-¿Así qué que dices, muchachito? Los dejaré en paz si me dejas quedarme con este maldito entrometido... –Dijo esto tirando mas del cabello de Sanji haciendo que este gritara de dolor.
-¡Vete, no quiero que te pase nada por mi culpa! ¡Vete!
-... –Zoro preparó sus dos espadas, pero antes de poder decir mas, el pirata hirió el hombro del cocinero.
-¡AAGH!
-¡Ya basta!
-Si no quieres ver esto, te aconsejo que te marches...
Mientras tanto en algún puesto del festival, Franky, Robin y Brook estaban terminando de recoger algunos premios que habían ganado –Ya tenía mucho tiempo que no me divertía tanto, me gustó mucho este juego –Dijo Robin sosteniendo una bolsa de golosinas.
-Y aun falta mucho por recorrer, ya quiero jugar en ese otro de la lucha de fuerzas... –Decía Franky mientras le daba una mordida a su algodón de azúcar.
-Yo iré por mas bocadillos... ¿Me acompañan? –Dijo Brook.
-Bueno, un poco de comida no me vendrá mal. Vamos. -Al llegar al puesto en donde anteriormente estaban Sanji y Zoro, Robin no pudo evitar ver el camino que llevaba para el estanque. Como si algo la estuviera controlando fue acercándose a la entrada del lugar –Oi, Nico Robin. ¿Qué te gustaría pedir? ¿Nico Robin? –Pero al ver que la chica estaba yendo por aquel camino, llamó la atención de Brook y optaron por seguirla –Debe haber encontrado algo... Andando.
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-... –Yuko se mostraba seria al ver la situación. Y por una parte intentaba controlar su desesperación al saber que ya no había marcha atrás.
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-¡Robin-san! ¡Espera, por favor!
-Creo que hay algo por allá...
-Espera, Nico Robin... -Aun estaban muy retirados del estanque. Zoro se arriesgó para atacar al pirata, pero antes de darle de lleno con el filo del sable, Morgan puso de escudo al cocinero –Tú decides... –Zoro logró detenerse a tiempo. La hoja de la espada estaba apenas rozando el rostro de Sanji –O yo me encargo de este estorbo o haré que hagas el trabajo por mi...
-...
-Tus ojos me dicen cuanto quieres deshacerte de el...
-... –Sobre abrió sus ojos al escuchar al pirata.
-Reconozco los ojos de un asesino... Y mas cuando desea con toda el alma exterminar a los que se interponen en su camino...
-¡Ya cállate! –El humo hizo acto de presencia dejando ver lo peor del espadachín. Y con ello atacó de nueva cuenta esquivando a Sanji para lograr darle una cortada en la mejilla al capitán e hizo que soltara al cocinero dejándolo en el suelo.
-... –Sanji estaba completamente asustado y mas aun al ver el humo -¡¡Zoro, mira a tu alrededor!! ¡Ahí está el humo!
-¿Qué...? –Se distrajo por lo que el cocinero le había dicho y con ello, Morgan aprovechó para atacarlo -¡AAAGGGHH! –Recibió una cortada en su pierna –Maldición... –Se arrodilló para poder controlar el dolor de la herida –Vuelve a decirme otra tontería... Y te juro que... –Pero antes de acabar con su amenaza fue golpeado por el mango del hacha haciendo que este cayera al suelo y derrapara un poco.
-¡Zoro! –Sanji intentó forcejear contra las cadenas que lo tenían preso, pero fue inútil -¡Debo...! ¡Ayudarlo!
-Me divertiré un rato con tu amigo si no es molestia, pequeño... –Morgan arrinconó al cocinero de una patada contra un árbol –Sé un buen niño y no hagas escándalo... –Fue hacía donde se encontraba Zoro y le dio de lleno con una fuerte patada en la cara.
-Zo... Ro...
-... –Con trabajos se levantó para encarar a su contrincante, pero este fue más rápido o más bien no le dio tiempo fuera y lo golpeó en la espalda con el mango del hacha -¡Agh!
