Astraea, 284 días antes.
Mi padre tenía razón, el maldito de Ryhls solo deseaba torturarme durante los entrenamientos y es que a pesar de que me encantaba la atención extra de su parte, la usaba únicamente para ensañarse conmigo, no importaba cuantos errores cometiera el resto, si era yo quien se equivocaba merecía un castigo y este se volvía doble si es que Vail salía a mi defensa, pero claro a él lo dejaban libre.
Habían pasado 3 semanas desde nuestra llegada a la gran nave, suficiente tiempo para adaptarnos a la rutina del lugar y de los entrenamientos, no hubiera tenido ningún problema si es que el enano y sensual pelirrojo no quisiera verme arrodillado clamando su piedad, cosa que obviamente no le di en el gusto. Para mi alivio Raphel entendía mi situación y solía darme unos minutos de descanso aun cuando llegaba tarde a los simulacros de vuelo. "Parece que eres el nuevo juguete de Ryhls" solía decirme mientras me veía llegar lleno de moretones y con un notorio cansancio en el rostro.
-¡Auch! Nathan se más suave por favor-
-No es mi culpa que estés todo contracturado Evens- Mi relación con mi compañero de cuarto era bastante buena, con el pasar de las semanas la timidez se fue perdiendo para dejar ver el alegre chico que este era. Nathan era un enfermero y también había aprendido algunos trucos de kinesiología en la escuela, por lo que solía darme unos deliciosos masajes cuando nos encontramos en la habitación.
-Tus manos son una bendición ¿Lo sabias? -
-Jajaja, no digas tonterías- El silencio entre nosotros era algo común, pero no algo molesto, podíamos disfrutábamos de la compañía del otro tranquilamente sin decir palabras de por medio.
El sonido de mi pulsera rompió el relajante ambiente, acepte la llamada proveniente del hangar.
- ¿Capitán? -
-Evens, es bueno verte en una pieza, haremos un vuelo de reconocimiento, te necesito encabezando el grupo 2-
-Claro enseguida voy- Me levanté y puse la parte superior de la ropa que me faltaba. - ¡Adiós Nathan! -
-Ten mucho cuidado Evens...-
-Lo tendré- Dije antes de que la escotilla se cerrará tras de mí, camine rápidamente por los largos pasillos directo a mi destino cuando una conocida voz me hizo frenar, provenía de unos pasillos comunicantes con otras áreas, la voz se escuchaba alterada así que me acerque para ver que sucedía. Acorralado contra una pared y sujeto fuertemente por el cuello se encontraba Ryhls, el hombre que lo tenía preso entre sus manos era mucho más alto y mayor que el pelirrojo, su cabello perfectamente cortado era de un negro intenso mientras que sus ojos grises mostraban una frialdad que provocó un leve escalofrío en mi cuerpo. Noté la desesperación y enojo en el rostro del menor mientras intentaba soltarse del agarre.
-Déjate de juegos Ryhls, sé que sabes donde se encuentra el maldito de Draskov-
-Ya te dije que no se nada sobre él desde hace meses-
-Tus mentiras están comenzando a aburrirme maldito mocoso-
-No soy un niño, tengo 25 ¿Lo recuerdas? - Un fuerte golpe en el estómago fue lo que recibió tras su respuesta, por un momento mi cuerpo se había movido solo para intentar ayudarlo cuándo una tercera voz me hace desistir.
-Hace tiempo que no te veía Zalka, pensé que estabas en una misión-
-Regrese hace unas semanas, estamos ocupados Vahk, así que ¿Por qué no te largas? -
-Quién debería largarse aquí eres tú, será mejor que lo sueltes antes de que te rompa la cara- El hombre tardó en reaccionar, pero luego de unos segundos aflojó su agarre en el cuello de Ryhls permitiéndole pasar con plena libertad el aire a sus pulmones.
-Continuaremos la charla más tarde, esperó pienses bien tu respuesta- El hombre se retiró dejando solos a Vahk y al más joven, yo me mantenía oculto en el pasillo sin dar aires de mi presencia.
- ¿Estas bien? -
-Si... -
- ¿Qué quería ese idiota? -
-Información sobre Draskov...-
- ¿Draskov, que es lo que quiere de él? -
-Saber en dónde se encontraba... Tendré que enviarle un mensaje, que se aleje por un tiempo-
-Pedirle a Draskov que no te vea por un tiempo, es como pedirte que dejes al novato tranquilo-
- ¿Qué tiene que ver el mocoso de Lucart en todo esto? -
- ¿No crees que te estas excediendo? -
-Lo entreno como a el resto-
-Vamos Ryhls, esa mentira ni tú te la crees, deja al chico en paz, al menos quítale un poco de carga-
-Bien... Seré más suave con el mocoso ¿Feliz? -
-Jajaja, ven vamos a preparar los trajes para el reconocimiento- Sentí sus pasos alejarse y por fin pude salir de mi escondite, me quedé parado mirando por donde se habían ido durante unos minutos hasta que mi comunicador comenzó a sonar. Había olvidado la orden de Raphel así que corrí lo más rápido que pude hasta llegar a la zona de naves en donde mi capitán me esperaba con un notorio enfado.
