Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lazos por Tina Black

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Si, sé que tardé mucho. Pero no contaba con el servicio social y lo cansada que luego llego XDDD Pero como dije, no dejaré esta historia y mas aun cuando ya está a 3 o 5 capítulos de terminar.

-Un hábito: Una necesidad de ser consciente de ello, y si una persona no quiere deshacerse de ello, entonces no podrá librarse de él... –Decía Yuko mientras continuaba tomando sake y recapitulaba lo que hasta ahora había sucedido con su cliente –Pero en ocasiones un fuerte hábito controla a la persona y esta regresará a ser la de antes o tal vez madure una vez que reconozca su error...

**************************************************************************************************************************************************************************************

Después de la pelea contra Kuma, Zoro aun no despertaba. Había sido muy duro su sacrificio, sin embargo mientras estaba en una especie de trance, tenía una pelea contra su conciencia -<<Lo volviste a hacer... Dijiste que no volverías a perder nunca...>> -Esas palabras fueron detonantes para lograrlo despertar. Abrió lentamente los ojos, poco a poco fue recobrando sus sentidos y con esto sintió algo o más bien alguien de su lado izquierdo reposando sobre su cama. Giró su vista y fue su sorpresa al encontrarse con: -Ero-Cook... –Dijo en un susurro al ver a su nakama con la cabeza recostada sobre el colchón y con la mano sobre la suya –“¿Qué hace aquí? Y encima...” Mm... –Sanji abrió lentamente los ojos y lo primero que vio fue su mano y acto seguido sostuvo con cuidado la mano de su nakama, pero al ver que esta respondió tratando de alejarse un poco, reaccionó y levantó su rostro para ver a Zoro -...

-Zo-ro... –Lo miró sin poder creer aun que su compañero por fin había despertado -...

-¿Qué demonios haces aquí...? –Dijo con sarna.

-...

-¿Qué, los ratones te comieron la lengua...?

-... –Respondió dándole un abrazo con mucho cuidado para no lastimarlo -...

-¡Oye, que rayos...!

-Pensé que nunca despertarías... –Dijo con un triste tono de voz.

-... –Era la primera vez que el cocinero se portaba de esa forma con él, estaba atónito, ¿por qué estaba tan preocupado? –Oye... Tranquilo... No es para tanto... –Lo apartó para mirarlo, pero antes de decir más notó una triste sonrisa que se reflejaba en el rostro de su nakama –Ah... De verdad... No es para tanto... –Se estaba poniendo un poco nervioso ya que sentía que en cualquier momento el rubio soltaría a llorar como cuan niño perdido y por supuesto, Zoro no era muy bueno consolando –Oye, te lo advierto, si comienzas a ponerte sentimental yo...

-Lo siento...

-... –Sobre abrió los ojos al escuchar esto.

-No fui lo suficientemente fuerte para ayudarte... Ni siquiera para... Detenerlo... Lo lamento... –Agachó un poco la cabeza –Yo... –Sostuvo con cuidado la mano de Zoro –Tal vez... Si sea cierto... –Dijo esto en un susurro.

-¿Qué...?

-... –A escuchar la voz de Zoro, se reincorporó y lo miró –Nada, olvídalo... Estoy feliz... De que estés bien...

-¿Cuánto tiempo llevo dormido...?

-Una semana...

-¡¿Qué...?!

-Jajajajajaja... No es cierto. En realidad sólo pasaron dos días... Bueno aunque también es mucho, pero me alegra mucho que estés bien...

-¿Y qué pasó con ese extraño hombre...?

-No lo sé... Cuando desperté ya no estaba... Supongo que aun te duele...

-Un poco...

-¿Quieres comer algo...?

-No me vendría mal un poco de sake... –Dijo algo divertido.

-Estoy hablando en serio... –Respondió con seriedad.

-Y yo también...

-No te daré nada entonces...

-Oye, oye... Eres el cocinero, te digo que me des sake...

-¡No!

-... –Lo fulminó con la mirada –Dije que...

-Oye...

-...

-Gracias... –Dijo con pena y la voz muy baja.

-¿Qué?

-Dije que... Gra-Gracias... –Volteó la mirada a otro lado.

-¿Aaahh...? –Pegó mas la oreja para escuchar mejor.

-¡Además de ser una brújula sin rumbo eres un maldito sordo! –Sanji estalló por fin y lo miró cara a cara con un leve sonrojo -¡Te dije que...!

-Ya... No es para tanto... Ahora sé un buen niño y tráeme sake, ¿quieres?

