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ROMEO Y JULIETA QUIEREN PIZZA por shiki1221

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Notas del capitulo:

Hola a todos aqui les traigo un nuevo capitulo. Las imagenes relacionadas a este cap estan en la pagina de la dibujante noeli-chan mi dibujante favorita XD. Si visitan su pagina dejenle algun comentario o like, ella les contestara ya que siempre lo hace

muchas gracias a todos los que comentaron y todos sus reviews ya estan contestados 

tengo un pequeño aviso que darles pero eso estara en las notas finales :)

 

CAP 2: FOTOS Y PASEOS

La mañana del domingo era un día en el que todos los habitantes en el pueblo debían asistir a la misa, era una tradición que cualquier creyente solía cumplir. Ambas familias rivales, como gente de bien y los “santos” que siempre fueron, se presentaron en la iglesia puntuales e impecables. Se sentaron en filas diferentes, para estar lo más lejos de los “indeseables”, como se llamaban entre sí. Los Uchiha se encontraban ubicados en la fila izquierda, mientras los Namikaze estaban en la parte derecha. En tanto los adultos se miraban con recelo y su odio de siempre, un par de ojos azules se encontraban resplandecientes al observar nuevamente unos ojos de color ébano que lo miraban curioso. El de ojos cielo menor, no pudo reprimir una sonrisa al ver como Sasuke lo miraba sin ser partícipe del odio que profesaba el resto de su familia.

—Bien daremos comienzo a esta misa, todos alaben a Jashin-sama —afirmó el sacerdote de cabellera plateada que se encargaba de la misa. Para todos, ese fanático religioso tenía serios desvaríos, pero era el único que quería tal puesto y por su manera de actuar lo más recomendable era no oponerse a lo que quería ese sujeto.

El hecho de estar en la casa del Señor no fue suficiente motivo para que las familias dejaran de lado su absurda rivalidad, aquel sentimiento recíproco era algo que no desperdiciaba momento ni lugar para manifestarse. Continuaron con su guerra fría, mientras “oían” las palabras de amor y lecciones sobre ser una buena persona que les ofrecía el de pelo plateado.

—¡Hey! —llamó Sai a su hermano gemelo—. ¿Qué tanto le miras al Namikaze? —cuestionó curioso viendo como desde hacía varios minutos que no apartaba la mirada. Las ocasiones en que lo hacía, eran solamente cuando aquel rubio volteaba en su dirección.

—Nada en especial —respondió en un tono frío el mayor de los gemelos―. Sólo que, como nuestros padres y ellos, no dejan de mirarse entre sí, me causó curiosidad.

—Ten cuidado de no meterte demasiado con Naruto —advirtió en tono serio el de la piel más pálida.

—¿Por qué? —preguntó Sasuke sin entender muy bien a que se debía un tono tan serio en su hermano.

—Hace algún tiempo se fue a estudiar fuera y según oí estuvo en la CIA ―susurró con extrema seriedad como si lo que contará fuera un secreto de estado o algo por el estilo—. Te aconsejo que tengas cuidado con él. —Fue lo último que dijo a su hermano antes de voltear y prestar atención a la misa o al menos fingir que lo hacía.

—Así que salió del pueblo —susurró para sí mismo Sasuke, con una leve sonrisa casi imperceptible.

Llegado el momento de la ofrenda, el tesorero de la iglesia, un hombre de nombre Kakuzu, fue quien se acercó a cada persona pasando una pequeña bolsa para que el dinero donado fuera recolectado. Al momento de llegar donde la familia Namikaze, el patriarca de los Uchiha gruñó molesto al ver el enorme fajo de billetes que dejaba su rubio vecino.

—Esos malditos Namikaze —susurró entre dientes la matriarca de la familia sumamente enojada—. Quieren quedar bien dando más dinero.

—No te preocupes querida. —La tranquilizó su esposo en un susurro mientras le tomaba de la mano—. Les demostraremos que nosotros podemos donar más que ellos. —Al momento en que les tocaba dar su ofrenda, Fugaku sacó un fajo de billetes aún más grande que el depositado por sus vecinos.

—Se les agradece que donen más de lo normal, señores Uchiha, pero el dinero no les asegura un lugar en el cielo —habló Hidan mirándolos serio.

—Aunque por unos cuantos billetes más, San Pedro los cargará hasta el paraíso para reposar eternamente —dijo el tesorero mirando lo recaudado.

—Kakuzu deja de andar queriendo vender el pase al cielo, maldito pecador —se quejó el padre que dictaba la misa.

