Abrió los ojos lentamente, perdido y aun algo adormecido, lo primero que pudo sentir fue un gran dolor en la cabeza y estomago, pero lo que más le incomodo fue algo entre su garganta que no lo dejaba respirar bien.
No inspeccionó el lugar donde se hallaba ni un poco. No podía respirar con esa manguera extraña por lo que lo tomó fuertemente con las manos para extraerlo.
-¡Aghh!
Escuchó el electrocardiógrafo sonar más rápido pero el aún estaba enfocado en sacarse esa cosa que dolía mientras más lo sacaba.
-¡Espere! ¡No haga eso! –Unas cuantas voces femeninas escuchó para ver entrar a unas enfermeras a la habitación. -¡Debe tranquilizarse! -Las dos enfermeras jóvenes lo recostaron para, con facilidad, sacarle esa cosa molesta y poder así, respirar. –Estaba con un respirador artificial, eso le ayudaba a respirar mientras estaba inconsciente.
Una de ellas mira a la otra como si se comunicasen con la mirada para una de ellas salir de la habitación.
-¿Dónde estoy? ¿P-Por qué me duele… el estomago? –Apenas terminó de decir aquello bajo su mirada hacía su abdomen para tocar entre la vestimenta blanca, la tela que envolvía esa zona.
-Por favor, el médico cabecera vendrá dentro de poco, espere un momento y no haga muchos movimientos, está en un estado sensible, entiéndalo.
-¿Qué…? –Vio a la enfermera salir y confundido revisó el lugar donde estaba, era un hospital. -¿Por qué estoy…?
Pero poco tardó para recordar tan solo unos pocos acontecimientos.
-¿M-Me apuñalaron?… Kise… me apuñaló.
-¡Taiga! -Salió de sus pensamientos cuando escuchó una voz muy familiar.
-Joven, no puede entrar aun, el joven Kagami aun está confundido.
-P-Pero…
-Buenos días. –Admiró al hombre de ya edad entrar por la puerta junto con una enfermera a su lado. –Soy tu doctor cabecera, ¿sabes dónde estás? ¿Recuerdas tu nombre?
-E-Estoy en un hospital, mi nombre es Kagami Taiga. –Respondió atento.
La enfermera comenzó a chequearlo mientras Kagami estaba confundido.
-Estás en lo correcto Kagami, ¿recuerdas algo previo?
-A-Aun estoy confundido… no recuerdo mucho.
-Debe estar aun en estado de shock. –Comentó la enfermera terminando su función.
El doctor afirmó con la cabeza y tomó aire para lo siguiente.
-Kagami, lo que te voy a informar no es fácil de digerir, pero es necesario, necesitamos que nos digas todo lo que pasaste, pero, si aun no recuerdas, tomarás sesiones que te ayudarán a recordar lo que-
-¡¿Qué?! –Impaciente, bufó, quería saber a lo que iba.
-Joven Kagami, usted está aquí porque alguien lo apuñaló en el estomago y, como consecuencia se desmayo debido al estado de shock y desangramiento. –Habló la enfermera. –Usted… ha sido víctima de secuestro y maltrato, encontramos en el ultrasonido craneal varias lesiones, y… -Dirigió su mirada a las muñecas del peli rojo, el tigre la imitó para ver lastimaduras en sus muñecas y tobillos también. –La policía le urge tenerlo para una investigación policial.
Como si le hubieran echado un balde de agua fría, miró al hombre que lo miraba con expresión lamentable.
-¿L-La policía tiene al culpable?
-De hecho, hay dos sospechosos.
-Enfermera, eso es todo. Necesitamos que ahora recuerde por su propia cuenta, pero también tendrá ayuda de profesionales si Kagami lo solicita.
-Quiero… quiero ver a Himuro. –Murmuró dejando salir unas cuantas lágrimas. –Quiero ver a mis amigos.
Ambos superiores dejaron la habitación para dejar entrar al azabache.
-¡Taiga! –Corriendo hacia él, lo envolvió en sus brazos. -¡Taiga!
Kagami pudo sentir como su hombro se humedecía producto de las lágrimas de Himuro.
Los dos se abrazaron por un largo momento hasta que rompieron el abrazo para mirarse.
- Himuro… ¿me secuestraron?
-No pienses en eso Taiga, debes descans-
-¡Responde! –Impotente al igual que el otro llorando, lo miró serio, sentía que estaba en otro mundo.
