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El florecer de un sentimiento por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hiii 

el último capítulo

ojala les guste

amo este anime y esta OTP :)

-¿Te gustó la comida?


-Sí Kazama-kun, estuvo deliciosa


- Ehh... aún es temprano ¿quieres ir a mi casa? podemos jugar videojuegos


-¿Tu casa? está bien, vamos


Tsukamoto sonrió tratando de simular su nerviosismo. Ir a la casa de Kazama no estaba en sus planes y menos cuando había decidido confesársele ese día.


"Lo haré allí, le diré todo lo que siento por él"


...


Llegaron a la residencia del rubio y este lo invitó a pasar. Otra ola de nerviosismo invadió su ser cuando Kazama le informó que sus padres se habían ido de fin de semana a Osaka y no regresarían hasta el día siguiente.


"Estamos solos"


Su rostro se sonrojó y sus manos comenzaron temblar.


-Puedes sentarte aquí- Kazama señaló el gran sofá de su sala- Iré por unas sodas a la cocina


-S-Sí


...


...


Jugaron durante una hora en las que todas las partidas fueron ganadas por el rubio. Se notaba que era un experto en cuanto a videojuegos se trataba.


-¿Te divertiste hoy?- preguntó el rubio mientras miraba su mando y jugaba con algunos de los botones


-Por supuesto que sí-  sonrió y observó sus manos nervioso- siempre es agradable pasar tiempo contigo, Kazama-kun


-Tsukushi, yo...


-Kazama-kun...


Los dos sonrieron al hablar al mismo tiempo, el rubio negó con la cabeza y le indicó a Tsukamoto que lo escucharía primero.


-Yo, debo decirte algo importante


-Dilo, es el por qué has estado actuando extraño últimamente ¿no?


Sintió su cuerpo temblar ligeramente, pero trató de que la valentía que había adquirido durante todo el tiempo que estuvo en casa de Kazama no se esfumase de él.


-Sí, veras, Kazama-kun- el pelinegro apretó sus puños mientras observaba al rubio fijamente- yo...- no pudo mantener la mirada y la fijó sobre su regazo- espero no me odies, pero yo...-cerró los ojos fuertemente- ¡estoy enamorado de ti! perdóname por favor, lamento sentir esto, pero tenía que decírtelo, no podía callar por más tiempo


Hubo un silencio sepulcral durante unos instantes. Lágrimas caían por el rostro del menor, sabía que todo acabaría mal, el silencio del rubio lo decía todo.


Con su antebrazo limpió su rostro como pudo, se paró del sofá e hizo una reverencia.


-Lamento haberte dicho todo esto, te es muy desagradable ¿verdad?, es mejor que me vaya- se irguió y se dio media vuelta, caminó hacia la puerta de la casa, pero paró en seco al sentir a alguien abrazarlo fuertemente por la espalda.


-K-Kazama-kun


-Tsukushi- el rubio susurró su nombre para luego girarlo rápidamente y apoderarse de sus labios


El más alto lo abrazó de la cintura y lo pegó a su cuerpo desesperadamente. Con su lengua profanó la cavidad, hasta ese momento virgen, del pelinegro para luego saborear cada rincón de esta con desesperación. Entrelazó ambas lenguas, mordió y succionó sus labios, hizo que Tsukushi quedase sin fuerza en las piernas y provocó que cayese de rodillas al suelo.


-K-Kazama-kun- el rostro de Tsukamoto estaba rojo hasta las orejas, se encontraba agitado y su mente no procesaba muy bien todo lo que estaba ocurriendo ¿acaso el chico que quería lo había besado?


-Tsukushi- el rubio se arrodilló frente a él y lo abrazó fuertemente- te quiero, yo también te quiero


El rubio se dispuso a tomar la exquisita boca del número diecisiete pero este colocó sus manos sobre la boca de Kazama.


-No digas eso si no lo sientes, Kazama-kun- lágrimas recorrían sus mejillas- no me des esperanzas


-¿Por qué dices eso? ¿No me crees?


El rubio tomó las manos de Tsukushi y las apartó de su rostro, entrelazó sus dedos con los de él y lo miró fijamente.


