Era el cuarto día de su viaje a bordo del Bigbang y Ji Yong estaba practicando los nudos que el capitán le había enseñado, el mismo lo había mandado a practicar y ahora estaba sentado al estilo indio sobre la cubierta con una larga cuerda esparcida a su alrededor, sus manos dolían, tenía algunas dolorosas ampollas, SeungRi le dijo que al también le había pasado cuando comenzó a navegar, que cuando las ampollas desaparecieron su piel sería más dura y no volverían a aparecer, por esa razón no hacía caso al dolor y seguía trabajando.
Trataba de concentrarse en lo que estaba haciendo, pero su vista se desviaba hacia el puente a cada momento, allí estaba el capitán hablando con Taeyang a un lado del timón, ambos miraban una enorme hoja de papel, era un mapa, hablaban entre ellos y miraban sus brújulas.
Ahora que había escuchado la historia de su infancia no podía evitar verlo de forma diferente, si todo lo que le había contado Daesung era cierto había tenido una infancia dura y entendía un poco porque no le gustaba la gente rica, aunque eso no justificaba el cómo lo trataba. Ji Yong pensaba que TOP debía darle una oportunidad para demostrarle que no era como ese gobernador que conoció hace años, trato de concentrarse otra vez en las cuerdas, pero sus manos se detuvieron de repente, se dio cuenta que ya le había dado esa oportunidad, quizás no conscientemente, pero por eso estaba a bordo del Bigbang practicando esos estúpidos nudos, si realmente lo odiara lo hubiese dejado en Nirilia y no se hubiese molestado en enseñarle. Empezó a trabajar otra vez, esta vez mas rápido, debía aprender lo más que pudiese en ese viaje, debía hacerse más fuerte y demostrar todas las cosas que era capaz de hacer por sí mismo.
— Vaya que estas motivado — escucho la voz de TOP después de un tiempo, la mayoría de la cuerda ya estaba llena de nudos en el suelo al lado izquierdo de su cuerpo.
— Es que ya aprendí — se encogió de hombros y lo miró hacia arriba aun desde el suelo — cada vez puedo hacerlo más rápido.
TOP se sentó con las piernas cruzadas frente a Ji y tomo la cuerda que tenía un montón de nudos iguales en toda su extensión, la examino y luego la dejo donde estaba.
— Si, ya aprendiste — su mirada se dirigió a las manos del castaño y noto que estaba rojas — a ver tus manos.
— No — Ji llevo sus brazos a la espalda avergonzado, no quería que viera que las cuerdas le habían hecho daño, seguramente le diría princesa otra vez.
Seung Hyun dio un chasquido molesto y tiro de uno de los antebrazos de Ji obligándolo a mostrarle su piel con ampollas.
— Ven conmigo — soltó la mano ajena.
TOP se levantó y camino hacia su camarote, el menor lo siguió, no quería hacerlo, pero una de las primeras cosas que aprendió a bordo fue que al capitán nunca hay que desobedecerlo, si lo hacía se iría derecho a la prisión y no sería Seung Hyun quien lo encerrara, seguramente lo haría alguno de sus tres tripulantes más fieles, ellos eran los que se encargaban que las órdenes del jefe fueran acatadas por todos.
Seung espero a que Ji entrara a su habitación y cerró la puerta, se dirigió a un lado de su cama, saco una caja de madera, la puso sobre las mantas, se sentó y comenzó a buscar en ella. Ji lo miraba desde lejos, se dio cuenta horrorizado que estaban los dos solos.
— Acércate — dijo TOP cuando al fin encontró un frasco de vidrio con una sustancia blanca adentro. Ji dio dos pasos adelante — ¿Qué te pasa? No te voy a morder Ji Yong, acércate más.
Sin responder nada obedeció y se paró en frente de él, Seung abrió el frasco, hundió su dedo que quedo lleno de aquella sustancia, con su otra mano tomo la de Ji y se limpió el dedo en su palma.
— Esto es para las quemaduras, las ampollas son casi lo mismo, cicatrizara más rápido.
