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Lazos por Tina Black

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Notas del capitulo:

Blood-C Original Soundtrack Vol.2- Subete wa Gen'ei - YouTube

Lo mismo como en el cpítulo pasado en cuanto a la música.

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Se encontraba un solitario joven meditando entre los arboles de mandarina mientras contemplaba la tarde. Encendió un cigarrillo para poder controlar mejor sus inexplicables nervios que no lo dejaban tranquilo; desde el festín, durante estos últimos tres días; el infierno en carne viva y más aun cuando la persona que quiere le hace revivir los peores momentos de su vida –“Han pasado muchas cosas... Tanto el, como yo tenemos un grave problema... Pero él no se ha dado cuenta... Quisiera saber que es ese humo que sale a su alrededor...” –Dio una gran calada a su cigarro –Sé que estás ahí... –Dijo esto sacando el humo de su boca -¿Qué es lo que quieres...? –Salió entre los arboles su rival mostrando una sonrisa retadora, Sanji por otra parte le daba la espalda. Estaban alejados por un metro de distancia y a su vez, se produjo un silencio incomodo. Sanji fumó de nueva cuenta y decidió romper la atmosfera -¿Y bien...?

-Sabes muy bien lo que quiero... –Dijo sin hacer desaparecer esa sonrisa.

-...

-¿Me harás esperar para la batalla...? ¿O es que tienes miedo de que te mate...?

-Yo en ningún momento te dije que quería pelear... –Dijo con autoridad –No voy a ceder sólo porque me lo ordenes... –Comenzó a caminar para retirarse del lugar, al pasar a lado de Zoro, fue retenido por este del brazo –Suéltame... –Dijo con ira.

-Vas a hacerlo quieras o no... –El humo comenzó a invadir el lugar, Sanji se cubrió la nariz y la boca con su mano para evitar el fétido olor -¿Qué te ocurre...?

-¡Dije que me sueltes, maldito idiota...! –Le dio una patada en la espinilla al espadachín -¡Nadie te dijo que me tocaras, cabeza de alga! ¡Eeeh...! –El humo se expandió mas  casi llegando al cielo –“No...”

-Tu... –Se recuperó del golpe y respondió con un puñetazo del cual Sanji logró esquivar agachándose y contestó tirando al peli verde al suelo con otra patada.

-Eres un terco... –Se levantó y caminó para alejarse de su rival.

-Eres un... –Alcanzó a agarrar con mucha fuerza el tobillo del cocinero, tiró de él e hizo que cayera al suelo.

-¡Agh...! ¡Ya basta...! –Zoro se puso encima de él para aprisionarlo -¡Quítate de encima, maldito...! ¡Ya déjame...! ¡Tú, miserable...! –Antes de poder insultarlo más, el espadachín sacó uno de sus sables y lo enterró en el suelo a unos milímetros de rozar la mejilla descubierta del cocinero -...

-Ya me tienes harto... Estoy cansado de tener que aguantar tu incompetencia, harto de tu debilidad, harto de tener que cargar con un completo inútil como tú... Yo soy tu superior ante todo...

-¿Estás diciendo que eres mejor que nuestro capitán...? Este no eres tú; tu orgullo te ha llevado a ver lo que no es real... Estás ciego ante tu razón... Dije que te haré entrar en razón aun si tengo que romperte el cráneo a patadas... –Como pudo se quitó de encima a su contrincante, se levantó y corrió lo mas que pudo saliendo del barco.

-¡Así que piensas huir, mal nacido! –Zoro le siguió el paso sacando su segunda espada y así dio comienzo a otra persecución.

-“Si iniciamos otra pelea en el barco, en el estado en que está dudo mucho que se controle...” –Corría todo lo que podía –“No debo dejar que mi miedo me debilite, debo correr hasta encontrar un lugar seguro... Tal vez tenga razón, soy alguien débil...” –Miró de reojo atrás suyo y vio al espadachín quien estaba corriendo a todo lo que daba –“Maldición... Basta, debo dejar de huir... Es hora enfrentarlo...” –Se detuvo en seco y encaró a su oponente -¡Muy bien, aquí me tienes! –Estaban en lo más profundo del bosque con un pequeño lago de muy poca profundidad.

