Las siguientes cinco semanas pasaron sin pena ni gloria. El café los viernes por la noche se volvió una costumbre entre Castiel y Dean, cada semana pasaban horas charlando, cada semana Novak se enamoraba de a poco, cada semana Winchester se sentía aún más confundido. Ambos chicos se miraban cuando creían que el otro no lo notaba, por ambas mentes rondaba la eterna duda de si tendrían una oportunidad con el contrario o si se trataba de un imposible.
El tiempo transcurría rápido, tanto que sin notarlo tenían ante ellos la semana de exámenes. Durante esa semana Cass, Benny y Dean solían pasar sus tardes juntos revisando sus notas y solucionando sus dudas en la biblioteca, de vez en cuando Sam y Gabe -quien para regocijo de Sam amablemente se ofreció a ayudarlo con todo aquello que no entendiera sobre las clases- les hacían compañía por un rato.
Un domingo, pasado el mediodía, justo antes de presentar el último examen, mientras los tres futuros antropólogos repasaban sus notas de la materia que hasta el momento se imponía como la más difícil del semestre, Dean con un claro gesto de cansancio levantó la vista de su cuaderno suspirando.
-Me arte de este lugar, me largo- acto seguido tomó sus cosas mirando a los otros dos. -Guarden todo, nos vamos- dijo en un tono autoritario
-Pero aun no ter…- comenzó a decir Benny
-Nos vamos he dicho- interrumpió Dean tajante cargando su mochila y encaminándose a la salida.
Los otros dos chicos se miraron sin entender la actitud del rubio, sin embargo guardaron sus cosas y lo siguieron.
-¿A dónde vamos?- preguntó Cass al alcanzarlo.
-Ya lo verán- murmuró el de ojos verdes acelerando un poco el paso
-No sé tú, pero yo quiero terminar de repasar esto- dijo Benny levantando un poco la mano en la cual sostenía sus apuntes.
-Nunca dije que dejaríamos de estudiar, es solo que me cansé de estar encerrado.
Benny y Cass se miraron aún más confundidos, sin embargo no preguntaron más, ni siquiera cuando llegaron hasta el auto de Dean y este les indicara que subieran.
Media hora después Dean aparcaba su auto frente a una playa desierta. Era un lugar hermoso, unos metros a su izquierda un rio de agua cristalina desembocaba en el mar, a sus espaldas una franja de palmeras y más allá un espeso bosque que se extendía un par de kilómetros.
El chico de ojos verdes descendió del auto con una sonrisa en el rostro.
-¿No creen que esto es mejor que la biblioteca?
Los dos chicos bajaron del auto con un gesto de asombro dibujado en sus rostros.
-Es magnífico- murmuró Cass
-¿Cómo encontraste este lugar?- preguntó Benny
-Me gusta conducir- dijo Dean encogiéndose de hombros.
-Acuñó el concepto de Mesoamérica en 1943- Desde su lugar en una orilla del río, con el agua hasta las rodillas, Castiel hacía preguntas a sus compañeros.
El cambio de ambiente había sentado muy bien en los chicos, terminaron de repasar sus respectivas notas en lo que consideraron tiempo record, es por eso que ahora se dedicaban a disfrutar del sol y el agua.
-Kirchhoff, Cass ¿Quieres dejar de estudiar y relajarte un rato?- Respondió Dean desde la orilla de la playa, en donde las olas del mar acariciaban sus pies.
-Concuerdo con él- dijo Benny quien trataba de decidir si sería una buena idea entrar al agua.
Cass solo los miró por un segundo con total desaprobación para después volver a mirar sus pies sumergidos en el agua y continuar haciendo preguntas sobre lo que había estudiado.
-Definición de etnocentrismo-
-Creer que tu cultura es superior al resto y tratar de entender al “otro” bajo los parámetros de la cultura propia- Respondió Benny de forma casi automática.
-En verdad Cass, no sigas con eso- dijo Dean acercándose al moreno.
El aludido lo miró desafiante.
- "La Cultura o Civilización, tomada en un amplio sentido etnográfico, es ese complejo conjunto que incluye el conocimiento, las creencias, las artes, la moral, las leyes, las costumbres y cualesquiera otras aptitudes y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad.”
-Definición de Cultura de Tylor. Te lo advertí- En un movimiento lo había hecho caer al río.
De manera rápida Castiel tomó al ojiverde del brazo y lo jaló haciéndolo también caer. Una vez estuvieron los dos en mitad del rio, se miraron desafiantes por unos instantes, pero al momento comenzaron a reír y jugar en el agua como niños pequeños, Benny, que los miraba desde el Impala, no dudó en unirse al juego.
