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Betta turquoise por Siri_Looper

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Seung Hyun se paseaba por el Bigbang con los fiscalizadores que la Marina le había impuesto, después que se enteraran que había ido a liberar esclavos tenían órdenes de revisar el barco al momento de zarpar y luego cuando arribara. El capitán los acompañaba para asegurarse que no tocaran nada, presionándolos a que acabaran pronto y salieran de su nave, Seung sabía que solo era un trabajo para ellos, pero no podía evitar odiarlos, odiaba a todas las personas de la Marina.

 

Ji Yong miraba desde lejos a Seung pasearse de acá para allá, su rostro estaba muy serio y hablaba de forma cortante y descortés con los uniformados. Ahora que lo conocía bien sabía que era solo una fachada, la reputación es lo que le había dado la mitad de su fortuna y era uno de sus bienes más preciados. Cuando al fin los hombres de la Marina bajaron la rampla hacia el muelle Seung dio un suspiro aliviado y Ji se acercó a él.

 

— Malditos — murmuro el capitán viendo bajar a los fiscalizadores.

 

— ¿Por qué los odias tanto?

 

— Porque pretenden que toda la gente siga sus estúpidas normas, los altos mandos son todos unos burgueses malnacidos, lo único que les importa es el oro…

 

— Pensé que habías aprendido la lección — Ji tomo su mano suavemente — no juzgar sin conocer.

 

— Lo hice… — se giró para mirarlo y sonreírle, apretó el agarre de sus manos — contigo me equivoque, pero a estos si los conozco, créeme, son unos malnacidos, el mundo sería un lugar mejor sin el maldito de Yang.

 

Ji había escuchado mucho sobre Yang Hyun Suk, el jefe del cuartel de la Marina en Nirilia y el principal beneficiario de los botines del capitán TOP. Nunca lo había visto en persona y esperaba jamás tener que hacerlo, sabía que si un día llegaba a estar en su presencia sería por algo malo.

 

El Bigbang ese mediodía zarpo desde Nirilia, la misión era llevar a un mensajero con una carta escrita con el puño y letra de Yang, el portador de la carta debía entregarla en el cuartel de la ciudad de Growl en las manos al mismo jefe Lee Soo Man, debía esperar la respuesta y regresar.

 

Por lo general TOP no llevaba a cabo ese tipo de tareas, la Marina ocupaba sus propias naves para ese tipo de viajes, pero ninguna era más veloz que el Bigbang, así que su capitán asumió que el mensaje era lo suficientemente importante como para confiarle al mensajero, bueno, después de todo era la conversación era entre dos grandes mandos, seguramente la carta no trataba del clima o del cambio en las mareas.

 

A TOP realmente no le importaba lo que dijera esa papel, lamentaba que subieran a ese mensajero en último momento a su nave, se suponía que le mostraría a Ji Yong su isla secreta, con ese hombre a bordo no podría hacerlo, una razón más para odiar a la marina.

 

El mensajero era un joven desconocido para toda la tripulación, Seung Yoon, quien fue el que le comunico a TOP la misión hace dos días le dijo que era uno de los mejores marinos, que no se dejara llevar por su apariencia delgada y que tuviera cuidado. Poco le importaron los consejos a Seung Hyun, el muchacho estaba en su barco, rodeado de su gente, él era el que debía cuidarse si no quería caer un día por la borda por “accidente”.

 

Esa noche se reunieron en la cabina del capitán a beber ron, Ji Yong se sintió nostálgico, la última vez que bebió en ese lugar fue cuando Daesung le conto la historia de su infancia, de eso ya había pasado casi cinco meses, era increíble como las cosas habían cambiado desde entonces.

 

Todos estaban ebrios ya de madrugada cuando se retiraron a dormir, en realidad fueron corridos por Seung Hyun quien argumento que esa era su luna de miel y quería estar a solas con su lindo novio. Ji Yong rojo como un tomate vio al resto salir tambaleantes de la cabina, riendo y haciendo bromas sobre su noche de pasión.  

 

— ¿Por qué les dijiste eso? — reclamo el menor mirando a Seung cerrar la puerta después que saliera Daesung.

