Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Betta turquoise por Siri_Looper

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Las semanas pasaron en la mansión del capitán TOP, Ji Yong siguió acudiendo a la biblioteca a leer todos los días, Seung también lo hacía, dejo sus mapas de lado y se comenzó a sentar con un libro en la butaca frente a Ji, hacia como que estaba muy interesado en la lectura, pero no se concentraba, miraba al castaño de reojo cada cinco minutos. A veces Ji Yong también levantaba la vista y miraba por un segundo, tenía muy claro que su anfitrión estaba ahí por él, SeungRi lo había mencionado nada disimuladamente un día en la cena “Nunca había visto a Seung tan interesado en la lectura hasta que tu empezaste a ir a la biblioteca Ji Yong” todos rieron esa vez, menos Seung Hyun, Ji y sus hermanas, ellas eran las únicas dos que no veían nada raro en la forma que tenía el capitán de tratar a su invitado, ya todos el resto se había dado cuenta que algo había allí.

 

Una tarde SeungRi quiso saber más, quería saber si hacían otra cosa aparte de leer, se paseó por el pasillo de la biblioteca y hecho un vistazo hacia dentro de la puerta abierta, era doble y estaba abierta de par en par así que le daba buena visión del interior, solo los vio ahí sentados leyendo, maldijo en su interior ¿de verdad tan solo leían? se dio vuelta en el mismo pasillo y paso otra vez por la puerta… nada, ningún movimiento, lo hizo cuatro veces seguidas hasta que a la quinta la voz de Seung Hyun lo hizo detenerse.

 

— ¿Se te perdió algo SeungRi? — dijo sin levantar la vista de su libro.

 

— Eeehhmm… si… — dio unos pasos dentro, sonreía e intentaba inventar algo rápido — no encuentro a mi negro suculento ¿no lo han visto por acá?

 

— No.

 

— Ahhh, está bien — se quedó ahí parado mirando alrededor de la biblioteca.

 

— Vete, solo estamos leyendo — Seung no sacaba la vista de su libro supuestamente estaba muy concentrado. 

 

— Si, si, ya me voy — salió al pasillo, pero se detuvo a un lado de la puerta y asomo la punta de su cabeza por el marco para mirar dentro.

 

— ¡Adios SeungRi! — esta vez fue Ji quien hablo.

 

— Mierda… — ahora si escucharon los pasos alejarse por el pasillo.

 

Ji Yong suspiro y cerró su libro, SeungRi le había quitado la concentración.

 

— Ji Yong… hay algo que quiero decirte.

 

— ¿Qué es? — pregunto sin darle mucha importancia, miraba las flores del jardín a través de la ventana.

 

— Tú antes dijiste que tu familia no te quería… — obtuvo la atención del menor, este dejo de mirar hacia a fuera — ¿Por qué quieres volver a Corea?

 

— Porque es el lugar de donde vengo, algún día tendré que regresar, da igual si me quieren o no.

 

— Pero en realidad no tienes que hacerlo, no tienes que volver si no quieres.

 

— Tengo que, no tengo otra opción, ellos enviaron una carta a España diciendo que tenía que regresar, debo obedecer.

 

— Estas muy lejos, no tienes que hacer lo que ellos quieres, puedes… puedes quedarte acá.

 

— ¿Qué?

 

— Que te puedes quedar en mi casa, si quieres — Seung quería rogarle que se quedara ahí para siempre pero era muy orgulloso para rogarle cualquier cosa a alguien por mucho que estuviese enamorado de el —  yo puedo darte trabajo como a los demás, puedes vivir acá, tus hermanas serán tratadas como princesas como hasta ahora, cuando la recompensa llegue la enviaremos de vuelta, puedes escribir una carta diciendo que no volverás o yo puedo mandar una diciendo que te escapaste o algo así.

 

Ji Yong estaba sorprendido, Seung parecía haber pensado mucho en eso, era como si tuviese ya todo un plan ideado.

 

— No puedo hacer eso, Rin y Dara son unas Park, no pueden vivir en la casa de un corsario, además prometí que las llevaría a salvo a Corea, tengo que cumplir mi promesa.

 

— Entiendo… si cambias de opinión solo tienes que decirlo, la oferta estará ahí siempre.