-... –Se detuvo para observar a su nakama –Espero que estés listo para tu derrota... Eres una vergüenza para nuestro barco... ¿No has pensado que el hombre con quien estuviste viviendo te dejó ir para deshacerse de ti...? El no es tu padre, ¿cierto? Dime como fue que llegaste al East Blue... Acaso tu verdadera familia ya no te quería... –El humo invadió mas y mas el espacio y las ondas volvieron a salir de la boca de Zoro –No los culpo... Yo tampoco querría y ni siquiera daría mi vida por un gusano como tu... –Esto estaba haciendo enfadar a Sanji -¿No piensas decir nada? –Rió con total burla al ver la impotencia del cocinero -¿Acaso vas a llorar otra vez como aquella noche...?

-Ya cállate... –Dijo entre susurros mirando al suelo.

-¿Vas a volver a suplicarme como una triste niñita...?

-Ya, basta...

-Nadie quiere a las personas como tu... Tú no vales la pena... Para mí sólo eres un juguete... Pero para el resto del mundo, solo eres una falla...

-... –Comenzó a caminar hacia donde estaba Zoro.

-No tengo miedo por lo que hagas, sólo eres un insignificante pedazo de carne... –Las ondas se convertían en esos hilos que aprisionaban a Sanji, este no podía aguantar más de todo lo que estaba recibiendo –Me encargaré de hacer un mundo en donde tú nunca hubieras existido... –Se originó una enorme onda que aprisionó por completo a Sanji. No veía los hilos, pero si sentía más pesado y torpe su cuerpo, pero era algo que no lo detendría, aun seguía caminando para llegar a su nakama.

-Tu... –Habló al fin –No soportas las cualidades o dotes que otro tiene y que tu careces... Crees estar encima de todos, cuando no es así... Y te crees con derecho al humillarme... –Apretó sus dientes –Lo único que estás logrando es convertirte en un infeliz... Menospreciándome... Insultándome... Lo que lograste fue hacerme revivir esa horrible herida... Yo no estoy viendo a mi camarada en estos momentos... –Llegó por fin a su compañero –Lo único que veo es... –Cerró con todas sus fuerzas su puño -¡¡ES A UN ASQUEROSO PATÁN!! –Le plantó de lleno una golpiza en la cara haciendo que su rival cayera de cara al suelo y derrapara -¡¿Crees que con lastimarme podrás saciar tu maldita incompetencia...?! ¡Es tu maldita inseguridad...! ¡No es sólo a mí a quien estás lastimando, si no a ti...! –Gritaba con gran cólera observando cómo se reincorporaba con mucho trabajo su compañero mientras se sobaba los nudillos de su mano -¡Eres tan vulnerable que te dejas llevar por la rabia, esa maldita inseguridad...! ¡Pero sobre todo...! –Antes de poder decir más, fue interrumpido por uno de los ataques del espadachín, del cual apenas pudo esquivarlo.

-Nadie... Te pidió tu opinión... No mereces ser escuchado... –Guardó por un momento sus espadas para colocarse su mascada –Yo... No permitiré que me hables de esa forma... –Desenfundó sus tres espadas –Y ahora mismo voy a callarte...

-... –Sólo miraba con desdén –Voy a hacerte entrar en razón de una vez por todas...

Así dio por inicio otro conflicto, Zoro atacó primero. Cada vez que lanzaba de lleno un ataque, Sanji los retenía con sus patadas; en cuanto a él, tuvo la oportunidad de estamparle una patada en la cara aventándolo contra un árbol –Eso... ¿Es todo lo que tienes...? –Dijo entre jadeos el espadachín. Se levantó y corrió preparando otro ataque -¡Aaahh...!