 

— Porque soy el capitán, acá hago y digo lo que quiero — le sonrió de lado con suficiencia y avanzo hasta él.

 

— Entonces voy a organizar un motín — camino en reversa escapando de las manos morenas que amenazaban por aprisionar su cintura — creo que las ordenes de este capitán van a ser inmorales y poco convenientes para mí.

 

Seung sonrió más ampliamente, apuro el paso y atrapo a Ji Yong con fuerza obligándolo a pegarse a su cuerpo. El alcohol los hacía sentirse más acalorados, el vaivén de la nave y la visión de las estrellas reflejadas en el inmenso mar cargaban de magia la habitación.

 

— Dame un beso — ordeno el mayor juntando ambos rostros lo más que pudo sin tocarse.

 

— No — respondió cortante, aunque un beso era lo que más deseaba en ese instante.

 

— Eres un mal marino Ji Yong ¿Tendré que encerrarte para que aprendas a obedecer a tu capitán? — La respuesta de Ji fue una sonrisa, Seung deslizo sus manos hacia abajo y acaricio sus glúteos — tenemos cadenas y grilletes a bordo, puedo usarlos para darte una lección, con eso no volverás a desobedecerme…

 

Ji Yong se imaginó de forma súbita la escena, sintió una repentina ola de calor en su estómago que se esparció rápido por el resto de su cuerpo.

 

— ¿Vas a darme el beso que quiero? — pregunto acercando más su rostro, pero Ji se hacía de rogar y se inclinaba hacia atrás aun entre sus brazos — muy bien… — soltó al menor — voy por las cosas… — se dio la vuelta y dio un paso al frente — ¡Dae! ¡¿Dónde están los…?!

 

— ¡No! — Ji Yong riendo lo sostuvo de la muñeca antes que diera un nuevo paso y lo obligo a darse la vuelta, se puso de puntillas y se colgó de su cuello para besarlo de forma salvaje.

 

Seung en seguida sintió su miembro despierto debajo de la ropa, sostuvo al otro por las caderas y apretó fuerte su piel, respondió el beso desesperado. Había sido un largo día, si bien era el capitán y mandaba en el Bigbang no era lo mismo a estar en la mansión, aquel era su trabajo y no podía pasársela manoseando y besando Ji como solía hacerlo en casa, había pasado todo el día mirando sus labios y conteniendo los deseos de besarlo de la forma en que lo estaba haciendo en esos momentos.

 

Sin dejar de mover sus labios y sus lenguas dieron dos pequeños pasos, llegaron al borde de la cama y cayeron ambos unidos Seung arriba de Ji, este último abrió las piernas y rodeo al otro sin ninguna vergüenza, el alcohol y el deseo acababan de disolver la última pizca de timidez en él.

 

— Seung… — suspiro Ji apenas separándose un poco.

 

— No me digas de esa forma a bordo o de verdad tendré que encerrarte — se alejó un poco más para alcanzar el primer botón de su camisa y comenzar a desabrochar.

 

— Choi… Seung… Hyun… — murmuro despacio Ji Yong mientras notaba como su pecho empezaba a quedar expuesto, sus ojos desafiantes miraban al otro fijamente a la cara.

 

— Estas muerto…

 

Seung sonrió y se pegó al pecho de Ji para morder su pezón, tiro su piel erecta sin ninguna delicadeza.

 

— ¡Ah! — dio un gritito Ji al sentir dolor por solo un instante, el mayor enseguida soltó la piel de entre sus dientes y miro hacia arriba para encontrarse la mirada fruncida de Ji — maldito…

 

Seung Hyun dio una carcajada y arrastro su boca al otro pezón, mordió y lamio esta vez con suavidad, cuando alzo la mirada vio a Ji con los ojos entrecerrados concentrado en las sensaciones que su boca le entregaba. El mayor siguió jugando con su dulce pezón mientras pasaba uno de sus brazos por debajo de la espalda baja de Ji Yong para levantar su cadera y tener la zona de su entrada al alcance del bulto en sus pantalones, dio una dura embestida y se restregó de forma circular, Ji ahogo un gemido y movió sus caderas al ritmo, ansioso por que sus cuerpos estuvieran aún más apretados entre sí.

