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Betta turquoise por Siri_Looper

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Notas del capitulo:

La mansión de Seung Hyun ha sido quemada, sus amigos aprisionados, hizo un trato con los barcos piratas SHInee, EXO, BTS y GOT7 para rescatar a los suyos en Nirilia y encontrar información acerca de lo ocurrido con la desaparecida tripulación del Suju. Los cinco barcos piratas atacan Nirilia, con ello resulta el hallazgo de la tripulación del Suju prisionera en las mazmorras y un Seung Hyun apuñalado e inconsciente después de un complicado escape.

Ji Yong y Dasung al fin sintieron el agua mojar sus pies a través de las botas, una veintena de hombres venían siguiéndolos, entre ellos los hermanos de la mansión, el resto de la tripulación del Bigbang y la del Suju que traían a rastras a Yang, este no dejaba de parlotear amenazas hasta que Heechul lo cayo llenándole la boca con su calcetín sucio.


SeungRi y Taeyang sabían lo que estaba haciendo Daesung, conocían el secreto y mantuvieron a la gente lejos para resguardarlo argumentando que el enfermo necesitaba aire. Con cuidado pusieron a un inconsciente Seung Hyun sobre la arena, donde el agua llegaba con el último impulso de las olas, Daesung se agacho entre el agua y rasgo más la ropa de su amigo, ahí estaba la herida, Yang había clavado su cuchillo hasta la empuñadura, había perdido mucha sangre, la piel del rostro de Seung estaba pálida.


Ji Yong al otro lado de Seung vio cómo su amigo con rostro angustiado acunaba en sus manos agua de mar y la tiraba sobre la herida, el agua cayó sobre ella con un poco de arena, repitió el proceso lo más rápido que pudo varias veces, Ji Yong hizo lo mismo, recordaba esa vez en el barco cuando el agua sano la rajadura en la palma de la mano del moreno y rogaba que esta vez funcionara igual.


— Vamos... Seung... — la voz de Daesung era baja, lo disimulaba muy bien pero estaba al borde del llanto, al ver que Ji Yong mojaba la herida por su parte dejo de hacerlo, puso un oído en el pecho del herido y se esforzó por escuchar — aun respira...


Dae quito su propia camisa, la puso en el agua y la estrujo sobre la herida de Seung, el agua chorreo llevándose gran parte de la sangre que luego cayó al mar y se la llevaron las olas, la herida seguía ahí pero lentamente y como por arte de magia los pliegues de la piel se movieron por si solos y se juntaron, la piel sano por sí sola, en un unos cuantos segundos ya no había rastro de daño en ese lugar, pero Seung Hyun no despertaba.


Daesung volvió a poner su cabeza en el pecho de su amigo, sus latidos y respiración eran muy lentos, pero al menos seguía con vida. Ji Yong miraba la escena sin entender muy bien, tomo la mano de su novio que estaba en el agua y la sostuvo fuerte.


— Salte de encima — una voz grave y rasposa se escuchó tan solo en un murmullo, Seung Hyun le hablaba a Daesung quien seguía escuchando su pulso y respiración.


— ¡Seung! — Salto Ji Yong y se acomodó sobre la arena para mirar mejor al moreno, su rostro seguía muy pálido y tenía los ojos apenas abiertos — maldito bastardo, como hiciste eso, casi te matan ¡imbécil! — le grito con rostro enojado, pero sin soltarle la mano. 


Seung rio a duras penas, una pequeña carcajadas salió de sus labios al ver a Ji Yong con su ceño fruncido y su voz chillona que le reclamaba algo que no entendía, estaba muy débil por la pérdida de sangre, sus ojos se volvieron a cerrar y su cabeza cayó a un costado inerte. 


— ¡Seung! ¡Seung! — se angustio Ji al ver que el otro perdía la conciencia otra vez.


— Estará bien — suspiro Daesung — ya sano la herida...


— ¿Qué diablos fue eso Dae? — pregunto Ji con los ojos bien abiertos, solo obtuvo de respuesta una mirada seria, muy fija, ese secreto no le correspondía al castaño, no era su deber contárselo a Ji Yong así que solo guardo silencio. 


