-¡Ya llegamos! –Gritó Luffy mientras iba llegando a la cocina, pero al ver que no había nadie se dirigió al gimnasio, pero nada -¡Zoro! ¿En donde están? –Fue de regreso al jardín con el resto y en eso, escucharon unos pasos provenientes de las escaleras. Se trataba de Sanji quien había salido del baño, llevaba consigo una bata puesta, pero al ver a la tripulación se sonrojó al instante.
-¡Ah, chicos! No pensé que fueran a regresar tan rápido... Iré vestirme... –Dijo esto cubriendo sus piernas con su afelpada cola.
-¡Sanji! –Lo llamó el capitán mientras alzaba la mano en señal de saludo.
-¡Sanji! ¡Ve a vestirte, ahora! –Gritó el peli azul con autoridad, pero al mismo tiempo que se asomaba un gran rubor en sus mejillas.
-¡S-Si...! –Como un pequeño niño, obedeció a su mayor y de un abrir y cerrar de ojos entró a la habitación.
-Tranquilo, fuimos nosotros quienes llegamos de sorpresa... –Dijo Robin acercándose a su camarada con una sonrisa –En verdad eres como su papá, fufufufu...
-¡Ah, claro que...! –Se sonrojó aun más el pobre Franky -¡Yo lo digo para que no pesque un fuerte resfriado...!
-Todos sabemos que quieres algo mas con ese zorro... –Dijo el espadachín haciendo acto de presencia y al igual que Sanji, llevaba puesto consigo la bata puesta.
-¿Qué te hace pensar semejante estupidez...? –Dijo el carpintero mientras fulminaba al peli verde con la mirada.
-¡Ja...! Cómo si no me diera cuenta... Aunque ese idiota es un completo pervertido y tú no te quedas atrás...
-¡Eres un...!
-¡Muchachos, ya basta! –Interrumpió Nami con autoridad.
-¡No te metas en esto, bruja! –Dijo esto mientras miraba con odio a la navegante. En esos momentos el humo hizo su aparición rodeando por completo al espadachín.
-¡Eres un patán...! ¡Sanji-kun tiene razón, solo tienes musgo en vez de cerebro!
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-Mala idea... Esa chiquilla acaba de condenarse... –Decía con seriedad la sacerdotisa.
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-Te hare tragarte tus palabras... –Dijo acercándose hasta ellos.
-¡Si quieres pelea, estoy aquí... –Dijo Franky interponiéndose para proteger a la peli naranja.
-¿Qué tan seguro estás de poder vencerme...?
-No eres nada sin tus espadas... –Dijo esto con gran orgullo.
-Haré que te tragues esas palabras... –Y con esto dio inicio a una pelea entre Zoro y Franky. Sanji logró captar la presencia del humo haciendo que este reaccionara de golpe, llevaba puesto un short y rápido se puso el primer suéter que vio y salió de la habitación. Una vez afuera, se asustó al ver la pelea.
-No... Debo detenerlos cuanto antes... -Fue de inmediato al jardín para detenerlos, pero sintió una mano agarrando su hombro -...
-Esta es una pelea entre ellos... –Dijo el capitán mostrando un gesto serio.
-¡Zoro, por favor detente! ¡Ah...! –Se asustó mas al ver como el humo se expandía por todo el barco -¡No...! –Pero fue nuevamente retenido por Luffy.
-¡Debes calmarte! ¡Pronto acabará esta pelea...!
-¡Es que tu no lo entiendes...! ¡Ese no es Zoro! –Dijo con gran desesperación el cocinero.
-... –Robin escuchó las palabras de Sanji –“Así que no es otro... Lo sabía... Ese comportamiento que tiene es por causa de ese algo...” –Pensó mientras miraba la pelea.
-“Zoro no parece ser el de siempre... Esa mirada...” –Pensó Franky mientras esquivaba los golpes de Zoro. Este le lanzó un puñetazo el cual el peli azul pudo esquivar y en un rápido movimiento le propinó un fuerte golpe en el estómago –Espero que con esto ya despiertes, Zoro... –El mencionado trató de recuperar aire y quiso dar un golpe, pero las fuerzas se le habían ido –Demos por terminada esta tonta pelea...
-Franky... –Dijo en un susurro el cocinero. Franky se separó de Zoro y fue de camino hacia donde se encontraba Sanji –No te preocupes, ya todo acabó... –Dijo esto posando su mano sobre la cabeza del cocinero acariciando un poco su cabello y orejas –En verdad tienes unas lindas orejas, jajajaja... –Dijo con una sonrisa.
-Franky... –No pudo evitar sentir ese dulce gesto de cariño -¿Estás bien?
-Tranquilo, estoy bien...
-... –Mientras el resto estaba en su círculo, Zoro se recuperó y no dudó en atacar a Franky por la espalda, ese hábito lo tenía controlado por fin. A un metro de lejanía preparó una técnica sin las espadas para derribar a Franky, pero no contaba con... –Dos Fleur... –Zoro se percató de las dos brazos que salían en cada extremo de sus piernas -...
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-Perdón por la tardanza... –Dijo Watanuki entrando a la sala en compañía de Doumeki –Pero trajimos un poco de helado... Mmm... Yuko –san... –su patrona no dijo nada ya que estaba atenta por lo que estaba pasando.
-...
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-¡Agarrar! –Cerró con gran fuerza sus manos...
-¡AAAAAARRRGGHHH...!
-... –Los muchachos voltearon a ver y se sorprendieron al ver aquella tétrica escena -¡Rooobiiinnn...! ¡¿Qué diablos haces?! –Gritó con gran terror el pobre de Luffy.