 

Ji Yong acariciaba con ambas manos entre los cabellos turquesa, comenzó a sentir todo el cuerpo de Seung Hyun descender, sus labios mojando su piel hacia abajo, marcando un camino húmedo hasta el borde de su pantalón, cuando estuvo ahí empezó a deshacer el broche de su cinturón, pero una de las manos de Ji lo detuvo, miro hacia arriba preguntándose cuál era el problema.

 

— Déjame hacerlo — explico el menor apoyándose sobre sus codos — quiero intentarlo…

 

Seung se incorporó sobre sus rodillas, acaricio una de las de Ji y con la otra mano acaricio su abdomen y luego el centro de su pecho. Ji se sentó, sus piernas estaban sobre la cama rodeando al otro, termino de pasar su camisa por los brazos para sacársela y dejarla olvidada, alcanzo los botones de Seung y se deshizo de esa prenda también, luego comenzó a quitar el broche de su cinturón.

 

— ¿Estás seguro que quieres hacerlo? — pregunto Seung por amabilidad, en realidad estaba deseando que lo hiciera, ver sus manos abriéndole los pantalones lo excitaba demasiado.

 

— Estoy seguro… — respondió Ji en voz baja, realmente quería hacerlo, pero tenía miedo de no saber cómo.

 

Seung ya estaba perdido, estaba imaginándose lo que venía ahora, la caliente boca de Ji Yong era perfecta, sus besos eran deliciosos, poder sentir su suave lengua sobre la parte más sensible de su cuerpo debía ser el paraíso, sintió que sus piernas perdían la fuerza cuando los delgados dedos de su amado rodearon su miembro ya liberado, el menor acariciaba con delicadeza su piel y lo miraba hacia arriba.

 

— Debes decirme si lo hago bien o no — la vocecita casi tímida de Ji solo logro llenarlo de corrientes eléctricas por todo su cuerpo, miraba hacia abajo sus dulces ojos marrones y su mano masturbándolo muy lentamente, probablemente había muerto y estaba en el cielo, es lo que pensaba Seung Hyun porque no le cabía en la cabeza como todo eso podía ser real, demasiado perfecto.

 

Seung se paró a un lado de la cama y bajo sus pantalones para luego patearlos lejos. Ji Yong también estaba de pie mirando su majestuosa piel acanelada, lo vio como volvía a la cama para sentarse en el borde, el castaño se agacho sobre sus rodillas, avanzo por el suelo hasta posicionarse entre las piernas del otro, acaricio la piel de sus muslos, arrastro sus manos hacia arriba hasta las caderas ajenas.

 

— No tienes que hacerlo solo por complacerme — dijo Seung al ver como el otro se acercaba cada vez más.

 

Ji Yong no respondio, llevo sus manos al centro del cuerpo de Seung, acaricio suavemente la piel de sus testículos y con la otra su miembro, se inclinó hasta que sus labios tocaron la punta, dejo un suave beso ahí y miro hacia arriba, Seung lo miraba con la boca entre abierta, su pecho subía y bajaba rápidamente.

 

Ji volvió a bajar la cabeza, dejo un nuevo beso, pero esta vez abrió un poco los labios, Seung sintió la marca húmeda sobre su piel, elevo una de sus manos y la poso sobre la cabeza castaña, acaricio lento entre sus cabellos.

 

— ¡Ahh! — ahogo un gemido Seung, un nuevo beso, seguido por otros, Ji abría cada vez la boca un poco más, lo estaba torturando, haciendo todo muy lento — déjame ver tu lengua…

 

Ji obedeció de inmediato, se inclinó un poco más, sus labios tocaron la base de su miembro, saco la lengua y desde ahí lamio por toda su extensión lento hasta la punta, consiente que Seung Hyun lo estaba mirando dejo la lengua afuera y sobre esta la punta de su miembro. Para el mayor era una imagen hermosa, gimió fuerte cuando vio como la lengua de Ji comenzaba a jugar sobre la punta, haciendo círculos sobre ella, Seung sintió y vio una gota de líquido preseminal escaparse de su cuerpo, la sustancia viscosa se perdió entre la saliva de Ji Yong.

