El único consuelo que halló en el transcurso de las horas, es que hasta ahora nadie comprendía del todo a que se debía el rompimiento de Sally y Lightning, tan solo que al parecer Lightning le había montado los cuernos… lo cual le resultaba casi estúpido porque Lightning era tan atento y cariñoso con ella que parecía imposible
No salió de su cuarto en lo que resto de mañana, permitiéndole examinar un poco más a fondo todo el departamento, al igual que la sala estaba todo limpio y perfectamente ordenado, así como no había ni siquiera rastro de la existencia de Sally, lo que sí encontró fue una enorme barra llena de licores y si no fuera la 1 pm estaba bebiéndose todo
— ¿Ya encontraste un hotel? —brinco algo asustado por el repentino comentario, Lightning tenía de nuevo la cicatriz cubierta por una venda, realmente no le culpaba
—Ni siquiera lo he buscado, tengo pereza—dijo a modo de excusa bostezando. Lightning rodó los ojos
—Un amigo mio es dueño de uno, le preguntaré si tiene una habitación para que te vayas—antes de que se diera la vuelta le tomó de la mano— ¿Qué?
—Quiero quedarme aquí… Estar solo no te hará bien, estas alterado por lo del choque y que tu cara no será nunca igual pero… aislarte no es lo mejor—no sabia nada del tema, hablaba por simple sentido común
—¿Eres psicólogo acaso? —Bufo algo molesto soltándose—No hay nada más bonito que estar solo para mí en este momento—se escuchó un celular sonando, Lightning apenas lo saco y rechazó la llamada sin mucho interés, aunque casi al instante empezaron a llamar de nuevo
—Entonces hagamos lo siguiente, ni siquiera nos conocemos más allá de lo que vivimos en el Prix y ese pequeño tiempo en Radiador Springs… Así que será casi igual a estar solo pero compartiendo el mismo aire—ofrecía sonriente
—No
—Che a secco…—silbo—Mira, puedo fastidiarte todo el maldito día tocándote la puerta o por el contrario cantando más desafinado que una urraca si me sacas de aquí y aun si llamas a la policía no me pueden hacer nada porque ahí tengo buenos contactos, no me van a llevar preso, quizás ni siquiera se tomen la molestia de hacer algo
—Haz lo que te de la perra gana entonce,s no me importa—ladro saliendo de la habitación con la cara algo roja de rabia y Francesco suspiro más tranquilo, volviendo su vista a la cantidad exuberante de licores que habían ahí
—No sabía que era tan bebedor… ¿Donde cabe tanto alcohol en un solo cuerpo? —se pregunto a si mismo curioso examinando cada botella
No era licor barato, no, no, no… Era licor del que les daban en esos eventos súper importantes y costosos, con 20 años de estar guardados, mejores marcas… Parecía más la barra de un magnate que de Lightning, no había polvo quizás porque el rubio era alguien muy limpio pero estaba seguro de que casi no se acercaba a la barra
Cuando escucho que se estaba bañando la idea de irle a espiar al menos un poquito sin morir en el intento le vino a la cabeza, no era la mejor idea considerando que había conseguido de forma extraña el poderse quedar pero su mente calenturienta le exigía al menos verle desnudo… Ya después de un tiempo intentaría meterse con él a la ducha ‘accidentalmente’
Apenas abrió un poco la puerta una cantidad exorbitante de vapor salió, Lightning debía estarse derritiendo ahí dentro. Entre la espesísima nube de vapor logro distinguir a Lightning, gracias a que las puertas de la ducha/bañera eran de cristal. Muy bien que aunque su objetivo era verle desnudo, tan solo no espero ver un tatuaje en su espalda, terminando en sus glúteos y una frase que no podía leer
Cuando el rubio cerró la llave del agua, algo nervioso cerró la puerta y se encamino a la salida del cuarto, hasta que y sin querer tiró aquel frasco de pastillas que había visto la noche anterior, ya asustado y con el pulso a millón se metió bajo la cama, pues escuchaba los pasos de Lightning y como giraba la perilla de la puerta del baño
—Que maldito frío…—le escuchó quejarse, aun con todo logró la etiqueta del frasco antes de que Lightning lo tomara—Debí tirar esto hace rato…—suspiro. Francesco trago duro arrugando un poco el entrecejo… ¿Por qué Lightning estaba tomando hormonas femeninas?