 

— Gracias, pero ¿ya no te interesa la recompensa?

 

— No, ya no, bueno si la quiero, pero creo que me equivoque contigo, pensé que eras un niño mimado y sin principios, te juzgue mal y lo siento, siento haberte llamado princesa e inútil y quiero recompensarte, no me importa el botín si con eso puedo ayudarte.

 

— Esta bien, yo también me equivoque contigo, eres un buen hombre Seung Hyun — miles de mariposas revolotearon en el estómago de Seung Hyun al escuchar esas palabras de los labios Ji, estaban curvados ligeramente hacia arriba en una sonrisa — pensándolo bien… aun puedes hacer algo por mí.

 

— Lo que quieras.

 

— Dame trabajo.

 

— ¿Trabajo?

 

— Si, trabajo en tu mansión, de lo que sea, esa vez en el mercado Dara y Chaerin fueron muy felices, quiero ganas más para ir otra vez con ellas, además a veces me aburro.

 

— Pero no tienes que trabajar, yo puedo darte el oro que quieras… — pero que estaba diciendo, Ji jamás aceptaría oro así como así, su ceño ligeramente fruncido se lo confirmo — claro, claro, no lo aceptaras, como tú quieras, hablare con los chicos, les preguntare quien necesita a alguien para trabajar.

 

— Gracias.

 

— Sabes que, tengo una mejor idea, te daré trabajo con una condición — era su oportunidad, se llevó la mano al bolsillo, siempre traía el anillo con él por si la oportunidad de dárselo se presentaba de repente, no estaba seguro que lo aceptara como un regalo y no le importaba extorsionarlo para obligarlo a hacerlo.

 

— ¿Qué condición? — lo miro con una expresión preocupada.

 

— No me mires así, te conviene la condición — saco el anillo de su bolsillo y lo puso encima de la mesita entre los dos sillones, Ji miro la joya confundido — lo compre en el mercado, si lo aceptas como un regalo te daré trabajo.

 

— ¿Un anillo? ¿Por qué me estás dando un anillo?

 

— Porque se me da la gana — “¡Porque te amo!” grito en su cabeza, es lo que le hubiese gustado decirle — se lo compre a una señora que necesitaba la paga, no tengo a quien más dárselo, acéptalo, está hecho de una piedra marina.

 

Ji Yong tomo la joya de encima de la mesa y la examino entre sus dedos.

 

— ¿Una piedra marina?

 

— Si, es un mineral que solo se encuentra bajo el mar.

 

— ¿Y cómo lo hacen para sacarlo? — se puso el anillo en el dedo anular y lo siguió mirando, Seung estaba feliz, el tamaño al parecer era perfecto.

 

— Se sumergen y lo sacan, es un trabajo arriesgado, solo personas fuertes pueden hacerlo.

 

— Woo, es genial… gracias — le dijo aun mirando la joya en su dedo — ¿Me darás trabajo entonces?

 

— Te lo hubiese dado aunque no aceptaras el anillo — le sonrió.

 

— Lo sé, yo hubiese aceptado el anillo aunque no me lo hubieses puesto de condición — le sonrió con suficiencia.

 

Dos días después Mino se convirtió en el jefe de Ji Yong, comenzó a trabajar en el muelle desde el término del desayuno hasta el inicio de la cena. Sus hermanas por supuesto que se escandalizaron, intentaron persuadirlo de trabajar en algo tan vulgar, pero sin éxito, Ji quería trabajar, querían ser útil, quería ganar un salario por sus propias manos y cuando algo se le metía en la cabeza a Kwon Ji Yong no existía ser en la tierra que pudiese disuadirlo.

 

Con el pasar de las semanas muchos cambios se fueron notando en el joven, por supuesto quien más notaba estas diferencias era Seung Hyun. Su cabello estaba más largo y con la ayuda de Jin Woo comenzó a cortarlo de un lado, mientras que del otro lo dejaba caer suelto hasta su mentón. Su piel se volvió más oscura por el trabajo constante al sol y sus brazos más gruesos y marcados. Seung estaba maravillado y también estupefacto, como si ese niño no pudiese ser más hermoso, ahora era sencillamente perfecto. A vista del dueño de casa ya no quedaba nada de aquel joven que secuestro en ese barco mercante, Ji Yong era una persona diferente y no es que hubiese cambiado, si no que dejo salir su auténtica personalidad, en ese lugar no tenía que guardarse sus opiniones, no tenía que guardar la compostura, podía ser quien realmente era.

