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Un Paraíso Infernal. por Thamal

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Notas del capitulo:

¡Algo corto! Demasiado... lo se~ Pero no tenía mucho imaginación y no quería dejarlos sin Capitulo. Aun así el proxima ya comienza lo bueno(? 737r  y prometo sera mas largo.

Sin mas~ ¡A leer! <3

 

¿Por que tenia que pasarle eso a el? ¿Por que de todas las personas en el castillo tenia que haber sido el quien presenciara esa escena? ¡¿Por que el?! Ah, si. Era porque esa era SU habitación, no había manera de evitar ver "Aquello" cuando "Aquello" había pasado en su habitación. ¿Y que era "Aquello"? Pues "Aquello" era nada mas ni nada menos que su prometido, el orgulloso Mazoku de fuego... masturbándose mientras repetía incansablemente el nombre del moreno. ¿Por que tenia que a ver visto aquello?


 


Ahora no podía quitarse esa maldita imagen de cabeza, y no iba a ocultar que Wolfram era jodidamente hermoso y mucho en esa situación pero... ¡Era un hombre! El, Shibuya Yuuri debía de sentir asco por lo visto pero no, tanto su cuerpo como mente sentía algo completamente diferente al asco o cualquier sentimiento desagradable... El estaba sintiendo como su cuerpo no bajaba de temperatura, sentía algo en su entrepierna palpitar y sabía a la perfección lo que era. Su mente repetía una y otra vez aquella imagen del demonio, su dulce voz entre cortada por los gemidos y su respiración agitada por auto satisfacerse. ¡Aahg! Aunque lo quisiera no podía dejar de pensar en ello.


 


Así fue como sin darse cuenta termino nuevamente frente a esas puertas de robles que lo separaban de sus aposentos y su prometido. Estaba ahí parado y dudando de si entrar o no, si entraba no sabía que decir o hacer, seguramente lo mejor hubiera sido dar la vuelta e ir a dormir a cualquier otra habitación del castillo pero sus pies estaban en contra de ello y sin poder detenerse termino cruzando aquellas puertas cerrándolas detrás de el.


 


Allí estaba, sobre la cama y mirándole fijamente. El pelinegro trago saliva, tenia un problema entre sus piernas y seguramente Wolfram lo vería, o peor aun, Wolf lo sentiría si dormían en la misma cama. Quería escapar, dar la vuelta y salir nuevamente huyendo pero sus pies no se movían, su espalda estaba contra la madera de la puerta y su vista clavada en algún lugar de la apenas visible habitación. En ese momento solo la voz del rubio le saco del trance en el que se encontraba.


 


— Yuuri... Ya es tarde, mejor acuéstate y duerme.


Fueron sus únicas palabras antes de girarse y darle la espalda al monarca. Yuuri que se encontraba algo mas despejado hizo lo que nunca pensó hacer, aun así el solo se dejaba llevar por ese deseo que tenia oculto en su interior. Seguramente se arrepentiría al amanecer pero luego se preocuparía de ello, ahora solo quería disfrutar de lo tenia ante sus ojos.


 


Termino por subir a la cama, se acerco al cuerpo contrario y girando este se coloco encima del ojiesmeralda que le miraba algo sorprendido por la reacción del Maou, aun así de sus labios no salia palabra alguna. ¿Como hacerlo si sus labios estaban siendo apresados por otros? Yuuri se encontraba besandole, algo torpe por su falta de experiencia pero no dejaba de ser un beso. Un beso que recorría por el resto de su vida, el primer beso de ellos.


 


Ya tenia aceptado que su amor nunca sería correspondido. Wolfram se había rendido desde hacía algún tiempo y ahora todo le era recompensado. Todo ese amor estaba siendo correspondido, su Yuuri le estaba besando y bien sabía que no haría aquello al menos que así lo deseara. ¿Ese beso significaba que lo amaba? Quería saber, quería preguntar pero en esos momentos sus labios estaban ocupados correspondiendo los frenéticos besos del pelinegro, dejaría las preguntas para después y solo disfrutaría de ese momento de amor.