-... –al llegar a él, volvió a esquivar el ataque, pero esta vez fue inútil, la hoja logró cortar del pecho a la pierna derecha del cocinero haciendo brotar un poco de sangre -¡Argh...! –Se inclinó un poco para soportar el dolor –Ja... ¿Eso es todo...? –Dijo arremedando a su rival. Se levantó y se quedaron viendo fijamente a los ojos para esperar a ver quien haría el primer movimiento -...

-...

-...

-... –Guardó por el momento su primera espada y levantó la de su brazo derecho apuntando al rubio.

-... –Tragó saliva.

-... –Guardó la segunda espada. Corrió con gran velocidad hacia el atacándolo, Sanji lo esquivó de un lado, Zoro volvió a arrojar otro ataque contra él, el cocinero volvió a esquivarlo, pero perdió el equilibrio cayendo al suelo. Recibió otro ataque que esquivó rodando a su derecha; se levantó rápido y antes de dar un golpe, fue recibido por una patada del espadachín llevándolo a estrellarse contra un montículo. El espadachín saltó contra su presa acorralándolo, agarró a Sanji del cuello, preparó la espada que sostenía aun para clavarla en la cara del cocinero. Este logró detenerlo sosteniendo con todas sus fuerzas la mano que tenía el arma -¿Dime por qué permitirte estar con nosotros...? –Preguntó con desprecio mientras aplicaba fuerza para lograr clavarle la espada a su ojo derecho.

-¡...! –Estaba haciendo lo posible para no perder el control. Su vida peligraba ahora -... – Como pudo, posó sus pies contra el pecho del espadachín y lo aventó lo más lejos que pudo. Se reincorporó y se preparó para saltar esquivando la hoja del sable. Zoro hacía lo posible para herirlo de nuevo, pero Sanji podía leer perfectamente sus movimientos. En una oportunidad, Sanji dio vuelta al esquivar la espada y le plantó un gran golpe con la rodilla en el estomago de Zoro. Levantó su pie para darle otra patada en la cara, una vuelta más con otra patada, con ese golpe, el espadachín soltó su espada. Sanji agarró el arma. Se dio la vuelta para poder detener el ataque del espadachín -¡Cobarde...! –Las hojas estaban juntas reteniendo a uno del otro.

-Dijiste que tus manos nunca tocarían un arma, al menos que esta sea para cocinar... –Dijo con la cara fruncida mostrando a su vez una sonrisa.

-En este caso... Haré una excepción...

-¿Acaso...? ¿Sabes usar una espada...?

-Hay cosas que aun no conoces de mi... –Empujó a su contrincante con el pie para poder tener mejor espacio para pelear -...

-Estoy interesado en conocer tus técnicas... –Se preparó y atacó al cocinero, este detuvo el ataque con la espada. Comenzó una pelea contra sables, se podía escuchar con gran estruendo el choque del acero y golpes marcados -¡Ya me cansé...! –Dio un gran golpe ocasionando que Sanji volviera a caer al suelo. El espadachín se acercó para tirarle otro ataque a la cara, Sanji hizo a un lado su cabeza haciendo que la espada se atorara contra uno de los arboles. El peli verde agarró el tobillo del cocinero jalándolo y aventándolo contra otro árbol.

-¡¡Arggh...!! –Azotó y al caer iba a ser clavado por el sable, pero como pudo lo evitó y cayó de pie volviendo a reincorporarse a la pelea. El canto de los aceros regresó, golpe tras golpe, esquivando los ataques, Sanji retrocedió un poco para saltar contra el espadachín, pero esta vez, Zoro fue rápido. Sacó de nuevo la otra espada pero con la funda puesta y le dio un fuerte golpe en las costillas al rubio -¡¡AAH...!! –Cayó rodando al suelo -... –Miró a su contrincante quien saltó con las dos espadas en sus manos para matarlo. Rodó con rapidez y se levantó, corrió mientras que el espadachín lo perseguía. Sanji fue a un árbol, agarró más velocidad para correr sobre el tronco, Zoro se detuvo al ver esta acción y Sanji se impulsó para saltar y darle una patada de picada, Zoro lo retuvo con los sables. El cocinero cayó de pie al piso y con rapidez y eficacia le propinó por fin otra patada esta vez en el pecho. Esto ocasionó que Zoro volara y se estrellara de espaldas contra un peñasco. Cayó al suelo -... –Sanji estaba comenzando a agotarse.

