Naruto ya no podía más.
Quería que ya naciera su hijo.
Cada día se sentía más cansado; sus pies dolían horriblemente y ya no podía mantenerse de pie. Y aún le faltaba un mes.
—Ya llegué— sasuke entró a la habitación de invitados. Naruto yacía acostado mirando la televisión.
—Bienvenido— respondió al besó de su amado esposo.
—¿Cómo te siente?
—Muy cansado.
—...— no entendía porque Naruto estaba cada vez más agotado. Deidara nunca estuvo a tal grado cuando esperaba a Sasori.
—¿Cómo te fue?
—Acabamos de cerrar un negocio con los Nara.
—Ya veo...
—¿Cenaste?
—Mikoto-san me trajo la cena.
—Me alegro. Voy a ducharme— le besó la frente.
Naruto asintió y vió a su esposo alejarse rumbo al closet.
Después de la boda se habían quedado, provisionalmente, en la mansión Uchiha a vivir mientras nacía su pequeño. Pues Sasuke temía que algo le pasará estando solo en la casa en la que vivirían.
Sasuke secaba su cabello cuando vio a Naruto moviendo sus pies. Tomó la crema y se sentó a los pies de su rubio; vertió un poco de la crema y comenzó a masajear los pies de su esposo.
—Gracias...— susurró apenado. Sasuke era muy considerado con él. Siempre cuidandole. Siempre amándolo.
Sonrió al ver el sonrojo de su esposo —Te amo, dobe.
—¡Teme! ¡No me llames así!— gritó y le tiró la almohada.
—No hagas esfuerzo, te p...
—Aghh.
—¿Naruto?
—mummm— apretó fuertemente la almohada.
—¿Naru?— se preocupó por su esposo. Se miraba pálido.
—Duele... Duele mucho— se quejó aferrándose a la almohada.
Se preocupó al ver la mancha húmeda en las sábanas naranja —Trata de respirar. Iré por ayuda— corrió y salió de la habitación —¡Mamá. Sai! Rápido.
—N-No me dejes— gimió aterrado.
Sasuke corrió con su esposo después de avisarle a su madre. Ella ya estaba llamando a la ambulancia y Sai corría a la casa Namikaze —Vamos.
Asintió y se levantó, el dolor era insoportable pero tenían que salir de allí. Una camilla no cabría por la puerta.
Minato entró corriendo y ayudó a Sasuke, mientras que Gaara y Sai tomaba las maletas que habían preparado para ambos.
Cuando la ambulancia llegó, acababan de llegar con Naruto a la puerta. Rápido lo cargaron a la ambulancia.
———
—No puede pasar.
—¡Es mi esposo!— gritó fuertemente.
Sai tuvo que detener a su hermano antes de que hiciera alguna tontería —Sasuke. Detente. Tienes que ser fuerte y esperar por tu esposo e hijo.
—Pero...
—Deja hacer su trabajo a los doctores— advirtió Tsunade.
—Tú tenías que estás allí— reclamó enojado.
—Era mi día libre. Estoy muy tomada para trabajar. No es ético. Ahora todos calmados. Shisune es una excelente doctora. Naruto está en excelentes manos.
———
¿Cuantas horas habían pasado?
Aún no sabía nada de sus amores ¿Y si les había pasado algo?
No. Naruto era fuerte. No les iba a pasar nada.
—Tranquilo, sasuke.
—¿Y si le pasa algo, mamá?
—Mi nuero es fuerte. No lo dudes— abrazó a su hijo.
Kushina y Minato caminaban de un lado al otro.Ya habían pasado dos horas y nada.
Para esos momentos, Ino y chouji ya habían llegado, al igual que los Hyuuga y Nara.
—Familiares de Uchiha Naruto.
—Es mi esposo— Sasuke corrió hacia la pelinegra —¿Cómo están?
—Saludables. No hubo complicaciones.
Todos suspiraron aliviados.
—Puede verlo una persona. Los...
—Ve de una vez Sasuke— Tsunade empujo al pelinegro interrumpiendo a su colega.
Sasuke siguió a la pelinegra. Subieron varios pisos en el elevador y llegaron a la habitación 503.
—Les daré unos minutos.
Asintió y entró a la habitación —...
—Eran dos— sonrió Naruto cargando a uno de sus bebés.
—...— estaba en shock observando a su esposo con dos bebés ¿Dos?
—¿Sasuke?
—...
—Sasuke— su esposo estaba llorando. Se le encongio el corazón verlo así —Ven...
