Al pasar de los días, Daniel estuvo evitando a Adrián. Desde ese día donde recibió un beso de Adrián en la mejilla, se sintió muy avergonzado, tanto que tan solo recordarlo hacia que se ruborizaba. “Maldito Adrián, no juegues así con mis sentimientos.” Le molestaba un poco el recordarlo, pero no estaba molesto con él realmente.
- ¡Hermano! ¿Ya revisaste todo? ¿No te olvidas de nada? ¿Dejaste tu celular cargando? ¿No estas emocionado? – Le pregunto su hermana emocionada mientras daba brinquitos. Ambos se encontraban en la sala de la casa, con sus dos valijas recostadas sobre la pared.
- Estuve haciendo la valija desde ayer, ya verifiqué que este todo adentro. – Le respondió volviendo a concentrarse en la lectura de su libro.
Ambos mellizos se encontraban en la sala, Cecilia parada verificando no olvidarse de nada, mientras que Daniel estaba recostado sobre el sofá leyendo un libro. Esa misma noche comenzaría su viaje de egresados a la provincia de Mendoza, todo programado por la escuela. Dentro de unas pocas horas tendrían que irse y Cecilia parecía estar más emocionada que su hermano.
- Daniel ¿Tu amiguito el que parece emo ira al viaje? –
- No, a él nunca pareció interesarle ese tipo de cosas al parecer. – Respondió y luego suspiro.
- ¿Sabes con quien te sentaras en el viaje? Seguro será con Adrián ¿no? – Le hablo ella con una sonrisa pícara, a lo que Daniel tapo su rostro con el libro para que su hermana no viera su rostro ruborizado.
- ¿Quieres dejar de molestarme? Adrián seguro se sentará con Aldana, esa chica siempre terminando consiguiendo lo que quiere. – Respondió con cierto tono de desagrado.
- No lo sé Daniel, a veces el destino puede jugar a favor de uno también. –
- Deja de leer esas historias homo, te atrofian el cerebro. –
- ¡Nunca! ¡Jamás! – Respondió ella al instante, con el ceño fruncido y cruzada de brazos, negándose a dejar su mundo lleno de amor homosexual.
- ¡Chicos! ¿Qué quieren que prepare para que lleven para compartir? Deben llevar comida para comer en el viaje. – Escucharon la voz de su madre hablándoles desde la cocina.
- ¡Pizza! – Contestaron ambos al mismo tiempo.
*-*-*-*
Adrián estaba muy emocionado había empacado todo lo necesario en la maleta, verifico una y otra vez tener todo lo que la lista decía. Su madre le había dicho que llevara algunos sándwiches para comer luego. Al llegar a la escuela, tenía su bolsa de dormir en el brazo, junto con su mochila donde llevaba las cosas pequeñas y la valija que iría en el micro transporte.
“Se lo diré, le diré en este viaje lo que siento por él.” Adrián estaba decidido a decirle a Daniel lo que sentía por él, sin retractarse. Pensaba que lo mejor que podía hacer era confesarle su amor bajo las estrellas, al lado del rio con el bello silencio de la naturaleza. Una escena romántica y bella que quedaría en sus recuerdos para siempre, o al menos eso se le había ocurrido después de leer tantas historias homo que le pasaron Laura y Cecilia.
Cuando llegaron los demás chicos a la escuela con sus respectivos familiares, todos se quedaron esperando y conversando entre ellos mientras esperaban a que terminaran de cargar las cosas al micro transporte. Adrián no tuvo la oportunidad de hablar mucho con Daniel, ya que lo mandaron a cargar valijas y cajas al micro.
- Bien chicos, vamos al micro, los llamaremos por lista. – Hablo uno de los profesores encargados del viaje.
Todos los chicos salieron afuera del edificio escolar. Algunos se sacaban fotos con la bandera de cada curso, otros se estaban despidiendo de sus familiares, y los demás temblaban de frio por la tormenta que pronto llegaría.
El profesor a cargo del viaje, quien se encontraba en frente de la entrada del micro, comenzó a llamar por lista a los alumnos que irían en el viaje. Primero menciono a algunos chicos que Adrián no conocía, luego nombro a Cecilia y a Daniel, después mencionaron a algunos chicos más y luego les toco a Laura y a Adrián.