Arrojó el sable al piso y caminó hacia donde estaba el espadachín para ayudarlo –Ya fue suficiente... –Le tendió la mano para ayudarlo –¿Ahora si podremos hablar...? –Dijo esto con mucho cansancio. Zoro rechazó su ayuda dándole un manotazo al antebrazo de su nakama. Se levantó y lo miró con odio –Por favor... Lo que tienes acabará arruinándote... –Recibió como respuesta una golpiza con el mango de la espada en la cara, retrocedió por el dolor y Zoro volvió a atacar dándole otro golpe con el codo a la cara haciendo que Sanji diera vuelta -¡¡¡AAAHHH...!!! –Recibió en la espalda un gran corte y otro en la parte de atrás de su pierna ya herida, volteó a verlo mostrando al fin un gran dolor en su expresión -¡Solo estás siendo controlado por tu soberbia...! ¡¿Acaso no te das cuenta...?! ¡¡¡Es tu maldita soberbia la que te tiene así...!!! ¡Regresa a ser el marimo que yo conocí...! –Lo único que obtuvo fue un rebane en la mejilla derecha.

-¡¡YA CÁLLATE...!! –Atacó, Sanji esquivó los primeros dos golpes, pero nuevamente fue alcanzado por otro corte seguido de un una patada en el estomago haciéndolo volar, Zoro lo tomó nuevamente del tobillo y lo azotó contra el suelo. Después, le propinó otra patada en el estomago, esto hizo que Sanji vomitara sangre. -... –Apuntó su sable a la cara del cocinero.

-... –Sanji abrió los ojos y lo vio a la  a cara –Zoro...

-...

-Regresa... –Hacía lo posible por no romper en llanto -¿Acaso no ves el humo que te rodea...? ¡¡Agh...!! –Zoro plantó mas su pie en el estomago del cocinero. En eso, vio de reojo el destello del sable que había tirado al suelo. Estaba cerca de el. Zoro iba a dar  otro ataque, agarró con velocidad el sable y logró detenerlo. Rebanó la pierna de Zoro y este se quitó al no aguantar el dolor de la cortada. Sanji se levantó y se lanzó contra el espadachín. El humo cubrió el área de combate haciendo perder de vista a su nakama -... –No pudo aguantar el terrible aroma y se cubrió con su mano –“Tal vez este humo sea producto de su conducta...

<<Hábito>>

-¿Hábito...? –Escuchó la voz de una mujer –Hábito...

-... –Vio como el cocinero se mostraba desorientado, como si una gran cortina lo rodeara –“Este maldito loco...” –Se acercó con calma hacia su presa.

-“Este humo...” –Tosió y cayó de rodillas al suelo al no poder aguantar más el hedor. Cerró los ojos para poder concentrarse –“Al parecer él no lo puede ver... Ni siquiera me escuchó cuando le dije que estaba ciego por su soberbia... Haré que venga a mi...” –Preparó el sable y se concentró para escuchar los pasos del peli verde. Escuchaba las pisadas que llegaban por delante suyo, hasta que sintió la presencia de Zoro ya cerca  de el, se levantó y detuvo el ataque con el arma. Le plantó otra patada esta vez en el estomago al espadachín, este cayó de nueva cuenta lejos al piso. La cólera de Sanji lo invadió y corrió -¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHH...!!!! –Estaba siendo controlado por la ira, perdió el poco control que le quedaba; haciendo a un lado los principios que le inculcó Zeff, sin darse cuenta, estaba rebajándose al nivel de perdición al igual que Zoro, olvidó lo que en verdad estaba buscando, la preocupación que tenia hacia su ser amado, olvidó por un momento el dolor que este le ocasionó. Saltó y levantando la espada para dar el golpe final, su mirada era otra. Pero justo cuando estaba por dar el golpe final, ya no vio a su contrincante, si no a...

