Capítulo 5.- Esto de ser papá es complicado
Shun también se estaba paseando por la casa hasta las 10 de la mañana que fue cuando le dio sueño, el joven de ojos verdes había estado mirando la televisión y se quedó dormido en uno de los cómodos sillones de la sala. Despertó abruptamente cuando lo que parecía un vendaval llegaba a la casa.
- Despacio Max, no corras por la vida – decía Seiya que se estaba sacando los lentes de sol, tenía en las manos la mochila de su hijo y las llaves del auto
- Me siento bien papi, cuándo voy a poder hacer educación física con mis compañeros?, no me gusta estar sentado en la banca pintando – se quejó el pequeño que se había quedado parado en medio del salón
- Yo creo que en un par de años más, tenemos que esperar un nuevo corazón para ti, y luego tienes que descansar mucho luego de la operación, recuerdas que hablamos de esto el otro día? – Seiya había dejado la mochila del niño en el recibidor y había caminado hasta él, se acunclilló y le acariciaba la mejilla mientras le hablaba, Max le abrazó y le dijo:
- Quiero aprender a montar bicicleta, voy a poder montar bicicleta cuando tenga mi corazón nuevo?
- Si mi vida, luego de mucho tiempo de cuidados y terapias y todas esas cosas, cuando tu nuevo corazón se ajuste a estar en tu cuerpo, si vas a poder montar bicicleta
- Pero papi, a mi me gusta mi corazón – dijo el pequeño llevando las manitos a su pecho, Seiya sonrió y lo abrazó al decir:
- A mi también me gusta tu corazón, pero no está funcionando bien, por eso necesitas uno nuevo, ve a lavarte las manos y luego vamos a hacer las tareas, está bien?
- Si papi
El pequeño corrió hacia el baño y Seiya caminó hasta la mesita del espejo para dejar sus llaves y sus lentes de sol, Shun se puso de pie lentamente y se dio cuenta que él seguía usando pijama, el de ojos verdes no supo por qué esto le molestaba más de lo que debería, Seiya estaba usando unos jeans, botas, una camisa, un suéter, ropa por demás normal pero se veía muy muy bien, tal vez un poco más anchito que lo que lo recordaba, pero no había perdido su sensualidad en lo más mínimo
- Hey… despertaste, sabes que te iba a despertar para ver si querías acompañarme a recoger a Max de la escuela pero, te vi tan dormido que no tuve corazón para hacerlo, aún con el horario de Tokio? - Seiya se acercó a Shun que estaba doblando la manta con la que había estado tapado
- Yo creo que si, lo bueno es que la reunión con los encargados de la obra es mañana, eso me da un poco de tiempo para ambientarme de mejor manera
- Pues si, y ya sabes en dónde es?
- No es muy lejos de aquí, aunque debería ver la ruta de los autobuses o algo, será que rento un auto?
- Yo creo que mejor rentas un auto, línea de autobuses por aquí no hay, no tenemos un auto extra, dependiendo cuánto te vayan a pagar puedes comprarte uno, o si me vas a dejar al hospital te puedes quedar con mi auto, claro que tiene un sticker todo llamativo de iron man, es el favorito de Max
- Iron man? – preguntó Shun todo confuso, no tenía de lo que Seiya hablaba
- Uyyyy Shun, tienes que ponerte al día con los súper héroes de Marvel, mi bebé es Iron man, yo soy el Capitán América, Aioros es Hawkeye, Aioria es Thor, tu puedes ser el Hulk
- El Hulk?
- Tienes que ver las películas, hey… listo para hacer las tareas? – Max regresó a la sala y abrazó la pierna de su padre
- No las podemos hacer después?
- No… primero hacemos las tareas, luego vemos la tele, que tal? – Seiya acarició la cabecita de su hijo y le sonrió
- Y podemos comer pizza en la cena? – propuso el pequeño con una sonrisa
- Quieres pizza?
- Si, y podemos llamar a mi papi Kanon a la cena?
- Claro…
- Hoy llegaba Sorrento, puede venir también a comer pizza?
