Vainilla y Chocolate por Drakarys

Thor se despertó esa mañana abrazado cómodamente a una enorme almohada impregnada de un aroma familiar que le lleno los sentidos. Aspiro dejándose embriagar por aquella deliciosa fragancia tan dulce como sus recuerdos.

Aun recordaba aquella divertida tarde en aquel centro comercial cuando su madre le comprara un delicioso helado de vainilla con chispas de chocolate y trocitos de menta. A Thor le encantaba ese helado por encima de los demás, por lo que siempre que le pedía a su madre que se lo comprara. Mientras disfrutaba de uno, una pareja de enamorados pasó frente a él.

-¿Por qué ellos dos son hombres?- pregunto en su inocencia. Había escuchado hablar un poco sobre las castas, pero siempre imagino que las parejas se formaban solo entre hombres y mujeres, como la de sus padres, y que había que estar muy enamorados como lo estaban ellos.

-Porque uno es alfa y el otro omega –respondió su madre.

-¿Y eso que tiene que ver?

-Entre un Alfa y un Omega, si es tu pareja predestinada, no importa que sean del mismo sexo.

-¿Pareja predestinada?- En su pequeña mente infantil ese concepto no estaba muy claro.

-Todos tenemos ¿Cómo llamarlo? Un complemento. Alguien que es nuestra otra mitad y nos llena la vida de felicidad. Como las papas con catsup.

-¿Cómo sabré cual es el Omega predestinado para mí?

-Eso lo sabrás en su momento cuando lo encuentres- dijo con dulzura acariciando tiernamente su mejilla- Es una fuerza que los unirá el uno con el otro sin que puedas resistirlo. Tu omega desprenderá un aroma que te atraerá de manera irrefrenable, y será tan delicioso que lo preferirás por encima de otros.

-¿Cómo el helado de vainilla con chocolate?

-Algo parecido- sonrió Frigga ante la analogía de su pequeño.

-Mami, ¿tú crees que mi omega huela a helado?

-Tal vez, aunque puede ser que también a algo más. Solemos cambiar de gustos cuando crecemos. Aunque dudo que deje algún día de gustarte  el helado de vainilla y chocolate.

En eso su madre se equivocó, luego de un tiempo ese helado le parecía demasiado empalagoso, sin embargo su aroma siempre lo ponía de buen humor, remontándolo a la época de su infancia donde no había obligaciones ni una imagen que mantener ante los demás.

Paso mucho tiempo olfateando Omegas en busca de su fragancia, aunque nunca lo encontró. “No te preocupes –había dicho su padre –llegara cuando menos te lo esperes.” Con el tiempo se cansó de buscar y por muchos años permaneció enterrado en el olvido, hasta que apareció Lorelei con ese aroma exquisito que lo volvió loco. Era una beta, lo sabía, pero de no haber sido así casi estaba seguro que la hubiera marcado como suya. Había incluso llegado a plantearse que ella era la indicada, pero era solo por el olor y el increíble sexo que tenían mientras enterraba su nariz en su piel, luego nada, Lorelei y el eran demasiado dispares para tomarla como pareja.

Lorelei. Sin poder evitarlo recordó su última visita y en lo que había desembocado. Se reusaba a creer que ella fuera capaz de drogarlo, no exista un porque ya que Lorelie era una beta y sabia de sobra que no podía formarse un vínculo y en cuanto a conseguir sexo…..ya estaban en eso sin necesidad de drogarlo ¿entonces…?

Pensar en todo aquello acrecentaba su dolor de cabeza a causa de la terrible resaca con la que había amanecido. La puerta se abrió y un rostro pálido y resplandeciente se asomó por ella.

-Buenos días mi señor- dijo entrando de lleno con una charola en la que llevaba lo que parecía un jugo de naranja junto con un vaso de  algo extraño y un plato con pastillas. Vestia un pijama demasiado grande para su cuerpo haciéndolo lucir aún más pequeño- veo que ya ha despertado, su familia lo espera para desayunar

-¿Qué es eso?- señaló el extraño brebaje que Loki le ofrecía

-Levanta muertos- declaró con una sonrisa- Byleiist siempre lo toma cuando se va de juerga, al parecer sabe horrible pero es muy efectivo ya que su efecto es casi inmediato si se combina con esta pastillas. Debe también tomar muchos líquidos para que su cuerpo se hidrate, ya que el alcohol que se  ingiere ocasiona que el agua se evapore de nuestros cuerpos por lo que se recomienda beber muchos líquidos entre comidas

-¡Quieres cerrar la maldita boca, estoy que me explota la cabeza!- gruñó Thor.