 


Al menos eso es lo que pasaba por la mente del rubio, porque el de cabello negro no pensaba en nada. El simplemente estaba siguiendo sus deseos, quería poseer aquel cuerpo bajo el suyo y nada mas. Para el no había amo, solamente un deseo carnal de volver a escuchar esos gemidos y ser el responsable de ellos.


 


Sus manos inexpertas comenzaron a bajar acariciando aquella fina tela rosa y cuando llego al final de esta sus manos se adentraron tocando por primera vez esa piel porcelana tan suave, tan perfecta. Si el tocarle se sentía bien, el besar y probar el sabor del rubio era mucho mejor. Sus labios habían terminado desviándose de los contrarios para así apoderarse del cuello del rubio. Podía jurar que sabía a miel, el sabor de su piel era algo que le estaba fascinando y seguramente no dejaría de probar durante toda esa noche.


 


Las ropas comenzaron a sobrar, molestaban ante el contacto de sus pieles y rápidamente desaparecieron quedando por sobre el suelo y la cama. El moreno se había ocupado lanzar aquel camisón a la otra esquina de la habitación contemplando así el cuerpo casi desnudo de su prometido pues este aun tenia la diminuto ropa interior que usaban todos los nobles, pero aunque tuviera aquella prenda aun cubriendo algo de su cuerpo podía notar como se encontraba en la misma situación que el, con algo latente y preso en esa diminuta tela.


 


Por otra parte el rubio había arrancado aquel Gakuran negro y estaba por continuar con la camisa cuando sus manos fueron detenidas y atrapadas por los ajenas. Ahora sus manos se encontraba presa y sostenidas por encima de su cabeza mientras los labios del moreno comenzaban a pasear nuevamente por su cuello, siguiendo su camino fueron bajando por su pecho hasta terminar en su abdomen en donde repartían lamidas y alguna que otra mordida que se le escapaba al pelinegro.


 


Wolfram se encontraba en el paraíso, su cuerpo había subido de temperatura y comenzar a restregarse contra el de su amado, podía sentir su miembro pidiendo atención y deseaba que su monarca se la diera pero aquello nunca paso, si bien la única prenda que tenia desapareció solo fue para dejar paso al dolor mas grande que su cuerpo pudiera sentir.


 


De una sola estocada, el miembro del moreno entro en aquella estrecha cavidad y tan solo un grito desgarrador se escucho.


 


No había placer alguno para el rubio en aquello, sus ojos estaban cristalizados por las lagrimas que no dejaban de bajar por sus mejillas, su cuerpo estaba siendo destrozado por aquellas bruscas embestidas que solo le daban dolor, y el su amado no se daba cuenta de aquello... o poco le importaba.


 


Lo intentaba, intentaba hacer que se detuviera, su voz pedía a gritos que lo hiciera pero era ignorado. Con sus manos presas poco podía hacer, la fuerza del pelinegro era mayor. Su cuerpo no dejaba de retorcerse del dolor que invadía su recto, cada segundo le parecía in infierno... Aquel paraíso de había vuelto el infierno para el rubio lleno de dolor, un dolor que su ser amado le causaba y no detenía pues al parecer el si lo estaba disfrutando.


 


— Desagradable. — Esa sola palabra había sido suficiente para que Wolfram se rompiera por completo, no tan solo su cuerpo se encontraba destrozado, ahora su corazón estaba hecho pedazos dentro de su pecho. — Completamente desagradable...


 


Y se marcho. El pelinegro había abandonado esa habitación dejando al rubio completamente destrozado sobre la cama. Su cuerpo había sido usado, desechado como si de una puta se tratase. Su corazón estaba roto en miles de pedazos que nunca volvería a unir, se había entregado al ser que mas amaba y este solo había descubierto lo desagradable que era estar con un hombre. ¿Que mas necesitaba Wolfram para romper con todo aquello? ¡Nada! Eso había sido suficiente para que todo su mundo se destruyera, no sería la puta del rey, no pensaba seguir con ese maldito amor que solo le causaba dolor.
Notas finales:

Si les gusto un Reviews se agradece, comentarios y sujerecian son tomados en cuentas ya que siempre ayudan a mejorar.

¡Un besito y Pai Pai!


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