-A Kazama-kun le gustan las mujeres con pechos grandes- agachó la mirada- yo no soy una mujer y mucho menos tengo pechos grandes, es imposible que te guste de esa forma


El número nueve sonrió y miró tiernamente al pelinegro. Acercó una de sus manos al rostro de Tsukushi y obligó a que este levantase la mirada para observar sus hermosos ojos.


-Es verdad que me gustan las mujeres con pechos gigantes- observó como la tristeza invadía los ojos del número diecisiete- pero ¿sabes? aunque un ejército de ellas se formara en este instante frente a mi puerta yo no podría desviar mi mirada de ti, porque para mí la persona más hermosa de este mundo eres tú, la persona que amo


-K-Kazama-kun- el rubio limpió con la yema de sus dedos el resto de lágrimas de los ojos del más bajo


-No me gusta verte llorar, Tsukushi, y menos por mi culpa


-¡Kazama-kun!- Tsukamoto escondió su rostro en el pecho del rubio haciendo que este lo abrazara protectoramente durante unos minutos


-Quiero ver tu rostro- susurro al oído del menor cuando notó que este se encontraba ya calmado


Lentamente Tsukamoto despegó su rostro del pecho de Kazama. Las lágrimas ya habían cesado, solo quedaba un ligero tono rojizo dentro de estos como prueba de su llanto.


-Eres tan lindo- acercó su rostro y rozó su nariz con la del contrario- no sabes cuantas ganas de besarte tenía cada día al solo verte


-Yo te quiero, Kazama-kun, te quiero mucho- sonrió tiernamente


-No me tientes de esta forma ¿o acaso quieres que el capitán me castre?


-¿Eh?


-Oshiba-sempai sabe que me traes loco, lo descubrió en el restaurante y me advirtió que si te hacía algo le diría a Mizuki-sempai, es obvio lo que el capitán me hará si llegó a ponerte las manos encima


-Sigo sin comprender ¿Qué malo podrías hacerme, Kazama-kun?- el rostro confundido, los ojos con rastros de haber llorado, su expresión, todo lo que Tsukamoto pudiese haber hecho en ese instante hizo que el rubio se excitase al instante, a la mierda todo, quería disfrutar del menor y lo haría en ese momento.


-Te mostraré ahora, Tsukushi


Kazama echó al pelinegro sobre el suelo y se colocó sobre él. Le importó poco el que se encontraran prácticamente en la entrada de su casa, él quería tocar a Tsukushi y nadie lo detendría.


Se apoderó de sus labios y comenzó a levantar su playera provocando que el pelinegro gimiese al sentir la piel fría del rubio sobre la suya.


-Ahh...K-Kazama-kun


-Mi nombre- dijo el rubio mientras se dirigía al cuello de Tsukamoto, el cual lamió y mordió ligeramente- déjame oírte gemir mi nombre


-Jin... nngh... me siento extraño


Kazama sintió que el miembro del más bajo estaba duro y sonrió de lado.


-¿Te gusta si te toco aquí?- frotó por sobre la ropa el miembro del menor y esto provocó que gimiese por el placer que le provocó dicha acción


-Jin... me duele


-Yo arreglaré eso, Tsukushi


El rubio bajó sus propios pantalones y los de su amante junto con su ropa interior. Se colocó entre las piernas del pelinegro y simuló embestidas, frotando fuertemente ambos miembros provocando que Tsukamoto arquease la espalda y gimiese fuertemente.


-Jin!... ahh... me siento... nngh...


-¿Bien?... yo también me siento así... ahh... ¿Te gustaría que fuera más rápido?- envestía de forma animal contra el cuerpo que tenía debajo suyo 


"Si esto se siente así de bien ¿Como se sentirá el profanarte?"


-nngh... Jin...


-Tsukushi...


El rubio acercó su rostro al pecho del menor y tras levantar con una de sus manos la playera de este, succionó uno de sus pezones fuertemente.


De pronto Tsukamoto calló y se giró hacia un lado como pudo.


-Déjame, no me toques


-¿Qué? Tsukushi ¿qué sucede?


El rubio acercó una de sus manos al rostro del chico y obligó a que este lo mirase.


-Déjame... yo, yo no soy una mujer, no tengo pechos con los que pueda satisfacerte- sus ojos amenazaban con llorar nuevamente


-Entiendo, es porque lamí y succioné tus pezones ¿verdad?


