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THEY KISS AGAIN por Cerdo-conejo

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos conejitos, me da muchísimo gusto saludarlos nuevamente. Me complace informarles que, como se los prometí, aquí tienen un nuevo capítulo. Espero que lo disfruten y le den mucho amor.
FANFIC: "They kiss again"
CAPÍTULO 27: "Cumpleaños caótico y el mejor regalo (parte 2)"
FECHA DE PUBLICACIÓN: Sábado Abril 25, 2020.
PRÓXIMO CAPÍTULO: Sábado. Mayo 09, 2020.

CAPÍTULO 27: “CUMPLEAÑOS CAÓTICO Y EL MEJOR REGALO (Parte 2)”

 

 

HYUN JOONG, desesperado por no poder localizar a su esposo, recurrió a su última opción: Llamar a su madre. De inicio no quería llamarla, pues sabía que su madre se preocuparía y sólo Dios sabe qué idea se le metería en la cabeza. El teléfono timbró. Una. Dos. Tres veces timbró antes de que respondiera la llamada.

 

SRA. KIM –“Deberías estar disfrutando con Saengie, ¿por qué estás llamándome?” – Hyun Joong rodó los ojos.

 

L –“Mamá, ahora no, por favor” – respiró profundo –“¿A qué hora salió Young Saeng de la casa?”

 

SRA. KIM –“Hace casi dos horas”

 

L – “¡¿Dos horas?!” – exclamó alarmado –“¿Young Saeng usó tu auto?” – Hyun Joong rogaba porque fuera así. El auto de su madre tenía instalado un GPS y podría rastrear la ubicación de Young Saeng.

 

SRA. KIM –“No, no quiso manejar. Dijo que tú tenías tu auto y que sería molesto que fueran en autos separados. Decidió irse en un taxi. ¿Por qué? ¿Qué está pasando?”

 

L –“Young Saeng nunca llegó a nuestra cita, y no sé dónde demonios está ahora”

                           

 

EL TRAFICO SE DETUVO debido a aquel aparatoso accidente. Una camioneta impactó un taxi por su costado derecho provocando que el taxi volcara. Muchas personas se acercaron; algunas lo hicieron con la intención de ayudar, otras más sólo estaban curiosas observando el caos.

 

1 –“¡El conductor de la camioneta se dio a la fuga!” – exclamó un hombre mayor.

 

2 –“¡ESTE HOMBRE NO ESTÁ RESPIRANDO!” – gritó una voz femenina quien se acercó al taxi –“¡POR FAVOR! ¡ALGUIEN AYÚDEME AQUÍ!” – gritó histérica.

 

3 –“Ya he llamado a la ambulancia. Ahora, ¿qué debo hacer?” – cuestionó un joven que se acercó.

 

2 –“Debemos sacar a este hombre del taxi, parece que no está respirando” – unas dos personas más se sumaron, entonces entre todos pudieron sacar al hombre herido. Cuidadosamente colocaron el cuerpo en el piso. El joven se acercó y colocó su oído sobre el pecho del hombre inconsciente, pero no fue capaz de escuchar sus latidos o su respiración.

 

3 –“Creo… creo que está muerto” – susurró.

 

2 –“¡Tenemos qué hacer algo! ¡¿Hay algún médico o enfermero aquí?!” – gritó la mujer.

 

 

            SU CUERPO ESTABA completamente inmóvil, pero Young Saeng escuchaba la sirena de la ambulancia en la que se encontraba. También era capaz de percatarse del frío en su cuerpo al sentir la ropa empapada de sangre. Fue capaz de abrir un par de segundos sus ojos, pero su vista estaba nublada. Inmediatamente pensó en su esposo. Hyun Joong era en lo único que podía pensar a pesar de estar en esa situación tan delicada.

 

*Perdóname Hyun Joong, yo no quería que esto pasara* pensó.

 

 

            HYUN JOONG decidió abandonar el centro comercial donde se vería con Young Saeng. Según el plan, el siguiente destino era el restaurante italiano que estaba justo cruzando la calle. En realidad el restaurante era famoso por sus postres y se encontraba dentro de un hotel muy lujoso, demasiado lujoso. Hyun Joong decidió dirigirse ahí y esperar. Entro y dobló a la derecha, justo donde estaba la puerta de cristal con bordes de roble. Un hombre con vestimenta impecable lo recibió.

 

1 –“¿Tiene reservación, caballero?” – era obvio que sólo podías entrar ahí si tenías una reservación anticipada. Hyun Joong apenas movió la cabeza afirmando.

 

L –“Kim Hyun Joong” – el hombre buscó en la lista y sonrió.