-... –El cocinero se trató de levantar como pudo mientras observaba como el humo se expandía aun más y más –Debo... Detenerlo...
-¿Y bien? –Levantó a Zoro jalándolo del cabello –Si tu quieres, puedo dejar que te encargues de el... Pero si gustas yo haré el trabajo por ti...
-¡Ya...! ¡Déjate de estupideces...!
-¿Mmm...?
-¡Por mi que ese maldito se pudra!
(música)
-... –Sanji se congeló al escuchar lo que acababa de decir su nakama –Zoro...
-¡Por mi haz lo que quieras con ese inútil...!
-¿En serio no te importa lo que haga con el?
-... –El humo invadió por completo el lugar sacando un terrible y fétido aroma que solo podía presenciar el cocinero –Lo que mas me importa... –Como pudo se deshizo del agarre de Morgan y lo empujó –Es no perder contra nadie... El... Sólo m ha causado problemas...
-... –Sanji no podía creer lo que estaba escuchando –No...
-¡Así que esta maldita pelea no la estoy haciendo por ese bueno para nada...! -¡Sino por mi!
-...
-Vaya... Así que esto lo estás haciendo por gusto... ¡Jajajajajajaja! ¿Oíste eso, mocoso? –Volteó a ver a su rehén con burla -¡El no te quiere!
-... –No prestó atención al enemigo, pero si el estado en el que ahora se encontraba su nakama. No era el Zoro con el que convivió durante estos últimos días... Era otra persona, una persona que estaba diciendo las cosas sin pensar, pero que las estaba diciendo sin remordimiento alguno -... –Una pequeña lágrima se escapó mientras veía con decepción al hombre que lo estaba hiriendo.
-¡¡POR MI, HAZ LO QUE QUIERAS CON EL!! ¡¡¡JAMÁS METERÍA LAS MANOS AL FUEGO POR ESA...!!! ¡¡¡¡¡POR ESA MALDITA FALLA!!!!!
-... –En eso, su vista de distorsionó dejando mostrar aquella silueta que vio en el día del hospedaje. Aquella figura imponente que se formaba al ver a Zoro -<<Sólo eres una falla...>> -Al escuchar esa voz en sus pensamientos, agachó la cabeza para ocultar las lágrimas que salieron por si solas -...
(fin de la música)
-¡¡Jajajajajajaja!! ¡Esto si es muy entretenido! ¡Sería mejor que...! –Pero antes de decir más, fue atacado por las tres espadas de Zoro dejándolo inconsciente. Se acercó lentamente al desconsolado cocinero y antes de empezar lo que tenía planeado hacer desde hace tiempo, le quitó las cadenas gracias al filo de las espadas. No recibió respuesta laguna de Sanji, solo se quedó mirando al suelo con los ojos llenos de lágrimas. Por mas que quería recuperarse, el dolor en su corazón no lo dejaba ni siquiera ponerse de pie.
-Este... No eres tu...
-Ya estoy harto de ti...
-¡Aaah! –Zoro lo tomó de los cabellos y sin más le dio una gran patada con la rodilla a su estómago -¡Agh!
-Ya me cansaste... Nunca te he querido y nunca te querré... –Antes de poder levantarse, recibió de nueva cuenta otra patada en el estómago –Lo único que me has traído son problemas... –Sanji se arrastró para huir de el, pero Zoro lo tiró tan fuerte de la cola que hizo que el pobre cocinero sacara un seco y lastimero grito –Sólo eres una falla... –Al escuchar de nuevo esto, no pudo resistir gritar por el llanto –Sería mejor para mí que desaparecieras...
-¡¿POR QUÉ ME HACES ESTO?! –Zoro se sobre saltó un poco al escuchar a Sanji –Ya... No, por favor... –Sólo recibió como respuesta otro violento jalón en su cola - ¡Me duele! ¡Ya no sigas por favor...! –Antes de poder levantarse, recibió un golpe con la funda de la espada -¡¡Agh!! –Cayó de nueva cuenta en la nieve y volteó a ver con temor a su verdugo. Le imploró con esos tristes ojos que se detuviera, Zoro no se inmutó en lo mas mínimo.