-… Sí… fue… el malparido de Aomine. –Soltó con rabia.
Taiga quedó con la mente en blanco. ¿Aomine?
Tras escuchar eso, un montón de recuerdos se le vinieron encima.
-¡No! ¡Él no!
Himuro quedó petrificado por lo que acababa de escuchar.
-¿Qué dices?
-Él… no pudo hacerme eso. Él… me cuidaba, en su casa…
Recordó. Recordó las veces que deambulaba por la casa, las veces que cocinaba, el momento donde se encontraba jugando básquet con el moreno en la cancha, los besos…
-Fue Kise… Kise me apuñaló.
Miró por todas partes confundido, no podía entrarle a la cabeza lo que estaba escuchando de la boca de Taiga, ¿Acaso lo que le hizo Aomine fue demasiado para dejar loco a Kagami?
-Yo…
Escuchó de vuelta su voz, y aguantó las palabras que iba a soltar, y, que no serían de agrado para su hermano.
-Yo no recuerdo bien… estoy confundido. –Himuro abrazó nuevamente al oji rojo acariciando su cabello mientras escuchaba los sollozos de este.
Habían pasado tres días desde el acontecimiento, tres días en los que Kagami había estado inconsciente.
Su padre lo vio en un breve momento para abrazarse y llorar desconsoladamente. Sus amigos aun no podían entrar debido al estado en la que estaba Kagami.
Ya había visto los informes por televisión, y se convirtió en una noticia nacional. En todos ellos, tenía el mismo concepto.
“Un cuerpo en estado de descomposición hallado en el jardín trasero de la casa de Aomine Daiki, perteneciente a Takao Kazunari.” “Una persona que fue secuestrada y victima de maltrato, Kagami Taiga.” Y… “Dos sospechosos, Aomine Daiki y Kise Ryouta, quien el último mencionado había desaparecido y catalogado como secuestrado atreves de una llamada que dio, ambos, con diferentes versiones del suceso”.
Kagami había escuchado con detenimiento la versión de cada uno de ellos mientras se encontraba sentado y con las luces apagadas.
Escuchó la versión de Kise: él había sido secuestrado tras descubrir un cadáver en la habitación de Aomine, lo noqueó y desde ese entonces Aomine lo utilizó para tenerlo solo para él. Con antelación, Aomine asesinó a Takao al ver que este estaba por descubrirlo. Kise lo cuidaba cuando Daiki no estaba en casa, hasta ese momento el rubio estaba siendo manipulado pero tras haber cometido un error Aomine lo secuestró y lo obligó a llamar a un teléfono celular para hacerse pasar por secuestrado. Posteriormente a eso Aomine lo torturó de muchas formas hasta hacerlo pasar por muerto ante los ojos de Kagami. Después de que Aomine dejara de frecuentarlo Kagami descubrió donde estaba para liberarlo, pero aprovecho aquello para vengarse de Daiki, intentado matarlo pero fallando en el intento tras Kagami empujarlo dándole por equivocación en el estomago.
Escribió cada palabra en un pequeño cuaderno.
Versión de Aomine: Kise y Aomine eran amantes. Kagami había descubierto el cadáver de una chica, el cual, Kise había asesinado pero, Aomine, por temor a que lo descubrieran, la había llevado a su casa. Aomine lo secuestró para que no pudiese decir nada, pero tras decirle esto a Kise, el rubio ideó la idea de asesinarlo a lo cual Aomine declinó debido a su amistad. Kise lo maltrataba cuando estaba en casa, pero por lo general Daiki lo cuidaba y protegía. Kise asesinó a Takao tras ver que este estaba por descubrirlos. El de Kaijo ahora estaba solo en casa del moreno tras sospechar de un amorío entre su amante y Kagami, lo cual, era cierto. Producto de los celos Kise realizó la llamada de secuestro para amenazar a Aomine. El rubio empezó a autolesionarse a escondidas y tras no soportar más los celos intentó asesinar al oji azules pero Kagami lo protegió dando así en el estomago.
Los papeles comenzaron a humedecerse, soltó el lápiz y lloró durante toda la noche. No recordaba nada excepto lo último. Estaba completamente confundido, estaba solo, por más que intentaba recordar no lo lograba.
Ambos eran sus amigos, Takao había sido asesinado, Momoi también.
Lo único que deseaba era no haberse despertado o, incluso, no haber sobrevivido a equella apuñalada.