-... –Se levantó enojado y se fue hacia la salida –Ve tu por tu maldito alcohol...

-Oye... –Sanji se detuvo sin voltear a ver a Zoro –¿Cómo está tu pierna?

-...

-...

-Bien, ya mejor... Zoro...

-¿Qué?

-... Nada... Te traeré un poco de té... –Se retiró por fin dejando a un espadachín confundido.

-Idiota... –Se levantó de su cama y miró la pared por unos instantes recordando lo sucedido –Debí vencerlo... –Dijo con coraje. Dio un gran golpe sobre la pared –Tengo que ser mas fuerte... Debo hacerlo... ¿Qué fue lo que hice mal...? –Recapituló lo sucedido –Tuve suerte, pero la próxima vez, tal vez no lo logré... –El miedo, lo invadió juntando lo que fue la inseguridad, la negación y el error, esos sentimientos siendo manipulados por “aquello”  que en poco tiempo lo consumiría... El único ingrediente que faltaría para comenzar fue... –Ese idiota... –Fue en el primero que pensó –Si... –Aquella extraña burbuja que contenía ese dolor hizo que “eso” tomara control sobre Zoro -Ese idiota... Fue el causante de mi suerte... Tal vez sea hora de pensar seriamente sobre su estancia con nosotros... –Y “eso” le hará ver con otros ojos al que ahora se convirtió en su desahogo. Aquella burbuja causó una clase de efecto secundario sobre los sentimientos de ese muchacho desorientado, puede ser fuerte y tener un gran orgullo, pero en cuanto a su corazón... Bueno, creo que ya sabemos la causa de su hábito... El hábito que lo controla y a su vez está dañando a mi cliente... –Dio una calada a su pipa y sacando el humo de su boca continuó –Fue bueno que ese torpe me haya dicho su nacimiento y su nombre... Y es algo que tanto Sanji-san y el resto de la tripulación se dio cuenta, pero sobre todo él y esa chica... –Dijo esto refiriéndose a Robin –Ahora, debemos esperar al veredicto final.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Se encontraba sentado en la mesa con los brazos recargados sobre esta mientras miraba con ilusión el pastel que acababa de preparar. Esperaba la llegada de alguien muy especial. Era la primera vez que hacia un pastel de verdad en el restaurante. Esa persona no tardaría en regresar pronto. Para matar un poco de tiempo, fue a limpiar los utensilios y a acomodar el resto de la cocina. Para su suerte era un día tranquilo y muchos de los cocineros se encontraban aprovechando su tiempo libre en platicar o jugar un poco con la baraja, pero él prefirió aprovechar ese tiempo para preparar el regalo.

Después de un rato, el llegó con un poco de cansancio ya que fue a comprar los suministros para la comida del restaurante. Al entrar a la cocina vio el pequeño pastel sobre la mesa. En seguida se sentó para esperar al responsable de ese postre; segundos después llegó el pequeño con euforia junto con un obsequio en la mano. Se acercó a su patrón y con un pequeño sonrojo le entregó el obsequio. Zeff tomó el regalo y en seguida le preguntó si ese pastelito era para él a lo que el pequeño asintió con su contagiosa sonrisa. El mayor colocó el regalo en la mesa y en seguida el pequeño le dio una cuchara para que pudiera probar el regalo. Al dar el  primer bocado no dijo nada; pero con esto se dio cuenta de que al fin había avanzado con su habilidad en la cocina y era la primera vez que probaba un pastel tan delicioso. No sólo por la buena preparación sino porque también y principalmente fue hecho con amor y cariño. Alzó su mano sobre el pequeño, este sin querer se encogió de hombros, pero al recibir ese lindo cariño sobre su cabeza sintió algo muy cálido en su pecho, tanto que fue a abrazarlo. Zeff se acomodó un poco mejor y sentó a Sanji sobre sus piernas. Al ver el obsequio le preguntó si podría abrirlo a lo que el pequeño cocinero asintió. Una vez que abrió la caja vio en su interior un reloj de bolsillo de gran calidad –Por eso estuviste como loco ahorrando durante estos dos meses, ¿verdad? –Sanji se sonrojó y agachó la cabeza por un momento –Gracias. –Dijo con gran sinceridad al regalo.

-... –Levantó la cabeza para verlo -¿De verdad te gustó...?

-Si... –Abrazó al pequeño con todas sus fuerzas para transmitirle ese calor, esa confianza y gratitud –No siempre seré bueno contigo, pero quiero que sepas que me alegra que estés aquí a mi lado, mocoso.