— ¿Esta bien? — se acercaron Taeyang, SeungRi y Leeteuk. 


— Si, solo estará inconsciente, pero no morirá — respondió Dae y cubrió el abdomen empapado de su amigo con sus propias ropas rasgadas para ocultar que la herida ya no existía. 


— ¿Qué haremos ahora? — se acercó Siwon, luego de que maniataran a Yang de las manos para impedirle escapar, el jefe de la marina era su pasaje de salida, eran la mejor opción que tenían en ese momento. 


— Debemos llegar a los barcos — respondió Leeteuk. 


— Él está débil... — Dijo Ji Yong aun agachado en la arena — no puede pelear. 


— Entre todos lo subiremos al Bigbang, es nuestro turno de ayudarlo, es más seguro que este allá que en tierra, debemos salir de Nirilia pronto... — esa última palabra de Leeteuk fue interrumpida por un estallido, los barcos piratas seguían disparando los cañones, servían de distracción, el cuartel de la marina era atacado y no tenía un jefe que diera las ordenes, era el momento oportuno para buscar la salida, cuando sus enemigos eran más débiles. 


— Ji Yong... — comenzó a decir Daesung de forma baja, ambos seguían a un lado de Seung Hyun, el aludido lo miro — debo hacer una cosa antes de irnos, es muy importante... 


— ¿De qué se trata? 


— Debo despedirme de alguien — miro al inconsciente Seung Hyun — por favor... cuida de él hasta que estén a salvo.


— Pero tú ¿acaso no vendrás con nosotros? — Ji frunció el ceño, no entendía de quien podría querer despedirse Daesung. 


— Me iré, pero debo hacer algo primero — de levanto y miro a Ji desde arriba — yo los alcanzare, solo asegúrate que Seung Hyun salga de Nirilia a salvo, no esperen por mi... 


— Pero... — Ji seguía son comprender, pero no pudo hacer nada, Daesung se alejó corriendo del lugar — ¡Espera! 


— ¿Dónde va? — Pregunto Taeyang mientras miraba a su amigo alejarse. 


— Dice que debe hacer algo primero...


Ji Yong dejo de mirar la silueta de Daesung alejarse, miro hacia el mar, ahí estaban los barcos y cerca de la orilla distinguió seres marinos nadando en la superficie del agua, distinguió las espaldas de los que parecían ser pequeñas ballenas o lobos marinos, todos animales preocupados por la sangre que habían olido en las olas hace un rato. Ji volteo sus ojos a Seung Hyun, su rostro tan apacible ajeno al peligro de esos momentos remeció su corazón, había muchas cosas que aún no entendía, esperaba pronto hacerlo para ser capaz de cuidar de su amado como había hecho Daesung hace un momento atrás. 


— — — — —


A bordo del EXO...


Suho miraba por su catalejo el fuerte de la marina, grandes bloques de piedra y concreto caían de la construcción, nubes de escombros no dejaban ver con claridad el desastre, desde ahí, desde el timón de su barco se sentía satisfecho, le enorgullecía ser parte de un ataque como ese, estaba seguro que ahora eran parte de la historia, cinco barcos piratas haciendo equipo por un objetivo en común. 


Continuo mirando, cerca del fuerte se encontraba una pequeña playa, solo parecían algunos metros de arena antes del agua, pero ahí había una veintena de hombres reunidos, no alcanzaba a ver sus rostros, pero no tardo en reconocerlos. 


— ¡Chanyeol! — grito el capitán para llamar la atención de su subordinado, este miró y le hizo una señal para que subiera al puente. 


Cuando Chanyeol estuvo a su lado le entrego el catalejo. 


— En aquella pequeña playa ¿Qué es lo que ves? 


— No puede ser... — dijo el pirata mirando por el instrumento.


— Es lo que pensé... — se acercó al borde del puente para instruir a todo el barco — ¡vamos a acercarnos lo más posible a tierra! ¡Bajen los botes! ¡Hemos encontrado al capitán Leeteuk y a su tripulación!