-Creo que comenzaré con cortarte esa horrible cola...
-¡Nooo...! ¡Por favor!
-Sólo mírate... Eres un fenómeno... Primero esa estúpida ceja de remolino... Por favor... ¿Quién además de ti tiene esa porquería en la cara? Y luego esa cola y esas orejas... Sólo das lástima... No eres lo suficientemente fuerte... –Sacó su espada al mismo tiempo que el humo se agrandaba aun mas.
-¡Me duele mucho...! –Gritó mientras el espadachín le propinó una fuerte patada en la espalda -¡Lo siento mucho...!
-¡YA CÁLLATE ASQUEROSO MONSTRUO!
-¡¡DIEZ FLEUR!! –Fue aprisionad por uno de los ataques de Robin -¡¡AQUÍ EL MONSTRUO ES OTRO!! –Gritó con rabia la peli negra intentando inmovilizar con gran totalidad a Zoro
-Asquerosa arpía... –Con trabajos hirió uno de los brazos de Robin y con ello el resto de los brazos desapareció.
-¡Agh! –Robin se sobó su ahora lastimado brazo y miro a los ojos a Zoro -¡Ese no eres tu! –Pero antes de decir mas, fue callada al ver el terrible semblante del espadachín, era algo que jamás había visto. Efectivamente eran los ojos de alguien lleno de odio y antes de recibir un golpe, Zoro fue aprisionado por Sanji -¡Cocinero-san!
-¡¡¡No dejaré que le hagas nada!!! –Mordió con gran ira al cuello de Zoro.
-¡Eres un hijo de...! –Agarró con gran furia los cabellos del cocinero, pero este se aferró mas al a mordida. Así que Zoro optó por lastimarle las orejas logrando así quitárselo de encima.
-¡Agh! –Se alejó del espadachín.
-Es hora de que mueras... –Cuando al fin daría el último golpe contra Sanji, fue retenido por un gran puñetazo en la cara por parte de Franky, cayendo al suelo -¡Esa es mi pelea...! –Pero de nueva cuenta fue golpeado por Franky de nuevo.
-¡Esto es por mis nakamas! ¡Vuelve a ponerles un dedo encima y te juro que reventaré ese musgo que tienes por cabeza!
-... –Se levantó del suelo mirando con rabia a sus compañeros –Tu... –Preparó su espada para atacar a Franky pero fue retenido por Brook.
-¡Zoro-san! ¡Ya es suficiente! –Apartó a Zoro on un brusco movimiento -¡No dejaré que lastimes a Sanji-san!
-Escuché como lo lastimabas... –Comentó la arqueóloga recuperándose del ataque –Y encima tu... –Fue tanto el coraje que sintió que no pudo resistir en atacar a Zoro con una de sus técnicas -¡Diez Fleur!
-¡Robin! –Le llamó el cocinero –No lo hagas...
-Cocinero-san...
-¿Qué vendrás a darme uno de tus estúpidos ánimos, idi...? –Zoro fue callado por un gran puñetazo de parte de Sanji.
-... –Los mayores se sorprendieron ante la respuesta de Sanji. Era la primera vez que lo veían usando las manos para golpear a alguien –Sanji... Tú... –Dijo atónito Franky.
-¡Tú maldito...!
-¡¡TE ODIO!! ¡¡TE ODIO!! ¡¡TE ODIO...!! –Gritó con gran coraje y tristeza hacia su compañero -¡Eres un mal agradecido...! –Salió corriendo del lugar.
-¡Sanji! –Franky fue tras el para consolarlo, y al tratar de detenerlo, vio esa triste mirada. La misma que vio la primera vez que lo encontró sollozando en la cocina –Perdóname... Yo... No cumplí con mi promesa...
-No... Fui yo quien no cumplió con su promesa... Dije que sería el mas fuerte, pero soy... Soy... <> -Se sobre saltó al escuchar de nuevo esa horrible voz y se cubrió la cara por un instante.
