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Lazos por Tina Black

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Notas del capitulo:

Y aquí otro capitulo, disfrutenlo.

-¿Donde estarán...? –Preguntaba una Nami molesta. –Ya pasan de las ocho, tuvimos que ir nosotros por la despensa que acordaron traer... Nos iremos mañana por la tarde...

-Descuida, tal vez sigan explorando el lugar –Dijo Luffy intentando calmar a Nami.

-¿Y si fueron capturados por la marina o por cazadores...? Tal vez ya estén muertos... –Decía Robin con tranquilidad.

-¡Robin! ¡No digas esas cosas tan crueles! –Dijo Ussop. Franky sólo estaba pensando en lo sucedido aquella noche.

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Una vez que el sueño y el cansancio invadieron en las energías de los mugiwara, Franky y Brook estaban recogiendo algunas cosas, en teoría eran los únicos que se mantenían despiertos. –Iré a traer algunas bolsas, creo que están en la cocina... –Dijo el peli azul.

-Está bien, Franky-san, mientras llevaré a los chicos al dormitorio...

Franky llegó a la cocina y una vez que entró, vio a un Sanji llorando acabando de guardar el regalo. Era la primera vez que veía al cocinero tan deprimido.

-Sanji... –El rubio se secó rápido las lagrimas y volteo a ver a su nakama –Ah, Franky... ¿Qué...? ¿Qué necesitas...? –Dijo intentando controlar el llanto.

-Vine por unas bolsas para la basura... ¿Qué te pasó...? –Dijo con preocupación.

-Estoy bien... Es sólo que tengo algo de sueño, eso es todo... Déjame traerte las bolsas, creo que están por...

-Las bolsas pueden esperar... Primero quiero saber lo que te sucedió...

Sanji se detuvo y recordó las palabras que Zoro le había dicho. –No... No pasa nada... –Sintió sus ojos humedecerse nuevamente. No quería platicar de lo sucedido y prefirió callar. –Las bolsas están en ese mueble, debo ir a descansar... –Antes de poder salir, el cyborg puso su brazo en su camino.

-Tal vez no llevamos mucho conociéndonos, pero puedes platicar conmigo... –Dijo con una total serenidad.

-Yo... Yo... Estoy bien, Franky... Estoy... Bien... –Sanji bajó el brazo de su nakama con delicadeza y se dirigió a la salida de la puerta hasta que sintió unos enormes brazos rodeando su torso desde su espalda, Franky lo aprisionó mas a su cuerpo –No te voy a obligar... Pero quiero que sepas que puedes confiar en mí... Cuando estés listo, puedes ir a mi taller a platicar... No te guardes ese dolor...

-Franky... –Las lagrimas amenazaron con salir de sus ojos –Gracias... ¿Tú crees que soy una falla?

-¿Una falla...? Lo dices como si estuvieras defectuoso... Además, no eres un robot, ¿o sí? –Dijo divertido.

-Jajaja... Tienes razón... ¿Pero, crees que soy...? ¿Un estorbo...? Es decir... –Sintió un poco mas de fuerza en su cuerpo, por el abrazo.

-Claro que no... Eh notado que te sacrificas primero por los demás... Y eres muy bueno ideando planes... Todos tenemos nuestras altas y bajas... Nadie es perfecto... Tienes un gran don...

-Franky... Te lo agradezco...

-No agradezcas, hombre. ¿Quieres ayudarnos a limpiar un poco...?

-Claro... No hay problema –Deshicieron el abrazo para escombrar el barco.

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Franky hizo memoria con lo de la mañana, vio como el semblante de Sanji cambió cuando Nami le ordenó a Zoro que lo acompañara. El cocinero mostró una cara de miedo y tristeza al mismo tiempo. –“¿Le habrá hecho algo...? ¿Habrá sido él quien lo hizo llorar...? ¿Pero por qué habrá sido...? Cuando regresen, hablaré con Zoro...”

Mientras tanto a unos cuantos pasos para llegar a la cueva, Zoro y Sanji habían llegado por el portal. El espadachín miró a su alrededor, era de noche. -¿Qué hora es...? ¿Y también cuantos días pasaron...? Espero y siga el barco aquí... –Fijó su vista al cocinero, quien estaba viendo lo que había alrededor suyo. -¿En dónde estamos...? –Preguntó curioso

-Es cierto... No recuerdas nada... ¿Cómo les explicaré a los demás cuando te vean...?