Múltiples expresiones diferentes entre su gente, asombro y felicidad, pero la acción en común: cese al fuego y comienzo de los trabajos para acercar la nave lo más posible a tierra. 


En cuando el EXO comenzó con los trabajo, los otros cuatro barcos le pusieron atención y dieron con el mismo hallazgo, el grupo de hombres reunidos en la playa, era hora de comenzar la siguiente parte del plan. 


— — — — —


El sol ya se había escondido por completo, Daesung corría por las calles de Nirilia, a ratos pasaba cerca de pequeños grupos de personas, las escuchaba hablar sobre lo que estaba pasando en la ciudad, el ataque de los barcos piratas, la resurrección del capitán TOP que todos creían ejecutado en Growl y el supuesto secuestro de Yang. 


El pirata no se detuvo hasta que encontró la casa que estaba buscando, solo había estado una vez ahí, cuando Lee Hi enfermo y Jin Woo la envió a descansar a casa de su padres, Daesung la visito esa vez porque la extrañaba demasiado. Salto la pequeña cerca de madera blanca para llegar hasta la ventana la cual pertenecía al cuarto de Lee Hi, planeaba lanzar piedrecillas como había hecho antes pues la ventana estaba en un segundo piso, pero no fue necesario, una joven estaba en la ventana, miraba el mar con los ojos perdidos preguntándose donde estaba el amor de su vida. 


— Lee Hi... — dijo Dae desde el suelo, entre la vegetación poco cuidada del jardín. 


Ella recién se percató de su presencia, miro hacia abajo, su expresión de mirada perdida cambió radicalmente, sus ojos se agrandaron y su boca se abrió ligeramente en una expresión de asombro, algunos balbuceos salieron de su garganta. 


— Hola... — dijo Daesung buscando las palabras adecuadas, no había pensado en que exactamente decir cuando estuviera ahí. 


— Ho... Hola... — respondió ella con las manos temblorosas y el corazón rebosante de algo dulce y desconocido. 


— ¿Puedo subir? 


Ella movió la cabeza de forma afirmativa, Dae sonrió ampliamente porque antes había tenido miedo, la posibilidad de que Lee Hi ya no lo amara por haber desaparecido rondaba en su cabeza, pero al parecer todo estaba bien. El pirata se encaramo por la construcción, ayudado de un viejo árbol trepo hasta un pequeño cobertizo y luego hasta la ventana de la joven, entro con dificultad por el afeitar hasta quedar de pie dentro de la habitación. Lee hi estaba de pie frente a él con una camisola de dormir y una delgada bata, todo de color rosa pálido. Se miraron a los ojos un momento, entonces ella se abalanzo en un abrazo muy apretado, acababa de recuperar a alguien de la muerte. 


— Pensé que estabas muerto... — hablaba Lee Hi contra el pecho del otro — decían... decían que TOP fue ejecutado, yo no podía creerlo... 


La joven no pudo continuar hablando, el nudo en su garganta se materializo en lágrimas pesadas que cayeron una tras otra de sus ojos. Daesung la abrazo fuerte, acaricio su cabeza y su espalda y apoyo la mejilla sobre su coronilla. 


— Lo siento, fue inesperado, perdóname por hacer que te preocuparas.


— Vinieron unos tipos a la mansión, golpearon a las mucamas que defendieron a Jin Woo... — le conto ella alejando su rostro para verse a la cara. 


— Lo sé, ya lo arreglamos, esos malditos pagaron lo que hizo ¿te hicieron algo a ti? 


Ella movió la cabeza de forma negativa.


— A mí me sacaron, uno de los guardias vive a algunas casas de acá, me reconoció y me dejo salir antes que comenzara el incendio en la mansión. 


Daesung dio un pequeño suspiro de alivio, la miro a los ojos hacia abajo y vio como la expresión de su rostro se convertida en una afligida, sus parpados estaban muy hinchados, adivino que estuvo llorando desde mucho antes de que entrara por la ventana. 


— Te iras otra vez ¿verdad? — pregunto ella. 