- Pero por supuesto
- Sorrento?, ese Sorrento u otro Sorrento? – preguntó Shun mirando a Seiya que se encogió de hombros y dijo:
- El mismo, a veces viene él también cuando Kanon ya se ha quedado aquí mucho tiempo, Kanon vino hace como un mes
- No es tanto papi
- Si es, trae tu mochila – Seiya señaló la mochila al pequeño que se fue a traer lo que su papá le había mandado, antes de que Shun preguntara Seiya dijo: - Sorrento es el novio de Kanon, en contra de todo pronóstico se llevan bien, Kanon está tranquilo la mayor parte del tiempo y eso es bueno, él dice que no necesariamente ama a Sorrento pero yo no le creo mucho, pero no me mires así que ya decidí que no me voy a preocupar por eso porque ya no es mi bronca, lo que a mi realmente me interesa es que Sorrento ama a mi bebé y es muy cariñoso con él, Max lo quiere mucho también, aunque eso no me sorprende, mi bebé quiere a todo el mundo
- Te llevas bien con el nuevo novio de tu ex?, en serio?, no pensé que fueras tan civilizado Seiya – dijo Shun con sorpresa
- Aunque no me lo creas me ha tocado serlo, yo quiero mucho a Kanon, lo amé profundamente en su momento por algo me casé con él, juntos decidimos adoptar a Max y… siempre ha sido un apoyo muy importante para mi, es un papá genial y… demonios… ya somos adultos, no podemos estar con niñerías en la vida, no te parece? – Seiya dijo esto en un tono por demás fresco pero… a Shun le pareció que el castaño no estaba siendo del todo sincero, será que aún amaba a Kanon???, de solo pensarlo el corazón de Shun se encogió, a la final Seiya estaba siendo igual de civilizado con él, aunque era algo frío y distante, no como solía ser, su tono, su manera de hablar, el hecho de que no se hubiera acercado lo suficiente para tocarlo siquiera…
- Eso es mucha civilización para mi
- Lo mismo me sabe decir Aioros, él hasta ahora mira mal a Kanon de vez en cuando, pero… lo que pasó no fue su culpa o la mía, nos distanciamos simplemente, él siempre estaba lejos, yo siempre estaba ocupado, las cosas se dan en contra de nuestros mejores propósitos y a veces no hay culpables, no gano nada con guardarle resentimientos, no quiero que mi hijo tenga una mala imagen de su otro papá, a la final Max vive aquí conmigo, y eso es duro para Kanon, él se ilusionó mucho con la idea de ser padre, de tener una familia pero… no todo resulta como uno planea
- Has cambiado Seiya, has cambiado mucho – dijo Shun y lo hizo en serio, frente a él no solo estaba el hombre que conservaba la mirada alegre y la sonrisa sencilla, estaba un hombre que había madurado, que había puesto en perspectiva su vida y sus prioridades, que tenía un hijo y que dejaba de lado todo por su seguridad y bienestar, vaya… eso Shun no se lo había esperado
- Nahhh… solo un poco – respondió Seiya con su característica sonrisa despreocupada
Max vino arrastrando su mochila, porque no la estaba cargando, y con su padre fue a la mesita de la cocina en donde sacó su cuaderno, su cartuchera y demás implementos, el pequeñito tenía que hacer bolitas de papel brillante y pegarlas dentro y fuera de unas circunferencias que su maestro le había dibujado, Seiya lo estaba mirando pero no necesariamente le estaba ayudando, le daba indicaciones técnicas pero él no estaba metiendo mano, el castaño estaba escribiendo algo en varias historias clínicas que había traído a casa, se estaba igualando en sus papeleos aparentemente, Seiya era del criterio de que su hijo tenía que hacer él mismo sus tareas, por lo menos eso era lo que pasaba cuando Seiya estaba en casa, Aioros y en especial Aioria, consentían mucho al pequeño, era a la final el juguete de la casa
Cuando los cuadernos estuvieron recogidos, Max quiso hacer galletas, así que con su padre estaban entretenidos haciendo la masa, Shun los veía y no lo podía creer, supuestamente él también estaba ayudando a hacer las galletas, pero más que ayudar, estaba maravillado mirando a Seiya y a su pequeño hijo. Max le contaba a su papá todo lo que había hecho en la escuela y juntos se reían, Max estaba sentado en el mesón de la cocina y tenía el tazón de la masa en sus piernas, trataba de mover la masa mientras Seiya iba poniendo los ingredientes, pero no, era el castaño el que movía la masa y le ponía pasas a su hijo en la boca, incluyeron a Shun en la conversación, y Max pensaba que el nuevo amigo de su papá era muy simpático, a Shun siempre le gustaron mucho los niños