El menor desvió la mirada dolido.


-Lo hice sabiendo perfectamente que no eres una mujer- acercó su boca nuevamente a uno de los rozados pezones del menor y lo mordió ligeramente provocando que se pusiesen erectos y el menor gimiese fuertemente


-¡ahh!... no, no me trates como una


-No es esa mi intención- Kazama se acercó a la boca del más bajo y lo besó lascivamente- lo hago porque sé que te sentirás bien, me gusta lo erectos que se ponen tus pezones con solo lamerlos- nuevamente atacó el pecho de Tsukamoto-¿ves?


- nngh... ahh Kazama-kun


-Prometiste que dirías mi nombre- bajó su lengua hasta el ombligo del menor y lo penetró con su lengua


-¡Jin! ... ahh...


Se posicionó nuevamente entre las piernas de Tsukamoto y continúo embistiendo fuertemente rozando sus miembros.


Gemidos y sonidos obscenos eran todo lo que se oía en la entrada de la casa de Kazama. El rubio y el número diecisiete continuaron entregados al placer por unos diez minutos más hasta que sin poder evitarlo,se corrieron juntos manchando parte del suelo.


Luego de acomodarse las ropas y limpiar la "prueba del delito" fueron nuevamente hacia el sofá de la sala del rubio. Verían una película antes de que Tsukushi tuviera que regresar a su casa.


-¿Por qué estás tan callado? ¿Te arrepientes de lo que sucedió?


-¿Eh?- Tsukamoto lo miró y negó con la cabeza- nunca lo haría


-¿Entonces? ¿Por qué estás así?


-Lo que sucede es que ahora ¿Qué se supone que somos?


Kazama lo miró sorprendido un momento y luego comenzó a reír, de verdad que Tsukamoto siempre lo hacia divertirse mucho.


-¿Por qué ríes?    


-Tsukushi- Kazama calmó su risa y tomó el rostro del pelinegro con ambas manos- después de todo lo que hemos hecho y con mi hombría en riesgo si el capitán se entera de esto ¿me preguntas todavía que somos?


-Pues, tú no me has propuesto nada- Tsukamoto hizo un puchero y desvió la mirada avergonzado


El rubio se sorprendió y sonrío de lado. Haría todo por Tsukushi, si era necesario hincarse, por él lo haría.


Se arrodilló y tomó la mano de Tsukamoto con una de las suyas para luego acercarla a su boca y darle un dulce beso.


-K-Kazam...


-Tsukushi- observó sus ojos fijamente con una sonrisa- ¿te gustaría ser mi esposo?


-¿Esposo?


-Bueno, será en un futuro, además creo que eso debo pedirlo con una anillo y toda la cosa- sonrió, entonces, por ahora-  entrelazó sus dedos con los de Tsukamoto- ¿te gustaría ser mi novio?


Los ojos de Tsukushi se iluminaron y asintió muy enérgico.


-Sí, sí quiero, te amo, Kazama-kun


-Yo también, Tsukushi


El rubio se abalanzó sobre él y lo besó dulcemente. Los dos se encontraban inmensamente felices. Sus sentimientos eran mutuos, sabían que desde ahora estarían juntos, compartiendo alegrías, tristezas y todo lo que el futuro les deparase.


-Eh... Tsukushi


-Dime- el pelinegro se encontraba recostado en el pecho de Kazama


-mmm... creo que debemos mantener oculto lo nuestro del capitán un tiempo ¿no crees?


-¿Eh?


-Pues- el rubio observó su entrepierna- no quiero que me quite a Jin-chan


-¿Jin-chan?


Tsukamoto miró hacia dónde los ojos de rubio se dirigían. Se sonrojó notoriamente y asintió volviendo a esconderse en su pecho.


-Eres muy lindo


-No lo soy


-Claro que sí- besó la frente del pelinegro- y también tierno


-Te quiero,Jin


-Y yo a ti, Tsukushi


"Deja que mi amor te rodee como la luz del sol, y que, aún así, te de libertad iluminada"


...

Notas finales:

Espero les haya gustado el final

Agradezco sus comentarios

<3

"Deja que mi amor te rodee como la luz del sol, y que, aun así, te de libertad iluminada"  es de Rabindranath Tagore, los respectivos créditos .

Me despido.

bye bye :)


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