 

1 –“Es cierto, reservación para dos personas” – dijo con una sonrisa –“Señor Kim, sígame por favor” – Hyun Joong se limitó a seguirlo en silencio, hasta que llegaron a una de las mesas que ofrecía un poco de mayor privacidad. Hyun Joong se sentó de frente a la entrada, eso con la esperanza de percatarse cuando Young Saeng al fin decidiera aparecer.

 

L –“Me gustaría ordenar un whisky, por favor”

 

1 –“Enseguida, señor. ¿Algún aperitivo o prefiere esperar a su acompañante?”

 

L –“Sólo el whisky” – el joven hizo una reverencia y se retiró; entonces Hyun Joong cerró sus ojos y masajeó el puente de su nariz –“¿Dónde demonios te metiste Young Saeng?”

 

 

            EL MÉDICO AJUSTÓ sus gafas y leyó el expediente. La enfermera lo miró expectante esperando a que le diera nuevas indicaciones sobre su paciente, pero el hombre mayor no decía una sola palabra.

 

1 –“No hay nada más que hacer, él deberá luchar por su vida a partir de ahora. Este chico está muy delicado, tuvo suerte de que alguien supiera de primeros auxilios y le salvara la vida”

 

2 –“Lo sé, doctor” – se encogió de hombros y observó a la enfermera.

 

1 –“Iré a hablar con la persona responsable de este joven” – el hombre de la bata suspiró y volvió a leer el expediente –“Heo Young Saeng” – la enfermera negó con la cabeza.

 

2 –“No, doctor. Su nombre legalmente es Kim Young Saeng. Su identificación dice ‘Heo Young Saeng’, es verdad; sin embargo él se casó hace muy poco tiempo y cambió su apellido por ‘Kim’, que es el apellido de su esposo” – el hombre la miró sorprendido de que supiera esa información. Ella suspiró y se encogió de hombros –“Fue lo poco que pudo decir cuando llegó al hospital” – aclaró.

 

 

            DESPUÉS DE LA quinta copa de whisky, Hyun Joong decidió pedir la botella entera. El alcohol no le había hecho ni cosquillas; y no sabía si era por el hecho de que él era un muy buen bebedor o porque estaba demasiado preocupado por Young Saeng. Estaba seguro que era por la segunda opción. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero seguía sin tener noticias de su esposo; y a estas alturas ya estaba al borde de la desesperación y la locura. Cerró sus ojos y su mente se llenó de los peores pensamientos. Él estaba desesperado por salir a buscar a su esposo, pero algo dentro de él le decía que no se moviera de ahí. Y no estaba del todo equivocado. El mismo hombre que lo recibió se acercó a él con una expresión penosa. Aclaró su garganta y, dudoso, se inclinó un poco hacia Hyun Joong.

 

1 –“Señor, lo lamento mucho, pero estamos a punto de cerrar” – Hyun Joong lo miró y frunció el ceño. Miró para todos lados y notó que era la única persona que seguía ahí.

 

L –“¿Cuánto tiempo llevo aquí?” – murmuró Hyun Joong.

 

1 –“Casi tres horas, señor” – entonces observó su reloj. 11:20 p.m.

 

L –“¡Maldita sea!” – se paró en un santiamén, tomó la botella de whisky y bebió hasta la última gota; aunque en realidad no quedaba mucho en su interior. El hombre a su lado lo miró sorprendido, y retrocedió asustado cuando Hyun Joong lanzó con furia la botella vacía hacia la pared –“¡CARAJO!” – gritó. Hyun Joong notó lo atemorizado que estaba el otro hombre. Sin querer perder más tiempo, rápidamente sacó dos billetes de alta denominación y los arrojó a la mesa. Con seguridad era mucho más de lo que debía pagar –“Con eso pago los daños, ¿verdad?” – no esperó una respuesta y él prácticamente corrió fuera del lugar dispuesto a buscar a su esposo, y no le importaba si tenía que recorrer cada rincón de esa ciudad para encontrarlo. Sin embargo, cuando Hyun Joong cruzó la puerta su cuerpo se congeló completamente, pues vio una imagen muy aterradora. Frente a él estaba el cuerpo de Young Saeng cubierto de sangre por todos lados.

 

 

            YOUNG SAENG, sin importarle su apariencia, escapó fuera del hospital y tomó el primer taxi que vio libre. Se apresuró y subió temeroso de que alguien lo detuviera; entonces se encogió en su lugar como intentando esconderse de todos. Le extendió un papel al chofer, quien era un hombre mayor de cabello blanquecino.

 

S –“Por favor, lléveme aquí lo más rápido que pueda” – suplicó.

 

1 –“Señor, ¿está usted bien?”