-También digo lo mismo, Viejo... –Se acurrucó sobre el pecho de su salvador.

///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

-Papá... –Dijo esto mientras aun se encontraba dormido, pero poco a poco fue despertando para encontrarse con un curioso Zoro -... –No se asustó, de hecho también lo miró con curiosidad.

-¿Qué tanto estabas soñando...? –Preguntó al fin el espadachín –Te veías muy sonriente mientras dormías.

-... –Sanji se levantó y trató de recordar su sueño, pero nada –No recuerdo nada, pero estoy seguro que fue un gran sueño...

-Supongo que no hay remedio... Creo que mañana partiremos por fin de esta isla... –Se levantó para dirigirse al mueble –Creo que tendremos mucho tiempo libre, cocinero...

-Zoro...

-¿Eh?

-¿Por qué nunca me llamas por mi nombre? –Preguntó con una oreja caída mirando con inocencia a su nakama.

-No hay necesidad de hacerlo... –Dijo volteando a verlo.

-¿Cómo te llamaba?

-Mmmm... –Refunfuñó un poco al recordar –No es importante ahora...

-Anda, dime... –Se levantó por fin de la cama y fue hacia el –Anda, sé que no sólo te llamo por tu nombre...

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-Me has puesto apodos...

-Vaya, que listo... –Dijo con sarcasmo –Vamos a desayunar...

-Dime... –Sostuvo su mano.

-No, por qué sé que me molestarás con eso el resto de la tarde, zorro...

-Mmmm... En ese caso tendré que descubrirlo por mi cuenta.

-Ja, inténtalo, cocinero...

-¿Quieres apostar? –Dijo esto con un gran desafío en sus ojos.

-Te reto, cocinero... Si te rindes tendrás que ser mi sirviente por una semana... –Dijo seguro de sí mismo.

-Y si yo gano tú serás mi sirviente entonces –Dijo con esa mirada retadora.

-Bien, tienes hasta la noche para adivinarlo... Ahora vamos a desayunar, vamos... –Pero vio que el cocinero estaba echándole un pequeño vistazo al mueble donde tenía sus cosas guardadas -¿Vendrás?

-Creo que me quedaré un rato... –Dijo abriendo el cajón –Ropa, mas ropa –Abrió otro cajón –Mmm... –Pero fijó su vista en un cofre pequeño que se encontraba hasta el fondo del segundo cajón -...

-¡Ay, este niño...! –Posó sus dos dedos en su sien y miró al muchacho con enfado -¡Ven acá!

-¡Ah! –Zoro atrapó a Sanji con el brazo desde la cintura -¡Zoro! ¡Bájame! –Pataleó como un pequeño de cinco años –Ya te dije que no me gusta que me cargues así... ¡Bájame!

-¡Vamos a desayunar y punto, niño mal criado!

-¡Zoro!

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

En una oscura habitación done apenas podían entrar los rayos de la mañana se encontraban dos jóvenes abrazados en el futón, lo único que llevaban puesto eran unas batas para dormir. El peli negro había despertado primero y antes de poder moverse, apenas recordó que tenía a su amado abrazándolo –Doumeki... Es hora... –Dijo aun adormilado Watanuki –Anda, debo ir a la tienda a trabajar...

-Mmm... Que ruidoso... –Dijo entre quejas y decidió mejor aprisionar mas a Watanuki –Quédate conmigo... Llama y dile que no podrás ir...

-Debo cumplir con mi trabajo... ¿No te gustaría dejar de verlos...? –Se separó un poco de Doumeki para verlo –Además, por esta maldición tu corres más peligro... Y todo por mi culpa... –Al decir esto, se pudo notar como unas pequeñas lágrimas amenazaban con salir.

-Oye... –No dudó en darle un abrazo seguido de un dulce beso en sus labios –No digas eso... No me importa, yo te quiero tal y como eres... –Posó su rostro sobre el cuello de su amado.

-Doumeki... –Se sonrojó un poco y claro, respondió al abrazo y le dio un beso en la frente –Gracias...

-Anda, quédate conmigo... –Acarició la suave espalda del peli negro –No pasará nada si faltas un día...

-No... Debo ir a trabajar... ¡Ah...! –En esos momentos, Doumeki se inclinó para morder con suavidad una tetilla de Watanuki –Dou-Doumeki... Basta... No... Aaah...

