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Recorrido 'In-seminal'. por Negatto

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Notas del capitulo:

Capítulo 4: 
¡Alola, lectores!
Hoy les traigo un nuevo capítulo de "Recorrido In-seminal", espero que lo disfruten.

Advertencia: Lemon.

A la mañana siguiente Kiawe despertó temprano. A su lado aún seguía el profesor durmiendo, se encontraba de lado esta vez, con una pierna encima del abdomen del menor.

El moreno quitó el muslo del mayor con cuidado, le costó a un principio, era realmente pesado. Al momento de levantarse de la cama su estomagó rugió como nunca antes, no comía hace horas. Exceptuando el esperma del profesor, si es que pudiese contar como alimento.
A causa de semejante sonido Kukui abrió sus ojos, encontrándose con el joven frente a él.
-Alola, pequeño. -Susurraba el profesor sin antes bostezar.
-Alola. -Kiawe permanecía con una cara de muerto.
El mayor recordó no haber alimentado al más joven la noche anterior, sus ojos se abrieron como si hubiese ocurrido una tragedia. Rapidamente se levantó vistiendo sus shorts y sus zapatillas. A este paso el menor ya se encontraba en el primer piso.
Bajó las escaleras tan rápido como pudo, se encontró con el moreno sentado en la mesa de la cocina, miraba por la ventana reposando su cabeza sobre una de sus manos.
-Prepararé el desayuno ¿Quiéres algo en específico?. -Preguntaba el profesor mientras abría el refrigerador.
-Por favor, hazme algo rico. -Kiawe suplicaba juntando sus manos.
-Pero si tuvimos sexo hace unas horas, si volvemos a hacerlo ahora podríamos llegar tarde a la escuela. -Reía Kukui.
Kiawe quedó en duda por unos segundos y luego comprendió por qué el mayor había mal pensado sus palabras.
-¡Me refería al desayuno, profesor!. -Contestaba Kiawe fuertemente ya con sus mejillas sonrojadas.
Kukui reía mientras cocinaba, preparaba una especie de ensalada de bayas. Las tostadas y su café ya estaban listos.

El sonido del timbre interrumpió su momento cercano, Kiawe se dirigió confundido a la puerta del hogar ¿Quién iba a ir a ese lugar retirado a estas horas de la mañana?.
No era nada más que un repartidor, traía consigo una docena de Leche Mu-mu, y distintos tipos de bolsas con cosas dentro.
Kiawe recibió el pedido y firmó un papel que le pasó el repartidor.

-Profesor, llegó una gran cantidad de bolsas, parece ser ropa. Y también una docena de Leche. -Informaba el menor mientras bebía ya una de aquellas.

-Ah sí, es para ti. Encargué todo eso el día que te perdiste en el bosque junto a Charizard. -Decía Kukui ya sentado en la mesa de la cocina sirviendose su desayuno.

-¿Para mi?. -Kiawe sorprendido abría una de las bolsas. En ella se encontraba una camisa color amarilla la cual presentaba un patron de flores, parecidas a las de un Bellossom, el moreno la amó a penas la vió.
En otra bolsa se encontraba un traje de baño, sin embargo, no era de los que acostumbraba vestir. Era demasiado corto, de color celeste con dos rayas blancas a cada lado y un pequeño rayo en la esquina inferior izquierda. No lo convenció mucho la idea, pero no podía decirle eso al profesor, después de todo era un regalo.
En las demás bolsas se encontraban diversos boxers para que pudiese cambiar los que llevaba puesto. Además había una playera térmica a la cual se le podían desplegar las mangas de largas a cortas, en el centro tenía lo que parecía ser una lujosa marca. Kiawe terminó por ver las etiquetas de lo que le había recibido, todo parecía ser de la famosa diseñadora Camila. La conocía por sus apariciones en programas de variedades, al parecer también era lider de un gimnasio en una región lejana.
-No puedo pagarle esto. -Dijo el moreno ahora arrepentido suponiendo tremendo dineral que habría pagado el despreocupado hombre.
-Es un regalo. No te preocupes, conozco a la diseñadora, de vez en cuando viene a Alola por temas de trabajo y siempre nos juntamos a charlar... Cuando eramos más jovenes solíamos ir a la misma escuela de entrenadores. -Kukui contaba sus historias como si fuera un abuelo, al menor le parecía gracioso las raras formas que tenía para comportarse el mayor.
-Prometo pagárselo algún día. -Decía Kiawe sentandose junto al profesor para finalmente digerir algo y terminar con sus constantes rugidos de estómago.