 

S –“Sólo… lléveme ahí” – el hombre mayor arrancó el auto y se incorporó al tráfico. Él conocía muy bien la ruta y tomó varios atajos para llegar lo más rápido posible; sin embargo, el auto se detuvo cuando forzosamente debieron tomar una de las avenidas principales –“¿Qué pasa? ¿Por qué de detiene?”

 

1 –“Creo que no hay paso por aquí” – el hombre señaló al frente –“Un árbol bloquea el camino y no se puede avanzar” – miró hacia atrás notando varios autos formados detrás del suyo –“Parece que tampoco puedo regresar”

 

S –“¡No, no, no! ¡Maldita sea!” – gruñó Young Saeng mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás en el respaldo –“¿Qué más me puede pasar el día de hoy?” – murmuró con frustración.

 

1 –“Creo que llegará más rápido si se va corriendo. No necesita pagarme el viaje, ya que no pude ayudarlo” – Young Saeng suspiró e hizo una reverencia.

 

S –“Gracias” – dijo antes de bajar del taxi; y entonces empezó a correr tan rápido como se lo permitieron sus piernas. Corrió y corrió varias calles, y estaba seguro que nunca había corrido tanto ni tan rápido en su vida. Su vista empezó a nublarse, pero él no iba a rendirse. Jadeante y muy adolorido se obligó a seguir corriendo mientras trataba de esquivar a las personas que lo veían en la calle. Era obvio que su atuendo llamaba mucho la atención, pero eso era lo que menos le importaba. Sus pulmones empezaron a arderle, y la garganta empezó a quemarle por el aire frío que respiraba a través de su boca. Sus ojos brillaron cuando vio que estaba por llegar a su destino; y quizá eso le inyectó energía, pues empezó a correr con más empeño. Cruzó la puerta y se detuvo, pero su cuerpo ya no pudo más. Se dejó caer de rodillas y empezó a jadear. No notó cuando las personas empezaron a aglomerarse alrededor de él, hasta que un hombre se acercó a él.

 

2 –“Señor… ¿está usted bien?” – preguntó temeroso de acercarse más –“¿Señor?” – Young Saeng no respondió.

 

3 –“¿Qué le pasa a este chico?” – cuestionó un hombre a su espalda, quien iba acompañado de su esposa.

 

4 –“¿Está herido?” – preguntó la mujer –“Sólo míralo, está desarreglado y tiene sangre por todos lados”

 

2 –“Señor, ¿se encuentra bien?” – preguntó el primer hombre que se acercó, el cual evidentemente era un trabajador del hotel. Young Saeng logró reaccionar y miró al hombre –“¿Le puedo ayudar en algo?” – Young Saeng miró a su izquierda y encontró un gran espejo donde pudo ver su cuerpo entero y el terrible estado en el que se encontraba.

 

S –“¡No puede ser!” – murmuró –“Después de que me arreglé tanto y esperé tanto este momento. Se supone que sería la primera vez que Hyun Joong celebraría conmigo, pero resultó ser un desastre” – susurró mientras las lágrimas corrían libremente por sus mejillas regordetas.

 

2 –“Disculpe, caballero, necesita acompañarme. Comprenderá que no puede estar aquí luciendo de esa manera. Por favor permítame ayudarlo y conseguirle algo de ropa” – Young Saeng miró su reflejo. El traje tan elegante que eligió se encontraba manchado de sangre por todos lados; incluso sus mejillas tenían sangre, al igual que sus manos.

 

S –“Tiene razón, luzco terrible. ¿Cómo voy a presentarme ante Hyun Joong luciendo así?” – murmuró –“Aunque, probablemente él ya ni siquiera se encuentra aquí, él ya debe estar en casa. Hyun Joong, por favor perdóname” – exclamó mientras su llanto se intensificaba. De pronto sintió que unos firmes brazos lo rodeaban por la cintura y unas manos aterrizaban en su estómago. Inmediatamente una fragancia masculina demasiado familiar llegó a su nariz. Él podría reconocer ese perfume donde fuera –“Hyun” – susurró apenas.

 

L –“¡Por Dios Young Saeng!” – gruñó bajito –“Por favor no me asustes así. ¿Esa es tu sangre?” – Young Saeng se libró del agarre de Hyun Joong y giró para lanzarse a sus brazos.

 

S –“¡Hyun! Lo siento, lo siento tanto” – lloriqueó –“Muchas cosas pasaron y no pude llegar a tiempo. ¡Perdóname Hyun!” – el mayor lo alejó un poco.

 

L –“Tranquilízate” – pidió con ternura y enseguida empezó a examinar el cuerpo de su esposo –“Dime, ¿dónde estás herido? ¿Dónde te duele?” – Young Saeng negó con la cabeza.