Por culpa de la ropa de cama no podía ver nada más que los pies y las piernas de Lightning, podría decir que las tenía bastante torneadas y más lampiñas que ningún hombre que conociera. Cuando le vio salir de la habitación secándose el cabello se apresuró a salir y entrar a la habitación de invitados para disimular que no había visto nada…
***
—Y… ¿Qué has hecho en estos meses que has estado libre? —pregunto en el almuerzo, Lightning al igual que la noche pasada solo jugaba con la comida viéndola con aburrimiento
—Morir de aburrimiento—contestó simplemente y sin verle a la cara, soplando el pequeño mechón de cabello que se le venía al rostro
—¿Y porque no sales un poco entonces? Quizás visitar a tus amigos
—No tengo ganas de salir aun cuando sea aburrido… Prefiero estar aqui—se metio una pequeña cantidad de comida a la boca, masticando suavemente y tragando tras unos pocos segundos. El teléfono empezó a sonar y Lightning se levantó para ir hacia el
—Ya… Pero podrías invitar a alguien a venir, siendo como eres pensé que te gustaba estar con mucha gente—comentó casualmente viéndole colgar el teléfono apenas lo alzó medianamente
—Si me gustaba pero mi humor no es el mejor para estar compartiendo el mismo aire, como supongo has notado—sonrió de forma algo forzada, antes de dar un paso el teléfono volvió a sonar—Pero que…—antes de terminar de quejarse colgó la llamada
—¿Quién era?
—Mate
—¿Y porque no le contestas entonces? Le va a dar un paro cardiaco a ese hombre, ustedes parecían uña y mugre cuando los vi—recalco algo confundido y Lightning rodó los ojos para luego ver a otro lado
—Sus llamadas duran más de 3 horas, no quiero hablar con él—negó colgando el teléfono por tercera vez— ¿Y tú? Amas Italia con tu alma, deberías estar pasando tu tiempo libre allá con tu novia, tu madre o quién sea
—No tengo novia y mi madre esta con unas amigas así que estoy solito en ese bello país—lamentaba con falsa pena—Podríamos ir y así turistear un rato—ofreció sonriente
—No gracias—bufo colgando el teléfono por cuarta vez—De tantos amigos que tienes, sabiéndote el alma de la fiestas, porque me fastidias a mi? —colgó el teléfono por quinta vez, Francesco podía notar sus ganas de aventarlo contra el suelo
—Pues quería venir a verte y ya—le resto mayor importancia. Lightning dejo el teléfono que había empezado a sonar de nuevo. Le vio acercarse y más aún inclinarse, el también hacía eso para poner nerviosa a la gente de vez en cuando pero no espero que, como si nada, Lightning tomará su rostro y juntara sus labios con los suyos
Obviamente no se separó, más por la impresión que por el gusto, demasiado impactado como para hacer algún movimiento más allá de los ligeros que hacía Lightning, como un sutil intento de profundizar el beso. Espabilo ligeramente siguiendo el movimiento lento hasta que Lightning se separó viéndole de forma fría e indiferente
—Así que es eso… De ti no me lo espere. Como sea…—se enderezó y se volvió a sentar. Francesco quedó un poco aturdido y confundido por lo que había dicho el americano
—¿Eres gay? —pregunto confuso y frunciendo un poco el ceño, Lightning se recostó del espaldar de la silla, estirandose mientras jugaba con lo que había en su plato, aún con el sonido del teléfono de fondo—Hey…—Lightning no parecía estar ni pendiente
—No se—farfulló en tono frustrado—Por un tiempo creí que si, luego me pensé heterosexual, Bisexual, Metrosexual… Llegue apensar que era Asexual por un tiempo así que no se aun—declaró sin darle demasiada importancia pero notablemente fastidiado por eso
—Vaya…—se limitó a decir comiendo un poco más rápido
—Aunque… Al final del dia no importa el sexo ¿no? Si esa persona te quiere y se preocupa es lo de menos… O ese es mi iluso pensamiento—suspiro y Francesco se quedó pensando un poco