 

Aparte de los cambios que hicieron feliz a Seung Hyun había otra cosa: el anillo. Ji Yong lo usaba todo el tiempo, para trabajar, para ir a la biblioteca a leer, para comer, TOP sospechaba de forma acertada que no se lo quitaba ni para bañarse o dormir.

 

Un día en el mercado Ji Yong vio algo que le encanto, algo que no había visto antes ofreciéndose entre el resto del comercio, le pareció maravilloso, dibujos en la piel, los había visto antes, Taeyang tenía varios de ellos, pero nunca se imaginó que podría pagar para tener uno también, le pareció algo exclusivo de los hombres de mar y al ver la posibilidad de tener algo tan especial, tan único, no pudo evitar quererlo. Al principio intento disuadirse a sí mismo, no estaba bien que un Kwon tuviese algo tan indecente, su padre no lo perdonaría y sus hermanas se pondrían como locas, un tatuaje en ese entonces era sinónimo de pirata y delincuente.

 

Para Ji Yong aquellos dibujos eran obras de arte, comenzó a ir al mercado una vez por semana con sus hermanas y siempre se acercaba al hombre que hacia los tatuajes, solo para mirar de forma disimulada su trabajo, ya sabía el proceso de memoria, pasaba un hilo de algodón por una aguja, el hilo lo bañaba en tinta y comenzaba a pinchar una y otra vez, pasando el hilo húmedo por debajo de la piel tal como si estuviera cociendo ropa, la tinta quedaba dentro y se iba formando el dibujo. Parecía un proceso lento y doloroso, Ji veía sangre de vez en cuando, eso lo ayudaba a pensar que no era una buena idea.

 

Pero ni el dolor ni el qué dirán lograron ganarle a su mente testaruda, no pudo dejar de pensar en todas las posibilidades, en todos los bellos dibujos que podrían adornar su piel. Finalmente estaba obsesionado, se rindió, si no lo hacía en ese momento jamás podría hacerlo y no quería arrepentirse el resto de la vida, podía elegir un lugar que no se viera y mantenerlo en secreto de Dara y Chaerin. Estaba decidido, tendría su tatuaje, pero si quería que nadie se enterara debía pedir ayuda.

 

Seung Hyun se sorprendió ante la petición de Ji, una noche en la biblioteca mientras leían después de cenar le pidió que lo ayudara, para su sorpresa ya había hablado con el hombre en el mercado cuando nadie lo miraba, el comerciante accedió a ir a la mansión a tatuarlo de noche, incluso habían discutido el diseño y la paga, solo necesitaba la ayuda de TOP para que nadie se enterara.

 

Así lo hicieron, TOP hablo con Seung Hoon porque era el encargado del control del acceso a sus tierras y con Jin Woo porque siempre estaba al pendiente de los invitados a la mansión, les dijo que el hombre que iba todas las noches era por encargo suyo y que debían ser discretos. Se encerraban en la biblioteca a puertas cerradas supuestamente a trabajar, pero nadie sabía que Ji Yong también estaba dentro, a esa hora solía ya estar durmiendo y todos lo creían roncando en su habitación.

 

A Seung Hyun casi le da un infarto cuando la primera noche Ji Yong se bajó los pantalones hasta las rodillas y se sentó en una de las butacas de la biblioteca, fue una tortura placentera, debía estar allí todo el tiempo para que todos creyeran que el extraño venía a hablar con él así que trataba de ocupar su tiempo en los libros o en sus mapas, pero era imposible, tenía un par de piernas blancas y hermosas frente a él que lo distraían a cada segundo, llamaban a mirarlas y él no podía evitarlo.

 

A esas alturas Ji Yong ya tenía muy claro lo que provocaba en su anfitrión, siempre lo sorprendía mirándolo con la boca ligeramente abierta, desde que habían vuelto de liberar a los esclavos que lo trataba diferente, era más amable. Mientras el tatuador trabajaba en sus muslos miraba cada cierto tiempo a Seung Hyun, siempre lo sorprendía mirándolo, el otro desviaba los ojos nervioso, tratando de disimular, pero era malo en eso, Ji sonreía cada vez que lo veía fingir leer, ya no le tenía miedo a los sentimientos de TOP ni a quedarse a solas con él, ya sabía que no sería capaz de obligarlo a nada que no quisiera, ahora se sentía poderoso, nunca nadie lo había mirado de esa forma y se sentía bien. 