— Si, lo siento, a eso es lo que vine, a despedirme.


Fueron como si muchos cristales revolotearan dentro del corazón de Lee Hi, pero su rostro no se inmuto, ahora debía ser una mujer fuerte, la esperanza volvió a su corazón cuando vio el Bigbang en el horizonte esa tarde, pero controlo las expectativas, si Daesung estaba vivo no podría quedarse en Nirilia por mucho tiempo, estaba preparada para una despedida.


— ¿Crees que volverás algún día?


— Por supuesto que sí, debo irme con Seung Hyun, el me necesita... 


Los cristales cortando las paredes del corazón de Lee Hi, ella también lo necesitaba, mucho más que el capitán TOP, pero no se atrevió a decirlo, porque ella sabía muy bien que el corazón de Daesung no le pertenecía, no por completo, desde siempre supo que debería compartirlo con aquel hombre de los cabellos turquesa. 


—...debemos correr ahora, hemos liberado los prisioneros de Yang y lo usaremos para salir de Nirilia, ahora somos piratas, por eso no puedo quedarme. 


— Por favor prométeme que regresaras algún día. 


— Lo prometo, regresare por ti, quizás cuando lo haga podre quedarme o llevarte conmigo. 


Lee Hi sonrió tratando de ocultar su tristeza, que Daesung regresara le parecía un sueño, completamente abstracto e irreal, imposible, se estaba preparando para el peor escenario, Daesung era un pirata, los piratas no vivían muchos años, esa no era una vida tranquila, esa noche de despediría de él con la idea de jamás volverlo a ver. 


Muchos besos y abrazos después Daesung finalmente se fue, ya era de madrugada, los cañones a lo lejos habían cesado, las personas que miraban el desastre del cuartel de la marina ya se habían ido a dormir. El pirata salió tan cual había llegado, sigiloso por el patio trasero y después salto la cerca para perderse entre los rincones de la ciudad. 


Lee Hi siguió en la ventana, mirando al amor de su vida alejarse, un minuto después de perderlo de vista su hermana Park Bom entro a la habitación con una vela en su mano. 


— ¿Era él verdad? 


— Si... — Lee Hi bajo la mirada hacia las manos unidas en su regazo, sus ojos se llenaron de lágrimas una vez más. 


— ¿Se lo dijiste? — la hermana mayor se adentró en la habitación y cerró la puerta. 


— No pude decírselo. 


— Si no se lo dices no volverá ¿lo sabes cierto?


Lee Hi movió de forma afirmativa la cabeza sin mirar a su hermana, no le dijo toda la verdad a Daesung porque tenía miedo, le daba pavor contarle y que de todas formas se fuera tras TOP.


— Él es un pirata ahora... — dijo Lee Hi en un susurro mirando sus manos unidas en su regazo — este niño no necesita un padre pirata, estamos mejor sin él — eso era una mentira de la que ella misma trataba de convencerse —... y él está mejor sin nosotros... 


Park Bom se adentró más en la habitación y acaricio la espalda de su hermana suavemente, estaba furiosa con ese tal Deesung y a la vez sentía compasión por su hermana pequeña que pronto se convertiría en madre soltera. 


— Le diremos que su padre fue un héroe — comenzó a decir la mayor — le diremos que murió en algún acto heroico para que no tenga que sufrir preguntándose porque lo abandono. 


Lee Hi seguía con la vista clavada en sus propias manos, imaginando el futuro, el hijo que llevaba en su vientre crecería ignorante de la existencia de su padre, eso no le pareció tan buena idea, después de todo, ella estaba orgullosa de Daesung, orgullosa de que fuera parte de la tripulación del Bigbang, aunque eso le costos su amor, no podía negarle ese orgullo a su hijo. 


— — — — —


Seung Hyun abrió los ojos lentamente, se encontraba en un lugar pequeño, por un momento se asustó, no reconocía donde estaba, se sentó en el lecho y dirigió su mirada a la única iluminación del lugar, una vela sobre una pequeña mesa, a un lado de ella Ji Yong dormía en una silla con los brazos cruzados y la cabeza caída sobre su propio pecho. 


