Abrió sus ojos para ver el rostro tranquilo del peli rojo reposando frente a él, rodeaba su cuerpo con sus fuertes brazos, otorgándole todo su calor. Sonrió de una manera tan inocente, que nadie podría incriminar a tal moreno al verlo de esa forma.
Kagami se removió para frotar sus ojos y ver los orbes azules que lo veían con tanto aprecio. Se quedó por el momento así, la sabana friccionando con su piel, los brazos rodeando su cintura y Aomine mirando cada expresión y movimientos suyos. Era algo realmente desconocido e incomodo para el tigre.
De un momento a otro sintió que era elevado, viendo desde arriba como se dirigía al baño de la habitación.
-A-Aomine. –Con un sonrojo embarazoso observó que él mencionado giraba la llave de la ducha para colocarlo en la tina. No hacía falta despojarse de la vestimenta ya que ambos se encontraban desnudos.
La tina se llenaba rápidamente con el agua caliente.
Sé percató de que Aomine se colocó detrás de él para empezar a lavar su cabello y cuerpo con tanta normalidad. Pero Kagami se sentía extraño, su cuerpo se sentía extraño y tenía ganas de sacar eso.
-Aomine… mi cuerpo... -Murmuró siendo escuchado.
-Es normal. –Escuchó una risa. –Anoche… fuiste por primera vez tocado, ¿No es cierto?
Vio asentir a Taiga mientras enjuagaba la melena roja. Instintivamente su sonrisa aumentó al igual que su sonrojo.
-Es normal que te sientas raro, yo también me siento así. –Explicó, pero lo último lo había dicho solo para calmarlo, la verdad es que él se sentía tan feliz, tan a gusto de haber podido tomar y tocar su cuerpo.
-Daiki… anoche, nosotros-
-Nos confesamos. –Interrumpió.
El tigre se giró para ver el rostro de Aomine. Sintió como su cuerpo era aprisionado por los brazos de la pantera, no podía resistirse, después de todo, él estaba enamorado de Aomine Daiki.
Ambos se besaron en un beso apasionado para el As de Seirin voltearse y rodear sus piernas en las caderas de Aomine y abrazarlo desde sus hombros.
-Aomine… -Gimió.
Llegó a la escuela con suma normalidad, o es lo que aparentaba, como siempre. Internamente sonreía desde sus adentros ¡Había conseguido tomar el cuerpo de Kagami. A SU Kagami!
¿Cuántas noches había soñado con eso? ¿Con cuantas poses? ¿Cuánto tiempo había esperado por eso? Si los otros días se encontraba feliz porque Kagami le había hecho el almuerzo y la cena, ahora estaba con un sentimiento superior a la felicidad misma, un sentimiento que si siquiera otras personas habían experimentado.
Pero lo que eso provocó fue pasarse desapercibido de las miradas que los demás le brindaban.
Como siempre, se saltó las clases pero nuevamente fue a las prácticas del equipo.
-¿Aomine-kun no se ha dado cuenta? –Preguntaba a lo bajo Ryo viendo como este le ganaba a los demás.
-Creo que no…pero, es mejor así. –Bufó frotando su nuca Wakamatsu. –No ha visto las noticias. –Dicho eso se fijó en la gran sonrisa del As de su equipo.
-¿Muro-chin, Mine-chin no te agradaba? -Preguntó el peli lila aun lado del más pequeño.
-No es eso, solo que siempre me dio mala espina. –Contestó observando una foto en su celular, Kagami y él juntos.
-Moo~ eso quiere decir que sí. -Replicó Murasakibara.
-Ahh… -Hizo un largo suspiro para y relatar algo que le había sucedido con anterioridad. -¿Te acuerdas el cumpleaños de Kuroko? ¿El que festejamos en la casa de Taiga? –Preguntó.
-Sí, fue muy divertido.
-Casi toda la noche Aomine se la pasó con Taiga, eso no me molestaba pero… cuando yo me acercaba a Taiga, él… me miraba de una forma extraña. Cuando la fiesta terminó y la mayoría de nosotros, incluyéndome, nos estábamos por ir, me despedí de Taiga antes, estaba por bajar las escaleras cuando presentí un escalofrío. Me volteé a ver cuando… vi sus ojos… no eran los de él.
-¿De quién Muro-chin?
-De Aomine. Parecían… sin vida, cuando me percaté, su mano estaba detrás de mi espalda, como si me fuese a empujar.
Se detuvo acordándose de todo, pasando nuevamente por ese recuerdo.
-Pero después solo me dijo…
Flashback
“Tenías sucio.”
Fin del Flashback
-Y se fue sin más, no sin antes darme una mirada… me sentí amenazado.
Los dos se quedaron en silencio, mientras el más grande lo miraba preocupado.
-Mejor dejemos de hablar de esto, vámonos.
Se había sentado a dar bocado alguno y mirar televisión, se hallaba solo así que aprovechó a hacer algo que no lo aburriera tanto.
-“Tras las tres desapariciones de los chicos Kagami Taiga, Takao Kazunari y Kise Ryouta, aun no se ha encontrado evidencia del presunto agresor. Se han encontrado el celular perteneciente a Takao Kazunari en Tokio al igual que la chaqueta del modelo Kise Ryouta con leves salpicaduras de sangre. Hasta el momento no hay sospechoso y se sigue investigando.”
Kagami se quedó helado, su respiración era lenta y tortuosa.
-“Repetimos que los chicos fueron visto por última vez con vida en Tokio.”
Pasaron fotos de los tres. Los ojos de Kagami se abrieron como platos y sin querer soltó el vaso que tenía en mano para ser hecho trizas en el suelo.
-“¿Vistos… última vez… con vida?” –Se preguntó. –“Pero… es imposible…” “Aomine… me dijo que… estaban muertos ya… ¿Cómo los pudieron ver con vida?”
Llevó sus orbes a los pedazos de vidrios desintegrados.
Flashback
-Lo siento, se me cayó el vaso de agua. –Se disculpó mientras recogía los pedazos de vidrio.
-Kagami. –Suspiró. –Pensé que te había pasado algo. –Miró Los pedazos que este sostenía para quitárselos. –Tíralos, no quiero que te hagas daño. Le entregó una sonrisa amable para sacudir su cabello y tomar los pedazos.
Fin del flashback
-¿Qué…?
Ya había llegado el anochecer.
Abrió la puerta silenciosamente, y junto a él traía un ramo de flores, las más hermosas que había visto y buscado por todas partes. Se acercó al comedor acertando que allí estaría el peli rojo.
-¿Kagami? –Entró con una sonrisa para captar la mirada del mencionado.
-Aomine, buenas… noches. –Dijo para servir su porción de comida a ambos.
-Te traje esto. –Lució las flores aun con su sonrisa.
Kagami… estaba confundido, pero esa sonrisa, esa sonrisa era inevitable para él, no podía contra eso, el lo quería, lo amaba. Y el amor… a veces mata.
-Son hermosas. –Tomó el ramo fascinado y se refrescó con el fresco perfume de las flores. –Gracias.
Flashback
“-Fueron visto por última vez con vida en Tokio.”
Fin del flashback
Sus pupilas se contrajeron al recordar eso y frunció su ceño.
El timbre sonó devolviéndole la razón a Kagami y observar que Aomine ya no estaba delante de él, si no en la puerta.
El moreno se fijó por el visor de quien se trataba.
-“¿Akashi…?”
“Muerto por los recuerdos.”