El desayuno era el mismo de siempre, exceptuando la ensala de bayas. Dos tostadas y esta vez, una botella de Leche Mu-mu.
-¿Qué te parece ese tipo de leche?

-Está buena, tiene un sabor distinto a la de antes. -Kiawe bebía poniendo una expresión de satisfacción, le recordaba a la leche que repartía en Kanto.

-Es de un rancho aquí en Alola, se encuentra en la isla de Akala, podríamos ir algún día si así lo deseas. Sin embargo, primero debes graduarte como entrenador pokémon dentro de la escuela. Hoy es la clase de pesca, no olvides llevar una de mis cañas- Kukui le recordaba al menor, solía ser olvidadizo.

El profesor mantenía una gran cantidad de cañas de pescar cerca de la puerta trasera de la casa. Al terminar el desayuno Kiawe vestió sus tres nuevas prendas, hoy estarían en la playa por lo que debía llevar un traje de baño sí o sí y tomó una de las cañas del profesor, en el anzuelo simulaba tener un pequeño remoraid.

-Nos vamos. -Decía el mayor pegándole una ligera palmada al trasero del moreno.

Ambos tomaron rumbo a la escuela como todos los días, esta vez con Litten en los brazos de Kiawe.
-Al parecer te gustó el caprichoso gatito. -Decía Kukui tratando acariciar la cabeza del felino, recibiendo a cambio un rasguño en la palma.
-Creo que usted solamente no le agrada. -Reía el menor ahora acariciando a su nuevo pokémon para que se calmase.
-Debería empezar a acostumbrarse a mi, después de todo está viviendo bajo mi techo.
-Yo me ocuparé de eso. -Kiawe lucía una tierna sonrisa.
El profesor sentía que el menor lo soprendía cada día más, por un minuto podía ser el tipo de persona más adorable del mundo y de un momento a otro un adolescente completamente descontrolado en la cama.

Ambos se encontraban en el bosque a pocos metros de la escuela cuando un murciélago interrumpió su cómoda charla.
-¡Zubat, supersónico! -Ordenaba una joven apareciendo entre los arbustos.
Afortunadamente el movimiento falló. El joven y el profesor no entendían la situación.
-¿Qué es lo qué te pasa? ¡Podrías haberle dado a Litten! -Kiawe se encontraba molesto debido al sorpresivo intento de ataque de la joven.
-¡Estúpido, haz vuelto a fallar! -La tipa ignoraba por completo las palabras del moreno. -Es hora de que hagas algo bien ¿no?. ¡Utiliza absorber!
El pequeño murciélago se movía rapidamente en dirección al Litten de Kiawe, mostrando sus diminutos pero afilados colmillos.
El moreno enfrentó la situación esta vez sin temor alguno, no podía soportar lo mal educada que era la entrenadora frente a él.
-¡Esquívalo, Litten! -Ordenaba raspando su voz. El felino logró evitar el ataque del Zubat enemigo dando un gran salto a su izquierda. -¡Utiliza arañazo en sus alas!.
Acertando un golpe crítico Zubat cayó al suelo, sus alas no podían elevarlo debido a las fuertes heridas que le había dejado el felino.
-¡Ahora, Ascuas! -Ordenaba el moreno para así dar por concluído el combate con dicho movimiento.
El profesor Kukui permanecía a unos pasos de él, había notado como influía el estado de ánimo del menor en relación a los combates pokémon.
-¡Pagarás esto moreno, el team Skull nunca perdona!. -Gritaba la chica escapando con zubat en sus brazos.