— ¿Ji Yong? — preguntó Seung Hyun somnoliento acomodando su espalda contra la pared de la cabecera. 


El aludido levanto la cabeza y abrió los ojos lentamente, se miraron ambos y enseguida la expresión del más joven cambio a una enojada, su ceño se frunció, se enderezo en la silla, mantuvo sus brazos firmemente cruzados. 


— Ahhh... al fin despertaste... — dijo con notable molestia en su voz. 


— ¿Dónde estamos? 


— Aun estamos en Nirilia estúpido imbécil... — aún estaba muy molesto por el sacrificio que intento hacer en el fuerte de la Marina. 


Seung Hyun sonrió ampliamente, hace mucho que no veía a Ji tan enfadado. 


— ¿De qué te ríes tarado?


— Eres muy lindo cuando te enojas Ji Yong, mírate, hasta parece que abultas las mejillas como un niño pequeño... — dio una carcajada. 


— Cállate... — desvió la mirada un poco avergonzado. 


— Eres como un cachorro con una espada, letal pero tierno... — siguió riendo sentado en la cama. 


— Iré a avisarle a todos que despertaste — ignoro sus palabras y se levantó de la silla. 


— Oye... — le detuvo antes que saliera de la habitación — ¿Qué fue lo que paso después? Me desmaye creo y no recuerdo nada... 


Seung miro su ropa, Ji lo había lavado y puesto ropa limpia mientras dormía, el moreno examino su propio cuerpo, levanto su camisa y en su abdomen encontró una venda que bordeaba todo su cuerpo, miro dentro de ella y ahí no estaba la herida del cuchillo. 


— Pensé que sería buena idea — explico Ji, se refería a la venda que cubría solo piel sana — no sé cuántas personas saben de esto, pero supongo que muy pocas, así no podrán ver la herida que ya no tienes, pensé en darte un puñetazo mientras dormías, así podía sacarte sangre y ensuciar la venda, digo... para que fuera más real...


Otra amplia sonrisa del mayor, se acomodó la ropa y se arrastró por el lecho hasta Ji Yong que estaba de pie mirándolo aun con el ceño fruncido. 


— Por favor ya no estés enojado conmigo, al final de todo salió bien ¿no? 


— ¿Salió bien? ¿En serio? ¡Te apuñalaron! 


— Tss... gajes del oficio, no creas que es la primera vez — Seung lo miraba hacia arriba quitándole importancia. 


— Lo que más me molesta es no saberlo, Daesung sabía muy bien que hacer y yo no, él fue el que te salvo la vida y yo aún estoy preguntándome como lo hizo ¿entiendes eso? 


— Te lo explicare, te lo prometo, con mucho detalle te contare que es lo que ocurre conmigo, cuando salgamos de acá te llevare a la isla, hay más de un secreto ahí, lo comprenderás todo, lo juro.


— Mas te vale, aun puedo tomar un barco y largarme con mis hermanas. 


— No lo harías — hizo un puchero en broma ya acaricio los muslos ajenos.


Ji quito las manos morenas y se dispuso a dar un paso fuera de la habitación, había prometido avisar cuando Seung Hyun despertara, pero antes que pudiera dar un segundo paso su atrapado por la cintura y lanzado a la cama, cuando se percató de lo que ocurría ya tenía enfrente esos ojos penetrantes y oscuros, Seung lo miraba a la cara fijamente con ojos brillantes y expresión seria. 


— Por favor perdóname — murmuro sobre los labios del castaño — pero te lo dije, tu sabias como seria esto, iban a matar a todos por mi culpa, no podría permitirlo, piénsalo Ji Yong, si hubiesen sido tus hermanas ¿acaso no hubieses hecho lo mismo? 


Ji lo miro a los ojos unos segundos, sus ojos penetrantes lograron marearlo por un instante, por supuesto que hubiese hecho lo mismo por sus hermanas, él estaba dispuesto a entregar la vida por ellas, por un segundo Ji lo comprendió, pero al siguiente segundo su ceño fruncido volvió. 