Subieron a la parte de arriba del micro, había muchísimos más asientos que en la parte de abajo. Daniel y Cecilia se encontraban sentados en unos de los asientos que se encontraban en la parte de atrás. Cecilia estaba sentada justo detrás de Daniel, ella al ver a Adrián le guiño el ojo, dando a entender que le dio el lugar para que se sentara con su hermano. Adrián le agradeció, sin decir ni una sola palabra, simplemente moviendo su boca como si se lo dijera.
- ¿Puedo sentarme contigo Daniel? – Le pregunto Adrián con una sonrisa.
- Has lo que quieras. – Respondió Daniel mientras observaba por la ventana. Adrián se sentó de inmediato al lado suyo.
Al principio todos los demás chicos que irían al viaje se acomodaron en sus asientos y luego se despidieron por las ventanas de sus familiares, seguramente los extrañarían durante toda esa semana, sobre todo porque no habría señal en donde se hospedarían.
Ni bien el micro arranco, todos comenzaron a poner música, gritar en grupos, y festejando, incluso riendo con algunos profesores. Todo era muy entretenido, incluso Adrián se había levantado varias veces de su asiento para poder hablar con otros compañeros que estaban en asientos un poco más lejanos al suyo. Pero cuando volvió, vio como Laura le hacia una seña con la mano.
- ¿Qué pasa Laura? –
- Se me ocurrió una fantástica idea. – Le susurro ella al oído. - Cuando todos se duerman y Daniel se tape con su frazada… ¿Por qué no intentas tocarle la verga? –
- ¡¿Qué?! – Por poco y grito, pero por suerte no llamo la atención de nadie. - ¿Estás loca? –
- Oye, en casi todos los mangas que leo eso funciona. – Hablo Cecilia, quien también parecía ser consciente de la propuesta indecente de la cual menciono Laura.
- Dudo mucho que todo sea tan fácil como un manga. – Respondió un poco dudoso de lo que hablaban ambas chicas.
- O se excita si lo tocas o te asesina, las dos son posibles y en ambos casos me reiré de ustedes. – Admitió Laura sin culpa alguna.
- Hey ¿Qué están haciendo? – Pregunto Daniel al ver como Adrián hablaba con las chicas.
- ¡Nada! – Contesto al instante un poco nervioso. – Oh, mira, ya comenzó a llover fuerte. –
- Creo que durante todo el viaje estará así. – Hablo Daniel y luego sonrió. - Me gusta la lluvia. – Adrián aprecio ese bello momento en el que Daniel sonreía mientras observaba la por la ventana la lluvia, a sus ojos, Daniel realmente era muy lindo y quizás esa idea jamás se borraría de su mente.
- ¡Adrián! – Escucharon una voz femenina muy reconocida que acaba de arruinar el momento. - ¿Te molesta si me siento con ustedes un rato? Estoy sola y aburrida en mi asiento, y encima comenzó a gotear mucho. – Justo al lado de Adrián se encontraba Aldana, con una gran sonrisa esperando una respuesta por parte de Adrián.
- Bueno, supongo que está bien… - Contesto Adrián tratando de ser amable con ella.
- ¡Genial! Gracias, espero no molestarlos. – Ella al instante se sentó sombre las piernas de Adrián para poder hablar con él y las personas que estaban sentados justo al frente de ellos. Adrián no tuvo que ver a Daniel para sentir lo muy molesto que estaba, incluso comenzó a arrepentirse de dejar que Aldana se quedara con ellos.
- Yo creo que me dormiré un rato, no me molesten. – Hablo Daniel, saco una almohada que tenía en su bolso y se la acomodo entre la ventana para poder acostarse a dormir un rato.
“Oh mierda.” Pensó al instante, no quiso molestarlo porque eso solo empeoraría las cosas, así que simplemente se quedó hablando con sus compañeros por un rato más.
*-*-*-*
Luego de unas horas, todos se encontraban durmiendo en el micro, o al menos la mayoría. Adrián al menos se había despertado una vez al ver como el profesor les estaba casando fotos a casi todos mientras dormían, el mismo flash fue lo que lo despertó. Aldana ya se encontraba en su asiento durmiendo pegada al vidrio de la ventana, así que él se encontraba solo con Daniel en sus asientos.