 

Después de una semana el dibujo estuvo terminado "EXHALE INHALE" fue lo que Ji Yong comenzó a llevar escrito en cada uno de sus muslos. Seung le pregunto sus motivos de escribir aquello y Ji le explico que era un recordatorio para jamar olvidar respirar en los momentos difíciles y así poder superarlos. Nadie se enteró del tatuaje de Ji Yong, ni sus hermanas, ni Jin Woo, ni siquiera SeungRi quien siempre tenía un ojo y una oreja entre ellos dos. Ahora Ji y Seung tenían un secreto.

 

Las semanas seguían transcurriendo, el trabajo de Ji Yong le enseño muchas cosas nuevas, en el muelle todos los trataban como el de menor rango, debía hacer todo lo que los demás le dijeran porque era el nuevo y el con menos experiencia. Mino comenzó a tomarle cariño, veía con buenos ojos a su subordinado porque aceptaba todas las tareas, las hacia bien y rápido, era un buen elemento en el muelle, TOP en secreto le dijo que lo cuidara, porque de su seguridad dependía una recompensa que venía en camino desde Corea, pero Mino conocía muy bien a su jefe, sabía que debía cuidar a Ji Yong porque era una persona especial para él, no tenía nada que ver con el botín.

 

Una noche después de cenar Ji y Seung conversaban en la biblioteca, a veces dejaban los libros de lado y hablaban de distintas cosas como dos viejos amigos. Sus palabras fueron interrumpidas por un bullicio dentro de la mansión a lo lejos.

 

— Por favor espérelo en la sala… — era la voz de Seung Hoon.

 

— ¡No puedo, necesito hablar con el ahora!

 

Seung salió corriendo de la biblioteca seguido de Ji Yong, encontraron el origen del escándalo en una de las salas, Tablo forcejeaba con Hoon y Jin Woo, quienes trataban de calmarlo, su ropa elegante estaba desordenada, al igual que su cabello, su rostro estaba bañado en sudor.

 

— ¿Qué haces…? — quiso preguntar TOP, pero el otro lo interrumpió.

 

— Por favor, por favor Seung Hyun — se acercó a él con rostro suplicante ante la mirada atónita de todos — por favor tienes que ayudarme…

 

— ¿Pero qué pasa?

 

— Es mi Haru, mi hermosa Haru no está, alguien entro y se la llevo, por favor, ayúdame a encontrarla, tus hombres son lo que mejor conocen el pueblo… — sus ojos estaban aguados por las lágrimas.

 

— ¡¿Qué paso con Haru?! — Taeyang llego junto a SeungRi y Daesung todos guiados por el ruido.

 

— La han secuestrado, por favor, necesito su ayuda — les dijo a los recién llegados.

 

Tablo tenía un puesto importante en la marina, era conocido en todo el pueblo, igual de conocida era su pequeña hija Haru, todo el mundo la saludaba en el mercado cuando paseaba con su madre, Ji Yong la había saludado en varias ocasiones concordando con todos que era una niña adorable, Taeyang la quería mucho, siempre le regalaba golosinas cuando se encontraba con ella, era la única fémina inmune a su trauma con las mujeres.

 

— ¡Traigan a Taehyun! — grito Seung Hyun cuando entendió todo.

 

— ¡Voy por él! — Jin Woo salió corriendo.

 

— Que todos ayuden, Seung Hoon, quiero a toda tu gente en el hall en cinco minutos, solo deja a los guardias precisos en sus puestos, ve por Mino, que traiga a los suyos también, todos los que pueda.

 

— ¡Sí! — Hoon salió corriendo a cumplir las órdenes de su jefe.

 

— Daesung por favor trae a Seung Yoon, que ayude también, iremos todos al pueblo a buscar…

 

— Claro — Dae también se fue corriendo.