-Lo siento- se disculpó apenado. Luego de colocar el remedio en la mesita de noche se dirigió al baño. Thor ni siquiera se percató de ese detalle, tomo las pastillas y de un trago se tomó el vaso de jugo de naranja. Se sentía realmente sediento, el jugo no había sido suficiente. Se volvió hacia el brebaje de un color sangre y una consistencia espesa; había oído hablar de él pero nunca lo había ingerido, porque para empezar no conocía a alguien que supiera prepararlo adecuadamente. Decidido a no pasar todo el día con aquel malestar tomo aire y tapándose la nariz se lo tomo de un solo trago.

Espero el tiempo suficiente para dejar que su estómago se asentara. Cuando se levantó se sorprendió de no sentir las conocidas náuseas y que su dolor de cabeza había remitido a un nivel soportable, ahora era momento de un baño.

Al salir de la cama se percató que estaba casi desnudo, lo que le extraño ya que cuando se iba de juerga solía dormir vestido. Se quitó la camisa arrugada botándola en alguna parte de la habitación quedando solo en sus ajustados bóxer dirigiéndose al baño

-¡¿Qué carajos haces aquí?!- gritó al darse cuenta que su se encontraba ocupado

-Yo…he….la verdad…-Loki tartamudeaba mirando hacia todas partes como buscando una respuesta. Era verdaderamente perturbador la desnudez de su interlocutor

-Este es Mi baño

-Lo….lo sé- contestó el chico bajando la mirada completamente abochornado.

-¿Entonces? ¿Qué haces aquí?

-Yo…su baño….esta listo-Thor miro la tina con agua caliente y sales relajantes, definitivamente ese chico le había leído el pensamiento

-Bien- Fue lo único que dijo dirigiéndose hacia ella con paso seguro, quitándose la última prenda que lo cubría antes de entrar a la tina. El agua caliente fue como un bálsamo para sus músculos, en verdad estaba deliciosa, tal como le gustaba. Hecho la cabeza hacia atrás cerrando los ojos disfrutando del baño.

Dormitaba cuando sintió el tímido movimiento de una caricia vagando por su pecho. Sorprendido reacciono de forma instintiva apresando la muñeca de Loki, tal vez con demasiada fuerza, ya que el chico musito un leve quejido soltando la esponja con que se disponía a tallarlo.

-¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó sin ocultar la modestia que sentía por la invasión de su privacidad

-Lo…lo siento.- se disculpó haciendo una mueca de dolor- yo solo quería consentirlo, es mi deber como omega complacerlo.

-¿Tu deber?- espetó con desdén- tu deber es desaparecer de mi vista y dejarme en paz- gruño soltándolo con brusquedad, haciendo que el joven perdiera el equilibrio resbalando con la humedad del cuarto de baño- ¡Largo!- le ordenó.

El joven temeroso se levantó lo más rápido que pudo abandonando el lugar.

Tan pronto salió se recargo en la puerta sobando su dolorida muñeca; realmente creyó que se la rompería, pero lo que más le alteraban era ese par de ojos azules fríos como el hielo y que solo reflejaban desdén, tan diferente a la cálida posesividad con que lo había tratado la noche anterior. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, estaba temblando pero tenía que reponerse. Lleno sus pulmones de aire para infundirse valor y toco la puerta un par de veces

-¡¿Qué jodidos quieres?!- escucho la potente voz del otro lado.

-Yo quería…saber…que ropa necesita que le aliste- dijo de forma pausada para evitar que le abandonara la voz

-Yo puedo vestirme solo, no necesito de tu ayuda ¡Fuera de mi cuarto!

Loki asintió aun a sabiendas que el rubio no podía verlo retirándose de ahí derrotado, todo había sido un fiasco.

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Odín bajo al comedor completamente revitalizado, había tenido una noche de absoluto descanso gracias a un té que su esposa le preparó y que lo había hecho dormir como hacía tiempo no lo hacía.

