Pasos
Carlos era un tipo muy inteligente, sus profesores alabaron su creatividad e inteligencia con fiereza, pronosticado como un futuro brillante este chico era considerado uno que llegaría muy lejos, lástima que a veces podía ser ingenuo.
Como ahora que estaba ahí en uno de los jardines de la escuela “practicando” Tourney más bien solo pasaba su pelota con ayuda del bastón a Azis quien hacía lo mismo de vuelta, solos ahí lanzándose la pequeña pelota mientras discutían la gran e interesante conversación, no eso no era sarcasmo realmente era muy importante.
- Así que ¿dónde diablos consigo 50 velas aromáticas para el fin de semana? – pregunto otra vez Carlos, Azis mantuvo la pelotita en su bastón y le miro un rato en silencio.
- Una vez más ¿por qué me preguntas eso a mí? – le miro alzando una ceja y lanzándole la pelota.
- ¿Eres un príncipe no? – atrapo la pelota con gran facilidad a su lado Dude dormía una siesta – y ya te lo explique la lista de Jay debo ayudarle.
- ¿Qué tiene que ver que Jay tenga una lista para conquistar con que yo sea un príncipe y Velas? – Azis ni siquiera atrapo la pelotita esta vez solo se quedó ahí confundido, Carlos suspiro y procedió a explicarle todo nuevamente.
Hace exactamente tres días Carlos regreso a su habitación para encontrar, si a Chad, juraría que había cambiado la cerradura y todo pero este príncipe debía tener a los ratones de su madre ayudándole para conseguir entrar o algo, el punto es que después de correrlo y que Dude ayudara ladrándole encontró una pequeña hoja doblada en el suelo, iba a tirarla a la basura pero antes como todo chico responsable vería su contenido, no fuera a ser que sea algo importante cierto.
Así fue como lo descubrió una lista, un plan para que Jay, porque obviamente era la letra de Jay toda cursiva y sorprendentemente leíble, de todos Carlos era quien peor letra tenia, no podía evitarlo, su cerebro iba a mil y su mano no escribía estas ideas tan rápido, la lista que no era otra cosa más que pasos garabateados que detallaba un plan completo sobre como conquistar.
Al principio se sintió dolido, algo en su corazón sin saber que era se estrujó un poco pero lo ignoro al saber que Jay estaba enamorado y tan desesperado, el casanova y don juan de la isla como para hacer una lista para conquistar a alguien, se preguntó un momento quien era la afortunada hasta que se dio cuenta que debía ser Lonnie, debió saber que toda esa admiración que sentía por la ahora capitana de equipo de escudos y espadas no era más que el nuevo enamoramiento de Jay.
La lista era muy larga y detallada en verdad con pasos que más bien eran un recordatorio de lo que debía hacer, rio un poco al ver como varios de estos estaban rayados y reemplazados con otros que tenían más sentido.
Robar sus cosas para llamar su atención. NO ROBES SUS COSAS.
La risa de Carlos fue mucho más fuerte entonces, tenía sentido que solo Jay pensaba que robar las cosas de la chica que te gusta llamaría positivamente su atención, lo bueno es que lo había reconsiderado, casi podía ver a Jay garabateando con fuerza sus malas ideas y cambiándolas por otras.
Asegúrate de robarle algo bueno de comer…. Consigue sus dulces favoritos.
Tenía sentido que Jay pensara en robar primero aun había cosas que olvidar, costumbres de la isla y seguramente lo escribió entes de darse cuenta de lo que decía.
Los obsequios son buenos, a menos que sean robados. No robes
Carga sus libros en todo momento.
Se amable.
Hazle cumplidos Alaba su inteligencia.
Carlos pensó que tenía sentido que alabar la inteligencia estuviera subrayada tres veces puesto que Lonnie era como Evie en ese aspecto ambas chicas gustaban de ser reconocidas por su cerebro y vaya que Lonnie lo era, una chica aterradora que había ganado la inteligencia táctica de sus padres.
Ahora que el ver a Jay ser amable con alguien era muy difícil de imaginar.
Coquetear…. NO COQUETES CON NADIE MÁS.
Abrazarle cada que se pueda…. Tomar un baño o al menos asegurarse de oler bien, el sudor no es agradable, al parecer.
Así que Jay al fin empezaba a darse cuenta que abrazar personas apestando no era buena idea, finalmente, aplaudió ante esto preguntándose si acaso había tomado consejos de internet o de sus amigas, esperaba que fuera Evie.
No seas un cretino presumido, énfasis en presumido.
Ok así que al parecer Jay tomaba consejos de todos recuerda que exactamente eso le dijo hace unos días cuando se jacto frente suyo porque había derrotado a todo el equipo menos a Lonnie porque obviamente no perder contra ella y luego restregando su triunfo en su cara no la impresionaría.