-... –Regresó a verlo a la cara dedicándole una leve sonrisa de lado y acto seguido le dio un tierno beso en la mejilla. Watanuki respondió por fin con un beso en los labios del peli castaño y dando inicio una pequeña pelea entre lenguas. Doumeki se separó un poco para hablar -¿Y bien...?

-...

-Te prometo que tomaré también la responsabilidad...

-... –Hizo un pequeño puchero –Está bien... Pero te lo advierto, si la señorita Yuko se enfurece yo... –Fue callado por otro apasionado y dulce beso.

-Eso ya lo veremos aquí... –Y con ello dio inicio a otra ronda de pasión.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-... –Sanji y Zoro se encontraban en la cocina merendando. El cocinero miraba detenidamente a su camarada con las orejas atrás y su cola moviéndose mientras tenía sus codos recargados sobre la mesa al mismo tiempo que tenía su cabeza sobre sus manos haciendo un pequeño puchero -...

-Me estás poniendo muy nervioso... –Dijo el espadachín mientras bebía un poco de sake –De una vez te digo que perderás...

-Lechuga... –Respondió aun mirando a su nakama.

-No...

-Mmmm... Tercio de espadas...

-Eso es un pésimo insulto...

-Mmm... –Refunfuñó –Brócoli...

-¿Por qué con comida...?

-Mmm... Tengo que ganar. No puedo dejar pasar esta oportunidad...

-¿Tanto te importa ganar? –Dijo algo burlón.

-Si gano, por fin me enseñarías esa espada... –Dijo inocente el joven cocinero.

-¡Ya te dije que no te enseñaré eso!

-Estás muy rojo... –Dijo confundido -¿Por qué te pones así?

-... –Se levantó de golpe –Iré a entrenar un poco... –Salió a paso de robot. Dejó su plato y vaso en el lavabo y se retiró.

-... –Haciendo a un lado esto, también se levantó de la mesa dejando sus respectivos utensilios en el lavabo –Yo iré a ver ese pequeño cofre –Y con ello se fue a la habitación.

 

Mientras tanto en el pueblo:

Luffy y el resto de la tripulación se encontraban paseando un poco mirando todo lo que vendían y las bonitas calles cubiertas por el manto de nieve –Esto es genial, debemos traer a Sanji y a Zoro para que no se pierdan esto –Comentó el capitán.

-Mira esto... –Dijo la navegante mirando un cartel en la pared –Habrá un festival esta noche aquí, deberíamos ir.

-Suena interesante... –Agregó la arqueóloga acercándose a los muchachos –No nos vendría nada mal un poco de diversión, fufufufu...

-Dice aquí que habrá juegos pirotécnicos... ¡Quiero verlos! –Dijo animado Usopp.

-¿Juegos pirotécnicos? –Preguntó el renito.

-¡Si, son lo mejor que puede haber en un festival! –Dijo con emoción el artillero –Son como hermosas flores en el cielo...

-¡Quiero ir! ¡Vamos!

-Vayamos primero por los chicos, esto no se lo deben perder... –Dijo el músico.

 

De regreso al barco:

Sanji sacó del cajón aquel curioso cofre, al abrirlo se quedó sorprendido al ver algunas fotografías –Este... ¿Soy yo? –Dijo mientras veía una de las tres fotografías en donde estaba con Zeff –Entonces... El... –Por fin logró recordar el sueño de esta mañana y sintió algo muy cálido en su pecho. Abrazó con cariño la fotografía y la miró una última vez –Entonces tu eres mi padre... ¿Eh...? –Vio un pequeño cuaderno con forro de piel negro adentro del cofre, colocó las fotos en su lugar y sacó la pequeña libreta. Al abrirla, notó que llevaba escrito algo. Con ello, revisó el resto del cuaderno y ya llevaba un poco más de la mitad escrito, regresó a la primera hoja y comenzó a leer:

Día uno:

Espero y nunca llegues a manos equivocadas. La razón por la que estoy escribiendo esta... Tal vez carta, es para poder desahogarme un poco y más aun con este nuevo viaje que acabo de emprender junto con mis nakamas. Espero hacer un gran trabajo como cocinero y no defraudarlos. Espero y también el viejo esté bien mientras esté fuera para buscar nuestro más grande sueño...

Admito que tengo un poco de miedo, pero no importa. Aunque la verdad no quisiera volver a ver a esa persona.