-Todo gracias a Loki- le reconoció Frigga cuando su esposo le agradeciera el té- el me lo recomendó. La verdad es que desconocía las propiedades de la combinación de esas plantas. Tomo varias y las mezclo como si de un porcionista  se tratara. Yo también tome un poco y la verdad descanse muy bien.

-Gracias entonces -le concedió la cabeza de aquella familia haciendo ruborizar al ojiverde hasta la punta del cabello, era la segunda vez que le hacían un cumplido.

-De..nada- dijo muy bajo. Balder, que estaba junto a él, sonrió ya que al parecer  fue el único que lo alcanzo a escuchar.

-¿Y dónde está Thor?- preguntó el patriarca.

-No tarda- se apresuró a contestar Loki- Mi señor llego tarde anoche, seguramente debido a asuntos importantes. Esta mañana amaneció un poco indispuesto, pero nada que lo prive del placer de compartir los alimentos con su familia, así que seguramente no tarda en bajar.

Odín y Frigga se quedaron pasmados ante la respuesta del chico, esta última con el cubierto a medio camino entre la boca y el plato. Balder soltó una estruendosa carcajada que hizo saltar a su madre cortando con el incómodo silencio.

-Vaya forma diplomática la tuya de decir que mi hermano se fue de juerga y llego arrastrándose de borracho amaneciendo hoy con una resaca del tamaño de la luna- dijo el rubio ruborizando a Loki ya que este no quería delatar a su señor de esa manera y menos frente a sus señores padres.

-Loki- lo llamo Odín- ¿Dónde recibiste tu educación?- no podía negar que estaba interesado y sorprendido en la forma en que fue educado, muy a la usanza antigua. Parecía un chico tímido y temeroso cuando se trataba de temas personales, pero se trasformaba hablando con una seguridad absoluta cuando sentía dominio del tema.

-Tuve tutores personales- declaro ya más relajado- Mi educación me fue impartida en mi hogar.

-¿Qué clase de cosas te inculcaban?

-Todo lo necesario para convertirme en un buen Omega.

-¿Cómo por ejemplo?

-Cocina, baile, botánica, poesía…y ese tipo de cosas.

- Y que hay con economía, política, matemáticas, historia, idiomas ¿eso no te lo enseñaban?- preguntó Balder.

-Francés si, matemáticas solo lo básico, y economía solo lo referente al hogar. Política e historia la verdad no, mi hermano no los consideró necesarios; aunque mi última instructora solía prestarme algunos libros interesantes, pero Byleist nos sorprendió un día y la corrió. Luego dijo que si tanto deseaba aprender de los libros no tenía caso que siguiera pagando tan caros tutores así que ya no hubo más. El solía llevarme los libros que él consideraba indicados y luego me hacía preguntas sobre ellos.

Frigga y Odín intercambiaron una mirada que Loki no supo interpretar, aunque no tuvo tiempo para hacerlo ya que en ese momento hacia su arribo Thor.

-Buenos días familia- saludó alegre y tan fresco como una lechuga.

-Buenos días- se apresuró a contestar Loki poniéndose de pie haciendo una solemne reverencia. Thor  rodo los ojos fastidiado ante su presencia.

- Buenos días cariño- contestó Frigga sonriente tratando de minimizar su grosería-¿Hoy no hay beso para mí?

-Por supuesto. -Thor se esforzó en sonreír acercándose a su madre obsequiándole un beso en la mejilla tratando de en lo posible de pasar por alto la presencia del chico y sentándose en el otro extremo de la mesa- Bien ¿Qué tenemos para desayunar hoy, Helga?- La dama que se encargaba de asistir a la familia acerco un carrito lleno de suculentas viandas de las cuales le rubio tomo gran porción de cada una-Esto huele delicioso ¿alguien ha visto el periódico? Necesito verificar un dato.

-Iré por el- se ofreció Loki saliendo presuroso en su búsqueda.

-¿Sabes?- Le dijo Balder mientras mordía una suculenta salchicha de su tenedor- Yo intente enseñarle ese mismo truco a Tanngrisnir muchas veces pero nunca lo conseguí.

-¡Balder!- se quejó Frigga ante la denigrante comparación de Loki con un de sus perro.

-Aquí está mi señor- dijo entregándole el diario a Thor y haciendo una leve inclinación se dirigió nuevamente al lugar que ocupaba en la mesa.