-¿Team Skull?. -Ambos repitieron después de extraña escena.
-No le des importancia, ha de ser un juego entre sus amigos. -Kukui sonreía dando palmadas en la espalda del menor felicitandolo por su primera victoria en la región.
-Estuviste excelente. -Kiawe tomaba en sus brazos otra vez al pequeño felino, este lamió una de las mejillas del moreno mostrando sus agradecimientos.

Luego de este extraño suceso, ambos terminaron por llegar a la escuela de entrenadores, esta vez retrasados por veinte minutos.
Lillie, Lulú, Lana y Chris se encontraban en la entrada de la escuela, junto a un tipo alto y delgado de tez bronceada, vestía unos ajustados pantalones de buceo azul junto a unas gafas de natación atadas en su cuello.
-¡Han tardado bastante, pensabamos ya en irnos!. -El tipo de tez bronceada decía acariciando su cuello.
-Lamentamos la demora, un percance imprevisto nos detuvo en el bosque por un momento. -El profesor hablaba por ambos.
-Me presento, soy Marlon, actualmente capitán tipo agua en Akala y hoy les enseñaré cómo pescar pokémon provenientes del del mar. -El alto y bronceado hombre sonreía al terminar su discurso.
Kiawe podía notar que su piel era realmente blanca, cerca de sus oblícuos, que poseía bien marcados, podía notar como había una linea que separaba su claro tono de piel con su tostado color.

-Por favor síganme, damos por comenzada la clase desde ahora. -Marlon se adelantó al grupo y comenzaba por explicar lo básico de la pesca mientras se dirigían a un roquerío cerca de la escuela.
El joven moreno observaba cómo se movía el trasero del alto hombre frente a él, la delgada y elasticada tela llegaba a introducirse entre las nalgas de Marlon.
La expresión de Kiawe no cambiaba, pasaba completamente desapercibido lo atento que estaba a esos movimientos involuntarios de caderas que producía el de pantalones de buceo.

A Kiawe no le animaba mucho la idea de pescar, desde pequeño tenía cierto rechazo al mar y sus pokémon, sin embargo debía pasar todas las clases que imponía la escuela si lo que quería era graduarse para comenzar a desafiar a los capitanes de isla.
Para si mismo no podía negar que ahora le llamaba más la atención la clase debido al tipo alto de redondos gluteos.

Llegando al roquerío Marlon ordenó a todos los alumnos que escogieran una piedra donde sentarse para prepararse a pescar. Lana y Lulú se sentaron juntas en una que parecía ser lisa. Chris en la más alta que había y Lillie en una que se encontraba mas bien lejos del mar.
Kiawe en cambio, decidió sentarse en unas que quedaban lejos de donde estaban sus compañeros, no quería incomodar a los demás por el rechazo que le producían los pokémon de tipo agua.
-Kiawe ¡No podemos verte desde aquí!. -Marlon gritaba desde la roca de Lillie.
El moreno asomó su cabeza para luego saludar, se encontraba detras de una gigante roca que limitaba el paso de la brisa marina.
El profesor Kukui se encontraba sentado en la arena bajo un quitasol que había tomado de la escuela, si bien la clase no la realizaba él, siempre debía estar cerca de sus estudiantes.

Marlon comenzó dando las indicaciones a las tres chicas que se encontraban más cerca de él, luego se le veía enseñándole lo básico a Chris.
- ...Y así es cómo debes tirar si sientes que algo ha picado.
-Gracias, Capitán Marlon. -Chris había comprendido todo perfectamente.

