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Lazos por Tina Black

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Notas del capitulo:

¡Listo! Disfrutenlo. Lo es tener vacaciones sin preocupaciones XDD

Llegaron a su destino. Zoro estaba hincado en el suelo con Sanji en sus brazos; no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba pasando. Levantó su cabeza para ver a su alrededor; estaba a su vista una casa con un estilo antiguo, los chicos se encontraban en el patio de aquella casa, era la media noche en ese lugar, los arboles de cerezo dejaban caer sus hojas, el ambiente estaba siendo alumbrado con la luz de la luna llena. A unos cuantos metros estaba una misteriosa mujer de cabello negro y largo, vestía un kimono de color rojo con decorado de color dorado u negro. Era muy alta y de piel pálida y sus resaltantes ojos de color carmesí; estaba viendo con total atención a sus visitantes con una mirada fría y antes de que Zoro pudiera decir algo, ella se adelantó a responder:

-No queda mucho tiempo...

-... –Estaba petrificado ante la presencia de esa mujer –“Debo estar soñando”

-No, esto no es un sueño... –Dijo como si hubiera adivinado lo que iba a contestarle

-Tal vez sea suerte o una coincidencia... ¡No me importa, haré lo que sea, pero por favor, sálvalo!

-En este mundo, no existen las coincidencias... Sólo lo inevitable.

-¿Qué?

-Tienes suerte... El también tiene algo que pedir... –Dijo señalando a Sanji –Entra, no hay nada que temer... –Dijo con una sonrisa -¡Watanuki! –En esos momentos, salió un chico con un pijama de blanca, cuando vio a Zoro y el estado en el que se encontraba Sanji sintió como se le heló la sangre ante tal escena. –Rápido no hay tiempo... –Dijo la chica haciendo que el joven de lentes saliera del trance.

-¡Sí! –Zoro se levantó y llevaba a Sanji en los brazos –Por aquí... –Dijo el ayudante guiando al espadachín adentrándolo a la casa, una vez que llegaron, el muchacho los llevó a una habitación que tenía una cama rodeada con cortinas de ceda fina, decoradas con las figuras de unas mariposas, el peli verde vio claramente que una de las mariposas movía las alas y en seguida las demás comenzaron revolotear dentro de las cortinas.

-¿Qué está pasando aquí? ¿Qué es este lugar...? –Zoro estaba sorprendido por el lugar. Había visto cosas y sucesos extraños durante su viaje con la tripulación, pero nunca algo como lo que estaba presenciando. La chica entró a la habitación con una navaja en sus manos. – ¿Podrías darme tu mano por favor? –Dijo dirigiéndose al espadachín, este no dudó estirar su brazo. La peli negra tomó con delicadeza la mano del muchacho colocándola boca arriba –Esto dolerá un poco, Watanuki, ¿podrías desabrochar la camisa de ese joven, por favor? – Su ayudante fue a hacer lo que le pidió, mientras que la misteriosa mujer hizo un corte en la palma de la mano de Zoro con la navaja. Después, puso su mano derecha sobre la herida del peli verde, le entregó a su ayudante la navaja y con la otra mano ya libre la puso sobre la herida del cocinero.  En cuestión de segundos, comenzó a emanar humo blanco dentro de la habitación, Zoro veía con total atención lo que estaba pasando, lentamente tanto los mechones del cabello de la chica como los del rubio comenzaron a flotar al mismo tiempo que las ropas de los presentes. El espadachín se percató de que estaba saliendo la sangre como una pequeña corriente hasta llegar a Sanji, se empezaba a sentir un poco débil –Es-espera... No sé si somos del mismo tipo de... –El peli verde fue interrumpido por la mujer.

-Descuida, no estoy haciendo una transfusión tal cual, lo que estoy pasando a tu amigo es la energía de tu alma y sangre, ese es el pago de tu deseo. –Dijo la chica con seriedad.