­-Y no lo destrozo, me pregunto que más trucos sabe hacer.

-¡Balder!- le llamo la atención Odín mientras Thor lo fulminaba con la mirada, a lo que el rubio solo sonrió divertido dando otra mordida a la salchicha

-Gracias- murmuró Thor irritado con su servilismo enterrándose bajo las páginas del diario.

-Deberías ir a mi colegio- le dijo Balder a Loki- seguro que alguien como tú les encantaría- sugirió con una sonrisa traviesa.

-Esa es una excelente idea- lo secundo Frigga obviando el sarcasmo de su hijo menor- ¿Qué te parece Loki?

-Yo no sé…si mi señor está de acuerdo…

-Por eso no te preocupes, seguro que lo estará ¿no es así cariño?- Todos aguardaron la respuesta de Thor que al sentir el peso de las miradas no tuvo más remedio que bajar el diario.

-¿Cómo?- pregunto desorientado.

-Que tú estás de acuerdo en que Loki acuda a la escuela de Balder

-No hay problema, por mí que vaya, me da igual- contestó encogiéndose de hombros, volviendo a su lectura y a su humeante taza de café.

El resto del desayuno transcurrió entre pláticas alegres, lo que hizo que Loki se relajara al comprobar que la familia a la que ahora pertenecía, era muy diferente a lo que imagino.

 -Bueno familia me tengo que ir- dijo Thor poniéndose de pie mientras bebía lo que quedaba de su café.

-De ninguna manera- lo cortó Frigga- Loki necesita que lo lleven al médico, además hay que hablar a la escuela de Balder, eso sin contar que necesita ropa ¿o es que pretendes que siga vistiendo esos harapos pasados de moda? ¿Te imaginas lo que se diría de ti y la familia si lo ven vestido así?

-Llévalo tu madre, yo estoy muy ocupado.

-¿Y yo no? Te recuerdo que tengo que preparar todo para el próximo lanzamiento, además de la expo moda, eso sin contar que tengo que hacerme cargo de la casa, tu hermano y tu padre. Estoy al límite, además te recuerdo que Loki es tu res….

-…ponsabilidad, si- Completó hastiado de la situación y de que se lo repitieran en cada oportunidad.

-Me alegro de que por fin lo hayas comprendido- Frigga se acercó besando la mejilla de un arisco Thor que no hacía más que refunfuñar-Nos vemos en la noche para que me cuentes como estuvo tu día y como se portó mi fortachón- dijo la dama besando también la mejilla de Loki, quien se llevó la mano a donde esos cálidos labios habían hecho contacto sorprendido. A Frigga tal hecho le causo ternura ya que entendió lo poco acostumbrado que estaba el pelinegro a ese tipo de afectos. Ese niño estaba muy necesitado de cariño y por supuesto que ella iba a dárselo.-Vamos amor que se hace tarde y aun hay que pasar al Colegio a dejar a Balder- dijo la ama incitando a su esposo e hijo menor a seguirla rumbo a la salida.- Thor, cuídalo bien- El rubio resopló frustrado volviéndose hacia Loki.

-Andando, no tengo todo el día- dijo encaminándose hacia la salida, Loki se puso de pie de un salto corriendo detrás del alfa, pero por más que se esforzaba no alcanzaba a igualar la gran zancada de Thor.

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El pez dorado parecía seguir el movimiento de aquel dedo dentro de la enorme pecera llena de burbujas y plantas acuáticas. Era verdaderamente sorprendente como aquellos pececitos iban y venían casi sincronizados conviviendo armónicamente.

Thor veía fastidiado como el pelinegro se sorprendía con las cosas más simples que pudiera haber. Llevaban cerca de diez minutos en espera de ser atendidos por el anciano médico de la familia, aquel que había atendido a Frigga desde que era pequeña y posteriormente hizo lo propio con él y su hermano.

-Señor Odínson, ya pueden pasar- le dijo la recepcionista regalándole una coqueta sonrisa que no pasó desapercibida por el chico.

El doctor Eir era un beta de edad avanzada con más arrugas que un pergamino pero con una personalidad que transmitía confianza.

-Bienvenido Thor, hace mucho que no te tenia por aquí lo cual en cierta manera es bueno, porque es indicador de que gozas de una salud inmejorable.