-¡Robin! ¡Lo vas a dejar sin orgullo! –Gritó Usopp con gran pánico –¡Robin, detente! –Zarandeó un poco del hombro a su nakama, pero siguió firme a su ataque.
-¡¡YYYYYYAAAHHH!! –Gritaron Chopper y Brook –Esto es algo que ni se lo desearía ni a mi peor enemigo... –Dijo el esqueleto con gran dolor.
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-... –Doumeki y Watanuki estaban impresionados por la táctica de Robin. Tanto que mejor omitieron palabra alguna.
-Si sigue así, ya no quedará nada... –Dijo divertida la sacerdotisa.
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-¿Y bien? –Dijo sin deshacer el agarre contra Zoro.
-¡Aaaahh! –Lo mucho que pudo hacer Zoro fue tirarse al suelo y rodar mientras hacia un movimiento inútil por quitarse esas manos de encima -...
-Bueno, si quieres que este sea el fin de tu cuarta espada... Cuatro Fleur...
-Es... Espera... Entonces, la cuarta espada es... –Dijo el cocinero escéptico por fin captando el mensaje del juego de palabras -... –Agachó la cabeza por la gran vergüenza. Franky al ver esto, le dio un pequeño masaje en su espalda –Soy un tonto...
-Oye, oye, descuida... Tampoco soy bueno con los juegos de palabras... –Dijo esto tratando de animar a Sanji de su gran ridículo.
-Estaba tan insistente con el queriendo ver esa espada, ahora comprendo porque siempre se negó... –Se cubrió su cabeza con el cuello de su suéter.
-¿Y ahora? –Preguntó Robin antes de efectuar el ataque final que acabaría con la dichosa “espada” de Zoro.
-¡¡Está bien, ya!! ¡¡¡Tu ganas!!! –El humo se desvaneció por fin. Zoro aun estaba retorciéndose en el suelo como un pobre gusano.
-Ro-Robin... –Le llamó el cocinero –Todo estará bien, ya puedes soltarlo... Bueno, yo... Por favor...
-Cocinero-san... –Se le hizo tierno al ver a Sanji en ese estado –Está bien, con esto podremos estar todos en paz, fufufufufu... –Soltó por fin a su nakama –Esto solo lo hago por Cocinero-san... Si fuera por mí, no me molestaría asesinar a un hombre por su “orgullo” –Dijo esto mirando con calma al espadachín.
-Ahora que todo está bien, vinimos para decirles que habrá un festival esta noche... –Dijo Nami calmando un poco lo que restaba del tenso ambiente –En fin... Es un festival en donde podemos llevar disfraces si queremos.
-¿Y por qué mencionas algo tan tonto como eso...? –Dijo Zoro sentándose en la banca con mucho trabajo.
-Porque Sanji-kun podrá ir sin preocupación alguna de esconder sus orejas y cola.
-¿Entonces puedo...? –Preguntó el cocinero con gran ilusión.
-Por supuesto, no habrá peligro alguno mientras estamos en el festival. Así que los quiero listos antes de las cinco, y para que vean que soy generosa, podrán comprar lo que quieran...
-¡Compraré montones y montones de carne! –Gritó con ánimos Luffy.
-¡Y yo muchos juegos pirotécnicos! –Gritó Usopp.
-¿Puedo comprar algodón de azúcar? –Preguntó con gran alegría Chopper.
-Por supuesto –Respondió Nami con una sonrisa.
-¡¡¡YEI!!! –Los tres entraron a la habitación para arreglarse.
-¿No es fantástico? Por fin saldré sin tener que esconder esto... –Dijo con emoción el joven cocinero.
-Si la gente no fuera tan ciega y testaruda, podrías nadar con libertad... –Dijo el carpintero mientras revolvía un poco el cabello de Sanji.
-Franky... ¿Soy un fenómeno?
-Claro que no, eres único... Además, todos aquí somos diferentes, si no fuera así este barco sería completamente aburrido. Es bueno tener una o varias cualidades.
-Tienes razón... –Dijo esto con un ligero sonrojo en sus mejillas. Miró al espadachín quien apenas estaba recuperándose del dolor –“Zoro... Debo buscar la forma para que no pase de nuevo... Eres mi...” –Miró con preocupación a Zoro –Nakama...
-¿Mmm...? –El carpintero miró extrañado al cocinero.
-¡Ah, nada! Vamos a alistarnos para el festival... –Sostuvo a Franky de la mano y fueron a la habitación, pero no sin antes ir por el marimo –Zoro... Ven con nosotros... –Dijo esto dedicándole una sonrisa.
-Adelántense... Yo descansaré un rato mas... ¡Au!
-¿Necesitas algo?
-Está bien... No te preocupes... –Le dedicó una sonrisa de lado –Te veo en un rato...
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-Creo que con eso, se calmaron un poco sus celos...
-¡Casí le arrancan...! –Watanuki fue callado por el delgado dedo índice de la bruja posando sobre sus labios.
-Era de vida o muerte... –Dijo con una sonrisa.
-Parece que te diviertes... –Comentó Doumeki mientras le daba un mordisco a un pastelillo.
-¡No hables con la boca llena! –Le regaño Watanuki.
-Quiero mas... –Dijo el peli castaño pidiendo jugo.
-Eres un mal educado...
-En hora buena... Watanuki me ahorraste el llamarle a Doumeki... –Dijo con tranquilidad la bruja dimensional.
-¿Eh?
-Esta noche, se decidirá todo.