-¿Deseo...? ¿Pago? –Zoro cayó al suelo cuando la extraña mujer terminó de hacer su trabajo. El peli verde se sentía muy debilitado, con trabajos se levantó y fijó su vista al cocinero, fue tal su sorpresa al ver como la herida de muerte estaba cerrándose completamente. Se acercó a éste para tocar el pulso de su cuello, su pulso era normal, pero no despertaba – ¿Por qué no abre los ojos? –Preguntó aún débil e marimo, a lo que la mujer contestó –Descuida, necesita descansar, ya pasó el peligro. También deberías descansar un poco... Si lo deseas puedes usar el baño. El agua de la bañera es de los montes sagrados de los espíritus, te ayudará a recuperarte rápido. Respondió la peli negra con una serena sonrisa.

-Si quieres déjame guiarte hasta allá, te daré una bata. –Dijo el chico de lentes con una sonrisa y sosteniendo con gentileza el brazo del espadachín lo llevó al baño –No te preocupes ya todo estará bien. Ahora lo importante es que te recuperes también.

-Gracias... –Zoro contestó con algo de inseguridad y giro su vista hacia la chica – ¿Cómo te lo voy a pagar?

-La deuda ya fue saldada. –Dijo con total tranquilidad –Cuando te sientas mejor hablaremos.

Los muchachos salieron de la habitación para dirigirse al baño. Una vez que llegaron, el peli negro sacó una bata de un armario que estaba en frente de la puerta del baño –Ten, tómate el tiempo que gustes, si necesitas algo puedes llamarme. –Dijo mostrando una sonrisa que provocaba seguridad al espadachín.

-Gracias... Eh...

-Watanuki Kimihiro, puedes llamarme Kimihiro

-Es un gusto... Mi nombre es Zoro. –Watanuki dejó al marimo en el baño y se dirigió a la sala para ver a su patrona. Cuando se encontró con ella, preguntó –¿De dónde vienen esos chicos? –Yuko estaba recostada en su sofá encendiendo su pipa –Esos viajeros no son de nuestro mundo. Parece que son piratas...

-¿Piratas? No lo parecen. Visten con la época actual.

-No creas en todo lo que te ha querido mostrar este mundo, algunas cosas son ciertas, otras sobrepasan de la realidad a la absurda fantasía, ve a descansar, mañana será un gran día para nosotros. Ahora que estás de vacaciones, tendrás más tiempo para estar en la tienda –Dijo con una sonrisa

-Claro... Porque me toca trabajar, ¿qué va a desear que prepare?

-¡Podrías hacer una gran bufet! –Dijo divertida Yuko

-¡No tengo tanto dinero para hacer un bufet!

-Ya hablaremos mañana de la comida, lo que sea que prepares saldrá delicioso, eso sí, no puede faltar el sake ante todo, por cierto... –Dijo algo divertida –¡Tráeme una botella de sake antes de que vayas a dormir!

-¡Eres una completa viciosa, ese hígado ya debe estar muerto! –Watanuki fue al almacén para recoger la botella de sake y traerla hasta su patrona junto con unos vasos. –Aquí está, hasta mañana, no te desveles demasiado. –Dijo esto dándose la vuelta para ir a su habitación.

-¿Seguro que no quieres quedarte un rato con nosotros?

-No, gracias –Dijo con algo de fastidio el peli negro

-Aaahh... Ya veo. Estás celoso. Te prometo que no pasará nada entre ese muchacho y yo, confía en mí, cuando quieras estaré para ti y sólo para ti –Dijo con una fingida seducción mientras se descubría un poco el hombro

-¡¡¡Yuko-san!!! –Gritó apenado su ayudante –Iré a dormir, hasta mañana.

-Descansa, Watanuki –El muchacho e dirigió al pasillo y en el se encontró con Zoro –Ah, ¿cómo te sientes?

-Ah... Ya un poco mejor, ya no me siento tan mareado como hace rato... ¿Dónde puedo encontrar a tu novia?

-Ah, ah-ah-ah... ¿No-novia? ¡Ella no es mi novia! –Dijo Watanuki con una inmensa pena, que hasta su cara se puso como jitomate –Yo... Yo trabajo para ella...

