Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Razonamiento Equivocado por kina_chan

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Tras esa desastrosa cena, los profesores les hicieron jugar un par de juegos más como hicieron anteriormente, y luego de eso, les permitían a los alumnos irse a dormir para a la mañana siguiente, despertar bien temprano y comenzar con las actividades. Sin embargo, Adrián no podría dormir bien esa noche sin hablar con Daniel sobre lo sucedido.


- Daniel ¿Podemos hablar? – Le preguntaba Adrián mientras lo seguía, Daniel le daba la espalda y fingía como si no lo hubiese escuchado. Ambos estaban caminando hacia la habitación que compartían, donde cuando llegasen, no podrían decirse prácticamente nada. - No hagas como si no me escucharas. – Al entrar a la habitación sus demás compañeros también se encontraban allí, por lo que no pudo decir nada.


- Mejor suerte para la próxima, dudo mucho que te escuche hoy. – Escucho como la voz del nuevo amigo de Daniel le hablo. Si, él también se encontraba compartiendo habitación con ellos.


Estaba un poco molesto con aquel chico, siendo que prácticamente ni lo conocía y le decía esas cosas. Aunque, no podía negarle que tenía razón en lo que decía. Daniel cuando está enojado es horrible, podría decir cosas muy hirientes si se lo proponía, y lo último que quería escuchar Adrián era eso.


*-*-*-*


Al día siguiente, Cecilia estaba muy preocupada por su hermano y sentía pena por Adrián. No veía a Adrián como alguien capaz de hacer tal cosa, siempre supo lo muy enamorado que estaba su amigo de su adorado hermanito. Por esa razón, no le gustaba ver a su hermano con una expresión seria durante el día.


- ¿Vas a ignorar a Adrián hoy también? – Le pregunto con el ceño fruncido. Ambos hermanos se encontraban a las afueras de los baños, ambos tenían sus cabellos mojados y debían ir a sus habitaciones para ordenar sus ropas y sus pertenencias de higiene. Cecilia tenía en una bolsa sus cremas para el cabello, su peine y un jabón en ella.


- Si. – Respondió sin pensarlo mucho mientras caminaban.  


- Oh, vamos. ¿Realmente crees que Adrián sería capaz de hacer algo como eso? Lo conoces bien, podrá ser idiota, pero no un cretino. – Le respondió Cecilia un poco molesta con la actitud de su hermano. Cecilia había notado lo poco que Daniel le prestó atención a Adrián durante toda la mañana, incluso cuando fueron al centro a comprar un par de recuerdos, ver el museo e ir a hacer actividades con la tirolesa, este simplemente lo ignoro.


- Lo sé. –


- ¿Entonces? – Daniel miro a Cecilia a los ojos y luego suspiro.


- Sigo molesto y realmente me dolió lo que paso ayer. – Comento y luego miro a su hermana- Así que hare que a él también le duela tanto como a mí, es divertido verlo sufrir un poco. – Le respondió con una sonrisa. “Ah, había olvidado lo muy vengativo que podía ser Daniel cuando se enojaba.”


- Eres muy malo. –


- Escuchare lo que tenga que decirme en algún momento, pero eso no pasara hoy. – Cecilia suspiro tras recibir esa respuesta y le tomó la palabra. – Nos vemos en la cena después hermano. – Cecilia se despidió de su hermano y fue directo hacia la habitación que compartía con un par de compañeras.


Al entrar a la habitación, varias de sus compañeras se estaban secando el cabello con la secadora de pelo, otras se lo planchaban, y algunas solo se estaban cambiando de ropa. Cecilia fue directamente hacia la cama donde dormía, y tomo su valija. La abrió y comenzó a guardar sus cremas, su peine y su jabón en uno de los bolsillos de la misma.


Luego de acomodar su ropa adecuadamente en la valija, busco en uno de los bolsillos chicos que tenía su cartera para sacar de allí su pulsera. Sin embargo, cuando metió la mano en el bolsillo de su cartera, no encontró nada.  “Qué raro, pensé que la deje aquí.”


Cecilia metió su mano en la parte más grande de la cartera y tampoco lo encontró. Lo abrió como pudo para revisar bien si estaba y seguía sin verlo. Luego de eso tiro todas sus partencias que tenían su cartera sobre la cama y tampoco lo vio. “Bueno, puede ser que la deje en la valija.”