—Soy el tesorero —dijo con simpleza el interpelado—. Yo me encargo del dinero de la iglesia.

—Jashin-sama te maldecirá —amenazó furioso por su desfachatez y luego miró a Minato y su familia—. Señores Namikaze creo que este no es lugar para hacer sus bromitas sólo por su disputa con los Uchiha.

Hidan sacó el fajo que habían dejado los Namikaze, el cual no fue difícil de hallar dado que sólo dos personas dejaron fajos de billetes en la ofrenda. Al sacar el primero de ellos, es decir, el de los Namikaze, se podía observar un pequeño envase cilíndrico, como el de las cámaras de fotografía viejas; en aquel pequeño envase, habían enrollado un único billete el cual, a simple vista, daba la ilusión de ser un enorme fajo, cuando en realidad era pura fachada.

—Se irán al infierno por intentar estafar a la iglesia —exclamó muy molesto Kakuzu al darse cuenta del engaño.

—¡Tú no decides eso! —reprochó el de cabello plateado.

—Familia Uchiha ustedes tienen el cielo asegurado —dijo Kakuzu ignorando por completo a los gritos del padre.

—¡Qué no decidas por tu cuenta, tacaño! —gritó el cura intentando que le hiciera caso.

—¡Cállate o sigue con tu palabrería barata! —respondió enojado el tesorero.

—¡Te maldeciré con mis rituales! —elevó aún más la voz el cura, harto de que su compañero no prestará atención a sus palabras.

—Te castigaré más tarde “sacerdote-sama” —afirmó Kakuzu en un tono de voz que nadie entendía del todo bien. Sin embargo, la curiosidad mató al gato, mejor no averiguar demasiado sobre esos dos.

—Idiota. —El tono de voz de Hidan repentinamente fue bajo y apenas perceptible al igual que el sonrojo en sus mejillas—. La misa finaliza por hoy —anunció con los brazos extendidos—. Los veré el domingo que viene. Sean bendecidos por nuestro Dios, que Jashin-sama maldiga a todos sus enemigos y les dé una muerte lenta y sumamente dolorosa. —Se despidió sumamente animado. Esos desvaríos eran muy comunes en él, por lo que no era sorpresa que de vez en cuando dijera cosas tan raras.

—¿Amén? —dijeron con duda las personas que se retiraban lentamente de la iglesia. Aun no estaban seguros si estaba bien o no, rezar por las muertes de sus enemigos, pero ese era su único sacerdote, mejor dejarlo con sus extravagancias.

Todos se retiraron en silencio, luego de que el padre diera por finalizada la celebración. Las familias enemigas se miraron entre sí con mucho recelo, a excepción de los dos jóvenes, quienes sólo se miraron entre sí con ganas de hablar nuevamente como la noche anterior. Sin embargo, al tener a todos sus familiares tan cerca, les era imposible hacerlo, sin sufrir sermones interminables sobre el porqué la otra familia era un grupo de personas malvadas.

Ya habiendo cumplido con asistir a misa aquella mañana de domingo, el resto del día quedaba completamente libre para que el hijo mayor del matrimonio Uchiha, hiciera lo que se le viniera en gana. Su larga ausencia le trajo la incertidumbre de si Konoha había cambiado en algo durante ese tiempo, por lo que decidió salir a dar una vuelta por el pintoresco pueblito. La carrera que el azabache deseaba seguir y por la cual se fue de la ciudad, no lo hacía olvidar la nostalgia por estar de regreso en su lugar de nacimiento. Deseaba ver cuántos cambios tendría el lugar que lo vio nacer y donde se crio gran parte de su vida. Tomó su cámara fotográfica (una digital que trajo del extranjero) y salió a recorrer Konoha sin ningún destino en particular.

Al salir de su casa, se percató de inmediato de las diferencias entre el país donde estudio al pueblo donde se crio. En Konoha la flora y la fauna convivían en perfecta armonía con los hogares construidos para que las familias habitaran. Su propia casa parecía crear un bello paisaje al tener una sencilla casa típica de Japón, siendo rodeada por verdes arboles donde las aves hacían sus nidos. Sin poder evitarlo, comenzó a sacarle fotos a la entrada de su casa, los árboles que bordeaban la acera de todas las casas le daban un paisajismo hermoso y natural. Cada una de las viviendas tenía cierto toque particular que la diferenciaba del resto, algo que iba más allá de un simple cambio de pintura o flores en el jardín, era como si la personalidad de la propia familia, dueña de cada hogar, quedara reflejada en la propia fachada del hogar.