Un poco entrada la tarde, Seiya llamó a Kanon y le puso a Max al teléfono, el pequeñito lo invitó a cenar y le dijo que tendrían pizza, muy emocionado el pequeño le dijo a Seiya que su papá y Sorrento vendrían en la noche, Shun llamó a pedir la pizza y ayudado de Max, puso los cubiertos en la mesa, a Shun le agradó mucho el niño, era bastante tranquilo para su edad, era muy bien portado porque obedecía sin hacerle muchos escándalos a Seiya, era muy hablador y no se callaba ni un solo momento
Cuando Kanon llegó, Max corrió a sus brazos y luego de abrazarlo y besarlo, abrazó y besó a Sorrento, Seiya estaba ocupado mirando el horno por las galletas, pero salió de la cocina y todo cálido recibió a los recién llegados, Max estaba trepado en Kanon y le estaba contando de su día y de su amigo Sam de la escuela, poco tiempo después llegaron Aioros y Aioria, y cuando ya todos estuvieron platicando alegremente, llegó la pizza
La cena transcurrió sin novedades, fue una comida familiar muy bonita, Shun rió divertido al escuchar como todos ellos se molestaban entre si, esa noche Aioria fue el blanco general de las burlas de la sobremesa, Aioros reía con ganas al poner en evidencia a su hermano menor, y todo estaba normal hasta que Shun sacó del bolsillo de su saco una cajetilla de cigarrillos
- Afuera si vas a fumar Shun, esta es una casa libre de humo – dijo Seiya sin la menor contemplación, Shun se quedó de piedra sin saber cómo reaccionar pero Seiya señaló a Max y Shun entendió las razones
- Ya pegasito, que padre más enojón eres – se quejó Shun pero lo hizo en buen plan, Aioria sonrió y dijo:
- Y espera que te haga escándalo cuando oses traer algún revuelque a casa, así si te arderán las orejas por semanas
- Qué es un revuelque papi? – preguntó Max tomando su vaso de jugo
- Tu tío Aioria está loco, no le hagas caso mi amor, le mostraste a Sorrento los dibujos que hiciste en la escuela? – Seiya le lanzó un pancito a Aioria mientras dijo esto
- No, quieres ver mis dibujos Sorrento?, hice uno de mi papi Kanon y tu – dijo el pequeño con una maravillosa sonrisa en los labios, Sorrento sonrió también y respondió:
- Claro que quiero verlos, me dibujaste a mi?
- Si, pero no tengo el color correcto para pintar tu cabello, pero mi papi Seiya me dijo que me va a comprar una caja de colores más grande que tenga el color correcto
- Que amable de tu papi Seiya – Sorrento le sonrió a Seiya que le sonrió también, Shun pudo ver de primera mano lo que significaba tener una relación civilizada por el bien de un niño
- No lo pudimos ir a comprar hoy porque nos pusimos a hacer galletas, pero mañana si las compramos, hablando de galletas, quieren galletas?, nos quedaron buenísimas – Seiya se levantó y tomó su plato y el de Aioros para llevarlos a la cocina, Aioria también se levantó y empezó a juntar el resto de platos vacío en la mesa
- De chocolate? – preguntó Kanon con emoción
- Pero por supuesto – respondió Seiya encogiéndose de hombros
Shun tomó una galleta y salió al patio para encender su cigarrillo, allí, en la oscuridad de la noche el muchacho de ojos verdes tenía los ojos cerrados y aspiraba profundamente su cigarrillo, todo era silencio hasta que la puerta se abrió y era Seiya el que salía, tenía una galleta en las manos, la rompió en dos y le dio un pedazo a Shun que la tomó y sonrió al decir:
- Desde cuándo eres tan buen chef?, las galletas les quedaron espectaculares
- Aioros es el de la receta secreta
- Que genial, vaya… en serio Sorrento es cariñoso con Max – Shun miró por la ventana al salón y vio a Max sentado en las piernas de Sorrento, el antiguo caballero de Poseidón miraba con una sonrisa en los labios los dibujos que el pequeñito le estaba enseñando
- Si… eso si, Shun quiero preguntarte algo y no quiero que me lo tomes a mal – dijo Seiya muy serio, eso tomó a Shun de sorpresa, frunció el ceño y dijo:
- Pregúntame lo que quieras que no me lo voy a tomar a mal
- Ok., qué es lo que estás haciendo aquí?