-Sanji...
-¡Lo siento! ¡Te fallé! ¡Perdóname, Franky! ¡Perdóname! –Sanji se alejó de su camarada y se perdió entre los arbustos cubiertos de nieve.
-¡¡¡SANJI!!!
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-Sanji-san... –Watanuki no pudo evitar el sentirse mal por Sanji -¿Por qué hizo eso? ¿Por qué ese terrible cambio de personalidad? ¿Y encima contra el? ¡Sanji-san ha sido muy bueno con el! ¡¿Acaso no lo valora como su camarada?!
-Watanuki...
-¡Es que no es justo...! ¡Acaso vamos a quedarnos a ver nada mas! ¡Esto no era parte del susodicho trato!
-¡Watanuki! Ya es suficiente... –Dijo con remordimiento la bruja dimensional sin mirar a ninguno de los chicos –Es mi culpa... En lugar de ayudarlo, solo lo herí más... Y es por eso... –Agachó un poco la cabeza –Por eso... –Su voz sonaba entrecortada –Lo menos que puedo hacer ahora por el es traerlo con nosotros a la tienda...
-Yuko-san... Yo... No quería... –Sostuvo sus hombros para consolarla.
-No te preocupes por mi... Ahora lo importante es... Ir por el...
-Iremos con usted... –Dijo Doumeki con decisión –No podemos dejar que usted vaya sola por el... Ese mundo es mas peligroso de lo que pensé...
-Tiene razón... Iremos con contigo... Si es necesario, llevaremos a Kurokitsune...
-... –Negó con la cabeza sin voltear a verlos –No es necesario... Además, no quiero lastimar a mas personas... Debo enmendar mi error...
-Yuko-san.
-...
-Vamos a acompañarte... Es lo menos que podemos hacer por ti. –Dijo con valentía el peli negro.
-...
-si el va con usted es mas seguro que corran peligro, por eso los acompañaré...
-¡¿Qué quieres decir con eso, tonto?!
-Gracias... –Dijo en un susurro logrando captar la atención de los muchachos –Vamos a preparar todo...
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Corrió todo lo que pudo adentrándose en lo más profundo del bosque y al no poder continuar mas, se sentó en el acolchonado suelo cubierto de nieve y se recargó en una gran piedra. Y en aquel bosque cubierto por ese manto frio y blanco que lo único que podía hacer era adornar la más triste escena. Sanji se encontraba solo, sentado en el suelo mientras cubría su cara con sus manos. Después de un pequeño rato, ocultó el resto de su rostro al juntar sus rodillas al pecho. Estaba completamente destrozado; solo se podía escuchar su ahogado y desconsolado llanto lleno de dolor y culpa –Soy un gran tonto... Todo lo que hice por nada... Tal vez es mejor para todos que me vaya... ¡Snif! ¡Zoro! –No prestó atención los sonidos provenientes de unos enormes pasos que se dirigían hacía el –Snif...
-Ten... –Aquella persona le ofreció un pañuelo. Sanji al escucharlo, levantó un poco su vista y fue su sorpresa al ver a esa persona –Te estaba buscando...
-...
Después de un buen rato, Luffy, Nami, Usopp y Chopper estaban esperando al resto en la entrada del festival –Ya se tardaron mucho... Quiero llegar a cenar esta deliciosa carne que gané en ese concurso de comida... –Decía Luffy saboreando su gran premio –Ya quiero que Sanji haga un gran banquete con esto...
-Solo piensas en comer, no tienes llenadera... –Replicó la navegante –Ya se tardaron... ¿Me pregunto que estarán haciendo?
-Bueno, Sanji y Zoro estaban juntos... –Comentó Chopper –Tal vez Robin, Franky y Brook ya no tarden...
-¡Miren! ¡Allí están! –Dijo Usopp al ver a lo lejos a los muchachos, pero había algo extraño -¿Pero y Sanji?