— Esta bien — respondió — pero te seguiré llamando estúpido imbécil... 


— Di que me perdonas — dijo mientras su mano se escabullía por entre la camisa del más pequeño, acaricio con las yemas de los dedos los escasos vellos de su estómago. 


— Te perdono estúpido imbécil.


— Es suficiente para mí...


Seung sonrió y alzo su rostro, beso al más joven temeroso de ser rechazado, pero Ji respondió cerrando los ojos, su expresión enojada al fin desapareció, dio un suspiro aliviado y movió sus labios contra los otros a un ritmo lento, Seung sintió el cuerpo ajeno relajarse entre sus brazos, Ji había estado muy tenso hace un momento, el beso termino con un leve mordisco, ambos abrieron los ojos para darse cuenta que sus cuerpos estaban más cerca que antes. 


— Debo avisar que has despertado, no hay tiempo para esto, no podemos estar mucho tiempo más aquí. 


— Esta bien — suspiro resignado el mayor, le dio un último beso en la mejilla y se dejó caer hacia un lado sobre el colchón. 


— — — — —


La mañana del día siguiente al ataque a la ciudad de Nirilia, el mercado que se armaba en el centro de la ciudad estaba en su esplendor, aquel mismo mercado al cual Ji Yong acudió muchas veces con sus hermanas, los puestos estaban todos ubicados con la mercadería expuesta y había un gran tránsito de personas, solo una cosa era diferente esa mañana: no había guardias de la marina, a ellos siempre se les veía deambular acá y allá observando que todo estuviera en orden, pero esa mañana no había ninguno, ni siquiera esos marinos jóvenes de menor rango. Todo esto era una fuente de oro para los chismosos, a esas alturas el secuestro de Yang y la resucitación del capitán TOP eran hechos asegurados que la gente comentaba sin cesar. 


Un hombre se encontraba en la plaza de la ciudad, llevaba un gran sombrero para ocultar su identidad, pero al rato se dio cuenta que no era necesario debido a la ausencia de guardias y se lo quito dejándolo abandonado a un lado, en su lugar alborotó su cabello para que el flequillo castaño ocultara sus ojos. La plaza era un lugar muy concurrido, uno de los brazos del mercado llegaba hasta ahí así que los ríos de gente se movían sin parar.


Daesung buscaba a sus amigos entre la gente o algún indicio de donde estaban, iba camino a las ruinas de la mansión cuando se detuvo en el mercado, comió un poco y se sentó a observar, quizás algo de información podría sacar de ese alboroto, escucho entre la gente los nombres de TOP y Yang repetidas veces, ese era el tema entre los grupos de personas y con justa razón. También se percató de la ausencia de los guardias y adivino que estarían escondidos en sus casas o en el cuartel temerosos del ataque pirata y de la falta de instrucciones de su líder. 


A la vista los barcos habían desaparecido, Daesung adivino que habían cesado el fuego y se habían movido al puerto, al puerto del capitán TOP, a los pies de las ruinas de la mansión y por esa razón se dirigía allí. Termino de observar y cuando estaba a punto de levantarse para marcharse un alboroto llamó su atención, a las afuera de la plaza se levantaba la horca, el lugar donde los piratas y otros criminales solían ser ejecutados por la marina, la gente comenzaba a aglomerarse alrededor de ella y el polvo del suelo se levantaba. 


— ¡Es TOP! ¡Es el capitán TOP! — escuchaba Daesung gritar entre la multitud que se hacía mayor cada segundo y corrió a acercarse a la horca. 


El castaño alcanzaba a ver el escenario de madera desteñida y en él, de pie con su alto sombrero de pirata estaba TOP, a sus espaldas sus fieles amigos y los capitales de los otros navíos, delante de todos ellos también estaba Yang, maniatado de manos, con la ropa sucia y desordenada al igual que su cabello, llevaba la boca cubierta aún con el calcetín sucio de Heechul y una venda. 