 

— Ri, Bae, necesitamos armas, si la secuestraron debemos ir preparados, traigan las armas de la bodega, en cinco minutos en el hall…

 

Transcurrido el tiempo impuesto por Seung Hyun se reunieron todos a la entrada de la mansión, una treintena de hombres estaban allí, jadeando y moviendo sus pechos agitados, habían corrido desde el muelle o desde el portón de entrada alertados por una emergencia, muchos no sabían el motivo de la reunión y se enteraron ahí, su jefe desde la escalera les explico, debían moverse rápido, si querían encontrar a alguien secuestrado cada minuto era crucial, también les ofreció un pequeño regalo en oro a quien diera con ella. Mientras TOP hablaba, Ri y Bae repartían espadas y pistolas entre todos, luego se agruparon en parejas y Taehyun les asigno distintos lugares del pueblo donde buscar. TOP miraba desde la escalera como todos se organizaban y se preparaban para partir, se angustio cuando vio a Ji Yong entre la gente, se estaba acomodando una espada en la cintura.

 

— ¿Qué crees que haces? — Le pregunto cuándo se acercó a él — tu no irás.

 

— Si iré Seung Hyun no molestes — respondió sin mirarlo, seguía acomodando el arma a su cuerpo, ya se esperaba eso de TOP, últimamente se preocupaba demasiado por él.

 

— ¿Siquiera sabes cómo usar eso? — pregunto refiriéndose a la espada que ahora colgaba de su costado.

 

— Por favor no me ofendas, para tu información la esgrima es un pasatiempo en España, nunca nadie pudo ganarme.

 

— Pero no estamos pasando el tiempo Ji Yong, esto no es un juego.

 

— Lo sé, no estoy jugando, tú dijiste que querías a todos los posibles, así que cállate y déjame en paz — Seung sintió rabia, si otro le hubiese hablado así le hubiese roto la cara a golpes para hacerse respetar, pero en ese momento estaba más preocupado que enojado.

 

— Iras conmigo — lo apunto al rostro — no quiero que te separes de mi ni un centímetro y debes hacer todo lo que te diga.    

 

Ji Yong dio un bufido y lo miro molesto.

 

Cuando todo estuvo organizado las parejas comenzaron a salir, Tablo volvió a su casa junto a su esposa, si la niña había sido secuestrada debía estar allí para cuando pidieran la recompensa, pero había empezado a sospechar que la querían para otros fines, antes de acudir a la mansión del capitán TOP ya habían pasado dos horas de su desaparición y no había recibido ningún mensaje de los captores, eso lo había hecho desesperarse y acudir al su último recurso llamado Choi Seung Hyun.

 

Ji Yong y Seung Hyun caminaban por las calles del pueblo, ambos guardaban silencio y miraban alrededor buscando cualquier cosa extraña, se cruzaron con algunas personas en su camino, los detuvieron para preguntarles si sabían algo acerca de la niña, no debieron describirla para hacerse entender, todos a quien les preguntaron conocían a Haru y se escandalizaron al saber lo sucedido, pero nadie la había visto.

 

— ¿De verdad sabes usar la espada? — pregunto Seung mientras caminaban y observaban atentos.

 

— Si, en la casa de los Park tomaba clases, pero luego el profesor ya no iba a enseñarme, iba a entrenar conmigo, no me demore mucho en superarlo.

 

— ¿No estás bromeando conmigo? — que Ji Yong fuera bueno en algo así le parecía muy extraño, no se lo imaginaba ganándole a nadie en algo que recurriera fuerza física.

 

— No estoy bromeando, cuando volvamos a la mansión te lo mostrare, podemos tener un duelo si quieres — respondió con mucha confianza — pero te advierto que te dejare en vergüenza, después de que aprendí nunca nadie pudo ganarme.

 

Seung Hyun rio, en realidad no estaba interesado en ningún duelo de esgrima por diversión, pero si eso le daba más tiempo al lado de Ji Yong lo aprovecharía.

 

Siguieron caminando, ya casi habían barrido la zona que Taehyun les asigno, se estaba haciendo más tarde y cada vez se cruzaban con menos personas, después de un tiempo de no toparse con nadie a quien preguntar vieron a dos hombres que venían de lado contrario conversando y riendo entre ellos, cuando ambas parejas se vieron frente a frente se miraron un momento como pensando que debían hacer a continuación. Aquellas dos personas eran los responsables del último viaje del Bigbang, los dos que habían escondido a los esclavos con la intención de venderlos.