Luego de saltar unas cuantas rocas, Marlon pudo llegar al rincón donde se encontraba el moreno.
-¿Por qué estás tan alejado de los demás, Kiawe?
-Los pokémon de tipo agua no me agradan... -Susurraba el joven, se encontraba sentado con sus brazos rodeando sus piernas.
El adulto despeinó al moreno tratando de subirle el animo. -Todo puede parecerte extraño hasta que te atreves a probarlo.
El moreno concentraba su mirada en el mar sin decir palabra alguna.
-¡Te mostraré lo fácil que es! -Marlon se agachó para tomar la caña de Kiawe que permanecía en el suelo. El moreno no pudo evitar mirar de reojo cómo se marcaban los gluteos del mayor en esa posición.
Con una rápida mirada Marlon pudo notar cómo el menor lo observaba, sin embargo no pretendía decir nada.
-Tienes que tomar la caña de esta forma, apretando aquí puedes hacer que el hilo salga o entre, ajustas la velocidad con estos botones y luego tirar de aquí... -El alto hombre volvió la mirada al menor para encontrarse con la misma imagen que había presenciado antes, los ojos de Kiawe rapidamente cambiaron de dirección desde el trasero del mayor a su cara.
-¿Me estás escuchando?. -Marlon notaba la atención que el menor le brindaba a su trasero.
-¡S-sí! Debo girar aquello y apretar eso... -Kiawe trataba de inventar una respuesta juntando las pocas palabras a las cuales había prestado atención.
-Te lo explicaré otra vez, pon atención ¿Sí?. -Marlon volvía a su posición original dandole la espalda al menor nuevamente.
El alto hombre levantaba sus brazos mientras arqueaba su ancha espalda prepararandose para lanzar el anzuelo, lo que causaba que su trasero sobresaliera aún más.
Kiawe sentía cómo su pene comenzaba a endurecerse. -Ahora no, por favor. -Pensaba mientras trataba de tapar su notoria erección. Debido a lo corto y ajustado que era Su nuevo traje de baño no podía disimular facilmente sus erecciones como antes.
-¿Entendiste cómo?. -Marlon preguntaba sin girarse aún.
-Creo que sí...
Debido a la respuesta el mayor se voltea para darle una mano al moreno.
-Levántate e inténtalo entonces. -El de pantalones de buceo ya había notado la erección del menor.
Kiawe se mantenía arqueado tratando de esconder a su endurecido miembro, tomó la caña a manos del mayor y lanzó el anzuelo lo más lejos que pudo.
-¿A-así está bien?. -Dijo volteandose para esperar una aprovación del mayor. Para su sorpresa, Marlon se encontraba de rodillas posicionando ahora sus manos en las caderas del menor.
-No te concentrarás en la clase si estás así de duro. -Decía el mayor metiendo una de sus manos por debajo del traje de baño del menor, sacando su miembro por ahí. -No es necesario que te los quites. -Ahora tomaba con ambas manos el pene del moreno introduciendoselo por completo a su boca.
Kiawe jadeaba, no creía lo que sucedía frente a sus ojos. Soltaba la caña de pescar con ambas manos para luego llevarlas a la cabeza del mayor.
-Nghh... -El moreno notaba lo bueno que era el tipo para lamer. Con su lengua tocaba puntos que nunca nadie había tocado de esa forma. Cada vez que el mayor retiraba su boca de la polla de Kiawe, realizaba rapidos golpes con su lengua en la cabeza del pene.
-Aghh, eso se siente tan bien. -El moreno disfrutaba cada lamida que el mayor le brindaba por segundo.
-Y eso no es todo. -El mayor se volteaba bajando rapidamente sus pantalones, estos realizaron un excitante sonido al despegarse de la piel de Marlon. -Métela y termina dentro, ya me debo ir. -Decía entre gemidos el mayor que se encontraba con su cara en el suelo abriendo lo más que podía sus piernas dejando a la vista su pequeña entrada.
El menor lamía sus propios dedos para luego pasarlos lentamente por el ano de Marlon realizando movimientos circulares. Sin ningún tipo de lubricante a parte de la saliva esparcida por la entrada del mayor, Kiawe procedió a introducir su grueso miembro dentro del nadador.
-Ahh... Es tan... Grande. -El mayor liberaba pequeños gemidos a medida que el pene del moreno entraba.
El bronceado hombre parecía ser muy estrecho, y esto, combinado con la los rastros de saliva de Kiawe se transformaba en una excitante pero a la vez dolorosa experiencia. El pene del moreno entraba y salía cada vez más rápido, tomaba por la cintura al mayor para darle embestidas más profundas. Silenciosos gemidos provenían de ambos cada vez que el moreno lo penetraba.
Marlon se puso de rodillas aún con Kiawe dentro de él, llevando las manos de este a sus pezones.
-Apriétalos, por favor... -Gemía cerca de las orejas del menor.
Kiawe mantenía sus estocadas mientras llevaba sus manos lentamente hacía los pezones del mayor, recorriendo cada músculo de este.
Llegando al lugar indicado, comenzaba a apretar fuertemente las tetillas de su actual esclavo, tiraba de ellas ferozmente cada vez que penetraba con más fuerza su interior.
De vez en cuando metía sus dedos a la boca del mayor para luego pasarlos por sus erectos pezones.
Los gemidos de Marlon comenzaban a descontrolarse, su punto débil eran sus pezones. Al cabo de segundos, liberando un silencioso orgasmo al oído de Kiawe terminó eyaculando.
El mayor rodeaba el cuello del menor con sus gruesos brazos, se mantenía aún jadeando.
El moreno llevo sus manos de vuelta a la cintura de Marlon para tomar dominio de este, volviendo a penetrar con más fuerza.
El alto hombre de tez bronceada llevaba sus manos al suelo arqueando su espalda y abriendo sus piernas para recibir de mejor manera las embestidas del menor.
Kiawe culminaba el momento con una fuerte y profunda punzada contra el mayor, liberando así su esperma dentro de este.

