Ganar
La verdadera razón por la que Jay se esforzaba tanto para ganar era porque a Chad le encantaba ser un ganador y si Chad era feliz, Jay lo seria también.
- Y así fue como ganamos, si yo no hubiera dado ese pase fantástico no estaríamos a un paso más de las nacionales.
- Lo sabemos - murmuro Carlos fastidiado – estuve ahí, literalmente toque el pud antes que tú.
- ¿Pero hiciste el pase ganador? – pregunto con seriedad – no verdad, ahora calla de Vil.
- Hey chicos – dijo Jay llegando a la mesa donde sus amigos comían para pasar su brazo sobre los hombros del príncipe y sentarse a su lado – Hola Babe – sonrió seductoramente pero fue ignorado por el rubio quien tenía cosas mejores que hacer como no comer sus vegetales y pasarlos nada discretamente a la bandeja de Jay - ¿Qué haces?
- Hablamos de mi grandiosa participación en el partido de ayer – sonrió animado - el cómo mi grandioso pase gano el juego.
- Claro – enarco una ceja Jay, empujando uno de los vegetales empujados por Chad a su plato – supongo que el que yo hubiera hecho la anotación no tuvo nada que ver – dijo burlándose Carlos rio al otro lado de la mesa pero Jay solo mordió el brócoli y miro al príncipe.
- No seas ridículo Jay – dijo con total seriedad – también fuiste de mucha ayuda – palmeo con suavidad su pierna haciendo que Jay le mirara de aquella forma enferma en palabras de Mal, los demás amigos en la mesa solo rodaron los ojos ante la obvia manipulación, entonces Jordán apareció de la nada asustándoles.
- Hola chicos – sonrió la genio mirándose ansiosa, bueno de hecho miraba ansiosamente a Jay quien seguía comiendo los vegetales y viendo como sus amados trozos de fruta desaparecían, aun no entendía por qué Chad se servía vegetales si nunca los comía -Jay – llamo su atención la genio pues el árabe realmente estaba perdido en sus pensamientos - ¡Jay! – dijo más alto – decía que si podía toma una fotografía de la estrella del equipo de Toruney, vamos necesito más seguidores – Jay hizo una mueca no le gustaba mucho las fotografías, no por que saliera mal, nada de eso si no porque siempre remarcaban que era o el hijo de un villano famoso o su antigua profesión la de un ladrón, así que discúlpenlo por no querer su cara en internet con la leyenda “Hijo de un famoso villano Jafar ex ladrón de la isla gana campeonato” si eso no era bueno para su imagen.
- Claro que si – antes de que pudiera negarse Chad estaba pegado a su costado posando para la foto levantando sus dedos en señal de victoria viéndose muy feliz, Jordán enarco una ceja y parecía que iba a decir algo por lo que de inmediato Jay rodeo el brazo del príncipe saco la lengua y poso sin dejar de mirar a Chad en una clara manera de decir que solo así tendría su foto.
Jordán suspiro eso no era lo que tenía en mente pero lo tomaría, de inmediato saco la fotografía con su celular y cuando iba a tomar la de repuesto, Chad dejo de sonreír se inclino un más contra Jay tomo el rostro confundido de chico y planto un enorme beso en su mejilla, Jordán no perdió oportunidad tomo la fotografía y salió corriendo de ahí antes de que algo más pasara, pues el rostro de Jay en ese preciso momento fue épico, definitivamente ella tuvo los seguidores que buscaba.
Así que Jay estaba bien con ser un ganador por que su novio amaba ganar y si Chad quería ganar Jay ganaría para él, la recompensa realmente valía la pena.
***************
- Chad – gruño Carlos al entrar a su habitación y oh sorpresa ahí estaba Chad – estoy reconsiderando eso de que tengas llave – dijo tirando su bolso sobre su cama pues el príncipe ahora tenía pase directo a lo que mas ansiaba de esa habitación, no, no era Jay, si no la impresora 3D.
- Jay dijo que podía usarla cuando yo quisiera – levanto la barbilla presumido el príncipe.
- Maldito Jay – murmuro sacando su tarea – al menos apágala cuando termines y ¿Qué estás haciendo? – dijo finalmente al notar lo que se materializaba en dicha impresora – eso es un muñeco de Jay – levanto un ceja al ver que si efectivamente era una copia en muñeco de su mejor amigo.
- Mi mini Chad se sentía solo – dijo en un puchero levantando el muñeco Chad que sostenía en su mano – él también quiere su villano “quiero un Jay también Carlos” – dijo con voz chillona moviendo su muñequito como si él fuera quien hablara.
- ¿Ese muñeco es nuevo? – pregunto incrédulo por qué si este traía una atuendo diferente.
- Esta vestido de gala y le falta su Jay de gala también – sonrió – estoy empezando una colección entera.
- Esto definitivamente es raro – murmuro Carlos.
- ¿Qué es raro? – pregunto Jay entrando finalmente – hey Babe ¿qué haces aquí? – sonrió viendo a su novio corriendo a abrazarle pero sorpresa Chad le detuvo con un brazo extendido y le obligo a retroceder.
- Apestas- frunció la nariz – no se y no me interesa saber que hacías – gruño – sabes las reglas no te acercaras a mí con ese olor - hizo otra mueca.
- Bien – rodo los ojos caminando hasta el otro lado de la habitación y empezando a desvestirse - ¿imprimes más muñecos? – levanto una ceja al notar la figura ya terminada en el aparato.
- Su mini Chad se sentía solo – dijo con sarcasmo Carlos.
- Mi no-mini Jay también lo está ¿sabes? – meneo las cejas en dirección de su novio, mientras Carlos fingía sonidos de vomito.
- A veces no tengo idea de los que hablas – le miro confundido el príncipe – como sea – sacudió la mano – tengo que irme pero antes – sonrió acercándose a Jay y besando suavemente sus labios solo inclinándose hacia el para no abrazarle – adiós Jay, o casi lo olvido – se detuvo antes de salir por la puerta – mis padres quieren conocerte el viernes comeremos con ellos, te quiero – se despidió y salió de ahí.
- ¿Que? – dijo Jay al salir de la bruma del beso espontaneo de Chad y finalmente entendiendo las palabras – ¿acaba de decir que comeremos con sus padres? – pregunto confundido a su mejor amigo.
- Felicidades Jay – se burló Carlos – conocerás oficialmente a tus suegros, quienes tu sabes son de la realeza y definitivamente no gustan de nosotros.
- Maldición – gruño olvidando el baño y poniéndose otra vez su camiseta – ¡Chad! – grito saliendo de su habitación - ¡CHAD! – pero el príncipe ya estaba muy lejos.
Como dije Chad amaba ganar.