-Hay un hombre con camisa saliendo de esa cueva...

-¡Franky! ¿Ahora qué hago...? – Franky escuchó al espadachín.

-¡Muchachos! ¿Dónde habían estado...? Los estuvimos buscando, mejor nosotros fuimos por la despensa –Dijo mientras se iba acercando a los chicos.

-¿Qué hago...?

-¿Quién es él...?

-Es... Nuestro nakama...

-¿Nakama...? –Antes de preguntar más, Franky ya había llegado hacia ellos. Sanji se acercó a él y le sonrió –Hola –Dijo moviendo su cola, Franky se había impresionado con el nuevo aspecto del cocinero.

-¡¿Qué fue lo que te pasó...?! – Gritó jalando la cola del cocinero, este gritó del dolor y se sonrojó, lo mordió en el brazo. El cyborg no sintió gran dolor, pero lo soltó –Es de verdad... ¿Zoro, que fue lo que ocurrió...?

-También me gustaría saber lo que pasó... Más bien me gustaría saber que pasa por la cabeza de ese extraño cocinero... –Dijo con fastidio

Sanji abrazaba su cola con temor a que Franky volviera a hacerle lo mismo. El peli azul miró al cocinero –Disculpa... Fue la impresión, no quise hacerte daño... –Quiso sostener su brazo en señal de disculpa, pero Sanji corrió hacia Zoro y se ocultó detrás de él –Ah... Tranquilo, es amigo nuestro... No seas miedoso... –Dijo con cansancio el espadachín.

-Lo dices como si no me conociera o algo... –Al ver que Zoro no mostraba algún gesto de broma –Creo que tendrás mucho de qué hablar, Roronoa Zoro... –Dijo con seriedad.

-Si lo sé, pero ahora... Cocinero... Deja de esconderte detrás de mi... –Sanji se separó de Zoro.

-Tal vez debí ser mas cortes... Me llamo Franky... –Se acercó al cocinero y este retrocedió un poco, Franky le tendió la mano en señal de saludo y Sanji posó la suya sobre la de el. Una vez que hicieron el saludo con las manos, el cocinero se sintió más tranquilo y se disculpó con el peli azul.

-Lamento haberte mordido...

-No, me lo merecía... Soy yo quién debería disculparse... No debí hacerte eso...

-Debemos ir al barco... –Dijo Zoro interrumpiendo la escena. Llegaron al barco y ahí se encontraron con los muchachos que estaban preocupados por su regreso, Chopper y Ussop gritaron de la emoción al verlos, fueron hasta donde se encontraban y notaron algo diferente de Sanji, en eso las chicas, Luffy y Brook salieron y notaron ese algo de inmediato.

-¡Sanji-kun! ¿Qué fue lo que te pasó...? –Preguntó la navegante.

-¿Por qué tienes esa cola y orejas de gato...? –Preguntó divertido Luffy –Se ven geniales... ¿Puedo tocar...?

-No son de gato, son de zorro... –Dijo Zoro con molestia.

-¿En dónde diablos estaban? Estábamos preocupados... –Dijo Ussop.

-Se siente tan suave... –Dijo Chopper quien estaba jugando con la afelpada cola de su nakama y claro Sanji también se estaba divirtiendo con el renito.

-Eres un reno muy divertido... Jajajaja... –Dijo alegre.

-Cocinero-san... ¿Estás bien...? –Preguntó la arqueóloga acercándose a su nakama. –Bueno, debo reconocer que te ves lindo con esas orejas, fufufufu... –Dijo divertida.

-Oh no me digas que tu también... –Dijo Zoro con fastidio. –Ah, si... Ellos también son nuestros nakamas. –Dirigiéndose a Sanji.

-¿Nakamas...?

-¿Por qué hablas así con el...? –Preguntó Luffy confundido –Sanji sabe perfectamente quienes somos, ¿o no?

-Hay algo que debo platicarles... Vayamos al nido... –Y dicho y hecho, fueron al nido del cuervo. Zoro comenzó platicándoles desde la emboscada, claro omitiendo la discusión que tuvo con Sanji, hasta llegar a la parte cuando conoció a la bruja dimensional y del como lo ayudó a salvar al cocinero. –Sé que suena muy ridículo, pero es la verdad...

-Te creemos, Zoro –Dijo Nami y continuó –Pero... ¿Entonces, y lo que tiene Sanji-kun...?