-Padre... –Abrió los ojos y regresaron los horridos recuerdos.

<<ERES LA MANCHA DE ESTA FAMILIA... SÓLO ERES UNA FALLA... ME ENCARGARÉ DE HACER UN MUNDO EN DONDE TU NUNCA HUBIERAS EXISTIDO...>>

<<SÓLO NOS SIRVES COMO NUESTRO JUGUETE... TAL VEZ PADRE ESTARIA ORGULLOSO DE NOSOTROS SI TE MATAMOS... ERES UN DESPERDICIO PARA ESTE MUNDO...>>

-Nintouryuu... –Escuchó la voz del espadachín logrando que regresara en sí -¡¡SANJUUROKU POUND HOU...!!

-¡¡¡¡¡AAAAAAAARRRRGGGHHHH...!!!!! –Fue tal el golpe que en cada cortada salpicó gran cantidad de sangre, soltando la espada. El impacto hizo que volara y cayera al lago.

-... –Zoro se acercó a donde estaba Sanji –Esa técnica es de las mejores que tengo... ¿Y aun así no te mató...? –Dijo con gran cinismo viendo como el cocinero salía flotando de cuerpo completo viendo hacia arriba del agua sin moverse, su sangre se esparció a su alrededor, pero aun seguía con vida –Te propongo esto... Si logras sobrevivir, podrás regresar al barco... Hasta entonces te daré tiempo hasta que nos vayamos de esta isla... Así que tienes tres días para recuperarte, pero dudo mucho que lo hagas... –Mostró una burlona sonrisa. Caminó hacia donde estaba la espada que había tomado el cocinero y la guardó en su respectiva funda. –Dándole la espalda a su nakama dijo: -Lo que me dijiste durante el combate... Sólo son tonterías tuyas, debes aceptar que soy mucho mejor que tú en todo sentido... Y debes aceptar que lo único que eres es ser un desperdicio... Para mí solo vales como una pequeña roca que puedo patear, una simple e insignificante rama que puedo pisar sin problema, así como ahora... Te deseo suerte... Y si quieres saberlo, por mi mejor no regreses al barco. –Se retiró dejando al fin a un desconsolado muchacho flotando en medio de aquel lago manchado de su sangre.

b34;b35;(música)

Cuando por fin tuvo algo de fuerzas, nadó a la orilla del lago y se tumbó en el pasto viendo hacia el cielo que estaba cubierto por escasas estrellas y con una opaca luna. Hizo un recuento en sus recuerdos de los momentos en los que convivió con aquel hombre con quien compartió divertidas peleas, escasas muestras de aprecio y compañerismo, los bellos momentos que fue atesorando durante el transcurso del viaje mientras podía estar a su lado, ver su rostro, escuchar esa gruesa voz llena de valor, coraje y gracia; mirando el cielo con los ojos entre cerrados, comenzaron a llenarse de lágrimas dejando escapar una gota de su ojo descubierto. Lamentándose por el gran sacrificio que hizo para que al final fuera pisoteado por esa persona.