-Lo siento, ocurrió un percance en el camino-
-Espero fuera importante Evens, retrasaste todo-
-Era Ryhls... Estaba siendo acorralado por un tal Zalka, pero Vahk llego primero para ayudarlo, ¡Oh! Por favor no les digas que estuve ahí- Raphel me contemplo atónito y preocupado, no me importaba contarle este tipo de cosas, sabía perfectamente que él no me delataría.
-Después quiero escuchar más detalles, ahora sube a tu nave y vámonos- La misión transcurrió sin contratiempo, al menos no existía ninguna nave enemiga cerca que pudiera ser una amenaza. Luego de 3 horas inspeccionando volvimos al hangar justo a tiempo para darnos un buen baño y luego a cenar. Esos iban a ser mis planes, si no fuera por Vail quien me estaba esperando en la pista de aterrizaje para arrastrarme hacia el enorme gimnasio del primer día, había un montón de gente reunida y no sabía la razón, al menos hasta que note unas enormes pantallas desplegándose en una de las paredes.
-Misión de reconocimiento de los Reigjart- Escuché decir a mi lado, volteo encontrándome con mi capitán que al parecer ya había entregado el reporte de la misión, observé su rostro detenidamente mordía su labio constantemente y acariciaba algunos mechones de su cabello, algo no estaba bien aquí. -Suelen trasmitir sus misiones en vivo, los trajes tienen cámaras y los sigue un pequeño robot que graba todo desde el aire-. Me dice mientras me contempla con una sonrisa claramente falsa.
-Parecen todos muy emocionados- Dije mientras buscaba una buena posición para mirar la pantalla sin problemas.
-Una misión de Vahk y Ryhls, son los favoritos de Astraea, los soldados los adoran-
-Pensar que Vahk me negó ir a esa misión...- Escuche decir a Vail a mi lado.
-Los novatos no tienen permitido ir hasta que se acostumbren por completo a los trajes- Le respondió Raphel a mi desanimado amigo. Las luces bajaron su intensidad y la pantalla ya completamente desplegada se prendió, era enorme y se dividía en 9 partes, al parecer 8 de ellas eran las cámaras de los soldados, podía leer el nombre de cada uno de ellos junto con sus signos vitales, al lado y en un cuadro mucho más grande se encontraba la cámara aérea, todo estaba en negro hasta escuchar la voz de Ryhls salir de los parlantes del lugar.
-Bien señoritas, terminemos pronto con esto, hay estofado de cena y no sé ustedes, pero yo no deseo perdérmelo- Las risas de sus compañeros fueron su respuesta. Al parecer estaban reconociendo un pequeño planeta en la zona oeste del sistema, era completamente desértico con una tierra rojiza y enormes rocas, el lugar parecía muerto y no dejaban de comentarlo. La cámara aérea se concentró un momento en Ryhls, escuchándose varios silbidos y palabras obscenas en el gimnasio, era el más pequeño del grupo, pero en ese traje apenas y se notaba, caminaban y bromeaban hasta llegar a una zona llena de enormes rocas y cuevas.
-Este lugar es una pérdida de tiempo- dijo uno de los soldados y el resto le dio la razón, avanzaban despacio mientras reían. Algunas personas habían comenzado a abandonar el gimnasio cuando una de las cámaras se vuelve completamente negra y el pitido de que se había perdido la señal de vida resonaba en la pantalla. Observe a Ryhls voltear atónito.
- ¡Rvuls! ¿Qué diablos, dónde está? - Tardó solo unos segundos para que todo se volviera un caos. En la pantalla de otro soldado contemplamos claramente cuando algo enorme aparece de debajo de la tierra y lo golpea, segundos después su señal de vida lo daba por muerto. Comenzaron a salir uno tras otro, enormes garras y cola con una cuchilla en su extremo, eran criaturas horribles con ojos completamente rojos y dientes filosos, sus cuerpos eran encorvados, caminaban tanto en 2 como en 4 patas y se movían muy rápido. Ryhls fue el primero en reaccionar activando el armamento de su traje y disparando sin fallar a varias bestias, unos metros más lejos se encontraba Vahk, su traje tenía una enorme cuchilla como armamento.
- ¡Reúnanse, si se separan están muertos! - Gritaba el pelirrojo mientras se movía de un lado a otro esquivando y disparando, en un momento una de las bestias apareció detrás de Vahk sin que este lo note.
- ¡No! - Gritó Raphel en momento que su amante era golpeado por la espalda con la cola de esa enorme criatura, dándole apenas tiempo para poner la cuchilla entre la boca del animal y su ser.
-Mierda- escuche decir a Ryhls, al parecer había notado el problema de su amigo, pero la tenía los propios, su munición estaba por terminarse y las bestias no dejaban de aparecer.
- ¡Ryhls, largo de aquí, yo los mantendré ocupados- Dijo Vahk quién aun peleaba contra el animal que lo tenía acorralado.