 

S –“No, yo estoy bien. Esta no es mi sangre” – Hyun Joong lo miró y dejó escapar un suspiro de alivio –“Un taxi chocó, pero no fue el taxi donde yo venía; aunque yo vi cómo pasó todo. ¡Fue terrible Hyun!”

 

-Flashback-

 

UNAS DOS PERSONAS más se sumaron, entonces entre todos pudieron sacar al hombre herido. Cuidadosamente colocaron el cuerpo en el piso. El joven se acercó y colocó su oído sobre el pecho del hombre inconsciente, pero no fue capaz de escuchar sus latidos o su respiración.

 

3 –“Creo… creo que está muerto” – susurró.

 

2 –“¡Tenemos qué hacer algo! ¡¿Hay algún médico o enfermero aquí?!” – gritó la mujer.

 

S –“¡Yo soy enfermero!” – exclamó Young Saeng sin titubear mientras se abría paso entre la multitud. Se arrodilló al lado de aquel joven y rápidamente empezó a checarle los signos vitales encontrándolos muy débiles –“No está respirando, pero tiene pulso; muy débil, pero lo tiene. Puede tratarse de una obstrucción de vías aéreas por vómito o sangre” – colocó una mano sobre la frente del hombre y la otra sobre su mentón, entones movió la cabeza hacia atrás levantando la barbilla de tal forma que el cuello quedara un poco más recto –“¡Necesito ayuda aquí!” – gritó. La mujer volvió a acercarse y se arrodilló a su lado.

 

2 –“¿Qué debo hacer?” – Young Saeng explicó las maniobras básicas de primeros auxilios para esa situación. La mujer siguió al pie de la letra lo que se le indicó. Todo debía ser hecho con mucha precisión si querían salvar la vida de esa persona. Afortunadamente todo salió como esperaban y el hombre pudo volver a respirar; sin embargo, cuando entró la primera bocanada de aire a sus pulmones, un gran chorro de sangre salió expulsado por su boca y terminó manchando a Young Saeng. Toda su ropa, y parte de su rostro quedaron bañados en sangre. En ese momento se escuchó la sirena de la ambulancia que se acercaba al lugar. De ella bajaron tres paramédicos con uniformes y todo lo necesario para atender al herido. Young Saeng les explicó sus signos vitales y su estado actual.

 

4 –“Fuiste de gran ayuda, jovencito. Prácticamente le acabas de salvar la vida” – Young Saeng hizo una reverencia como agradecimiento al halago, entonces vio que el hombre estaba siendo acomodado dentro de la ambulancia –“Ahora, sube por favor” – Young Saeng parpadeó sorprendido.

 

S –“¿Qué?”

 

4 –“Debe venir con nosotros. Necesitamos a alguien responsable del paciente, y usted parece conocer al paciente”

 

S –“¡No, no! Yo ni siquiera lo conozco. Simplemente lo ayudé” – replicó.

 

4 –“Aún así. Usted conoce bien su condición y puede presentarlo al médico cuando lleguemos al hospital” – entonces Young Saeng fue obligado a subir a la ambulancia.

 

 

            POCOS MINUTOS DESPUÉS Young Saeng estaba entrando al hospital tras la camilla donde llevaban el cuerpo inconsciente del hombre que salvó. No tenía ni idea de qué hacía ahí, y a estas alturas su cuerpo ya actuaba automáticamente. Esperó por largos minutos a tener noticias del hombre; incluso una enfermera se acercó a pedirle sus datos para anexarlo como persona responsable de ese desconocido, pero la información que dio fue muy vaga debido al shock. Los minutos se transformaron en más de tres horas, hasta que un médico salió.

 

DR –“¿Kim Young Saeng?” – él se puso de pie y se acercó.

 

S –“Yo soy Young Saeng. ¿Cómo está el paciente?” – el medico negó con la cabeza.

 

DR –“Hiciste un buen trabajo ahí afuera, pero lamentablemente su condición es grave. Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos, pero ahora su recuperación depende únicamente de él”

 

S –“Entiendo”

 

DR –“Tengo entendido que están tratando de localizar a sus familiares”

 

S –“¿De verdad?” – Young Saeng agradeció y suspiró. Eso quería decir que al fin podría irse de ahí al encuentro con su esposo. Sólo esperaba que Hyun Joong siguiera esperando por él, aunque francamente lo dudaba muchísimo.

 

-Fin flashback-

 

L –“¿Por qué no respondiste mis llamadas? ¿Por qué no me llamaste?”

 

S –“Quería llamar, pero perdí mi teléfono” – Young Saeng limpió sus lágrimas, pero sus sollozos no cesaban –“Yo… pensé que quizá ya te habías ido a casa; pero no podía simplemente rendirme y terminé viniendo aquí en lugar de ir a casa” – Hyun Joong sonrió y acarició su mejilla.