—No es iluso, es algo muy bonito, todos deberían pensar así en lugar de complicarse la vida—dejó los cubiertos sobre el plato vacío, Lightning apenas había terminado de comer lo poco que se había servido—Aunque como estabas con Sally… No espere que tuvieras esa confusión
—Desde siempre, ella lo sabía pero al final del día decía que no le molestaba—se encogió de hombros. Se levantó de su lugar tomando ambos platos en un brazos, los vasos con una mano y la jarra de jugo con la mano del brazo que llevaba los platos –derecha-
—Impressionante~—exclamó sonriente viendo al rubio que parecía hacer equilibrio con todo lo que debía llevarse de la mesa—Pareces de esos camareros de restaurantes lujosos
—Si eso dices—murmuró apenas caminando a al cocina
—Por cierto ¿Y el perro de las fotos? —pregunto siguiéndole a la cocina, Lightning se arremango las mangas y empezó a lavar los platos
—Layla, está muerta—su tono frío y que el cabello cubriera parcialmente su rostro no hizo más que poner el ambiente más incómodo de lo que por si era, Francesco se rasco la nuca
—Oh… ¿Cómo murió? —pregunto mirándole moverse un poco más lento hasta detenerse
—Sally odiaba los perros, era más de gatos, de hecho tiene 3, unas masa de grasas. A Layla la tenía desde hace mucho tiempo, Sally había aprendido a soportarla y yo a sus gatos pero dejó su pastel de cumpleaños completamente visible y colocado
— ¿Y eso… que tiene específicamente? No se nada de perros—aclaro algo confuso, aunque ya el hecho de que dejara el bendito pastel donde la enorme Husky podía tomarlo era sumamente sospechoso
—Era de Chocolate, esos que te dan diabetes… El chocolate es tóxico para los perros, era un pastel de 12 kilos… Cuando llegue Layla estaba convulsionando en el suelo embarrada de chocolate. El escándalo que arme por eso fue gigante, apenas tenía 8 años, aún pudo vivir más
—Ya veo… Supongo que Sally lo negó
—Hasta hartarse, me echó la culpa por permitirle tomar cosas de la mesa—siguió lavando los platos de nueva cuenta—Pero bien… Solo era… un perro… No quise arruinarlo todo por eso que quizás fue un… accidente
Francesco ladeo la cabeza suavemente, Lightning parecía estarse contradiciendo a cada segundo que hablaba de algo, parecía estar triste pero estaba molesto y ahora incluso parecía estarse autoconvenciendo de que aquello no le dolía en lo más mínimo cuando la cara se le medio sonrosaba y se le aguaban los ojos
—Así que le gustan los perros…—se quedo pensando, muy bien que no era fanático de los animales pero no podía negar que era adictivo el acariciar a uno y darle de todo
—Hey—le llamó secándose las manos, Francesco le miro—¿te gustaría hacerte alguna perforación? Ya tienes una pero…
—¿Por qué la pregunta? —pregunto algo divertido, Lightning hizo una especie de morisqueta extraña
—Es una excusa para darme ganas de hacerme una perforación, no se, hace tiempo que quisiera ponerme un arete pero al final me da repelús—explico de forma algo caricaturesca y tierna
—No duele tanto—le tranquilizó—Tan solo debes temer que se te infecte porque esté mal hecho y que luego se te pueda caer la oreja, pero nada más—aseguró y vio a Lightning ponerse azul
—Creo que mejor no me hago anda—nega cómicamente
—Es mentira, que inocente eres uomo~—le palmeo la espalda con fuerza, lightning se sobo viéndole de forma algo rencorosa y haciendo un ligero puchero—De adolescente debiste haberte hecho algo, no me creo que fueras un niño bueno—se mofo falsamente, esperando que el permitiera ver el tatuaje, Lightning le saco la lengua
—Niño bueno cuando las vacas vuelen, tengo un tatuaje—dijo sin darle importancia al asunto, no era un secreto que fuera necesario guardar
— ¿Enserio? Donde y de qué—pregunto curioso, queriendo verlo más de cerca y a detalle. Lightning se quitó la camisa y se tomó el cabello permitiendo ver su espalda.