 

— ¿No les dije que los mataría si los volvía a ver? — Seung puso la mano en la empuñadura de su espada, realmente no tenía intención de pelear, pero si los dejaba ir intactos su reputación podría verse dañada.

 

Los dos hombres llevaron sus manos a sus espadas y las alzaron en seguida, ya no estaban en las tierras del capitán TOP, el no estaba rodeado de su gente, solo estaba ahí parado en medio de un callejón oscuro acompañado de un joven que no conocían y que no parecía ser muy fuerte, ahí no le tenían miedo.

 

— Atrás Ji Yong, yo me encargo — Seung se puso frente a él y alzo su espada.

 

— Por favor Seung Hyun — salió de la espalda del mayor y se coloco a su lado sacando también su arma — no me insultes así, ya te dije, soy bueno en esto, será divertido — le sonrió al hombre que tenia frente a él, quien sería su próximo contrincante.

 

— ¿Quién es este niño Seung Hyun? — le pregunto su oponente, era la primera vez que lo tuteaba, cuando trabajaba para el no se atrevió jamás a llamarlo por su nombre — ¿es tu nueva puta?

 

Los hombres estaban confiados, no estaban contando a Ji como enemigo, ambos pensaron que sería fácil ganarle y entre los dos sería más fácil aun ganarle a su antiguo jefe.

 

El interior de Seung Hyun hirvió de ira ante el insulto, una cosa es que lo ofendieran a él o pelear por cuidar su reputación, pero otra cosa era que llamaran puta a Ji, a esas alturas el castaño ya era un ser inmaculado para él y que lo llamaran de esa forma le llego justo donde más le dolía: sus seres queridos. Su visión estaba teñida de rojo cuando hizo chocar su espada contra la de su enemigo, peleo lleno de rabia contra él, mientras lo hacía escuchaba otras dos espadas chocar a su lado, debía terminar pronto, debía hacer pagar a ese maldito para ayudar a Ji Yong lo antes posible.

 

Seung Hyun atravesó el corazón de su oponente después de transcurridos algunos minutos, cuando el hombre cayó al piso muerto reaccionó y volvió al mundo real, la ira se disolvió y miro a su lado desesperado buscando a Ji con la mirada, lo primero que vio fue el cuerpo del otro hombre en el piso, la ropa a la altura de su estomago estaba empapada en sangre, no estaba muerto aun, solo desmayado, Ji le había perforado un costado, moriría en unas cuantas horas desangrado.

 

— Pensé que tendría que ayudarte… princesa — Ji estaba apoyado en una pared, lo miraba sonriendo con suficiencia, divertido ante la mirada atónita de Seung Hyun.

 

El corazón de TOP latía a mil por hora y no era por la pelea. Estaba perdidamente enamorado, Ji Yong era el ser más perfecto que había conocido jamás, era hermoso, valiente, inteligente y ahora resultaba que era bueno peleando con la espada ¿Cómo pudo haber vivido tanto tiempo sin él? Seung estaba en trance tratando de descifrar las muchas preguntas que tenía en su interior, tratando de entender que era esa extraña calidez casi insoportable en su estomago.

 

Ji Yong lo miraba arrogante desde la pared, pero su expresión cambio cuando TOP tiro su espada ensangrentada al piso y camino en su dirección dando rápidos y decididos pasos, su rostro de sorpresa cambio a uno de completa seriedad, Ji pensó que estaba enojado, quizá había hecho mal en atravesar a su contrincante, entro en verdadero pánico cuando Seung se puso frente a él, demasiado cerca, Ji podía sentir el calor de su piel, pero solo era su imaginación, se había masturbado ya tantas veces durante las últimas semanas imaginándose el calor de ese cuerpo que ahora lo sentía por inercia.

 

— Eres perfecto Ji Yong — se acerco aun mas, sus cuerpos se tocaron a la altura de sus abdómenes, Ji se pego lo mas que pudo a la pared en un inútil intento de alejarse — ¿Cómo mierda es que alguien puede ser tan perfecto como tú?  