-¿En dónde se habrá metido? –Preguntó con algo de preocupación Nami.
-¡Oigan chicos! –Fue Luffy con ellos para recibirlos -¡Qué bueno que llegaron! ¿Cómo les fue...? ¿Mm? ¿Y Sanji? ¿Qué sucede por qué esas caras? ¡Robin! ¿Qué le pasó a tu brazo?
-¡Robin! ¿Estás bien? –Dijo Nami acercándose a la arqueóloga.
-Si... Estoy bien...
-¡No es cierto! –Respondió el carpintero haciendo que los muchachos se sorprendieran –Esa herida la tiene gracias a este maldito... –No resistió mas y golpeó a Zoro estampándolo en el suelo -¡Este maldito cobarde la lastimó! ¡Al igual que lastimó a Sanji! ¡Por el Sanji no está!
-Franky... ¿Pero por qué? Explíquennos que sucedió... –Dijo la navegante.
-¡Tu eres quien no debería estar con nosotros! ¡Y estoy seguro que ese chico quiso olvidar todo por ti!
-... –La tripulación se quedó callada al escuchar la autoridad de Franky.
-¡Tu hiciste llorar a ese chico el día del festín! ¡Una comida que hizo para ti! ¡Y encima tu...! ¡Lo trataste como a una basura! –Con esto provocó que el humo se expandiera aun mas, pero en vez de llenarlo más de esa terrible ira, lo único que logró fue quitarle las ganas de seguir peleando –Yo no tengo el derecho de correrte de la tripulación... Pero si fuera por mi, te habría desaparecido... Regresen al barco... Yo iré a buscar a Sanji... –Franky comenzó a caminar rumbo a lo mas oscuro del bosque.
-¡Franky!
-¡Luffy, vuelve al barco con ellos!
-...
-Discúlpame, pero esto no lo puedo permitir... Regresen al barco... Les prometo que regresaré con el muchacho...
-Regresaremos al barco, pero en un rato te alcanzaremos... Este lugar es muy extenso... No podrás con esto tu solo...
-... –Franky regresó su vista al camino –Gracias... –Y siguió su camino en busca de Sanji.
-...
-Luffy... –Le llamó Nami.
-Regresemos al barco a dejar todo esto... Zoro...
-... –El mencionado levantó su vista a su capitán.
-Te quedarás a cuidar el barco...
-¡Oye, pero...!
-¡Ya has hecho suficiente! ¡No quiero otra excusa más! ¡No sé que sea, pero eso te está consumiendo! ¡Tú no eres el Zoro que nosotros conocimos! –Comenzó a caminar con dirección al barco seguido del resto. Dejando a Zoro atrás.
Después de un rato, los muchachos habían llegado al barco, y se fueron de inmediato para buscar a Sanji. Zoro por su parte se quedó. Lo único que le hacía compañía era ese maldito humo. Fue un rato a la habitación para recostarse un poco –Por ese miserable me han hecho a un lado... Cuando regrese yo...
-<<¿Estás seguro de lo que dices?>> -Escuchó una voz tanto familiar. Que lo hizo levantarse de la cama encontrándose con...
-Haruka...
-Zoro-san... –Dijo Haruka mostrando una cara de descontento –Hiciste lo que se te dijo que no hicieras... Acabas de romper las ilusiones de ese muchacho y de paso arruinaste tu destino...
-¿De qué hablas...?
-En verdad no te has dado cuenta de que ese hábito te ha consumido por completo... –Caminó hacia la salida dejando solo al marimo.
-¡Espera! ¡No te vayas! ¡Haruka! –Se despertó al mencionar el nombre del sacerdote –Fue un sueño... No, no fue un sueño... –Se levantó de su cama y salió de la habitación.
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-¿Quién eres tu? –Preguntó con mucho miedo el cocinero mientras retrocedía lo más que podía.
-Hay algo muy extraño en ti... No eres el mismo chico que vi durante nuestro combate... –Comentó aquella persona con total calma mirando al muchacho.
-Por favor, no me lastimes... Por favor...