 

L –“Yo tampoco pude irme a casa. Sabía que vendrías aquí, aunque eso te matara; sin embargo, mi amor, déjame confesarte que estaba a punto de irte a buscar por toda la maldita ciudad si era necesario” – Hyun Joong no pudo evitar sentirse un poco irritado hace unos momentos, pero el ver al hombre que amaba sano y salvo hizo que se sintiera demasiado agradecido. Suspiró y negó con la cabeza –“En verdad luces terrible”

 

S –“Lo sé, lo sé. Arruiné el traje tan hermoso que tu madre y yo elegimos. ¡Lo arruiné todo! Ahora no podemos ir a ningún lado porque luzco horrible” – Hyun Joong notó la expresión de tristeza del más bajo y se acercó a él para abrazarlo. Entonces, muy discretamente, se acercó a su oído para susurrar.

 

L –“Podemos subir a una habitación. He reservado una para esta noche” – sugirió con voz ronca y a Young Saeng se le erizó cada centímetro de la piel.

 

S –“Yo… yo… quiero subir a esa habitación ahora” – susurró. Hyun Joong sonrió y, sin previo aviso, se agachó un poco y tomó en sus brazos a Young Saeng –“¡Yah! ¡¿Qué estás haciendo?!”

 

L –“Pretendo llevar a mi esposo a una habitación, eso estoy haciendo. ¿Tienes alguna objeción?” – Young Saeng negó, pero hundió su rostro en el cuello del otro.

 

S –“Me siento avergonzado, pero adoro que hagas esto”

 

L –“Lo sé, mi amor; lo sé” – decretó mientras caminaba a los elevadores ignorando por completo al resto de las personas que los miraban curiosos.

 

 

            UNA VEZ QUE ESTUVIERON en esa amplia habitación, Hyun Joong bajó a Young Saeng y se dirigió al refrigerador para sacar una botella de agua. Su garganta estaba demasiado seca y necesitaba hidratarse.

 

S –“Hyun, ¿estuviste bebiendo?” – preguntó con cautela.

 

L –“Sólo una botella de whisky, pero no estoy ebrio” – Young Saeng suspiró –“Oye, no puedes culparme por eso. Estaba demasiado preocupado por ti” – Young Saeng sonrió con ternura y se acercó a él para acariciar su mejilla y darle un casto beso sobre sus labios carnosos.

 

S –“No te culpo por nada” – murmuró con suavidad –“Ahora, yo voy a tomar una ducha para quitarme toda esta sangre de encima. Tú puedes descansar un poco” – Young Saeng se giró y se dirigió al baño, sin notar que Hyun Joong frunció el ceño y negaba con la cabeza.

 

L –“¿Descansar?” – gruñó a pesar de que su esposo ya no podía escucharlo –“Yo no vine aquí a ‘descansar’. Tengo mejores planes para esta noche” – con seguridad sus planes incluían el uso de la cama, pero no la usarían precisamente para descansar. Sonrió de medio lado y empezó a preparar todo lo necesario para llevar a cabo sus planes; entonces notó que había olvidado algo importante –“¡Maldita sea!” – gruñó. Si se daba prisa y corría, él podría ser capaz de conseguirlo; pero en ese momento la puerta del baño se abrió y Young Salió de éste con sólo una toalla diminuta alrededor de su cintura. ‘¡Oh por Dios!’ pensó mientras sentía como algo empezaba a endurecerse entre sus piernas. Young Saeng lo vio y sonrió con dulzura e inocencia. Esperaba que Hyun Joong dijera algo, pero él parecía haberse quedado congelado.

 

S –“Hyun, ¿estás bien?” – no hubo respuesta –“Oye, Hyun, ¿qué pasa?” – Hyun Joong pareció reaccionar en ese momento y se acercó con grandes zancadas a su esposo. Cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, lo tomó por la nuca y lo atrajo para besarlo con urgencia. Young Saeng apenas pudo seguirle el ritmo del beso. De pronto sintió la mano de Hyun Joong en su espalda baja para acercarlo más a su cuerpo. El beso se rompió, pero no se alejaron.

 

L –“Tal vez sí estoy un poco ebrio” – admitió con una sonrisa provocativa –“Ebrio de ti” – agregó. Sus ojos empezaron a brillar por el deseo, pero a pesar de ello quería llevar las cosas con calma –“Todavía es 3 de Noviembre. Feliz cumpleaños, mi amor” – dijo mientras acariciaba su mejilla.

 

S –“Gracias Hyun” – sonrió y recargó su mejilla contra esa cálida mano –“¡Estoy tan feliz!”

 

L –“Dime, ¿qué quieres de regalo?” – él ni siquiera tuvo qué pensarlo mucho.