 

Seung apretó los labios cuando la boca de Ji rodeo su pene, no fue capaz de seguir mirando, cerró los ojos  y tiro la cabeza hacia atrás, ahora tenía ambas manos entre los cabellos castaños, las movía sobre su cabeza desordenando sus finas hebras, sintió como la calidez aumentaba, Ji lentamente bajaba su cabeza introduciendo el falo en su boca, lo metió lo más que pudo y comenzó su vaivén, primero lento, aumentaba el ritmo a medida que se acostumbraba a la sensación.

 

— Lo haces muy bien…— Seung murmuro, abrió los ojos y miro a Ji Yong, se sintió desfallecer ante la hermosa visión de su miembro desaparecer en esa tan caliente boca.

 

La saliva de Ji se había esparcido por todo el miembro, su boca hacia obscenos sonidos que llegaban hasta los oídos de Seung, amenazaban con hacerlo acabar, pero no quería hacerlo, era la primera vez que Ji hacia eso, no quería desconcertarlo corriéndose en su boca .

 

— Ya… — rogo Seung entre jadeos para que el otro se detuviera.

 

— ¿No te gusta? — pregunto el menor sacando el miembro de su boca, aunque aún lo sostenía de la base con una de sus manos.

 

— Me encanta — le respondido Seung, tomo su muñeca y lo empujo para que se levantara — pero vas a hacer que acabe en tu boca si sigues, se siente muy bien.

 

Ji Yong sonrió, a las espaldas de Seung vio algo que le intereso, rodeo la cama y fue en su dirección, Seung lo miraba confundido preguntándose porque se alejaba de él, lo entendió cuando el otro tomo su sombrero de capitán que había dejado ahí más temprano y se lo puso sobre la cabeza.

 

— Ahora soy el capitán, tú tienes que hacer lo que diga — dijo Ji caminando de vuelta, otra vez estaba parado en frente de su amante ahora con el sombrero sobre su cabeza.

 

Seung sonrió, rápidamente atrapo la cintura de Ji y lo empujó a la cama, cayó sobre el colchón y el sombrero rodo sobre la manta.

 

— No necesitas eso para que yo haga todo lo que tú quieras — Seung se puso sobre el otro, ambos sonrieron y se comenzaron a besar, estaban listos para comenzar su luna de miel, esa noche por primera vez harían el amor a bordo del Bigbang, sería la primera de muchas veces.

 

 

— — — — —

 

 

Tres semanas de camino llevaba el Bigbang, solo faltaba una para llegar al destino. Acababa de amanecer y TOP dormía en su cama junto a Ji Yong, sus cuerpos estaban desnudos y enredados entre sí.

 

— ¡TOP! — Taeyang abrió la puerta de la cabina sin tocar, tenía las manos sobre los ojos para evitar ver algo que no debía, abrió sus dedos para echar un vistazo, solo vio dos bultos bajo las mantas así que retiro su mano y dio un par de nuevos pasos dentro — TOP, despierta….

 

— Si no es un motín no me interesa — respondió uno de los bultos bajo las mantas, Bae no lo vio, pero Seung se pegó más a la espalda de Ji y metió uno de sus piernas entre las ajenas.

 

— Hay un barco a la vista — dijo Bae y capto el interés de su jefe, este saco las mantas de su cabeza hasta la nariz, solo lo suficiente para mirar al moreno — creo… creo que es Onew…

 

— ¿Onew? ¿El SHINee? — Pregunto incrédulo TOP, hace mucho que sus caminos no se cruzaban, vio como Young Bae movía la cabeza de forma afirmativa — ¿Estás seguro?

 

— No, ven a verlo…

 

Enseguida Young Bae se fue y Seung se levantó de la cama, mientras se vestía Ji Yong se sentó  restregando uno de sus ojos.

 

— ¿Quién es Onew? — pregunto el menor a la espalda de su amante.

 

— Es el capitán del SHInee — Seung volteo su cabeza para mirarlo y le sonrió — son amigos.