Escúchale… no importo solo yo.
Eso había sonado bastante dulce en realidad, por alguna razón la sonrisa de Carlos se rompió, algo en su interior se contrajo al darse cuenta que Jay estaba dispuesto a un gran cambio por alguien, algo tan importante como escuchar a otros, Jay no lo hacía a menos que fueras Mal.
Festeja sus triunfos
Bien estaba sonando como un consejo de la internet, Jay estaba tan desesperado por atraer a Lonnie que incluso busco ayuda con extraños, dude bufo a su alrededor y el solo gruño indignado sabiendo que hace no solo dos meses el buscaba consejos con Jane.
Demuestrar lo impresionante que soy… No le empujes ni te hagas el superior
Bueno eso era algo que Jay hacia mucho humillar o al menos lastimar a otros para sobresalir, no recordaba verlo empujar a Lonnie pero bueno nunca se sabía con Jay no pasaban las 24 hrs pegados lamentablemente.
Invitarle a salir
Invitarle nuevamente a salir
Asegurarse de que entiende que es una cita y no una reunión con los amigos.
Así que por eso Jay estaba gruñón hace unos días debió haber invitado a Lonnie una cita y todos ellos terminaron yendo, en su defensa dirá que cuando Jay menciono ir a un picnic él pensó que era una invitación abierta y no una advertencia para que no le fuera a molestar, pero hey cuando se lo conto a los demás todos estaban muy felices.
Bueno esto no iba a pasar otra vez, nope, Carlos el mejor amigo de Jay remendaría su error y ahora si iba a ayudarle a crear la cita perfecta con Lonnie.
Por último había una serie de cosas que seguramente ayudarían en la dichosa cita, otra mini lista.
Flores… no le gustan las flores
Chocolate, mucho chocolate.
Velas, muchas velas románticas.
Una manta
Una carpa
Vino… preferencia no robado... robar está mal.
Cojines
No entendía como a Lonnie no le gustaban las flores extraño a toda chica de Auradon le gustaba, menos a Mal pero bueno Mal era… Mal en fin, Lonnie parecía tener muy buen gusto pero enserio Jay solo chocolate, él no podía hacer una cita decente como solo chocolate y vino, acaso quería parecer que iba a aprovecharse de la pobre chica, no se dijo que no, y buscaría la manera de conseguir más bocadillos, tal vez unas mini pizzas, Jay amaba las mini pizzas ¿cierto?, fresas, Mal le convidaría de sus montones de fresas y con Evie podrían hornear algo.
Rayos Jay tendría que amarlo o al menos agradecerlo mucho por esto, el mejor amigo nunca.
Las últimas cuatro cosas tenían una palomita delante de ellas por lo que imagino que esas cosas ya estaban listas, solo necesitaría las velas lo que le llevaba a pedir ayuda de Azis por que como buen príncipe sabia como tener una cita romántica, lo que significaba que sabía dónde conseguir las malditas velas.
- Entonces intentas ayudarle a conquistar a Lonnie – repitió nuevamente para fastidio de Carlos.
- Obviamente es para ella la lista – Azis le lanzo una mirada incrédula – ¿Qué? – pregunto ante eso.
- Jay carga tus cosas todo el tiempo – señalo jugando con su bastón.
- Somos amigos desde la isla, es una costumbre.
- Yo no cargo las cosas de Chad y nos conocemos desde prescolar.
- Bueno no lo hace todo el tiempo – rodo los ojos molesto por que Azis se desviara del tema.
- Esta mañana te vi con él, Jay llevaba tu mochila – lo acuso entre cerrando los ojos.
- Si ofreció a ayudarme porque me perdí el desayuno e iba comiendo mientras me dirigía al salón.
- Estabas comiendo un paquesito de triple chocolate – le recordó.
- ¿Y?
- Esas cosas son las primeras en terminarse – los cupcakes de triple chocolate de la escuela eran las primeras cosas que se terminaban en la cafetería, solo hacían unos cuantos y tenías que levantarte muy temprano para poder hacerte de uno, el casi nunca lo lograba por que amaba dormir.
- Jay guardo uno para mí – se encogió de hombros sin dar importancia, Jay siempre guardaba un almuerzo o algo para Carlos.
- Siempre dice lo inteligente que eres.
- Al igual que con Evie y Mal, ¿por qué gustas de señalar lo obvio? – gruño frustrado sin ver realmente el objetivo de esa conversación.
- Eres el único con quien es amable y siempre te está tocando, abrazos y esas cosas.