 

S –“Me gustaría que me dijeras que me amas” – dijo antes de darse cuenta. Al percatarse de lo que dijo, Young Saeng se alejó de su esposo y se giró dándole la espalda –“¡No, no, no! Olvida eso, pensaré en otra cosa” – un segundo después sintió un firme agarre sobre su hombro izquierdo que lo hizo girar –“¡Pensaré en otra cosa!” – reafirmó nervioso. Hyun Joong se acercó y apenas si rozó sus labios por un par de segundos.

 

L –“Te amo, Young Saeng. Te amo más de lo que te puedes imaginar, y no sabes lo feliz que me hace que ahora lleves mi apellido” – a Young Saeng se le aguaron los ojos y se lanzó para aferrarse al cuello de su esposo.

 

S –“Yo también te amo. Te amo mucho, mucho”

 

L –“Lo sé, mi amor, lo sé muy bien” – Hyun Joong lo abrazó primero y besó su frente; después tomó con ambas manos su rostro para besar ahora su frente. Con su cabeza señaló la cama –“Ahora, ¿qué dices si nos ponemos un poco más cómodos?” – él no esperó una respuesta y volvió a tomar a su esposo en sus brazos. Caminó hacia la cama y depositó el cuerpo del menor sobre ésta con delicadeza, sólo para después colocarse sobre él –“Te deseo tanto” – dijo y bajo a besar su cuello. Young Saeng cerró sus ojos y llevó sus manos a la espalda del más alto. Las manos de Hyun Joong bajaron hasta los muslos de su esposo y, muy lentamente, empezó a subir por toda su parte externa; con ello iba subiendo también esa toalla dejando expuesta un poco más de piel. La boca de Hyun Joong succionó un poco el cuello; eso con seguridad dejaría una marca en ese lugar, pero ¿qué diablos importaba?. Las manos de Young Saeng fueron hacia la camisa del otro y hábilmente fue desabrochando los botones uno por uno; después fue deslizándola lentamente por sus hombros para enviarla a algún lugar del suelo.

 

S –“¡Ahh!” – gimió el menor cuando Hyun Joong empezó a lamer uno de sus pezones. Se entretuvo unos minutos estimulando y disfrutando, luego fue con el otro pezón. La mano izquierda de Hyun Joong retiró la toalla y la lanzó al piso. Su miembro ya empezaba a palpitar dolorosamente, por ello subió hasta su oído para susurrar.

 

L –“Tócame” – demandó con voz ronca, casi suplicante. Eso hizo que Young Saeng se estremeciera, pero enseguida sus manos viajaron hasta su pantalón para desabrocharlo y bajar el cierre. Hyun Joong tensó su cuerpo cuando sintió que su esposo coló su mano entre la ropa interior y tomaba su miembro con firmeza para empezar a estimularlo –“¡Oh, sí! Justo así” – gruñó. Young Saeng sonrió complacido al notar la reacción que provocaba en su esposo. Hyun Joong nuevamente se enfocó en el cuello del más bajo, pero su mano se dirigió a recorrer todo su costado izquierdo. Pasaron unos minutos de caricias inocentes, hasta que finalmente Hyun Joong se alejó un poco. El menor lo miró confundido, pero Hyun Joong le sonrió y acarició su mejilla para tranquilizarlo –“Sólo quiero hacer esto un poco más interesante” – se colocó de rodillas sobre la cama y empezó a bajar su pantalón junto con la ropa interior. Young Saeng lo miraba atento y seguía cada movimiento de las manos del otro. Pronto la ropa desapareció dejándolo desnudo. Él masajeó un par de veces su miembro, y por inercia el más bajo imitó el movimiento. Cerró sus ojos y se dejó llevar por el placer que se proporcionaba a sí mismo. Él esperaba continuar con ello, pero unas firmes manos tomaron con fuerza sus muñecas y las llevaron por encima de su cabeza. Young Saeng abrió los ojos encontrándose con una mirada cargada de deseo. Hyun Joong estaba en su modo dominante, y Young Saeng amaba ese lado –“Abre tus piernas” – ordenó. Young Saeng obedeció.

 

S –“¿Así?” – Hyun Joong asintió y miró hacia abajo, justo entre sus cuerpos. Mordió ligeramente su labio inferior antes de pegar su cadera a la contraria; entonces empezó un movimiento muy despacio provocando una delirante fricción entre sus miembros –“¡Ahh!” – Hyun Joong dejó caer un poco más su cuerpo sin perder el ritmo de sus movimientos de cadera, de tal manera que ahora su rostro quedó cerca del oído de Young Saeng. Por varios segundos él no hizo nada más que mover su cadera. El menor cerró los ojos con fuerza y sus demás sentidos se agudizaron al instante. Escuchaba y podía sentir el cosquilleó que le provocaba la respiración agitada de su esposo. Estaba seguro que él estaba luchando por controlar sus gemidos; ese pensamiento lo excitó todavía más, por eso se unió al mayor y también empezó a mover su cadera. Con esa simple acción le arrancó un gemido agudo.