La fotografía es lo que más me apasiona en la vida, ser capaz de inmortalizar bellos momentos que no se volverán repetir de nuevo, es algo que me enorgullece. A diferencia del país donde estuve estudiando, Konoha es pequeña y rural a comparación de los barrios donde yo vivía como universitario. El día tan soleado es una ventaja y un reto para fotografiar, ya que el exceso de luz arruinaría la imagen captada por la cámara, pero ya tengo bastante experiencia como para impedir que un poco de luz me detenga. Hago varias tomas desde distintos ángulos en busca de no perder detalle, hay cosas que podrían pasar desapercibidas si se las ve desde una sola dirección, yo no dejaré que esos detalles escapen a mis ojos.

Estuve mirando a través del lente de mi cámara de manera distraída los alrededores de mi casa, cuando al voltear para seguir mi camino hacia otro lugar que fotografiar, lo primero que vi fue como Naruto jugando con un perro. La enorme sonrisa que tenía mientras agitaba de manera despreocupada sus cabellos dorados que parecían brillar cual oro, me provocó el impulso de sacarle una foto. Mi dedo prácticamente se movió solo y cuando reaccioné, ya tenía una imagen suya en mi cámara. No sé porque lo hice y no me quedaré a averiguarlo. Antes de que note mi presencia, me alejo de prisa a buscar otros lugares con bellos paisajes que capturar.

El azabache recorrió despreocupado varios lugares, transportándose a pie como único medio, para ir sin rumbo fijo, dado que fijar un destino implicaría perder oportunidades de encontrar algo inusual. Sin tener muchas opciones como destino, se decidió visitar el Bosque Ryuki, un hermoso lugar que era popular entre algunos turistas que iban de vacaciones en el verano. La verde espesura de los altos y frondosos árboles que había en el lugar hacían desaparecer los rayos del sol que intentaran ingresar. Atravesando aquellos árboles que daban la bienvenida al lugar, se hallaba un camino con árboles de Sakuras.

Sasuke caminó por el pequeño puente que atravesaba un pequeño lago de aguas cristalinas, para visitar el “sendero de los enamorados”. Un lugar apodado así por ser el sitio ideal para los jurar amor, además de contar con su propia leyenda urbana. Las dos hileras de árboles de Sakura que formaban el camino, según decía la leyenda, debían ser recorridas por aquellos que buscaran entrelazar su vida con su amor verdadero y que, a su vez, éste fuera duradero y eterno. Uchiha miraba embelesado como los botones de las flores se abrían dejando que los pétalos rosados volaran con el viento, algunos caían en el cabello de quien estuviera cerca, mientras otros caían grácilmente en el agua, siendo apenas movidos por ésta, haciendo parecer que formaban dibujos en la superficie acuática. Los sonidos de la fauna reinante captaron de inmediato la atención de Sasuke. En especial el sonido de lo que parecía ser un ave típica de ese lugar, una muy difícil de hallar y más de fotografiar, cabe destacar.

“Si imito el sonido de la hembra de esa ave seguramente se mostrará y podré tomarle una fotografía”. Pensó Sasuke comenzando a hacer una imitación del ave en cuestión— Kukurru —canturreó intentando engañar a la avecilla.

—Kukurr —se oyó cerca de él como respuesta al sonido que hizo, mas tan pronto como oyó una respuesta, notó que se iba alejando un poco.

—Kukurru —continúo diciendo Uchiha buscando encontrar al ave que a su parecer sonaba cada vez más lejos. Se movió entre los florales árboles, intentando no perderle el rastro.

—Kukurr —oyó cerca de uno de los árboles, donde seguramente estaba el nido del ave que respondía a su llamado.

El de cabellos brunos, ya había recorrido todo el sendero, razón por la cual estaba seguro de que el ave no tendría escapatoria de él. Se acercó sigiloso procurando no alertar a su objetivo, preparó su cámara para que en cuanto apareciera tuviera una imagen al instante. Se aproximó con cautela a los arbustos donde debería estar el ave, los movió lentamente procurando no hacer ruido, cuando se encontró con… nada. Decepcionado y desconcertado, era como se sentía, al no saber explicar cómo el ave se le había escapado tan rápido sin que siquiera lo hubiera visto. No tenía caso permanecer mirando aquel espacio si su objetivo no estaba en ese lugar; suspiró con pesadez y se dispuso a salir del bosque. Cuando se dio la vuelta para seguir su camino, su cámara le fue arrebatada por alguien que no se esperaba, la impresión de la sorpresa fue tan fuerte que cayó de espaldas en la suave hierba.