- Si, y al principio no paraba de robar mis cosas y empujarme todo el tiempo, somos amigos ahora – el príncipe pareció más incrédulo ante cada palabra - Jay es muy táctil – Azis solo bufo ante eso.
- No con los demás del equipo, siempre están haciendo esa cosa – frunció su nariz tratando de no recordar esos melosos momentos - coqueteando.
- El no coquetea conmigo, lo hace con las chicas – le miro como si fuera alguna clase de idiota.
- No desde que terminaste con Jane.
- Ella termino conmigo – frunció la nariz recordando el nada agradable momento.
- Tal vez Jay la amenazo por tocar a su Carlos – bromeo.
- Muy gracioso Azis – le lanzo una mirada de muerte para luego suspirar - ella solo salía conmigo para ser tu sabes como los demás en Auradon, no le gustaba y supongo que tal vez no me gustaba lo suficiente solo quería encajar – recordó como aquella relación no había funcionado, tomarse de las manos estaba bien pero los besos nunca se sintieron nada más que húmedos, húmedos e incomodos, tal vez Carlos solo deseaba tener algo como lo que Mal y Evie tenían, alguien que les amara, al final Jane se dio cuenta y termino con el haciendo un gran escándalo, se disculpó después diciendo que entro en pánico pensando que Carlos la iba a terminar y bueno ella no quería ser la dejada.
- Dos chicos pueden salir entre ellos aquí sabes, eso está bien –Azis comento casualmente haciendo que Carlos le mirara confundido.
- Me siento alagado pero no voy a salir contigo – hablo rápidamente entendiendo mal.
- ¿Enserio eres un genio? – pregunto incrédulo por qué ese niño nada mas no entendía nada- porque estas siendo totalmente estúpido ahora mismo.
- ¿Vas a ayudarme o no? – volvió a decir cada vez más molesto.
- Déjame ver esa lista – extendió la mano, de mala gana Carlos le tendió el papel que llevaba en su bolsillo - Carlos lamento decirte no es a Lonnie quien está tratando de llamar su atención Jay – dijo tras leer la lista con tranquilidad - eres tú – termino mirándole tendiéndole la lista otra vez.
- Claro que no ¿qué estupideces dices? – dijo indignado.
- No te abraza a menos que este duchado- empezó a señalar levantando sus dedos- dices que dejo de robar tus cosas, siempre tiene tus dulces favoritos a la mano y carga tus cosas acompañándote a tus clases, la semana pasada que venciste a Chad en el entrenamiento Jay te alabo con gran emoción, el día del picnic al que nos invitaste Jay estaba de muy mal humor por que no pudo estar a solas contigo.
- Por supuesto que no – bufo tomando la hoja de sus manos – se molestó porque invite a todos a su cita con Lonnie.
- Él dijo y cito porque estaba ahí “pensaba en un picnic más tarde Carlos” y tu sonreíste y gritaste “que buena idea vamos todos a un picnic” y empezaste a invitar a medio equipo – le recordó el momento.
- Él no estaba invitándome solo avisándome donde estaría– suspiro frustrado por que Azis simplemente no entendía nada.
- No te gustan las flores – volvió a debatir.
- Me dan alergia es diferente – frunció su nariz – eso que tiene que ver.
- A Lonnie le encantan las flores – sonrió entonces dejando que la situación finalmente alcanzara al pecoso.
Carlos se quedó mudo, miro a Azis que solo asentía con su cabeza, la lista en su mano eh hizo memoria de todos los momentos, claro que al principio Jay roba sus cosas pero eso fue en la isla, continuo aquí en Auradon pero se detuvo cuando le grito por lo molesto que era, siempre estaba siendo amable a su alrededor, dándole bocadillos o escuchado sus grandes ideas sobre mejoras a cualquier aparato que cayera a sus manos, no importa lo aburrido que fuera Jay siempre le escuchaba, el día que Jay dejo de coquetear con otras chicas fue porque el señalo lo molesto que era ver hacerlo, fue algo como “amigo invita a una es irritante que coquetees con media escuela”, solo lo dijo porque era molesto que algunas chicas le usaran para darle pequeños mensajes a Jay, como si eso les hiciera ganar puntos.
Pensó en cada pequeño regalo, el celular, la pulsera, los guantes, el reloj nuevo, el collar de Dude todo, las sonrisas y comentarios en su dirección que en aquel momento pensó eran bromas bien podían ser coqueteos ahora que lo pensaba bien, lo abrazos y toques no tan casuales, incluso el sonrojo en sus mejillas cuando Carlos señalo que finalmente Jay había aprendido a usar desodorante y colonia que lo hacían oler bien.