Reviso los bolsillos de su valija, sacando todo lo que tenían y tampoco la encontró. Saco toda su ropa de la valija, dejando todo un lio sobre la cama y tampoco la encontró. Cuando volvió a colocar todas sus pertenecías en la valija, ordeno su cama nuevamente para verificar si no lo había dejado allí, incluso reviso el suelo por si no se le había caído.


- Cecilia ¿Qué pasa? ¿Perdiste algo? – Le pregunto una de sus compañeras, al ver que Cecilia se estaba desesperando mientras buscaba.


- No encuentro mi pulsera. ¿No la vieron por ahí? – En ese momento todas las compañeras que estaban en la habitación negaron con la cabeza.


- Iré a buscarla, quizás se me perdió en el baño. – Comento Cecilia para luego irse de la habitación.


“¡Es imposible! Yo juraría que la deje en mi cartera. No puedo perder esa pulsera, es muy valiosa para mí.” Tras pensar eso, salió corriendo hacia el exterior. Tenía su mirada fija en el suelo por si no la encontraba tirada allí, pero tampoco la vio. Cuando llego al baño reviso si no lo había dejado en el lavamanos y luego les pregunto a las chicas que estaban allí si no lo había visto. Nuevamente no tuvo resultado.


“Yo… ¿la perdí?” Se preguntó a si misma mientras un par de lágrimas comenzaron a caer por sus ojos. Quizás muchos pensarían que es idiota llorar por perder una simple pulsera, pero ese era un regalo de su hermano mayor por su cumpleaños, un regalo que aprecio mucho desde que lo recibió y lo ha estado cuidando durante mucho tiempo. “No puedo decirle a Daniel que la perdí, se enojara mucho conmigo.”


*-*-*-*


“Mierda ¿Por qué nos tocó hoy hacer el fogón?” Ni bien Laura termino de bañarse, tuvo que ayudar a su grupo a llevar leña para prender el fogón que se haría después de la cena. Se llenó un poco las manos de tierra, pero por suerte no se ensucio la ropa, así que pudo lavarse las manos con un pequeño pañuelo descartable que tenía en su bolsillo de su chaqueta.


Una vez que terminaron. Laura se separó de su grupo y decidió volver a su habitación. Sin embargo, en el camino, noto que Cecilia estaba caminando hacia ella, solo que, con su mirada fija en el suelo, y con su flequillo tapándole parte del rostro. Laura camino hacia ella para ver que le estaba pasando.


- Ceci… - La llamo Laura, haciendo que esta levantara su mirada en alto. Laura se sorprendió al ver que Cecilia estaba llorando.


- Laura… - La nombro Cecilia secándose las lágrimas con la manga de su chaqueta.


- ¿Qué te paso? –


- Es que… creo que perdí mi pulsera. –


- ¡¿Qué?! ¿Cómo la perdiste? Tú siempre la cuidas como si fuera oro. – Le pregunto Laura sorprendida. A pesar de lo muy descuidada y boba que podía ser Cecilia de a ratos, ella nunca podría descuidarse con su pulsera, esa cosa era prácticamente otra parte del cuerpo suya.


- No lo sé, lo guardé en mi cartera y cuando volví de bañarme ya no la encontré por ninguna parte. – Confeso algo desanimada, volviendo a derramar lágrimas. Laura suspiro y saco un pañuelo descartable más de los que tenía en el bolsillo de su chaqueta.


- Ten. – Se lo ofreció a Cecilia y ella lo tomo. - Te ayudare a buscarla. Tú solo ve con tu grupo que deben ayudar en la cena hoy. –


- Pero… - Laura frunció el ceño y Cecilia acepto. - Esta bien. – Respondió ella y luego se alejó de allí. Ni bien Cecilia desapareció de su vista, frunció el ceño y mordió su labio inferior de la ira.


“No puedo creer que haya llegado tan lejos esta vez como para robarle su pulsera.” Por la mente de la Laura, solo había en su mente una única persona capaz de rebajarse a hacer algo tan estúpido como robarle su pulsera a Cecilia. Y con esa persona en su mente, comenzó a buscarla por los alrededores del lugar.


Finalmente, la encontró al lado del rio, fumando cerca de donde se encontraba el comedor. Laura se acercó hasta esa persona hasta que sus miradas se cruzaron y esta sonrió.


- ¿Quieres fumar un cigarrillo conmigo? – Le pregunto, sacando su cajita de cigarrillos para ofrecerle uno. Sin embargo, Laura negó con la cabeza.