— Gracias — respondió tímido, sobando sus manos para esparcir la sustancia entre ellas.
Seung comenzó a cerrar el frasco y se dispuso a guardarlo, pero lo pensó mejor y se lo entrego a Ji.
— Cuando tu piel se acostumbre me devuelves lo que sobre, es muy difícil conseguirlo.
— Gracias — respondió afirmando con la cabeza y recibiendo el frasco.
— Dos gracias en un día, debe ser todo un record para ti… — espero uno de los ya típicos comentarios orgullosos de Ji, pero este solo guardo silencio — te salieron ampollas en las manos porque nunca las has usado, seguramente nunca lo necesitaste…
— O quizá nunca me dejaron usarlas — respondió cortante, ambos se miraron.
Ji Yong ahora estaba enojado, antes se sentía benevolente, la historia que le conto Dae había ablandado su corazón y le había inspirado un muy ligero sentimiento de compasión hacia TOP, pero él lo arruino todo mirándolo de forma dura y hablando cosas que realmente no sabía. Él también tenía un pasado difícil, estaba muy lejos de ser tan difícil como las historias que había escuchado a bordo, pero tampoco su vida había sido un cuento de hadas como el mayor creía.
— Las cosas no son como crees TOP, en Corea y en España siempre tuve comida en mi mesa, pero me faltaron otras cosas igual de importantes.
— No creo que algo sea más importante que la comida en el estómago, sin eso te mueres, así de simple.
— La libertad es tan importante como la comida en el estómago — le respondió tratando de devolver la misma mirada seria que Seung tenía en esos momentos.
— No lo creo, no puedes ser libre si estás muerto.
— Para algunas personas la única forma de ser libres es morir.
— ¿Es que acaso no eras libre en España o en Corea Ji Yong? — eso más que una pregunta sonó como un desafío, TOP lo miraba con rostro serio incitándolo a decirle cual era esa libertad a la que tanto se refería. Estaba listo para discutir cualquier cosa que saliera de su boca.
— Por supuesto que no era libre, jamás lo he sido en toda mi vida.
— Eso es lo que tú crees, pero no lo sabes porque jamás has vivido en el mundo real — se levantó y miro por el gran ventanal, el horizonte se veía brillante a la luz del día, siguió hablando dándole la espalda a Ji — la gente rica vive sin reglas, hace lo que les da la gana siempre, el oro compra todo, incluso libertad.
Ji Yong estaba furioso, apretó los puños, las heridas dolieron pero no le importo, otra vez TOP estaba hablando como si lo conociera de toda la vida y eso le daba ganas de golpearlo, no tenía derecho de hablar con tanta propiedad sobre él, estaba siendo injusto y prejuicioso.
Seung Hyun sabía que se estaba metiendo en un terreno peligroso, una alarma en su cerebro le decía que debía callarse, ya conocía a Ji lo suficiente para saber que lo había enfurecido, pero también sentía un sentimiento de injusticia, para él no era justo haber pasado tanta necesidad cuando niño, no era justa la manera en la que perdió a su padre y no era justo que las personas fueran diferentes por su apellido o por el color de su piel. Según TOP el respeto y las riquezas se deben ganar con trabajo y no porque tuviste la suerte de nacer en cierto lugar privilegiado, quería hacerle entender eso a Ji Yong.
— Cuando naces dentro de una familia como los Kwon tienes el futuro asegurado, no tienes de que preocuparte porque… — siguió hablando el mayor sin darse la vuelta.
— ¿¡Qué!? — Ji estallo — ¿TÚ vas a venir a decirme a MÍ que es nacer en una familia como los Kwon? ¡Esto debe ser una puta broma!
— ¡Entonces explícamelo Ji Yong! — Se dio la vuelta enojado y lo encaro — explícame porque no entiendo que es lo tan terrible de haber nacido lleno de lujos, lleno de oro, sin temer morirte de hambre al día siguiente, sin temer que tu padre… — se calló de repente, Ji no tenía por qué saber su pasado, no sabía que Daesung ya se lo había contado.