Los dos veces que Jay parecía querer decirle algo y finalmente tomo a Dude para salir corriendo obligándole a perseguirle por todo el campus solo para que al final, Jay le comprara una bebida y se sentaran juntos a platicar de todo y nada, esas debieron ser sus intentos de citas.
- ¿Carlos? – pregunto Azis pues el niño llevaba demasiado tiempo callado más antes de poder preguntar algo más Carlos salió corriendo con el bastón de Tourney en sus manos olvidando incluso a dude.
- ¡Jay! – llamo empujando a Chad que discutía quien sabe por qué, la verdad no le importaba – ¿estás enamorado de mí? – y ok tal vez no fue una buena forma de preguntar gritarlo a los cuatro vientos, al ver el rostro pasible de Jay Carlos se sintió estúpido, claro que no estaba enamorado de él, Azis solo le jugaba una broma, sintiéndose estúpido y lleno de vergüenza Carlos volvió a salir corriendo no sin antes escuchar reír a Chad.
Jay lo encontró entre los arboles sobre un tronco acurrucado en una bola totalmente avergonzado.
- ¿Carlos? – llamo tentativamente.
- Vete – murmuró Carlos – vete y olvida lo que dije, dios soy tan estúpido.
- Si
- ¿Sí que?
- Si estoy enamorado de ti – Carlos se congelo entonces había escuchado bien, levanto la mirada para ver a Jay quien ya se estaba sentado a su lado y miraba a todos lados menos su rostro - ¿Cómo es que te enteraste?
- Encontré tu lista – susurro sacándola y viendo ahora como Jay enrojecía de las orejas – creí que era Lonnie.
- Por eso me empujaste en la mañana para que llevara sus libros – recordó teniendo más sentido que después de entregarle el cupcake y le ayudara con sus cosas, Carlos metió todo el pan restante en su boca, jalo su mochila y le empujo para llevar a Lonnie a su salón cuando obviamente lo acompañaba todas las mañanas.
- Lo siento – susurro otra vez avergonzado.
- Está bien – suspiro Jay- sé que no te gusto – y si el árabe ya había aceptado esto después de verlo salir con jane, se había rendido entonces pero luego de vagar en internet y de que Jane rompiera públicamente de una forma muy humillante con Carlos se armó de valor para intentarlo.
- Me gustas – Carlos respondió tan rápido que ni siquiera supo de donde venía ese pensamiento.
- ¿Enserio? – Jay le miro entre esperanzado y asustado como si Carlos bromeara sobre eso.
- Si – murmuro – eso creo – suspiro negándose a ver a Jay, sus pies eran mucho más interesantes en ese momento – no lo sé, pensé que me gustaba Jane antes todo es confuso.
- Está bien no hay presiones – Jay se alejó un poco desde donde estaban sentados.
- Es solo que hemos sido amigos tanto tiempo y no sé qué pensar – suspiro, aún demasiado confundido con tantas emociones en su pecho.
- ¿Puedo besarte? – pregunto finalmente mirándole y Carlos asintió con suavidad, Jay tomo su rostro entonces, con una suavidad que ni el mismo conocía, lo acuno lentamente dándole todo el tiempo para alejarse y cuando sus labios finalmente se tocaron fue maravilloso, como miles de cohetes explotando en su interior definitivamente mucho más interesante que con Jane – ¿y bien? – pregunto Jay cuando sus labios al fin se separaron.
- Mucho mejor que con Jane – murmuro con los ojos cerrados - yo, aun no sé si me gustas Jay – hablo con sinceridad porque si algo se merecía Jay era que fuera totalmente honesto.
- Eso está bien tarde mucho en darme cuenta de eso, no quiero presionarte – suspiro mirando nuevamente al bosque – podríamos ya sabes, citas – termino con un hilo de esperanza en su voz.
- Citas suenan muy bien – sonrió entre lazando sus dedos como había hecho tantas veces con jane, solo que ahora era mucho mejor – ¡demonios las velas! – y Carlos se levantó de pronto recordando que no había conseguido las dichosas velas para lo que parecía ser su cita.
Jay solo empezó a reír por esto, una risa tranquila que lleno de felicidad el pecho de Carlos, aun no estaba muy seguro de que era ese sentimiento, aun no comprendía que era el amor, le había faltado durante tantos años que incluso con Jane lo había confundido, esta vez se daría el tiempo, pasos pequeños como Jay prometió y mientras miraba al árabe reír, mientras regresaban a la escuela tomados de la mano se dijo que haría todo lo posible para enamorarse de Jay, después del todo Jay también se merecía algo de amor, lo que él no sabía era que ya lo estaba, solo debía descubrirlo.
Y si un mes después Chad entro a la habitación mientras ellos se besaban acaloradamente en una de las camas ocasionando que nunca más lo verían por ahí fue totalmente un bono.