Yang miraba asustado alrededor, la gente lo miraba con duda, algunos con odio y otros con lastima, diversos ojos de los ciudadanos, pero por más que miraba no había ninguno de sus guardias, todos lo habían abandonado, estaba asustado, la horca era la única razón por la que lo pudieron haber llevado hasta ahí y ya no había forma de escapar. 


Daesung se quedó mirando entre la multitud, la gente se empujaba por ver lo que ocurría sobre el escenario, por ver a esos personajes tan pintorescos de los que habían escuchado solo rumores. 


— ...ese es el capitán del SHINee... — escuchaba Daesung los murmullos. 


— ...claro que no, es más alto... 


Mas gente se acumulaba en el lugar, muchos se acercaban solo movidos por la curiosidad, los hombres del escenario veían sonrientes como la gente se aglomeraban a su alrededor, cuando las personas fueron suficientes el capitán TOP dio un paso al frente y se quito el sombrero para que todos pudieran estar seguros que era el, los rayos del sol destellaron sobre su cabello turquesa. 


— ¡Amigos de Nirilia! — comenzó a hablar lo mas fuerte que pudo para que la mayor cantidad de gente pudiera escucharlo, llevaba en su mano una espada preparado para ocuparla cuando fuese necesario — ¡La Marina les ha mentido, no estoy muerto y mi mansión ha sido quemada injustamente! 


Caminaba alrededor del escenario dando lentos y cortos pasos, Daesung entre el público se sentía muy orgulloso de su amigo y del porte de su presencia ahí arriba. 


— ¡Este individuo... — apunto con la espada a Yang que temblaba de miedo — ... ha llenado Nirilia de mentiras e injusticias! — vítores de la multitud, gritos de apoyo al discurso del capitán. — ¡Él y nada más que él disfruta de las riquezas de la ciudad! ¡Come filete en su oficina mientras que en nuestras calles niños y ancianos mueren de hambre! — más gritos de la multitud, esta vez mas fuerte — ¡Pero ya se ha acabado, las cosas ya han cambiado, Yang esta acá para redimir sus faltas... escuchen muy bien... esta acá para pagarles a todos y cada uno el sufrimiento y la angustia que pudo hacerles pasar! ¿No es así? — se dirigió al hombre y este asustado movió su cabeza de forma afirmativa. 


Yang estaba aterrado, en los ojos de los ciudadanos veía mas rabia y odio que hace algunos minutos atrás. 


— ¡La Marina ha tiranizado esta ciudad! ¡Pero hoy podemos vengarnos! ¡Todo lo que le pertenece a la Marina ahora es público como siempre debió haber sido, vayan y saqueen sus bodegas que todo eso les pertenece! 


Al momento que decía eso Seung Hyun ya había masas de personas atacando el cuartel de la Marina y las casas de los altos mando, por suerte para Tablo y su familia fueron advertidos y ya estaban rumbo a la ciudad de Growl. Incluso los mismos que habían sido guardias de la marina ante la caída de ella se veían saqueando los tesoros que tenían algún valor. 


— ¡Este día... — continuo TOP — y por primera vez en la historia de los débiles podremos tomar la justicia en nuestras manos... — camino lentamente a la espalda de Yang — ... vénguense amigos míos y liberen a Nirilia! 


De una patada en la espalda Seung Hyun lanzó a Yang a la multitud que se empujaba alrededor, este cayo sin poder hacer nada, quejidos de terror se escaparon de entre la venda, pero en un par de segundos desaparecieron, en tan solo algunos instantes su cuerpo se perdió entre la gente enojada que se hizo cargo de su destino. 


— ¡Aquí comienza una revolución! — grito TOP ante una audiencia enardecida y el apoyo de sus amigos atrás que levantaban su espada al cielo junto a él — ¡Vamos a librar el mundo de tiranos y opresores! 


Daesung escuchaba ahora vítores de ¡Viva el capitán TOP! ¡Viva Seung Hyung! Vio como este bajaba del escenario escoltado por la decena de hombres que lo acompañaban y en seguida se acerco a él con una enorme sonrisa en el rostro, era tiempo de salir de tierra. 


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