 

L –“¡Ahh!” – Hyun Joong detuvo sus movimientos y acarició con su nariz la mejilla ajena –“Saengie… yo… quiero probarte justo ahora” – susurró en su oído. Young Saeng no reaccionó, y fue hasta que sintió los labios de su esposo besar su pelvis que advirtió lo que venía. Abrió los ojos y miró a su esposo. Hyun Joong besaba su pelvis torturándolo; aunque no fue por mucho tiempo, pues de pronto su miembro se vio rodeado por la cálida boca del mayor.

 

S –“¡Ahh!” – gimió mientras arqueaba su espalda. Hyun Joong continuó con su trabajo, y en ello se había vuelto un experto. Lamía y succionaba ese miembro con destreza –“¡Oh por Dios!” – gruñó envuelto en placer. Hyun Joong aumentó el ritmó y Young Saeng sintió su cuerpo temblar con anticipación. Llevó una de sus manos a la cabeza de Hyun Joong y enredó sus dedos entre las finas hebras de su cabello. Inconscientemente empezó a mover su cadera marcando un ritmó más rápido. Luego de unos segundos, el menor empezó a sentir ese hormigueo en su vientre anunciando que estaba cerca de su límite; por eso jaló ligeramente los cabellos del mayor para detener sus movimientos –“Hyun… detente” – dijo con notoria agitación –“Yo… estoy muy cerca” – Hyun Joong lo miró y sonrió con arrogancia.

 

L –“Esta bien, pero vamos a intentar algo” – se subió a horcajadas sobre el menor, de tal forma que sus rostros quedaron peligrosamente cerca; tanto así que Young Saeng anticipó un beso, pero Hyun Joong tenía otros planes. La sonrisa arrogante seguía en sus labios –“Veamos cuánto más puedes soportar” – dijo antes de tomar el miembro ajeno con su mano. Young Saeng tembló cuando sintió el agarre firme sobre su miembro, y cerró los ojos cuando esa mano empezó a moverse por toda su longitud. Era obvio que el objetivo del más alto era torturarlo hasta hacer que se corriera, pero él no se lo dejaría tan fácil. Él estaba decidido a resistir tanto como pudiera, aún si eso lo mataba; incluso iba a ahogar sus gemidos. Si Hyun Joong quería jugar, él iba a demostrarle que era mejor en ese juego; pero antes iba a provocarlo.

 

S –“¡Oh, Hyun!” – susurró tan sensual como pudo –“Se siente tan bien, vas a matarme” – eso era todo lo que su esposo obtendría de él, al menos por ahora. Hyun Joong puso más empeño en su tarea mientras Young Saeng se concentró en todo, menos en el enorme placer que le brindaba esa mano. Eso sería mucho más fácil si Hyun Joong no le provocara tanto; pero no iba a gemir, no todavía. Hyun Joong vio el placer en sus ojos, pero necesitaba escucharlo de su boca.

 

L –“Vamos, mi amor, quiero escucharte” – Young Saeng simplemente lo miró. Eso estaba resultando en una dolorosa tortura. Se moría por liberarse y correrse, pero no quería ceder. Hyun Joong se detuvo a jugar con la punta de su miembro y él respiró profundo cerrando sus ojos. Gran error. El placer incrementó en cuanto cerró sus ojos, y casi le arranca un gemido –“No te resistas, sabes que quieres hacerlo tanto como yo quiero que lo hagas. Vamos Saengie, córrete para mí” – Young Saeng lo miró por unos segundos y supo que había perdido.

 

S –“¡Al diablo!” – gruñó y él mismo empujó su cadera con fuerza contra la mano de Hyun Joong. Cerró sus ojos y repitió el movimiento un par de veces más. Game over. Su cuerpo empezó a sacudirse violentamente cuando el orgasmo lo golpeó –“¡AHHHH!” – gimió con fuerza mientras se corría en la mano de su esposo manchando su abdomen. Hyun Joong estaba más que complacido de ver el placer reflejado en el rostro que tanto amaba. Casi podía correrse con sólo verlo, entonces supo que no sería capaz de resistir mucho tiempo más.

 

L –“Saeng… yo de verdad necesito…”

 

S –“Lo sé” – interrumpió –“Hazlo Hyun” – suplicó. Hyun Joong miró hacia su derecha, justo donde momentos antes había dejado una botellita de lubricante. Agradecía que eso no se le hubiera olvidado también; y justo ese pensamiento le recordó que debía decirle a Young Saeng de su olvido; sólo rogaba porque eso no arruinara ese momento.