Al cabo de un par de minutos el mayor volvió a subirse sus pantalones de buceo, esta vez realizaron un fuerte sonido al adherirse a los restos de semen que sobresalían de su entrada.
-Esta parte es más oscura, no te preocupes. -Decía el mayor indicando que no se vería ninguna mancha de esperma incluso si llevase litros de ese líquido entre sus nalgas.
Kiawe arregló su traje de baño, entrando su ya flacido miembro.
-Supongo que es nuestro secreto. -Decía el mayor terminando por ajustar sus pantalones. -No puedo esperar a que vayas por mi prueba en Akala.- Agregaba mientras atravesaba las rocas que denegaban la vista de donde se encontraban.

Kiawe estuvo solo unos minutos recostado sobre una roca mirando el mar, al menos no había sido obligado a nadar ni a pescar.

Cerca de las tres en punto la clase de pesca terminó, liberando combates amistosos entre los estudiantes.
Kiawe ganó dos de los tres en los que participó, perdiendo contra Chris en uno de ellos.
En el combate contra el Bounsweet de Lulú, su Litten demostró haber aprendido un nuevo movimiento, "Lengüetazo".
-Lo haz hecho muy bien este día, pequeño. -Decía Kukui acariciando la cabeza del moreno.
-¡Es todo progreso de Litten, profesor!. -Kiawe se encontraba realmente emocionado después del desempeño de su nuevo amigo.