Recordando las pesadillas en carne viva en esos días en los que estuvo viviendo con la familia que lo despreció y humilló –Ellos... Tenían razón... –Vio en sus recuerdos el rostro de su terrible padre –Tenias razón... –Alzó sus manos para observarlas –Te... Fallé, viejo... –Se mordió el labio inferior por la impotencia, recapitulando la batalla, sostener algo con filo cuyo propósito era cortar y lastimar –Te fallé... –Pero sobre todo, usar aquellas bellas manos para golpear a ese hombre al cual ya desconocía por completo. Bajó los brazos para descansarlos en el suelo; sintió un gran ardor en su pecho –El... No me ama... Agh... –Sintió las enormes cortadas en su cuerpo –Agh... –Cerró los ojos dejando caer el resto de las lágrimas que había acumulado en ellos, tragó aire... -¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH........!!!!!! ¡¡¡¡ERES UNA VERGÜENZA!!!! ¡¡¡LA FALLA!!! ¡¡¡¡AAAAAAAHHH...!!!! –Sacó con todas sus fuerzas la rabia, el coraje, la decepción, la vergüenza... -¡¡SOY UN IDIOTA...!! –Cerró los puños y los posó sobre su rostro... -¡¡¡ZOOOROOOOO...!!! ¡¡¡HIJO DE PERRAAA...!!! ¡¡¡MALDITO MAL AGRADECIDO...!!! ¡Agh...! ¡Agh...! –Se posicionó de lado abrazándose a sí mismo –Deseo... –Los hilos aparecieron aprisionando cada vez más al cocinero cubriéndolo como si se tratase de un manto, hicieron que las heridas se abrieran mas –Deseo... -A lo lejos, la mariposa que lo seguía estaba volando para pararse junto a él quedando a su vista –... –La ignoró por completo –Tal vez este sea mi fin... –Cerró los ojos quedando inconsciente por el dolor y la gran decepción.

-La mariposa que lo acompañaba revoloteó y brindó un poco de la magia que le dejó Yuko para ayudar a sanar las heridas de su futuro cliente...

-Yo sabía que esto iba a pasar... –Mencionó esa cálida y triste voz de la bruja dimensional.

°Así fue como perdí mi orgullo por completo, las ganas de vivir... Del amor que sentí por esa persona, se convirtió en miedo... Un miedo que aparecía cada vez que nos veíamos... Lo único que desee en esos momentos era morir... O tal vez... Poder olvidar todo el dolor que sentía en mi corazón°

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-Ese muchacho hizo todo lo que pudo para sacar a su compañero de su soberbia... Los hábitos se dividen en categorías, los que se encuentran dentro de los pecados capitales están ahí porque son los más peligrosos y mortales para un ser humano, tanto para el que está siendo controlado como para sus seres queridos... –Yuko estaba en el balcón de la tienda, vio desde principio a fin todo lo ocurrido, la pequeña mariposa que fue sus ojos para contemplar lo ocurrido del día del festín, las discusiones hasta este día y los que faltaban para a completar las dos semanas –No es mi estilo ayudar a mis clientes, mucho menos si estos son humanos, pero tu... Eres alguien único, no tienes poderes como los de Watanuki o los míos... Pero eres diferente al resto, tal vez incluso a tus colegas... Nunca pensé que volvería a sentir esto, es el mismo sentimiento como cuando conocí a ese molesto cuatro ojos... Por ahora esto es lo mucho que puedo hacer por ti... Está en tus manos tomar la decisión... –Dijo esto con un triste semblante.

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Al despertar, vio iluminación a su alrededor. Era de día. Ya no tenía las cortadas que amenazaban con quitarle toda su sangre, dejó pasar la mañana hasta que se hiciera tarde; una vez que llegó el atardecer, se reacomodó viendo de nuevo el cielo, ya no sentía sus heridas, pero le dolía el cuerpo. Aun tenía mucho que meditar.

Llegó por fin la noche y con un poco de trabajo se sentó con la mirada y el tronco abajo. Levantó la vista a su horizonte, todo estaba destrozado a su alrededor, rió un poco ante la situación –Supongo que ya tomé una decisión... –Se levantó por fin y caminó en dirección al barco –Hasta entonces... Tendré que aguantar.

b34;b35; (fin de la música)

Regresó por fin al barco donde Zoro lo estaba esperando –Pensé que no regresarías... –Sanji subió de un salto ignorando por completo a su rival. Al verlo, se sorprendió que ya no tuviera ninguna cortada en su cuerpo, lo único que llevaba encima era la ropa rasgada y las manchas de sangre -¿Cómo hiciste para curarte tan rápido, cocinero idiota...? –Sanji no respondió –Te estoy hablando... –Tomó con brusquedad su hombro para encararlo -¡Respóndeme...! Eh... –Vio una melancólica mirada, llena de decepción, tristeza, dolor y lágrimas -... –Quedó sorprendido.

