—¡¿Cómo qué serás padre?!— gritaron un pelinegro y un rubio entrando a la oficina de vicepresidencia.
—Seré padre.
—¿Por qué no nos habías dicho?
—Crei que estaban muy ocupado. Además...— Itachi había decidido tomar sus vacaciones acumuladas de un año.
—¡Pero ya pasó un mes y no nos dijiste!
—Lo olvidé.
—¿Cuánto tiempo tiene tu novio?
—Tres meses... Y no es mi novio— Ya había pasado un mes desde que sabía del rubio. Naruto a un no aceptaba el acuerdo.
—¿Entonces?
—Verán...— Sasuke contó con lujo de detalles.
—¿Naruto?
—Si.
—¿Do-Dónde está?— susurró Deidara.
—¿Estas bienr03; Dei?
—¿Dónde está?
—Esta de viaje— respondió mirando el calendario —Regresa en 3 días. Fue haber algo de sus padres. Problemas de familia.
—¿Padres?
—Sí, en realidad...
—Uchi... Sasuke-sama tiene un junta en 5 minutos— la secretaria interrumpió la plática.
—Voy. Nos vemos más tarde.
—Sasuke. Hablaré con mamá y organizaremos una cena para conocerlo ¿Te parece bien?
—Sí. Avísenme el día. Nos vemos.
—¿Deidara estás bien? — cuestionó Itachi después de que salió Sasuke de la oficina.
—Si— ¿Podría ser? No... Imposible. Él había muerto.
—¿Cariño? — su amado Deidara está al borde de las lágrimas —Dei ¿Qué sucede?
—Na-nada.
——————————————————
—Naru ¡Aquí!
Sonrió y caminó hacia la pelinegra. Sinceramente la señora Uchiha era una gran persona... Una gran madre, muy amorosa.
—Bienvenido.
—Gracias por recogerme— respondió tímidamente al abrazo.
—Un placer cariño. Vamos te iré a dejar. Has de venir cansado.
—Estoy agotado.
—¿Algún malestar?
—Nauseas. Y mucho sueño últimamente.
—Es normal.
—Si. Me sirvieron sus recomendaciones.
—De Itachi no tuve muchos problemas, pero Sasuke fue todo lo contrario. Pero al final del día lo disfrutarás. Tener a tu bebé en brazos es una gran sensación.
Sonrió al ver la sonrisa maternal de la pelinegra. Sería una gran abuela...
—Vamos.
El chófer recogió el equipaje y se dirigieron a casa.
———
—¿Gusta algo?
—No, así estoy bien.
Asintió y abrió la puerta de su habitación. Kurama ya lo esperaba en la orilla y se lanzó a sus brazos —Kura-chan. Te extrañé.
Mikoto sonrió pero luego se borró al ver la mirada del zorro, Sasuke tenía razón, daba miedo...
—Vamos. Te daré agua— Naruto salió cargando Kurama y se dirigieron a la cocina.
—Naru. Me retiró tengo algunas cosas que hacer. Te espero mañana en la noche en la casa.
—¿Eh?
—Haremos una cena para que conozcas a la familia.
—Pero...
—No es para presionarte o algo. Tú y mi nieto o nieta ya son parte de la familia.
Familia. Una familia —Gracias.
—Enviare al chófer por ti.
—Yo puedo con..
—Enviare al chófer.
—S-Sí...— algo que aprendió ese mes es que a los uchiha no se les negaba nada... Nada. Absolutamente nada.
—Hasta mañana— acarició la mejilla del rubio y salió de la casa.
—Es una buena mujer— aseguró al ver que Kurama miraba hacia la puerta recién cerrada —Voy a tomar un baño y dormir, Kurama.
Se quito la ropa, entró en la ducha caliente y luego a la bañera... Cerró los ojos y recordó esos ojos negros lo devoraban.
Acarició su vientre plano. Apenas y percibía que comentaba a creer. Cuando fue a esa clínica jamás imaginó que conocería al padre de su hijo y todo su familia.
Los Uchiha eran muy amables y aquello lo confundía. Según los Hyūga, los Uchiha eran muy fríos y solo le interesaban los negocios. Y así los tenía la prensa y todas empresas a las que había realizado algún diseño. Pero esos Uchiha que él conocía no eran así. Eran dulces y muy cálidos, incluso Uchiha Fugaku. Todos eran una muy buena familia...
—Sasuke— susurró el nombre y recordó la propuesta.
¿Qué hacía?
¿Se podían casar sin amor? ¿Sólo por su bebé?
¿Solo por eso le propus
o aquello?
No sabía que hacer.
Antes había tenido novios pero ninguno le había provocado lo que Sasuke Uchiha le provocaba.