-Buenas tarde doctor Eir, este es Loki – dijo tomando al chico por la espalda dándole un leve empujón – supongo que mi madre ya lo habrá puesto al tanto del asunto.

-Algo me ha dicho, aunque para mí no es claro el que haya sido marcado de la forma en que me lo describió sin haber entrado en celo- Thor se removió incómodo-. Esos es muy difícil por no decir imposible, así que veremos que es lo que sucede. ¿Listo Loki?- dijo dirigiéndose al chico brindándole una tierna sonrisa mientras lo veía sobre sus gafas de media luna

-Si…claro- dijo casi en un susurro

-Los estudios tal vez tarden un par de horas Thor, por si tienes algo pendiente te aconsejo que lo atiendas para que no te aburras.

-No se preocupe doctor, aquí lo espero- dijo con fastidio.

-Bien, como desees. Bueno Loki, la señorita Forseti te ayudara a cambiarte para empezar con los exámenes ¿está bien?- Loki no contestó, solo miro al rubio esperando su aprobación.

-No hay problema, ve- bufo

-Vamos Loki- dijo la chica tomándolo de la mano - te pondremos una bata.

Para gran asombro de Loki, Forseti era una omega. El jamás supo que un Omega pudiera trabajar y mucho menos tuviera una carrea universitaria ya que para su sorpresa la chica estaba por titularse en la licenciatura de enfermería. Loki no pudo evitar hacerle un sinfín de preguntas mientras era sometido a diversos análisis en los que incluyeron, sangre, rayos X, tomografías entre otros.

Para Byleiist, los Omega eran seres inútiles que dependían completamente de sus alfas, solo estaban destinados a complacer, procrear y ser una eterna carga.

-¿Quién te ha dicho todas esas tonterías?- preguntó Forseti asombrada mientras extraía la última muestra del delgado cuerpo del chico.

-Mi hermano –dijo haciendo una mueca mientras le introducían la aguja de la cánula,

-Pues dile a tu hermano de mi parte que es un bruto retrograda, ignorante y que seguramente tiene… lodo en vez de cerebro.

-¡Forseti! - le llamo la atención el médico- Tanto tu como este chico deben entender que desafortunadamente hay muchos Omegas que siguen siendo tratados de manera injusta por sus familias, en verdad has sido afortunado de haber entrado en una familia como los Odínson, no me puedo imaginar la suerte que habrías corrido si hubieras caído en las manos equivocadas. Bien Loki, por el momento hemos terminado así que ve a vestirte que seguramente Thor ha de estar muy ansioso por la tardanza.

-¿Y bien?- fue la escueta pregunta del alfa al verlos ingresar nuevamente al consultorio donde lo dejaron.

-Es muy aventurado hacer un diagnóstico en este momento, esperemos los resultados de los análisis para ver que arrojan.

-¿Eso cuándo será?

-En una semana. Mientras tanto puedo adelantarte que no hemos encontrado nada fuera de lo común en el cuerpo de este niño, salvo un pequeño grado de anemia, algo que una buena alimentación y un complejo vitamínico y hierro no puedan cubrir.

Salieron de la clínica en absoluto silencio, Loki no podía dejar de sentirse culpable por el mal funcionamiento de su cuerpo. “Un niño” había dicho el médico, no era necesario ser un genio en biología para determinar que aún sus hormonas se negaban a trabajar.  Un verdadero problema considerando que Thor era un Alfa maduro sexualmente activo en la mejor edad reproductiva, mientras él era un Omega defectuoso.

La idea de que Thor lo devolviera a su hermano le causaba escalofríos; por lo que sabía, algunos Alfas podían repudiar a sus omegas si estos resultaban incapaces de concebir. A Loki le aterraba la idea, no solo por el dolor físico que tendría que enfrentar su cuerpo tras la ruptura del vínculo, si no la clase de vida que le esperaría si lograba sobrevivir. Seria repudiado, despreciado y destinado a vivir como un paria.

Thor por su parte no podía sacar esas palabras de su cabeza “un niño”….había marcado a un niño. Un ser que aún no estaba fisiológica y psicológicamente preparado para mantener una vida en pareja. Se sentía molesto y frustrado con el mismo y sin embargo una parte muy en el fondo que el se negaba a oír le decía que era lo correcto. De haber sido de otra manera Loki habría terminado mal, era una sensación extraña de querer proteger a alguien a quien apenas conocía.