-... –Apartó la mano del espadachín con gran tranquilidad –Déjame solo... No quiero verte de nuevo... –Sintió como su corazón se quebraba al ver a ese hombre, fue tan dura la caída, que se fue corriendo con dirección al baño. Llegó al lugar, abrió la llave de la regadera sin importarle si el agua estaba fría o no, si llevaba la ropa desgarrada o no, se metió al baño de agua –Me duele mucho... –Se sentó en el suelo –Me... Duele... Lo veo y es como si estuviera viendo a ese infeliz... Ese sueño... Debió ser una predicción... No lo soporto... –Colocó sus manos sobre su cara mientras se seguía lamentando –Yo...-Se colocó en posición fetal.

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Después de haber tomado esa ducha, se puso una bata de baño y se dirigió a la cocina para prepararse algo. Lo único que se le ocurrió en esos momentos era hacerse un chocolate caliente. Preparó los ingredientes y puso a hervir la leche para después colocar el trozo de cacao -... –Suspiró -... –En esos momentos entró el espadachín y miró al cocinero quien le estaba dando las espaldas, se acercó para molestarlo de nuevo.

-Así que decidiste quedarte después de todo... –No recibió respuesta –Oye...

-¡Aah...! –Fue sorprendido por la mano del peli verde que sostenía con brusquedad su cabello –Nnnhh... –No pudo controlar el pánico -¡Suéltame, por favor...! –Suplicaba con un llanto.

-Respóndeme... –Soltó a Sanji y antes de darle un golpe en la cara este cayó al suelo con gran temor y se cubrió la cara con sus brazos -...

-¡No sigas, por favor...! ¡Ya basta...! ¡Tú ganaste...! ¡Por favor, ya déjame...!

-<<Esto aun no ha terminado...>>

-¡Eh...! –Escuchó con perfecta claridad la voz de Judge. Se descubrió la cara, estaba completamente petrificado, estaba viendo a su padre –No... –Negó con la cabeza entre llantos –“¿Qué me está pasando...?” –Se quiso levantar para escapar, pero fue aprisionado desde la cadera por el brazo de Zoro -¡Ah...!

-¡Ya déjate de tonterías...! –Mientras emanaba el molesto humo, Zoro estaba por explotar en cualquier momento. Sanji recobró el sentido común y miró con gran temor a su rival -¿Y bien...? –Antes de que pudiera decir otra cosa o hiciera algo contra el cocinero, este lo abrazó.

-Regrésame a mi nakama... –Zoro no entendía lo que le estaba diciendo –Este no eres tu... –Puso su cabeza sobre el pecho del peli verde -¡Si es cierto que puedes cortar cualquier cosa...! ¡Entonces...! ¡Quítame este horrible sentimiento...!

-... –Algo comenzaba a arder en su pecho, pero no le dio gran importancia, apartando a su compañero se levantó y se retiró del lugar.

-¿...? –Se levantó con miedo del suelo y vio como el peli verde se iba de la cocina –Ya no quiero sentir este dolor... Ya no... –Se abrazó llorando desconsoladamente.

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-Muy bien... Es hora de irnos... –Yuko estaba lista para abrir el portal que los llevaría con la tripulación.

-¡Yuko-san! ¡Mira! –Dijo Watanuki viendo lo que estaba pasando al otro lado del pequeño portal.

-... –Miró de reojo al portal.