-El último combate es contra mi. -Interrumpía Marlon con una sonrisa en la cara tomando el brazo de Kiawe. -Vamos a luchar.
-¡Ehh, Eso es injusto! Usted no combatió contra nosotros. -Demandaba Lulú desde una roca.
-Creo que no es justo para los demás que también quieren combatir contra ti, Marlon. -Kukui sonreía irónicamente.
-Kiawe me mostró ser muy bueno pescando, por lo que me gustaría ver si está al nivel de un capitán de Alola en términos de combate. -Marlon sabía como mentir, sus expresiones eran realmente creíbles, hasta Kiawe dudó por un momento olvidando lo que de verdad habían hecho tras las gigantescas rocas.
Kukui hizo una expresión de desagrado para luego dar comienzo a la batalla de Kiawe contra Marlon.
-Bien, la batalla cuenta con las reglas comunes, uno versus uno, el primero en debilitar a su contrincante gana el combate. -Indicaba el profesor. -Pueden comenzar.

-Adelante, Wailmer. -El mayor lanzaba una Buceoball sacando a la redonda ballena.
-Cuento contigo, Litten. -Decía Kiawe mirando a los ojos del pequeño felino.

-La casa ataca primero, adelante Kiawe. -Marlon parecía burlarse del moreno.
-¡Arañazo, Litten! -Indicaba molesto el más joven notando el tono sarcástico del nadador.
El felino se acercó rapidamente a la redonda ballena frente a él y logró acertar el ataque.
-¿Eso es todo lo que tienes? -Reía el mayor. -¡Wailmer utiliza torbellino!.
La esférica ballena levantó un gran chorro de agua girando en su propio eje creando un gran remolino. Tanto Kiawe como Litten retrocedieron ante semejante espectáculo. Wailmer lanzó el torbellino dando un golpe crítico a Litten y atrapándolo en él. El pequeño felino trataba de escapar, pero era inútil.
-¡Litten! -Kiawe gritaba desesperado.
-Terminemos con esto ¡Wailmer, desenrrollar!- Marlon tenía una perfecta sincronía con su gigantesco amigo.
La redonda ballena giró rapidamente elevando arena tras de si. Asestó el golpe efectivo sin problema alguno, se pudo oír un doloroso maullido por parte del felino cayendo debilitado.
-¡No, Litten!. -Kiawe tomaba en sus brazos al pequeño gatito.
-Marlon es el ganador. -Decía Kukui tristemente.
-Aún te falta chico, vas por buen camino. -Agregaba el delgado y alto hombre de pantalones ajustados.
-Tsh... -Kiawe mostró una mirada enfadada debido a la crueldad del mayor contra su pequeño pokémon. Sacó a Charizard de su pokeball para luego montarlo rapidamente e irse volando al centro pokémon más cercano.
-Kiawe, ¡espera!. -Kukui corrió tras de el moreno sin ganar nada, ya se había ido.
-Vaya, creo que aún te falta por educar a uno de tus alumnos. Es una gran falta de respeto dejar a alguien hablando solo. -Susurraba Marlon cerca de Kukui mientras se despedía de los demás niños.

El profesor Kukui dió por terminada la jornada escolar de ese día por lo que todos volvieron a sus respectivos hogares, para así ir en busca del profugo moreno.

Kukui tomó su vehículo que se encontraban a la entrada de la escuela, solía dejarlo ahí ya que prefería caminar por las mañanas. Se dirigió a Ciudad Hauoli, donde estaba el centro pokémon al que habían ido la última vez.