Se limpió las lágrimas y se acercó a su esposo.
—Es varón y un doncel. Jeje uno es idéntico a tí.
Sasuke cargo al bebé que le entregó su esposo. Era pelinegro y se le notaban las lindas mariquitas heredadas de Naruto.
—Es el varoncito— susurró mientras cargaba a su doncel.
—Es hermoso— acarició los regordetas mejillas.
—Sí. Él es el doncel— enseñó al bebé. La escasa cabellera era rubia.
—Es idéntico a tí.
—Sí— le besó las regordetas mejillas.
—¿Elegiste su nombre?
—Aun no.
—¿Nuestro varón seguirá con el mismo nombre?
—Sí. Menma Uchiha.
—Menma— susurró Sasuke arruñandolo —¿Entonces nuestro doncel?
—Elige el nombre Sasuke. Yo elegí el de menma. Es justo que lo elijas.
—Entiendo...
Sonrió a su esposo.
Vaya sorpresa se llevó cuando la doctora le anunció a su segundo hijo. Jamás imaginó esperar dos bebés. Ahora entendía su gran vientre y las patadas irregulares.
—¿Qué te parece Takara?
—Es hermoso— sonrió maravillado —Takara Uchiha.
El pequeño Takara bostezó y se aferró del dedo de su padre doncel.
——————
—¿Cómo es?— preguntaron al ver llegar a Sasuke.
Sonrió —Mejor dicho, cómo son. ¡Son dos! Un varón y un doncel.
Kushina y Mikoto se miraron y gritaron como locas.
—Tsunade.
—Quería que fuese sorpresa— sonrió victoriosa — Además, Madara me debe dinero.
—...
—————
Namikaze y Uchiha, corrieron al pabellón cuando shisune les informo que los bebés habían sido llevados a los cuneros.
—Son preciosos.
—Es idéntico a Sasuke/ es idéntico a Naruto— concordaban las abuelas.
Gaara observaba con curiosidad a los bebés. Para él, eran idénticos a Naruto. Aún seguía sin creer que ese rubio escandaloso y animado fuese su hermano.
—¿Gaara?
—¿Crees que todo salga bien, sai?
—Por supuesto— le acarició el vientre y besó la frente de su prometido —Mañana mismo le daremos la noticia a la familia.
—Espero mamá lo tome bien.
—...— trago en secó. Esperaba que su futura suegra lo tomara bien. Aún recuerdo lo que vivió Itachi por Deidara... Bueno, aquello fue culpa de ambos y las hormonas locas a los 14.
—————
Los gemelos Uchiha llegaron alegrar a las familias. Para las abuelas, los angelitos eran idénticos a sus retoños de bebés.
Naruto fue dado de alta al tercer día y pretendían ir a su casa, pero no le dejaron. Qué no podía estar solo con los niños y recién operado. Así que terminaron en la mansión Uchiha.
—Tranquilo. Papá está aquí— susurró Sasuke arrullando a Menma.
—¿Sasu?
La voz dormitada de su esposo le hizo girarse —Duerme. Yo me encargo.
—Pero mañana...
—No iré. Itachi y Sai me cubrirán esta semana.
—Pero...
—Duerme. Yo me encargo de ellos.
El rubio asintió, cerró los ojos y volvió a dormirse.
Sasuke regreso la mirada a Menma, ya estaba profundamente dormido. Con sumo cuidado depósito a su pequeño hijo en la cuna.
Regreso a la cama y observó a su amado esposo dormir.
Amaba a Naruto.
—Gracias Sakura. Gracias a tus tonterías conocí al amor de mi vida.
Besó la frente de su esposo y se acostó a su lado.
—Sasu...
—Te amo, Naruto.
.
Mientras Sasuke abrazaba a su esposo y se acurrucaban juntos; al otro extremo de la ciudad cierta persona gritaba.
—¡Sasuke-kun! ¿Dónde estás?Ya quiero salir de aquí— una habitación blanca acolchonada.
—Tranquila. Ya estoy aquí.
—Sasuke-kun— sonrió maravillada al ver a su novio —Te extrañaba. Tenía tiempo que no venías.
—Lo siento. Tenía trabajo en la empresa.
—¿Neee cuando saldré de aquí?
—Nada más tenga un hogar donde vivir. Ahora se buena chica y abre tus piernas para mí.
—Sasuke-kun...
—Eso es, se buena chica— sonrió complacido al verla desnudarse y abrir sus piernas —Sasuke que hará sentir muy bien.
—Sasuke-kun.