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Llegó a la cocina y se dirigió al congelador, sacó un poco de hielo para su moretón en el pómulo. Se fue a sentar a la barra y comenzó a recordar todo lo sucedido. La pelea que había tenido contra el zorro, sus discusiones, pero sobre todo lo que este le dijo con respecto al humo -... -Apoyó sus codos sobre la barra y por casualidad miró la alacena y pudo ver una parte que se lograba ver de una caja de color negro -¿...? -Se levantó del banco y fue a abrir el vitral. Sacó la alargada cajita y se sentó esta vez a la mesa. Colocó la caja sobre la barra. Seguido de esto la abrió y fue tal su sorpresa al ver lo que llevaba en su interior -Una espada... -Sacó el arma y pasó las yemas de sus dedos sobre el dibujo del tigre -¿Y esto? -Abajo de la espada se encontraba una pequeña carta. Abrió el sobre y desplegó con cuidado la hoja que tenia escrito lo siguiente:

Oye, brújula sin rumbo te escribo esto para agradecerte lo que has hecho por mí durante este pequeño tiempo que llevamos viajando. Estoy feliz de que no te haya pasado algo mucho peor contra la pelea que tuviste con ese robot, sé que esto no es nada comparado con el sacrificio que hiciste por nosotros. Espero te guste y te sirva de mucho. Descuida, esto quedará entre tú y yo, te prometo que no se lo diré a nadie. Así que puedes confiar en mí y si algún día deseas que hablemos del tema o simplemente quieras desahogarte o charlar con tranquilidad... Yo estaré ahí para escucharte y apoyarte en lo que pueda.

Aun las caídas que has tenido, te servirán para tener mayor fuerza y expectativas. Yo confío en que te convertirás en el más grande espadachín y yo como tu nakama estaré allí para apoyarte.

Sanji.

-Cocinero... -Puso su mano sobre su frente y comenzó a recapitular lo acontecido durante estos tormentosos días –No puedo creerlo... –Sintió por fin la gran culpa quemando su corazón –El...

<<Sólo eres una falla...>>

-Tu... –Se apretó los labios.

<<Sabes que en esta tripulación no nos andamos con juegos... No voy a tolerar y mucho menos permitir que hayan débiles en este barco...>>

-...

<<Eres más que un bueno para nada, eres la vergüenza de este barco...>>

-... –Cerró con fuerza sus ojos al recordar por fin los terribles momentos.

<<No vales nada para mi... Sólo eres una falla...>>

<<¡¿POR QUÉ ME HACES ESTO?!>>

-... –Abrió de golpe los ojos al recordar las palabras de su nakama... Al ver su cara llena de dolor y desolación –Cocinero...

<<Ya no sigas por favor...>>

<<Yo sólo... Yo sólo... Quiero ayudarte... Algo malo te... Está pasando... >>

<<¡Me duele mucho...! ¡Lo siento mucho...!>>

-... –Apretó con gran fuerza la espada –Yo...

<<TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO... >>

-... –Las lágrimas se hicieron presentes en la cara del espadachín –S-S-Sanji... –Se cubrió sus ojos con su mano –Yo... Al fin lo entiendo todo... ¡¡YO SOY QUIEN DEBERIA IRSE...!! ¡¡YO NO MEREZCO TU CARIÑO Y MUCHO MENOS TU PERDÓN...! –Lloró desconsoladamente sintiendo el remordimiento, se sentía una completa basura. Por fin comprendió que tan equivocado estaba al haber tratado de esa forma a su camarada. Abrazó el obsequio y continuó desbordando enormes cascadas de lágrimas –Debo... Debo ir por el... –Dejó el obsequio en la mesa y salió con mucha prisa de la cocina. Saltó del barco y cayó mal, logrando lastimarse un poco, se levantó sin importarle el dolor y fue en busca de su nakama –“El... Estuvo tratando de ayudarme y yo...” –Había tomado una decisión, la decisión de su corazón. El humo por fin se hizo presente ante sus ojos haciendo que se detuviera en seco –Esto... Esto es... –Por fin estaba recapitulando todo –Cuando todo esto acabe... Le exigiré una buena explicación a esa mujer... –Y con ello dio comienzo a su búsqueda para encontrar a su nakama.

Notas finales:

Espero sus comentarios de este capítulo. :(


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