-Lo siento. Pensé que eran algo... Hacen una perfecta pareja –Dijo divertido el espadachín –Está bien, discúlpame por eso, jajajaja...

-Jajajaja... Déjame guiarte a la puerta –Lo llevó hasta la puerta de la sala, una vez que llegaron se despidieron deseándose buenas noches y con esto el peli negro se fue a su habitación a descansar. Zoro estaba en frente de aquella puerta, no sabía si entrar o no cuando de pronto –Pasa –Se escuchó la voz de la chica, el marimo abrió la puerta y encontró a Yuko sentada en el sofá fumando su pipa. Sin fijarse en la presencia de su cliente comenzó a hablar

- Nada en este mundo pasa al azar. Todo está predestinado.

-Pero entonces... –El espadachín no esperaba recibir un sermón como ese y lo confundía aun mas. Quería saber cómo fue que habían llegado y sobre todo como es que esa mujer llegó a ellos.

-Porque es inevitable... –Dijo Yuko sacando humo de su boca y mirando a su invitado. –También es inevitable el hecho de que hayan venido aquí

-... Inevitable...

-Parece que no quieres despegarte de esas espadas y de lo que hay en el bolsillo de tu bata, saca lo que traes en el bolsillo...

-¿Eh...?

-Vamos...

-Mmm... –dudó por un instante el espadachín, pero se acercó a la chica y sacó del bolsillo un diamante que llevaba con el durante días, lo había estado guardando para cambiarlo con algún vendedor de espadas o si no tenia suerte en encontrar alguna tienda negociar con algún comerciante para que le dieran sake. Se lo entregó a la chica y ésta observó con detalle la piedra.

-Tu nombre...

-¿Perdón?

-¿Podrías decirme tu nombre?

-Ah... Roronoa Zoro

-Naciste un 11 de noviembre...

-¡¿Eh! Solo lo supo con decirle mi nombre?!

-Un sujeto tan rudo y desconfiado que dice su nombre completo y su cumpleaños a un desconocido sin mentir... Irónico

-¡¡Tú me preguntaste!! –Grito con total fastidio el marimo

-Al dejar que alguien sepa tu nombre, le estás dando algo semejante a la habilidad de arrebatarte tu alma... Al dejarles saber tu fecha de cumpleaños, les estás dando la habilidad de ver tu pasado y tu futuro y la habilidad de dirigir tu vida... Si, es por eso que eres el más buscado en tu mundo...

-¿Cómo es que...?

-¿Quieres saber mi nombre?

-No a lo que me refiero...

-Me llamo Ichihara Yuko

-¡Y encima me lo dices!

-Por supuesto es un nombre falso –Dijo con total calma y sonriente.

-¡¡¡¡Y encima es un nombre falso!!!! –Grito ahora con una total desesperación hacia la chica –Está bien, sólo devuélveme mi gema. –Pero antes de hacer algo mas, las puertas de la sala se cerraron, fue tal su sorpresa que dirigió su vista a Yuko.

-Ya te lo eh dicho, es inevitable... En este mundo no existe algo como la casualidad o la pura suerte... Todo es inevitable –El peli verde no apartaba su vista de ella. –Aun después de todo lo que has visto sigues sin creerme... –Abajo del sofá se encontraba un recipiente con agua, la peli negra sacó de su manga un extraño circulo con una mándala dibujada en el centro y la colocó en el recipiente, el circulo flotaba. Y repitió el nombre de Zoro tres veces mientras que el extraño circulo comenzaba a girar, ella contestó –El sitio en el que naciste y en que vives ahora son distintos... –El humo comenzaba a brotar nuevamente y los mechones de cabello d la chica volvieron a flotar –Desde pequeño has querido cumplir un sueño y es al mismo tiempo una promesa que juraste con alguien que ya no está en tu mundo... Y tú deseo... Es convertirte en el mejor espadachín del mundo... Y eso, solo se logrará cuando derrotes a aquel sujeto que te hizo esa herida en tu pecho –Zoro estaba sorprendido ante la adivinación de la bruja –La sangre que corre en tu interior tiene una energía muy fuerte...

