a su alrededor –Maldición...
-Gomu gomu no... ¡Pistol! –Luffy apenas y logró derribar a algunos arrojándolos al mar –Son demasiados... Debemos encontrar a ese tipo...
-¿Ya se te ocurrió algo, Sanji...? –Preguntó el cyborg mientras derribaba a otros mas -¿Sanji...? ¡Sanji...! –Vio en esos momentos al cocinero yendo a la bodega -¡¿Nos piensa abandonar...?!
-¡Les dije que era un completo inútil...! –Agregó el espadachín eliminando a otras ilusiones.
-¡Ya basta, déjenlo! –Dijo con autoridad Luffy –Estoy seguro que se le habrá ocurrido un gran plan... –Pero en eso vio como el cocinero se encerraba en la bodega -¡¿Es en serio...?!
-Muy bien... ¿Dónde está ese mocoso...? –Morgan al fin había llegado al barco para darle fin a esto -¿Y bien...?
-... –Los muchachos volvieron a su posición de ataque mirando a su enemigo -¡Será mejor que te vayas...! –Dijo la arqueóloga.
-No me hagas reír con tus advertencias, niña tonta... –Preparó su hacha para atacar –Si me dan a su amigo, prometo dejarlos en paz...
-¡ESO NUNCA! –Respondió con una mirada amenazante el capitán –Ni a él y al resto... No dejaré que les pongas un dedo encima a mis nakamas... Gomu gomu no... ¡Bazuka! –Al dar el ataque de lleno, el sujeto pudo evitarlo poniendo su gran hacha como escudo -...
-Mi turno... –En un rápido movimiento, logró sacar a Luffy de su camino, este aterrizó de pie y volvió a atacar y esta vez logró ser más rápido y darle un gran golpe en el estomago.
-Gomu gomu no... ¡Bazuka! –Está ves logró golpear nuevamente al intruso. Pero era tanta su gran fuerza que logró resistir al ataque, en un movimiento, puso en marcha su gran habilidad e hizo aparecer una gran mano aprisionando al muchacho -¡Suéltame...! –Pero antes de poner más resistencia, fue lanzado al mar.
-¡¡LUFFY...!! –Sin pensarlo más de dos veces, Franky se lanzó al mar para rescatarlo.
-Maldita sea... –Dijo Zoro -¿Acaso debo hacerlo todo yo...?
-Será mejor que dejes ese comportamiento tuyo... –Respondió la arqueóloga.
-¿De qué hablas...? –Dijo mirando con desafío a la chica.
-Me refiero a tu... –Pero en eso fue interrumpida ya que fue acorralada por otro brazo -¡¡...!!
-¡Mujer...! Eres un...
-No des un paso más o ella morirá... Puedo romper sus huesos con un solo movimiento...
-Eres un...
-Sabes lo que quiero... Entrégame al muchacho y te prometo que los dejaré en paz... –Dijo con una sonrisa cínica.
-...
-¿Y bien...?
-...
-De acuerdo, tu lo quisiste... –Aprisionó al espadachín con otro brazo.
-¡Agh!
-Es tu última oportunidad...
-...
-Bien... Si es lo que quieres...
-¡¡Oye!!
-... –El pirata volteó para ver de quien se trataba -¡Aagh...! –Fue bañado con por una cubeta con agua.
-¡Déjalos en paz! ¡Es a mí a quien quieres...!
-Cocinero-san. –Dijo con gran alivio la peli negra –Ah... –Vio como las ilusiones se desvanecían por completo incluyendo los deformes brazos logrando así ser libre al igual que Zoro –Con o sin memoria, siempre será el mismo...
-Ah, basta... No lo halagues... –Dijo con recelo el espadachín.
-Fufufufu...
-Tú... –Se fue acercando al muchacho con la fuerza que le quedaba ya que el agua de mar lo había debilitado y ya que sintió que su fuerza regresó corrió tras el -¡Eres hombre muerto...!