Ji Yong estaba atónito, la voz grave y enojada de Seung Hyun era realmente aterradora, su ceño fruncido y sus ojos profundos empeoraban todo. Se dio cuenta que no sabía lo que su mano derecha le había contado la otra noche, guardo silencio al respecto, temió meter a Dae en problemas si mencionaba saber sobre el pasado de TOP.
— Cuando eres hijo de alguien poderoso todo el mundo espera demasiado de ti, más de lo que puedes dar — comenzó a hablar con la vista gacha, después la levanto para encontrarse aquellos ojos ya no tan enojados — esperan que seas bueno en los negocios, que seas tan fuerte como tus hermanos, que te comportes en la mesa, que sepas hablar bien, que seas culto, que formes una familia, todo el mundo cree que porque naciste con el apellido Kwon eres capaz de hacer cualquier cosa y no, a veces solo simplemente no sirves para lo que ellos quieren, a veces solo quieres sentarte bajo un árbol y mirar el cielo, pero no puedes, porque tu padre quiere algo diferente para ti y él pretende moldearte a su beneficio y cuando ve que no lo está logrando te manda lejos a un país donde hasta tienes que aprender a hablar de nuevo y te das cuenta demasiado tarde que en realidad te enviaron ahí solo para olvidarse de ti — dio una bocanada de aire, sintió un nudo en su garganta y parpadeo varias veces para detener las lágrimas que amenazan con humedecer sus ojos, estaba sorprendido de sí mismo, jamás había hablado de eso con nadie.
— Pudiste haberte largado, ya te lo dije, el oro compra todo…
— Ese es el problema, cuando te haces mayor te vas dando cuenta que nada de lo que tienes es realmente tuyo, pero ya es muy tarde para hacer algo al respecto, porque eres un inútil que ni siquiera es capaz de cocinarle un par de huevos a sus hermanas y no es mi culpa TOP ¡No es mi culpa que nadie me dejara entrar a una puta cocina para aprender a hacer algo por mí mismo! ¡No es mi culpa no ser capaz de proteger a las únicas dos personas que me han querido por lo que soy y no por lo que pueden obtener de mí…!
— No importa si eres un inútil, no necesitas aprender nada cuando eres de una familia como esa, además están las conexiones ¿o es que no tenías amigos burgueses menos poderosos que corrieran a ayudarte si lo necesitabas? — Seung Hyun tuvo que rebuscar más profundo en su cabeza un nuevo argumento, se le estaban agotando.
— ¿Conexiones? ¿Qué no estás escuchando? Yo era la oveja negra de la familia, todo el mundo me apuntaba “Miren ahí va el hijo menor de los Kwon, el que cree que tener esclavos está mal” no me molestaba que hablaran de mí, el problema es que para todos solo era el hijo menor de los Kwon y que el hijo menor de los Kwon digiera que todos somos iguales significaba la opinión de la familia entera, cuando eres rico ni siquiera tienes la libertad de dar tu opinión, de salir a donde quieras, ni siquiera de enamorarte de quien quieras…
Seung Hyun ya no lo estaba escuchando, algo hizo click en su cerebro ¿Ji Yong pensaba que la esclavitud estaba mal? ¿Qué todos son iguales?
Ambos veían el mundo desde perspectivas muy diferentes y es de esperarse, a cada uno le había sobrado a lo que al otro le falto y a la vez ambos habían menospreciado lo que les sobraba, Ji Yong sus comodidades y TOP su libertad. Pero había un punto en que los dos se juntaban y el mayor se estaba dando cuenta de esto.
—… ellos ni siquiera sabían mi nombre, todos me llamaban joven Kwon, pero no sabían cómo me llamaba, debían tratarme con respeto y atenderme porque era parte de su trabajo, pero nunca lo merecí, siempre fui un inútil, ya tengo veintiocho años y no he hecho nada con mi vida. No me he casado, no he sido capaz de tomar ninguno de los negocios de mi padre, ni siquiera pude llevar a Rin y Dara a salvo a Corea, soy un maldito inútil a quien nadie conoce.