—¡Dobe! —gritó sorprendido y algo molesto, al ver que en medio de su sorpresa le había arrebatado su preciada cámara.

—Hola, Teme —saludó sonriente Namikaze.

—¡Devuélveme mi cámara, Usuratonkachi! —exigió el de ojos negros frunciendo el ceño sumamente enojado.

—¡Aja! —exclamó el blondo mirando los archivos en la cámara—. Me tomaste una foto cuando estábamos en frente de nuestras casas —dijo distraídamente mientras hurgaba en los archivos que tenía guardados de su recorrido.

—¡Idiota! —reclamó con furia al ver como el de las marquitas se alejaba de él en cuanto notó que estaba de pie nuevamente—. No te tomé una foto a ti ―se defendió Uchiha mirando hacia otro lado avergonzado de verse descubierto—. Estaba tomando una foto del paisaje y tú lo adornabas de casualidad.

—Ohh entonces fue accidental —dijo con una enorme y zorruna sonrisa el blondo.

—Sí, así es —respondió algo avergonzado el azabache, si sus mejillas no tuvieran aquel pequeño tinte carmín ni se notaría que estaba avergonzado, dado la expresión seria que mantenía.

—Entonces la borraré ttebayo —dijo Naruto tocando la cámara en busca de la opción de borrar archivos—. Ya que sólo es un accidente…

—No —negó de inmediato el de los cabellos brunos—. Quiero decir… que tú salieras en la foto no significa que la arruinaras.

—¿En verdad? —preguntó divertido el blondo, estirando su brazo para mantener la cámara fuera del alcance del propietario de la misma.

—Sí, idiota —dijo ya exasperado Uchiha—. Así que devuélveme mi cámara —exigió de inmediato estirando su mano para arrebátasela al rubio.

—No pensé que te gustará tomar fotografías ttebayo —comentó pensativo el de los ojos azules, poniendo su mano en su barbilla adoptando una actitud pensativa.

—Me fui al extranjero a estudiar para ser fotógrafo profesional —explicó en pocas palabras Uchiha—. Tomar fotos es algo natural para mí —alzó los hombros sin darle importancia al hecho de que su pasatiempo fuera algo tan naturalizado para él.

—Y yo que creía que te fuiste para ser algo más serio. ¿En serio fuiste a la universidad sólo para ser fotógrafo? —cuestionó el rubio completamente incrédulo y con una cara que expresaba mucha sorpresa.

—Idiota —exclamó ofendido Sasuke, pensando erróneamente, en que el rubio sólo se estaba burlando de su carrera, al igual que hicieron tantas otras personas, que afirmaban que él debía aspirar a algo más lucrativo como doctor, abogado o algo similar.

Sin esperar a nada de lo que pudiera decirle Naruto, el azabache se alejó rápidamente de éste, sin siquiera darle tiempo a reaccionar, fue tan veloz aquel escape que no se molestó en recuperar el objeto por el que peleaban. Para cuando Namikaze se dio cuenta de las intenciones del otro, fue demasiado tarde y no logró detener su huida.

Suspiró derrotado, regresando por el camino que lo llevaba hasta la pizzería de su padre a continuar con el trabajo que había dejado pendiente. Durante la jornada laboral no fue capaz de concentrarse por estar pensando en Sasuke, sentía que de alguna forma lo había ofendido, pero ¿cómo? ¿Qué dijo para molestarlo tanto? Dio varias vueltas al asunto durante todo el día sin respuestas hasta llegada la noche, no pudiendo conciliar el sueño por aquella cuestión, decidió salir al patio a tomar aire.

¿Qué dije que lo molesto de esa manera? ¡Momento! ¿Por qué me importa tanto lo que piense el Teme de mí? Eso no importa por ahora, parecía muy ofendido y es molesto sentir como se oprime mi pecho pensando en que quizás no vuelva a dirigirme la palabra. Tonto Naruto, dijiste alguna burrada y por eso ahora te odia. No puedo dejar de pensar en la tristeza y la frustración de aquellos oscuros ojos al mirarme antes de huir de mí.

Salí de mi cama cansado de estar encerrado pensando en cosas que no debían, sin hacer ningún ruido que alertara a mis padres y salí al patio. De inmediato me subí al limonero, sólo para tener otra perspectiva de la noche y para mi suerte Sasuke también está en su patio mirando el firmamento. Casi podría jurar que, de tener su cámara en sus manos estaría fotografiando la noche y las estrellas, pero en estos momentos la tengo yo. Tengo una brillante idea para que me perdone lo del bosque y no podrá negarse a aceptar.