Claro, Francesco se quedó un poco tonto viéndole la piel tan jodidamente perfecta y fina—Podría jurar que antes no era así… ¿Sera por las hormonas? —se preguntó para luego fijarse bien en el tatuaje. Era bastante grande, incluso no podía ver donde terminaba pues era en los glúteos, una especie de alas de hada o insecto en tonos anaranjados, además de resaltar la frase Just be free
—¿Alguna razón para tatuarte esto…?—pregunto curioso arrugando un poco la frente,
—Quería volar—dijo burlón poniéndose la camisa de nuevo—Simplemente me gusto y me lo tatué, no hay más historia de eso—rodó los ojos y el teléfono empezó a sonar—Que se metan el teléfono por el culo, santo cristo—le escucho farfullar mientras colgaba el teléfono—Me voy a dormir, haz lo que quieras mientras no rompas nada—dijo pasando a su lado y entrando a su cuarto, cerrando con seguro de forma bastante audible
Francesco se quería golpear contra la pared, Lightning estaba siendo excesivamente complicado, en serio, que no sabía qué hacer para que le dijera las cosas plenamente y sin guardarse tantos secretos. El escuchar el teléfono por millonésima vez solo le irrito más de lo que ya estaba, tomó el aparato y contesto la llamada
—Bue—antes de siquiera dar señales de estar yendo, un grito por la bocina casi le deja sordo –como si se fuera a volver costumbre-
—¡¡¡LIGHTNING!!! POR FIN ME CONTESTAS ¡¡POR FAVOR NO ME CUELGUES!! PERDONAME, PERDONAME PERDONAME POR FAVOOOOOOOOOOR—no sabía ni cómo interrumpir al castaño que gritaba de forma casi histérica—TE JURO QUE YO NO LO DIJE, NO SE COMO PASO ¡¡VOY A TU CASA PARA HABLAR!!
—¡¡Mate!! —quisquillo lo suficientemente fuerte como para que el otro por fin el prestara atención entre sus lloriqueos
—¿Francesco? ¿¡Que haces con el teléfono de Lightning!? ¿¡Se cambió de número para que no le llamara!?
—No por dios, no haría algo como eso—se rasco el entrecejo, le saldrán arrugas pronto si seguía frunciendo tanto el ceño—Solo estoy en su casa, está durmiendo en este momento
—Oh… Y-yo pensé que por fin me iba a hablar—lloriqueo fuertemente
—Mr. Pomodoro*… ¿Tu sabes que pasa, no?