 

La ciudad de Growl era un lugar muy grande, uno de los mayores cuarteles de la Marina se encontraba ahí y esa era la base de tres grandes y famosos barcos corsarios que, al igual que el Bigbang, habían tenido sus años de piratería. El Suju, el SHINee y el EXO eran los barcos corsarios que tenían su puerto en Growl, cuando TOP supo que debía ir ahí enseguida pensó en la posibilidad de encontrarse a alguno de ellos, pero desecho la idea pronto, dentro de la sociedad de corsarios era bien sabido que Lee So Man no trataba bien a su gente, mantenía a sus corsarios trabajando para él con amenazas, los explotaba, así que era difícil ver a alguno de sus colegas capitanes ahí.

 

De vez en cuando llegaba hasta los oídos de Seung Hyun noticias sobre Growl y de las injusticias de la Marina ahí, solo en esos momentos se sentía afortunado de tener a Yang en Nirilia, estaba seguro que si su suerte hubiese sido como la de sus compañeros no podría gozar de tener una mansión o de los periodos de descanso que tenía entre cada viaje.

 

Seung Hyun salió de su habitación y subió las escaleras hasta el puente, Taeyang estaba ahí mirando por su catalejo cerca del borde, el más alto miro en la dirección que apuntaba el aparato, alcanzo a ver de forma borrosa la silueta de un barco muy a lo lejos.

 

Cuando su jefe estuvo a su lado Taeyang le estiro el catalejo para que observara, así lo hizo el mayor, aún estaban lejos para distinguir la figura en la bandera, pero por los colores y la forma del navío Seung supo que efectivamente se trataba del SHINee.

 

— Si, son ellos — dijo el capitán mientras alejaba el aparato de su rostro — vamos a anclar, ya deben saber que somos nosotros, quizá se acerquen.

 

Taeyang se alejó y comenzó a dar las instrucciones para el anclaje, Seung se quedó ahí mirando el barco que apenas se notaba, Ji Yong pronto se acercó a su lado, le quito el catalejo de las manos y miro por él.

 

— ¿Son corsarios como tú? — pregunto mirando por el aparato.

 

— Si, corsarios como nosotros — le corrigió, sin dejar de mirar Ji sonrió.

 

A diferencia del Bigbang, el SHINee no tenía un capitán con cabello turquesa, no era tan famoso, Ji Yong jamás había escuchado de Onew o de su barco, se preguntaba qué tipo de persona podría ser, se quedó mirando por el borde todo el tiempo notando como minuto a minuto el otro navío se volvía cada vez más grande, cuando estuvo más cerca pudo ver la bandera con claridad por el catalejo, era de color negra, tenía letras blancas con un par de alas y una corona, Ji Yong también se fijó en las velas, eran perfectamente blancas, tanto que a medida que el sol brillaba más fuerte en el cielo las velas resplandecían reflejando los rayos del sol.

 

Seung Hyun espero a que el otro barco se acercara, había vuelto a la habitación para colocarse su sombrero de capitán y una gabardina acorde para recibir a sus viejos conocidos. Estaba cerca del timón cuando el otro barco se alineo con el propio lentamente, se acercó al borde junto a Ji para mirar mejor, ya no era necesario usar un catalejo, las personas en la otra cubierta se veían con claridad, a lo lejos distinguía la figura de Onew parado frente al timón maniobrando el anclaje, detrás de él, en el puente, vio otras cuatro personas, adivino quienes eran, los súbditos más fieles del capitán Onew, hablaban y reían entre ellos.

 

Ambos barcos ya estaban alineados y anclados, Seung Hyun vio como Onew dejaba el timón y se acercaba al borde, ya podía ver su rostro con claridad, la enorme sonrisa que lo caracterizaba estaba ahí.

 

— ¡Capitán TOP! ¡Ha pasado mucho tiempo! — grito desde su barco.

 

— ¡Mas de cinco años! ¡¿Cómo va todo?!

 

— ¡Me gustaría decir que bien, pero no puedo! — a Seung no le gusto eso, Onew era una persona positiva, de aquellas que siempre veían lo bueno antes de lo malo, para que él dijera que algo andaba mal era de preocuparse — ¡Creo que tú y yo debemos hablar!

 

Eso fue suficiente para Seung, dio un par de órdenes y su tripulación comenzó a trabajar para unir ambos barcos con una rampla.


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