Sentado cómodamente en aquel árbol de frutos cítricos, el blondo usó su voz más teatral para llamar la atención de su vecino.

—“¿Qué luz alumbra este limonero? Es una fruta, y el bastardo es la luna”. —recitó Naruto intentando llamar la atención del moreno. Éste al reconocer la obra de teatro que parafraseaba le siguió el juego.

—“Oh, Dobe, Dobe. ¿Por qué eres Dobe? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre, o si quieres no, pero igual seguirás siendo Usuratonkachi” —dijo sonriendo divertido mientras caminaba para acercarse al muro donde estaba el otro.

—“Te tomo la palabra. Llámame sólo Dobe, será un bautismo, desde hoy nunca más seré Naruto” —siguió con las frases de la famosa obra riendo con gracia por el apodo de antaño que desde que se fue Sasuke no oía.

—“Ven, noche gentil, noche tierna y sombría dame a mi Dobe y, cuando yo muera, córtalo en mil pedacitos menudos: lucirá tan hermoso adornando la pizza que la gente dejará de ser saludable” —recitó el de cabello negro subiendo hasta el limonero para posteriormente sentarse al lado del mencionado.

—¡Bastardo! —elevó la voz colocando un puchero en sus labios ante la sádica idea de su vecino al decir que lo cortaría en pedacitos.

—Tú empezaste —se defendió el de cabello negro—. ¿Qué pretendes con todas estas frases robadas?

—Jeje —se rio nervioso el rubio—. Teme, Teme de belleza sin par, deja el enojo y de fastidiar.

—Si te hiciera caso ocurriría un fracaso, ya tarado no seas payaso.

—Ya, no te enojes sólo quería invitarte a que salgamos juntos ttebayo —dijo el de ojos cielo invitando a su vecino tal y como tenía planeado.

—¿Para qué saldríamos? —preguntó con mucho desconcierto el azabache.

—Es que hay muchos lugares que podrías fotografiar aquí en Konoha y te podrían interesar ttebayo —comentó emocionado Naruto con una gran sonrisa y mirada resplandeciente de emoción.

—Me niego —rechazó la invitación sin pensar—. Yo mismo me conseguiré donde tomar los mejores paisajes.

—Yo te puedo mostrar cosas maravillosas, ven princesa.

—¿Ahora imitas a Aladdín? —cuestionó con sarcasmo—. Ya deja esto idiota, yo no iré a ningún lugar contigo.

—¿Por qué no?

—¿Importa?

—Dime tan sólo una buena razón y no te molestaré más.

—Porque no quiero es suficiente razón. Además, me robaste mi cámara.

—Para mí no es suficiente razón. Te devolveré la cámara y saldremos a tomar fotos juntos. —Viendo el ceño fruncido que dejaba ver un NO rotundo, el rubio cambio de táctica—. Si no quieres que grite, acepta.

—¿Gritarás como una chica en apuros? Uy que miedo.

—¿En serio quieres que nuestros padres vengan y armen otro escándalo como el de la vez anterior?

—No te atreverías —afirmó con los ojos negros entrecerrados y actitud renuente a creer que el de ojos cielo se atrevería a tal cosa.

—¿No me crees? —amenazó con una sonrisa divertida el de las marquitas—. ¿Acaso no recuerdas las cosas que yo hacía cuando íbamos a la escuela?

—Bien, acepto —suspiró derrotado Sasuke. No era sorpresa que Namikaze fuera tan atrevido y audaz como para hacer cualquier cosa que se proponía. Tanto en primaria como secundaria hizo cosas de lo más alocadas por aquello que fijaba como objetivo.

—Nos veremos mañana ttebayo —se despidió sonriente Naruto. Aun no sabía que fue lo que molesto a Sasuke cuando estuvieron en el bosque, pero mañana no dejaría pasar la oportunidad de averiguarlo.

—Uff —suspiró Uchiha negando suavemente con la cabeza. Sin embargo, una sonrisa escapó de sus labios al notar que se sentía “algo”, (jamás diría cuanto en verdad esperaba la llegada de la salida), emocionado por salir con Naruto.

Ambos regresaron a sus camas a dormir. El sueño, sorprendentemente llegó con gran rapidez, tal y como si fuera una ayuda para que ambos iniciarán el siguiente día completamente enérgicos. Dormir haría parecer que las horas no eran tan largas como en verdad eran, en lo que pareciera un parpadeo, los rayos del sol hicieron su aparición. Tan temprano era que ninguno de los padres de ellos se hallaba aun despierto. Era una ventaja única que podrían aprovechar.

