Esa mañana, luego de haberse limpiado los restos de sangre y semen salio como una fiera de la habitación real. Poco le importaba el dolor en sus caderas al caminar, debía largarse de allí cuanto antes y para eso debía primero encontrar a su hermano y hablar con el.
No golpeo la puerta y simplemente entro a la oficina en donde su hermano ya se encontraba adelantando el trabajo para el Maou. Solo dijo lo necesario y sin entrar en detalles pidió a su hermano que se ocupara delos papeles para romper el compromiso oficialmente, así lo hizo y en tan solo una hora Wolfram tenia frente a si aquel papel el cual firmo con rapidez dejando el resto en manos de su hermano mayor Gwendal.
Así fue como se alisto y se despidió de todos en el castillo. La primera fue su pequeña hija la cual le despidió ocultando las lagrimas que se escapaban de sus ojos. Siguió su hermano con su típica sonrisa y luego su madre que estaba en total desacuerdo con la elección de su hijo. Solo le había dicho que se marchaba a sus tierras ya que el compromiso había sido roto por el mismo, no dio y no quiso dar mas detalles del verdadero motivo del porque se marchaba, simplemente no podía decirlo. Quería olvidar todo lo relacionado con esa noche y así lo haría, lo olvidaría todo y buscaría la felicidad.
El ultimo fue su hermano mayor de quien se despidió de el en la puerta del castillo, para su mala suerte aquel al que no deseaba ver apareció frente suyo pero su hermano se ocupo de llevárselo y así pudo marcharse. Subió a su caballo y junto a sus escoltas emprendieron galope hacía las tierras Bielefeld.
— ¡Excelencia! Debemos regresar al castillo, el pueblo esta demasiado lejos y la tormenta ya esta sobre nosotros.
No. No iba a regresar al castillo aunque el cielo se cayera sobre el. No le importaba aquella repentina tormenta que se estaba formando sobre sus cabezas, no le importaba otra cosa mas que alejarse y dejar todo su sufrimiento atrás.
— ¡No regresaremos! Seguiremos adelante y buscaremos refugió en el pueblo mas cercano. — Dicho eso continuo a todo galope siendo seguido por sus soldados.
¡Maldita tormenta! Había aparecido de la nada, el día estaba totalmente despejado y perfecto. Sin señales de lluvia pero apenas atravesaron las grandes puertas del reino una molesta nube comenzó a desatar la fuerte tormenta que ahora estaba sobre ellos.
Cuanto mas se alejaban mas fuerte y violenta se volvía la cosa. El viento se ocupaba se azotar los arboles, la lluvia mojaba la tierra haciendo que esta se volviera mas difícil de pisar y por ende los caballos comenzaban a descender su marcha, aun así el principie continuaba exigiendo a su caballo sin importarle nada. Grabe error, pues el pobre animal continuaba galopando hasta que bruscamente se detuvo haciendo que su jinete cayera de su lomo.
Un fuerte rayo había caído sobre uno de los arboles provocando que este terminara cayendo a un lado del camino, justamente delante del caballo. El trueno junto al árbol cayendo fueron suficiente para que un brusco parón hiciera que Wolfram perdiera el control sobre el animal y terminara cayendo.
— ¡¡¡Excelencia!!!
Gritaron los soldados al ver como su comandante caía del caballo. Con gran rapidez bajaron de sus animales y fueron a socorrerle observando como los dorados cabellos del Wolf se bañaban en un oscuro rojo. Se había golpeado con fuerza la cabeza y ahora estaba inconsciente sobre el lodoso suelo de tierra. Sin perder tiempo uno de los soldados lo cargo con cuidado, y mientras otro se ocupaba del caballo regresaron sobre sus pasos hacía Pacto De Sangre.
Al llegar los soldados de turno le recibieron con gran preocupación al ver como regresaba la tropa. Un fuerte grito se hizo presente demandando la presencia de Gisela, era la voz de Conrad que al ver a su pequeño hermano con la cabeza bañada en sangre no dudo en tomarlo con cuidado y cargarlo hacía la habitación del menor.
En cuestión de minutos se encontraron allí y lo deposito sobre la cama, la sargento no tardo en ingresar y pedirle que la dejara a solas con el rubio, cosa que molesto a Conrad pero bien sabía que en esos momentos no podía ser de ayuda. Salió de la habitación muy a su pesar dejando que la peliverde se ocupara de todo.