Disfruto ese momento, le gusto verlo dormir, era la primera vez que lo hacía, Daniel se veía muy calmado mientras dormía. Por unos momentos dejo de observarlo y decidió verificar si Laura y Cecilia estaban durmiendo también. Al mirar un poco hacia los asientos de atrás, se dio cuenta de algo que no debió ver. Cecilia estaba durmiendo, y Laura se estaba acercando peligrosamente a sus labios, casi a punto de besarla, o al menos hasta que noto que Adrián la estaba observando, justo en ese momento ella lo fulmino con la mirada.
“¡Mierda! No debí ver nada.” En ese instante se volvió a sentar como al principio en su asiento y las luces del micro se prendieron, al parecer el micro volvió a hacer una parada en una estación de servicio. Uno de los profesores les hablo despacito a los pocos que estaban despiertos para que bajaran del micro por si querían ir al baño o comprar algo. “¡Salvado por la campana!” Adrián no lo dudo dos veces, rápidamente fue uno de los primeros en bajar den micro para ir al baño.
Sin embargo, aunque caminase a paso rápido, una cierta persona lo estaba siguiendo a la misma velocidad y eso lo estaba asustando. Esa persona llevo a Adrián hasta la parte trasera del lugar y lo acorralo contra la pared, observándolo con una mirada aterradora.
- ¡Laura! ¿Qué… sucede? – Estaba nervioso, no podía negarlo, Laura daba muchísimo miedo cuando parecía estar molesta. Ella le sonrió y llevo una de sus manos a su camiseta.
- ¿Sabes? Me caes bien Adrián, pero si llegas a abrir la boca sobre lo que viste, juro que te tiro por la primera montaña o rio que veamos ¿Entiendes? – La sonrisa de Laura solo lo asustaba más y más, sobre todo porque le estaba apretando con más fuerza de la ropa.
- ¡Si! ¡Si señora! – Contesto al instante y con mucho miedo.
- ¿Seguro que entiendes? ¿No tengo la necesidad de aplastar sus testículos con mi zapato para que lo entiendas? – Le pregunto Laura pegando su frente a la de Adrián, inquietándolo aún más.
- ¡Si! ¡No es necesario! ¡Yo no vi nada! –
- Perfecto. – En ese momento ella lo soltó y se separó de él por varios centímetros.
- ¡Laura! – Escucharon la voz de Cecilia, quien al parecer estaba caminando al lado de Daniel. - ¿Por qué no me despertaste? Yo también quería ir al baño. – Se quejó un poco molesta y luego bostezo un poco.
- Oh, lo siento. Como disculpa te comprare lo que tú quieras. – Se acercó Laura hacia Cecilia y ella sonrió.
- ¡Si! – Luego de eso, ambas chicas fueron al baño juntas. Dejando a Daniel y a Adrián solos.
- Hey ¿Qué te pasa? Te ves horrible. – Le pregunto Daniel al ver lo agitado y nervioso que aún estaba Adrián.
- Nada, solo tuve una pesadilla. – Contesto un poco nervioso y luego recordó la sonrisa aterradora de Laura, lo cual lo hizo temblar del miedo nuevamente. - ¿Puedo dormir abrazado contigo? – Le pregunto mientras se aferraba a Daniel con su abrazo.
- ¡¿Qué?! ¡No! –
- ¡Por favor! Me da mucho miedo, siento que me mataran mientras duermo. – “Literalmente.” Pensó aún bastante asustado, se estaba arrepintiendo de haber visto lo que Laura estaba punto de hacer.
- ¡Nadie va a matarte! Déjame en paz. –
- ¡Si lo harán! ¡No quiero morir! –
- ¡Suéltame maldita sea! –
Al final, cuanto todos volvieron al micro luego de ir al baño y comprar un par de cosas. Adrián espero a que Daniel se durmiera para luego poder abrazarlo y dormir juntos. Realmente sintió que no sería capaz de dormir en el micro sin estar al lado de Daniel por miedo a que Laura le hiciera algo malo. Curiosamente, mientras dormían, una de las profesoras les saco una foto para el álbum de fotos que harían sobre el viaje.
Continuara…