-Si claro...- La enorme cola del ser que tenía a Vahk se eleva con la clara intención de darle el golpe final con aquella extremidad al soldado. Sin municiones, a lo único que reacciono el pelirrojo es a dejar su traje atrás usándolo de señuelo para las bestias, de su uniforme saca un par de chuchillas láser y corre rápidamente hacia su amigo. Me impresiona la velocidad y destreza con la cual se mueve, en pocos segundos ya había realizado un corte letal en la cola del enorme ser y saltado a su espalda clavando los cuchillos en su cabeza.
- ¡Levántate de una vez Vahk hijo de! - No logra decir nada más cuando una cola lo golpea estrellándolo contra unas rocas. Mi corazón que se encontraba acelerado se detuvo por unos segundos, el lugar quedo en silencio absoluto hasta que lo vimos levantarse con algo de dificultad, de su boca brotaba un pequeño hilo de sangre y apretaba sus costillas con un notorio gesto de dolor. Observó a su alrededor contemplando a su equipo acorralado y a Vahk peleando a todo lo que puede. Del bolsillo de su traje sacó una pequeña esfera que apretó y con esto comenzó a emitir un pitido agudo y doloroso para quien lo escuchará. Todas las criaturas se voltearon a verlo con notoria molestia por el ruido, él lo noto y cuando estaban relativamente cerca suyo arrojo la esfera lo más lejos que pudo hacia un grupo de rocas, las criaturas no tardaron en perseguir al molesto objeto y segundos después una enorme explosión hizo volar todo. Enormes pedazos de roca salen disparados junto con partes de los extraños seres, por la onda y escombros Ryhls y el resto cayó al suelo. El silencio se apodera de todo, tanto como de la zona de batalla como en el gimnasio, hasta que la carcajada de Vahk, nos hace respirar.
-Eso fue intenso ¿Cómo están chicos? - Preguntó Vahk mientras se levantaba con su traje.
-Perdimos a Rvuls y a Terry, los demás estamos un poco heridos, pero bien-
-Llamen a la nave, aunque ya deben venir en camino luego del espectáculo que dimos ¿No es así Ryhls? - La cámara enfoca a Ryhls quien no se había levantado aun del piso, se puede observar como respira, pero tiene sus manos sujetas a un costado de su vientre y es cuando puedo notar el enorme pedazo de roca filosa enterrada en él, un escalofrío recorre mi cuerpo que hiela por completo mi cuerpo. - ¿Ryhls? - Ante la nula respuesta del pelirrojo, Vahk sale de su traje y corre a verlo junto al resto de su equipo. La cámara lo enfoca más de cerca, está despierto y su rostro refleja claramente el dolor que debe estar sintiendo en ese momento a pesar de que no dice nada, solo muerde sus labios lo más fuerte posible. -Mierda, díganle a esa nave que se apresure ¿Ryhls estás bien, te duele mucho? -
-Estoy excelente Vahk, con un enorme pedazo de roca atravesándome, pero me encuentro en excelentes condiciones ¡Por supuesto que duele pedazo de imbécil! -
-Jajaja, veo que al menos no afecto tu genio- Un golpe en la entrepierna es lo que recibe en respuesta. Un pitido me hizo contemplar la pantalla notando cómo poco a poco los signos del chico comenzaban a fallar.
-Mierda, estoy cansado-
-No te atrevas en cerrar los ojos maldito mocoso-
- ¡Oh por favor Vahk! Solo eres 2 años mayor- La nave de rescate llegó en poco tiempo subiendo a Ryhls a una camilla, aun no podían quitarle el trozo de roca ya que sería muy peligroso así que esperarían hasta llegar a Astraea, una vez que todos estuvieron sobre la nave y esta despegará la trasmisión se cortó. La preocupación era notoria en el rostro de todos, voltee a ver a Raphel quien parecía estar en shock, toque su hombro lo que pareció ayudarlo a reaccionar, me miró durante unos segundos y corrió hacía la zona de aterrizaje para recibir a la nave.
Me quedé solo en el enorme gimnasio, logré excusarme con Vail de acompañarlo a cenar argumentando que me sentía cansado por la rutina de vuelo, pero en verdad deseaba pasar por la enfermería para ver al pelirrojo. Al pasar por el lugar pude notar a mi padre caminando cual león enjaulado fuera de la enfermería, cerca de él se encontraban Raphel y Vahk, sentados hablando bajo entre ellos, el piloto notó mi presencia invitándome a su lado.
-Se descompenso en el trayecto...- Me dijo una vez estuve sentado a su lado, mi corazón pareció detenerse durante unos segundos mientras una corriente fría recorría cada rincón de mi cuerpo, observé nuevamente a mi padre y vino a mí la duda ¿Qué relación tenían entre ellos? Todo tipo de duda o pensamiento se desvaneció cuando Kruno salió para informarnos que Ryhls se encontraba bien, pero solo una persona podía visitarlo por hoy, siendo mi padre el elegido para verlo.
Esa fue la primera vez que sentiría celos de él y la primera en que no desearía seguir sus pasos, yo quería superarlos.