 

L –“Mi amor, yo creí que había traído todo lo necesario para esta velada, pero he olvidado algo importante” – Young Saeng levantó una ceja expectante y Hyun Joong hizo una mueca mientras mostraba el lubricante –“Yo traje el lubricante, pero no traje conmigo los condones” – por múltiples razones, y por mutuo acuerdo, desde hacía un par de meses ambos habían acordado que durante sus encuentros sexuales iban a protegerse usando un preservativo.

 

S –“Podemos ignorar los condones por esta ocasión” – Hyun Joong sonrió y asintió. Hábilmente usó una sola mano para abrir la botellita de lubricante y depositó una generosa cantidad sobre su miembro y empezó a masajear para esparcirlo. Young Saeng abrió un poco más sus piernas anticipando lo que venía –“Vamos, mi amor, fue suficiente de juegos previos. Te necesito adentro ahora” – gruñó en su oído. Hyun Joong no se esperaba eso, pero no iba a negarse a la súplica de su esposo. Acomodó su miembro en la perfecta posición y, sin titubear, lo penetró en un solo movimiento –“¡AHHH!” – Young Saeng gimió y arqueó su espalda. Había dolido, es verdad, pero el pacer era mucho mayor. Por su parte, Hyun Joong había dejado caer todo su peso sobre el más bajo. Penetrarlo de esa forma le había provocado tal placer que perdió sus fuerzas. Por varios segundos ninguno se movió, hasta que fue el propio Young Saeng el que empezó a mover su cadera muy lentamente.

 

L –“¡Mierda, Saeng!” – gruñó el mayor, quien también empezó a moverse también. Al principio las embestidas fueron lentas, pero no tardaron en volverse frenéticas. Young Saeng arqueó su espalda cuando Hyun Joong tocó algo en su interior que lo hizo temblar de placer –“¡Oh, sí! Lo encontré, ¿verdad?” – murmuró satisfecho. Young Saeng trataba desesperadamente de respirar, pues el placer que sentía le robaba el aliento. Su cuerpo empezó a temblar, al igual que el cuerpo de su esposo –“¡Ahhh! Saengie…” – Hyun Joong sabía que debía salir ahora si no quería correrse en su interior, por eso trató de detenerse; sin embargo su cuerpo no obedeció. Unas cuantas embestidas más bastaron para que ambos llegaran al orgasmo y sus cuerpos fueran consumidos por el fuego del placer. Los dos cuerpos sudorosos temblaban con violencia y jadeaban por la falta de aire, con seguridad les llevaría un buen rato poder recuperarse.

 

 

            HYUN JOONG observó la hermosa Luna a través del gran ventanal mientras sentía que su corazón estaba muy acelerado. Young Saeng se acercó a él y lo abrazó por la espalda. ‘Llegó la hora, Kim Hyun Joong’ pensó el mayor.

 

L –“Mi corazón está acelerado, y es porque estoy muy nervioso” – en sus manos tenía la pequeña cajita que había ocultado –“No soy muy bueno con las palabras, y no tenía ni idea de cómo haría lo que estoy a punto de hacer” – admitió –“Young Saeng, nunca pudimos tener un noviazgo normal. Mi madre apresuró las cosas entre nosotros y nos robó un momento muy especial, pero merecemos tener nuestro momento” – Hyun Joong soltó el aire y tragó saliva –“No pude hacerlo formalmente antes, así que hoy quiero hacerlo como un regalo de cumpleaños para ti” – Hyun Joong se giró, tomó la mano izquierda de su esposo y la llevó a sus labios para besar el dorso –“Heo Young Saeng” – Young Saeng no se esperaba que su esposo lo llamara por su nombre de soltero, y mucho menos esperó que se arrodillara frente a él –“Te amo, así que quiero preguntarte, ¿quieres casarte conmigo?” – preguntó antes de abrir la cajita y revelar un anillo de oro blanco con un diamante incrustado. Ellos ya estaban casados, pero eso no evitó que Young Saeng se emocionara hasta las lágrimas y se arrojara a los brazos del hombre que amaba. Él, como todo romántico, soñaba con una propuesta de matrimonio, pero Hyun Joong nunca le había pedido matrimonio formalmente; tampoco había tenido un anillo de compromiso que pudiera presumir, pero ahora al fin tenía ambas cosas.

 

S –“¡Sí, sí, sí!” – exclamó –“Me casaría contigo todas las veces que me lo pidieras. Te amo tanto mi amor”

 

L –“Yo también te amo” – dijo antes de besarlo con ese amor que acaban de profesarse.

Notas finales:

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