Un rato después, cuando habían dejado de lanzarse agua al rostro y había nadado todo lo que quisiese, Cass, sentado sobre el cofre del auto esperando a que la ropa que llevaba puesta se secara, tarareaba descuidadamente la canción que sonaba en la radio mientras observaba disimuladamente a Dean, quien con el agua del mar hasta la cintura, el cabello desordenado y esa sonrisa tan autentica se veía más guapo que nunca.
La canción terminó y el locutor comenzó a hablar sobre el próximo concierto de una banda cuyo nombre nunca había escuchado.
-Así que no olviden comprar sus boletos, porque les aseguro que se agotaran pronto, si no lo creen aquí una pequeña muestra, “Buscandote” a cargo de la voz del inigualable Luis Ibarra "Dr. Shenka"
Cass prestó atención a la canción ya que el español -al igual que el francés, el italiano y obviamente el inglés- era uno de los idiomas que podía entender a la perfección, y rara vez lo practicaba.
Ha comenzado a llover,
Y con la lluvia no te puedo ver no-no, no-no.
Mojado en la calle burlo mi sombra
Sintiendo la soledad un poco honda.
Y he empezado a entender
Que este orgullo no te deja ser
La que me ame, la que me quiera,
La que por mi toda su vida entera me diera.
Y escuchar y escuchar
El reloj pasando las horas,
Destrozando el tiempo así,
Cada noche que pasa me devora.
Y cada minuto así, estando lejos de ti,
Burlando yo mí sombra, buscándote.
Rasgando en un camino sin destino fijo,
Burlando yo mí sombra, buscándote.
Ay amor, cómo quisiera envolverte en seda
Y darte mil noches como esta.
Cómo quisiera decirte al oído
Que me siento feliz soñando contigo.
Cómo quisiera olvidar mis angustias
Y darte estas caricias mustias.
Cómo quisiera decirte que
He pasado los años de mi vida buscándote.
Buscándote, buscándote, buscándote...
He pasado las noches y los días
Pensando en la alegría que provocas
Cuando te veo pasar, cuando te miro pasar.
Y tú sin nunca voltear atrás,
Sin darte el lujo de observar,
Sin saber que tanto te he buscado
No te has dejado de encontrar.
Y pasado tanto tiempo,
Y mi cuerpo no se cansa.
Y mirándote de lejos,
Cuánto tiempo es el que falta.
Y volar, y volar, mientras van pasando las horas,
Corriendo en toda dirección, causando una revolución.
Refugiado en el silencio de esta absurda situación
Y sintiendo los latidos se me sale el corazón.
Ay amor, cómo quisiera envolverte en seda
Y darte mil noches como esta.
Cómo quisiera decirte al oído
Que me siento feliz estando contigo.
Cómo quisiera olvidar mis angustias
Y darnos estas caricias mustias.
Cómo quisiera decirte que
He pasado los años de mi vida buscándote.
Para la mitad de la canción una sonrisa había aparecido en su rostro, para el final ya se sentía completamente identificado. Era extraño, sabía que Dean le atraía de alguna forma, pero escuchando esa canción la idea de verse un día entre los brazos del chico le había parecido una necesidad. Una de las maravillas de la música, pensó Castiel.
Se marcharon de la playa cuando el sol comenzaba a ocultarse, la sensación de “Hoy fue un buen día” se hacía presente en los tres chicos.
-Me gusta pasar tiempo contigo- Dijo Dean de repente dirigiendo una fugaz mirada a Castiel mientras ambos entraban a su edificio.
Cass no respondió nada, solo miró hacia otro lado tratando de ocultar la sonrisa que apareciese en su rostro.
Los cuatro chicos Novak despegaron la vista del televisor al escuchar la puerta cerrarse tras ellos.
-¿Dónde estuviste todo el día?- Preguntó Anna volviendo la vista a la pantalla.
-Fui a la playa- La sonrisa en el rostro del ojiazul se ensanchó un poco, de manera casi involuntaria comenzó a tararear la canción que escuchase hace un rato por la radio mientras se dirigía a tomar una ducha.
-Cassie ¿Estas cantando?- preguntó un extrañadísimo Gabe más tarde mientras ayudaba a Cass a preparar la cena.
-¿Qué?- preguntó el chico con gesto de extrañeza
-Estas cantando- Afirmó el de ojos miel en el mismo idioma en el que se encontraba la canción.
-Es una buena canción