-... –Sanji también corrió hacia el intruso y dio un salto estampándole la cubeta sobre la cabeza.
-¡¡Mmmm...!! –Se detuvo y comenzó a desatorar el balde sobre su cabeza -¡¡...!! –Sanji aprovechó para tirarlo al suelo con una patada.
-Ese chico derribó al capitán... –Comentó uno de los piratas.
-Si no quieren morir, les sugiero que se vayan de nuestro barco –Respondió Zoro en posición de ataque al igual que Robin -¿Y bien...?
-Nnnhh...
-Yo me encargo... ¡Cien Flour...! –Aprisionó a los pocos piratas que se encontraban en el barco –¡Big tree...! –Con esto los arrojó al mar.
-Por fin... ¿Estás bien...? –Franky salió del agua con Luffy a su lado, este asintió con la cabeza –Bien... Debemos regresar a...
-¡¡Mira...!! –El peli negro señaló el cielo.
-¿Lo lograron?
-Eso es genial, debemos regresar cuanto antes...
-Aaaarrrgggh... –Por fin el pirata logró sacar el balde de su cabeza -¿Dónde está ese maldito mocoso...?
-¡Aquí...! –Gritó Sanji apuntándole con el pequeño cañón de Usopp.
-Es-Es-Espera, niño... ¡No lo hagas! –Solo recibió como respuesta lo que temió que hiciera el rubio. La bala fue de lleno a su estomago haciéndolo volar contra el barco de este y así hizo que se inundara.
-... –Franky y Luffy por fin llegaron al barco y vieron toda la acción -¡Eres fantástico, Sanji! ¡Sabia que o nos defraudarías!
-Lamento haberme ido de esa forma... –Dijo algo sonrojado -¡Ah...! –En eso fue callado por un gran abrazo por parte de su capitán.
-¡Eres muy valiente! –Y fueron aprisionados por otro abrazo pero esta vez por parte del cyborg.
-¡Me alegra saber que estás bien...! ¡Estoy orgulloso de ti!
-¿Pero qué hay de ellos...? –Preguntó el cocinero.
-Ellos estarán bien, llegarán a tierra. No te preocupes, pero creo que con eso ya nos dejarán en paz... –Respondió con una sonrisa el capitán.
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-Es un alivio... Sanji-san, parece que has comenzado a madurar... Tal vez su destino es estar con ellos –Dijo con una serena sonrisa la peli negra.
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Después del enfrentamiento contra Morgan, descansaron un poco, pero antes de que Sanji fuera a la cocina, fue sorprendido por el espadachín quien lo arrinconó contra la pared agarrándolo de los hombros-¡¡Eres un tonto...!!
-... –Sanji lo miró a los ojos. Sintió las manos de Zoro temblar -...
-¡Eres un imprudente, roñoso!
-¡Oye, ya déjalo en paz, Zoro! –Gritó Franky -¡¿Nos acaba de salvar y así se lo agradeces...?!
-¡No te metas...! Y en cuanto a ti...
-Zoro... –Por fin habló el cocinero –Lamento haberte preocupado...
-... –Luffy.
-... –Franky.
-... –Robin –Es cierto, ya todo está bien. No te deberías preocupar mas, Espadachín-san –Dijo con una sonrisa.
-... –Miró a todos y después al cocinero -¡No lo dije por eso...! ¡Yo...! –Sintió como su cara se enrojecía y su corazón latía sin razón alguna -¡Déjenme en paz...! –Dejó a Sanji y se fue corriendo al nido del cuervo. El resto de la tripulación lo miró con diversión, mientras que Sanji no entendía el repentino cambio de humor de su nakama.
-Es el mejor, pero es bastante nervioso... Eso es lo único que no me agrada de Zoro... –Dijo con resignación el cocinero –Pero... –Todos miraron al cocinero.
-“¿Se habrá dado cuenta por fin...?” –Pensó Franky.