Yendo en puntas de pies, el más joven de los Namikaze, se arregló rápidamente con su mejor ropa para estar más presentable, aun sin saber realmente por qué sentía que debía verse bien. Tomó la cámara de Sasuke que tenía descansando sobre su mesa de noche y se dirigió a la salida de su casa. En el camino se miró al espejo e intentó peinar su cabello, cuya rebeldía lo hizo desistir casi al instante, haciendo que se resignara a ir con su cabello alborotado de siempre. Estaba por ir a la casa de Sasuke, así que tendría que arriesgarse a enfrentar a Fugaku, pero cuando se disponía a hacerlo un silbido llamó su atención haciéndolo voltear a ver de dónde provenía el sonido y ahí lo vio. Era Sasuke quien le silbó, estaba muy bien vestido y se encontraba apoyado en una moto negra, lo miraba con una media sonrisa esperando que se acercara.

—Hey, Dobe vamos que no tenemos todo el día —dijo burlón el azabache viendo como el rubio sólo lo miraba sin hacer nada.

—Voy Teme —respondió acercándose rápidamente—. Qué madrugador eres, Teme ttebayo.

—Si no me levantaba temprano no podría esperarte para irnos —explicó con simpleza.

—¿Me estuviste esperando? —cuestionó con una sonrisa divertida al ver que ante sus palabras el otro enrojecía levemente.

—Eso… eso… no importa —dijo el aludido volteando la cara avergonzado por lo que decía el otro—. Sube a la moto y ponte el casco.

—¿Desde cuándo tienes moto? —preguntó mientras se colocaba el casco y subía a la parte trasera del vehículo.

—Es un pequeño capricho que me di a mí mismo —respondió como respuesta el de ojos noche—. Sostente fuerte a mí para no caerte.

En cuanto sintió las canelas manos posarse en su cintura, el de cabello negro aceleró la moto para irse antes de que alguien lo viera con Naruto y crearan problemas para ambos. Sus vecinos no se quedarían callados, seguramente les irían con el chisme a sus familias, por algo dice el dicho “pueblo chico, infierno grande”.

—Nunca me había montado en una moto ttebayo —dijo Naruto aferrándose fuertemente a la espalda del conductor de la misma.

—¿En serio? —preguntó interesado el azabache volteando un poco la cabeza.

—La sensación del viento en mi cara es maravillosa —habló entre emocionado y temeroso el blondo—, pero no te distraigas idiota o tendremos un accidente.

—¿Verdad que lo es? —cuestionó Sasuke—. La sensación del viento en la cara da un sentimiento de libertad que no se puede comparar a nada.

—¡Esto es lo mejor! —gritó repentinamente el de ojos cielo levantando uno de sus brazos por encima de su cabeza.

—¡Oye, usuratonkachi! —protestó el azabache ante el repentino grito de su acompañante—. No grites de esa manera tan repentina.

—Es que estoy muy emocionado ttebayo —exclamó mientras ambas manos se posaban nuevamente en el cuerpo de Sasuke, pero esta vez no en su cintura, sino que era un abrazo donde las manos del rubio se aferraban a él rodeando su pecho.

El viaje pasó silencioso con ambos sumidos en la cómoda atmosfera que había entre ellos, no les molestaba la falta de conversación durante el viaje. Uchiha siguió las indicaciones que de vez en cuando daba el rubio para señalarle el lugar al que debían dirigirse. El recorrido le parecía tremendamente familiar a Sasuke. Al llegar a su destino, no pudo más que fruncir el ceño al notar que estaban en el Bosque Ryuki, el mismo lugar que él mismo había visitado y fotografiado el día anterior.

—Dobe, por si no lo notaste, ayer estuve aquí —dijo con molestia el azabache viendo el lugar al que lo había llevado. ¿Se burlaba de él acaso?-. Devuélveme mi cámara para que me vaya a algún lugar por mi cuenta —exigió muy enojado.

—No has visto todo lo que puede ofrecer este bosque —dijo con un puchero el blondo—. Sólo ven conmigo, te daré tu cámara cuando veas lo que te quiero mostrar ttebayo.

—Eso es ridículo —afirmó aun enojado el de piel pálida—. Estoy seguro de haberlo recorrido por completo. —Fue la respuesta que dio mientras iba camino hacia su moto con intención de irse. Lo habría hecho de no ser porque Naruto sujetó su mano con fuerza.

