El frío aumentaba cada día que pasaba en la cuidad de New York, la nieve cubría la ciudad volviéndolo todo aún más hermoso, era un contraste realmente perfecto entre las decoraciones y la nieve.
Killua había salido de la escuela y justamente en esos momentos caminaba a pasos lentos hacia el edificio de apartamentos donde residía con sus padres y hermanos, aunque Alluka y Kalluto quienes eran los hermanos menores de Killua asistían a un internado y solo pasaban las vacaciones en el edificio.
Tuvo suerte de que Gwen no le pidiera que la acompañase al departamento en el que vivía con sus padres, para su buena suerte la chica estaba tomando unas clases particulares y ni siquiera le interesó en lo más mínimo preguntar sobre esto, aunque ella no espero que el peliblanco le preguntará simplemente comenzó a hablar sin parar sobre aquellas dichosas clases; un tema por supuesto que a él no le interesaba en lo más mínimo. La ventaja de todo ésto es que al menos no tendría que estar en compañía de la pelirroja por más tiempo.
El joven peliblanco abrió la puerta del departamento y unos momentos después Alice hizo acto de presencia dándole la bienvenida con una sonrisa.
-¿cómo estuvo su día en la escuela joven Killua?. Preguntó Alice sin borrar aquella sonrisa de su rostro.
-igual que siempre. Respondió.-Gwen no se cansa de ir conmigo a todos lados; siempre colgando de mi brazo, además de sus interminables charlas. En el tono de voz que empleaba el peliblanco se podía notar una profunda molestia.
Al escuchar las palabras de Killua de inmediato el rostro de Alice mostró seriedad, algo poco habitual en ella y que sorprendió al peliblanco.
-joven Killua, si me permite quiero decirle lo que pienso acerca de su amistad con la señorita Gwen
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Killua no se esperaba esas palabras de la joven sirvienta puesto que ella siempre solía ser alguien reservada, y aunque le escuchaba con atención nunca le dijo que pensaba, ella solo se reservaba sus opiniones y le pedía que tuviera paciencia con la pelirroja, pero esta vez era distinta, así que sólo asintió expectante.
-se que fue su padre quien le pidió que entablará amistad con la señorita Gwen, que tuviera paciencia con ella y la cuidara. Comenzó Alice sin ningún tinte de vacilación en la voz.-pero joven Killua esa amistad no le ha hecho ningún bien, usted tiene derecho a elegir con quien trabar amistad y con quien no, se que fue el señor Silva quien se lo pidió, pero si las cosas continúan así tarde o temprano usted y la señorita Gwen saldrán muy lastimados. Su tono de voz denotaba una profunda preocupación.
Killua sonrió, una sonrisa de medio lado y cuando estuvo a punto de decirle algo a Alice, el sonido de unos pasos le detuvo y ambos dirigieron su mirada hacia el lugar de donde provenían dichos pasos, el rostro de Alice se puso pálido al ver a la persona que emitía esos pasos mientras que el peliblanco se mostró sorprendido.
-Illumi, ¿qué estás haciendo aquí tan temprano?. Preguntó el peliblanco al haberse recuperado de la sorpresa inicial.
-vine a recoger unos papeles. Respondió levantando una de sus manos mostrando una carpeta de color negro mientras se acercaba a pasos lentos hacia Alice, la cual comenzaba a ponerse nerviosa
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-Alice. La joven tembló al escuchar su propio nombre en labios de Illumi.-será mejor que dejes de meterle ideas en la cabeza a mi hermano; nunca debes olvidar el lugar que ocupas en ésta casa.
Alice había bajado la mirada mientras escuchaba las palabras del pelinegro.
-eres solo una sirvienta no lo olvides. Illumi no le gritaba, pero el timbre de su voz era suficiente para intimidarla, ella solo asintió en silencio.
-Illumi no tienes porque hablarle de esa manera. El peliblanco estaba visiblemente enojado.
-no joven Killua, su hermano tiene razón; yo solo soy una simple sirvienta nada más. La voz de Alice temblaba ligeramente, pero la mirada que le mostró al peliblanco fue suficiente para que éste desistiera de reclamarle a Illumi.