- ¿Por qué haces esto Aldana? – Le pregunto bastante seria.


- ¿Hacer qué? –


- No te hagas la estúpida. ¿Por qué besaste a Adrián y lo hiciste pasar ridículo anoche? ¿Por qué le robaste la pulsera a Cecilia? – Le pregunto Laura, subiendo un poco más el tono de su voz.


- ¿Por qué? ¿Estás celosa de que piense en Adrián como mi futuro novio? – Ella se rio y luego continuo. - Además, no sé de qué pulsera hablas. –


- Eres una estúpida niña infantil. ¿Acaso nunca superaras que termine contigo? ¿Vas a joder a otros solo porque termine nuestra relación? Te ves como una estúpida robándole la pulsera a Cecilia y besando a Adrián solo para intentar molestarme. – Laura no pudo contenerse, y soltó todo lo que estaba pesando.


Hace dos años atrás, ellas habían sido pareja. Pero con el tiempo, Aldana se había convertido en una persona muy posesiva y celosa, cosa que Laura no tolero más y termino su relación. Desde entonces, Aldana seguía resentida, descargando su molestia con Cecilia por ser el nuevo interés amoroso de Laura, y tratando de ponerla celosa estando con Adrián.


- Le estas dando demasiada importancia a algo que ya no tiene que ver contigo. – Le respondió molesta y con el ceño fruncido. Esta se quitó el cigarrillo de entre sus labios y lo tiro al suelo para luego pisotearlo.


- ¡Estas molestando a mis amigos! Y ellos si tienen que ver conmigo. –


- Tú no defiendes a Cecilia porque sea tu amiga. No puedo creer que esa estúpida te guste tanto, es una otaku tarada que se la pasa siendo protegida por su hermanito mayor. – Al escuchar como Aldana trataba así a Cecilia, se acercó más a ella y tomo de su camiseta, haciendo que esta la mirara fijamente y sorprendida.


- Escucha, tú sabes muy bien que yo soy capaz de golpearte sin remordimiento alguno, así que no me provoques. – Aldana trago saliva al escuchar eso. - No me importa lo que digas de ella, Cecilia siempre será linda y tierna, no como tú que hablas a espaldas de otros y los utilizas para tu beneficio.  No importa lo que hagas para llamar mi atención, nunca volveré contigo, y espero se te quede claro. - Aldana frunció el ceño molesta y dolina para luego apartar la mirada. - Ahora dame su pulsera. –


- Bien tómala… - Respondió ella, metiendo su mano en el bolsillo de su chaqueta para mostrarle la pulsera de Cecilia, pero justo cuando Laura iba a tomarla, Aldana la baste lejos, haciendo que callera al rio. - Si es que puedes buscarla. – En ese instante, Laura se enfureció y soltó a Aldana para meterse al agua lentamente, mojando primero sus pies. Aldana aprovecho eso para irse de allí.


“Maldición, volveré toda mojada a la habitación.” Sin importarle mucho eso, suspiro y se fue metiendo poco a poco en el agua, caminando sobre las piedras mientras buscaba con la mirada la pulsera de Cecilia. Se mojó casi todo su pantalón, el agua del rio en esa parte era muy baja, por lo que solo le llego hasta un poco más por encima de la rodilla. Camino un poco más de lo que era la mitad del rio y al final la encontró. Al verla se inclinó un poco para tomarla y luego salir del rio. Al salir de allí, observo hacia el frente y se encontró con Daniel, quien tenía una toalla grande sobre sus manos.


- ¿Cómo…? –


- Cuando estaba buscando a Aldana para la actividad en grupo te vi discutiendo con ella. Fui rápido a mi habitación a traerte una toalla cuando vi cómo te metiste al agua. – Tras escuchar la respuesta de Daniel, Laura le sonrió y tomo la toalla.


- ¿Nos escuchaste? – Le pregunto un poco seria.


- Si. – Laura se sorprendió al recibir esa respuesta. - Aunque no me entere de nada nuevo. Solo de que a Cecilia le robaron su pulsera y de que salías con Aldana. – “Espera… eso quiere decir que…”


- ¿Tú sabias que yo…? –


- Si, pero como siempre haz protegido a Cecilia nunca te vi como una amenaza. – Daniel le respondió con una sonrisa. Era sabido por todos en la escuela, que Daniel era muy sobreprotector con Cecilia, no dejaba que casi ningún hombre se acercara a ella, desconfiaba mucho de todos, pensando que quizás tendrían muy malas intenciones con su pequeña hermana. Por eso mismo se sorprendió Laura al saber que Daniel, a pesar de ser consciente de que a ella le gustaba su hermana, no la hubiese alejado de Cecilia.