Seung Hyun estaba sorprendido, no tanto de las palabras de Ji, si no que de sí mismo, el otro parecía tan vulnerable, tan pequeño y necesitado, que sintió que su propio pecho dolía. Cuando vio que una lágrima caía de cada uno de los ojos del castaño sin pensarlo se abalanzó sobre él y lo abrazo pegando su mejilla a su pecho, como era de esperarse, el otro forcejeo, pero por mucho TOP era más fuerte y no lo soltó.
Ji Yong se rindió y dejo de forcejear, dejo caer sus brazos a los lados de su cuerpo aun en el abrazo y sollozo sobre la ropa del mayor tratando de controlarse, debía hacerlo, no podía estar llorando así frente a él, le estaba mostrando su lado más débil, ahora pensaría que realmente era una princesa y lo molestaría más con eso. Cuando al fin controlo sus sollozos Seung lo soltó lentamente y dio un paso atrás.
— ¿Estas bien?
Ji Yong respondió afirmando con la cabeza, su mirada estaba clavada en sus zapatos, limpiaba su rostro con la manga de su camisa, no podía levantar la mirada, sentía mucha vergüenza ¿Cómo podría ver a TOP a los ojos después de haber dicho todo eso?
— Eres libre ahora… — comenzó a decir TOP — digo… después que la recompensa llegue, no tienes que regresar a Corea, te puedo dar una parte del botín y te podrás ir donde quieras.
— No puedo hacer eso… hace rato dijiste que la gente rica no vive en el mundo real, pero te equivocas — dio una carcajada amarga sin levantar el rostro — si vivimos en el mundo real, solo que es un mundo muy distinto al que tu conoces, tú no sabes absolutamente nada del mundo en el que me toco vivir, por favor deja de hablar como si supieras toda mi vida, tú no tienes idea…
— Ji Yong… — balbuceo, quizás tenía razón.
— ¿Puedo irme?
— Si.
Seung Hyun vio a Ji darse la vuelta y salir del camarote, cuando se encontró solo se sentó en la cama y se paso las manos por el cabello ¿Qué había sido todo eso?
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En la mañana del sexto día el Bigbang llego a su destino, la isla ya estaba a la vista. Por ordenes del capitán SeungRi le enseñaba a Ji Yong como preparar el bote para bajarlo al agua, debían usarlo para llegar hasta la playa.
Desde aquella conversación en el camarote del capitán varias cosas habían cambiado, Ji Yong sentía vergüenza frente a TOP y lo evitaba lo mas que podía, estaba muy arrepentido de todo lo que había dicho, se había mostrado como un debilucho e incluso había llorado igual que una mujer, ya no podía mirarlo a la cara y rogaba en su interior que no le contara aquel suceso a nadie.
Por otra parte Seung Hyun le daba más trabajo a Ji, tareas más pesadas, si volverse útil era lo que quería el Bigbang era el lugar perfecto, allí siempre había algo que hacer. La misma noche después de la conversación con Ji le conto todo a Daesung, este ya se había dado cuenta que el castaño le gustaba a su amigo y le aconsejo darle una oportunidad, no necesariamente sería algo romántico, pero podrían llevarse bien, quizá hasta podían volverse amigos y hacer más amena la espera por la recompensa de Corea. Ciertamente Seung Hyun sentía curiosidad por su huésped, nunca había conocido a un niño rico como él y quería saber más sobre su vida, el mismo lo admitía, estaba muy interesado, pero tenía miedo de que si sabia mas podría sentir cosas más fuertes y después de todo, sus caminos en la vida venían e iban en direcciones muy distintas, no podían ser más que amigos pasajeros. TOP se confesó con su mejor amigo y este a su vez confeso todo lo que le había contado a Ji borracho aquella noche. El mayor no se molesto al saberlo, una pequeña parte inconsciente dentro de él se alegro, ahora Ji sabia porque odiaba a la gente rica, sabía que su antipatía no era hacia su persona en particular si no que hacia todos los poderosos, creía que ahora Ji Yong tenía una mejor impresión sobre él. A pesar de todo le dio un pequeño regaño a Daesung por dejar que el alcohol controlara su lengua, si Ji divulgaba lo que sabía podía empezar rumores que afectarían su reputación.