Una de las sirvientes entro sin llamar en la oficina del rey, captando de inmediato la atención de los presentes. Cherry, Gwendal, Günter y Yuuri salieron corriendo al recibir la noticia tan desagradable, Wolfram se encontraba mal herido e inconsciente. Al llegar y notar la presencia de su padrino el moreno no tardo en preguntar lo que pasaba pero solo recibió una negación por parte del castaño dando a entender que no sabía que estaba pasando dentro de la habitación.
Todos se encontraban alterados e impacientes por saber el estado del rubio, mas cuando Gwendal perdió la poca paciencia que tenia e intento abrir la puerta, estas se abrieron dejando ver a la peliverde.
— Su excelencia Wolfram... El sufrió un grabe golpe en la cabeza y perdió mucha sangre. Ahora se encuentra inconsciente pero fuera de peligro, solo hay que esperar a que despierte y ver como se siente. — Explico la mujer dejando un aire de tranquilidad en los presentes.
Mas el pelinegro se encontraba un algo alterado, su mente estaba completamente en blanco y su corazón no dejaba dolor. Podía sentir como si algo se estuviera clavando una y otra vez en el centro de su pecho provocando el fuerte dolor, su rubio se encontraba fuera de peligro pero todo había sido su culpa. Sin tan solo no se hubiera comportado como un idiota la noche anterior nada de esto hubiera pasado, sin tan solo pudiera aceptar lo que sentía Wolfram no estaría en esa cama con su cabeza vendada y sin poder despertar.
Una semana había pasado y no despertaba. Si bien se encontraba en fuera de peligro y la herida ahora era solo un pequeña cicatriz que Gisela se ocupaba de curar día a día. Wolfram seguía sin despertar, Yuuri estaba cada vez mas preocupado deseando que despertara, quería volver a ver esos ojitos verde llenos de furia, quería hasta escuchar como le llamaba Enclenque pero su rubio seguía sin despertar.
¿Por que?... ¿Por que tuvo que ser tan idiota? ¿Por que no pudo aceptar antes lo que sentía y no haber usado a Wolf como si de una puta se tratara? El arrepentirse ya le era en vano, hiciera lo que hiciera no podía regresar el tiempo. Wolfram viviría siempre con esa deshonra.
— Wolf... Despierta por favor, necesito disculparme contigo... Decirte que me perdones y que... Que te amo, Wolfram. — Lo amaba, no tenía dudas y ya no lo negaba. Lo deseaba y lo amaba con locura, quería estar a su lado por el resto de su vida, cuidarlo y mimarlo para que olvidara todo el daño que le había causado. — Vamos Wolf... Abre tus ojitos amor.
Y así lo hizo. El rubio se removió un poco parpadeando para acostumbrarse a la luz de la habitación. Yuuri no pudo evitar abrir sus ojos de par en par lleno de emoción por ver como su amado despertaba, pero para desgracia toda su emoción se convirtió en sorpresa sorpresa por lo que estaba pasando.
— ¡¿Quien mierda eres tu?! — Grito el rubio dándole un fuerte empujón al pelinegro que se encontraba sentado en su cama. — ¿Como te atreves a entrar a mi habitación? ¡¿Quien te crees?! — Continuo gritando en tanto el moreno se ponía en pie. Wolfram lo imito, bajo de la cama y tomo su espada desenfundando esta y apuntando al monarca. — Te matare por...!!
— ¡Wolfram! — Fue interrumpido por el castaño que había entrado en la habitación sin aviso alguno. — ¿Que haces?
— ¡Weller! ¿Como dejas que cualquiera entre al castillo? Este sujeto entro en mi habitación, lo matare por atreverse a entrar. — Hablo el ojiesmeralda mas furioso que nunca por dicha intromisión.
— W-Wolf... ¿De que hablas? Soy Yuuri, soy tu prometi-!!
— ¡¿Que esta pasando aquí?! — Interrumpido el mayor de los hermanos. — Wolfram, baja esa espada. Conrad trae a Gisela. — Ordeno y ambos hermanos hicieron caso a lo dicho.
— Hermano. Arresta a este sujeto por entrar a mi habitación.
—Wolfram. Este sujeto es el Maou se Shin Makoku. — Hablo el general obteniendo una clara mueca de desconcierto de su hermano menor. Y antes de que pudiera decir otra palabra la peliverde entro a la habitación sacando a todos a fuera como de costumbre. Para la mala suerte de todos la mujer no sabía que estaba pasando, Wolfram se encontraba en perfecta condición al igual que su memoria, recordaba todo y a todos... menos al rey del lugar.
Eso fue lo que explico una vez salio de la habitación dejando a un Yuuri completamente perdido en sus propios pensamientos. Wolfram no le recordaba, no sabía quien era y había olvidado todo lo relaciono con el. Había sido borrado de la mente de quien amaba.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español