—Vamos a ir a ver lo que te dije y no aceptaré un no ttebayo —afirmó con decisión llevando al otro a rastras hacia el “sendero de los enamorados”.

La primera impresión del Uchiha era que recorrerían el sendero que se formaba por ambas hileras de árboles de Sakura, mas el rubio demostró que a pesar de los años que pasaron seguía siendo bueno sorprendiendo a la gente. En lugar de seguir el camino, implícitamente sugerido, Namikaze se metió entre los árboles, yendo entre estos sin seguir un rumbo determinado, o al menos para él, allí no había ningún camino. Llegaron a una parte alejada de los rosados árboles, donde no había mucha vegetación, ni nada que resultara atractivo a los ojos de alguien que buscara un buen paisaje. El blondo no detuvo su andar hasta que no llegó a una enorme madreselva que parecía formar una enorme pared verdosa.

—Dobe, aquí no hay nada —reclamó con enojo por la larga caminata en vano que había hecho.

—Bastardo, espera un segundo —dijo Naruto arrastrándolo al interior de aquella enorme columna verde.

—¡Idiota! ¿Qué se supone que…? —Uchiha tenía la intención de reclamar en cuanto fue libre del agarre de su acompañante, pero no lo hizo al quedarse sin habla por lo que veía frente a él.

—Debajo de las apariencias siempre hay tesoros aún más hermosos ttebayo —afirmó con los brazos detrás de su cabeza mientras sonreía al ver la expresión atónita en Sasuke.

La reacción del de cabellos brunos era completamente comprensible, ya que detrás de aquella madreselva se hallaba un enorme campo de girasoles. Los pétalos amarillos parecían resplandecer con la luz que les brindaba el hermoso sol de verano y las demás flores del lugar lo hacían destacar aún más. Uchiha se movió con intención de observar más de cerca aquel bello y secreto lugar, tan lleno de viva y de colores cálidos que decían a quién lo viese que el verano estaba allí. La suave y gentil brisa arrastraba con una delicadeza propia de la madre naturaleza varios pétalos de distintas flores variando sus colores. Sasuke observaba con una sonrisa la pequeña danza de colores florales que se movían frente a sus emocionados ojos. Estaba tan inmerso en eso, que no notó que Naruto aprovechó su cámara para fotografiarlo a él. La sonrisa que tenía Sasuke era lo más hermoso que el blondo jamás contempló en aquel lugar paradisiaco y los bellos colores que vagaban alrededor del de ojos noche creaban un cuadro que Namikaze no quería dejar que se perdiera en su mente.

—¡Oye Dobe! —llamó Sasuke captando su atención—. ¿Cómo descubriste este lugar?

—Digamos que tenía mucho tiempo libre ttebayo —dijo rascándose la mejilla—. Estuve explorando lugares recónditos de este pueblo, ya sabes que aquí no es como si hubiera mucho que hacer o ver.

—Pásame mi cámara quiero tomar muchas fotografías —pidió el azabache listo para comenzar a cumplir el objetivo por el que fue allí.

—Claro ahora te lo… —empezó a decir Namikaze, pero recordó la foto que le tomó a Sasuke sin que lo viera. De seguro la borraría el muy Teme y no se la dejaría conservar―. ¿Por qué no mejor dejas la foto para otro momento? Disfruta del paisaje.

—Usuratonkachi, dame mi cámara —exigió con molestia.

—Es que ahora no puedo.

—¿Por qué no? Es mía, dámela ya mismo.

—No —negó de inmediato ocultando la cámara detrás de su espalda.

Sasuke quería recuperar su preciada cámara por lo que no dudo en acercarse hasta el otro para recuperarla así fuese a la fuerza. A cada paso que el de cabello oscuro daba en dirección a su vecino, éste retrocedía otros dos en dirección contraria. Parecían estar jugando al gato y al ratón, el caminar de Sasuke se asemejaba al de un felino acechando a una presa indefensa. Ante el avance gatuno del de ojos noche, Naruto optó por lo más sensato… correr. Corrió hacia el campo de girasoles, tratando de perderse entre la vegetación, lo que haría después de lograrlo, era algo que aún no pensaba. Uchiha recorrió con sus negros ojos la colorida flora intentando ver al Dobe, para su desgracia, aquellos cabellos dorados se perdían entre los amarillentos pétalos de los girasoles. El leve y sospechoso movimiento en cierta parte lo hizo captar la ubicación de su presa. Sin perder el tiempo saltó directamente sobre la parte donde vio aquel movimiento. Sus sospechas eran acertadas ya que, al momento de aterrizar, en lugar de hacerlo sobre el suelo, lo hizo sobre el rubio al que perseguía.