Lanzaron la escalera de cuerdas para que las personas de raza negra comenzaran a bajar por ella, tendrían que hacer tres viajes para llevarlos a todos y necesitaban dos remeros, TOP envió a Ji Yong y a otro de la tripulación. SeungRi entre risas postulo a Bae para remar, en el barco era el que tenia mas fuerzas en los brazos, pero el moreno se puso de todos colores cuando lo escucho, estaba traumado con las islas como esas y no pretendía acercase aunque le pagaran una fortuna, Ri lo sabía, solo lo molestaba como siempre.
Cuando el bote regreso después del tercer viaje Ji Yong subió la escalera de cuerdas hasta el barco, mientras lo hacía pensó que los brazos se le caerían en cualquier momento, le dolían de una manera terrible y no dejaban de temblar, cuando llego arriba dejo caer sus brazos a sus costados y dio un suspiro aliviado. Todos estaban allí esperándolo, incluso el capitán que llevaba dos petacas de Ron, una en cada mano.
TOP se acerco al otro remero y me dio una de las petacas, le dijo que descansara, el hombre se alejo y después de acerco a Ji Yong, su rostro estaba empapado en sudor, la faena lo había acalorado y se había abierto la camisa hasta la mitad, su piel ya no tan blanca por la exposición al sol estaba brillante.
— Buen trabajo — le dijo Seung Hyun entregándole la botella.
Ji Yong la recibió con un gesto agradecido de cabeza, la abrió enseguida y se la llevo a los labios, tenía tanta sed que no se percato que el capitán seguía mirándolo.
TOP se dio cuenta encantado que Ji Yong tenía una voluntad de acero, mientras bebía noto el temblor en sus manos y a todo lo largo de sus brazos, esa había sido una tarea muy difícil para el castaño y la acepto sin decir nada, sin quejarse ni una sola vez, quizá parte de eso era por orgullo, pero también se necesitaba una gran fuerza de voluntad.
El peli turquesa debió haber tenido una cara de baboso muy notable mientras miraba al otro beber porque SeungRi le dio un codazo a Bae para que lo mirara y Daesung se le acerco para ayudarlo a salir de su estupor.
— Si sigues babeando así harás que el barco se hunda — le dijo muy bajo para que solo él lo escuchara y le puso una mano en la espalda.
TOP parpadeo un par de veces y miro a su amigo, luego a Ji Yong otra vez, el castaño dejo de beber y se paso el antebrazo por la boca para limpiar restos de licor y sudor, después con la palma se limpio la frente, le pareció más bonito que nunca y le dio miedo, se asusto porque aquel sentimiento era más fuerte que antes, Ji Yong ante sus ojos se estaba volviendo una persona realmente interesante y el hecho que fuera tan atractivo solo empeoraba todo.
— ¿Solo los dejaron ahí? — pregunto SeungRi.
— Si, ellos mismo se empezaron a meter entre los arboles — respondió Ji moviendo la tela de su camisa para refrescarse.
— Esta hecho, vámonos a casa… — dijo el capitán cuando al fin salió de su estupor, todos lo miraron — ¿Qué me ven? ¡Vámonos a casa dije, a trabajar!
La tripulación dio un salto y salió corriendo en distintas direcciones, ahora debían recoger el bote y darle la vuelta al barco una faena que tomaba bastante trabajo. Ji Yong planeaba ir tras Daesung para que le digiera que hacer, pero Seung lo tomo de la muñeca antes que pudiera avanzar.
— Tú no, descansa.
— No necesito descansar — se soltó del agarre de un tirón — iré con Daesung para que me dé que hacer.
— Descansa dije, es una orden de tu capitán, no te lo estoy pidiendo.
El menor lo miro con el ceño fruncido, camino dando grandes zancadas y se sentó en la escalera que sube al puente a beber el resto de la petaca, le lanzo una mirada asesina a TOP cuando paso a su lado rumbo al timón.