 

Ji estaba a punto de desmayarse, el contacto se sentía bien pero tenía miedo de aquella cercanía, miedo porque su cerebro le decía que aquello estaba mal, pero su miembro palpitante decía lo contrario de forma muy demandante como para poder ignorarlo. Ji puso sus manos en el pecho ajeno y empujo tratando de zafarse, no alcanzo a empujar mucho, Seung tomo sus muñecas y las pego a la muralla, Ji ahogo un grito, estaba atrapado.

 

— Seung Hy… — hablo con un hilo de voz, estaba paralizado, la pelea de sensaciones dentro de su cuerpo y los labios ajenos que se acercaban lentamente a su rostro lo tenían atontado.

 

— Perdón… no te enojes… — acerco su rostro aun mas, hablaba en un susurro, la punta de sus narices se tocaron — es que ya no puedo soportarlo… no soy tan fuerte…

 

A la mitad de la última palabra Seung estaba rozando los labios de Ji, solo basto un instante, un milisegundo de aquel débil contacto para que ambos perdieran la cabeza y se olvidaran que existían otras personas en el mundo. Seung Hyun ataco desesperado sus labios, metió la lengua en su boca y se deleito con el sabor dulce y fresco, era más maravilloso a como se lo había imagino, era exquisito, único, incomparable a cualquier boca que hubiese probado antes. Apretó mas sus muñecas ante lo magnifico del momento, estaba besando a Ji Yong, a su inalcanzable amor, lo estaba besando al fin y sabia como el cielo mismo. Movió su lengua dentro de la boca ajena y sin poder creerlo, como si el momento no pudiese ser mejor Ji le respondió, el menor también movió su lengua, aparto su cabeza de la pared para pegarse más al otro, empujo sus labios contra los ajenos y ladeo un poco el rostro, movían sus bocas al mismo ritmo, como si se conocieran desde siempre.

 

Era la primera vez que Ji Yong besaba a un hombre, de haber sabido que se sentía tan bien lo hubiese intentado antes, cuando sintió la lengua de Seung moverse dentro de él piernas le flaquearon y fue como si se estuviera derritiendo, las únicas partes del cuerpo que sentía eran sus labios y la entrepierna que ya estaba dura, fue como si su cerebro se hubiese dormido, ahora lo único en que podía pensar era en el calor que se estaba apoderando de él, calor que lo hizo responder al beso de forma frenética.

 

Ambas respiraciones se volvieron pesadas, se aceleraron, siguieron besándose como si el mundo dependiera de eso, Seung Hyun sin soltar sus muñecas se pego a su cuerpo, ambos gimieron entre sus labios cuando sus miembros se rozaron por sobre la ropa, los dos estaban duros. Seung soltó sus muñecas pero las siguió presionando contra la pared, deslizo lento sus manos más arriba y entrelazo los dedos de ambas manos, Ji Yong respondió apretando el agarre también sin dejar de mover los labios. Seung se apretó mas contra el más pequeño, aprisionando contra la muralla, apretando ambas erecciones aun mas, Ji Yong ya estaba en las nubes, sentirse atrapado le gustaba, le gustaba no tener que llevar el control, sentirse deseado alimentaba su soberbia y lo excitaba.

 

No sabían cuanto tiempo estuvieron besándose, pero ya sus labios estaban acalambrados cuando Seung alejo su rostro, no separo el resto de su cuerpo, sus manos seguían entrelazadas contra el muro apoyo su frente contra el otro sin poder creer lo que acababa de pasar.

 

— Ji Yong… por favor — le hablo mirando sus hermosos ojos marrones — por favor… te lo estoy rogando, hace muchos años que me propuse jamás rogarle nada a nadie… por favor no te vayas, quédate en la mansión conmigo para siempre, ya no puedo vivir sin ti.

 

Ji lo miro a los ojos un momento, lo que quería hacer y lo que debía hacer estaba en conflicto en su interior, pero lamentablemente para ambos Ji Yong no podía pensar solo por él, estaba Chaerin y Sandara, en eso se parecía mucho a Seung Hyun, anteponía el bienestar de sus seres queridos ante del propio, por supuesto que quería quedarse, la mansión era el mejor lugar donde vivió nunca, pero no era un lugar para unas señoritas como sus hermanas.

 

— Lo siento Seung — respondió sin quitar los ojos de los del mayor — no puedo quedarme contigo.  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).