-¿Persona...? Manos equivocadas... –Sanji había comprendido que esa libreta era suya y por tanto a lo que dice en su escrito era algo muy personal para el, algo que no debía compartir con nadie. Se brincó unas cuantas páginas para leer lo siguiente:

Día 35:

Llegamos a una extraña isla en donde había dinosaurios... En verdad el mar está lleno de sorpresas. Zoro decidió explorar la isla; quería ir con el, pero algo me retenía, sentí de nuevo ese extraño sentimiento en mi corazón. La pena y los nervios no me dejaron pedirle que si podría acompañarlo, así que opté por pedirle si podría traer un poco de carne y a lo que el respondió como un insulto, aproveché para hacer una apuesta, una apuesta que me ayudaría a conocerlo un poco mejor. Me habría encantado haberme armado de valor y sugerir el acompañarlo, soy un completo tonto.

Dia 60:

Debo admitir que ese tonto marimo es un dolor de cabeza, pero también es alguien muy especial... Si tan solo tuviera el valor de mostrarle lo que siento. Pero al mismo tiempo, creo que si lo hago me odiaría... Una vez lo hice y fui rechazado, lo único que logré fue quedar en vergüenza con ese gruñón, pero ahora, ahora que he comprendido un poco mejor las cosas, estoy seguro por lo que ahora siento, pero tengo miedo... No quiero incomodarlo, no quiero que me deje de hablar... Pero menos, que él se entere por otra persona. Tendré que callar esto, por más que me duela, no quiero perderlo.

-Así que... Yo escribí todo esto... ¿Sentimiento? –Guardó la libreta y el cofre lo regresó a su cajón. Pensó un poco lo que había leído, tal vez no fue la suficiente información, pero al menos tenía algo para poder repasar, por así decirlo un poco más acerca de él –Marimo... Marimo... –Se dijo para si mismo –Tal vez... –Se retiró de la habitación y fue hasta el gimnasio para ver que estaba haciendo el espadachín. Al entrar, vio a un sudoroso hombre sin camisa y con un perfecto cuerpo que al levantar una de sus muy ridículamente y enormes pesas, se notaba aun más esos músculos; Sanji quedó maravillado al ver a su nakama, no podía evitar ver cada parte de su existir, se había perdido completamente y claro, con un ligero rubor en sus mejillas –Zoro... –Dijo en un susurro. El mencionado aun no se había dado cuenta de la presencia del joven zorro, seguía levantando sus pesas –Zoro... –Recordó lo que estaba anotado en aquel cuaderno –Ma... Rimo... –Zoro se detuvo por un momento, presintió la existencia de Sanji y volteó para encontrarse con un cocinero mostrando esa dulce e inocente mirada.

-Cocinero... ¿Terminaste con lo que querías buscar? –Se acercó a su nakama –Cocinero... Cocinero... –No recibió respuesta alguna ya que Sanji se encontraba perdido –Cocinero... Llamando al cocinero... –Puso su palma al vista de Sanji moviéndola de arriba abajo –Oye... –Agarró una de las afelpadas orejas del cocinero –Mmm... Ya me estás cansando... –Comenzaba a asomarse su clásica vena en la frente -¡COCINERO!

-¡Ah, si! –Por fin despertó de su extraño trance y miró a su compañero -¿Pasa algo? –Pero al ver el pecho descubierto de su nakama se sonrojó al instante –Ah, yo... Yo... –Agachó la cabeza por la gran pena –Yo, disculpa... –Se dio la vuelta para retirarse.

-Ah, no... –Le sostuvo la mano –Ahora dime qué quieres...

-Yo... Podrías... –Juntó sus dedos en señal de pena -¿Podrías ponerte tu camisa, por favor?

-¡Ay, no me vengas con esas tonterías, exagerado! –Dijo en un tono gracioso –¿Qué necesitas?

-Bueno, yo... ¿Quería saber si...?

-¿Qué?

-¿Si querías platicar conmigo un rato?

-Aahhmm... De acuerdo...

-... –Aun mantenía la cabeza agachada por la pena.

-Ya deja de portarte así... A veces compartimos el baño y ya nos vimos desnudos, por favor... –Dijo con cansancio.

-Sí, pero... y también, quería decirte que...

-¿Qué...?

-¿Si quisieras tomar una ducha conmigo...?

-... –Se quedó un poco sorprendido por la propuesta.

-Es que he notado... Bueno... Llevas tres días sin darte un baño y...

-¿Crees que soy un niño? –Dijo indignado el espadachín.

-¡Ah, no! ¡Yo...! Bueno... –Se sonrojó aun más.

-¿O te da miedo bañarte solo? –Dijo burlón.