El pelinegro no dijo nada más, solo se marchó del departamento, Alice ya estaba advertida si quería conservar su trabajo tendría que andar con muchísimo más cuidado.
Salió del edificio de departamentos, su rostro se mostraba impasible, pero internamente se sentía triste; ver a su adorado hermano menor mostrar aquella mirada cargada de enojo y con pinceladas de odio no era algo agradable para el pelinegro, pero él mismo se había encargado de sembrar aquellos sentimientos y todo por una razón: amaba a Killua, pero ese amor no era simplemente un amor fraternal, era más bien un amor de pareja, al principio se negó a aceptarlo y se odio a sí mismo, pero al final tuvo que aceptarlo más cuando aquellos sueños húmedos y excitantes le despertaban en las noches con un problemita entre sus piernas, mientras más tiempo pasaba con Killua mayor era su deseo y amor insano hacía él y eso se reflejaba en aquellos sueños eroticos, por ese motivo se alejó de él permitiendo que el peliblanco lo odiase, para Illumi eso era lo mejor aunque no por eso dejaba de doler. Esto era lo mejor. Siempre se repetía la misma frase para no sentirse peor de lo que ya estaba, para convencerse de que aquello era lo correcto.
Unas semanas después Killua se preparaba para ir a recoger a sus hermanos puesto que las vacaciones de Navidad habían comenzado, Gotoh el chófer de la familia le acompañaría y se encontraba fuera del edificio esperándole, pero justo cuando el peliblanco estaba a punto de salir tocaron la puerta y Alice salió de la cocina presurosa a abrirla.
-b-buenos días señorita Gwen. Alice estaba sorprendida pues pensaba que Gwen estaría de camino a Miami.
-buenas días. Saludo a Alice para luego ir a colgarse del brazo de Killua y darle un beso en la mejilla, el peliblanco no mostró ningún tipo de gesto ante la acción de la muchacha, pero Alice se cubrió la boca debido a la sorpresa, Gwen solía ser una chica muy impetuosa.
-Gwen tengo que irme a recoger a mis hermanos. Dijo con voz fría y sin ninguna emoción.
-entonces yo te acompañaré. Sonrió.
-no tienes que ir te a Miami, ¿qué haces aquí?. La sonrisa de la joven se mostró más amplia.
-pues mi padre cancelo el viaje a Miami, pasaremos la navidad en New York. El sonido de un cristal rompiéndose hizo eco en el recibidor.
-l-lo siento mucho. Se disculpó Alice.
-si que eres torpe Alice. Comentó la pelirroja.
Killua iba a ayudarla a recoger los trozos de cristal, pero Gwen lo detuvo.
-será mejor que nos vayamos. Dijo Gwen y Killua pudo notar la mirada de tristeza en los ojos de Alice.
Salieron del edificio de apartamentos y ahí les esperaba Gotoh quien les abrió la puerta y ambos subieron a la limusina, y luego se marcharon.
Llegaron al internado en el que estaban Alluka y Kalluto, Killua y Gotoh subieron las maletas de los niños al auto algo que a Gwen disgusto.
Volvieron pronto al departamento, Gwen pasó toda la mañana y tarde junto a los niños y Killua , al llegar la noche cenaron todos juntos y los niños agotados terminaron dormidos en sus habitaciones, Killua tuvo que acompañar a Gwen hasta su departamento, pero mientras ambos caminaban bajo las luces de Navidad y la nieve Killua noto lo extrañamente callada que estaba Gwen y cuando ésta se detuvo el joven lo noto y se volteó a mirarla.
-¿qué suc...?. Pero no pudo terminar la pregunta ya que Gwen se lanzó en sus brazos y unió sus labios a los de Killua, el peliblanco se quedó inmóvil, Illumi pasaba en un taxi y a lo lejos pudo distinguirlos.
-es lo mejor. Volvió a repetirse mientras se alejaba en el taxi y miraba al frente sintiendo que su corazón se rompía en miles de pedazos.