—Si lo se… Es raro que sepa algo pero si lo se—admitía moqueando
—¿Por qué Lightning no te habla y está más solo que un perro callejero? —pregunto sentándose en el sofá que había al lado de la pequeña mesa que tenía la base del teléfono inalámbrico
—¡¡No lo voy a decir!! No quiero que me odie más… tengo que hablar con él pero me llamó a la policía y Holley me tuvo que sacar… No me quiere escuchar desde que pasó lo de Sally
—¿Pero que paso con Sally? ¿Tan malo fue? —preguntó moviendo la pierna de forma ansiosa—O tiene algo que ver con Layla
—¿Su perrita? No, no tiene que ver aunque fue una de las muchas cosas que le echó en cara en ese momento ahora que lo mencionas… Si estas en su casa puedes buscar en su correo, facturas o en su cuenta bancaria mensajes de Sally, fue uno de los acuerdos que se hicieron al romper el compromiso
— ¿Le está cobrando la boda? —pregunto incrédulo suponiendo que eso era lo que el castaño quería que viera
—Bueno… Gastó una millonada en todos los arreglos, Sally fue la que quiso cancelar así que es justo… él metió mano en eso—murmuró en un suspiro audible
—Se supone que a ti se te escapa todo, ahora estás más misterioso que Lightning—resoplo inconforme
—No te lo puedo decir, me va a odiar mucho si lo hago y quiero hablar con él, no empeorarlo… ¡¡¡AAAAH!! PERO SI ESTAS EN SU CASA PUEDE DECIRTE QUE PASÓ EN REALIDAD!!
—No estoy sordo—aclaró cambiándose el teléfono de oído, teniendo ya el derecho completamente inutilizable
—Perdón… Revisa su correo, de seguro ahí hay algo, siempre habla por correo—casi se decía a sí mismo— La contraseña es Seventh Heaven, también es la contraseña del banco—explicaba y Francesco miro extrañado el teléfono
—¿Cómo sabes su contraseña del banco?
—Eeeeeeeeehhhhhhhhhhhhhh… ¿Me las dijo borracho? —El italiano rodó los ojos, se notaba a millas que era mentira, pero mejor no ahondar en el tema por ahora
—Como sea… Addio, Mr. Pomodoro—antes de colgar escucho un chillido por la bocina del teléfono
—¡¡Espera!! Por favor convencerlo de no operarse—y Mate colgó. Francesco puso los ojos en blanco ¿Convencerle de no operarse qué?
Colocó el teléfono en su base y se sentó frente a la laptop del rubio, encendiéndola y encontrando de fondo una foto de Lightning abrazando a Layla que era solo una cachorrita, se notaba que la foto era vieja, pues se notaba el rostro un poco más infantil además de el cabello rojo como fuego que le había caracterizado antes.
Tal como le dijo el castaño entro en el correo de Lightning sin problema alguno, viendo el montón de conversaciones, en su mayoría discusiones con Sally que le estaba rogando por no seguir pagando los gastos que había dejado la boda –excediendo unos buenos 978.500 millones de dólares- pues no tenía el dinero y la cifra era muy grande solo para ella
Habían otras conversaciones más tranquilas pero que no había un remitente… pues Lightning le había puesto un mote muy cariñoso, el cual era “Maldito y sucio bastardo hijo de Satán”, debía odiar mucho a esa persona pero realmente no había nada extraño, solo hablaban de forma casual, uno que otro insulto, a menos que tuvieran un código en clave
—¿Qué haces en mi correo? —casi tira la laptop por los aires al escuchar la voz del rubio a sus espaldas—Bueno, casi siempre lo dejo abierto y con lo chismoso que eres…—le vio bostezar con pereza
—Estaba abierto—mintió y Lightning simplemente se acostó en el mueble grande, usando un cojín como almohada—Pareces un gato acurrucándote en todos lados
—Tengo mucho sueño… pero no me puedo dormir—se quejo haciéndose un ovillo—Extraño a Sally… y a Mate... —balbuceo, quizás estaba demasiado adormilado para darse cuenta de sus palabras
—No parece biondo—se mofo cerrando el correo, en caso de que Lightning estuviera ahí solo para vigilar que no espiara sus cosas privadas
—Dormir sobre Mate era divertido… Pero no…—y se durmió, Francesco negó suavemente con la cabeza, sacando el celular de su bolsillo y tomando una foto rápida, no podía desaprovechar la bonita imagen