- Yo no soy tan buena como parece, no la merezco y jamás la mereceré. – “Ella no merece a alguien que poco se aprovechó de ella para besarla mientras dormía.” Laura al darse cuenta de lo mal que casi actuó esa noche, supo que no merecía nada de Cecilia. Ella era muy inocente para las relaciones amorosas de verdad, y si llegase a confesarle sus sentimientos, seguramente ella se sentiría incomoda o culpable por eso.  - Pero voy a dar todo de mi para que sea feliz. – Menciono apretando en su mano derecha, la pulsera que tenia de Cecilia. - Lamento que Aldana estuviera haciendo este tipo de cosas por mi culpa. Adrián en realidad te adora. –


- Lo sé, estaba pensando hablar con él cuando lo viera. – Daniel le sonrió y suspiro.  - Yo debo responder a su confesión. –


- Te deseo suerte. – Tras decir eso, Daniel se fue de allí, dejando a Laura sola con una toalla. Pensando en que cosa inventaría para no decirle la verdad a Cecilia sobre que Aldana fue quien robo su pulsera.


*-*-*-*


Esa noche, habían hecho el muy conocido fogón, donde todos tiraban ramitas al fuego y agradecían las cosas maravillosas que pasaron en ese viaje. Aún quedaba un día y medio para irse, pero querían agradecer todo lo que vivieron hasta ese momento. Bailaron, hicieron varias actividades con los profesores y cantaron alrededor del fogón


Cuando llego el momento de irse a la cama, Daniel fue el primero en irse hasta los baños. Donde, curiosamente fue seguido por Adrián, quien tenía una expresión muy seria en su rostro.


- Daniel, por favor, hablemos. – Adrián se colocó en frente suyo. - Lo que paso con Aldana fue un accidente, yo no quería, ella me beso y… - Comenzó a hablar rápido y nervioso, como si quisiera decir todo de una vez antes de que todo se fuera al demonio otra vez.


- Lo sé, no fue tu culpa. – Lo interrumpió Daniel.


- ¿En serio? – Le pregunto Adrián un poco confundido.


- Si. – Daniel se avergonzó un poco y siguió. - Lamento haberte ignorado todo este tiempo, pero estaba algo molesto por eso, por más de que no haya sido tu culpa. – Daniel llevo una de sus manos a la mejilla de Adrián y la acaricio. - ¿Sabes? Estoy muy enamorado de ti como para seguir tan molesto por algo tan estúpido como eso. – La cara de bobo que hizo Adrián al escuchar eso, no tenía precio, se veía tan lindo que Daniel no se resistió y se acercó más a su rostro para poder besarlo.


No fue un beso ni tan largo, ni tan corto, solo duro el tiempo necesario como para haberlo disfrutado. Al separarse, la cara de Adrián y Daniel estaban bastante rojas de la vergüenza, pero eso no evito que dejaran de sonreír.


- Besémonos otra vez. – Le pidió Adrián con una sonrisa, apunto de volver a besar a Daniel, hasta que este le tapó la boca con su mano.


- No, es un baño público y debemos ir a la habitación. –


- ¿Entonces quieres salir conmigo? – Le pregunto con una sonrisa.


- Creo que la respuesta fue obvia con ese beso. – Tras decir eso, ambos se rieron.


Cuando ese viaje terminara y volvieran a casa, las cosas cambiarían mucho para ambos. Saber que Adrián lo amaba a él y a nadie más, le daba muchísima seguridad sobre que todo iría bien, se besarían con más libertad que en ese lugar donde todos podrían molestarlos por lo que queda del viaje.


 

Notas finales:

Hola!

Bien, este es el ultimo capitulo de Razonamiento Equivocado. El próximo sera el epilogo donde le daremos fin a esta pequeña historia. (Ya por fin seré libre!!! Al menos de un fic qwq) Lamento la demora, comencé a estudiar y pues... consume tiempo y me cansa tanto que me duermo T-T

Bien, eso es todo por hoy! Bay neee! Nos leemos en el epilogo <3 besos y abrazos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).