-¡No! ¡Estás muy sucio, báñate ya! –Dijo con gran valor y apretando sus ojos que ahora estaban cerrados acompañado con un gran sonrojo en su rostro.

-¿Quién es el tomatito ahora?

-¡Aaaaahhh...! –Se quejó y en seguida tomó a Zoro del brazo –Vamos a bañarnos... –Y así salieron del gimnasio con gran prisa.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Sin querer ese muchacho está dejando salir sus fantasías... –Decía una Yuko que disfrutaba del show desde el pequeño espejo –Lastima que no habrá acción... –Dijo levantando las manos en señal de resignación y con una sonrisa picara –Al menos todo está yendo bien ahora...

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Estando ya en el baño, Sanji se sentó en el pequeño banco y comenzó a tallarse sus brazos y el resto de su cuerpo –Zoro, ¿me ayudarías a tallar mi espalda, por favor?

-“No sé por qué estoy cediendo a sus caprichos...” –Pensó con un gesto lleno de coraje.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Hazte... –Respondió la sacerdotisa con una risa sarcástica –En verdad eres un desorientado...

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Bien... –Dijo con pesadez.

-También te daré un masaje en tu espalda, Zoro. Jajajaja... Me haces cosquillas –Se inclinó un poco por la agradable sensación –Jajajajaja...

-Ya, estate quieto... –Dijo fingiendo enojo –Bien, listo.

-Ahora me toca... –Dijo con una sonrisa –En verdad tienes una gran espalda –Se recargó en la espalda del fornido espadachín y acto seguido lo abrazó.

-¡...! –Se crispó nuevamente y sintió su cara arder –Co-Cocinero...

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Vamos, Roronoa-kun, es la oportunidad para despertar... –Dijo controlando su euforia la peli negra.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Ya está... –Dijo alegre el rubio –Me lavaré el cabello...

-Yo... Yo también... –Agarró con torpeza la botella de shampoo y se colocó un poco y tanto el como Sanji comenzaron a lavarse el cabello. Una vez que terminaron entraron a la tina y descansaron allí un rato –Bueno, al menos es relajante el agua... –Se sumergió para disfrutar mejor del agua. Sanji al ver esto, lo imitó -...

-... –Sacó con calma su cabeza del agua y vio como el espadachín salió de la misma forma –“Marimo...” –Pensó.

-Ah, que deliciosa... ¿Sucede algo? –Miró algo curioso al cocinero.

-Ma... Marimo... –Dijo en un susurro.

-¿Eeeh...?

-Marimo...

-¿...?

-...

-... –Sobre abrió los ojos al escuchar su apodo. Pareciera como hubieran pasado años de no haber escuchado ese sobre nombre –Tu...

-Marimo... –Dijo mirando con atención el cabello de Zoro –Cuando saliste del agua al igual que un...

-Ya, ya, ya...

-Así como aquella vez en el rio... Eres... ¡Eres un marimo! –Dijo feliz –Hasta te molestó al escucharme decir eso... ¡Entonces es así como yo te digo!

-¡Claro que...! –Se sonrojó.

-¡Sí! –Fue tal su alegría que abrazó a su nakama –Eres un Marimo... Jajajajaja...

-... –Se crispó nuevamente al recibir tanto afecto por parte del zorro –Está bien... Tu... –Le costó hablar un poco –Tu... Ganaste... –Giró su vista a otro lado.

-Jajajajajaja... –Deshizo el abrazo y miró de nueva cuenta al marimo -¡Si!

-Bien... Ahora... ¿Qué vas a querer primero...? –Dijo esto con un gesto de molestia y lamentándose al haber sugerido esa apuesta –“No debí subestimarlo...”

-Nada... –Dijo con seguridad.

-¿Ah...? –Lo miró con confusión.

-Lo único que quiero es que seas feliz... –Le dedicó una dulce sonrisa.

-Cocinero... –No podía creer lo que escuchó. Sanji seguía siendo el mismo aun sin su memoria –Tu... –Pero antes de decir más escucharon pasos de afuera. Los muchachos habían llegado del pueblo para ver como se encontraban nuestros dos tortolos. Y así dar comienzo la preparación para el festival de esta noche.

 

Notas finales:

Y por ahora es todo. Espero que les haya gustado el capítulo de hoy. En verdad perdón por tardar mucho tiempo u.u No prometo nada en cuanto al tiempo, pero si continuaré con la historia. Gracias por leer y nos vemos en el siguiente capítulo :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).