Le tomó poco tiempo llegar considerando la distancia y a la velocidad que arrancó el auto. Entró corriendo, preocupado como nunca antes en su vida. Miró entre la multitud de gente presente a esa hora en el centro pokémon y logró divisar al pequeño y musculoso moreno sentado en uno de los sofás en una esquina del local. El profesor se acercó ya aliviado de haber encontrado a su alumno, aunque él sabía que ya no era un simple estudiante de su escuela, significaba mucho más que eso para él.
-¿Estás bien? -Kukui jadeaba, a pesar de haber llegado en auto la adrenalina estaba presente en su cuerpo.
Kiawe levantó la mirada con una expresión confundida.
-¿Yo? Sí, supongo... afectado está Litten... -el moreno volvía a mirar al suelo. -¿Qué está haciendo acá? Aún es horario de clases...
-Tuve que acortarlas, ya que cierto personaje escapó literalmente volando de sus obligaciones como estudiante. -Decía el profesor sentándose al lado del menor.
-Lo siento... -Se podía ver como una lágrima recorría la cara del menor- ...Es que Litten y, y, y...
El tartamudeo del moreno era sofocado por un reconfortante y cariñoso abrazo por parte del profesor.
-Estará bien, te lo he dicho, es normal... -Decía el mayor dando palmadas sobre la camisa de Kiawe. -No debes preocuparte tanto, los centro pokémon están abiertos las 24 horas del día, pase lo que pase puedes llegar rapidamente a uno con Lizard, ¿No es así?- El profesor secaba las lágrimas del moreno con una de sus manos.

Luego de largos minutos de plática entre ambos protagonistas, la enfermera Joy llamó a Kiawe para que recibiera sus pokeballs.
-Muchas gracias. -Decía el moreno tomando las cápsulas que contenían a su mejor amigo de la infancia junto a su nuevo compañero de la región.
Kukui se acercó a la recepción donde estaba el menor guardando sus pokeballs en un bolsillo interior de su nueva camisa.
Ambos salieron del centro pokémon, ya estaba oscureciendo, el atardecer en Alola era un paisaje digno de una postal, se decía que causaba que todos olvidaran sus problemas por un momento.
-Es hermoso, ¿no?. -Dijo Kukui poniendo su fuerte brazo alrededor del cuello del menor.
-Es perfecto. -Kiawe esbozaba una sonrisa, junto a las lágrimas había liberado todo tipo de pena. El mayor estuvo ahí para consolarlo en uno de sus momentos más tristes. -¿Profesor?
-Dime. -Contestaba Kukui aún contemplando cómo el sol se escondía.
-Muchas gracias... -Susurraba Kiawe abrazando al profesor fuertemente.
El corazón del mayor se detuvo por un momento, era la primera vez que el joven lo abrazaba de esa forma, conmovido por el acto acarició la cabeza del moreno.
-¿Quieres ir a comer? Esta vez cenaremos fuera.
Los ojos de Kiawe comenzaron a brillar, una de las cosas que más amaba era la comida considerada "chatarra".
-¡Por favor, por favor! Antes de venir a Alola leí en un folleto que vendían algo llamado Malasada. -El moreno estaba realmente emocionado por la propuesta del mayor.
-Las malasadas ¿eh? -Rió- están a la vuelta de esa esquina. -Decía Kukui apuntando una calle- Para compensar tu progreso junto al de Litten iremos por unas cuantas.
-¡Que bien!. -Las mejillas de Kiawe se habían enrojecido, y la sonrisa que ahora llevaba enmarcada en su rostro no se la quitaría nadie.

Ambos se caminaron juntos a la tienda esa noche por unas Malasadas. Las luces de los faroles alumbraban las calles tiernamente, nada podía ser mejor

Notas finales:

Y bien, ¿Qué les pareció este capítulo?
Kukui se está dando cuenta de lo que siente realmente, ¿Será eso un problema?.
Díganme que piensan en una review x)
He hecho un dibujo de Kiawe con la nueva vestimenta, pueden verlo en la versión de wattpad con el mismo nombre, ya que amor-yaoi no me deja poner imágenes dentro de los fanfics.

Gracias por leer,

¡Hasta la próxima!

Equipo de Kiawe:

Litten M Nivel: 10
Habilidad: Mar llamas
Movimientos:
-Arañazo
-Ascuas
-Gruñido
-Lengüetazo

Charizard M Nivel: 39
Habilidad: Mar llamas
Movimientos: 
-Lanzallamas
-Vuelo
-Ataque ala
-Golpe roca


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