-Tienes razón, Zoro es muy nervioso... Shsishishi...
-...
-No entiendo porque se sonrojó...
-... –Franky inclinó la cabeza de resignación y Luffy rió aun más. Robin se acercó a Sanji –Deberías ir a animarlo...
-... –Los otros dos se sorprendieron ante la respuesta de la chica.
-No quiero molestarlo... –Dijo con un poco de miedo el cocinero.
-¿Eso crees? Te necesita, ve a hacerle compañía, fufufufufufu...
-¡Sí! Quiero que él esté bien. ¡Nos vemos en un rato! –Sanji fue corriendo con gran ánimo al nido dejando a una Robin divertida, a un Franky inseguro y a un Luffy sonriente.
-Bien, en vista de que no pasó nada malo... Debemos regresar con Nami y los demás... –Agregó el capitán.
-¿Estás seguro que es buena idea dejarlos aquí...? –Dijo con preocupación el carpintero.
-Claro, el barco está en buenas manos.
-Y Cocinero-San puede con el resto y es apto para cuidar a su marimo, fufufufufufu...
-Mmm... Está bien, confío en ustedes
Mientras tanto en el mirador, Zoro se encontraba entrenando un poco para así poder despejar su mente lo que sintió hace rato con Sanji –Ese maldito cocinero... –Estaba cargando unas pesas con las dos manos –Me las va pagar... Pero... –Recordó aquel bonito semblante en sus ojos -¡¡Qué carajos pasa conmigo!! –Chocó su cabeza contra la pared para olvidar ese extraño y molesto sentimiento –Es un idiota...
-Zoro... –En eso se escuchó la voz del mencionado y tocando la puerta -¿Puedo pasar...?
-Mmmmm... “No debí invocarlo...” ¿Qué quieres...? –Dijo de mala gana.
-Sólo quería ver si estabas bien...
-Suspiró –Está bien... Pasa...
-... –Sanji entró y vio a Zoro recargado en la pared -¿Estás bien...?
-Si... ¿A que viniste...?
-Sólo quería hacerte compañía, es todo... –Dijo con una dulce sonrisa, sonrisa por la cual Zoro volvió a perderse –Y agradecerte por haberte preocupado por mí... –Dijo con sinceridad.
-... –Se puso rojo y volteó la mirada a otro lado –No agradezcas... La verdad no tienes que agradecer...
-También quería decirte que me alegra ver que estés bien...
-...
-... –Se acercó a su nakama y lo abrazó. Al sentir ese bonito gesto el corazón de Zoro se aceleró más. A lo lejos se veían los ojos de Robin contemplando aquella bonita escena –Parece que está todo bien... –Agregó la arqueóloga –No tienes de que preocuparte, Franky –El mencionado no dijo nada, sólo siguió pensativo –Recuerda que a Cocinero-san no le agradan las personas nerviosas, fufufufufu...
-¡No digas eso...! –Se sonrojó el carpintero –Bien, confío en ti, mujer. Regresemos al pueblo.
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-En verdad, no se ha dado cuenta... –Dijo con una divertida sonrisa la peli negra –Parece que ese pirata los volverá a molestar, pero creo plenamente en que Sanji-san y el resto podrán darle una buna lección... Pero mientras... –Alzó su mano que sostenía un vaso lleno de sake a la luna–Salud...
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Zoro y Sanji bajaron del nido, iban de camino a la cocina, pero se encontraron con una pequeña nota:
“Nos fuimos de regreso a la casa de reposo. Cuiden el barco y no hagan destrozos.
Robin.”
-Esa mujer... –Dijo con fastidio el peli verde.
-Ven... –Le tendió la mano a su compañero –Debes tener hambre, jajajaja...
-Aaahmmm... Vamos a cenar... –No respondió para sostener la mano del cocinero, pero si le desacomodó su cabello, al sentir este gesto, Sanji se sonrojó y dedicó una sonrisa.