—Te atrapé —afirmó victorioso con una media sonrisa al tener al de ojos cielo debajo suyo.

—Quítate de encima ttebayo —pidió el rubio.

—No hasta que me regreses mi cámara —dijo furioso intentando arrebatársela, mas el blondo movía las manos deliberadamente evitando que las blancas manos alcanzaran el objetivo—. Me la vas a dar quieras o no.

—No —dijo terco el rubio.

—¿Por qué razón? —exigió saber Uchiha.

—No te puedo decir ttebayo —contestó mirando avergonzado hacia otro lado. No quería revelarle que era por la foto que le tomó.

El de ojos negros forcejeaba intentando quitarle el objeto de la discordia al contrario. Sin embargo, sus esfuerzos eran inútiles ante las rápidas evasivas del de ojos azules. La batalla entre ambos llegó a un punto donde ambos respiraban sumamente agitados de tanto rodar y pelear, dando vueltas y vueltas terminaron llegando a una posición similar a la inicial: Naruto de espaldas al suelo con Sasuke sobre sus caderas. Ambos sonrojados por el esfuerzo y respirando con tanta fuerza que sus alientos se mezclaban, lo cual no era difícil de lograr estando tan cerca el uno del otro. Los negros ojos de Sasuke parecían haber hechizado por completo los del Namikaze, quien no despegaba la mirada de él. Viendo la pálida cara tan cerca, no pudo evitar que sus ojos viajaran hasta los rosados y finos labios que se separaban intermitentemente buscando aire.

—¿Qué tanto me miras? —preguntó con el ceño fruncido Sasuke—. ¿Acaso te gusto o qué? —cuestionó con burla y diversión en tono de una simple broma para molestar al otro.

—Bastante —susurró el rubio abriendo la boca sin pensar como de costumbre.

—¿Qué? —exclamó sorprendido el azabache.

—No quise decir eso ttebayo —intentó retractarse sin mucho éxito, pero si muchos nervios reflejados en su voz y rostro.

—Entonces… —comenzó a hablar despacio el de cabello oscuro—. Si te beso… ¿Me devolverás mi cámara? —cuestionó demasiado cerca de los labios del chico de las marquitas en la cara.

¿Qué sucedería ahora? ¿Estarían tomando otros rumbos aquellos sentimientos de amistad que intentaban formar? El viento cantaba melodías rebeldes llevando los nombres de aquellos jóvenes que se ocultaban del mundo. Y lo más doloroso era que también ocultaban a sí mismos sentimientos que tenían desde hace tiempo. Aquellas frases que sus labios añoraban pronunciar eran silenciadas por el profundo odio entre sus familias. En aquel pequeño Edén donde nadie los vería, ¿saldría a la luz aquello que ocultaban en las sombras que proyectaban sus padres sobre ellos?

 

CONTINUARÁ….

 

Notas finales:

Bien aqui va el anuncio. La pagina de facebook shiki1221 que hice para mis fics fue denunciada al igual que mi cuenta personal, por lo cual la cuenta que esta en mi biografia no sirve (la quitare en un rato) Estuve varios dias denunciando a facebook que era un error pero no me regresaron mi cuenta. 

Esa pagina la hice más que nada para mis lectores,ya que ahí ponía imagenes y canciones relacionadas con los fics y algunos post sobre mí. Como saben mi biografia es sumamente simple, por eso en la pagina había dejado abierta la posibilidad de hacer una pregunta y yo le contestaba en un post a quien preguntará. Por eso me apeno mucho perderla, porque justo cuando llegué a 70 me gusta, se eliminó.

Yo personalmente soy curiosa, a veces cuando leo a una autora que me gusta se nota su desagrado por algunos personajes, otras veces no cuando no sé su opinión suelo preguntarme que opina realmente. En fin, no crearé de nuevo esa página pero pensé en algo más: notas para el lector. Si ustedes quienes me leen quieren, OJO, esto es solo si les interesa, pueden dejarme preguntas de lo que quieran, de que temas no escribiría, que pienso de algun personaje, etc.Si deciden hacer preguntas las iré reuniendo y al finalizar el fic (este y futuros fics donde me hagan preguntas) agregare un "capitulo" con mis respuestas.

gracias a mika chan por seguir y comentar siempre mi pagina en face :D

Si leyeron todo esto se los agradezco. hasta la proxima janne n_n


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