Estaba nervioso, y eso le hacía enojar. Era la primera vez que le pasaba por un doncel... Suficiente tuvo con su cuñado, Deidara Namikaze, un rubio bastante agresivo. No quería volver a ver otro doncel y si el padre de su hijo no era rubio era mucho mejor.
—Te ves ansioso, Sasuke.
—¿Cómo quieres que no lo este?... ¿Es bonito?— Orochimaru le sonrió —Por lo menos espero que lo sea. Tienen que ser toda una belleza.
—Jeee tendrás que esperar a que llegue ¿Qué dijeron los Uchiha?
—Están furiosos con Sakura. Pero ya vienen. Quieren conocerlo.
— Sólo espero que no lo amenaces. No pude tener disgustos. Aquí dice que vive solo, no tiene familia y es... Adelante.
—Sasuke.
—Madre.
Mikoto Uchiha, mujer pelinegra, muy amable y bondadosa pero de carácter fuerte.
—¿Cómo paso esto?
—Yo les explico la situación— Orochimaru saludo al matrimonio Uchiha e hizo que se sentara para luego comenzar a explicar la situación.
—Haruno pagará por esto— Fugaku estaba furioso —Crees que ese doncel nos deje convivir con mi nieto.
—O nieta— Mikoto interrumpió a su esposo.
—Lo que sea ¿Crees que nos deje verlo?
—Supongo. Miren, él es un doncel que vive solo y no tiene a nadie. Según su expediente salió de un orfanato…
—Pobrecito.
—De seguro sus padres lo abandonaron— a Mikoto se le estrujó el corazón.
—Posiblemente. Supongo que no se negara a que vean al niño, él sabe lo que es no tener familia.
—...— no comentaron nada a los pocos minutos el teléfono sonó.
—Hagalo pasar.
Los uchiha miraron hacia la puerta y vieron que se abrió lentamente. Lo primero que vieron fue a un rubio de preciosos ojos azules.
—¿Deidara?— cuestionaron confundidos.
—Lo siento, creo que me equivoqué— dijo nervioso al ver a tanta gente y más aquel apuesto varón de penetrante mirada que hizo latir su corazón.
—No se ha equivocado, Uzumaki-san. Pasé por favor. Tenemos que hablar. Soy el dueño de esta clínica.
Nervioso, asintió y entró a la oficina. Los tres pares de ojos negros lo miraban fijamente. Sintió un rubor en sus mejillas, apenado por como estaba vestido. Estaba en su casa cuando recibió la llamada urgente de la clínica. Tenía miedo de que algo hubiese sucedido con sus últimos análisis.
—...— Nunca en su vida había visto un doncel tan bello y de mirada pura. Ese rubor en las mejillas del rubio le hacía querer abrazarlo y no dejarlo ir... —¿Qué me está pasado?
— Por favor toma asiento— Fugaku le cedió la silla.
—G-Gracias— se sentó y miró a todos.
—Uzumaki-san ellos son la familia Uchiha.
—Soy Mitoko— se presentó la pelinegra —Él es Fugaku, mi esposo. Y el que no deja de observarse es Sasuke, mi hijo menor.
—Madre— lo había atrapado.
—Mucho gusto señores Uchiha. Soy Uzumaki Naruto.
—¿Naruto?—Los Uchiha fruncieron el ceño. El nombre se les hacía familiar pero no recordaban de donde.
—¿Eh?— miró confundido a la familia.
—Uzumaki-san— Orochimaru llamó la atención del rubio —Lo mandé a llamar porqué surgió un... problema.
—¿Sucedió algo con mi bebé? ¿Los análisis salieron mal?
—Tranquilo. El bebé está en perfecto estado.
—Gracias a dios— acarició su vientre para tranquilizarse.
A la familia Uchiha esa acción se le hizo muy tierna.
—¿Entonces cual es el problema? Y... ¿Qué hacen ellos aquí? Lo siento.
—Vera... La muestra seminal que se le implantó era una muestra fantasma.
—¿Fantasma?
—Es decir, una muestra seminal que no debía utilizarse. Algo sucedió con el sistema y la muestra quedó abierta, y por el cuestionario que respondió, la muestra fue la elegida para usted —El rubio asintió con el ceño fruncido — Esto nos lleva al padre del bebé.
Se puso pálido y lentamente miró a la familia.
—El...
—No lo abortare— chilló asustado mientras se levantaba y se alejaba de la familia.
—No quiero que aborte— dijo Sasuke rápidamente levantándose de su lugar y miró al rubio.
—Yo...
—La familia Uchiha quiere llegar a un acuerdo con Uzumaki-san.
—¿A-Acuerdo?
—Este tranquilo, Uzumaki-san. Ellos no quieren que aborte. Ellos quieren que usted...
—¡No les entregaré a mi bebé!— exclamó y un fuerte mareo lo invadió.
—¡Uzumaki!
Sasuke corrió y sostuvo al rubio antes de que se golpeará contra el piso. Observó las delicadas facciones y le tocó la mejilla —Tiene fiebre.