-Eso fue deseo del cocinero...

-¿Su deseo...? ¿Estás seguro...? –Preguntó Ussop -¿Pero por qué habrá pedido algo como esto...? No recuerda nada y además, no le veo el chiste de que tenga esto –Dijo tocando las orejas.

-Tal vez pidió algo distinto y esto fue el pago... Supongo que será algo que tendremos que descubrir por nosotros mismos... –Dijo Robin. Zoro recordó en esos momentos la charla que tuvo con Yuko. –“Aun no entiendo lo que esa mujer quiso decirme...” –Pensó el espadachín.

-No importa lo que haya deseado, sigue siendo uno de los nuestros, y seguirá con nosotros en nuestro viaje... –Dijo con decisión el capitán. –Además, son asombrosas... –Dijo tocando con cuidado las orejas de Sanji, este no podía resistir ante las caricias que recibía de sus nakamas y sólo se dejó llevar acurrucándose en Zoro. –Esto es increíble... Son ellos los que te están haciendo cariñitos tontos, no yo... –Dijo con sarna el peli verde, Sanji no hizo caso y continuo junto con el –Está bien... Sólo será una vez, pero solo una... –Acarició las suaves orejas –No puedo creerlo...

-¡Hey, Sanji! ¡Vamos a fuera a divertirnos! –Dijo Luffy tomando al cocinero del brazo.

-¡Sí! ¿Qué haremos...! –Preguntó divertido.

-¡Ven, iremos a encender algunas luces! –Dijo Ussop –Estas varillas las compré en una tienda de pirotecnia de aquí, mientras te contaré las grandes hazañas que ha hecho el gran capitán Ussop-sama. –Dijo divertido.

-¡Andando! ¡Vamos a divertirnos! –Dijo Sanji jalando a Luffy y a Ussop de los brazos con mucha energía y de paso también tomaron a Chopper para ir a jugar.

-Nunca había visto a Cocinero-san tan alegre... Y tan tierno... –Dijo la arqueóloga intentando ocultar la ternura que sentía al ver a su nakama mientras se retiraba del lugar.

-Genial... Primero esa mujer pervertida y ahora ella... –Dijo el espadachín ocn enfado

-Parece que tendré que hablar con el una vez que regrese a ser el mismo... –Dijo Franky acercándose a Zoro –Zoro... ¿Hay algo que puedas decirme lo que ocurrió esa noche...?

-¿De qué hablas...?

-La noche que tuvimos fiesta... Encontré a Sanji llorando en la cocina... ¿Sabes que fue lo que le pasó...?

-No sé de qué me hablas... Sé que ese cocinerucho es un completo estorbo... –Franky recordó las palabras que había dicho Sanji esa noche.

-Creo que comienzo a ver algunas cosas... Sólo no quiero que lo lastimes...

-¿Me estás amenazando? –Dijo con orgullo.

-Tal vez... No quiero verlo sufrir de nuevo –Acto seguido se retiró del lugar dejando al espadachín solo.

-Si, como no... –Zoro se sentó en el sofá y recordó algunas cosas que pasaron aquella noche, en eso, vio la bolsa que llevaba Sanji, la revisó y se encontró con el pantalón -¿Para qué quería el pantalón...? –Se fijó que en la parte trasera de la prenda llevaba una abertura con un botón arriba, era para la cola –Claro... Era de esperarse, sólo bastaba con hacerle un agujero y ya... –En eso encontró algo más en la bolsa, era una carta que decía “para Zoro”. La abrió y leyó lo que contenía la carta:

-Querido Roronoa-kun:

Quiero pedirte algunas cosas, primero deberás junto con alguno de tus amigos que sepa de costura arreglar por lo menos tres pantalones para Sanji-san. Sería un bonito gesto de tu parte y tal vez ganes algunos puntos extra por tu buena acción.  Y por último, no cometas el mismo error...

Saludos.

Yuko.

-Aun sigue diciendo tonterías... –En eso volvió a ver como las palabras de la carta cambiaban.

-¡No son tonterías! ¡Usa tu cerebro para pensar!

Saludos.

Yuko.

-Esa maldita... Cuando vuelva a verla, no tendré piedad sobre ella... –Dijo aplastando la carta con su mano. –Bueno... No sé qué debo hacer, pero haré lo que pueda... –Bajo del nido a buscar a Nami. Ella y los demás estaban a fuera del barco con una fogata platicando, mientras que Luffy, Ussop, Chopper y Sanji estaban contemplando las luces de las varillas.