-¿Y esto lo supiste con haberte dado mi nombre y mi cumpleaños?

-Así es...

-Pero...

-¿Ahora lo entiendes? –Dijo con una sonrisa misteriosa –Dicho todo esto, me quedo con tu gema –Dijo con total tranquilidad y estirando su brazo mostrando en su mano el objeto

-¡¡¡Un momento!!! –El marimo se inclinó por un instante y continuo -¿Qué demonios te pasa? –Antes de que puediera agarrar la gema, Yuko en un movimiento rápido la aparto de su vista.

-Es una compensación, ¿no es obvio?

-Por todo lo que se recibe, debe haber un pago equivalente, ni más ni menos... Así debe ser... –Dijo fijando su vista hacia su cliente. –De lo contrario... Resultará herido –Dijo acercando su mano al mentón del espadachín.

-... ¡Gh! –No tenía nada que decir.

-El cuerpo de tu vida actual... –Dijo la bruja con una mirada sombría – Y tu futuro destino...

-¡¡¡¿Qué rayos este lugar?!!! –Grito el marimo ya desesperado

-Es una tienda...

-¿Una tienda?

-Exacto... Un tienda que concede deseos, sin importar cual sea, te será concedido, claro como dije antes siempre y cuando sea pagado con el mismo valor –La chica se levantó de su lugar y se acerco con algo de insinuación al marimo –Incluso si el pago se trate de un alma... –El espadachín retrocedió asustado y sacó sus espadas con una cara graciosa –¡¡ALÉJATE DE MI!!

-¡Jajajajajajaja...! Eres divertido

-¡No voy a dejar que me mates!

-Jamás me llevaría algo tan pesado como un alma... Tendría graves consecuencias, igual, si matas a alguien tendrás que pagar el precio durante toda tu vida, el precio de tomar una vida es muy pesado, tanto que puede aplastarte. –Dicho esto, se dirigió al balcón para sentarse a contemplar la luna llevando consigo el sake y los vasos. Hizo un ademan invitando a Zoro a acompañarla. Una vez que el espadachín se calmó, obedeció y se sentó junto a ella. –Además esta tienda solo puede ser vista por aquellos que necesitan que su deseo sea concedido... –dijo mientras serbia los vasos

-¿Me estás diciendo que ese cocinerucho tiene un deseo? Dijo antes de darle el primer sorbo a su vaso.

-Cuando haya despertado iré a hablar con él, por el es que di con ustedes... ¿Hay algo de lo que quieras hablar? –Preguntó con calma.

-En realidad es algo entre él y yo... Es una carga... –Dijo Zoro con disgusto.

-Si en verdad lo odiaras, lo habrías dejado morir solo... Conmigo estamos a mano, pero aun tienes unas cuentas pendientes con el...

-Parece que nunca te quedas callada... Eres igual a una molesta mujer que está con nosotros en el barco

-¿Una mujer que aunque tuvo un duro pasado, tú y tus camaradas la salvaron de su ejecución? No hace daño mostrar tus sentimientos con ellos, en especial con ese muchacho... –Dijo mientras miraba la luna.

-Nos vendría bien alguien como tu...

-Lo siento, yo pertenezco a este mundo y aun debo hacer algunas cosas antes de que llegue el dia... –Dijo Yuko con un triste semblante en su rostro. Zoro prefirió no preguntar.

-Así que... Ya no tengo nada que deberte, podrías darme mi gema y a cambio te doy un poco de mi sangre... –El espadachín recibió un pequeño zape por parte de la chica y le respondió –Esto es esto y aquello es aquello... Además no funciona así, parece que sigues perdido y eso que no estás en la calle... Jajajajajaja...

-¡Ya deja de molestarme!

-¿Ahora entiendes por qué no debes dar tu nombre y tu cumpleaños así porque si? –Dijo llenando su cuarto aso con sake –Ahora sé tus debilidades. Espero que tu amigo no sea tan distraído como tu... –Dijo esto con una cara divertida y a la vez retadora.

-¡¡BASTA!!

Notas finales:

No olviden comentar. Ns vemos.


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