- Ya te lo dije, vine porque Saori me lo pidió – contestó Shun todo serio y aplastando el cigarrillo que fumaba con la bota
- Ajá… qué es lo que en serio estás haciendo aquí?, y por favor no insultes mi inteligencia recitándome lo de: “Saori me lo pidió y heme aquí”
- Esa es la verdadera razón, por qué más habría yo de venir aquí? – Shun se cruzó de brazos y miró a Seiya que meneó la cabeza, suspiró y algo iba a decir pero no pudo porque la puerta de la terraza se abrió dejando salir a Max que alzó sus brazos, Seiya lo cargó y le besó la mejilla al decir:
- Hace frío pollito, vamos adentro
- Papi Kanon ya se va
- Kanon se va?, no que Max iba a dormir con Kanon hoy o yo entendí mal? – preguntó el muchacho de ojos verdes algo confundido
- Ese era el plan original pero… me cambiaron el turno y mañana tengo el turno de la mañana, créeme, ese es un muy buen cambio – contestó Seiya con un suspiro y besó a su hijo en la mejilla, el pequeñito se acurrucó en el pecho de Seiya y cerró los ojos, era una imagen muy tierna, el amor incondicional de los hijos a los padres, es algo que Shun nunca tuvo y que le encantaría tener
- Por lo menos no tienes que amanecerte en el hospital – dijo Shun apreciativamente y tratando de hacer conversación casual con Seiya, no le gustaba lo que el castaño había dicho
- Exacto, vamos a decirle adiós a papi Kanon – Seiya entró y efectivamente Kanon se estaba poniendo su abrigo, Max lo abrazó y le hizo prometer que iría a recogerlo al día siguiente en la escuela, Kanon no podía pero Sorrento si, así que quedaron en que Sorrento lo iba a llevar al hospital, al día siguiente Seiya tenía turno desde la mañana hasta la noche, pero Aioria tenía turno hasta el mediodía, allí esperaría a Max y lo traería con él a la casa
Esa noche Max estuvo tosiendo un poco, el pequeñito estaba algo quejoso mientras Seiya le estaba tomando la temperatura y escuchaba sus pulmones, Aioria también se estaba paseando por el cuarto del pequeño, Shun pudo ver de primera mano lo que una simple tos en el niño ocasionaba en todos los adultos, Aioros dijo que sería conveniente hacerle una nebulización y acostarlo, Shun había estado en aquella casa un día, pero se le encogió el corazón al ver al pequeño usando una mascarilla para respirar, Seiya estaba sentado a su lado y lo tenía acomodado en su pecho mientras le leía una historia, Aioros miraba la evolución de la nebulización y cuando el medicamento que pusieron se consumió, el mayor retiró la mascarilla del rostro del niño y volvió a escuchar su pecho
- Yo creo que estás bien, solo ya no te muevas mucho, dale su medicina, arrópalo y descansa, los dos necesitan descansar – Aioros le acarició los cabellos al niño que abrazó a Seiya y cerró los ojos, el castaño se acomodó de mejor manera en la cama e hizo una seña para que su maestro apagara la luz al salir
- No te preocupes Shun, ese pequeñito es más fuerte de lo que parece, estará bien, no fue una crisis muy severa, no es necesario llevarlo al hospital y Seiya se va a quedar con él – dijo Aioros caminando con Shun por el pasillo hacia su habitación
- Y si Seiya no está en casa?
- Eso es lo bueno de que nuestro pequeño paciente viva con 3 médicos, alguno de nosotros siempre está en casa, Aioria es cirujano pediatra, yo soy cirujano general, y Seiya es internista, Max no podía estar en mejores manos, ve tranquilo a dormir
- Hasta mañana Aioros, y siento preocuparme pero es que… Max es tan pequeñito… - a Shun siempre le gustaron los niños, a su criterio era una broma muy cruel del destino que existieran enfermedades congénitas como la de Max
- Si, y eso que lo conociste luego de muchos años de cuidados, buena alimentación y el cariño de todos nosotros, en especial de Seiya, si lo hubieras visto cuando llegó a esta casa… ese niño hubiera muerto sin remedio, pero la paciencia, fuerza de voluntad y amor de Seiya lo tienen bastante estable, pero si necesitamos un corazón nuevo y pronto – Aioros suspiró cuando dijo esto
- Qué tan pronto?
- 6 meses – el castaño lució serio cuando dijo esto
- Solo 6 meses??? – Shun lució horrorizado ante el prospecto, y si él se horrorizó por ello no quería ni pensar en lo que sentían los caballeros que vivían en aquella casa
- Tenemos nuestros contactos con el gobierno pero siempre estas cosas tardan, esperemos que lo consigamos pronto, ánimo Shun y no te preocupes más de la cuenta porque hay que tener confianza en que Max va a estar bien – Aioros le sonrió paternalmente y le palmoteó suavemente la espalda, ese pequeñito tenía ese don, se hacía querer sin proponérselo siquiera
Shun llegó hasta su habitación y estuvo mucho rato sin poder dormir, no era muy tarde, era más bien temprano cuando Shun salió de su habitación y empezó a caminar como alma en pena por el pasillo del segundo piso, pasó por la habitación de Max varias veces, en una de esas veces abrió la puerta tratando de no hacer ruido y sonrió al ver a Seiya acomodado de ladito, abrazaba a Max que estaba acomodado en dos almohadas y dormía también acurrucado en el pecho de su padre
La vida le había puesto un reto a Seiya, pero el castaño estaba feliz por ello, amaba a su hijo más que a su vida misma y al verlos así dormidos, Shun se convenció una vez más de que eso era lo que necesitaba, eso era lo que quería, quería amar y ser amado, quería tener una familia, una pareja, hijos… él quería lo que Seiya tenía, lo quería con desesperación, y al pensar en ello sonrió, su tiempo en Grecia podría traerle más de un cambio en su vida…