-Son hermosas... –Decía un Sanji admirando las llamativas luces. –¿Y que mas pasó durante tu viaje, Ussop?

-Ah, pues, una vez que llegué a tierra, para mi sorpresa, no estaba en una isla cualquiera, sino en el lomo de un monstruo marino, era gigantesco, tenía la cara un gato y tenía los ojos viscos –Dijo Ussop haciendo unas caras graciosas que hacían reír a Sanji y compañía.

-¿De verdad? –Dijo con emoción Chopper.

-¡Por supuesto!

Los demás los estaban viendo desde la fogata.

-Parece que se divierte mucho Sanji-san. Nunca lo había visto tan alegre... ¿Creen que regrese a ser el de antes...? –Dijo Brook tomando un poco de té.

-Supongo que nos turnaremos para preparar la comida, en lo que Sanji-kun regresa a la normalidad... –Dijo Nami observando a los chicos.

-Sería una lástima que terminara pronto su transformación... Fufufufu... –Dijo Robin.

-Regresará lo antes posible a la normalidad, y una vez que pasé será ¡SUUPEEER INCREIBLE! Además, aunque se vea diferente estoy seguro que sigue siendo el mismo de siempre. –Dijo Franky terminando de hacer su famosa pose. En eso, Sanji vio a Franky y se acercó a él para hacer aquella pose graciosa; al verlo dijo –Parece que te gustó mi súper pose, ¿verdad? –El cocinero asintió con la cabeza, en eso Luffy y compañía se acercaron.

-Hay que hacer algo... –Dijo Luffy sentándose a lado de Nami.

-¿Pero cómo qué...? –Preguntó la peli naranja.

-¿Cómo les fue durante su paseo en el pueblo? –Dijo Brook

-Cierto, la aldea es muy bonita, vimos una gran fuente de color azul, ¿verdad Robin? –Dijo Chopper

-Sí, tiene un gran valor histórico esa fuente... Mucha gente del pueblo viene a pedir un deseo lanzando una moneda al agua... Si el deseo es concedido, debes dar un tributo a una cueva, sin importar el valor que tenga, siempre y cuando sea dado de corazón, si intentas robar el dinero que se lanza a la fuente, serás maldecido –Dijo la arqueóloga adivinando las intenciones de Nami.

-¿Y en donde está esa cueva, señorita Robin? –Preguntó Sanji.

-Descuida, puedes llamarme sólo Robin, Cocinero-san, Bueno, ¿y ustedes donde creen que esté...?

-¿No me digas que está aquí...? –Preguntó algo crispada la navegante.

-Sí, cualquiera que invada esta cueva, será molestado por espíritus... –Dijo con tranquilidad la peli negra. Los muchachos estaban aterrados por lo que dijo –¡Debiste habernos dicho antes, Robin! –Dijo Chopper aterrado.

-Tal vez sea para los que vienen a hacer destrozos, nosotros no estamos haciendo nada. –Dijo Luffy.

Zoro se unió al círculo y fue con Nami a pedirle de favor en arreglar algunas prendas para Sanji –De acuerdo, Zoro. Pero te costará, con intereses. –Dijo la peli naranja

-Sólo te lo pido como favor...

-De acuerdo... Haré una pequeña excepción... Ya veré como te lo cobro... Al menos me lo estás pidiendo para alguien –Dijo viendo al cocinero.

-No es lo que piensas... –Dijo el espadachín simulando enfado. –Parece que no le costó adaptarse con los demás, parece ser el mismo de siempre...

-Sabia que estabas preocupado, Zoro-san... –Interrumpió Brook.

-Claro que no, es sólo que... –Se quedó callado por un momento pensando en todo lo que había ocurrido –Más le vale que regrese a ser el de antes... Cocinero idiota...

-¡Yohohohohoho...! Si lo apoyamos entre todos, volverá a ser el de antes, te lo aseguro.

Zoro sabía que le esperaba de ahora en adelante unos días difíciles en especial al notar que de todos los que estaban en el barco, Sanji estaba mas encariñado con el, no dejaba de retumbar en su conciencia aquello que le dijeron.

-Habito... 

Notas finales:

No olviden comentar que les pareció. Nos vemos pronto.


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